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Martínez, M.

,,Fidelidad a todo
lo humano.,,
En: Martínez, M. (2013). esicoiógia
humanista: Un nuevo paradioma
psicotógico. México: Trillas.
zé_á0.

Fidel¡dad
a "todo"
lo humano

-
La fidelidad a la naturaleza del objeto que se está investigando en -nuestro
- a la comple'jidad delser humano descrita en elcapítulo anterior- es algo que,
caso
sin excepción, parece de aceptación universal. Sin embargo, esta fidelidad es más
teórica que práctica. De hecho, los presupuestos y Ia filosoña implícita con que
trabaja el investigador lo guían y, en gran parte, determinan la naturaleza'atribui-
da'a sus hallazgos. Pareciera como si los presupuestos moldearan y dieran forma
a los datos y hechos (materia prima) que va encontrando.
Este capítulo tiene como objeto examinar la función determinante que tienen
los presupuestos en !a investigación, especialmente psicológica.

ONTOLOGIA PRESUPUESTA
EN TODA IIVVESTIGACIÓN

Muchos informes sobre investigaciones psicológicas y casi todas las publi-


caciones relacionadas con esta área, comienzan con una hipótesis aceptada y
después relatan, con detalles hasta obsesivos, lo que sucede de ahí en adelante.
Pero las etapas más importantes y cruciales de la investigación tienen lugar
antes de esto y pocas veces son mencionadas, es más, frecuentemente ni siquie-
ra son reconocidas.
Si nos preguntamos cómo se llegó a la hipótesis, no podemos menos de
constatar que se hizo a través de una interpretación anticipada de Ios hechos, ya
que eso es, en definitiva, una hipótesis: una tesis subyacente (hipo-tesis). Ahora
bien, esa interpretación exige haber visto Ios hechos en una forma determinada,
que luego dificulta verlos, de ahí en adelante, en cualquiera de las otrasformas
posibles. La hipótesis puede iniciarse mediante un proceso de analogía, induc-
ción, deducción o construcción, pero también puede ser el fruto de una intuición,
cuyo proceso es totalmente inconsciente. Sin embargo, la formulación clara y ex-
plícita de la hipótesis se deriva de relacionar el planteamiento del problema con
nuestra estructura cognoscitiva personal, la cual activa Ias ideas antecedentes
pertinentes y las soluciones dadas a problemas anteriores parecidos que, a su
80 Segunda parte. Hacia un nuevo paradigma en psicología

'' vez, son reorganizadas y transformadas en forma de proposiciones de solución al


nuevo problema que se plantea.
Kuhn (1978) ha demostrado en forma convincente que la investigación y
teoría científicas están influenciadas por un marco de referencia precientífico o
filosófico. Hanson (1965) ha hecho también evidente, con ejemplos históricos,
que las hipótesis científicas no se construyen con base en'la inducción de los
datos empíricos, sino más bien sobre la base de una mezcla de evidencia empíri-
ca y no empírica. Por otro lado, psicólogos cognoscitivistas, como Piaget han
esclarecido ampliamente la concepción infantil del mundo; esta concepción
no está basada inicialmente en la percepción sensorial, sino en "esquemas"
sensomotóricos preexistentes que, naturalmente, son revisados con base en la
percepción misma. Por último, la obra de Chomsky propone una teoría similar, es
decir, que la estructura de la Iengua predetermina nuestro pensamiento y nues-
tras observaciones.
Las diferentes áreas del saber concuerdan en ofrecernos la misma evidencia:
todo científico es, al mismo tiempo, un metafísico, quiera o no admitirlo; si no
filosofa explícitamente, lo hará implícitamente y entonces lo hará mal, ya que en
su trabajo acepta o rechaza presupuestos filosóficos en forma más o menos acrítica.
En Psicología sobre todo, pero, en general, en todas las ciencias humanas,
hay que reconocer el hecho de que la ciencia del sujeto como tal no puede ser
ajena a la metafísica; es más, ésta constituye su fulcro y marco de referencia.
Pensar que se actúa sin un fondo ontológico, cteer que no se hace metaflsica o
querer abstenerse de hacerla es siempre implicar una ontología, pero no crítica,
así como los gobiernos de "técnicos" no hacen política explícitamente, pero no
dejan de tener una y, con frecuencia, por esto, la peor de todas. Por consiguiente,
lo más deseable para el nivel y la calidad de una investigación es tomar concien-
cia de esto y actuar en consecuencia.
Allport denuncia claramente esta realidad en lo que se refiere a la orienta-
ción positivista:

La única dificultad real que presenta la formulación positivista consiste en que


desconoce casi siempre el hecho de que es prisionera de una orientación filosófica
específica, de un periodo cultural igualmente específico y de una estrecha defini-
ción de ciencia. Raramente se molesta el positivista en defender su punto de vista
determinista y casi mecanicista de la persona humana; lo da por aceptado. No
examina su metaflsica y, como dice el fi!ósofo Whitehead, 'ninguna ciencia puede
ofrecer mayor seguridad que la metafísica inconsciente que tácitamente presupone"
(1966, p. 641).

lgualmente, Ken Wilber (1982) señala que "muchos psicólogos ortodoxos,


bajo la ilusión de ser científicos empíricos, piensan que pueden ignorar la Filoso-
fla, cuando de hecho su psícología empírico-analítica se basa en amplios siste-
mas de una metafísi,':a oculta y en unos presupuestos epistémicos arbitrarios. La
Cap. 5. Fidelidad a "todo" !o humano 8r
rn al
metafísica oculta es una mala metafísica, por decir lo menos (como Ia motivación

5ny üi inconsciente es frecuentemente patológica)" (p.75).


coo
i, ,oda teoría psicológica contiene en sí misma una imagen implícita del hom-

icos, 1,, bre, una concepción de lo que es la especie humana. Vimos.en el capítulo anterior
i' las tres concepciones principales de la Psicología. En el caso del psicoanálisis
: los ;: ortodoxo, por ejemplo, el modelo es una especie de sistema hidráulico en el cual
rpíri-
los'fluidos psíquicos" bajo presión tienen que mantenerse en equilibrio a través
han
de la apertura o el cierre de diferentes "válvulas" psíquicas. Sin embargo, aunque
:ron no se puede hacer énfasis demasiado en dicha imagen, su difusión en la socie-
nas" dad a lo largo de la primera mitad del siglo xx promovió una libre expresión de los
nla impulsos agresivos y eróticos. En muchas formas de la psicología de estímulo-
r, es respuesta, como Ia de Skinner, la visión del hombre es la de una rnáquina auto-
ues- mática altamente compleja: una vez programada la persona a través de su historia
de refuerzos, se le-"introduce" un estímulo y se obtendrá una respuesta predeter-
lcia: minada. Lo grave de tal concepción del hombre son las consecuencias lógicas
ino que de ella se derivan: si los individuos son máquinas, deberán evaluarse como
3en tales y, por tanto, se usarán, se repararán, se volverán a usar y se desecharán de
tica. acuerdocon su efieiencia.
nas, En genera!, el investigador hace patentes de vezen cuando los presupuestos
: Sef con que trabaja; unas veces en forma implícita y más o menos velada, pero otras
rcia. de una manera abierta y declarada. Tolman, por ejemplo, que siempre deseó ser
:ao considerado conductista, en el calor de una controversia, dijo abiertamente que
tica, iba adelante "imaginando cómo me comportaría si yo fuera una rata" (Macleod,
tno L964, p. 65). Si esto era cierto, aunque él se considerase a sí mismo como
:nte, conductista, en realidad era un fenomenólogo, o un criptofenomenólogo, como lo
ien- Ilamó.[óhler. Por esto está cargada de verdad la frase antes citada de Whitehead,
de que "ninguna ciencia puede ofrecer mayor seguridad que la metaflsica incons-
ciente que tácitamente presupone".
nta-
Bertrand Russelltiene un comentario humorístico que nos ayuda a esclarecer
mejor este punto. Se refiere a los experimentos psicológicos realizados con ani-
males, por Ios americanos, generalmente conductistas, y los que practicaban los
que
alemanes, de orientación gestaltista.
ifica
:fini-
¡ista Se podría decir, hablando en general, que todos Ios animales que han sido observa-
dos cuidadosamente se han comportado de tal manera que confirman la filosofla en
.No
que creía el observador antes de comenzar la observáción. Es más, todos los anima-
rede
les exhiben las características nacionales del observador. Los animales estudiados
ong"
por los americanos se mueven frenéticamente haciendo un despliegue increíble de
energía y dinamismo y finalmente logran el resultado esperado por casualidad. Los
animales estudiados por los alemanes permanecen quietos y pensativos, y, por fin,
xos, desentrañan la solución desde el fondo de su conciencia... (en: Bugental, L967, p. 95).
)so-
ste- Es muy lógico, que en Ias últimas décadas esté adquiriendo tanta importan-
.La cia la redefinición de la naturaleza del conocimiento y que se estén revisando
82 Segunda parte. Hacia un nuevo paradigma en psicología

muchos campos y problemas filosóficos que se habían proscrito. Los estu-


dios éticos y sobre valores, por ejemplo, están de nuevo en boga y, en general,
todos los problemas epistemológicos que de alguna manera figuran como presu-
puestos de cualquier trabajo serio de investigación, están también de regreso.

INSTITUCIONALIZACION ILO GICA


DE I,A PSICOLOGIA
En lo que se refiere a la cíencia psicológica, Koch denuncia la manera extra-
ña en que se institucionalizó. Las ciencias ganan su independencia, y finalmente
su status institucional, al lograr el suficiente conocimiento como para llegar a ser
tales. Pero en su etapa inicial, la Psicología fue única y fue líder en la forma en
que su instiiucionalización precedió su contenido y sus métodos precedieron a
sus problemas. Si existen claves para comprender la historia, esta afirmación es
ciertamente una para entender la breve historia de nuestra ciencia (1959, lll, p.
783). Es decir, en este caso no se ha respetado el orden lógico señalado por la
filosofía de Ia ciencia. El orden de procedimiento debería ser el siquiente: primero,
examinar la naturaleza general del fenómeno en estudio; luego, ver cómo estu-
diarlo apropiada y científicamente; y, sólo después, ver si existe ya un método para
ello o hay que inventarlo. El camino seguido por la psicología tradicional fue
precisamente el contrario. Por esto, Cassirer (1975) afirma que "el método de la
psicología fue calcado por doquier, entre los primeros fundadores de esta ciencia,
sobre el de lafisica" (p. 1a3).YWundt iniciadorde la psicología experimental en
L870, usa la tabla periódica de Ios elementos químicos como su modelo para los
"elementos de la mente".
Tampoco se debería enfatizar demasiado Ia distinción entre filosofía y ciencia,
ya que es sólo relativa. Efectivamente, una extremada distinción se apoya en la
supuesta autonomía de las ciencias, y esta autonomía se basa en el hecho de que
las ciencias tienen su propio método, diferente del filosófico. Sin embargo, Ia acep-
tación de un método se debe a la libre elección previa de un enfoque, lo cual
constituye un punto de vista filosófico.
La afirmación de Koch, de que la elección del método de la Psicología prece-
dió al estudio de sus problemas, es un señalamiento que aclara muchas cosas. La
incipiente ciencia psicológica del siglo pasado aceptó el método de las ciencias
naturales y, concretamente, el de la Física, por el prestigio que éste tenía en di-
chas ciencias y porque se creía entonces -y muchos lo creen aún hoy día- que
sus resultados se debían al método en sí, y no a la adecuación del mismo con el
objeto de estudio. Aceptada esta falacia, era lógico desear utilizarlo como si fue-
ra de validez universal. Pero el objeto de estudio de la Psicología no era de la
misma naturaleza que el de la Física y la adecuación del método a este nuevo
objeto era esencialmente falla.
Cap. 5. Fidelidad a "todo" lo humano 83

)s estu- Es aquí donde se halla el fulcro del problema que nos ocupa. éCuál es la
general,
naturaleza del objeto de estudio de la Psicología? En el capítulo anterior hicimos
0 presu-
iün análisis bastante detallado de la concepción del hombre, vista con un enfoque
¡reso. humanista. Examinado este objeto de estudio más de cerca y en su estructura
i-integral, nos encontramos con algo sumamente complejo e inaferrable.
1r.., En efecto, los fenómenos humanos siempre están cambiando, son difíciles de
:;.generalizar, son sumamente complejos, poseen innumerables factores que se en-
ilretejen e interactúan, no hay vocabulario ni palabras sensibles para desig-
i,nar todos sus matices, no hay variables observables definidas que puedan generar
.'' h¡pótes¡s altamente significativas y prometedoras, el fenómeno y la vivencia hu-
ra extra- mana pueden ser siempre reinterpretados en formas más diferenciadas y sutiles
almente :. (pero toda explicación reduce siempre el explanandum),la variabilidad situacional
¡ar a ser
, -y'fluctuación de factores que afectan la ejecución es muy grande (la personalidad
)rma en del investigador, el rappor[ la fatiga, la salud física, la motivación, el nivel y dura-
lieron a ción de !a atención, la tolerancia a la frustración, la confianza en sí mismo, el nivel
lción es de aspiración, la estabilidad emocional, e! nivel de ansiedad, el atrevimiento, el
miedo o la timidez,etc.) y, finalmente, está el carácter reflejo de la investigación
i9, lll, p.
del hombre sobre sí mismo como persona y Ia imposibilidad de realizar una aproxi-
o por la
mación empírica a Ios actos libres.
primero,
Todo esto insinúa la idea de que los fenómenos humanos parecen más bien
no estu-
ser individualesy únicos,y requerir, por consiguiente, métodos especiales para su
rdo para adecuado estudio.
¡nal fue En 1957, Maslow presentó un conjunto de "prescripciones" para la Psicología
lo de la Humanista; algunas de ellas son las siguientes:
ciencia,
¿ntal en (1) la Psicología debiera estar más... relacionada con los problemas de la huma-
para los nidad y menos con los problemas del gremio...; (2) la Psicología americana debiera
ser más atrevida y más creativa... y no sólo cauta y cuidadosa en evitar errores...; (3) la
Psicología debe estar más centrada en los problemas y menos absorbida por los
ciencia,
medios o métodos...; (4) la Psicología debe ser más posiüva y menos negativa...; (5) Ia
/a en la
Psicología debe estudiar las profundidades de la naturaleza humana tanto como
rde que la superficie de la conducta, el inconsciente, asícomo el consciente...; (6) la Psicología
la acep- debe estudiar al ser humano no como una arcilla pasiva, determinado irremediable-
lo cual mente por fuerzas externas; el hombre es, o debe ser, un ser activo y autónomo, un
móvil autogobernado, elector y centro de su propia vida..; (7) los psicólogos deben
dedicar más tiempo al estudio intenso de la persona única y singular, para balancear
a prece-
su preocupación con el hombre en general y con las capacidades generalizadas y
osas. La
abstractas (Maslow, 1965, pp. 20-33).
:iencias
a en di-
ía- que . VJAS DE APRoxIMAcIÓx EN EL ESTI.]DIo
c con el DEL HOMBRE
l si fue-
'a de la Ante la toma de conciencia de esta dificultad intrínseca al estudio psicológi-
I nuevo eo del ser humano, puede optarse por diferentes posiciones. Podemos señalar
brevemente cuatro de ellas.
rl

I
I

84 Segunda parte. Hacia un nuevo paradigma en psicología

La más radical Ia sugiere Wittgenstein al final de su famoso Tractatus, que


suena como un pasaje de la Sagrada Escritutd: wovon man nicht sprechen kann,
darüber muss man schweígen (sobre lo que no se puede hablar, vale más callar),
(197L, p. 189). Sin embargo, éste parece ser el peor de los consejos, pues el mismo
Wittgenstein lo violó escribiendo y publicando esa no tan pequeña obra sobre
muy transempíricos temas. Nos invita al silencio violando él mismo ese silencio.
Una posición menos extremista es la que adoptan todos aquellos que propo-
nen lo que Merton ltama setf-futfilling prophecies. Éstos se basan en el conocido
fenómeno de que toda predicción en el área social, o en el área humana en
general, se autoinfluencia, es decir, ayuda y colabora en su cumplimiento. Ya
señalamos más arriba cómo la difusión del psicoanálisis en Ia sociedad victoriana
ayudó a liberar !a expresión de los impulsos agresivos y eróticos, que preconizaba
como propios y naturales en el ser humano. En cuanto a la conducta sexual, algo
paralelo hicieron los informes de Kinsey en la sociedad estadounidense. Cuales-
quiera que hayan sido los errores que contenían las obras de Freud y Kinsey,
ciertamente fueron menores, después de que su contenido llegó a ser de dominio
público, de lo que eran antes.
Una tercera posición es la de aquellos que repiten la historia del lecho de
Procusto. No buscan un método que se adapte al objeto de estudio, sino lo contra-
rio: maltratan y desvirtúan un fenómeno humano hasta que se amolda y encua-
dra dentro del potro metodológico prefabricado. Si esta operación reduccíonista
resulta estéril o imposible, desconocen ese fenómeno humano o lo consideran
irrelevante, trivial y hasta ridículo, debido a que no puede ser estudiado 'científi-
camente". Muchos autores conductistas han sido acusados repetidamente de usar
esos procedimientos. Alguno de ellos, no obstante, ha sido más coherente, reple-
gándose a estudiar, al menos por un buen lapso de su vida, únicamente a Ios
añimales. Así, Tolman dice: "mi lema por el presente es: Rats, no men", y no duda
en dedicar una de sus obras al Mus noruegicus albinus,la rata blanca con que
había experimentado ampliamente (Strasser, 1974, p. L2I
La cuarta posición es la que hemos insinuado y señalado de diferentes ma-
neras y que concuerda con el enfoque humanista en Psicología: ser plenamente
fieles al objeto de estudio, al fenómeno humano y su compleja riqueza de expe-
riencia, cualesquiera sean sus matices y sutilezas, y tratar de ir creando la
metodología que mpjor se adecua a su estudio y comprensión. Quizá esto nos
lleve a la conclusión de que los conceptos de'le!', "experimento", "medida", "va-
riable", "control", teoría", etcétera, cuando son utilizados en psicología humana,
no se comportan ni tienen el mismo significado que sus homónimos en las cien-
cias naturales. Si esto fuera así, como todo Io hace suponer, el término "ciencia"
tampoco podría ser usado, con el mismo sentido que tiene en las ciencias natura-
les, en el estudio de la percepción, cognición, motivación, aprendizaje, creatividad,
psicología social, psicopatología, personología, estética y otros muchos fenóme-
nos y disciplinas humanos relevantes para la comprensión del hombre. El uso del
término "ciencia" en estos campos sería parecido al de una metáfora altamente
Cap. S.Fidelidad a "todo" lo humano 85
i:,-
l§ Que 1,. ca¡gada
que puede crear expectativas muy irreales (Koch, L97i. En efectq Merleau-
t kann, ri' ponty
Í976) ha demostrado fehacientemente que en todos estos campos "sola-
callar), , mente se puede avanzar si el pensamiento causaly mecánico es sustituido por un
mismo pensamiento dia I écticd (pp. 2a7 -257).
r sobre La plena fidelidad al fenómeno humano tiene, a su vez, una exigencia más:
lencio. que las teorías sean derivadas del estudio de seres humanos sanos. Muchas
propo-
teorías psicológicas corrientes estan basadas ampliamente en el estudio de la
nocido conducta de gente enferma y angustiada o, peor, en las cabriolas de ratas cauti-
¡na en vas, hambrientas y desesperadas. La diferencia entre la persona sana y la enferma
nto. Ya puede ser mayor aún que la diferencia entre ésta y el animal. De aquí la ímpor-
toriana tancia de basar las teorías en el estudio de individuos con salud psíquica normal.
nizaba Precisamente, Maslow que acusó frecuentemente a Freud de haber estudia-
rl, algo do sólo'la mitad enferma del ser humano", trató, con sus investigaciones sobre la
luales- autorrealización, de estudiar, sobre todo, la dotación más rica que podían alcan-
Kinsey, zar los seres humanos. Por ello, sus estudios se centraron en las personas "más
ominio autorrealizadas' q ue pudo encontrar.
Esta fidelidad a lo humano -que caracteriza y define al enfoque humanista-
cho de guiará hacia el estudio de realidades de alta significación (como son la generosi-
contra- dad, la amistad, la audacia y el coraje, la sinceridad, la paciencia, Ia lealtad y
encua- fidelidad, la responsabilidad, etc.), hasta ahora muy descuidadas y, en conjunto,
:ionista puede cambiar sustancialmente una teoría sobre el comportamiento humano.
;ideran Quizás se podría afirinar que la diferencia fundamental entre los psicólogos
:ientífi- humanistas y los de otras orientaciones está en el método utilizado. Los humanis-
le usar tas están centrados en el problema por estudiar y su significación e importancia,
, reple- tratan de respetar la estructura del mismo, ser plenamente fieles a su naturaleza
ealos y cambian de método de acuerdo con la utilidad que éste les brinda en cada
o duda circunstancia; los psicólogos de otras orientaciones, especialmente los conductistas
0n que y psicoanalistas, están centrados en el método, como una vía regia y sagrada, y la
variación de técnicas es muy restringida, aunque el caso concreto, las circunstan-
:es ma- cias y el exiguo éxito logrado aconsejen lo contrario; esto explica que los
rmente conductistas hayan dedicado tanto tiempo y tantos equipos soflsticados para en-
3 expe-
' señar a jugar ping pong a los pichones y a levantar complejas palancas a Ias
ndo la '' ratas.
;to nos Por esto, cuando se habla de rigormetodológico, este término debe entender-
a','Va- se bien: rigor en cuanto fidelidad al método (conductismo, psicoanálisis) y rigor
Imana, como fidelidad a Ia naturaleza del objeto estudiado (Psicología Humanista), que
rs cien- se evidencia como mucho más importante.
:iencia' En conclusión, un enfoque como éste acerca de la relevancia que tienen los
natura- presupuestos en la conducción de una investigación y la fidelidad al objeto de
tividad, no puede ser completo sin desembocar y concluir con la advertencia
:nóme- husserliana de la reducción fenomenológica.
uso del Husserl se admiraba de cómo frecuentemente la gente 've" cosas que no
lmente están presentes y 'oye' acentos que nunca se hacen; de que nuestras mentes
8ó Segunda parte. Hacia un nuevo paradigma en psicología

''están
tan llenas de ideas y teorías sobre cómo deberían ser Ias cosas, que rara vez
las percibimos como realmente son. Por esto, a la hora de cubrir cada una de tas
etapas de todo estudio o investigación, es necesario realizar una epoché,'es deci4
tomar conciencia y poner entre paréntesis temporalmente el coeficiente existencial
(contingente) de las cosas, para poder alcanzar su esencia, prescindir de todos
aquellos conocimientos, teorías, hipótesis, creencias y deseos que pueden
distorsionar la naturaleza del fenómeno en estudio y hacernos ver sólo aquello
que ya sabemos, creemos, aceptamos o deseamos o, a lo sumo, algo nuevo, pero
que tiene plena concordancia, coherencia y lógica con nuestra posición previa. Es
necesario que nuestra mente sea transparente y diáfana -aunque ello sólo es
posible parcialmente-, con el fin de que sea sólo, o prevalentemente, el fenómeno
el que nos hable y, como dice el mismo Husserl: "vayamos hacia las cosas mis-
mas".

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