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Literatura Argentina II

Alumna: Mielgo Gómez, María Lourdes

Trabajo Práctico N° 2

En este presente trabajo se llevará a cabo una lectura personal y análisis de dos
poemas: “Nocturno” de Oliverio Girondo y “Oro cálido” de Álvaro Yunque. Ambos poetas
pertenecieron a Florida y Boedo respectivamente, grupos totalmente diferentes en sus
producciones poéticas, intenciones y objetivos, y mediante la contraposición de estos textos
literarios se tratará de establecer dichas diferencias.
Girondo fue un poeta representante de la vanguardia de la década del 20 del siglo
pasado en nuestro país. Como tal, su rol en las revistas Proa y Martín Fierro fue fundamental
para la difusión de ambas. Al poeta, además, se le reconoce su participación en el grupo
Florida, compuesto por poetas de vanguardia altamente reconocidos como Jorge Luis Borges,
Victoria Ocampo, Leopoldo Marechal y Ricardo Güiraldes, a quienes les interesaba la
revolución artística, de la literatura, por lo que una de las vanguardias estéticas a la que se
adhirieron fue el ultraísmo, en oposición con el modernismo imperante de Rubén Darío.
“Nocturno” es un poema en prosa en el que hace uso de una serie de características
ultraístas para representar la sensación de soledad del poeta en la gran ciudad, y cómo esta y
el resto de las cosas se transforman en la noche: el poema transcurre a momentos antes del
amanecer, cuando la ciudad está callada y todo se percibe de otra manera en la calma y
quietud. Este se abre con una serie de imágenes sensoriales que remiten a la soledad y el
abandono que siente la voz poética, seguido de un interrogante plagado de imágenes sonoras
como los aullidos del gato y el ruido de los papeles al arrastrarse, únicas fuente de sonido en
las calles a estas horas en las que los objetos, como los muebles, toman vida para sacudirse el
polvo y las cañerías gritan estranguladamente al presentarse a estos objetos de forma
personificada. Este uso recurrente de la metáfora es representativo del ultraísmo, que
considera a la metáfora como el elemento primordial de la poesía, y ensancha su facultad de
sugerencia la síntesis de diferentes imágenes en una.
El párrafo siguiente menciona la acción de dar vuelta la llave de la electricidad y “el
espanto que sentirán las sombras” a las que la voz poética desearía “avisarles para que
tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones”, este sentimiento, además de lo siniestro
presente en las cruces de los postes telefónicos remiten a la sensación de pánico o miedo a la
rapidez de los avances tecnológicos y del desarrollo de la ciudad. Esto se debe a que Buenos
Aires ha crecido de manera espectacular en las dos primeras décadas del siglo XX, y esta
ciudad nueva se vuelve una que hace posible al flaneur como sujeto que la recorre, y esta es
la posición que asume la voz poética de “Nocturno”, transitando e inscribiéndose en una urbe
en que se vive a una velocidad sin precedentes, y esta nueva experiencia de la velocidad y de
la luz modulan un nuevo elenco de imágenes y percepciones, un nuevo modo de ver y
percibir frente al interrogante de cómo acomodarse a este escenario moderno tan diferente,
pero contrario al ruido y a la velocidad características de la urbe, en las horas en que
transcurre “Nocturno” la ciudad está callada, la gente duerme, y en esta paz y silencio que
emergen el poeta siente exacerbado su sentimiento de soledad.
Por su lado, Yunque fue un poeta del grupo Boedo, compuesto por Roberto Mariani,
Nicolás Olivari, Elías Castelnuovo, entre otros, que ahondan en las problemáticas populares,
y les interesa la unión tanto de las vanguardias literarias como de las políticas, otorgándole un
rol político a la poesía y componiendo poemas que se centran en las figuras de los explotados
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y desechados por el sistema capitalista, posicionándose como un grupo de izquierda con


cercanía con los sectores populares obreros y de la periferia de la ciudad. Así, Boedo se
caracteriza como una “calle de tránsito fabril en un barrio fabril, una excelente bandera para
agitar las conciencias con adecuadas fórmulas de subversión” (Prieto, 1969). Es por ello que
les importa que el arte sea popular, accesible para toda la población y no sólo para unos pocos
privilegiados (como los receptores de los poemas de Florida), por lo cual no sólo tratan
temáticas sociales, sino que sus publicaciones periódicas Los Pensadores y Claridad se
vendían en kioscos de revistas, estaciones de subte y ferrocarriles a bajos precios y se
preocupan por escribir con un lenguaje que sea comprendido por todos. Graciela Montaldo
explica que por un lado, este grupo buscaba “educar a los sectores populares (proporcionarles
a bajo precio la "cultura universal"), por otro, sensibilizar a los intelectuales hacia los
problemas sociales.” (Montaldo, 1990: 422).
Estas preocupaciones sociales se encuentran presentes en “Oro cálido”: el poema
sucede a plena mañana, momento en que la ciudad está despierta y se moviliza. En una de sus
avenidas pasea un poeta sin dinero que recorre la ciudad y encuentra consuelo en la cálida luz
solar que ilumina las avenidas, y es este oro con el que se llena las manos y los bolsillos,
hallándose “pleno de ilusión y salud”. Contrapone este oro natural, que está a disposición de
todos, por el oro como dinero, con el que hacen monedas, acaparado por unos pocos
privilegiados. La voz poética le ruega al oro solar que llene “el pecho de los hombres” y los
haga “buenos y verídicos”, que además de sus bolsillos, el sol sea capaz de limpiar sus almas
“de la roña del otro oro, oro frío”. A pesar de no tener este oro, la voz poética es quien se
siente verdaderamente rica gracias al oro solar, y finalmente, le ruega al sol que vuelva otra
vez vivos a aquellos hombres corrompidos por el dinero, encerrados en sus bancos y casas de
monedas en donde el sol es apenas un intruso.
Mediante el análisis de estos poemas se puede ilustrar la contraposición entre los
grupos Florida y Boedo, sus ideales y preocupaciones, y a qué movimientos artísticos y
políticos se adherían. El mismo Yunque expresó su opinión acerca de esta rivalidad:

Boedo era la calle; Florida, la torre de marfil. [...] En


Florida: los neogrecolatinos, los estetas, los que cultivaban un arte
para minorías, hermético y vanguardista. En Boedo: los
antimitológicos, los socializantes, los que iban hacia el pueblo con sus
narraciones y sus poemas hoscos de palabras crudas, cargados de
sangre, sudor y lágrimas, los revolucionarios (Saur, 2014: 12).

En síntesis, como expresa Gabriela García Cerdo, uno de los puntos que constituyen
gran parte de la polémica entre los dos grupos es el hecho de que “Florida apunta a renovar el
arte y Boedo, la política.” (García Cerdo, 2012: 42).
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Alumna: Mielgo Gómez, María Lourdes

Bibliografía

- Baur, S. (2014). Itinerario de la vanguardia argentina. Dirāsāt Hispānicas: Revista


Tunecina de Estudios Hispánicos, (1), 9-25.

- Borges, Jorge L. “Ultraísmo”, en Nosotros, Nº 151, diciembre de 1921.

- García Cedro, G. (2012). Boedo y Florida: las vanguardias argentinas en los años del
radicalismo clásico (1916-1930).

- Montaldo, Graciela, “Los Pensadores y Claridad: una propuesta cultural de la


izquierda argentina (1922-1941)”, en: América: Cahiers du CRICCAL, Le discours
culturel dans les revues latino-américaines de l'entre-deux guerres, 1919-1939, Nº
4-5, 1990, pp. 421-430.

- Prieto, A. (1969). “Boedo y Florida”, en Estudios de literatura argentina, Buenos


Aires, Galerna.

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