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Es clave  

dar palabras a los sentimientos del niño con el fin de que la


emoción sea procesada y el niño tenga mayor control sobre ella.

Los maestros deben poner límites claros, sencillos y ajustados a la


edad.

Evitar culpar al niño si siente una emoción desagradable.

Una vez que surgen estas emociones desagradables, se acompañan y


se contienen. Por ejemplo, en el caso de rabia y enfado, se puede
decir: “No se pueden romper cosas o golpear, pero entiendo que
quieras llorar”, y acompañarles en ese llanto. Estar con ellos en la
frustración que implica el no poder hacer todo lo que quieren. 
Cuando la edad de los niños no permite que les enseñemos este diálogo, podemos realizar con
ellos otras actividades para desarrollar la conciencia emocional:
1  Dibujar caras: que representen las diferentes emociones y tenerlas en un lugar visible de
su habitación. De esa manera les ayudas a identificar cómo se sienten y tomar conciencia
de ello
2  La emoción frente al espejo: nos situamos con ellos frente al espejo y ponemos caras
con las diferentes emociones, así aprenden a identificar las señales “no verbales” de las
emociones en los demás
3  Pienso y siento: les enseñaremos a identificar la relación entre pensamientos y
sentimientos para que aprendan a identificar los que les generan emociones agradables y
puedan usar como sustitutos en los momentos en los que sienten emociones desagradables
(ej: cuando pienso en las vacaciones me siento alegre y feliz...)
4  Diario emocional: para pre-adolescentes y adolescentes puede resultar muy útil que
escriban las situaciones en las que se sienten desbordados por las emociones para tomar
conciencia de ellas y ajustar su comportamiento.

Algunas actividades para enseñar a los niños a regular sus emociones son:


1  Enseñarles técnicas de relajación y respiración, no olvidéis que la emociones se
acompañan de cambios físicos tales como tensión muscular, sonrojo o temblor
2  Escuchar música y enseñar al niño a poner nombre a la emoción que le despiertan los
diferentes tipos de música
3  Cantar y bailar
4  Hacer deporte
5  Pegar al colchón (como descarga física de la rabia o el enfado, en la que el niño no se
hace daño, no rompe nada y no hace daño a otros)
6  Cambio de pensamiento: pensar en cosas que les generen emociones positivas
7  Tiempo fuera: pasar un breve periodo de tiempo en otra habitación hasta que el niño se
calma
Y para convertirnos en maestros eficientes en la enseñanza de habilidades emocionales a
nuestros alumnos, debemos:
o predicar con el ejemplo
o ser capaces de tomar conciencia y regular nuestras emociones
o favorecer momentos de comunicación con los menores
o aprender a escuchar los comentarios y opiniones de los niños con tolerancia, sin juzgarlos
y respetando sus sentimientos
o aceptar a nuestros hijos tal y como son
o dar cariño y afecto a través del tacto, las caricias y los besos; enseñarles a usar el lenguaje
corporal en la expresión de los afectos
o educarles en la cultura del esfuerzo
o tener MUCHA PACIENCIA y darles tiempo para que aprendan
o

Estas actividades y recursos están basados en dos pilares básicos en la infancia:

 El juego, que es el mecanismo diseñado por la propia naturaleza para


empujar al niño a aprender, así como un gran medio para practicar habilidades y
capacidades (y así poder aprenderlas de un forma eficiente).

 Y los cuentos, con cuyas historias ofrecen a los niños un marco de


entrenamiento emocional sin igual, pues el lector puede vivir experiencias
emocionales muy diversas pero desde una distancia de seguridad que le permite
sentir pero sin riesgos. Como te contaba en Cuentos de emociones vs Cuentos
que emocionan: los libros permiten la introspección, la autoconciencia y el
autoconocimiento. Además siempre es más fácil hablar de lo que les pasa a los
demás, que hablar de lo que le pasa a uno mismo.

Por supuesto a esto debemos añadir nuestra interacción respetuosa y amorosa. Somos
su ejemplo, el espejo en el que se miran. Por eso es importante empezar por uno mismo y
trabajar nuestras emociones y habilidades (sociales, personales y emocionales), para
luego poder ayudar a los niños a trabajar las suyas.

De esta manera, el PPA Festival de Sonrisas, propone acciones en un trabajo conjunto entre toda
la comunidad institucional, enfocadas a los siguientes aspectos:  Desarrollo de la afectividad. 
Reconocimiento de emociones.  Expresión de emociones.  Manejo de emociones.  Desarrollo
de habilidades sociales.  Fortalecimiento de competencia comunicativa.  Fortalecimiento de
valores para la sana convivencia

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