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La moral es un factor importante en el debate sobre la pena de muerte, ya que las creencias
morales y éticas influyen en cómo las personas perciben la justicia y el castigo. Sin embargo, en
algunos casos, la moral puede ser utilizada como una excusa para no analizar a fondo los
hechos y argumentos en el debate. En la historia de la humanidad, se presentó la pena de
muerte, hubo muchas culturas y religiones quienes registraron este medio de castigo para
quienes incumplieran las normas con la finalidad de justificar los actos, la primera pena de
muerte fue el roma aplicada a Perduerillo quien traiciono a su patria, ya siendo el principio de
esta nueva época quienes los romanos usaran este método por ser los mas grandes filósofos y
dieran a surgir la filosofía del derecho, siendo este quien impactaría mucho en la actualidad,
por lo que, La pena de muerte debe de ser aceptada por lo moral para defender a la sociedad y
a los agredidos.
Por ejemplo, algunas personas pueden argumentar que la pena de muerte es moralmente
justificada porque se ajusta a la "justicia divina" o porque es una forma de "castigo justo" para
ciertos delitos graves. Sin embargo, estos argumentos pueden ser cuestionados desde una
perspectiva más amplia que tenga en cuenta los derechos humanos y la dignidad de todas las
personas.
En primer lugar, La pena de muerte es una práctica que sigue siendo utilizada en algunos
países del mundo, aunque su uso se ha reducido significativamente en las últimas décadas. En
la actualidad, hay aproximadamente 54 países que mantienen la pena de muerte en su
legislación, mientras que otros 108 países han abolido la pena de muerte en la ley o en la
práctica.
Entre los países que mantienen la pena de muerte, los que ejecutan a más personas son China,
Irán, Arabia Saudita, Irak, Egipto, Pakistán, Vietnam y los Estados Unidos. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que la cantidad de ejecuciones varía ampliamente entre estos
países, y algunos como China y Arabia Saudita no hacen públicos sus datos.
En general, la tendencia global ha sido hacia la abolición de la pena de muerte. Cada vez más
países están reconociendo que la pena de muerte no es efectiva como disuasorio del crimen, y
que es una forma cruel e inhumana de castigo que puede llevar a la ejecución de personas
inocentes.
Además, muchos países han reconocido que la pena de muerte es incompatible con los
derechos humanos y la dignidad humana. La comunidad internacional, incluyendo a la ONU, ha
llamado a la abolición de la pena de muerte y trabaja para promover políticas que reduzcan su
uso y eventualmente eliminen su práctica en todo el mundo.