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Maestría en Ciencias Económicas - Macroeconomía avanzada

Parcial # 2

Nicolle González Tuta


Sonia Marcela Salazar

Punto # 1: Reseña: El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado - Mariana
Mazzucato.
El libro El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado de la autora italiana
Mariana Mazzucato presenta la discusión frente al papel del Estado en el mercado,
particularmente en el sector de la innovación y desarrollo (I+D). Este debate ha sido liderado por
la teoría económica neoclásica (con respaldo de diferentes sectores, como los medios de
comunicación), ya que ha esgrimido la mayoría de argumentos relacionados a la necesidad de una
reducción del intervencionismo estatal con el fin de evitar que sea un ente sumamente lento,
ineficaz, ineficiente y burocrático el que lidere al mercado, tornándose así menos dinámico,
competitivo e innovador, además de dar paso al sector privado, que suele considerársele como
dinámico, innovador y arriesgado. Adicionalmente, desde la teoría de fallas de mercado se
concibe que el Estado puede apoyar la inversión en I+D desde una posición de externalidad o bien
público, pero no como un líder en el tema.
No obstante, la autora considera que estas explicaciones son sumamente reduccionistas y no
explican el verdadero rol que ha tenido el Estado en el apoyo, inversión e investigación en el
sector I+D. Es por esta razón que más allá de considerarlo una externalidad, la autora le atribuye
un rol de emprendedor al Estado, dado que no sólo se ha dedicado a invertir cuantiosas sumas de
dinero para la innovación y el desarrollo, sino también a eliminar los riesgos significativos para
que el sector privado invierta en estas iniciativas y abrir paso para consolidar el mercado; además,
es una institución flexible y efectiva que ha movilizado recursos de todo tipo para lograr obtener
los resultados esperados.
Con ello, el propósito de la autora es desmitificar el papel del Estado en la economía,
especialmente en el sector de I+D, dado que en una época en donde el cambio climático es una
problemática a nivel global, es necesario que los Estados sean quienes lideren la búsqueda de
energías renovables que nos permitan dejar de explotar la naturaleza e intentar revertir el daño
que hemos ocasionado.
El primer capítulo presenta que el Estado más allá del mero rol administrativo ha sido quien ha
tomado la batuta en momentos de crisis, siendo un gran ejemplo la crisis del año 2008, la cual no
fue causada por deuda pública -como algunos afirman-, sino por una burbuja inmobiliaria creada
por el sector financiero; con ello, el gobierno estadounidense decidió emitir dinero con el fin de
salvar al sector bancario. Contrario a este caso, en la eurozona se muestra cómo algunas
economías son menos dinámicas dada la reducida participación de los Estados, siendo los casos
de Portugal o Italia, países donde hay alta deuda pública pero no se ha usado en los sectores
importante (como la autora afirma sí lo ha hecho Estados Unidos).
Adicionalmente, otro punto que nos expone Mazzucato es que el Estado a comparación del sector
privado, no espera necesariamente que haya unos beneficios a corto plazo de sus inversiones, sino
que es mucho más paciente e incluso tiene una menor expectativa sobre los beneficios. Haciendo
así una crítica respeto a la poca visión y el cortoplacismo del sector privado, puesto que éste
tampoco invierte en espacios en donde hay un gran riesgo o incluso hace maniobras de recompra
de acciones, buscando aumentar sus beneficios sin necesariamente generar innovación para la
economía.
En el segundo capítulo, la autora inicia comentando que el libre mercado -defendido por los
neoliberales- no hubiera sido posible sin la importante participación del Estado, incluso llega a
considerar que éste no sólo debe desarrollar labores en el marco del Estado de bienestar, sino que
se debe concebir como un productor de beneficios, para lograr financiar iniciativas en salud,
educación y otro conjunto de rubros que generan bienestar social. Con ella la autora identifica 6
mitos relacionados a papel del Estado dentro del mercado, los cuales son:
1. Innovación es solo I+D: El sector de innovación y desarrollo no sólo requiere que se
invierta dinero, sino que haya voluntad y constancia, cosa que no ha demostrado el sector
privado.
2. Lo pequeño es hermoso: Hay que dejar que considerar que se debe financiar a todas las
PYMES, sino que es necesario que se invierta en aquellas que estén comprometidas con
la innovación y demuestren resultados, no todas las PYMES tienen potencial (a pesar de
demandar altos niveles de trabajadores) y la generación también debe considerarse para
la entrega de recursos públicos.
3. El capital riesgo (CR) es amante al riesgo: El CR busca invertir en proyectos que les
aporten beneficios, no importa si esto promueve más innovación.
4. El número de patentes no determina la innovación: Las patentes se han convertido en un
elemento que aporta poco valor y sólo encapsulan el conocimiento en países desarrollados
y algunos agentes toman provecho de esto limitando la expansión de conocimiento y de
bienestar.
5. Menor stock de conocimiento en Europa: El problema europeo no es un mercado pequeño
para la innovación, sino que no hay una gran financiación para el I+D.
6. Las desgravaciones a las empresas I+D no han mostrado ser más efectivas.
En el tercer capítulo, hay una mayor explicación del proceso de la innovación, especialmente del
rol del sector público y el privado, allí se concibe que, si esta innovación se hace con propósitos
de generar un bienestar a nivel social, debería ser liderado por el Estado. Con ello, es importante
anotar que la innovación conlleva un proceso de destrucción creativa donde las tecnologías más
antiguas resultan siento obsoletas con el paso del tiempo, siendo destruidas en el proceso; y
además, en algunas ocasiones más que sólo la obtención de beneficios, se busca que la innovación
se expanda a muchos sectores, traiga más mejoras a largo plazo y disminuya los costos. Un
ejemplo es la industria farmacéutica, dado que desde lo público se han buscado llevar estudios
para desarrollar nuevos medicamentos especialmente para enfermedades huérfanas; pero desde
lo privado no se ha buscado crear conocimiento, sino reciclarlo para obtener más beneficios.
En los próximos dos capítulos la autora nos expone el caso particular del Estado norteamericano
y su rol en la innovación y desarrollo tecnológico. Se describe cómo, posterior a la Segunda
Guerra Mundial y en el marco de la Guerra Fría, este promovió la creación de cuatro agencias
que han dedicado gran parte de su presupuesto al desarrollo de nuevas tecnologías en los ámbitos
de defensa, PYMES, medicina y nanotecnología, las cuales son DARPA, SBIR, ODA y NNI.
También se expone el caso de Apple, más allá del reconocimiento de haber sido creada por Steve
Jobs, y cómo se ha olvidado el apoyo que obtuvo esta empresa por parte del gobierno para su
crecimiento y expansión no solo a nivel nacional, sino también global.
En los últimos cuatro capítulos del libro, Mazzucato se enfoca en el rol que han jugado los Estados
en la revolución tecnológica verde, siendo la investigación en la diseño y comercialización de
nuevas formas energéticas sostenibles. Con ello, se considera que, a comparación de la anterior
resolución tecnológica con el internet, esta nueva revolución no ha tenido un apoyo incondicional
por parte del Estado, lo cual ha significado que las políticas tanto de oferta como demanda de esta
tecnología se han visto a la deriva del programa de cada gobierno.
Por esta razón es necesario que más que un programa de gobierno, se convierta en una política
estatal que garantice el tránsito a una energía no contaminante, que esté compuesta por materiales
reciclables, se considere una gestión correcta de los residuos, se mejore las prácticas agrícolas,
entre otras variables. También, debe haber una constante financiación no sólo por parte de los
Estado, sino de los bancos de desarrollo y demás actores para que estos proyectos logren ser
exitosos y promuevan el crecimiento económico en el futuro, así como mitiguen el cambio
climático.
Adicionalmente, Mazzucato nos propone el análisis de dos casos de energías renovables que
fracasaron, con el fin de evitar cometer los mismos errores, siendo estos la inversión en energía
eólica y solar, las cuales por parte de EE.UU. no tuvieron un constante apoyo ni hubo un
seguimiento riguroso de los resultados, dejando como consecuencia la quiebra de las empresas.
Por eso, la reflexión que queda es que ya no se puede seguir únicamente democratizando los
riesgos entre las empresas, los colaboradores, los Estados y sólo que los privados reciban los
beneficios, dado que esto hace que en muchas ocasiones haya un mal manejo de recursos, así
como una escasa retribución a la inversión hecha en un principio por el Estado. Esta retribución
no es recuperada con los sistemas fiscales, como algunos proponen, sino que directamente no hay
retorno del dinero al Estado, perjudicando el presupuesto para la inversión en próximas
revoluciones tecnológicas.
Finalmente, la autora propone unas recomendaciones de política economía al Reino Unido -dado
que este libro sale de un estudio financiado por éste-, que son útiles mencionar: i) dejar de
financiar a todas las PYMES, que se apoye a aquellas que estén alineados con el sector I+D y que
presenten resultados, ii) no hacer una reducción excesiva de impuestos por motivo I+D, ya que
hay muchas empresas que no cumplen con los requisitos, así que se deben desgravar aquellas que
demuestren que los cumplen; iii) contemplar una política que garantice devolución de los
beneficios para el Estado, con el fin de promover inversiones en otros sectores; iv) establecer una
política que obligue al sector privado a mantener sus inversiones por mínimo cinco años, para
evitar el abandono del capital ante cualquier bache que se presente en el camino.
Con ello, se considera que es un libro muy valioso en tanto si logra posicionar de mejor manera
al Estado como un inversor sumamente importante para que haya innovación y desarrollo en un
país y que se demuestre el lánguido papel del sector privado en la asunción de costos pero sí su
participación en el reclamo y apropiación de los beneficios. Sin embargo, no ocurre la misma
exposición y evidencia para países del llamado tercer mundo, en tanto deja relegados aquellos
que nos encontramos en otras latitudes del globo e incluso llega a ignorar nuestras problemáticas
propias. Así, es útil y conveniente que se haga un ejercicio similar que tome en cuenta una realidad
como la latinoamericana y se propongan políticas que nos ayuden a avanzar la innovación dentro
de nuestras sociedades, dada las características relativas.

Punto # 2: Análisis comparativo de modelos de crecimiento endógeno


a. Diferencias entre los modelos propuestos por Romer y Lucas, con el modelo AK.

La principal diferencia entre el modelo Ak y los modelos propuestos por Romer (1990) y Lucas
(1988) consiste en que estos últimos distinguen entre el capital físico y el capital humano.
El modelo Ak establece que la función de producción de las empresas es:
𝑦 = 𝑓(𝑘) = 𝐴𝑘
Considerando así que el trabajo (𝐿) está incluido de manera amplia dentro de la variable 𝑘, en
tanto:
1
𝜆 > 0; 𝜆 =
𝐿
𝜆𝑌 = 𝐴𝜆(𝐾, 𝐿) → 𝑦 = 𝐴𝑘
En cambio, Romer incluye dentro de su modelo cuatro variables, las cuales son K (capital), L
(mano de obra no especializada), H (capital humano) y A (cambio tecnológico), resultando la
función de producción en:

𝛼 𝛽
𝑌(𝐻𝑌 , 𝐿, 𝑥) = 𝐻𝑌 𝐿 ∫ 𝑥(𝑖)1−𝛼−𝛽 𝑑𝑖
0

Cabe aclarar que éste considera que los diversos bienes de capital no son perfectamente
sustituibles, razón por la cual incluye la sumatoria – que posteriormente la convierte en integral
– de los 𝑥𝑖 .
En el caso de Lucas, también se distingue el capital físico del humano e incluso establece
distinciones entre los precios de los productos, siendo el hamiltoniano que soluciona el problema
de control óptimo:
𝑁
𝐻(𝐾, ℎ, 𝜃1 , 𝜃2 , 𝑐, 𝑢, 𝑡) = (𝑐1−𝜎 − 1) + 𝜃1 [𝐴𝐾𝛽 (𝜇𝑁ℎ)1−𝛽 ℎ𝛾 − 𝑁𝑐] + 𝜃2 [𝛿ℎ(1 − 𝜇)]
1−𝜎
Otro punto importante de divergencia entre los modelos es que las variables que definen las tasas
de crecimiento, en el caso del modelo Ak la tasa de crecimiento del capital, cuando:
𝑛 = 0; 𝑥 = 0
Es definida como:

𝑘̇
= 𝑠𝐴 − 𝛿
𝑘
Y la tasa de crecimiento en el estado estacionario para las variables de consumo, capital y
producción es:
1
𝑦∗ = (𝐴 − 𝛿 − 𝜌)
𝜃
En cambio, Romer establece que es la tasa de crecimiento del capital depende del cambio
tecnológico y a partir de ésta el resto de las variables serán constantes. Esta tasa define la
acumulación de diseños:

𝐴̇ = 𝛿𝐻𝐴 𝐴
Donde 𝛿 es un parámetro de productividad, 𝐻𝐴 el capital humano del trabajador/a y 𝐴 es una
porción de los conocimientos que posee el trabajador/a. Así, se define que A tiene una tasa de
crecimiento constante y lineal, y suponiendo que 𝐻𝐴 y 𝐻𝑌 son constantes, se llega a un equilibrio
de crecimiento equilibrado en el que A, K, Y, C crecen a tasas exponencialmente constantes.
Definiendo que la tasa de crecimiento en el equilibrio es:
𝛼
𝑔 = 𝛿𝐻𝐴 = 𝛿𝐻 − 𝑟
(1 − 𝛼 − 𝛽)(𝛼 + 𝛽)
Por el lado de Lucas, él obtiene una tasa de crecimiento equilibrado, definida como:
𝑣 = [𝜎(1 − 𝛽 + 𝛾) − 𝛾]−1 [(1 − 𝛽)(𝛿 − (𝜌 − 𝜆))]

Que está sujeta a una restricción en torno a 𝜎 y 𝛿 , en donde si la primera está muy cerca a 0 y la
segunda es muy alta, los consumidores pospondrán el consumo para siempre.
Adicionalmente, es importante mencionar que Romer y Lucas dedican una parte de los artículo
en la diferenciación entre un bien rival y exclusivo, llegando a la conclusión que el cambio
tecnológico 𝐴 como algo puro e inmaterializado y es un bien no rival pero parcialmente
excluyente; contrario al capital humano 𝐻, el cual es un bien tanto rival como excluyente, dado
que sólo ciertas personas poseen determinadas habilidades y éste se devalúa con el paso del
tiempo, por temas de vejez y decrecimiento en lo que aprenden.
Finalmente, Jones (2005, p. 1104) lista algunos modelos de crecimiento con su ecuación principal
diferencial importante en cada modelo, así:

1. Modelo Ak: 𝐾̇ = 𝑠𝐾 𝜙
2. Modelo de Lucas: ℎ̇ = 𝑢ℎ𝜙
3. Modelo de Romer (1990), Aghion y Howitt (1992) y Grossman y Helpman (1991): 𝐴̇ =
𝐻𝐴 𝐴𝜙
𝜙 es considerado la productividad de investigación, donde en el modelo Ak está asociado al
capital (como se referenció al inicio), en Lucas está asociado al capital humano (también es
en competencia perfecta, hay rendimientos decrecientes a nivel de firma y crecientes o
constantes en el agregado) y el Romer se asocia con la misma innovación tecnológica que se
relaciona con el capital humano (bien privado, el conocimiento es parcialmente excluible pero
no rival) dedicado a esa producción.

b. Problema de los efectos a escala.


En los modelos de crecimiento endógeno, el crecimiento de largo plazo está sujeto al capital
humano e investigación. Cuando se tiene en cuenta este factor, la función de producción a nivel
de firma ya no tiene rendimientos a escala decrecientes y a nivel agregado tampoco se tienen
rendimientos constantes, a nivel micro y macro pasaría a tenerse rendimientos crecientes a escala
(“un poco más aproximado a la realidad”). Según Jones (2005), a través de las ideas se producen
rendimientos crecientes a escala puesto que este bien o servicio es no rival (como sí lo son los
demás factores productivos) y tiene características de spillover: cualquier agente puede usar las
ideas, reproducirlas y potenciarlas generando una aceleración del crecimiento de la producción,
las ideas no se analizan a nivel per cápita ya que su utilidad está en función del agregado.
Adicionalmente, Jones considera dos efectos de escala, uno que es fuerte (el crecimiento de la
economía tiene rendimientos a escala) y el otro débil (el crecimiento per cápita está en función
del tamaño de la economía) que demandan otro tipo de análisis para determinar la estabilidad.
Cuando esto se da, se presentan situaciones contrarias a lo encontrado en el equilibrio en
competencia perfecta (con rendimientos decrecientes a nivel firma y constantes a nivel agregado).
Uno de ellos es que la retribución al factor ya no está relacionada con su marginalidad y si se
pagara el costo marginal de las ideas, éste tendría mayor importancia (en retribución) que el
capital. Por otro lado, al tener rendimientos crecientes en el agregado no hay una “óptima”
distribución del agregado, por el poder de mercado de la firma que emplee las ideas reduciendo
los excesos de demanda, perdiendo en bienestar (que se estudian bajo competencia imperfecta),
por lo que es necesaria una intervención del Estado, planificador central. Ahora, con las ideas se
pueden incrementar la productividad futura y las ideas también dejan un una mejora en relación
con la tasa de retorno social, no sólo en la privada.
Finalmente, un hecho estilizado es que hay economías (como lo comenta Lorente, 2020) cuyo
crecimiento económico no está asociado a la población, por el contrario, ésta se estancó y aun así
crecen mucho más respecto a países con algún crecimiento en su población. Con ello, se asocia a
que la producción desde las ideas, investigación, innovación, formación en capital humano, etc.,
son las que explican al crecimiento, pero se omiten otras tantas variables que inciden en el
crecimiento (como arreglos institucionales) por lo que cuando se formulan los modelos de
crecimiento endógeno podría sobrevalorarse los parámetros que se estiman.

Punto # 3: Solución del caso del planificador central.


La función de utilidad de la familia representativa es

(ct − c̅)1−ψ −θt
𝑢(c) = ∫ ⅇ ⅆt
1−ψ
0

La función de producción es
𝑌 = 𝐾𝑡𝛼 (𝐴𝑡 𝐿𝑡 )1−𝛼
La población crece a la tasa 𝑛 y el cambio técnico crece a la tasa 𝑥. La tasa de depreciación del
capital es 𝛿. 𝑐̅ ≥ 0 y representa al consumo de subsistencia per cápita. Es una economía cerrada
sin gasto público ni impuestos.
a) Elasticidad de sustitución intertemporal para la función de utilidad. Breve explicación del
significado de ese comportamiento para las decisiones del planificador central en
términos de su decisión de la tasa de ahorro óptimo.
La utilidad (como se verá en el siguiente numeral) está dada por
(𝑐𝑡 − 𝑐̅)1−𝜓
𝑢=
1−𝜓
Su primera y segunda derivada son
(1 − 𝜓)(𝑐𝑡 − 𝑐̅)−𝜓
𝑢′ = = (𝑐𝑡 − 𝑐̅)−𝜓
1−𝜓

𝑢′′ = −𝜓(𝑐𝑡 − 𝑐̅)−𝜓−1


La elasticidad de sustitución intertemporal (𝜎) es el recíproco de la utilidad marginal con respecto
al consumo, esto es
𝑢′
𝜎=−
𝑐𝑢′′
Resultando en este caso en
(𝑐𝑡 − 𝑐̅)−𝜓−1 1
𝜎=− −𝜓−1
=
−𝜓(𝑐𝑡 − 𝑐̅) 𝜓
Se tiene que a menor 𝜓 (elasticidad de la utilidad marginal frente al consumo) hay mayor
elasticidad de sustitución intertemporal, esto es, se prefiere un consumo parejo durante los
diferentes períodos. A mayor elasticidad de la utilidad marginal, menor elasticidad de sustitución
intertemporal, con lo que se prefiere el consumo presente. Ahora, si hay una alta preferencia por
el consumo presente, el planificador central tiene reducciones o menores recursos destinados para
el ahorro, la inversión (entendido como la reposición de capital por depreciación y aumento de
capital a las tasas de estado estable) y el crecimiento del producto per cápita (o por unidades
efectivas) se desacelera dado que la curva de producto no puede desplazarse como podría hacerse
cuando se cuentan con ahorros o con una disminución de consumo que se traduce en ahorros.

b) Problema, función hamiltoniana y las condiciones de primer orden.


Sea 𝐴𝐿 las unidades de eficiencia, con lo que la producción en estas unidades es

𝑌 𝐾𝑡 𝛼 𝐴𝑡 𝐿𝑡 1−𝛼
𝑌 = 𝐾𝑡𝛼 (𝐴𝑡 𝐿𝑡 )1−𝛼 → =( ) ( ) → 𝑦 = 𝑘𝑡𝛼
𝐴𝑡 𝐿𝑡 𝐴𝑡 𝐿𝑡 𝐴𝑡 𝐿𝑡
Por otro lado, (i) en economía cerrada y sin gobierno se tiene que:
𝑌 =𝐶+𝐼
Este 𝐶 contiene el consumo de subsistencia (𝑐̅), en términos de eficiencia se llega a
𝑌 𝐶 𝐼
= + →𝑦 =𝑐+𝑖 (1)
𝐴𝐿 𝐴𝐿 𝐴𝐿

(ii) La ecuación de acumulación de capital es

𝐾̇ = 𝐼 − 𝛿𝐾
En términos de eficiencia

𝐾̇ 𝐼 𝛿𝐾 𝐾̇
= − → = 𝑖 − 𝛿𝑘 (2)
𝐴𝐿 𝐴𝐿 𝐴𝐿 𝐴𝐿

𝐾̇ 𝐾
Para hallar a se hace, definiendo a 𝑘 = , a través de
𝐴𝐿 𝐴𝐿

𝜕𝑘 𝐴𝐿𝐾̇ − 𝐾(𝐴̇𝐿 − 𝐿̇𝐴) 𝐾̇


→ 𝑘̇ = 2
= − 𝑥𝑘 − 𝑛𝑘
𝜕𝑡 (𝐴𝐿) 𝐴𝐿
𝐾̇
𝑘̇ + 𝑥𝑘 + 𝑛𝑘 = (3)
𝐴𝐿

Reemplazando (3) en (2)

𝑘̇ + 𝑥𝑘 + 𝑛𝑘 = 𝑖 − 𝛿𝑘

𝑘̇ + 𝑥𝑘 + 𝑛𝑘 + 𝛿𝑘 = 𝑘̇ + (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘 = 𝑖 (4)
Ahora, con (4) en (1) y con la definición de producto por unidades de eficiencia, se tiene

𝑦 = 𝑐 + 𝑘̇ + (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘

𝑘̇ = 𝑦 − 𝑐 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘

𝑘̇ = 𝑘𝑡𝛼 − 𝑐 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘 (5)


Por otro lado,
(𝑐𝑡 − 𝑐̅)1−𝜓 −𝜃𝑡
𝐻= 𝑒 + 𝜆[𝑘𝑡𝛼 − 𝑐 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘]
1−𝜓

Multiplicando lo anterior por 𝑒 𝜃𝑡 , se obtiene el hamiltoniano corriente.


(𝑐𝑡 − 𝑐̅)1−𝜓
𝐻𝑒 𝜃𝑡 = + 𝜆𝑒 𝜃𝑡 [𝑘𝑡𝛼 − 𝑐 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘]
1−𝜓

(𝑐𝑡 − 𝑐̅)1−𝜓
𝐻𝑐 = + 𝜙[𝑘𝑡𝛼 − 𝑐 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘] (6)
1−𝜓
Las primera condición de orden es (teniendo en cuenta la ecuación 6):

𝜕𝐻𝑐 (1 − 𝜓)(𝑐 − 𝑐̅)−𝜓


− 1
= −𝜙 =0⇒ =𝜙
𝜕𝑐 (1 − 𝜓) (𝑐 − 𝑐̅)𝜓

𝑢′ = 𝜆𝑒 𝜃𝑡 ⇒ 𝑢′ 𝑒 −𝜃𝑡 = 𝜆
Lo anterior hace referencia a la decisión del planificador en torno a la relación de aumentar una
unidad de consumo (𝑢′ 𝑒 −𝜃𝑡 ) y el costo asociado a la inversión (precio sombra del capital, 𝜆).
−𝜕𝐻 −𝜕𝐻𝑐
La segunda condición es, con la ecuación 6, con 𝜙 = 𝜆𝑒 𝜃𝑡 , 𝜆̇(𝑡) = 𝜕𝑘
y 𝜆̇(𝑡)𝑒 𝜃𝑡 = 𝜕𝑘
:

𝜙̇(𝑡) = 𝜆̇𝑒 𝜃𝑡 + 𝜆𝜃𝑒 𝜃𝑡


−𝜕𝐻𝑐
𝜙̇(𝑡) = + 𝜙𝜃
𝜕𝑘
𝜙̇(𝑡) = −[𝜙𝛼𝑘 𝛼−1 − 𝜙(𝑥 + 𝑛 + 𝛿)] + 𝜙𝜃

𝜙̇(𝑡) = 𝜙(𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃) − 𝜙(𝛼𝑘 𝛼−1 )

𝜙̇(𝑡) = 𝜙(𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃 − 𝛼𝑘 𝛼−1 )

𝜙̇(𝑡) = 𝜙[𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃 − 𝑓′(𝑘)] = −𝜙[𝑓′(𝑘) − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃)]


La tercera condición es:
𝜕𝐻𝑐
𝑘̇ = ⇒ 𝑘̇ = 𝑘𝑡𝛼 − 𝑐 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘
𝜕𝜙

Y la última condición de primer orden, con 𝜙 = 𝜆𝑒 𝜃𝑡 , es:


𝜙
𝑙𝑖𝑚 𝜆(𝑡)𝑘(𝑡) = 𝑙𝑖𝑚 𝑘 = 𝑙𝑖𝑚 𝜙𝑒 −𝜃𝑡 𝑘 = 0
𝑡→∞ 𝑡→∞ 𝑒 𝜃𝑡 𝑡→∞

c) Ecuaciones diferenciales y diagrama de fase del sistema en el espacio 𝑐, 𝑘.

𝑘̇ = 𝑘𝑡𝛼 − 𝑐 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘 (7)

Para hallar 𝑐̇ se tiene que:


𝑢′ (𝑐) = 𝜙

𝑢′ ′(𝑐)𝑐̇ = 𝜙̇
Teniendo la información de la utilidad marginal con respecto al consumo y la segunda condición
de orden:

−𝜓(𝑐𝑡 − 𝑐̅)−𝜓−1 𝑐𝑡̇ = 𝜙(𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃 − 𝛼𝑘 𝛼−1 )


𝜙(𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃 − 𝛼𝑘 𝛼−1 ) 𝜙
𝑐𝑡̇ = = [𝛼𝑘 𝛼−1 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃)](𝑐𝑡 − 𝑐̅)𝜓+1
−𝜓(𝑐𝑡 − 𝑐̅)−𝜓−1 𝜓
𝜙
𝑐𝑡̇ = [𝑓′(𝑘) − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃)](𝑐𝑡 − 𝑐̅)𝜓+1 (8)
𝜓

Para el diagrama de fase se tiene que:


𝜕𝑐̇ 𝜕2 𝑓(𝑘)
• 𝜕𝑘
= 𝜕𝑘 2
< 0 dados los rendimientos constantes a escala
𝜕𝑘̇
• 𝜕𝑐
= −1, por la ecuación (7)

Así, se llega a que:

d) Expresiones de equilibrio de estado estable para 𝑐 ∗ y 𝑘 ∗


En equilibrio de estado estable se tiene:

• 𝑐̇ = 0 ⇒ 𝑐 ∗ = 𝑐
• 𝑘̇ = 0 ⇒ 𝑘 ∗ = 𝑘
Con la ecuación (7) muestra que

𝑘̇ = 0 = 𝑘𝑡𝛼 − 𝑐 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘
𝑐 ∗ = 𝑘𝑡𝛼 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿)𝑘 (9)
Y con la ecuación que concluye en la ecuación (8)
𝜙
𝑐𝑡̇ = 0 = [𝛼𝑘 𝛼−1 − (𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃)](𝑐𝑡 − 𝑐̅)𝜓+1
𝜓
𝜙 𝜙
(𝑐𝑡 − 𝑐̅)𝜓+1 𝛼𝑘 𝛼−1 − (𝑐𝑡 − 𝑐̅)𝜓+1 (𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃) = 0
𝜓 𝜓
𝜙 𝜙
(𝑐𝑡 − 𝑐̅)𝜓+1 𝛼𝑘 𝛼−1 = (𝑐𝑡 − 𝑐̅)𝜓+1 (𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃)
𝜓 𝜓
𝛼𝑘 𝛼−1 = 𝑥 + 𝑛 + 𝛿 + 𝜃
1⁄

𝑥+𝑛+𝛿+𝜃 𝛼−1
(10)
𝑘 =( )
𝛼

Bibliografía
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Jones, C. (2005). Chapter 16. Growth and ideas, en: “Handbook of Economic Growth, Volume
1B” (Ed. Philippe Aghion & Steven N. Durlauf), pp. 1064-1111
Lorente, L. (2019). Capítulo 4 - Crecimiento endógeno, en: “Dinámicas del crecimiento
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Lucas, R. (1988). On the mechanics of economic development. Journal of Monetary Economics:
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Romer, P. (1991). El cambio tecnológico endógeno. Fondo de Cultura Económica, 58 (231), pp.
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