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Bogota 05 de enero de 2024

Honorable Magistado:
SALA DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA CONSEJO SECCIONAL DE LA JUDICATURA DE
BOGOTA.
SALA JURISDICCIONAL DISCIPLINARIA.
E. S. D.

REF:No.110014088063 – 2024-0001(en línea 1835178).


IMPUGNACIÓN DE LA ACCIÓN PÚBLICA DE.HABEAS CORPUS.
ACCIONANTE: FREDY HERNAN OSPINA VALLEJO CC 79.306.435 Expedida en Bogotá
SITIO DE RECLUSIÓN: Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de Bogotá La Picota
Eron.
ACCIONADO: JUZGADO SESENTA Y TRES (63) PENAL MUNICIPAL CON FUNCIÓN DE CONTROL
DE GARANTÍAS DE BOGOTA.

FREDY HERNAN OSPINA VALLEJO mayor y vecino de esta ciudad, identificado como aparece
al pie de mi correspondiente firma, por medio del presente escrito muy respetuosamente ante
su despacho invoco acción pública de habeas corpus a nombre propio, por considerar que con
su retención están siendo violados los derechos y garantías constitucionales. Acudimos como
ciudadanos ante el H. Consejo Superior de la Judicatura, Sala Jurisdiccional Disciplinaria, en
ejercicio del artículo treinta (30) de la Constitución Política de Colombia, reglamentado por la
Ley estatutaria diez noventa y cinco (1095) de dos mil seis (2006) y, conforme al artículo
séptimo (7) de la misma Ley, en término impugnamos la decisión del tres (03) de Enero de dos
mil veinte y cuatro (2024), notificada en la misma fecha, por el Juzgado Tercero (3°) de
Ejecución de Penas Y Medidas de Seguridad de Bogotá. , sobre la Acción Pública y Derecho
Fundamental de Habeas Corpus, que presenté a mi favor.

HECHOS:

1. Mi posición como ciudadano es exclusivamente sobre la privación de la libertad, por violación


de principios, derechos y garantías constitucionales y legales, violación que condujo a una
prolongación ilegal de la privación de la libertad, temas propios para de ser amparados por el
DERECHO FUNDAMENTAL Y LA ACCIÓN CONSTITUCIONAL DE HABEAS CORPUS, "sin que
importe ni sea necesario establecer sí existe o no otro medio de defensa judicial ante el cual se
pueda ventilar el conflicto".

2. Impugno, porque para mí fue una actuación totalmente dudosa, pues carece del peso de la
prueba que es necesaria dentro de todo proceso. Pero mientras esto NO exista dentro del
proceso el A-QUO, NO está fallando en derecho.
3. Todo individuo que haya sido privado de su libertad tiene derecho a que el juez verifique sin
demora la legalidad de la medida y a ser juzgado sin dilación injustificada o, de lo contrario, a
ser puesto en libertad. Tiene derecho también a un tratamiento humano durante la privación de
su libertad.

FUNDAMENTOS DE LA IMPUGNACIÓN:

Que el superior revise la decisión de primera instancia, por carecer de las condiciones
necesarias a la sentencia congruente, teniendo en cuenta que: a) No se ajusta a los hechos
antecedentes que motivaron la tutela ni al derecho impetrado, por error de hecho y de derecho,
en el examen y consideración de mi petición; b) Se niega a cumplir el mandato legal de
garantizar al agraviado el pleno goce de su derecho, como lo establece la ley; c) Se funda en
consideraciones inexactas cuando no totalmente erróneas; d) Incurre el fallador en error
esencial de derecho, especialmente respecto del ejercicio de la acción de tutela, que resulta
inane a las pretensiones del actor, por errónea interpretación de sus principios

PRETENSIÓN:

Comedidamente solicitamos al Honorable Juez constitucional de Habeas Corpus lo siguiente:

1. Al señor Juez de Primera Instancia, pedimos admitir el recurso de apelación y elevar los
autos ante el Superior.

2. Solicitamos al señor de Segunda Instancia que Revoque la providencia recurrida del


JUZGADO SESENTA Y TRES (63) PENAL MUNICIPAL CON FUNCIÓN DE CONTROL DE
GARANTÍAS DE BOGOTA. . y en su lugar se aplique la excepción de inconstitucionalidad
establecida en el artículo cuarto (4) superior al presentarse antinomia entre el artículo ciento
sesenta y cinco (165) de la Ley ordinaria quinientos noventa y nueve (599) de dos mil (2000) y
los artículos uno (1), dos(2), cuarto (4), trece (13), veintiocho (28), veintinueve (29), treinta (30),
y treinta y tres (33) de la Constitución, corrigiendo la violación directa de la norma sustancial,
por exclusión evidente, consistente en falta de aplicación de los anteriores artículos y el artículo
primero (1), segundo (2), tercero (3), sexto (6),séptimo (7), octavo (8), noveno (9), once (11),
veinte (20), veintiuno (21), setenta y nueve (79), ochenta (80), ochenta y dos (82), doscientos
sesenta y nueve (269)y doscientos setenta (270) de la Ley cien (100) de mil novecientos
ochenta(1980), el artículo tres cincuenta y tres (353) de la Ley seiscientos (600) de dos mil
(2000), el artículo (9) noveno de la Convención Americana sobre DerechosHumanos (Pacto de
San José de Costa Rica), adoptado mediante la LeyEstatutaria dieciséis (16) de mil novecientos
setenta y dos (1972), el artículo quince punto uno (15.1), del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, adoptado mediante la Ley Estatutaria setenta y cuatro (74) de mil
novecientos sesenta y ocho (1968), el artículo sexto (6) literales a), b), y c), de la Ley ciento
setenta y uno (171) de mil novecientos noventa y cuatro (1994), el artículo once(11) numeral (2)
de la Carta Internacional de Derechos Humanos, artículo veinticinco (25) de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
3. Y como consecuencia de lo anterior, decrétese y ordénese la LIBERTAD INMEDIATA, del
ciudadano: FREDY HERNAN OSPINA VALLEJO CC No 79.306.435 Expedida en Bogotá.

FUNDAMENTOS FACTICOS:

• No se ajusta a los hechos antecedentes que motivaron el Habeas Corpus ni al derecho


impetrado, por error de hecho y de derecho, en el examen y consideración de la petición
del accionante.

En las providencias CSJ STP 11 mayo 2016, rad. 84957, STP6017-2016 y CSJ AP, 22 agosto
2016, rad. 48682, AP5408-2016, se ha insistido en la necesidad de diferenciar los dos ámbitos
que involucra la garantía fundamental de toda persona a ser juzgada dentro de un plazo
razonable. Por un lado, la duración del proceso, en conjunto, hasta que se produzca una
decisión judicial definitiva y, por otro, la permanencia del sujeto en detención preventiva
mientras se adelanta la investigación o juzgamiento.

En los precedentes reseñados también se ha destacado que el “derecho a ser juzgado dentro
de un plazo razonable o a ser puesto en libertad”, tiene una conexión primaria con la presunción
de inocencia porque, en casos extremos, la detención o prisión provisional de la persona
procesada podría ser equivalente a la condena fijada para el delito por el cual se le procesa y, en
consecuencia, traducirse en una anticipación de la pena.

Además, esa garantía fundamental se encuentra reconocida en el Artículo 29 de la Constitución


Política y los artículos 9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Toda persona
detenida o presa a causa de una infracción penal será llevada sin demora ante un juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La prisión preventiva de las
personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar
subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en
cualquier otro momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución de fallo, y
7.5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, Toda persona detenida o retenida
debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer
funciones judiciales, y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta
en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a
garantías que aseguren su comparecencia en el juicio, que al ser instrumentos internacionales
sobre derechos humanos debidamente ratificados por el Estado colombiano, integran el bloque
de constitucionalidad CST STP, 20 abril 2016, rad. 85216, STP4883-2016.

Aunque la norma constitucional y las disposiciones convencionales, en tanto están referidas a


los conceptos “dilaciones injustificadas” y “plazo razonable”, no indican un término concreto,
cuantificado en días, meses o años, el Estado colombiano ha cualificado los mecanismos
legales tendientes a superar esa indeterminación.

En concordancia, las causales de libertad por vencimiento de términos, contenidas en los


numerales 4, 5 y 6 del artículo 317 de la Ley 906 de 2004, creadas o modificadas por las Leyes
1760 de 2015 y 1786 de 2016, constituyen un caso de especificación de esa garantía
convencional, el plazo razonable para la prisión preventiva «no puede ser establecido en
abstracto» y tampoco «ser considerada razonable en sí misma solamente porque así lo
establece la ley» — Informe Nº 2/97, 11.3.1997, punto 18.—, porque en manera alguna se ha
dicho que la razonabilidad de la duración de la medida de aseguramiento o su reconocimiento
esté condicionada a las razones o la voluntad del legislador, en tanto regulan los “términos
perentorios”, Cfr. Sentencia C-390 de 2014, entre diferentes actuaciones procesales y las
consecuencias jurídicas relacionadas con la libertad del procesado, en caso de su
incumplimiento.

Esa es la razón por la cual se afirmó, en la providencia CSJ AP, 22 agosto 2016, rad. 48682,
AP5408-2016, que tales normas, sin lugar a dudas, también tienen un carácter sustancial.

Por otro lado, en la sentencia de tutela CSJ STP 11 mayo 2016, rad. 84957, STP6017-2016, se
aclaró que, de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte Constitucional, cuando está en juego la
libertad de las personas, la indeterminación de los términos conduce a la violación de los
principios y derechos constitucionales, Sentencia C-390 de 2014. Además, que el legislador
ordinario, y probablemente también el constituyente, carece de competencia para derogar el
“derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable o a ser puesto en libertad”, por ser esa una
garantía fundamental contenida en el bloque de constitucionalidad.

En ese contexto, corresponde a los jueces constitucionales, de control de garantías o de hábeas


corpus, evaluar si la dilación denunciada es injustificada y, por tanto, el tiempo de la detención
preventiva resulta desproporcionada, conforme a la jurisprudencia del Sistema Interamericano
de Derechos Humanos sobre el “plazo razonable” y de la Corte Constitucional en relación con el
concepto “dilaciones injustificadas” contenido en el artículo 29 de la Constitución Política.

En conclusión, en el marco del Estado social de derecho colombiano, el respeto estricto de las
causales de libertad por vencimiento de términos y la evaluación de las circunstancias que
dieron lugar a la prolongación de la actuación judicial, en los casos de indeterminación legal
—total o parcial, definitiva o temporal —del “derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable
o a ser puesto en libertad”, constituyen un imperativo de orden constitucional.

En ese sentido, cuando el funcionario judicial acude a criterios diferentes a los previstos en el
Código de Procedimiento Penal para negar el pedido de libertad o se apoya en la inexistencia de
una norma sobre la materia, incurre en la vulneración de las garantías fundamentales del
procesado y en una inaceptable denegación de justicia».
Para evidenciar la ineficacia de la vía judicial ordinaria para obtener la protección del derecho
afectado, es preciso hacer un recuento de la actuación procesal.

Planteado ese escenario procesal, no resulta razonable exigirle al accionante que persista en su
solicitud ante los funcionarios judiciales competentes, quienes, como se ha visto, de manera
reiterada y soslayando la imperativa celeridad que les demanda el ejercicio de su función de
protección de garantías de orden fundamental, han postergado la audiencia, en abierta
desatención de los términos prescritos en el inciso segundo del artículo 160 de la Ley 906 de
2004 donde se prevé que, tratándose de “decisiones que se refieran a la libertad provisional del
imputado o acusado, el funcionario judicial dispondrá máximo de tres días hábiles para realizar
la audiencia respectiva.”

De otro lado, contrario a lo esbozado por el a quo, las causas en las cuales se apoyó la negativa
de los Jueces de control de garantías para adelantar la audiencia preliminar en varias ocasiones,
relativas a la no citación de las víctimas y la ausencia del proceso original, no pueden tenerse
por razonables.

Conforme a la la Ley 1786 del 1 de julio de 2016, el artículo 5 de la referida Ley, estableció que
la misma “rige a partir de la fecha de su promulgación salvo el artículo 1º y el numeral 6 del
artículo 4º, los cuales entrarán a regir en un (1) año a partir de la fecha de su promulgación, y
deroga todas las disposiciones que le sean contrarias”.

Pues bien, según lo prescrito expresamente, las siguientes eran las puntuales normas que solo
entraban a regir el 6 de julio de 2016:

“Artículo 1º: Adiciónanse dos parágrafos al artículo 307 de la Ley 906 de 2004, del
siguiente tenor:

Parágrafo 1º. Salvo lo previsto en los parágrafos 2º y 3º del artículo 317 del Código de
Procedimiento Penal (Ley 906 de 2004), el término de las medidas de aseguramiento
privativas de la libertad no podrá exceder de un (1) año. Cuando el proceso de surta ante
la justicia penal especializada, o sean tres (3) o más los acusados contra quienes
estuviere vigente la prevención preventiva, o se trate de investigación o juicio de actos
de corrupción de los que trata la Ley 1474 de 2011, dicho termino podrá prorrogarse, a
solicitud del fiscal o del apoderado de la víctima, hasta por el mismo término inicial.
Vencido el término, el Juez de Control de Garantías, a petición de la Fiscalía o del
apoderado de la víctima, podrá sustituir la medida de aseguramiento privativa de la
libertad de que se trate, por otra u otras medidas de aseguramiento de que trata el
presente artículo.
Parágrafo 2º. Las medidas de aseguramiento privativas de la libertad solo podrán
imponerse cuando quien solicita pruebe, ante el Juez de Control de Garantías, que las no
privativas de la libertad resultan insuficientes para garantizar el cumplimiento de los
fines de la medida de aseguramiento.

Artículo 4º. Modifícase el artículo 317 de la Ley 906 de 2004, el cual quedará así:
Artículo 317. Causales de Libertad. Las medidas de aseguramiento indicadas en los
anteriores artículos tendrán vigencia durante toda la actuación, sin perjuicio de lo
establecido en el parágrafo 1º del artículo 307 del presente código sobre las medidas de
aseguramiento privativas de la libertad. La libertad del imputado o acusado se cumplirá
de inmediato y solo procederá en los siguientes eventos:

6. Cuando transcurridos ciento cincuenta (150) días contados a partir de la fecha de


inicio de la audiencia de juicio, no se haya celebrado la audiencia de lectura de fallo o su
equivalente.

Recuérdese que es precisamente la causal sexta, acabada de citar, la que sirve de soporte para
solicitar la libertad de FREDY HERNAN OSPINA VALLEJO CC No 79.306.435 Expedida en
Bogotá.

2. La Sala más allá del principio de congruencia que se materializa desde el acto de
acusació n al definir los aspectos material, jurí dico y personal del objeto del proceso los
cuales se reflejará n en la sentencia, ha hecho é nfasis en el principio de coherencia a fin
que a lo largo del diligenciamiento se preserve el nú cleo fá ctico entre los actos de
formulació n de imputació n y acusació n, está ndole vedado al ente investigador
adicionar gradualmente hechos nuevos (CSJ SP 8 jul 2009 rad. 31280, SP 1° feb. 2012, rad.
36907, entre otras).

Y es que esa precisió n que se exige de la Fiscalí a desde la formulació n de imputació n


de informar al imputado de los hechos y circunstancias, con las consecuencias jurí dicas que
aparejan, habilita el ejercicio pleno de derecho, de defensa a fin de planear la estrategia
tendiente a morigerar el poder punitivo estatal, al punto que le permite optar de manera libre,
consciente y voluntaria por aceptar los cargos con miras a lograr una sustancial rebaja de la
pena o continuar el trá mite ordinario para discutir en el juicio los hechos o su responsabilidad,
allegando pruebas en su favor o controvirtiendo las que se aducen en su contra.

En mi caso la fiscalía busca, sorprenderme alterando el aspecto factico.

Por lo tanto las continuas variaciones en lo que se pretende acusarme compromete no solo el
nomen iuris de la conducta imputada, si no el aspecto fá ctico(CSJ, SP, 28 de noviembre de
2007, radicado 27518; CSJ, SP, 30 de octubre de 2008, radicado 29872; CSJ, AP, 5 de
septiembre de 2012, radicado 39799; CSJ, AP, 3 de julio de 2013, radicado 36467; entre otras).
3. Finalmente para resolver en desfavor la acción pública de Habeas Corpus, el Juez de primera
instancia manifestó que para que prosperara esta acción era necesario que el ciudadano
privado de la libertad se encontrara dentro de una de las dos hipótesis siguientes, que establece
el artículo primero (1) de la Ley diez noventa y cinco (1095) de dos mil seis (2006), y para tal
efecto trae a colación la Sentencia C-187 del quince (15) de Marzo de dos mil seis (2006) de la
H. Corte Constitucional con ponencia de la Magistrada CLARA INES VARGAS HERNÁNDEZ, la
cual se encuentra transcrita a folio seis (6) y siete (7) de la providencia. La norma
efectivamente trae dos (2) hipótesis como se menciona por el H. Magistrado de primera
instancia, a saber:

• 1. Que la captura se haya efectuado con violación de garantías constitucionales o


legales.
• 2. Que la violación de la libertad se prolongue ilegalmente (Art. 1 de la Ley 1095 de 2006)
• El tema principal de discusión es que la privación de la libertad se está efectuando con
violación de garantías constitucionales y legales, ya que si bien es cierto no está
declarado por medio judicial el vencimiento de terminos, si lo es de manera fáctica,
vulnerado mi derecho a la libertad, además de veme afectado por presiones indebidas por
parte de la fiscalía para llegar a un preacuerdo, vulnerando derechos constitucionales
como lo es, la no autoincriminación. En varias ocaciones se ha alterado el escrito de
acusación vulnerando el principio de congruencia penal, llevando nuevamente a nuevas
violaciones a mis garantías y derechos constitucionales.

TRASCENDENCIA:

1.Cabe resaltar Honorable Magistrado que este HABEAS CORPUS no solo se sustenta en el
vencimiento de terminos, que se enfoca en un derecho constitucional, si no en la violación de
garantías constitucionales como la vulneración al principio de congruencia, el principio y
derecho de igualdad, presiones indebidas por parte de la fiscalía y las constantes negativas
judiciales en mi caso para ver los graves atropellos cometidos en mi contra durante esta
prolongada retención ilegal de mi libertad que lleva mas de 2 años, tal como se expresó y
sustentó anteriormente

2.Hay un ser humano afectado en su libertad de manera arbitraria y dicha privación se ha


prolongado en tanto que el Juez constitucional de primera instancia se inhibió de amparar su
libertad debido a que no revisó la constitucionalidad y legalidad de la privación de la libertad, no
analizó la falta de aplicación de las normas superiores y la interpretación errónea de inferiores
de donde resultan antinomias y anomias con lasque se violan los principios de no auto
incriminación, Juez natural, nullum crimen, nullapoena sine lege previa, pro homine o de
favorabilidad de la Ley, irretroactividad de laLey, ultractividad de la Ley, non bis in idem y el
principio de igualdad dándole un trato desigual y discriminatorio frente a la Ley, motivo por el
cual el Juez de Habeas Corpus de segunda instancia debe tutelarle su derecho cercenado
decretando y ordenando deforma inmediata la libertad del ciudadano: FREDY HERNAN OSPINA
VALLEJO CC No 79.306.435 Expedida en Bogotá .
Único remedio con el que se restablece el ordenamiento jurídico quebrantado con su privación
de la libertad.

Al Honorable Magistrado, con respeto y agradecimiento.

Solicito muy comedidamente libertad inmediata para el Señor FREDY HERNAN OSPINA
VALLEJO CC No 79.306.435 Expedida en Bogotá.

Del señor Magistrado, Atentamente,

FREDY HERNAN OSPINA VALLEJO


CC No. 79.306.435 Expedida en Bogotá

Recibido Notificaciones por este medio: juridicasanabriaasociados@gmail.com

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