Está en la página 1de 11

ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC.

CLAUDIA MENDOZA 1

LA CAÍDA DE BABILONIA
Y EL FINAL DEL EXILIO

La caída de Babilonia
Babilonia amenazaba con desintegrarse tras la muerte de Nabucodonosor.1
El Imperio Medo, que había sido aliado
de Babilonia en la destrucción de Asiria,
era ahora su enemigo más peligroso.
Aliados con los lidios, controlaban la
Anatolia y, al este de Mesopotamia, el
territorio de los persas y todo el Irán.
Por eso, Nabû-na’id (“Nabonido”),
último rey de Babilonia ‒que accedió al
trono caldeo tras una revuelta por los
numerosos conflictos entre los diversos
clanes religiosos, unos, adoradores de
Marduk, otros, del dios luna Šin‒ celebró
el estallido de una sublevación en el
Imperio Medo.
El jefe de la insurrección fue Ciro el
persa, rey vasallo de Ansán, en el sur del actual Irán. Ciro pertenecía a la dinastía de los Aqueménidas,
emparentada con los reyes medos.2

La situación en Babilonia era desesperante: las guerras y la actividad constructora de Nabucodonosor y de


su yerno Neriglisar habían producido una tremenda inflación. Los medos controlaban las rutas hacia el
este y el norte. La grave situación económica del país y la oposición política de sectores influyentes,
habían decidido a Nabû-na’id (Nabonido), hacia el 550, a trasladar su capital hacia el “oasis de Temá”, en
el desierto de Arabia, ubicado sobre la gran ruta comercial entre Siria y Arabia, más o menos a medio
camino entre Damasco y la Meca. En Babilonia había dejado a su hijo Bêl-sar-usur (el “Baltasar” de
Daniel 5,22, 7,1 y 8,1) al frente del gobierno.

1
Nabucodonosor murió en el 562 y lo sucedió su hijo Amel Marduk (= “adorador de Marduk”, pero en la Biblia
aparece desfigurado como Evil Merodak –léase (evil-me)orar– esto es “necio-maldito”, pero no como denigración
del rey sino de Marduk). Poco se sabe de este rey, que sólo reina dos años y muere en una revolución.
La información más importante que tenemos sobre él proviene de la Biblia, cf. 2 Reyes 25,27-30:
“En el año 37 de la deportación de Joaquín, rey de Judá, en el mes doce, el veintisiete del mes, Evil Merodak, rey de
Babilonia, hizo gracia, en el año en que comenzó a reinar, a Joaquín, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel. v28 Le
habló con benevolencia y le dio un asiento superior al asiento de los reyes que estaban con él en Babilonia. v29
Joaquín se quitó sus vestidos de prisión y comió siempre a la mesa en su presencia, todos los días de su vida. v30 Le
fue dado constantemente su sustento de parte del rey, día tras día, todos los días de su vida”.
Tras la muerte de Amel Marduk, asume el yerno de Nabucodonosor, Nergal-sar-usur (560-556), más conocido por la
forma griega del nombre Neriglisar (el “Nergalsar éser” de Jeremías 39,3). Su ascensión al trono parece haberse
debido al apoyo de los sacerdotes de Marduk, desfavorecidos bajo el gobierno de Amel Marduk. Neriglisar favoreció
el culto a Marduk y a Nabû, hijo de Marduk, pero encontró oposición entre los sacerdotes del dios Šin de Ur. Hacia el
557/6 –su tercer año de gobierno– Neriglisar emprendió una campaña contra Cilicia, que lo llevó al borde de Lidia.
Después de un éxito inicial, fue derrotado y regresó a Babilonia. Murió en el 556, tal vez en conexión con algún
movimiento rebelde.
Su hijo intentó subir al trono, pero se lo impidió una rebelión de oficiales, que entronizó Nabû-na’id (Nabonido), un
diplomático enviado por Nabucodonosor a las negociaciones entre Medos y Lidios en el 585, por lo tanto, alguien
que no era de la casa real.
2 Los persas fueron un pueblo Indoeuropeo que acababa de instalarse en Elam. Luego de que Assurbanipal acabara

con la antigua dinastía elamita, a mediados del siglo VII, se afirmó la casa real persa con Hajmanis –Ajemenes en la
forma griega, de donde proviene la designación “aqueménidas”–. Su hijo recibió el título de “rey de Ansán” (Ansán
era uno de los principados del reino de Elam). Cuando surgió el reino de Persia, el rey medo dio a su hija en
matrimonio al tercer rey de la dinastía aqueménida de Ansán llamado Cambises. De este matrimonio nacía Ciro.
Mapa tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Media_(Cercano_Oriente)

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 2

Esto le permitió no sólo alejarse de los centros de poder sino también poder controlar el comercio en una
estratégica vía internacional.3 Muchas delegaciones de diversos países llegaban hasta Nabonido para
comerciar. Hasta recibió delegaciones de Medos, que habían sucumbido ante Ciro.
Pronto Nabonido tendrá que lamentar haberse aliado con Ciro.
❑ Hacia el 550, Ciro había conquistado Ecbáctana, capital de Media, destronando a su rey y
anexándose el vasto Imperio Medo. Inmediatamente emprendió una serie de campañas
que sembraron terror por todas partes.
❑ Al año siguiente era dueño de la franja este del Tigris, y siguió su marcha hacia
occidente, en dirección a Lidia.
❑ Hacia el 547/46 cayó sobre Lidia (mitad occidental de la actual Turquía), la conquistó y
la incorporó a su Imperio.

Babilonia tuvo todavía unos años de respiro.


Parece que Ciro dedicó estos años a ensanchar su territorio hacia el este, llegando hasta el valle del Indo.
Con unos pocos golpes rápidos había creado un gigantesco Imperio, mucho más extenso que ningún otro
hasta entonces conocido. Pero era evidente para todos que Babilonia estaba perdida, y que sólo era
cuestión de tiempo.
Probablemente a causa de la amenaza persa es que Nabonido volvió a Babilonia, tras diez años de
estancia en Temá (años durante los que, por la ausencia del rey, se había dejado de celebrar la fiesta anual
de Año Nuevo en honor a Marduk, lo que indignaba profundamente a buena parte de pueblo y, sobre
todo, a la casta sacerdotal de Babilonia). El gobierno del débil Bêl-sar-usur se estaba desintegrando.
Hacia el 546, con los campesinos empobrecidos y los campos abandonados, Babilonia sufría hambre y
ruina. La caída de Babilonia se produjo rápidamente y con asombrosa facilidad. Dividida internamente no
tenía ya fuerzas para oponerse. Los sacerdotes de Marduk ya simpatizaban con Ciro antes de que entrara
en Babilonia, esperando que los liberara del “apóstata” Nabû-na’id (“Nabonido”) y restaurara el culto
tradicional a Marduk. Nabonido, hijo de una gran sacerdotisa del dios Šin de Harrán, a causa de sus
innovaciones religiosas, había perdido la confianza de su pueblo que, en buena parte, ansiaba de
deshacerse de él.4

El general babilonio Gobrias (“Gubaru”), gobernador de la provincia de Elam, se había pasado a Ciro y
había comenzado a llevar a cabo acciones preliminares contra su patria. Dentro de Babilonia había
pruebas de pánico (cf. Isaías 41,1-7; 46,1 “Bel se desploma, Nebó se derrumba...”) y de extremo
descontento. Se podía vislumbrar la caída.
Los ejércitos persas se habían concentrado en la frontera y, con la llegada del verano, comenzó el ataque.
En octubre del 539, Gobrías tomó Babilonia sin lucha. Nabonido, que había huido, fue hecho prisionero,
y luego, enviado al exilio. Unas semanas más tarde, el 29 de octubre del 539 a. C., el mismo Ciro entraba
triunfalmente en Babilonia, sin luchar y rodeado de júbilo.
Según su propia inscripción fue recibido por los babilonios como un liberador, mostrándoles la más alta
consideración. Se podría considerar esto como propaganda si no fuera que, tanto la “Crónica de
Nabonides” como la llamada “narración en verso de Nabonides” cuentan, en gran parte la misma
historia.5

3
El traslado de NABÛ-NA’ID (“Nabonido”) a Arabia se suele interpretar como un acto de locura. La leyenda de
Daniel 4,28-33 sobre la locura de Nabucodonosor aparece claramente como una transferencia a éste de una tradición
judía surgida de la historia de Nabonido. Pero probablemente, más que de un acto de locura, se habría tratado de un
acto de estrategia geopolítica con intereses económicos.
4
A pesar de su nombre –que lleva el teóforo “Nabû”, por el dios hijo de Marduk– Nabonido relegó a un segundo
plano la antigua religión de Babilonia, centrada en Marduk desde la época de Hammurapi, y favoreció el culto al dios
lunar Sin, que tenía dos centros importantes de adoración: UR en la baja Mesopotamia y HARRÁN en el norte de Siria.
Estas innovaciones de Nabonido en materia religiosa –aunque detrás de esto haya también intereses económicos
(¿captar la simpatía de arameos y árabes, cuya religión estaba vinculada a los cultos lunares? ¿fomentar el culto al
dios de Harrán, fundamental por su ubicación que la hacía un lugar central para el comercio?)– provocarán una tenaz
oposición que terminará por derrumbar al Imperio Caldeo.
5
Cf. PRITCHARD, Ancient Near Eastern Texts (ANET), 306, 314-316.

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 3

Cilindro de arcilla encontrado en Babilonia

Celebra la entrada de Ciro y el hecho de que restableciera e Marduk como dios supremo,
mientras que Nabónides había preferido a Šin.

«Marduk, el gran señor, el que cuida de sus gentes, vio con alegría sus buenas acciones y
su recto corazón. Le ordenó ir a Babilonia, le hizo tomar el camino de Babilonia; caminó
a su lado como un amigo y compañero. Sus tropas numerosas, incontables como (las
gotas) de agua de un río, avanzaban a su lado ceñidas con sus armas. Le hizo entrar en
Babilonia sin combate ni lucha. Salvó de la dificultad a su ciudad, Babilonia. Entregó en
su mano a Nabónides, rey que no le temía. Todas las gentes de Babilonia, la totalidad del
país de Sumer y Acad, los príncipes y gobernadores se inclinaron a su(s) pie(s), besaron
su(s) pie(s), se alegraron (por) su realeza. Sus rostros resplandecieron. Alabaron con
gratitud al señor, que con su ayuda hizo vivir a los dioses muertos, (y) había salvado a
todos los dioses del apuro y tribulación, y celebraron su nombre».

Los babilonios estaban más que deseosos de un cambio.


Además, la tolerancia era una de las características de Ciro. Ni Babilonia ni las ciudades
vecinas fueron destruidas. Se ordenó a los soldados persas que respetaran los
sentimientos religiosos de la población. Continuó el culto a Marduk, en el que participó
públicamente el mismo Ciro, quien, tomando la mano del dios, proclamó que gobernaba
por designación divina como rey legítimo de Babilonia.6
Ciro instaló allí a su hijo Cambises, como su representante personal.

Política de Ciro
El “Edicto de Restauración”
En relación con los pueblos sometidos, los reyes de Media y de Persia adoptaron una política
completamente nueva. Se acabaron las deportaciones a tierras lejanas y los intentos de diluir el
componente étnico de los pueblos sometidos. Se anularon los decretos que limitaban la libertad religiosa
y el culto, se devolvían a los países de origen las estatuas de los dioses y los objetos sagrados que habían
sido llevados a Babilonia. Por eso no sorprende que –según afirman las fuentes bíblicas– uno de los
primeros actos del reinado de Ciro en Babilonia (538) haya sido emitir un decreto ordenando la
reconstrucción del Templo de Jerusalén.7.

El así llamado “Edicto de Ciro”


En las Sagradas Escrituras se encuentran dos versiones del “edicto”:

1. Una en 2 Crónicas 36,22-23 [= Esdras 1,2 (en hebreo)] y aparece en el contexto de los
primeros repatriados:
“En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra de Yahweh,
por boca de Jeremías, movió Yahweh el espíritu de Ciro, rey de Persia, que mandó
publicar de palabra y por escrito en todo su reino: v.23 «Así habla Ciro, rey de Persia:
Yahweh, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. El me ha

6 Imagen tomada de: https://images.app.goo.gl/LRBMAUrAdaLW2CdJA


7
Ciertamente que se discute acerca de la autenticidad del edicto tal como lo transmite el libro de Esdras, pero lo que
no se discute es la verosimilitud fundamental de la medida. Al respecto dice A. SOGGIN: “De hecho parece poco
verosímil que Ciro, en el primer año de su reinado … se ocupase de manera particular de un ángulo remoto y
reducido de su imperio, una región que nunca había visitado. Por otra parte, es posible que el edicto tenga su origen
en un formulario estándar, en el que el funcionario encargado escribía de vez en cuando el nombre del pueblo y del
país al que se refería, y por tanto que el texto relativo a los judaítas y a Judea no fuese otra cosa que el producto de la
ejecución detallada de la línea política general” (A. SOGGIN, Nueva historia de Israel. De los orígenes a Bar Kochba,
Bilbao [Desclée de Brouwer 1997], 331-332).

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 4

encargado que le edifique una Casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros
pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él y suba!»

2. Otra en Esdras 6,3-5 (en arameo), conservada en el contexto de una correspondencia entre
la corte persa y el sátrapa que estaba al frente de la provincia «Transéufrates», que no
hace referencia a una “repatriación”:
Esdras 6,3-5 «El año primero del rey Ciro, el rey Ciro ha ordenado: “Casa de Dios en
Jerusalén”: «La Casa será construida como lugar donde se ofrezcan sacrificios y sus
fundamentos quedarán establecidos. Su altura será de sesenta codos, su anchura de
sesenta codos. v.4 Habrá tres hileras de piedras de sillería y una de madera. Los gastos
serán costeados por la casa del rey. v.5 Además, los utensilios de oro y plata de la Casa
de Dios, que Nabucodonosor sacó del santuario de Jerusalén y se llevó a Babilonia,
serán restituidos, para que todo vuelva a ocupar su lugar en el santuario de Jerusalén y
vuelva a ser colocado en la Casa de Dios.

La “restauración” posibilitaría la reconstrucción del Templo de Jerusalén, centro que polarizaría


‒según Esdras, Ageo y el así llamado ProtoZacarías (Zacarías 1-8)‒ la esperanza de los
exiliados.8. El así llamado “DeuteroIsaías” describirá al Dios de Israel honrando a Ciro con el título de
“ungido de Yahweh” (45,1)9 y diciéndole: “Tú eres mi pastor”, “harás lo que yo quiera” cuando ordenes a
Jerusalén “¡Serás reedificada” y al Templo: “¡Serás Fundado!” (cf. 44,28).

8
Cf. R. ALBERTZ, “Apertura a un nuevo comienzo”, en: Id., Historia de la Religión de Israel en tiempos del Antiguo
Testamento II, Madrid (Trotta 1999), 528-566. Los especialistas se suelen inclinar a sospechar que, en realidad, sólo
se habría llegado a una repatriación a escala mayor bajo el reinado de Darío I (521-489), desencadenada, quizás, por
los levantamientos que comenzaron a estallar en Babilonia a partir de la muerte de Cambises II, aplastados con toda
dureza por Darío I en los años 522/521.
9 Dice Ulrich BERGES: “Si bien los gola celebraron a Ciro como libertador, y hasta como «ungido» de Yhwh (44,28;

45,1), el persa hizo florecer de nuevo el culto a Marduk. Aquí se separaban los intereses de los teólogos de Israel en
el exilio y de la casta sacerdotal babilónica. Las elevadas expectativas de la comunidad en el exilio, que se expresan
en Is 40-48, solo se cumplieron en parte, pues, si bien el imperio neobabilonio había sido derrotado, sus dioses no
habían perdido nada de su poder.” (Id., Isaías. El profeta y el libro, Estella (Verbo Divino 2011, 40).

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 5

EL LLAMADO “POST-EXILIO”
JUDÁ BAJO LOS PERSAS
Zorobabel, Josué y la vuelta de los primeros desterrados.
Ageo y el Proto-Zacarías.

La historia de Judá es importante en este período no sólo por el proceso de restauración postexílica sino
también por la composición de muchos libros bíblicos y por la redacción final de otros. Se trata de uno de
los períodos más productivos y creativos de la historia de Israel.
En esta época también se ponen las bases que habrían de marcar con carácter propio la posterior religión
judía, lo que se ha dado en llamar el “judaísmo” –esa manera de vivir centrada en la Torá, en la
pertenencia a una raza, en la observancia del sábado, de la circuncisión, de rígidas prescripciones
alimenticias, en un estrictísimo monoteísmo, en la centralidad del Templo–.
Pero a la vez aparecen también importantes corrientes teológicas alternativas (la “sacerdotal”. La
“deuteronomista”, la del “cronista”, la “sapiencial”, la “profética”, la “hímnica”) que se mezclan, se
contraponen, se entrecruzan, se enfrentan, dando como resultado un panorama de lo más heterogéneo.

PRIMERA ETAPA (ca 538-400)


Ageo - ProtoZacarías (Zacarías 1-8). Cf. Esdras 1-6

Liberación de los exiliados judíos


Primeras caravanas. El mandato de reconstruir el templo10

Una primera caravana de judíos retornaba a Judá. Uno de los objetivos claros que movilizó a los
deportados para volver habría sido la reconstrucción del Templo de Jerusalén.
La versión del “edicto de Ciro” que aparece en Esdras 6,3-5 contiene dos datos significativos:
1. Los gastos de la construcción del templo corren por cuenta de la “casa del rey” (= la
administración persa);
2. Se devuelven lo utensilios del Templo llevados por NABUCODONOSOR a Babilonia (cf. el
inventario en Esdras 1,9-11a):
Esdras 6,3-5
«El año primero del rey Ciro, el rey Ciro ha ordenado: “Casa de Dios en Jerusalén”: «La
Casa será construida como lugar donde se ofrezcan sacrificios y sus fundamentos quedarán
establecidos... Los gastos serán costeados por la casa del rey. v.5 Además, los utensilios de oro
y plata de la Casa de Dios, que Nabucodonosor sacó del santuario de Jerusalén y se llevó a
Babilonia, serán restituidos, para que todo vuelva a ocupar su lugar en el santuario de
Jerusalén y vuelva a ser colocado en la Casa de Dios.

Ciro encomienda la tarea a Šesbasar (Esdras 1,8; 5,14.16; el nombre es babilonio), que es
llamado “el príncipe para Judá” y lleva el título de “gobernador”. Judea no es autónoma, sino
que depende directamente de la administración persa.

¿Regresaron muchos judíos del exilio?


Esdras 2 y Nehemías 7 mencionan un elevadísimo número de personas que habrían regresado.
Pero no parece en realidad que haya habido tanto fervor por retornar, al menos al comienzo.
De hecho, después de más de cincuenta años de residencia en Babilonia, prácticamente sólo
quedaban descendientes de los deportados, quienes, en general, ya instalados en Babilonia, no

10
Cf. R. ALBERTZ, “Desarrollos político-sociales durante el período persa”, en: Id., Historia de la Religión de Israel
II, 576-588.

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 6

tenían demasiado interés en volver y abandonar sus propios bienes, sobre todo atendiendo a la
situación de extrema pobreza que imperaba en Judea. Tampoco los residentes en Judá habrían
visto con buenos ojos la llegada masiva de desterrados, que podrían pretender reclamar sus
derechos sobre sus antiguas posesiones.
La conquista de Babilonia por Ciro en el 539 no supuso para los judíos exiliados ni para los
supervivientes de Palestina el cambio triunfal que esperaban, tal como lo había predicho el
grupo del DeuteroIsaías.
Además de Šesbasar, el libro de Esdras menciona a otros dos personajes al frente de la
comunidad de repatriados: Zorobabel –nieto del rey Joaquin, de ascendencia davídica– y el
Sumo Sacerdote Josué (cf. Esdras 2,2; 3,2s).
Ambos iniciarán finalmente la reconstrucción del Templo con una ceremonia cultual:
Esdras 3,3-6
Erigieron el altar en su emplazamiento, a pesar del temor que les infundían los pueblos de la
tierra, y ofrecieron en él holocaustos a Yahweh, holocaustos de la mañana y de la tarde; v.4
celebraron la fiesta de las Tiendas, según está escrito, con el número de holocaustos cotidianos
establecidos según el rito de cada día; v.5 después, ofrecieron el holocausto perpetuo y los de
los sábados, novilunios y todas las solemnidades consagradas a Yahweh, además de lo que
cada uno quería ofrecer voluntariamente a Yahweh. v.6 Desde el día primero del séptimo mes,
comenzaron a ofrecer holocaustos a Yahweh, aunque no se habían echado todavía los
cimientos del santuario de Yahweh.
Esdras 3,10
En cuanto los albañiles echaron los cimientos del santuario de Yahweh, se presentaron los
sacerdotes, revestidos de lino fino, con trompetas, y los levitas, hijos de Asaf, con címbalos,
para alabar a Yahweh según las prescripciones de David, rey de Israel.

Pero las obras no avanzaban con la velocidad esperada.


Según la versión del Libro de Esdras la demora fue provocada por la resistencia de los vecinos,
especialmente los samaritanos. Los samaritanos, todavía dueños de cierta autoridad
administrativa sobre Jerusalén, en un principio quisieron participar de la reconstrucción del
Templo. Al ser rechazados por los judíos, trataron de poner obstáculos a las tareas. Sus
gestiones ante el gobierno persa culminaron con el éxito, y las obras se paralizaron por un
tiempo considerable:
Esdras 4,1-5
Cuando los enemigos de Judá y de Benjamín se enteraron de que los deportados estaban
edificando un santuario a Yahweh, Dios de Israel, v.2 se presentaron a Zorobabel, a Josué y a
los cabezas de familia, y les dijeron: «Vamos a edificar junto con vosotros, porque, como
vosotros, buscamos a vuestro Dios y le sacrificamos, desde los tiempos de Asarjaddón, rey de
Asiria, que nos trajo aquí». v.3 Zorobabel, Josué y los restantes cabezas de familia israelitas les
contestaron: «No podemos edificar juntos nosotros y vosotros una Casa a nuestro Dios: a
nosotros solos nos toca construir para Yahweh, Dios de Israel, como nos lo ha mandado Ciro,
rey de Persia». v.4 Entonces el pueblo de la tierra se puso a desanimar al pueblo de Judá y a
meterles miedo para que no siguiesen edificando; v.5 y sobornaron contra ellos a algunos
consejeros para hacer fracasar su proyecto; así durante todo el tiempo de Ciro, rey de Persia,
hasta el reinado de Darío, rey de Persia.

Que el proyecto de reconstrucción del Templo tenía connotaciones políticas lo refleja el


descontento de Tattenay, sátrapa de Transeufratina y sus colaboradores, que se presentaron en
Jerusalén para comprobar personalmente el permiso de obras (cf. Esdras 5,3-17). Probablemente
el progreso de las obras desató entre los judíos nacionalistas encendidas esperanzas de una

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 7

auténtica revolución en la política mundial y un mar de expectativas de restauración nacional y


de la dinastía davídica, todo esto alimentado por algunos profetas como Ageo y Zacarías.11

De Ciro a Darío I
Ciro había logrado tener en sus manos el imperio más grande que se conocía hasta el momento:
anexó los imperios de Media, Lidia y Babilonia, además de incorporar nuevos territorios con sus
campañas.
Administrativamente, organizó el imperio en veinte “satrapías”. Pero el monarca muere
sorpresivamente en una acción de ataque contra invasores del Noroeste. Antes de marchar a la
guerra había dejado a Cambises, el príncipe heredero, como rey de Babilonia.
Hacia el 530, Cambises se lanza a la conquista de Egipto, el último de los cuatro imperios
todavía fuera del control persa, y que mantenía importantes relaciones comerciales con Grecia.
Hacia el 525, Cambises ya está en Menfis. Si bien no puede conquistar Cartago ni Etiopía,
Egipto queda constituido como la VI Satrapía, con capital en Menfis y el límite sur en la isla de
Elefantina, donde se establecen muchos judíos mercenarios. Mientras tanto, en el imperio había
estallado una rebelión encabezada por uno de sus hermanos. Había gran descontento por los
pesados tributos impuestos en el imperio y por las obligaciones militares. En septiembre del
522, Cambises es asesinado por Darío, en el territorio de Media.
Darío es un usurpador, pero desciende también de los aqueménidas por otra línea.
Según se cuenta, su padre Histaspes (en persa Vistapa) había sido quien años antes le diera
hospedaje a Zoroastro en Persia, cuando éste tuvo que huir de su lugar de origen, en las
montañas del noroeste del Irán, por atacar, en nombre de Ahura Mazda, a la religión tradicional
aria. En adelante fue su amigo y protector.12 No extrañará luego que Darío, en sus inscripciones,
ponga todas sus leyes y sus actos bajo el patrocinio de Ahura Mazda. Zoroastro tendrá una
influencia enorme en la Persia clásica y en lo que después se llamará mazdeísmo.
Pocos sátrapas aceptaron la autoridad de Darío
Muchos se rebelaron (Babilonia, Persia, Elam, Media, Asiria; Partia; Egipto), otros quedaron
indiferentes. Pero en un año –entre septiembre del 522 a noviembre del 521– Darío sofocó todos
los focos de rebelión.

La reconstrucción del Templo bajo Darío I13


La predicación de Ageo y Zacarías (Zacarías 1-8)
Transcurrieron unos 15 años de abandono y desazón desde que comenzaron a retornar los
exiliados. La situación económica era desoladora; la integración de los exiliados recién llegados
planteaba serios problemas (cf. Zacarías 5,1-4).14

11
“En el libro de Esdras, de carácter antiescatológico, no se hace ninguna referencia al motivo de la intervención de
Tatenay (5,3s)” (R. ALBERTZ, “Desarrollos político-sociales durante el período persa”, en: Id., Historia de la Religión
de Israel II, n.12 p.580).
12
Para una panorámica sobre el tema de los aqueménidas y Ahura Mazda, cf. Mircea ELIADE, “La religión de los
aqueménidas”, en: Id., Historia de las creencias e ideas religiosas I, Madrid (Cristiandad 1978), 333-336.
13
Cf. R. ALBERTZ, “La vivencia clave de la restauración fracasada”, en: Id., Historia de la Religión de Israel II, 588-
610.
14
A esto se sumaban las objeciones teológicas contra la posible reconstrucción del Templo. En una época de tanta
estrechez económica, todo parecía indicar que aún no había llegado el momento escogido por Dios para acometer
efectivamente una obra semejante (Ageo 1,2). Además, ¿no era verdad que el profeta Jeremías ya había prevenido
contra la ilusión de poner en el Templo esperanzas vanas? Lo importante era empezar por establecer un clima de
justicia social en la comunidad (Jeremías 7,1-15). Dice ALBERTZ: “Todo ello debió de contribuir de una manera
decisiva a que ciertos grupos de entre los que habían logrado sobrevivir en la tierra, influidos por los redactores
deuteronomísticos de Jeremías, atribuyeran prioridad absoluta a la regulación de los problemas sociales y relegaran a
un segundo plano la tarea de reconstruir el templo” (R. ALBERTZ, “Reconstrucción del templo y profecía salvífica a
principios del post-exilio”, en: Id., Historia de la Religión de Israel II, 590-591).

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 8

Era urgente y necesario reavivar los espíritus. Esa será una de las tareas de Ageo y Zacarías.
Con todo su potencial utópico consiguieron motivar no sólo a la clase dirigente sino también al
resto de la población (Ageo 1,2-11).
Esdras 5,1-2
Los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Iddó, empezaron a profetizar a los judíos de Judá y de
Jerusalén, en nombre del Dios de Israel que velaba sobre ellos. v.2 Con esto, Zorobabel, hijo de
Sealtiel, y Josué, hijo de Yosadaq, se decidieron a reanudar la construcción de la Casa de Dios
en Jerusalén: los profetas de Dios estaban con ellos, apoyándoles.
Darío I ratificó el decreto de Ciro sobre la edificación del Templo (Esdras 5,3ss.). Los judíos,
estimulados por la predicación de estos profetas, se decidieron a continuar las obras.
Ageo
Xaggay (= “mi fiesta”)
La colección de oráculos del libro de Ageo se presenta como una especie de «crónica de la
reconstrucción del Templo de Jerusalén». Los oráculos del profeta van marcando las etapas
sucesivas, pero nada dice del final de la reconstrucción, que se llevará a cabo cinco años más
tarde (cf. Esdras 6,14-18). Esto indica que el relato debió quedar ya fijo poco después de las
intervenciones del profeta.
El estilo es incisivo, vigoroso e interpelante.
Intenta poner a los oyentes en actitud de reflexionar en lo que está a punto de ocurrir. Su único
objetivo es incitar a la urgente reconstrucción del Templo que, a sus ojos, adquiere el valor de
un testimonio que hay que dar del reinado universal de Yahweh.
Para Ageo, además, el Templo es, ante todo, garante de la bendición. Así, afirma claramente
que, si el pueblo está pasando graves penurias, es precisamente porque el templo está en ruinas
(Ageo 1,2-9).
Ageo vaticina jubiloso la gloria futura de la casa de Yahweh, fuente de paz (2,1-9).
Se insinúa una renovación de la Alianza Sinaítica (2,5), expresada luego en un sentido dinástico.
Le auguraba a Zorobabel la asistencia incondicional de Yahweh (2,4b.5b).
Ageo 2,4-5
“¡Mas ahora, ten ánimo, Zorobabel, oráculo de Yahweh; ánimo, Josué, hijo de Yehosadaq,
sumo sacerdote, ánimo, pueblo todo de la tierra! oráculo de Yahweh. ¡A la obra, que estoy yo
con vosotros –oráculo de Yahweh Sebaot– v.5 según la palabra que pacté con vosotros a
vuestra salida de Egipto, y en medio de vosotros se mantiene mi Espíritu: no temáis!”
Recordando explícitamente el rechazo de Yoyaquim por Yahweh (Jeremías 22,24-26), Ageo
proclama que la terminación del Templo será el signo de la completa restauración de la
monarquía davídica. Anunciaba lleno de esperanza que estaba a punto de producirse una
intervención de Yahweh que habría de convulsionar al mundo.
Todos los pueblos van a contribuir con su riqueza al esplendor del Templo de Jerusalén (2,6-9).
Se acabarán los poderosos de esta tierra (2,21-22). Entonces, Zorobabel podrá tomar posesión
de su reinado universal como “sello de Dios” (= ¿el garante de la ejecución de las decisiones del
rey Yahweh, el soberano verdadero?) sobre las naciones (2,23).
Ageo 2,20-23
“La palabra de Yahweh fue dirigida por segunda vez a Ageo, el día veinticuatro del mes, en
estos términos: v.21 Habla a Zorobabel, gobernador de Judá y di: Yo voy a sacudir los cielos y
la tierra. v.23 Aquel día –oráculo de Yahweh Sebaot– te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel,
siervo mío –oráculo de Yahweh– y te pondré como anillo de sello, porque a ti te he elegido,
oráculo de Yahweh Sebaot.”.

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 9

Zacarías
Z:karyfh = “Yahweh recordó”

La tradición ha puesto bajo el nombre del profeta ZACARÍAS una colección de 14 capítulos de
géneros literarios muy diversos.

 Los seis primeros capítulos comprenden algunos relatos de visiones –casi todas
“explicadas” por un ángel– entrecortados por algunos oráculos. Van seguidos de un relato
de acción profética y luego por el relato de una consulta sobre el ayuno, que encuadra a
su vez una serie de oráculos.

 El capítulo 9 cambia el estilo: no se nombra a Zacarías, no hay visiones, no aparece la


figura del ángel, y, sobre todo, no se menciona la reconstrucción del Templo ni a Josué ni
a Zorobabel, tan importantes en los capítulos iniciales.
Se trata de una amplia evocación, a veces enigmática, de la intervención de Dios y de la
llegada de la era mesiánica. Por este motivo la crítica ve en los capítulos 9-14 una
segunda fase en la redacción del libro, que recoge los oráculos de un profeta anónimo, al
que se conoce como DEUTEROZACARÍAS.15

ZACARÍAS 1-8
Zacarías 1-8 refleja la intervención histórica del profeta Zacarías, que comienza al mismo
tiempo que Ageo –el segundo año del reinado de Darío– y se prolonga hasta el año cuarto del
noveno mes (fines del 518;16 cf. 7,1).
Ageo y Zacarías –nombrados juntos en Esdras 5,1 y 6,14– hablan en el mismo sentido, pero en
sus respectivos libros no se encuentra ninguna mención de uno sobre el otro.

La llamada noche de las ocho visiones


Zacarías 1,8-6,8.9-15
Después de una primera invitación a volver al Señor,
recordando la época de los padres y sus rebeldías e invitando a
no repetir el rechazo de la palabra de Dios (Zacarías 1,2-6),
Zacarías narra 8 visiones que había recibido durante una
misma noche (1,8-6,8) y una acción profética que debe
cumplir (6,9-15).17
El relato de las “visiones” se ve interrumpido hábilmente por algunos oráculos.
La intervención de Yahweh está siempre mediada por ángeles, entre los que siempre hay uno
que habla con Zacarías y hace las veces de contacto personal, guiándolo y explicándole –a
través de preguntas retóricas y en forma de diálogo– las distintas situaciones en que el profeta se
ve envuelto.

15
La sección se subdivide, a su vez, en dos partes: 9-11 y 12-14 (cf. 9,1 y 12,1). Cada una de estas partes modifica el
mensaje de la anterior aportando nuevos elementos de reflexión y ofreciendo matices teológicos propios. Una lectura
atenta de la obra final permite observar que Zacarías 9-14 parece ser una relectura de los textos más antiguos de
Zacarías 1-8. Esta relectura se habría realizado a fin de modificar el sentido de los textos de Zacarías 1-8 y
reubicarlos de modo que sean significativos en el nuevo contexto social y religioso: ya ha pasado el tiempo de la
restauración y la alegría de habitar de nuevo en la tierra; la generación de los retornados del exilio ha quedado atrás.
Son otros los desafíos y los problemas que la comunidad enfrenta y que requieren una palabra profética: eso es lo que
pretende el DeuteroZacarías.
16
Pero no es nombrado en Esdras 6,15, de lo que se infiere que su actividad ya había concluido al momento de la
inauguración del “Segundo Templo” en el 515 a.C.
17 Imagen tomada de https://images.app.goo.gl/dNEdebPezYZPNGbm7

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 10

La Dedicación del Templo


El Templo termina de ser reconstruido en la primavera del 515, en el año sexto de Darío (Esdras 6,15). En
medio de un gozo incontenible, los judíos celebran la Dedicación del nuevo Templo y luego la Pascua y
los Ázimos:
Esdras 6,15-18
Esta Casa fue terminada el día veintitrés del mes de Adar, el año sexto del reinado del rey Darío. v.16
Los israelitas –los sacerdotes, los levitas y el resto de los deportados– celebraron con júbilo la
dedicación de esta Casa de Dios; v.17 ofrecieron para la dedicación de esta Casa de Dios cien toros,
doscientos carneros, cuatrocientos corderos y, como sacrificio por el pecado de todo Israel, doce machos
cabríos, conforme al número de las tribus de Israel. v.18 Luego establecieron a los sacerdotes según sus
categorías, y a los levitas según sus clases, para el servicio de la Casa de Dios en Jerusalén, según está
escrito en el libro de Moisés”.
Esdras 6,19-22
“Los deportados celebraron la Pascua el día catorce del primer mes;18 v.20 ya que los levitas se habían
purificado como un solo hombre, todos estaban puros; inmolaron, pues, la pascua para todos los
deportados, para sus hermanos los sacerdotes y para sí mismos. v.21 Comieron la pascua los israelitas
que habían vuelto del destierro y todos aquellos que, habiendo roto con la impureza de las gentes del
país se habían unido a ellos para buscar a Yahweh, Dios de Israel. v.22 Celebraron con júbilo, durante
siete días, la fiesta de los Ázimos, porque Yahweh les había llenado de gozo, pues volvió hacia ellos el
corazón del rey de Asiria, para que reafirmase sus manos en las obras de la Casa de su Dios, el Dios de
Israel”.
Llama la atención que Zorobabel desaparezca súbitamente de las fuentes bíblicas y que tampoco
aparezcan rastros ulteriores de la dinastía davídica. ¿Acaso se rebeló a Darío y fue liquidado? ¿O, por el
contrario, ante tamaña excitación mesiánica, habría dado algo así como un paso al costado?19 Tampoco
Ageo ni Zacarías parecen haber participado en los actos solemnes de la consagración del Templo. ¿Es que
el imperio persa intervino para poner fin a sus maquinaciones nacionalistas?

18 Hasta ahora, la historia bíblica ha destacado cuatro grandes liturgias pascuales, relacionadas con el gozo de la
experiencia salvífica:
(1) La de la noche del Éxodo (Éxodo 12).
(2) La de la entrada en la Tierra Prometida (Josué 5,10-12).
(3) La de la renovación de la Alianza bajo Josías (2 Re 23,21-23).
(4) Y la de la Restauración (Esdras 6,16-22).
19 Según R. ALBERTZ –“Desarrollos político-sociales durante el período persa”, en: Id., Historia de la Religión de

Israel... II, 579– las obras de reconstrucción del Templo habrían desatado encendidas esperanzas, especialmente en lo
que hace a una pretendida restauración nacional bajo la bandera de Zorobabel, descendiente de David. Por eso el
sátrapa Tatenay, que miraba con desconfianza tanta expectativa mesiánica, se habría presentado en Jerusalén para
comprobar personalmente el permiso de las obras (Esdras 5,3-17). Después de consultar a la corte y de haber recibido
la pertinente confirmación, autorizó la prosecución de los trabajos (Esdras 6,1-15) pero –opina ALBERTZ– “sólo
mediante el compromiso formal de los capataces judíos de prescindir de Zorobabel, y frenar o, al menos, controlar
eficazmente las peligrosas maquinaciones de determinados profetas”. “Sigo pensando” –dice Ibid, n. 11– “que esa es
la interpretación más plausible de su enigmática desaparición (cf. Zac 6,10-15). Si por eso el libro de Esdras y su
fuente aramea suprimen el título de pexa ('gobernador'), o incluso omiten el nombre de Zorobabel en los pasajes en
que aparece ese título (Esd 6,7) y, en su lugar, subrayan la función de los ancianos en la construcción del templo (Esd
5,3s), lo que parece deducirse es que fue él mismo el que declinó espontáneamente su papel como figura mesiánica de
referencia (Ag 2,20-23; Zac 4,1-6.10b-14).”.
Unas páginas más adelante –Ibid. p. 594– afirma ALBERTZ a propósito de la escena de la “coronación” en el libro del
profeta Zacarías (Zacarías 6,11): si Zorobabel no quería arriesgar su lealtad al rey de Persia (recordar que era
gobernador persa), en interés de la comunidad, tenía que resistir a la tentación de aceptar la proyección mesiánica que
le atribuían Ageo y Zacarías. Pero tampoco podía defraudar totalmente las esperanzas de gran parte de la población.
A su negativa de entrar en un juego tan peligroso se debe, probablemente, una corrección que Zacarías tuvo que
introducir en su mensaje. “Después que Zorobabel hubo rechazado inequívocamente su consagración simbólica, tomó
la corona y se la ciñó únicamente al sumo sacerdote Josué (6,11), lo puso bajo su protección contra acusaciones
inexplicables (3,3-5), le prometió ponerlo al frente de la administración del templo (3,6-7) y lo presentó como
sustituto y figura profética del futuro rey (3,8b). Es posible que, por esa necesaria acomodación a la realidad
histórica, Zacarías se viera obligado a justificar su mensaje contra ciertas dudas que habían tomado cuerpo en torno a
la legitimidad de su profecía (cf. Zacarías 2,13b.15b; 4,9; 6,15ab)”.

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021


ESCUELA BÍBLICA “NUESTRA SEÑORA DE SIÓN” - FENÓMENO PROFÉTICO III /// LIC. CLAUDIA MENDOZA 11

Las profecías de Ageo y Zacarías no se cumplieron.


La reconstrucción del Templo no produjo ese cambio espectacular tan vivamente anunciado por ambos.
Tampoco cayeron los poderes políticos. Había mucho por reelaborar y repensar.
¿Cómo se reformularían en este nuevo contexto del estrepitoso fracaso de las afirmaciones de Ageo y
Zacarías? Comenzaba lentamente un «proceso de apertura a la escatología».

El así llamado “TritoIsaías”20


A diferencia de lo que ocurrió con el así llamado “DeuteroIsaías”, para Isaías 56-66 no llegó a imponerse
verdaderamente nunca la tesis de un “profeta anónimo” denominado ‒artificialmente‒ “Trito Isaías”.
Esta tercera parte principal del Libro no representaría entonces la intervención de un profeta particular,
sino la labor de grupos formados teológica y literariamente que, sobre la base de la parte de la “tradición
isaiana” que ya habría sido consignada literariamente (Isaías 1-55*), habrían interpretado la Palabra de
Dios con vistas a la nueva situación en la Jerusalén del tiempo de los persas y de la provincia de Jehud.21
Frente al optimismo por momentos festivos del 2 Isaías (cf. Isaías 55,12-13) Isaías 56,1 supone otro
horizonte, otra realidad.22
El oráculo se dirige a una comunidad establecida pero llena de conflictos, donde se rinde culto a otros
dioses (cf. Isaías 57,6-11) y se cometen terribles injusticias contra los más débiles, hundidos en la miseria,
endeudados y despojados de sus propiedades.
Reinaba entre los más débiles un sentimiento de profunda alienación y desesperanza.
Cf. Isaías 56,9-57,21

20
Cf. R. ALBERTZ, “Fracaso de la profecía salvífica y proceso de apertura a la escatología”, en: Id., Historia de la
Religión de Israel... II, 594-600; cf. Ibid. 677-684 “Desarrollo de sectas proféticas de clase baja”.
21 Así, por ejemplo, Ulrich BERGES, Isaías. El profeta y el libro, Estella (Verbo Divino 2011), 43, donde añade: “Los

cantores proféticos que fueron ya los autores de Is 40-55 se convirtieron en escribas encargados de la conservación y
de la prosecución de la composición de la tradición isaiana en su conjunto. De ellos también salieron los impulsos
que condujeron a las grandes inserciones en Is 24-27 («gran apocalipsis de Isaías») e Is 34-35 («pequeño apocalipsis
de Isaías»). La vinculación a la Escritura se convirtió en el criterio determinante, como lo demuestra explícitamente Is
34,16: «Comprobadlo en el Libro de Yahweh».”. Cf. Severino CROATTO, Imaginar el futuro, Estructura retórica y
querigma del Tercer Isaías. Isaías 56-66, Buenos Aires-México (Lumen 2001), 11; cf. Id., “El profeta de la
comunidad de Yehûd: dos grupos en conflicto”, en: S. CROATTO (dir), Los libros proféticos. La voz de los profetas y
sus relecturas, RIBLA 36/36 (2000), 51-53.
22 En esta parte del Libro no se mencionan ni reyes extranjeros ni líderes o referentes internos (como, por ejemplo, el

Sumo Sacerdote Josué o el gobernador Zorobabel o Esdras o Nehemías). Esto dificulta mucho la datación histórica de
estos capítulos. Si bien se entiende que se ha de datar tras la reconstrucción y consagración del Templo (515 a.C.) no
hay consenso respecto del “terminus ad quem” (se ha sugerido que algunos párrafos hasta podrían proceder de la
época helenista, esto es, después de Alejandro Magno).

EL FINAL DEL EXILIO Y LA ÉPOCA PERSA /// 07/04/2021

También podría gustarte