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https://www.youtube.com/watch?

v=6CC_g157QL0

https://www.goldenspain.com/dinero/848-filantrocapitalismo-o-como-los-ricos-pueden-cambiar-el-mundo
FILANTROCAPITALISMO O CÓMO LOS RICOS PUEDEN CAMBIAR EL MUNDO by Golden Spain 22 abril 2016
Filantrocapitalismo: Cómo los ricos pueden salvar el mundo Matthew Bishop, Michael Green 2008
Hasta ahora, la caridad se basaba en donaciones privadas y ayuda no gubernamental; el
filantrocapitalismo, en cambio, busca aplicar estrategias empresariales a la creación de recursos
para los más necesitados. Si empresarios de éxito como Bill Gates o Warren Buffett se han valido
de las nuevas tecnologías y la globalización para amasar inmensas fortunas, ¿por qué no aplicar las
mismas técnicas al cambio social?

El filantrocapitalismo. La aceptación del filantrocapitalismo como sustitución de la redistribución


de la riqueza por parte del estado, incluso como sustituto del reparto en base a discriminación
positiva en los países anglosajones.

La estrategia consiste en la inversión conjunta de las personas más ricas del mundo para
maximizar las ganancias de estas inversiones sociales. A esta estrategia ya se han unido relevantes
multimillonarios como, además del propio Soros, Bill y Melinda Gates, Mark Zuckerberg, George
Lucas y Mellody Hobson, Dave Goldberg y Sheryl Sandberg, Paul E. Singer, Jeff Skoll, Paul Allen,
Richard y Joan Branson, Steve Bing y John Caudwell, entre otros.
Razones:
- Todos ellos son factores absolutamente imprescindibles para reducir las pavorosas
brechas de desigualdad que separan a ricos y a pobres dentro y fuera de nuestras
fronteras.
- Al contribuir al progreso común las empresas responsables están ayudando a generar un
entorno que beneficia a sus negocios y fortalece los círculos virtuosos de prosperidad y
estabilidad.

Carta que 27 consejeros delegados de algunas de las compañías más importantes del Reino Unido
publicaron no hace mucho en el diario “Financial Times” en defensa de los programas de ayuda
internacional del Gobierno británico.

Hace unos meses, centenares de organizaciones del llamado tercer sector se unieron para
reclamar al Gobierno español una Ley de Participación Social y Mecenazgo que contribuya a hacer
frente al crecimiento de las necesidades sociales. Esta legislación, cuya importancia queda
restringida a menudo a la promoción de las actividades culturales, contribuiría de manera
determinante a estimular el apoyo del sector privado a los esfuerzos contra la pobreza. Estas son
algunas de las medidas que reclama el sector:
- Elevar sustancialmente las deducciones fiscales en el IRPF y el Impuesto de Sociedades
para las donaciones de particulares y empresas.
- Deducir en la cuota del IRPF el 100% de los donativos que no superen ciertas cuantías
menores (por ejemplo, 100 euros).
- Contemplar adecuadamente los beneficios fiscales de las donaciones en especie,
particularmente de las donaciones de servicios.
- Equiparar los incentivos fiscales de las colaboraciones empresariales en actividades de
interés general a los de las donaciones puras y simples.

conviene estar muy atentos a los riesgos de este nuevo modelo: cabe la posibilidad de que la
entrada del sector privado se convierta en un juego de vasos comunicantes que justifique para
algunos la retirada del sector público. Es fundamental establecer líneas rojas más allá de las cuáles
la desaparición del Estado deja sectores enteros en manos de la arbitrariedad de un puñado de
donantes privados. Ejemplo, todo el mundo quiere alimentar a un niño, pero no todos entienden
porque los drogodependientes necesitan apoyo

La contribución del sector privado debe comenzar por no complicar las cosas más de lo que ya
están. Intercambio de opiniones sobre filantrocapitalismo en el Instituto de Innovación Social de
la Universidad de Stanford, algunos de los magnates que hacen hoy despliegue de su filantropía
global se ocuparon en su momento con el mismo empeño de apuntalar las estructuras sociales y
fiscales que provocaron el problema en primer lugar.

200 millones de pobres por cada uno de eso ochenta individuos más ricos del planeta

Esta fortuna tiene tres hitos fundamentales, que el mismo Soros reconoce en su obra “La crisis del
capitalismo global”, como son la quiebra del Banco de Inglaterra en 1992, la crisis financiera en el
mercado asiático en 1997 y la crisis del rublo en Rusia en 1998. Todas ellas provocadas
intencionadamente por el propio Soros, como él mismo reconoce, con métodos probablemente
inmorales, y como también afirman analistas financieros tanto del ámbito privado como del
público.

Crear la concepción de que estos personajes generan igualdad a largo plazo, y no desigualdad.
Pero, si estudiamos las tres crisis provocadas por Soros y sus consecuencias, esta concepción no se
sostiene.

El filantrocapitalismo en el caso de la Fundación Gates tiene un impacto contradictorio. Por un


lado su ayuda salva muchas vidas en algunos de los países más pobres del Sur, pero, por el lado
negativo, promueve los monopolios de patentes en el camp farmacéutico y en la agricultura.

Es imposible imaginar la sustentabiiidad global sanitaria y agrícola sin unos nuevos modelos
mucho más abiertos y justos de innovación biomédica y alimentaria - sin hablar del software de
Microsoft.

El filantrocapitalismo de Bill Gates, en sus actos sobre el terreno y su presión política, suele ser una
fuerza muy potente en su oposición a la reforma de un sistema de propiedad intelectual que se ha
convertido en un "bunker" de dominación social y ambiental. Es muy claro la relación de Gates con
Monsanto, con distintas grandes farmacéuticas y sus políticas en defensa de los monopolios sobre
conocimientos básicos que sustentan la salud y la alimentación. Hay que agradecer todo el
esfuerzo filantrópico de Gates en ayudar a muchas personas, pero hay que exigir que deje de
condicionar la ayuda a un modelo injusto de propiedad intelectual y soberanía alimentaria.

La ambición de Bill Gates por controlar y refundar a nivel mundial el sistema de salud lleva a su
fundación a copar, con el apoyo de otros multimillonarios, puestos estratégicos, denominados
eufemísticamente ‘comisiones de servicio’ dentro de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Fundación Bill y Melinda Gates es el mayor financiador no estatal de la OMS. Su aportación
anual, que supera los 200 millones de dólares, ha obligado a reconocer a ejecutivos de la
Organización que su influencia en las áreas de salud “corre el riesgo de sofocar los diversos puntos
de vista de otros expertos de la comunidad científica”. Sus generosas donaciones no son ajenas al
nombramiento de un directivo de la fundación como gerente de operaciones del programa y
gestión de clúster de la polio de la OMS. La Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis,
apoyada por Gates, elabora una estrategia para la eliminación total de esta enfermedad en 2018.

Gates plantea la creación de una nueva Organización Mundial de la Salud, en caso de no poder
refundar la actual, “para responder con eficacia a futuras epidemias”. El multimillonario calificaba
entonces a la OMS de ineficaz -especialmente, por falta de presupuesto y personal-, para
coordinar un sistema de alerta y respuesta.

https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2020-06-15/bill-gates-pandemia-coronavirus-covid-
conspiracion_2639772/

http://www.terremoto.net/blog-es/a-disenar-no-se-aprende-disenando
A DISEÑAR NO SE APRENDE DISEÑANDO JUNE 04, 2020 JAVIER CAÑADA.
Huid de las recetas mágicas para crear experiencias, de los atajos para llegar al objetivo, de las frases grandilocuentes
con la solución rápida. Alvaro Varona en https://www.linkedin.com/in/alvarovarona/ sugiere:

https://www.bbva.es/general/coronavirus/informacion-mercados/11-06-20.html?cid=eml:mem::spain-cast--recursos-
mercados-particulares-:a-::aporta:::20201106::::
PODCAST 11-6-2020
Y DESPUÉS DEL COVID, ¿QUÉ?
Rafael Doménech, responsable de análisis económico del Servicio de Estudios de BBVA, nos habla
sobre las claves principales para la recuperación del mercado de trabajo tras el coronavirus, con
motivo de su intervención en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica.
- CAPITAL HUMANO es la verdadera riqueza de las naciones junto con la calidad de las
instituciones (el estado de derecho, las regulaciones, el funcionamiento de las
administraciones públicas sobre la justicia) Capital humano y calidad de las instituciones
explica un 80% las diferencias de la renta per cápita entre las economías avanzadas.
- DISRRUPCION1 DIGITAL las nuevas tecnologías requieren cada vez más habilidades que
requiere mayor capacitación del capital humano. Reciben remuneraciones más altas

1
ruptura brusca. Por otro lado, el término disruptivo hace referencia a algo que ocasiona un cambio
determinante. La palabra disruptiva es de origen francés “disruptif” y del inglés “disruptive”-
quienes tienen dichos conocimientos que quienes tienen conocimientos básicos quienes
realizan actividades o tareas rutinarias y fácilmente sustituibles por las nuevas tecnologías.
Las nuevas ocupaciones requieren cada vez más capacidades de razonamiento analítico,
pensamiento crítico, creatividad, originalidad, iniciativa, liderazgo personal, una serie de
características que requieren esa capacidad de aprender a aprender a lo largo de nuestras
vidas.

PARO CRÓNICO Y TASA DE TEMPORALIDAD MUCHO MAS ELEVADA QUE OTROS PAISES
EUROPEOS.
Otros países Estados Unidos y Alemania con mercados de trabajo eficientes, salarios más elevados
ves que el desempleo rara vez pasa el 10% y el pleno empleo esta por debajo del 5%.

Argumento reiterativo: El pobre desempeño del mercado de trabajo en España se debe a la


estructura productiva de nuestra economía. EVIDENCIA DESMONTA ESTE ARGUMENTO.
España destaca porque teniendo una estructura y capacidad productiva que es mucho más
elevada que la del 80% de los países en el mundo, su tasa de desempleo supera la de esas
economías que tienen peor capacidad productiva. La tasa de desempleo de los países con peor
estructura productiva de España que es un 80% de las economías mundiales es de
aproximadamente el 7%, que ha sido algo menos de la mitad de la tasa de desempleo medio en
España desde 1980. La explicación es que en España tenemos un conjunto de regulaciones,
barreras y cargas con las que tienen que funcionar nuestras empresas y nuestros trabajadores que
no se ADAPTA A LA CAPACIDAD PRODUCTIVA. La regulación laboral en comparación con otros
países europeos más avanzados social y económicamente mucho más ineficiente. (Empresas
solidas vs gran cantidad de pequeñas empresas con empleos poco calificados, temporales,
informales)

Centrarse en las políticas de largo plazo porque ya en las de corto plazo se ha hecho muchísimo y
lo que hay que evitar es que el daño, los efectos de esas a corto plazo, se conviertan en cicatrices
de carácter permanente. Lo primero es NO INVENTAR NADA implementar lo que funciona en los
países del centro y norte de Europa que tienen tasas de desempleo y temporalidad mucho más
bajas que la nuestra. Desde 2008 BBVA Research ha dicho que hay que avanzar a una reforma del
sistema de protección del empleo, de los nuevos contratos para reducir la elevada tasa de
temporalidad, modernizar la negociación colectiva, las políticas activas de empleo, también las
pasivas. Usar todas las tecnologías disponibles para crear lo que denominamos JOB MARKET
PLACE, que todos utilizamos en nuestras reservas de vacaciones, en nuestras compras online, que
lo que hacen es usar datos masivos BIG DATA, con inteligencia artificial, análisis de datos,
emparejar oferta con demanda. Esto es verdaderamente urgente en nuestro mercado de trabajo;
crear ese Job Market Place a nivel nacional donde estén todas las empresas, donde estén todos los
trabajadores con las medidas de privacidad adecuadas y que cualquier empresa o trabajador
pueda recibir una oferta o bien de una vacante o bien de un trabajador que está buscando mejorar
su situación de empleo o pasar de una situación de desempleo a otra de empleo.
Desde luego, cosas que no se deben hacer, no aumentarla presión fiscal, por ejemplo, las
cotizaciones sociales sobre el empleo que ya son más altas que en otros países y tampoco derogar
la reforma laboral del 2012 que sería ir en la dirección contraria a lo que necesitamos en este
momento.
La política económica debe generar certidumbre, confianza y facilitar consensos en este caso con
los agentes sociales, con las empresas, si puede ser con los partidos políticos mejor que mejor.
Receta necesaria en este momento para mantener el empleo y ya en la fase de reactivación que
hemos iniciado y de recuperación económica crear el empleo que necesita el país.

Enrique Marazuela. Estamos en la 4ta Revolución Industrial que Doménech llama Era de la
Disrupción Digital. Antes las nuevas tecnologías hacia obsoletos los métodos productivos
existentes hasta el punto de su desaparición, esta vez no va hacer distinto. Leí en un libro de
historia económica global 1750 China tenía el 33% de las manufacturas mundiales, la India 25% y
en 1913 esta cifra había disminuido al 4 y 1% respectivamente. Las revoluciones industriales
tienen un impacto muy grande. Señalas que la Irrupción Digital no va a ser lineal, va a ser
exponencial, su velocidad va a ser mucho más intensas que las anteriores, los tiempos de reacción
son mucho más cortos.

Como las revoluciones industriales anteriores no hay nada inexorable o predeterminado sobre los
efectos de la revolución digital. Algunas sociedades van a aprovechar al máximo estas
oportunidades para aumentar su bienestar y lo van hacer mejor que otras. Lo que estamos
observando es que los países que más han avanzado en intensidad digital y automatización
muestran en promedio tazas de desempleo y niveles de desigualdades menores. Para aprovechar
estas oportunidades se necesitan políticas públicas bien diseñadas en 4 áreas claves: 1. Educación
en nuevas habilidades digitales porque el capital humano es la nueva riqueza de los países; 2.
Mejorar las regulaciones en las políticas activas y pasivas del mercado de trabajo; 3. Garantizar
la competencia y las buenas regulaciones en los mercados de bienes y servicios, también en los
nuevos mercados digitales, porque sabemos que cuánto más salgamos de la competencia
perfecta mayor es la generación de riqueza, mayores son los niveles de empleo y mejor funciona,
más eficiente es la economía y menor es la desigualdad; 4. Mejorar el estado de bienestar. A la
era de la disrupción digital le va a corresponder un estado de bienestar más moderno que
garantice la igualdad de oportunidades y mejore la redistribución.

https://elpais.com/elpais/2020/04/24/opinion/1587716534_407727.html
El mundo de ayer
Hay otras enfermedades, además de la que provoca el virus, como nacionalismos y
fundamentalismos, para los que no habrá vacuna y que despiertan temor sobre cómo se
organizarán las cosas. LEONARDO PADURA 25 ABR 2020

En las décadas que van de nuestra adolescencia a la adultez, hemos sido testigos presenciales de
un cambio de era histórica: el tránsito arrasador de los tiempos de los recursos mecánicos y
analógicos al periodo del imperio de la digitalización, con todas las múltiples consecuencias
positivas y negativas que tales procesos revulsivos suelen entrañar. Hoy somos beneficiarios de
herramientas de comunicación, conocimiento, de avances médicos, de movilidad que medio siglo
atrás parecían argumentos exclusivos de películas de ciencia ficción. Las revoluciones de la
tecnología de la información y de la biotecnología lo han cambiado casi todo, y es seguro que lo
cambiarán aun más en unos años. ¿Somos mejores por eso? ¿Viviremos mejor en el futuro?
¿Tendrá más sentido el sinsentido existencialista de la vida? Debo admitir que tengo serias dudas
al respecto. Y no solo porque me esté poniendo viejo y, quizás, volviéndome un lamentable
conservador y se me desborde mi recipiente de pesimismo. La coyuntura universal que hoy
vivimos, calcada de fantasías como las de H. G. Wells en La guerra de los mundos es una
confirmación dolorosa.

El mundo de ayer, el ayer de nuestra privilegiada generación, no era mejor, aunque cada vez nos
lo parezca más. “Resulta que estábamos mejor cuando creíamos que estábamos peor”, me dijo
alguien. Porque, aun con las muestras de solidaridad y de altruismo que hemos aplaudido, el
mundo de hoy está enfermo, no solo de coronavirus, sino de otros males para los cuales no habrá
vacunas (nacionalismos, fundamentalismos) y me hace temer a cómo se organizará el mundo de
mañana, quizás cuando los poderes políticos nos digan que otra vez podemos besarnos y
abrazarnos, hablarnos y tocarnos… y ya tengamos miedo de hacerlo o, incluso, no sepamos cómo
hacerlo.

https://elpais.com/ideas/2020-04-11/adios-globalizacion-empieza-un-mundo-nuevo.html
Adiós globalización, empieza un mundo nuevo. O por qué esta crisis es un punto de inflexión en
la historia
JOHN GRAY 12 ABR 2020
- La era del apogeo de la globalización ha llegado a su fin
- Nuestra vida va a estar más limitada físicamente y a ser más virtual que antes. Está
naciendo un mundo más fragmentado, que, en cierto modo, puede ser más resiliente.
- El Gobierno britanico, actuando con poderes de emergencia autorizados por el
Parlamento, ha tirado por la borda la ortodoxia económica a fin de suprimir el virus.
- los intelectuales progresistas se aferran a la visión del futuro como una versión más bonita
del pasado reciente. Ello puede ayudar a preservar cierta apariencia de cordura pero su
visión también socava nuestro atributo más vital: la capacidad de adaptarnos y crear
modos de vida diferentes.
- El virus ha dejado al descubierto puntos débiles fatales del sistema económico parcheado
tras la crisis financiera de 2008.
- La palabrería del capitalismo liberal sobre la libertad y la elección, en la práctica era un
experimento de disolución de todas las fuentes tradicionales de cohesión social y
legitimidad política y su sustitución por la promesa de un aumento del nivel material de
vida. Ahora este experimento, el capitalismo liberal, está en quiebra a llegado a su fin.
“Que un país elimine la agricultura y dependa de otros se desechará como el disparate que
siempre fue”
- Esto no significa pasar a un localismo a pequeña escala. Cuando la economía vuelva a
arrancar, será en un mundo en el que los Gobiernos actuarán para poner freno al mercado
mundial. La producción en este (alimenticio, salud,etc.) y otros sectores delicados se
devolverá a los territorios de los Estados por motivos de seguridad nacional. El sector
aéreo se contraerá porque la gente viajará menos y las fronteras duras se convertirán en
un rasgo duradero del paisaje mundial.
- Qué va a sustituir al aumento del nivel material de vida como fundamento de la sociedad:
Ecologistas asoman lo que John Stuart Mill, en sus Principios de economía política
(1848), llamó “economía del Estado estacionario”. El Estado estacionario sería una
economía de mercado en la que se incentivaría la competencia. La innovación
tecnológica continuaría y junto a ella se mejoraría el arte de vivir. - “Creer que
la crisis se puede resolver con un estallido de cooperación internacional es
pensamiento mágico”. La idea es atractiva, pero también irreal. No existe una
autoridad mundial que imponga el final del crecimiento, de la misma manera que
no la hay para combatir el virus. Si existiese, los Estados actuales competirían por
controlarlo.

La expansión económica no es sostenible indefinidamente. Para empezar, solo


puede agravar el cambio climático y convertir el planeta en un vertedero. Dada la
marcada desigualdad entre niveles de vida, el crecimiento demográfico y la
intensificación de las rivalidades geopolíticas, el crecimiento cero también es
insostenible. Los problemas mundiales no siempre tienen soluciones mundiales.
Sean democráticos o autoritarios, los Estados y sus Gobiernos si desean
permanecer acabaran haciendo de la protección de sus ciudadanos su objetivo
más importante.
Hasta ahora, los países que han dado una respuesta más eficaz a la epidemia han sido Taiwán,
Corea del Sur y Singapur. Cuesta pensar que sus tradiciones culturales, que otorgan más
importancia al bienestar colectivo que a la autonomía personal, no hayan desempeñado un papel
en sus buenos resultados. También han resistido el culto al Estado mínimo. No será de extrañar
que se adapten a la desglobalización mejor que muchos países occidentales.

Lo que se está desmoronando a toda velocidad no es solo la hiperglobalización de las últimas


décadas, sino el orden mundial implantado tras el final de la II Guerra Mundial. El virus ha roto un
equilibrio imaginario y ha acelerado un proceso de desintegración en marcha desde hace años.

Para salir del agujero vamos a necesitar más intervención estatal, no menos, y además muy
creativa. Los Gobiernos tendrán que incrementar considerablemente su respaldo a la investigación
científica y a la innovación tecnológica. Aunque es posible que el tamaño del Estado no aumente
en todos los casos, su influencia será omnipresente y, de acuerdo con los criterios del viejo
mundo, más intrusiva. El gobierno posliberal será la norma en el futuro próximo.

Sera necesario preservar los valores más esenciales de las sociedades liberales. Entre ellos figura,
junto con la legitimidad, la libertad individual, que, además de ser valiosa en sí misma, constituye
un control necesario al Gobierno. Sin embargo, quienes creen que la autonomía personal es la
necesidad humana más profunda revelan su ignorancia en psicología, empezando por la suya
propia. Prácticamente para cualquiera, la seguridad y la pertenencia son igual de importantes, y a
veces más.
la cuarentena es que se puede utilizar para renovar las ideas. Hacer limpieza mental y pensar
cómo vivir en un mundo alterado es la tarea que nos corresponde ahora. Para quienes no estamos
sirviendo en primera línea, esto debería bastarnos mientras dure el confinamiento.

https://www.abc.es/ciencia/abci-cientifico-predijo-caos-global-llegaria-2020-202003162143_noticia.html
El científico que predijo que el caos global llegaría en 2020
Peter Valentinovich Turchin (http://peterturchin.com/), quien emplea modelos matemáticos e indicadores sociales para
estudiar la historia, avisó hace 10 años de que la inestabilidad política y social alcanzaría su pico máximo en esta década
17-3-2020

Cuando dicen que concierne a cada quien aprender de las crisis, ahora, hace falta integrar
nuestros aprendizajes particulares en uno colectivo sino el desarrollo que hemos aceptado no será
sostenible.
Peter Valentinovich Turchin, quien emplea modelos matemáticos e indicadores sociales para
estudiar la historia, afirma que estos indicadores no servirían de nada si no fuera porque «Los
análisis históricos cuantitativos revelan que las sociedades humanas complejas se ven afectadas
por olas recurrentes y predecibles de inestabilidad política».
Las causas de la inestabilidad:
1. La distancia, cada vez mayor, entre ricos y pobres («Como resultado, la competencia dentro de
la élite está aumentando, lo que está llevando a la fragmentación»)
2. El empeoramiento de la salud financiera de los estados, especialmente a causa del incremento
de su deuda, y la pérdida de calidad de vida entre los ciudadanos.
3. La «sobreproducción» de graduados universitarios, con altos niveles de estudios y trabajos no
acordes.
La cliodinámica, una disciplina transversal que «trata la historia como cualquier otra ciencia», y que
recuerda a la psicohistoria, una ciencia ficticia ideada por Isaac Asimov basada en la estadística y
la psicología y capaz de predecir el comportamiento de civilizaciones gigantescas, de acuerdo a
Turchin muestra que alrededor de 40 indicadores sociales, aparentemente dispares, pero según la
cliodinámica, relacionados, experimentaron puntos de inflexión durante los años setenta», escribió
el investigador en « UConn Today», en 2017. «Históricamente, este tipo de desarrollos han servido
como indicadores de confusión política».
Al final del artículo, se asumo una rama de posibles acciones:
«Necesitamos encontrar formas para paliar los efectos negativos de la globalización en el bienestar
de la gente. La desigualdad económica, acompañada de la creciente deuda pública, puede ser
afrontada con impuestos más progresivos» (El impuesto progresivo intenta reducir la incidencia de
los impuestos que deben pagar las personas con menor capacidad adquisitiva)

https://elpais.com/elpais/2020/03/24/opinion/1585057846_168280.html?fbclid=IwAR0Ey3X42-
8_UAbq5l4d0EDZyoTwu6juAmA5oXz7sa_DiXze1JR6R2WmKwU
El coste de la negación
En la actual crisis epidemiológica encontramos un anticipo de lo que nos espera si no nos tomamos en serio el cambio
climático EVA BORREGUERO.
25-3-2020

En octubre 2019, investigadores del Center for Strategic and International Studies (Rhode Island
Avenue, NW Washington, DC) informaron de que el coronavirus sería el protagonista de la próxima
epidemia global.
No obstante, y a pesar de la evidencia e información disponible, el riesgo fue negado hasta el
último momento.
El síndrome de Casandra, personaje de la mitología griega cuyas advertencias sobre peligros
inminentes eran desoídas y ridiculizadas, pone de relieve la distancia entre lo que sabemos y lo
que queremos creer.
En la actual crisis epidemiológica encontramos un anticipo de lo que nos espera si no nos tomamos
en serio el cambio climático. Los dos fenómenos comparten, el negacionismo, y un modus
operandis —una amenaza abstracta y difusa que en un giro sorpresivo adquiere una tangibilidad
íntima y material brutal.
Podemos elegir entre seguir actuando conforme al negacionismo de ayer o anticiparnos y
prepararnos para el futuro que se aproxima. Ahorraremos vidas y dinero.

El fin del neoliberalismo y el renacimiento de la historia


¿A quién se le ocurrió que la contención salarial y el menor gasto público podían contribuir a mejorar los niveles de vida?
JOSEPH E. STIGLITZ premio Nobel de Economía, es profesor distinguido de la Universidad de Columbia y economista
principal en el Roosevelt Institute.
17 NOV 2019 - 00:16 CET

La pérdida simultánea de confianza en el neoliberalismo y en la democracia no es coincidencia o


mera correlación: el neoliberalismo lleva cuatro décadas debilitando la democracia.

Los efectos de la liberalización de los mercados de capitales fueron particularmente


odiosos: bastaba que el candidato con ventaja en una elección presidencial de un país emergente
no fuera del agrado de Wall Street para que los bancos sacaran el dinero del país. Los votantes
tenían entonces que elegir entre ceder a Wall Street o enfrentar una dura crisis financiera. Parecía
que Wall Street tenía más poder político que la ciudadanía.

En todos los países (ricos o pobres) las élites prometieron que las políticas neoliberales
llevarían a más crecimiento económico, y que los beneficios se derramarían de modo que
todos, incluidos los más pobres, estarían mejor que antes. Pero hasta que eso sucediera, los
trabajadores debían conformarse con salarios más bajos, y todos los ciudadanos tendrían
que aceptar recortes en importantes programas estatales.

40 años después, las cifras están a la vista: el crecimiento se desaceleró, y sus frutos fueron
a parar en su gran mayoría a unos pocos en la cima de la pirámide. Con salarios estancados y
Bolsas en alza, los ingresos y la riqueza fluyeron hacia arriba en vez de derramarse hacia abajo.

Si no bastó la crisis financiera de 2008 para darnos cuenta de que la desregulación de los
mercados no funciona, debería bastarnos la crisis climática: el neoliberalismo provocará
literalmente el fin de la civilización . Pero también está claro que los demagogos que quieren que
demos la espalda a la ciencia y a la tolerancia sólo empeorarán las cosas.

La única salida, el único modo de salvar el planeta y la civilización, es un renacimiento de la


historia. Debemos revivir la Ilustración y volver a comprometernos con honrar sus valores de
libertad, respeto al conocimiento y democracia.

La macroeconomía del cambio climático


No queramos combatir el calentamiento global sin dedicarle los recursos presupuestarios que necesita
ÁNGEL UBIDE
17 NOV 2019 - 00:16 CET

Las reglas fiscales europeas y la metodología de las agencias de rating deberían cambiar sus
conceptos de sostenibilidad, otro argumento más para adoptar la llamada “regla de oro” fiscal (por
la cual el presupuesto de inversión tendría que financiarse con deuda, no con impuestos o
reducción de gastos). ¿Qué sucede si no hay coordinación internacional en la transición ecológica?
¿Habría que adoptar aranceles ecológicos para evitar comportamientos oportunistas?
Muchas preguntas aún sin respuesta, y que dependerán de cada país. Resolver estos aspectos
macroeconómicos y fiscales de la transición ecológica es fundamental para que se mantenga el
equilibrio político necesario para llevarla a cabo. En cierta medida, es una transformación similar a
la globalización, necesaria y positiva, pero que genera ganadores y perdedores. Recuerda al afán
liberalizador de los años noventa, cuando se quería incluir en el mandato del FMI la liberalización
de los mercados de capitales sin plantearse las medidas compensatorias necesarias. Por una serie
de razones que solo se han entendido con la perspectiva histórica, se quiso hacer la globalización
de manera neutral para las finanzas públicas. Y el resultado ha sido una rebelión popular contra
ella. No cometamos el mismo error. Toda guerra necesita una fuerte inversión económica. No
queramos combatir el calentamiento de manera fiscalmente neutra, sin dedicarle los recursos
presupuestarios para que sea un éxito, no solo medioambiental, sino también económico y político.

https://elpais.com/cultura/2020/02/28/babelia/1582891433_869353.html
Refundar el capitalismo (otra vez)
Una década larga después de que los políticos avanzasen la idea, son los economistas, filósofos y sociólogos los que
pretenden suprimir los excesos y abusos del mercado para que éste sobreviva.
JOAQUÍN ESTEFANÍA 2 MAR 2020

El capitalismo es ahora el único sistema socioeconómico del planeta (antes se llamaba a esto
imperialismo) y apenas quedan rastros del comunismo como una posibilidad sustitutiva, como
ocurrió en la primera mitad del siglo XX.

El dominio planetario ejercido por el capitalismo se ha logrado a través de sus diferentes variantes.
Algunos autores distinguen entre el capitalismo meritocrático liberal, que ha venido
desarrollándose gradualmente en Occidente a lo largo de los últimos 200 años, y el capitalismo
político o autoritario ejemplificado por China, pero que también existe en otros países de Asia
(Singapur, Vietnam…) y algunos de Europa y África (Rusia y los caucásicos, Asia Central,
Etiopía, Argelia, Ruanda…).

El Manifiesto de Davos 2020 desarrolla básicamente tres tipos de capitalismo: el de accionistas,


para el cual el principal objetivo de las empresas es la maximización del beneficio; el capitalismo de
Estado, que confía en el sector público para manejar la dirección de la economía, y el stakeholder
capitalism, o capitalismo de las partes interesadas, en el que las empresas son las
administradoras de la sociedad, y para ello deben cumplir una serie de condiciones como pagar un
porcentaje justo de impuestos, tolerancia cero frente a la corrupción, respeto a los derechos
humanos en su cadena de suministros globales o defensa de la competencia en igualdad de
condiciones, también cuando operan dentro de la “economía de plataformas”.

En el capitalismo de accionistas, el predominio es del corto plazo y de la cotización en Bolsa, lo


que en última instancia llevó a la “financiarización” de la economía.

Temor a la demonización del capitalismo actual y de las empresas, por sus excesos:
financiarización desmedida, globalización mal gestionada, poder creciente de los mercados,
multiplicación de las desigualdades. El capitalismo ha ido demasiado lejos y no da respuesta a
problemas como estas últimas o la emergencia climática. Recientemente, un sondeo
elaborado por Gallup y publicado en The Economist revelaba que casi la mitad de los jóvenes
estadounidenses prefieren algún tipo de “socialismo” al capitalismo rampante.

Haciendo uso de las cifras, Pinker muestra que la vida, la salud, la prosperidad, la seguridad, la
paz, el conocimiento y la felicidad han ido en aumento no sólo en Occidente, sino en todo el
mundo.
¿Por qué muchos científicos sostienen que el capitalismo no funciona, a pesar de las descripciones
de Pinker? Esencialmente porque las distintas desigualdades no paran de crecer, polarizan las
sociedades y ponen en peligro la calidad de la democracia.

En algunos de los textos se defiende que el capitalismo realmente existente es incompatible


con la democracia: aumenta el sentimiento ciudadano de que la civilización tal como la
conocemos, basada en la democracia y el debate, se encuentra amenazada. Lo que hace que
la situación actual sea particularmente preocupante es que el espacio para ese debate se
está reduciendo; parece haber una “tribalización” de las opiniones no sólo sobre la política,
sino sobre cuáles son los principales problemas sociales y qué hacer con ellos.

La apoteosis del capitalismo actual se debería, en buena medida, a la debilidad creciente del poder
de la fuerza de trabajo (los asalariados y los sindicatos). Desde antes de la Gran Depresión de los
años treinta del siglo XX no había vuelto a suceder, en una escala tan grande, que el segmento
más acaudalado de la sociedad se quedara con una porción más grande de los ingresos. Joseph
Stiglitz dice, refiriéndose a EE UU pero con validez casi universal, que “evolucionamos de manera
resuelta hacia una economía y una democracia del 1%, por el 1% y para el 1%”. Es por ello por lo
que el Nobel de Economía abomina de la política de Donald Trump y piensa que las políticas
públicas activas que deberían practicarse son la antítesis de las existentes, una especie de mezcla
contemporánea de Teddy Roosevelt (presidente republicano) y Franklin Delano Roosevelt
(presidente demócrata).

Por qué acabar con la desigualdad es la salvación del capitalismo


El mundo necesita una transformación tan radical como la que se produjo entre el feudalismo y la sociedad de mercado.
Acabar con la inequidad exige controlar el carácter depredador de las finanzas

JAMES K. GALBRAITH 5 ENE 2020, ocupa la cátedra de Relaciones Gobierno/Empresas en la Escuela de Asuntos
Públicos Lyndon B. Johnson de la Universidad de Texas en Austin. Sus últimos libros son ‘Desigualdad: lo que todo el
mundo debería saber sobre la distribución de los ingresos y de la riqueza’, y ‘Welcome to the Poisoned Calice: The
Destruction of Greece and the Future of Europe’ [Bienvenido al cáliz envenenado: la destrucción de Grecia y el futuro de
Europa].
© Project Syndicate, 2019.

Dos grandes fantasmas se ciernen sobre la humanidad.


Uno es la extinción rápida a consecuencia de una guerra nuclear a gran escala, o un planeta
tóxico resultado de un conflicto atómico más limitado como ya señaló en su día el brillante
físico Andréi Sájarov;
el otro es una extinción más lenta por efecto de un calentamiento global desbocado.

Ganar la carrera a esta amenaza exige el mayor esfuerzo de planificación, inversión,


educación pública y seguridad social de la historia de la humanidad, es decir, la madre de
todos los new deals

es ilusorio pensar que para abordar procesos económicos que tendrán efectos extensos e inciertos
dentro de 50 o 100 años basta con aplicar mecanismos de mercado actuales, como poner un
precio o un impuesto a las emisiones de carbono.

En el mundo real, necesitamos una ciencia económica capaz de integrar recursos,


estabilidad social y medio ambiente en un marco realista a largo plazo.
Manuel Castells en el CEP
60,267 vistas•7 nov. 2019

El profesor Manuel Castells entrega su visión sobre las explosiones sociales que están viviendo
muchas naciones alrededor del mundo y señala que el caso de Chile, no es una excepción.
Analizó la crisis que está experimentando la democracia liberal en el seminario “Explosiones
sociales: una visión global” que organizó el Centro de Estudios Públicos, CEP, el 6 de noviembre
de 2019.

“O la especie humana se mentaliza de alguna manera no solo respecto al clima sino respecto a las
instituciones, respecto a las aspiraciones de todos los jóvenes del mundo; o nos actualizamos o
desamparemos, a corto plazo institucionalmente y a muy medio plazo, 50, 100 años como especie.
En esa situación, o nos solidarizamos como humanos o vamos muy mal”.

Explosiones sociales en el mundo. Qué o bajo qué condiciones pueden ser movimiento social
que producen un cambio cultural. Los movimientos políticos son distintos buscan la transformación
del Estado. Los movimientos sociales buscan la emergencia, difusión el debate de nuevas formas
culturales (movimiento del 68 mayo Francés) transformaciones de cómo pensamos que en muy
último término tiene consecuencias políticas, no siempre como los movimientos originales hubieran
querido sucediera.

Crisis fundamental
 Ruptura fundamental del vínculo entre gobernantes y gobernados en todas partes.
Empíricamente entre el 80 y 60% de los ciudadanos no se siente representando por sus
gobernantes.

 Especialmente los partidos políticos. La clase política se ha encerrado en sí misma, solo


habla entre ellos y solo cuando debe entrar en el mercado electoral entran en contacto con
la gente.
- Transformación de los sistemas políticos. (Trump / Brexit) se rompieron los
vínculos de confianza, incluyendo la Iglesia Católica.
- Emergencias de movimientos sociales porque emergieron nuevos valores
- Explosiones sociales; no pueden más y explotan.
1. No piensen que esto va a pasar en un cerrar de ojos. No pasen de puntillas sobre esto.
2. Lo que sí hay en todas las explosiones sociales, una palabra, DIGNIDAD, que nos
reconozcan como seres humanos con derechos. Esto va mucho más allá de medidas
económicas, o elecciones.

La violencia es éticamente reprobable y políticamente contraproducente.


Esta violencia no son provocadores profesionales, los hay están los infiltrados, los vándalos, pero
no es lo esencial; lo esencial es cuando una fracción de un movimiento más amplio, democrático y
pacífico, no pueden más y se enfrentan a la policía (el gran problema es que cuando cargamos y
no huyen no se dispersan y en algún momento les caen piedras)

Empieza a existir una franja que cuando los límites de la tolerancia, los límites de la indignación
contenida y en la que la percepción de quienes están movilizados no ha habido respuesta, y se
siguen rebelando contra lo que perciben como injusticia y no pasa nada, y además te pegan,
REACCIONAN. Y si le reprimes más porque les acusas de vándalos la rabia se multiplica. Vivimos
en una sociedad transparente, no porque lo digan los filósofos sino porque cada uno carga una
cámara en su bolsillo.

Los cambios que generan las explosiones sociales no necesariamente son en el sentido deseados.
Donde anida los cambios es en las mentes. Luego viene las transformaciones institucionales las
contradicciones, etc.

¿Hay alguna coincidencia en estos fenómenos con el fracaso del socialismo y el comunismo?
Comunismo se fundó en golpes de Estado. Socialismo es una mediación entre sociedad y
mercado.
El Estado de Bienestar significo progreso humano y canales institucionales que dan respuestas a
los movimientos políticos.
No hay referencia en estos movimientos o explosiones sociales no hay ningún referente o
consideren el comunismo.

¿Cómo juzgaría usted de la actitud de los gobiernos? ¿Alguno ha respondido para restablecer la
confianza perdida?
Los gobiernos no entienden. Reflejos orden. Y quién manda aquí.

No manda nadie. Son como torbellinos de un mensaje (vertical) sin deliberación.


Teoría de la comunicación al emitir el mensaje lo importante es el receptor, atiende o no al emisor.
TELEGRAM red encriptada que no hay forma de ser desencripatada (hackers rusos escapados de
Putin hacia Alemania) 450 millones usuarios.

Escuchar - saber escuchar - Negociar

Usted ordena, pero no me manda.

Israel único que atendió a los movilizados.

Macron dispuesto a escuchar.

¿La educación como responsable de atender el cambio cultural?

Educar en qué tipos de valores pocos; uno si es muy importante: utiliza la cooperación no la
competición.

Dignidad es el desarrollo según Amarta Sen. Ahora no es conceptual sino masificada.


Reconceptualizar el desarrollo y remedir el desarrollo en base a esa reconceptualización.

Economía criminal. Cómo no se puede medir no existe.


No lo llamo tecnocracia sino conocimiento experto. Tecnocracia es que manda la tecnología no la
democracia.

Interdisciplinas: equipos de expertos.

Ayuntamiento de Barcelona. Decidimos (programa informático de participación de expertos) 143


ciudades en el mundo.

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