Está en la página 1de 14

9 cualidades de un

docente
sobresaliente
Como se reconoce a un buen educador
Sin duda, el éxito y rendimiento de los estudiantes
habla de un maestro que hace bien su trabajo, pero
eso no es todo. Ser un buen docente implica conectar
emocionalmente con los alumnos.

Un maestro tiene la responsabilidad de infundir


confianza en sus estudiantes, demostrándoles
que cree en ellos y en lo que pueden lograr.
Como se reconoce a un buen educador
Asimismo, un maestro ejemplar sabe identificar,
los puntos débiles de cada estudiante, a fin de
ayudar a sus alumnos a trabajar en mejorarlos;
por otro lado, detecta también sus puntos
fuertes, para contribuir a que los desarrollen al
máximo.
Características de
un docente efectivo
Convertirte en un buen docente implica
una combinación de las competencias
cognitivas y didácticas que adquieres
durante la carrera, de habilidades blandas
para comunicarte efectivamente y de
actitudes que te ayudan a ganar la
confianza y el respeto de tus alumnos.
1. PACIENCIA
Cada estudiante tiene habilidades y retos
distintos.

Algunos pueden ser excelentes dibujantes, pero


tener dificultad para leer; otros quizá son hábiles
matemáticos, pero no pueden permanecer
tranquilos por mucho tiempo durante la clase.

La paciencia es clave para ayudar a cada alumno


de forma individual a superar sus dificultades.
Demostrar paciencia ante cualquier situación es
un excelente ejemplo para los estudiantes de
cómo es posible gestionar las emociones en
momentos de estrés.
2. EMPATÍA
La empatía permite ver los problemas de alguien desde
su misma perspectiva.

El docente debe comprender que el desarrollo


cognitivo y emocional de los niños y adolescentes se
encuentra en proceso, por lo que no asimilarán las
situaciones de la misma manera que lo hace un adulto.
Un buen maestro nunca minimizará los problemas de un
alumno diciendo cosas como "no es para tanto", porque
es capaz de empatizar y comprender que, desde el
punto de vista del estudiante, la situación que lo
inquieta sí es algo importante.
3. COMUNICACIÓN
La comunicación probablemente sea la cualidad más
valiosa en un docente para lograr buenos resultados
educativos, ya que permite transmitir cualquier contenido
del plan de estudios de manera clara y comprensible.

Saber escuchar también es parte de la comunicación


efectiva; así se pueden establecer relaciones cercanas y
de confianza con los alumnos.
Un maestro que es buen comunicador está atento a los
mensajes no verbales de sus alumnos, los cuales
manifiestan a través de su postura, actitudes o gestos.
4. CAPACIDAD PARA
ESTABLECER METAS CLARAS
Para medir el desempeño de los alumnos, no hay que
limitarse a los objetivos que se establecen en el plan
de estudios ni a las evaluaciones mensuales. Un buen
maestro crea metas por cumplir de forma semanal,
diaria o al final de cada lección, y verifica que se estén
cumpliendo.
Puede definir objetivos claros para estudiantes
individuales y para todo el grupo, y hacer preguntas al
final de cada tema para comprobar si se alcanzaron o,
en caso contrario, aclarar cualquier duda.
5. ENSEÑAR PARA UN
APRENDIZAJE EFICAZ
El docente debe asegurarse de que sus
estudiantes comprendan y retengan la
información, en lugar de solo memorizarla. A
diferencia de años atrás, actualmente un maestro
eficaz se preocupa por que sus alumnos
entiendan la importancia de los contenidos y
cómo se aplican en la vida real.

Además, un buen docente procura brindar un


aprendizaje integral, en el que el alumno
desarrolle habilidades, inteligencia emocional,
autonomía y valores útiles para su vida presente y
futura.
6. IMPARCIALIDAD
Un buen maestro debe ser equitativo, inclusivo y mirar
objetivamente a cada estudiante para poder atender
sus necesidades.
En una sociedad multicultural, es indispensable que el
docente trabaje en sus prejuicios personales, si es que
los tiene, para que pueda comprometerse con el
respeto a la diversidad dentro de su salón de clases.

Cuando los estudiantes se sienten seguros y


aceptados, también se sienten más cómodos para
hacer preguntas y aprender.
7. DISCIPLINA CON
RESPETO
Hay docentes estrictos que mantienen la distancia
con sus alumnos porque creen que, de otra manera,
perderán el respeto de los estudiantes. Un buen
educador sabe cómo ganarse la confianza y el cariño
de sus alumnos actuando con amabilidad y
comprensión, pero también con firmeza, cuando es
necesario.
Esta clase de docentes establece normas y límites
dentro del salón de clases, y deja saber a sus
estudiantes la importancia de cumplir con ellos, así
como las consecuencias de no hacerlo.
8. FLEXIBILIDAD
Ningún grupo de estudiantes es igual; cada
uno establece dinámicas de interacción
distintas y se comporta de cierta forma según
el tipo de personalidades que lo integran.

Un docente debe estar atento a estas


diferencias y no casarse con un mismo
método de enseñanza para todos sus grupos.
Un buen maestro aprende a adaptarse para
satisfacer las necesidades de sus estudiantes,
tanto de manera grupal como individual.
9. PREPARACIÓN
Cuando el docente debe adaptarse a las necesidades
de su grupo y cambiar su sistema de enseñanza, no lo
hace de modo improvisado. Un buen maestro tiene los
conocimientos para enfrentar cualquier escenario
posible.

Para ello, el maestro no se queda con lo aprendido en la


universidad; así como le gusta enseñar, también le
encanta aprender, y constantemente se actualiza con
cursos, estudios de posgrado, libros y otras
oportunidades de desarrollo profesional que le ayudan
a atender mejor a sus estudiantes.
Por último, otra de las cualidades de un docente que
marcan la vida de sus alumnos es su capacidad para
fomentar el amor por el aprendizaje. Cuando un maestro
ama su trabajo, transmite ese entusiasmo a sus alumnos.
Además de presentar las lecciones de forma atractiva, de
manera que los estudiantes disfruten aprendiendo,
también despierta en ellos el interés por saber más.

También podría gustarte