ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC.

CLAUDIA MENDOZA 26

SEGUNDA ETAPA
(De Darío a Artajerjes, siglo V a.C.)
Las misiones de Esdras y Nehemías

De Darío I a Artajerjes1
Darío I
Darío continúa las conquistas y, en el 513, forma la “Satrapía de Hindus” (India).
En Egipto, termina el canal que une el Nilo con el Mar Rojo. Luego somete la Escitia europea, al norte
del Mar Negro y, en el 512, Libia. Ese mismo año se atreve contra Grecia. Instala en Sardes a su
hermano: los griegos del Asia Menor ya están incorporados al Imperio Persa. Queda por anexar la Grecia
europea. Atenas, que era su aliada, se vuelve contra Persia. También los Jonios se rebelan. El imperio
quedaba inseguro en su parte occidental. Darío exige sumisión, y en parte lo logra. Pero quedan algunos
focos de resistencia, y, en el 490, envía una flota, que llega hasta las puertas de Atenas, en Maratón, pero
es rechazada.
Darío muere en el 485, dejando el imperio en manos de su hijo Jerjes.
Había llegado a organizar una estructura imperial eficaz con el sistema de Satrapías.
Introdujo también un sistema uniforme de pesas y medidas, y, hacia el 493, introdujo la moneda de valor
simbólico, no real.

Jerjes
(486-465)
Tras la muerte de Darío el Imperio Persa se hunde en interminables sublevaciones.
Jerjes es considerado por los historiadores por un monarca débil y un mal estratega en la guerra contra los
griegos, pero supo retener el imperio creado por Darío, e, incluso –y a pesar del turbulento contexto que
le tocó en Irán por la oposición religiosa a Ahura Mazda– amplió aún más las fronteras del Imperio con
sus conquistas. Sometió Egipto (486-484) y acabó definitivamente con las rebeliones en Babilonia (480-
476). Pero fracasó estrepitosamente en su intento de conquistar Grecia. Hacia el 480 comenzó la
expedición. Pronto logró bloquear la flota griega en la Bahía de Salamina, pero un ataque sorpresivo de
los atenienses destruyó 1/3 de la flota persa (unos 200 navíos). A esto se sumaron otras derrotas, primero
en Platea (479) y luego en Mícala (Jonia). Los persas se retiraron de Europa, sin que Grecia hubiera sido
anexada al imperio.
Hacia fines del 546 Jerjes fue asesinado.
Lo sucedió su hijo Artajerjes (el nombre significa “reino de la Verdad”; Arta = Verdad).

Artajerjes I
(464-424)
Hereda un imperio agobiado por los pesados tributos, lo que provocará repetidas rebeliones. Además,
Atenas continuó la guerra, y apoyó una rebelión en Egipto.
Mientras tanto, en Palestina, según asegura el Libro de Esdras, los Samaritanos habrían acusado a los
judíos ante la cancillería persa, de la que habría emanado una orden de detener la reconstrucción de las
murallas y de la ciudad de Jerusalén (Esdras 4,7.8-23, fragmento fuera de lugar en la edición actual, en
arameo).
Esdras 4,12-15
Ha de saber el rey que los judíos que subieron de tu lado hacia nosotros y llegaron a Jerusalén están
reconstruyendo esta ciudad rebelde y perversa; tratan de levantar las murallas, y ya han echado los
cimientos. v.13 Sepa, pues, el rey, que, si esta ciudad se reconstruye y se levantan sus murallas, no se
pagarán más impuestos, contribución ni peaje, y al fin esta ciudad perjudicará a los reyes. v.14 Ahora
bien, a nosotros, puesto que comemos la sal del palacio, nos resulta intolerable ver esta afrenta que se
hace al rey; por eso enviamos al rey esta denuncia, v.15 para que se investigue en las Memorias de tus
padres: en estas Memorias encontrarás y te enterarás de que esta ciudad es una ciudad rebelde, molesta

1 Cf. R. ALBERTZ, “Desarrollos político-sociales durante el período persa”, en: Id., Historia de la Religión de Israel
en tiempos del Antiguo Testamento II, Madrid (Trotta 1999), 580-581.

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para los reyes y las provincias, y que en ella se han fomentado insurrecciones desde antiguo. Por este
motivo fue destruida esta ciudad.
Los judíos no se contentaron evidentemente con el Templo.
Las fuerzas nacionalistas de Judá –¿aprovechando la situación de conflicto entre persas y
egipcios/griegos?– amenazaban con encaramarse al poder político. Querían reedificar la antigua capital,
con lo que desató el conflicto con Samaría.
La rebelión egipcio-ateniense fue reprimida (457-454) y Atenas vio frenadas sus propias aspiraciones
imperiales. Todo termina con un pacto entre los griegos y los persas, la llamada “Paz de Callias”.

Las misiones de Esdras y Nehemías

Llegados ambos de la corte persa, como sacerdote/escriba uno, como gobernador el otro, en la segunda
mitad del siglo V (notar que prácticamente carecemos de noticias directas del período que va de la
reconstrucción e inauguración del Templo en el 515 a la mitad del siglo V aproximadamente).
Existen serios problemas cronológicos, puesto que al rey persa se lo llama Artajerjes, sin que se
especifique si es Artajerjes I (464-424) o II (404-358).
Esdras 7,7-8
Subieron también a Jerusalén, el año séptimo del rey Artajerjes, parte de los israelitas, de los sacerdotes,
levitas, cantores, porteros y donados. v.8 Él llegó a Jerusalén el mes quinto: era el año séptimo del rey.

Nehemías 2,1
En el mes de Nisán, el año veinte del rey Artajerjes, siendo yo encargado del vino, tomé vino y se lo
ofrecí al rey. Anteriormente nunca había estado yo triste…

Nehemías 13,6
Cuando sucedía esto, yo no estaba en Jerusalén, porque el año treinta y dos de Artajerjes, rey de
Babilonia, había ido donde el rey; pero al cabo de algún tiempo el rey me permitió volver; v.7 volví a
Jerusalén, y me enteré de la mala acción que había hecho Elyasib en favor de Tobías, preparándole un
aposento en el atrio de la Casa de Dios.
Si se refieren ambos textos al mismo rey, Esdras habría llegado primero –hacia el 458 a.C., unos 13 años
antes– y tras la reconstrucción de las murallas por Nehemías, habría congregado al pueblo y –en el marco
de una celebración de Año Nuevo– leyó públicamente la Ley de Dios (cf. Nehemías 8).2

Esdras
Si el Artajerjes de Esdras 7,7 es el primero, el viaje del sacerdote y escriba Esdras habría tenido lugar en
el 458 (si no, en el 397).
Esdras habría sido una figura de confianza del rey persa, quien lo envió oficialmente con el cargo de
“sacerdote-letrado” y “doctor en la Ley del Dios del cielo” (Esdras 7,11.12) “para inspeccionar en Judá y
Jerusalén sobre la Ley de tu Dios” (b:dÿt )Elfhÿ|, Esdras 7,14):

2 Pero debemos señalar que muchos investigadores estiman que esta tesis tradicional presenta algunas dificultades,
por lo que se han sugerido hipótesis alternativas. Por ejemplo:
1. UBICAR A EDRAS DESPUÉS DE NEHEMÍAS, en la época de Artajerjes II Mnemón (404-360).
Por ejemplo, R. ALBERTZ:
Afirma también que las misiones de Nehemías y de Esdras deben ser encuadradas en un contexto de
movimientos subversivos y que habría que considerarlas como una jugada estratégica sumamente hábil con la
que el gobierno persa se habría servido de la colaboración de altos funcionarios judíos desterrados en
Babilonia no sólo para robustecer la ya debilitada coalición favorable al Imperio sino también para asegurarse
su lealtad, por medio de toda una serie de concesiones tendientes a promover la futura autonomía judía.
(cf. R. ALBERTZ, “Desarrollos político-sociales durante el período persa”, en: Id., Historia de la Religión de
Israel... II, 581).
2. PAVLOSKY piensa que Esdras habría llegado no en el año séptimo de Artajerjes I sino en el año 37, durante
la segunda estancia de Nehemías.
Para un breve panorama de la cuestión, cf. A. SOGGIN, Nueva historia de Israel. De los orígenes a Bar Kochba,
Bilbao (Desclée de Brouwer 1997), 342-345.

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Esdras 7,1-10
Después de estos acontecimientos, bajo el reinado de Artajerjes, rey de Persia, Esdras, [...] v6 ...subió de
Babilonia. Era un escriba versado en la Ley de Moisés que había dado Yahweh, Dios de Israel. Como la
mano de Yahweh su Dios estaba con él, el rey le concedió todo lo que pedía [...] v10 Porque Esdras
había aplicado su corazón a escrutar la Ley de Yahweh, a ponerla en práctica y a enseñar en Israel los
preceptos y las normas.
Según este texto, la Torá se habría convertido –por autorización imperial– en ley del estado persa y fue
aplicada con la ayuda de los poderes públicos.3 Esdras debía hacer investigaciones en Jerusalén y Judá
sobre el cumplimiento de la Ley de su Dios.
El documento oficial –entregado a Esdras por el rey Artajerjes (cuyo texto arameo se recoge en Esdras
7,11-26)– continúa con una serie de disposiciones financieras (Esdras 7,15-24) y jurídicas (Esdras 7,25-
26):
Esdras 7,21-24
Yo mismo, el rey Artajerjes, doy esta orden a todos los tesoreros de Transeufratina: “Todo lo que os pida
el sacerdote Esdras, Secretario de la Ley del Dios del cielo, se lo daréis puntualmente, v22 hasta la suma
de cien talentos de plata, cien cargas de trigo, cien medidas de vino y cien medidas de aceite; la sal se le
dará sin tasa. v23 Todo lo que ordena el Dios del cielo, debe ser cumplido con celo para la Casa del
Dios del cielo, a fin de que la Cólera no caiga sobre el reino del rey y de sus hijos. v24 Os hacemos saber
también que no se puede percibir impuesto, contribución o peaje, de ninguno de los sacerdotes, levitas,
cantores, porteros, donados, de ninguno de los servidores de esta Casa de Dios.
Esdras 7,25-26
«Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría de tu Dios, que posees, establece escribas y jueces que
administren la justicia a todo el pueblo de Transeufratina, a todos los que conocen la Ley de tu Dios. A
quienes la ignoran, habréis de enseñársela. v26 Y a todo aquel que no cumpla la Ley de tu Dios y la ley
del rey, aplíquesele una rigurosa justicia: muerte, destierro, multa en dinero o cárcel».

La tradición hebrea atribuye a Esdras una actividad esencial en la fijación del canon bíblico.4 De hecho,
muchos críticos actuales coinciden de manera generalizada en que fue en este contexto de la autorización
imperial persa otorgada a Esdras para establecer en Judá un derecho particular en favor de los judíos lo
que habría conducido a los diferentes grupos religiosos que coexistían en Judá después del exilio a llegar
a un acuerdo –nada fácil5 por cierto– para definir un texto normativo para todos que lograra descubrir y
expresar los elementos esenciales de la propia identidad y tuviera fuerza de ley. Esto es lo que habría
servido de catalizador para la redacción de una única «Torá».
Con el tiempo, la figura de Esdras se fue engrandeciendo aún más, y se transformó no sólo en quien había
fijado el canon sino además en el sujeto de muchas revelaciones “apocalípticas”.6

3 Se discute cuál habría sido el contenido de la “Ley de Dios” que Esdras había traído de Babilonia: ¿El Pentateuco?
¿El llamado “documento Sacerdotal”? ¿Algún otro código legislativo? Cf. Ph. ABADIE, “La «Ley traída por Esdras» y
el Pentateuco”, en: Id., El libro de Esdras y de Nehemías, Estella (Verbo Divino, Cb 95 1998), 39-44; O. ARTUS, “El
contexto histórico de la formación del Pentateuco”, en: Id., Aproximación actual al Pentateuco, Estella (Verbo
Divino, Cb 106 2001), 9-12; R. ALBERTZ, “Inclusión de la Torá en el canon escriturístico y autorización del imperio
persa”, en: Historia de la Religión de Israel II, 613.
4 Cuando –en el siglo I de la era cristiana– comiencen a aparecer los “criterios de canonicidad”, es decir, los criterios
de aceptación de un libro en el canon bíblico, uno de ellos va a ser el “criterio de transmisión continuada sin
interrupción” tal como lo fija el comienzo del tratado “Abot”: el libro tiene que haber sido escrito en el tiempo que va
desde Moisés y los profetas hasta los tiempos de la “Gran Sinagoga”, que tradicionalmente comienza con Esdras
(Nehemías 8,1,12). Los libros que sin pertenecer a la época de la Ley y los profetas sean admitidos por los rabinos
fariseos lo serán porque han sido compuestos antes o en tiempos de esta Gran Sinagoga, cuando quedó interrumpido
el don profético a Israel, según entienden los maestros fariseos.
5 La religión de Israel, ¿era una religión “histórica” o más bien una religión “cúltica”? ¿Era una religión del Estado o
una religión profética? ¿Se fundaba en las tradiciones de liberación de los orígenes o en la teología monárquica
nacionalista? Lo decisivo de la peculiar relación de Israel con Dios, ¿residía en el perfecto funcionamiento del culto
en el santuario central o en la configuración en justicia y solidaridad de sus relaciones sociales?; cf. R. ALBERTZ, “La
composición pre-sacerdotal del Pentateuco”, en: Historia de la Religión de Israel... II, 621-622.
6 Por ejemplo, el IV Libro de Esdras 14 –escrito a fines del siglo I o comienzos del siglo II de nuestra era– narra
cómo Esdras, inspirado por la sabiduría divina, dicta a cinco escribas 94 libros durante 40 días. Según órdenes de
Dios debe publicar los 24 primeros (¿los libros oficiales del canon bíblico?) para que los lean todos y guardar los

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Esdras impuso la severísima prohibición de matrimonios con “no-judíos” (Esdras 9-l0).

La obra refleja claramente un agrio e inflexible enfrentamiento con “los samaritanos” y sus aspiraciones
teológicas (que desembocará finalmente en la implantación de su propia comunidad cúltica en torno al
monte Garizim).7
El texto pretende probar que sólo la nación judía es la legítima sucesora del antiguo Israel, los genuinos
descendientes de los deportados a Babilonia, los que pueden probar sin la más mínima duda su vínculo
genealógico con las “tribus” de Judá, Leví y Benjamín (cf. Esdras 2; 8; cf. 6,21). Sólo ellos recibieron el
encargo de Ciro de reconstruir el Templo (Esdras 1,3; 4,3; 5,13) y sólo ellos se habían mantenido fieles a
la “Ley de Moisés” (cf. Nehemías 8-10). En cambio, los samaritanos son descriptos como los peores
enemigos de la comunidad judía (Esdras 4; Nehemías 3; 6), como los que obstaculizaron sin cesar las
obras de reconstrucción emprendidas por los judíos.

Malaquías
Aunque estamos acostumbrados a hablar del profeta “Malaquías”, este término podría entenderse también
como una designación genérica: “mi mensajero” (cf. 3,1; por ejemplo, LXX traduce en 1,1 “por mano de
su mensajero” ἐν χειρὶ ἀγγέλου αὐτοῦ).8
Aparentemente, la reforma de Esdras con relación a los “matrimonios mixtos” había sido precedida por la
predicación del “mensajero” (Malaquías).9

Los oráculos no aparecen fechados, pero encuadrarían bien en este contexto:

Malaquías 2,10-12
“¿No tenemos todos nosotros un mismo Padre? ¿No nos ha creado el mismo Dios? ¿Por qué nos
traicionamos los unos a los otros, profanando la alianza de nuestros padres? v.11 Judá ha traicionado;
una abominación se ha cometido en Israel y en Jerusalén. Porque Judá ha profanado el santuario
querido de Yahweh, al casarse con la hija de un dios extranjero. v.12 ¡Que extirpe Yahweh al hombre
que hace tal, ya sea testigo o defensor, de las tiendas de Jacob y de entre los que presentan la oblación a
Yahweh Sebaot!
También, notablemente, fustiga contra los divorcios:
Malaquías 2,13-16
“Y esta otra cosa hacéis también vosotros: cubrir de lágrimas el altar de Yahweh, de llantos y suspiros,
porque él ya no se vuelve hacia la oblación, ni la acepta con gusto de vuestras manos. v.14 Y vosotros
decís: ¿Por qué? – Porque Yahweh es testigo entre tú y la esposa de tu juventud, a la que tú traicionaste,
siendo así que ella era tu compañera y la mujer de tu alianza. v.15 ¿No ha hecho él un solo ser, que tiene
carne y espíritu? Y este uno ¿qué busca? ¡Una posteridad dada por Dios! Guardad, pues, vuestro
espíritu; no traiciones a la esposa de tu juventud. v.16 Pues yo odio el repudio, dice Yahweh Dios de
Israel, y al que encubre con su vestido la violencia, dice Yahweh Sebaot. Guardad, pues, vuestro espíritu
y no cometáis tal traición”.
En Malaquías 3,6-12 explica las malas cosechas y la plaga de langostas diciendo que los israelitas
defraudan a Dios al no pagar los diezmos y primicias (cf. Nehemías 13,10-12).
Ante el reclamo de justicia (2,17) indica la proximidad del “Día de Yahweh” (3,2).

otros 70 (¿los libros apocalípticos, combatidos vehementemente por los rabinos de Yabne?) para que lo lean sólo los
sabios.
7 Cf. R. ALBERTZ, “La separación político religiosa de los samaritanos”, en: Id., Historia de la Religión de Israel...
II, 709-727 y cf Ibid., 750: “El ideal teocrático de los letrados (Libros de las Crónicas)”.
8 El Targum interpreta: “mi mensajero, cuyo nombre es Esdras el escriba” (TB Megilla 15a).
9 Se estima que el profeta habría desarrollado su actividad antes de la misión de Nehemías: al igual que éste,
Malaquías no exige la separación o el despido de las mujeres extranjeras como Esdras. Malaquías habría iniciado una
tarea de predicación y denuncia de una serie de desórdenes contra los que Nehemías arremeterá con mayor poder más
tarde –no sólo los matrimonios “mixtos” (cf. Nehemías 13,23-27 y Malaquías 2,11) sino también los graves
conflictos sociales (cf. Nehemías 5 y Malaquías 3,5), el descuido de los sacerdotes en el cumplimiento de sus
deberes, sobre todo en lo que hace a la irreverencia con las cosas sagradas (cf. Nehemías 13,4-9.30-31 y Malaquías
1,6-2,9) y la negligencia en el pago de los diezmos (cf. Nehemías 13,10-14 y Malaquías 3,6-12)–.

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En esta sección aparece un tema muy importante: el del mensajero que precede a la venida del Señor
(3,1), que en 3,23-24 es identificado con Elías:
Malaquías 3,23-24
“He aquí que yo os envío al profeta Elías antes que llegue el Día de Yahweh, grande y terrible. v.24 El
hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres; no sea que venga
yo a herir la tierra de anatema”.
Todos los evangelios aplican este texto a Juan Bautista:
Marcos 1,2//; Mateo 11,4.10//; Marcos 9,11.12.13//; Lucas 1,17; Juan 1,21.25.

Nehemías
Nehemías, copero del rey Artajerjes I en Susa, la capital aqueménida, se enteró por terceros de que la
muralla de Jerusalén está llena de brechas y solicitó al rey una licencia temporal para ir a Jerusalén y
reconstruirla:
Nehemias 1,1-4
Palabras de Nehemías, hijo de Jakalías. En el mes de Kisléu, el año veinte del rey Artajerjes, estando yo
en la ciudadela de Susa, v.2 Jananí, uno de mis hermanos, llegó con algunos hombres venidos de Judá.
Yo les pregunté por los judíos –el Resto que se había salvado del cautiverio– y por Jerusalén. v.3 Me
respondieron: «Los restos del cautiverio que han quedado allí en la provincia se encuentran en gran
estrechez y confusión. La muralla de Jerusalén está llena de brechas, y sus puertas incendiadas». v.4 Al
oír estas palabras me senté y me puse a llorar; permanecí en duelo algunos días ayunando y orando ante
el Dios del cielo.

Nehemías 2,1-6
En el mes de Nisán, el año veinte del rey Artajerjes, siendo yo encargado del vino, tomé vino y se lo
ofrecí al rey. Anteriormente nunca había estado yo triste. v.2 Me dijo, pues, el rey: «¿Por qué ese
semblante tan triste? Tú, enfermo no estás. ¿Acaso tienes alguna preocupación en el corazón?» Yo quedé
muy turbado, v.3 y dije al rey: «¡Viva por siempre el rey! ¿Cómo no ha de estar triste mi semblante,
cuando la ciudad donde están las tumbas de mis padres está en ruinas, y sus puertas devoradas por el
fuego?» v.4 Replicóme el rey: «¿Qué deseas, pues?» Invoqué al Dios del cielo, v.5 y respondí al rey: «Si
le place al rey y estás satisfecho de tu siervo, envíame a Judá, a la ciudad de las tumbas de mis padres,
para que yo la reconstruya». v.6 El rey me preguntó, estando la reina sentada a su lado: «¿Cuánto
durará tu viaje? ¿Cuándo volverás?» Yo le fijé un plazo que pareció aceptable al rey, y él me envió.

¿Por qué había brechas en las murallas de Jerusalén?

Algunos investigadores, contra la opinión común, estiman que no es posible que se haga referencia aquí a
las ruinas dejadas por los babilonios un siglo antes. No parece verosímil pensar que para esta época hayan
estado aún sin reconstruir. Por eso suponen más bien que en torno al 480 y por alguna razón no fácil de
determinar, Jerusalén sufrió algún tipo de destrucción parcial –que no afectó al Templo– que dañó
seriamente las murallas.10 Esto haría más comprensible, además, la reacción de Nehemías.
En el año 445 Nehemías llega con permisos y con todo lo necesario para la reconstrucción de las murallas
(cf. Nehemías 2,8), y –sin revelar sus planes a nadie (2,10)– de inmediato se pone a reconstruir las
murallas. Pero el gobernador de Samaría se opuso al proyecto.
Según Esdras, el gobernador de Samaría Rejum, entre otros, escribe a Artajerjes para alertarlo y califica la
obra de reconstrucción de las murallas como un claro acto subversivo (cf. Esdras 4,8-23, esp. v. 13).
Esdras 4,13
Sepa, pues, el rey, que, si esta ciudad se reconstruye y se levantan sus murallas, no se pagarán más
impuestos, contribución ni peaje, y al fin esta ciudad perjudicará a los reyes.

10 En relación con esta presunta destrucción parcial de Jerusalén, los investigadores mencionan una noticia que
aparece en un mensaje enviado de Jerusalén a Susa en el año 20 de Artajerjes I Longimano (en el año 445 a.C.),
noticia ampliada y enriquecida con circunstancias diversas por Flavio Josefo. Pudo haberse tratado de un ataque de
poblaciones circundantes, o incluso de desórdenes surgidos entre los repatriados que exigían sus antiguas tierras y los
autóctonos que las habían recibido de los babilonios y no tenía intención de devolverlas (cf. A. SOGGIN, Nueva
Historia de Israel, 339-340).

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Nehemías 2,19-20
Al enterarse de ello Samballat el joronita, Tobías el siervo ammonita y Guésem el árabe, se burlaron de
nosotros y vinieron a decirnos: «¿Qué hacéis? ¿Es que os habéis rebelado contra el rey?».
Incluso corren rumores acerca de que Nehemías se está por hacer proclamar rey por un grupo de profetas:
Nehemías 6,6-7
«Se oye entre las naciones, y así lo afirma Gasmu, el rumor de que tú y los judíos estáis pensando
sublevaros; que para ello reconstruyes la muralla y tratas de hacerte su rey, v.7 que incluso has
designado profetas para proclamar acerca de ti en Jerusalén: ¡Judá tiene rey! Estos rumores van a ser
oídos por el rey; así que ven para que tomemos consejo juntos».

La comunidad de Jerusalén se aboca enteramente al trabajo (Nehemías 3), superando, con su tenacidad, la
oposición de sus vecinos, que habían tomado las armas para impedir que los judíos reconstruyeran las
murallas (Nehemías 4-7).
Nehemías 3,33-25
Cuando Samballat se enteró de que estábamos reconstruyendo la muralla, montó en cólera y se irritó
mucho. Se burlaba de los judíos, v.34 y decía delante de sus hermanos y de la gente principal de
Samaría: «¿Qué pretenden hacer esos miserables judíos? ¿Es que quieren terminar en un día? ¿Van a
dar vida a esas piedras, sacadas de montones de escombros y calcinadas?» v.35 Tobías el ammonita, que
estaba junto a él, dijo: «¡Déjales que construyan; que si un chacal se alza, abrirá brecha en su muralla
de piedra!».

Las murallas fueron reconstruidas en menos de dos meses (Nehemías 6,15),11 por lo que se estima que los
daños habrían sido relativamente modestos.
Antes de volver a Susa, Nehemías –ante la dificilísima situación social y económica en que se encontraba
el pueblo, no sólo por los abusos de muchos sino también por la fuerte carga tributaria del imperio persa
(cf. Nehemías 5,1-3.4-5),12 promulgó una “condonación de deudas” (Nehemías 5,10-12; cf. Levítico
25,47s).13
El libro continúa con un relato de la lectura solemne del Libro de la Ley. Se celebró la fiesta de las
Tiendas y el pueblo se comprometió a guardar todo lo que Yahweh les pedía:

Nehemías 8 El pueblo de Judá asiste a una lectura solemne de la Ley, que hace Esdras.
Al abrir el libro, todo el pueblo congregado en la plaza, “se pone de pie” (8,5).
Esdras leía, “aclarando e interpretando el sentido, para que comprendieran la Escritura”
(8,8). El pueblo lloraba al escuchar las palabras de la Ley. Esdras les dice que no deben
estar tristes, que es un día consagrado a Yahweh. “La alegría de Yahweh es nuestra
fortaleza”, proclama Esdras (Nehemías 8,10).
En Jerusalén se celebra la Fiesta de los Tabernáculos: todo el mundo se provee de ramas
de árboles y hace cabañas en los terrados, en los patios, en los atrios de las casas, como
lo hacen todavía hoy los judíos piadosos (8,14-17). Se trata de la actualización del
Éxodo y de su etapa final, la peregrinación por el desierto, cuando los hijos de Israel
habitaban en carpas. Según la tradición deuteronomista, la Fiesta de los Tabernáculos
está ligada a la lectura de la Ley y, por ende, a la renovación de la Alianza
(Deuteronomio 31,9ss). El mismo redactor anota que una fiesta semejante “no habían
hecho los hijos de Israel desde los días de Josué...” (8,17).
Todo esto dura 8 días, del día primero al octavo del primer mes (8,18).

11 Distintas excavaciones desde 1961 permitieron identificar parte de los muros de Nehemías. La Jerusalén del siglo
V era mucho más reducida que en la época monárquica.
12 R. ALBERTZ –“La crisis social del siglo V”, en: Id., Historia de la Religión de Israel... II, 663-667– destaca,
además del problema del estricto derecho de crédito que había conducido a la mayor parte de la población a un total
empobrecimiento, la reforma financiera de Darío que impuso impuestos en moneda de plata, cuyo monto global se
fijaba de antemano para cada provincia, sin tener en cuenta el rendimiento de las cosechas.
13 Que, en realidad, sólo sirvió para aliviar momentáneamente la situación, pero no llegó a solucionar
definitivamente la crisis estructural. El proceso de empobrecimiento de los más débiles continuaba de manera firme y
alarmante. Cf. R. ALBERTZ –“La crisis social del siglo V”, en: Id., Historia de la Religión de Israel... II, 666-667.

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Nehemías 9 Toda Alianza se abre con el recuerdo de los beneficios otorgados por Yahweh.
Este cap. 9 es una extensa reflexión sobre la historia pasada, desde los patriarcas hasta
la restauración. La profesión de fe en el Dios “clemente y misericordioso” (vv.
19.28.31) se convierte en una “confesión” de los pecados llena de confianza (cf. Salmos
78 y 106): es el día 24 de séptimo mes (Nehemías 9,1). Y es justamente la memoria de
las “maravillas” (v.17) y misericordias de Yahweh la que impide la desesperación. El
recuerdo de la historia sagrada termina en la constatación de que “hoy somos siervos en
la tierra que diste a nuestros padres” (v.36). Es la conciencia del castigo por la
infidelidad del pueblo. En este trasfondo, la renovación de la Alianza es una nueva
opción, llena de optimismo. Por algo el “credo” de esta Alianza se detiene extensamente
en la donación de la Ley en el Sinaí (v. 13-14) y en la etapa de peregrinación por el
desierto (vv. 15-21); hay como un deseo de situarse en el principio, no para ignorar el
pasado sino para continuar la historia en una forma “original”.

Nehemías 10 Comenta explícitamente la ceremonia del “juramento” de la Alianza, mediante

la que el pueblo se compromete “por imprecación y juramento” a caminar en la Ley de
Dios y a guardar y practicar todos los mandamientos (Nehemías 10,30). El compromiso
es sellado por los jefes, sacerdotes y levitas (10,1). Se detalla específicamente el
compromiso de no mezclarse con paganos (10,31), no comerciar en día de sábado
(10,32), a condonar las deudas cada 7 años (10,30) y –sobre todo– a sostener la Casa de
Dios (10,33-40).

Los capítulos 11 y 12 de Nehemías dan las listas de los “cabeza” de familia que habitaban en Jerusalén.
También relata la ceremonia de la dedicación de la muralla (12,27-43). Nehemías retorna a la capital
persa (cf. 13,6).
Pero, al poco tiempo vuelve a Jerusalén, y se entera de los nuevos desórdenes que se produjeron en su
ausencia (Nehemías 13,7ss): un tal Tobías –pariente del sacerdote Elia$ib– tenía en el Templo un
aposento privado (13,4-5.7-9), no se entregaban las raciones de los levitas (13,10-14), no se respetaba
estrictamente el sábado (13,15-22), y algunos judíos se habían casado con extranjeras (13,2328). El libro
termina constatando:
Nehemías 13,30-31
Los purifiqué, pues, de todo lo extranjero. Y establecí, para los sacerdotes y levitas, reglamentos que
determinaran la tarea de cada uno, v.31 y lo mismo para las ofrendas de leña a plazos fijos y para las
primicias. ¡Acuérdate de mí, Dios mío, para mi bien!.

Tensión entre posiciones “nacionalistas”

y tendencias “universalistas” (una aproximación)
El “exclusivismo nacionalista” de algunos sectores en la época persa (y/o principios de la helenística) es
confrontado por una tendencia más “universalista” (en la línea, por ejemplo, del así llamado
DeuteroIsaías que ve en Ciro, un pagano, el mediador elegido por Dios, de la salvación de la que se
beneficia Israel, atribuyéndole incluso el título real de Mesías –Isaías 45,1–) reflejada particularmente en
los libros de Jonás y de Rut:

Jonás
Más que un “profético” el libro es una verdadera “sátira”, expresada en lenguaje de midra$: El dato
bíblico del cual parte es, presumiblemente, 2 Reyes 14,25, donde se menciona un profeta Jonás; este
profeta habría apoyado las intenciones nacionalistas de Jeroboam II (783-743), actitud a la que nuestro
libro se opone. Otro elemento de apariencia histórica es la ciudad de Nínive –de sólo 4 km de diámetro–:
ni los anales asirios ni la Biblia nos dicen palabra de una tal misión profética ni de tamaña conversión.14

14 A esto hay que agregar el acusado matiz legendario del pez que se traga a Jonás y lo devuelve luego vivo a tierra
firme: hay varios mitos mediante los que los hombres de la antigüedad interpretaban los fenómenos naturales, como,
por ejemplo, Hércules y Hesione; Perseo y Andrómeda, Jasón y la serpiente, Arión y el delfín que le salvó la vida.
Advertían que, en las islas y en las costas del Mediterráneo, el sol desaparecía por el oeste, como tragado por el mar,
y era luego restituido por el este. El mito hizo del sol un héroe devorado por un monstruo, el mar, en el oeste, que

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El período de composición de la obra no puede deducirse más que de las características y la teología del
libro:
Jonás es el “hebreo” (1,9). Su nombre, “paloma”, expresa su carácter casero y lo necio de su conducta (cf.
Oseas 7,11 “Efraím es cual ingenua paloma sin cordura...”).
Dios lo envía a Nínive y él se escapa para Tarsis (1,1-3). En el barco duerme profundamente mientras los
marineros paganos rezan con fervor ante la tempestad. Ellos sienten temor de Dios porque Jonás está
escapando de él, y reconociendo su gran poder, le hacen sacrificios (1,13-16).
Dios, pacientemente, después de tenerlo tres días dentro de un pez, le vuelve a “pedir” que vaya a Nínive.
Con un sólo día de predicación, todos en Nínive se convierten, desde el rey hasta los animales (3,5-9).
Dios los perdona. Entonces Jonás se enoja:
Jonás 4,1-2
“Jonás, se disgustó mucho por esto y se irritó; v.2 y oró a Yahweh diciendo: «¡Ah, Yahweh!, ¿no es esto
lo que yo decía cuando estaba todavía en mi tierra? Fue por eso por lo que me apresuré a huir a Tarsis.
Porque bien sabía yo que tú eres un Dios clemente y misericordioso, tardo a la cólera y rico en amor,
que se arrepiente del mal”.
Conoce la misericordia de Dios y la niega para los demás (4,1-2). Se “alegra en gran manera” (4,6), y se
“irrita furiosamente” (4,9), por un simple ricino y olvida los intereses de Dios.
La mayoría de los autores contemporáneos entienden que, con todos estos rasgos, el autor de la obra, lejos
de querer referirse al profeta Jonás del siglo VIII, procura poner de relieve la actitud de quienes quieren
un pueblo de Israel cerrado en sí mismo, olvidándose de ser testigos de Yahweh en el mundo, al que tiene
que llevar la bendición de Abraham.
Con la “conversión de la gran Nínive” (3,5s), fustiga el particularismo cerrado de quienes creen que la
salvación está “reservada” a Israel y la niegan a los paganos.
Parece querer enfrentar la estrechez de miras de algunos sectores del Israel post-exílico, afirmando, a su
manera, que Dios quiere la salvación de todos los hombres que, como los marineros y los habitantes de
Nínive –y a diferencia del “profeta”– se abren a la acción misericordiosa de Dios (cf. Jonás 1,16; 3,5-9).

El libro de Rut
Presenta de manera positiva el “matrimonio mixto” de un judío y una moabita, desacreditando “el mito de
la raza”.
¿Cuál es el mensaje del libro?
David, el gran rey de Israel, lleva sangre extranjera. El autor quiso recordar una tradición concerniente a
los orígenes de David (cf. 1 Crónicas 2,5-15 con Rut 4,18-22).
Con gran insistencia se nos presenta a Rut “la moabita” como extraña al pueblo elegido (2,10.13).
Sin embargo, entra en una familia israelita; adopta a Yahweh por su Dios: célebre es la respuesta que le
da a su suegra anciana cuando ésta le aconseja que se vuelva a su tierra con su familia:
Rut 1,16-17
Pero Rut respondió: «No insistas en que te abandone y me separe de ti, porque donde tú vayas, yo iré,
donde habites, habitaré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. v.17 Donde tú mueras moriré y
allí seré enterrada. Que Yahweh me dé este mal y añada este otro todavía si no es tan sólo la muerte lo
que nos ha de separar».
Se conduce con la más delicada piedad para con sus parientes, ganándose los elogios de sus vecinos
(2,11-12; 3,11; 4,15) y el favor de Dios, ¡y será bisabuela de David! La extranjera logra la ciudadanía
israelita gracias al “goelato” y al “levirato”.15

luego era vomitado en tierra por el este. Los tres días y las tres noches que el profeta pasó en el vientre del pez son un
motivo propio del mito lunar. En Mesopotamia se calculaba que los períodos en que la luna era invisible duraban tres
días. Un mito interpretaba este dato, por ejemplo, como el lapso en que la diosa Inanna/Istar permanecía en el mundo
inferior, hasta ser salvada mediante una intervención divina.
15 2,20; 3,12 (“go’el”: cf. Levítico 25,23-25). 4,3-8; 4,9-10 (“levirato”: cf. Deuteronomio 25,5-10).

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Pero, ¿no hay en ello precisamente una indicación en favor de la legitimidad de ciertos matrimonios
“mixtos”? El relato, en su aparente candidez, parece levantarse contra el excesivo rigorismo de las
medidas aplicadas por Esdras y Nehemías contra todo tipo de matrimonios “mixtos”.
Así, pues, se puede apreciar el alcance exacto del libro de Rut en el marco histórico del Israel post-
exílico.

Obras post-exílicas de datación discutida

(Algunas, tal vez, ya del llamado “período helenístico”)

El profeta Abdías
Anuncia casi exclusivamente el juicio divino contra Edom, que, por lo menos desde “el exilio”, es el
enemigo clásico de Judá.16
Abdías 1,1-4
Visión de Abdías. Así dice el Señor Yahweh a Edom:
Una nueva he oído de parte de Yahweh, un mensajero ha sido enviado entre las naciones: «¡En pie,
levantémonos contra él en guerra!». v.2 Mira, yo te he hecho pequeño entre las naciones, bien
despreciable eres. v.3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que habitas en las hendiduras de la
roca, que pones en la altura tu morada, y dices en tu corazón: «¿Quién me hará bajar a tierra?». v.4
Aunque te encumbres como él águila, y pongas tu nido en las estrellas, de allí te haré bajar yo –oráculo
de Yahweh.

Abdías 1,9-11
Y tendrán miedo tus bravos, Temán, para que sea extirpado todo hombre de la montaña de Esaú.
Por la matanza, v.10, por la violencia contra Jacob tu hermano, te cubrirá la vergüenza, y serás
extirpado para siempre. v.11 El día que te quedaste a un lado, cuando extranjeros llevaban su ejército
cautivo, cuando entraban extraños por sus puertas, y sobre Jerusalén echaban suertes, tú eras como uno
de ellos”.
Abdías 1b-5.(6) reaparece en Jeremías 49,14-16.9.(10a).
Por eso, algunos autores creen que la parte fundamental de este escrito debería fecharse, en realidad, poco
después del 587, y consideran que proviene de un testigo presencial de la catástrofe de la destrucción de
Jerusalén.
Se ha propuesto también la fecha del 312, cuando los nabateos conquistan Edom.

El profeta Joel
Dado que Joel parece presuponer el culto del Templo (cf. 1,9.14.16; 2,17) y la composición hierocrática
de la comunidad (1,2.13s; 2,16s) parece conveniente fecharlo en el post-exilio, tras la actividad de Esdras
y Nehemías.
Describe largamente el “Día de Yahweh”, un Juicio contra las naciones paganas, precedido por la efusión
del Espíritu Santo, según el ideal universalista de Números 11,29: el Espíritu es para todos, hasta para las
mujeres y los esclavos.

16 Nunca fueron buenas las relaciones entre Judá y Edom. Esto se agudizó cuando las tropas de Nabucodonosor
tomaron Jerusalén: los edomitas habrían sido los primeros en colaborar con Babilonia y en alegrarse con la derrota de
Judá. Para el motivo, ver, entre otros textos:
Salmo 137, 7
Acuérdate Yahweh contra los hijos de Edom... cuando ellos decían:
¡Arrasad, arrasadla hasta sus cimientos!
Lamentaciones 4,21-22
Sin. ¡Regocíjate, exulta, hija de Edom, que habitas en el país de Us! ¡También a ti pasará la copa: te embriagarás y
te desnudarás! v.22 Tau. ¡Se ha borrado tu culpa, hija de Sión; no volverá él a desterrarte! ¡Pero ha de visitar tu
culpa, hija de Edom, pondrá al desnudo tus pecados!
Ezequiel 25,12ss.
…sí dice el Señor Yahweh: Porque Edom ha ejecutado su venganza sobre la casa de Judá
y se ha hecho gravemente culpable al vengarse de ella...; Cf. Isaías 34,5-17.

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El Señor convoca a juicio a todas las naciones por lo que le han hecho a su pueblo:
Joel 4,1-3
«Porque he aquí que, en aquellos días, en el tiempo aquel, cuando yo cambie la suerte de Judá y
Jerusalén, v.2 congregaré a todas las naciones y las haré bajar al Valle de Josafat: allí entraré en juicio
con ellas, acerca de mi pueblo y mi heredad, Israel. Porque lo dispersaron entre las naciones, y mi tierra
se repartieron. v.3 Y echaron suertes sobre mi pueblo, cambiaron el niño por la prostituta, y a la niña la
vendieron por vino para beber.»
Joel 4,15-17
El sol y la luna se oscurecen, las estrellas retraen su fulgor. v.16 Ruge Yahweh desde Sión, desde
Jerusalén da su voz: ¡el cielo y la tierra se estremecen! Mas Yahweh será un refugio para su pueblo, una
fortaleza para los hijos de Israel. v.17 «Sabréis entonces que yo soy Yahweh vuestro Dios, que habito en
Sión, mi monte santo. Santa será Jerusalén, y los extranjeros no pasarán más por ella.

La llamada
Obra del Cronista17
La síntesis “deuteronomista” de la historia de Israel, completada durante el exilio, tiene ahora su paralelo
en la obra del Cronista, que comprende los dos libros de las Crónicas, 18 a los que, según algunos
investigadores, habría que sumar los libros de Esdras y Nehemías (que, por lo menos, parecerían proceder
de un ambiente semejante o afin).19 Su composición podría ser datada hacia el final de la época persa
(entre el 400 y el 332 a.C.). Pero cabe indicar que muchos autores sugieren que podría tratarse de una
producción de comienzos de la época helenística.
El marco de la historia
de la salvación según el cronista
Si la “Historia Deuteronomista” se extiende desde el Sinaí (su tema central) hasta el exilio, la llamada
“Obra del Cronista” abarca mucho más: arranca desde Adán, se detiene extensamente en David (1
Crónicas 10-29) y concluye con la restauración de las instituciones cúlticas del postexilio avanzado. Cabe
observar que la larga etapa desde Adán hasta David está, sobre todo, representada por genealogías (cf. 1
Crónicas 1-9), mientras que la que va de David a la cautividad incluye ampliaciones más o menos
considerables sobre los reyes davídicos.

Visión de la historia
y temas propios de interés
Según R. ALBERTZ,20 el principal problema que parecen afrontar los autores de la obra histórica cronista
es que el Templo de Jerusalén y, especialmente, la monarquía davídica –el fundamento teológico más

17 R. ALBERTZ, “El ideal teocrático de los letrados (Libros de las Crónicas)”, en: Id., Historia de la Religión de
Israel... II, 747-770. Cf. también Ph. ABADIE, El libro de las Crónicas, Navarra (Verbo Divino, Cb 87 1995); J.
CAMPOS SANTIAGO, “Historia Cronista”, en: J. M. SÁNCHEZ CARO (ed.), Historia, Narrativa, Apocalíptica, Navarra
(Verbo Divino, IEB 3b 2000), 217-287.
18 El nombre intenta traducir el nombre hebreo “hechos de los días” (= anales). El título de los LXX Paralipómenos –
que significa “omisiones”– no es tan adecuado puesto que parece querer indicar que 1 y 2 Crónicas era una obra que
intentaba “completar” las “cosas omitidas” por 1 y 2 Reyes.
19 Para sostener esta afirmación, muchos autores señalan: una metodología similar de trabajo (uso de fuentes) -
intereses dominantes semejantes (el Templo, los levitas) - el estilo literario afín (cf. por ejemplo, Esdras 6,19s con 2
Crónicas 35). Las hipótesis oscilan entre:
1. Considerar a Crónicas-Esdras-Nehemías como una única obra escrita toda de un a la vez (hipótesis clásica).
2. Considerarlos como obras distintas del mismo autor (así varios autores de los años 70 del s. xx).
3. Pensar en una continuidad dentro de un círculo de transmisores de una tradición (así R. ALBERTZ, oc, nota 6,
749); en este caso, ALBERTZ estima que los libros de Esdras y Nehemías serían más antiguos que Crónicas y
anteriores a la separación político-religiosa de los samaritanos.
20 R. ALBERTZ, “El ideal teocrático de los letrados (Libros de las Crónicas)”, en: Id., Historia de la Religión de
Israel... II, 751; dice ALBERTZ: “yo, personalmente, me adhiero a la opinión de los autores que sitúan la composición
de Cr más bien a principios de la época helenística (330-250 a.C.) ...a mi parecer, los libros de Esd y Neh son
anteriores a la separación político-religiosa de los samaritanos, mientras que la obra del cronista es posterior” (Ibid.
749).

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sólido de la pretensión conductora exclusiva del judaísmo– no aparecen de manera destacada en la Torá,
obra normativa y vinculante para el pueblo de Dios desde Esdras y que pone fin a la historia fundacional
de Israel con la muerte de Moisés.
Esta “situación canónica” los ponía en desventaja ante los samaritanos y sus crecientes aspiraciones
teológicas, cuyo proyecto en Garizim, a diferencia del de Jerusalén, podía ser perfectamente legitimado
por la Torá (cf. Deuteronomio 11,29; 27,12).21
Para ALBERTZ, el objetivo de Crónicas sería claramente “antisamaritano”,22 objetivo que habría influido
profundamente en la estructura y en la teología de la obra. Crónicas –aunque de manera bastante diferente
a la de los libros de Esdras y Nehemías– apelará a la historia pre-exílica para convalidar la pretensión
directiva de los judíos, integrando la primitiva época monárquica –y con ello la centralidad de la
monarquía davídica y el culto en Jerusalén– como parte fundamental e irrenunciable de los orígenes
“canónicos” de Israel.

Monarquía davídica
y culto en Jerusalén
Prácticamente la mitad de la obra está dedicada al reinado de David y al Templo de Jerusalén (1 Crónicas
11 – 2 Crónicas 9),23 dándole más peso salvífico al período fundacional monárquico que al mismísimo
“éxodo”, Moisés y la alianza sinaítica.

David
No es –como en de 2 Samuel– pasional, humano, pecador, guerrero, rodeado de esplendores y
tentaciones. El David del Cronista es intachable, no conoce pasiones ni intrigas. Como Moisés había
recibido el “plano” del Tabernáculo del Sinaí (Éxodo 25,9.40), así David, como un “segundo Moisés”,
recibió el diseño del Templo de Jerusalén, que luego levantará Salomón (1 Crónicas 28,11s.19s).

Éxodo 25,9 1 Crónicas 28,11s

“Lo haréis “David dio a su hijo Salomón el diseño del vestíbulo y de los demás edificios
conforme al ... v.12 y también el diseño de todo lo que tenía en su mente respecto de los
modelo de la atrios de la Casa de Yahweh, y de todas las cámaras de alrededor, para los
Morada y al tesoros de la Casa de Dios y los tesoros de las cosas sagradas; v.13
modelo de todo asimismo respecto de las clases de los sacerdotes y de los levitas y del
su mobiliario ejercicio del servicio de la Casa de Yahweh, como también de todos los
que yo voy a utensilios del servicio de la Casa de Yahweh [...] v.19 Todo esto conforme a
mostrarte”. lo que Yahweh había escrito de su mano para hacer comprender todos los
detalles del diseño”.

21 En realidad, la cuestión del trasfondo histórico-teológico de la obra del cronista es muy debatida. No pocos
autores que niegan que el problema con los samaritanos haya sido el horizonte principal de la obra, ‒por ejemplo,
Georg STEIN –“Die Bücher der Chronik”, en: E. ZENGER (hrsg.), Einleitung in das Alte Testament, Stuttgart
(Kohlhammer 19983), 231– opinan directamente que la situación subyacente es el peligro por el predominante influjo
cultural del helenismo.
Sin entrar en discusiones, notemos que la descripción de la historia post-exílica que aparece en Crónicas-Esdras-
Nehemías no se prolonga hasta el período helenístico, ¿esto significa que, para los compositores, los acontecimientos
políticos de la época helenística no tenían ninguna relevancia teológica?
22 R. ALBERTZ, “El ideal teocrático de los letrados (Libros de las Crónicas)”, en: Id., Historia de la Religión de
Israel... II, 766-767 (cf. 750-751). Aunque reconoce que la investigación moderna suele impugnar esta interpretación
(cita la bibliografía en la nota 98, ibid.).
23 La totalidad de la obra puede esquematizarse de la siguiente manera:
1. 1 Crónicas 1-9: “Historia primitiva de Israel”, pero a la manera de una especie de “esqueleto genealógico”
con el que los judíos post-exílicos querían asegurar tanto su ascendencia legítima como sus pretensiones
directivas en Israel.
2. 1 Crónicas 10 – 2 Crónicas 9: David y el culto en Jerusalén
3. 2 Crónicas 10-36: Después del período salvífico central, de comienzos de la monarquía, viene la época
monárquica propiamente dicha.

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Es el iniciador del Templo:

Cf. 1 Crónicas 22,5
Porque David se decía: «Mi hijo Salomón es todavía joven y débil, y la Casa que ha de edificarse para
Yahweh debe ser grandiosa sobre toda ponderación, para tener nombre y gloria en todos los países. Así
que le haré yo los preparativos». Hizo David, en efecto, grandes preparativos antes de su muerte.
Con más atribuciones incluso que Moisés, estableció hasta en sus más mínimos detalles las normas para
la celebración del culto (cf. 1 Crónicas 23-27). De hecho, casi dos tercios del texto dedicado al tiempo
salvífico central tienen como tema las medidas cúltico-políticas de David y Salomón (en la “historia
deuteronomista” ese tema con relación al mismo período ocupa menos de una décima parte de la historia).
El objetivo estriba sin duda en su voluntad por legitimar lo mejor posible todo el culto post-exílico a
partir de estos reyes.

La monarquía
En su relectura de la “historia deuteronomista” tratará de probar que las tradiciones post-mosaicas –en
particular las referentes a Jerusalén y su liturgia y a la monarquía davídica– corresponden a las exigencias
de “la Torá de Moisés” (= el Pentateuco), es decir, se ajustan a lo que “está escrito”:
Por ejemplo, el primer intento de David de trasladar el arca a Jerusalén fracasó (cf. 2 Samuel 6,1-11)
porque no se realizó kammi$pa+ (“como es debido”); en cuanto se cumplió el mandato de Dios de que los
levitas portarán el arca (Deuteronomio 10,8; cf. 1 Crónicas 15,2s.15), ya no hubo inconveniente (1
Crónicas 15,26).
Por ejemplo, cf. 2 Crónicas 23,18
Yehoyadá puso centinelas en la Casa de Yahweh, a los órdenes de los sacerdotes y levitas que David
había distribuido en la Casa de Yahweh, conforme a lo escrito en la Ley de Moisés, para ofrecer los
holocaustos con alegría y cánticos, según las disposiciones de David.
El cronista está empeñado en ofrecer una imagen de una monarquía benevolente y cercana al pueblo. Los
reyes:
− Suelen convocar asambleas populares (cf. 1 Crónicas 12,39s; 13,1s; 15,3.11.25; 23,2; 28,1; 2
Crónicas 5,2s; 15,9s; 20,4; 23,20; 30,1s; 34,29s).
− Consultan frecuentemente con los jefes del pueblo (cf. 2 Crónicas 20,21; 32,3).
− Se preocupan por el bienestar religioso,24 cúltico,25 jurídico26 y político27 de toda la nación.
− Los actos de opresión y de abuso de poder de la institución contra el pueblo están casi eliminados
de esta Obra:
▪ Por ejemplo, con relación a Salomón, en 1 Crónicas 29,22-25 se silencian
absolutamente los asesinatos cometidos por Salomón con ocasión de su “ascensión
al trono” (cf. 1 Reyes 2). En 2 Crónicas 2,16-17 –en consonancia con 1 Reyes
9,20-22 y en contraste con 1 Reyes 5,27-30– limita la imposición de trabajos
forzados sólo a los residentes extranjeros.
▪ Sólo raras veces se mencionan las medidas represivas tomadas por diversos reyes
(cf. 2 Crónicas 16,10; 24,22).
Según R. ALBERTZ,28 “el cronista trató de presentar teológicamente a la monarquía davídica como una
institución abierta al consenso, sin caer de nuevo en los errores de la antigua teología monárquica, que
exaltaba desmesuradamente el poder real mediante su vinculación ideológica con el poder de Dios”.

24 Cf. por ejemplo, 2 Crónicas 17,7-9: preocupación de Josafat por la instrucción del pueblo en los principios y
valores de la Torá. Ceremonias de “Renovación de la Alianza” propiciadas por los reyes: 2 Crónicas 15,8-15; 29,5-
11; 34,29-32.
25 Por ejemplo, ver la preocupación por la conservación del Santuario: 2 Crónicas 24,4s; 29; 31,2s; 34,8s o las
generosas ofrendas para el culto: 2 Crónicas 30,24; 35,7.
26 Por ejemplo, Josafat y la Reforma de la Administración de Justicia: 2 Crónicas 19,4b-11.
27 Por ejemplo, construcción de “fortalezas” para garantizar la protección del pueblo: 2 Crónicas 11,5-12; 14,5s;
17,2.12s; 26,9s; 27,3s; 32,5s; 33,14.

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Los sucesores davídicos son ejecutores de la soberanía de Yahweh sobre Israel:

Cf. por ejemplo, 1 Crónicas 28,5
Y entre todos mis hijos ‒pues Yahweh me ha dado muchos hijos‒ eligió a mi hijo Salomón para que se
siente en el trono del reino de Yahweh sobre Israel.

EL REINADO ES DE YAHWEH:
Cf. 1 Crónicas 17,14 (=/= 2Sa 7,16); 29,23; 2 Crónicas 9,8;13,8:
2 Crónicas 13,8 (Contra Jeroboam y “todo Israel”)
¿Y ahora tratáis vosotros de poner resistencia al reino de Yahweh, que está en manos de los hijos de
David, porque vosotros sois una gran muchedumbre? Pero tenéis los becerros de oro que Jeroboam os
puso por dioses.
Así podía negar a los “hermanos del norte” toda legitimación de autonomía nacional (cf. 2 Crónicas
13,5.8) sin tener que “endiosar” a la casa de David.

Relación con el “Reino del norte”

No se ocupa del Reino del Norte en sí mismo. Si se menciona algún episodio, es porque tiene relación con
Judá. Esto sería comprensible si se acepta la hipótesis de una composición de la obra en el marco de un
serio conflicto de cara a los samaritanos.
Los autores que no admiten un objetivo claramente “antisamaritano” de Crónicas29 objetan:
 La obra propone una concepción “panisraelita”: cf. 1 Crónicas 5 y 7.
 En el contexto de la división del reino menciona algunos acercamientos con los hermanos del
norte: 2 Crónicas 15,8-15 (reforma religiosa de Asá); 2 Crónicas 19,4 (reforma jurídica de
Josafat); 2 Crónicas 28,5-15 (prisioneros judíos devueltos por los israelitas); 2 Crónicas 30,5 y
31,1 (israelitas que acuden a Jerusalén en el marco de la reforma de Ezequías); 2 Crónicas 34,9
(israelitas aportan para la reconstrucción del Templo bajo Josías).
 Destaca la invitación extendida a los israelitas al santuario de Yahweh tras la desaparición del
reino del norte (2 Crónicas 30,1-14).

Pero ALBERTZ observa que todo esto no hace más que corroborar la pretensión judía de monopolizar la
conducción del pueblo. Sobre todo, tras el “cisma” no quedaba otro camino para tratar de reconducir a
Jerusalén a los israelitas del norte, claramente orientados hacia Garizim. La rigurosa actitud reflejada en
los libros de Esdras y Nehemías resultaba inapropiada e inoperante.

Los profetas
La obra introduce frecuentemente distintas figuras del profetismo.
También alude no pocas veces a imágenes y expresiones de los escritos proféticos.30
Pero no se detectan en Crónicas los anuncios proféticos incondicionales –sean de condena o de salvación–
sino que todos los anuncios de Crónicas son “condicionales”:
2 Crónicas 20,20
Josafat, puesto en pie, dijo: «¡Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén!
Tened confianza en Yahweh vuestro Dios y estaréis seguros;
tened confianza en sus profetas y triunfaréis».

28 R. ALBERTZ, “El ideal teocrático de los letrados (Libros de las Crónicas)”, en: Id., Historia de la Religión de
Israel... II, 759; en n.44 (Ibid.) menciona la obra de Sarah JAPHET –The Ideology of the Book of Chronicles and Its
Place in Biblical Thought, Frankfurt a.M. (BATAJ 9 1989), 417s– donde la autora subraya con impresionante
documentación la idea de que el concepto teológico de “Teocracia” defendido por el cronista no significa una
divinización sino una democratización de la monarquía israelita.
29 Por ejemplo, R. MOSIS, H. G. M. WILLIAMSON, R. L. BRAUN, S. JAPHET (citados por R. ALBERTZ, Ibid. n. 98, 766)
o G. STEIN –”Die Bücher der Chronik”, en: E. ZENGER (hrsg.), Einleitung in das Alte Testament, 231.
30 2 Crónicas 15,2.7 (cf. Jeremías 29,13s y 31,16; 2 Crónicas 16,9 (cf. Zacarías 4,10); 2 Crónicas 20,7.20 (cf. Isaías
41,8 y 7,9); 2 Crónicas 36,21 (cf. Jeremías 29,10 y Levítico 26,34).

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2 Crónicas 15,2
...salió al encuentro de Asá y le dijo: «¡Oídme vosotros, Asá y todo Judá y Benjamín! Yahweh estará con
vosotros mientras vosotros estéis con él; si le buscáis, se dejará hallar de vosotros; pero si le
abandonáis, os abandonará.

Para el Cronista, los profetas desarrollaron una actividad de exhortación y de advertencia tendiente a
instruir sobre la correcta relación con Dios. Con ello trata de mostrar que la “profecía”, correctamente
interpretada, fue un factor importantísimo en la orientación del pueblo a lo largo de la historia.

Teología de la “Retribución”
En el juicio por los pecados se atiene a lo que se ha dado en llamar la “doctrina de la retribución”, esto es,
la doctrina que trata de probar que hay una correspondencia exacta entre la conducta humana y la
retribución divina.
Esto, tal vez, con el objeto de mostrar que la historia de Israel no estaba marcada por una inexorable
fatalidad –como parecía surgir de algunos párrafos de la historia deuteronomista31– sino que cada rey,
cada generación, cada persona podía configurar su destino mediante una sincera y confiada “búsqueda”
de Yahweh.
Por ejemplo, cf. 2 Crónicas 15,15 (reforma de Asá)
Y todo Judá se alegró con motivo del juramento, porque de todo corazón había prestado el juramento, y
con plena voluntad había buscado a Yahweh. Por eso él se dejó hallar de ellos; y le dio paz por todas
partes.
La obra destaca el valor y la gravedad de las decisiones personales de abandono confiado en el Señor:32
2 Crónicas 16,7-9
En aquel tiempo el vidente Jananí fue donde Asá, rey de Judá, y le dijo: «Por haberte apoyado en el rey
de Aram, y no haberte apoyado en Yahweh tu Dios, por eso se ha escapado de tu mano el ejército del rey
de Aram. v.8 ¿No eran un ejército numeroso los etíopes y los libios, con carros y una muchedumbre de
hombres de carro? Y, sin embargo, por haber puesto tu confianza en Yahweh, él los entregó en tu mano.
v.9 Porque los ojos de Yahweh recorren toda la tierra, para fortalecer a los que tienen corazón entero
para con él. Has procedido neciamente en esto, y por eso de aquí en adelante tendrás guerras»“.
1 Crónicas 22,13; 28,9
2 Crónicas 13,18; 14,6; 15,2.12-15; 21,10; 24,22-26; 25,14-22; 28,6; 32,30.

Himnos cúlticos y cantores

El Cronista tiene predilección por los cantos litúrgicos (cf. 1 Crónicas 16,4-36; 2 Crónicas 6,40-42) y
exalta la función de los cantores del Templo (1 Crónicas 25; 2 Crónicas 5,12-13; 7,6; 20,21; 29,25-30;
30,21; 35,15).33
Sobre todo, se destaca la invitación litúrgica a la alabanza: “Dad gracias a Yahweh, porque es eterna su
misericordia” (2 Crónicas 20,21), que aparece en lugares relevantes de la obra.34
Una de las ideas fundamentales de la “Historia Cronista” es la permanencia inalterable de la misericordia
de Yahweh. La historia de Israel queda sintetizada en el culto del Templo de Jerusalén.

31 Por ejemplo, en referencia al “reino del sur”, el terrible “pecado de Manasés” que durante casi cien años –¡y a
pesar de las reformas de Josías!– llevó a Judá a una ruina inexorable (2 Reyes 23,16).
32 Una verdadera “hermenéutica de la historia” con esta clave se lee en una especie de colección de discursos
proféticos que jalonan la obra: 2 Crónicas 12,5-8; 15,1-7; 19,1-3; 20,14-17.37; 21,12; 24,19-21; 25,7-9.15-16; 28,9-
11; 33,10; 2 Crónicas 36,15-16: v15 “Yahweh, el Dios de sus padres, les envió desde el principio avisos por medio de
sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su Morada. v.16 Pero ellos se burlaron de los mensajeros
de Dios, despreciaron sus palabras y se mofaron de sus profetas, hasta que subió la ira de Yahweh contra su pueblo
a tal punto que ya no hubo remedio”.
33 Cf. Esdras 2,40s; Nehemías 9,4s.
34 Cf. 1 Crónicas 16,34.41; 2 Crónicas 5,13; 7,3.6; cf. Esdras 3,11.

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El llamado “Profetismo tardío”

Zacarías 9-11.12-14; Isaías 24-27

Deutero ¿y Trito-? Zacarías35

Ya en la antigüedad cristiana se decía que Zacarías 9-14 no tenía el mismo autor que Zacarías 1-8 porque
Zacarías 11,12s aparece citado por Mateo 27,9s como sentencia de Jeremías. Y como se consideraba al
evangelista más fiable que un autor veterotestamentario, se concluía que el verdadero autor de Zacarías 9-
14 era Jeremías.
Desde fines del s. XVIII la investigación histórico-crítica ha distinguido con mayor precisión entre
Zacarías 9-11 y Zacarías 12-14. Actualmente, muchos autores los consideran dos escritos originariamente
independientes, cada uno de ellos con su propio título (Zacarías 9,1; 12,1).

DeuteroZacarías
Las naciones que rodean a Israel serán destruidas, mientras que el Señor se instalará en su Templo para
protegerlo (Zacarías 9,1-8). Se espera con ansia su reinado de paz (Zacarías 9,10). Pero en comparación
con los poderes humanos, el reinado de Dios posee características completamente distintas.
El Deuterozacarías, del final de la época persa –¿o comienzos de la época griega36?– y cuyos oráculos
fueron editados a continuación del Zacarías histórico, tras largos años de dominio persa, durante los que
parecía que Yahweh se había despedido del dominio de la historia, parece afirmar que el Señor está
dispuesto a intervenir. Pero anuncia el advenimiento de un “rey de la paz”, en línea con los profetas
críticos de la política violenta (como el así llamado DeuteroIsaías o Isaías 11), con el vocabulario de la
pobreza. En Zacarías 9,9 el rey humano que representa la soberanía de Yahweh es el perfecto “antitipo”
de los soberanos terrestres:
Zacarías 9,9
¡Exulta sin freno, hija de Sión, grita de alegría, hija de Jerusalén! He aquí que viene a ti tu rey: justo él y
victorioso, humilde y montado en un asno, en un pollino, cría de asna...
Su llegada carece de pompa y esplendor. Él es un anî (“pobre”, “humilde”, “humillado”), un sadik
(“justo”), una víctima del poder político que se venía ejerciendo desde siempre. 37 Su soberanía es
radicalmente distinta. Desarmará a su propio pueblo e implantará el reinado universal por el poder de su
palabra (Zacarías 9,10)
Zacarías 9,10
El suprimirá los cuernos de Efraím y los caballos de Jerusalén; será suprimido el arco de combate, y él
proclamará la paz a las naciones. Su dominio irá de mar a mar y desde el Río hasta los confines de la
tierra”.
Este “mesianismo”, con un rey que asume la actitud de los anawim, de las víctimas, parece representativo
de la “teología de los pobres”.38 El pueblo de Jerusalén entona, cuando Jesús entra triunfalmente en la
ciudad, el grito mesiánico “Bendito el que viene en el nombre del Señor” (Salmo 118,26 / Mateo 21,1ss).
El “Rey de los Anawim” estaba allí. La escena de “los Ramos” (Mateo 21,1ss//) remite a este contexto
profético.

35 Cf. R. ALBERTZ, “Interpretación escatológica de la historia en clave de oposición (Zac 9-14)”, en: Id., Historia de
la Religión de Israel... II, 788-794.
36 Zacarías 9,1-8: ¿se refiere a la marcha de Alejandro Magno a través del Oriente Próximo?
37 Si bien sistemáticamente se traduce el vocablo hebreo nô$f( como “victorioso” algunos exégetas (como se trata
de un participio niphal del verbo ya$f( –“salvar”–) lo traducen como “salvado”. Así, R. ALBERTZ afirma a propósito
de este pasaje: “es un rey …que como los justos oprimidos, también él necesita la salvación que viene de Dios
(nô$f()” (R. ALBERTZ, “Interpretación escatológica de la historia en clave de oposición (Zac 9-14)”, en: Id., Historia
de la Religión de Israel... II, 790).
38 La situación de Judá en la época persa hace ya germinar la “teología de los pobres”, de la pequeñez humana, de la
humildad, de la piedad de los anawim, de los que se vuelven incondicionalmente a Dios. A ellos se dirigirá la primera
bienaventuranza de Jesús (Mateo 5,3). Hay continuas referencias a ellos en los Salmos: 18,28; 69,30; 74,19.21; 76,10;
86,1s.; 132,15; 140,30; sobre todo, 9 y 10. Cf. R. ALBERTZ, “La «espiritualidad de los pobres» en los círculos de clase
baja”, en: Id., Historia de la Religión de Israel... II, 701-709.

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En un impresionante –aunque por momentos enigmático– final, condenará radicalmente a los grupos
dirigentes (los “pastores”): Zacarías 11,17 (cf. Zacarías 10-11).

¿TritoZacarías?
Se suelen distinguir cinco secciones en el llamado TritoZacarías (Zacarías 12-14): 12,2-6; 12,9-13,1;
13,2-6; 13,7-9; 14,1-21, que –prescindiendo de 12,9-13,1– tienen una orientación estrictamente
escatológica, sin referencia alguna a datos históricos concretos.
Llega a su culminación en su visión de la glorificación escatológica de Jerusalén, dándole al conjunto de
la obra un final salvífico. El así llamado TritoZacarías se imagina la nueva gloria de Jerusalén, purificada,
sin impurezas, convertida en el refugio del “Resto” santo (13,7-9) y sede de la realeza universal de
Yahweh (cf. Zacarías 14,2.5.9ss).
Zacarías 14,5-10
Y huiréis al valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Yasol; huiréis como huisteis
a causa del terremoto en los días de Ozías, rey de Judá. Y vendrá Yahweh mi Dios y todos los santos con
él. 14:6 Aquel día no habrá ya luz, sino frío y hielo. 14:7 Un día único será –conocido sólo de Yahweh–:
no habrá día y luego noche, sino que a la hora de la tarde habrá luz. 14:8 Sucederá aquel día que
saldrán de Jerusalén aguas vivas, mitad hacia el mar oriental, mitad hacia el mar occidental: las habrá
tanto en verano como en invierno. 14:9 Y será Yahweh rey sobre toda la tierra: ¡el día aquel será único
Yahweh y único su nombre! 14:10 Toda esta tierra se tornará llanura, desde Gueba hasta Rimmón, al sur
de Jerusalén. Y ésta, encumbrada, será habitada en su lugar, desde la Puerta de Benjamín hasta el
emplazamiento de la antigua Puerta, es decir, hasta la Puerta de los Ángulos, y desde la torre de Jananel
hasta los Lagares del rey”.

A Jerusalén se subirá año tras año para adorar al rey YAHWEH y a celebrar la fiesta de los Tabernáculos
(14,16ss),39 que ahora era una fiesta de la realeza de Yahweh:40
Zacarías 14,16
Y todos los supervivientes de todas las naciones que hayan venido contra Jerusalén subirán de año en
año a postrarse ante el Rey Yahweh Sebaot y a celebrar la fiesta de las Tiendas.

El Nuevo Testamento recurrirá frecuentemente a 2 y 3 Zacarías:

❑ Los oráculos sobre la manifestación del rey-pobre: 9,9ss. [cf. Mateo 21,4ss].
❑ Sobre el pastor rechazado por el pueblo: 11,4-7 [cf. Mateo 27, 3-10].
❑ Sobre la misteriosa figura del “traspasado”: 12,10ss., esp. v. 10
[cf. Juan 19,37 y Apocalipsis 1,7].
❑ Sobre el pastor herido: 13,7-9 [cf. Mateo 26, 31].

39 Tabernáculos es ahora una fiesta de la realeza de Yahweh ¿acaso porque la solemnidad de Año Nuevo –que
rememora la entronización del rey, o de Dios Rey– había sido acoplada a la de los Tabernáculos?
40 ¿Porque se habría acoplado a ella la fiesta del Año Nuevo, que rememoraba la entronización del rey?

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