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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS


DEPARTAMENTO DE MEDICINA DE REHABILITACIÓN
CARRERA DE TERAPIA FUNCIONAL

ASISTENCIA A CLASE PRESENCIAL


“TERAPIA OCUPACIONAL III ”

Presentado por: Tatiana Abigail Benites Bejarano


No. De Cuenta: 20201030064

DOCENTE

Lic. Ana María Chávez.

Ciudad Universitaria, 10 DE FEBRERO de 2024.


INTRODUCCION
El evento cerebrovascular se posiciona como una de las principales causas de
fallecimiento a nivel global, con la capacidad de desencadenar discapacidades severas
a largo plazo. Un significativo porcentaje de individuos experimenta complicaciones
durante su estadía hospitalaria, e incluso puede manifestarse alguna complicación tardía
tras el alta. Además, las secuelas del accidente cerebrovascular impactan negativamente
en la calidad de vida de los pacientes; en aquellos afectados por un ictus agudo, se
observa un notable número de complicaciones médicas que surgen durante la
hospitalización, algunas de las cuales pueden prevenir.
Cuando se detectan a tiempo, muchas de las complicaciones médicas derivadas del
accidente cerebrovascular pueden prevenirse o tratarse eficazmente. Contar con datos
detallados sobre los tipos e incidencia de estas complicaciones facilita tanto el proceso
de tratamiento como la evaluación del pronóstico. Diversos estudios han examinado las
complicaciones médicas que surgen después de un ictus, analizando sus impactos tanto
en el pronóstico como en el nivel socioeconómico. El accidente cerebrovascular se puede
conceptualizar como un síndrome clínico de origen vascular, caracterizado por la rápida
progresión de signos y síntomas debido a la pérdida focal de función, con una duración
superior a las 24 horas, y que conduce a la muerte sin una causa evidente aparte de su
origen vascular.
EVC
Esta afección se reconoce como la principal causa de discapacidad crónica en adultos,
la segunda causa de demencia y la séptima de años de vida potenciales perdidos. A nivel
mundial, persiste como la segunda causa de muerte en países industrializados y se sitúa
entre la tercera y quinta posición en naciones subdesarrolladas o en vías de desarrollo
(Sandoval, 2019). En Ecuador, ha emergido como una de las principales causas de
muerte desde 1975, ascendiendo del noveno al primer lugar en tan solo 25 años (1990).
A pesar de que la incidencia de ACV en países desarrollados tiende a estabilizarse o
disminuir, en Ecuador, clasificado como un país en vías de desarrollo, la falta de estudios
neuroepidemiológicos dificulta la comprensión del comportamiento de esta patología en
la población local (Moreno-Zambrano, 2017).

Entre los factores de riesgo vinculados a un aumento notable en la prevalencia e


incidencia del ACV, destacan la hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad y diabetes
mellitus, considerados factores de riesgo tradicionales. Además, existen otros factores
menos comúnmente asociados, denominados factores de riesgo no tradicionales, como
el consumo de sustancias estupefacientes, el consumo excesivo de alcohol, la presencia
del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), la deficiencia de vitamina D o la
deficiencia de proteína C (Ortiz Prado, 2018).

La enfermedad cerebrovascular es una patología de frecuente presentación en el ámbito


hospitalario, resaltando la importancia de investigaciones que mejoren el manejo
adecuado de pacientes con accidente cerebrovascular, contribuyendo así a la reducción
de las secuelas asociadas.

Tipos de EVC

1. Accidente Cerebrovascular Isquémico:


- Imagina pequeñas carreteras dentro de tu cerebro por donde fluye la sangre, llevando
oxígeno y nutrientes. Ahora, piensa en un bloqueo en una de esas carreteras, como
cuando un tapón de tráfico se forma y los autos no pueden pasar. Eso es un accidente
cerebrovascular isquémico, donde una parte del cerebro queda sin ese flujo necesario y
empieza a apagarse, como si se apagaran las luces en una habitación.
2. Accidente Cerebrovascular Hemorrágico:
- Ahora, imagina esas carreteras pero con una tubería que se rompe y comienza a
derramar agua por todos lados. Esa agua (sangre) presiona y daña partes del cerebro.
Este es el accidente cerebrovascular hemorrágico, donde la sangre se sale de control y
causa estragos en la computadora cerebral.

3. Accidente Cerebrovascular Transitorio (AIT):


- A veces, hay pequeños episodios que son como destellos rápidos. Imagina que por
un momento las luces de la computadora parpadean, pero luego vuelven a la normalidad.
Aunque parece que no pasa nada, es como una advertencia de que algo no está bien,
como un aviso de que algo en las carreteras del cerebro puede necesitar reparación.

4. Accidente Cerebrovascular Criptogénico:


- Ahora, piensa en un misterio. Algo no está funcionando bien en los cables de la
computadora, pero los técnicos no pueden encontrar el problema. Eso es como un
accidente cerebrovascular criptogénico, donde la causa es como un enigma sin resolver,
y los médicos no pueden identificar exactamente qué lo provocó.

5. Accidente Cerebrovascular Embólico de Origen Indeterminado (ESUS):


- En este caso, imagina un pequeño explorador (un émbolo) que viaja por el torrente
sanguíneo y llega al cerebro, pero no sabemos de dónde vino. Es como si un visitante
misterioso causara problemas, pero no podemos rastrear su origen. Este es un accidente
cerebrovascular embólico de origen indeterminado, donde la fuente del problema es
difícil de identificar.
CAUSAS
Hipertensión Arterial: La presión arterial alta es un factor de riesgo importante para todos
los tipos de ACV, ya que debilita las arterias y aumenta la probabilidad de coágulos y
hemorragias.
Enfermedades Cardíacas: Problemas cardíacos, como la fibrilación auricular o las
enfermedades de las válvulas cardíacas, pueden aumentar el riesgo de formación de
coágulos que pueden desencadenar un ACV.
Diabetes: La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos, contribuyendo a la formación
de coágulos o al debilitamiento de las paredes de los vasos.
Tabaquismo y Consumo Excesivo de Alcohol: Ambos hábitos pueden aumentar la
presión arterial y contribuir a la formación de coágulos.
Obesidad y Estilo de Vida Sedentario: Llevar un estilo de vida sedentario y tener
sobrepeso son factores que contribuyen a la hipertensión y otros problemas que
aumentan el riesgo de ACV.

ROL DEL TERAPEUTA OCUPACIONAL

1. Evaluación Integral:
- El terapeuta ocupacional realiza una evaluación exhaustiva de las habilidades y
limitaciones del individuo después del ACV. Esto incluye la evaluación de las habilidades
motoras, cognitivas, perceptivas y emocionales para comprender las áreas que requieren
intervención.

2. Establecimiento de Metas Personalizadas:


- En colaboración con el paciente y sus familiares, el terapeuta ocupacional ayuda a
establecer metas específicas y alcanzables para la rehabilitación. Estas metas se centran
en mejorar la independencia y la participación en actividades cotidianas.

3. Entrenamiento en Actividades de la Vida Diaria (AVD):


- El terapeuta ocupacional trabaja con el paciente para mejorar las habilidades
necesarias para realizar actividades esenciales de la vida diaria, como vestirse, bañarse,
cocinar y movilizarse en el hogar. Se pueden utilizar estrategias adaptativas y técnicas
para facilitar la independencia.

4. Rehabilitación Cognitiva: - Si el ACV ha afectado las funciones cognitivas, como la


memoria, la atención y la resolución de problemas, el terapeuta ocupacional implementa
programas de rehabilitación cognitiva para mejorar estas habilidades y facilitar la
participación en actividades diarias.

5. Evaluación y Adaptación del Entorno:


- El terapeuta ocupacional realiza evaluaciones del entorno en el hogar y otros lugares
relevantes. Se pueden hacer adaptaciones, como la instalación de barras de apoyo o la
reorganización de muebles, para facilitar la movilidad y mejorar la seguridad del paciente.

6. Manejo de la Espasticidad y Contracturas:


- En casos donde la espasticidad o las contracturas musculares son un problema, el
terapeuta ocupacional utiliza técnicas de movilización y ejercicios específicos para
mejorar la amplitud de movimiento y prevenir la rigidez muscular.

7. Entrenamiento en el Uso de Dispositivos de Asistencia:


- Cuando sea necesario, el terapeuta ocupacional proporciona orientación y
entrenamiento en el uso de dispositivos de asistencia, como ortesis o utensilios
adaptativos, para facilitar la independencia en las actividades diarias.

8. Apoyo Emocional y Psicosocial:


- Además de abordar las limitaciones físicas, el terapeuta ocupacional brinda apoyo
emocional y psicosocial. Ayuda al paciente a adaptarse a los cambios, establecer nuevas
rutinas y fomentar la autoeficacia.

9. Educación a la Familia y Cuidadores:


- El terapeuta ocupacional trabaja estrechamente con la familia y los cuidadores para
brindar educación sobre las necesidades del paciente, técnicas de cuidado y estrategias
para apoyar la rehabilitación en el hogar.

10. Seguimiento y Ajuste del Plan de Tratamiento:


- El terapeuta ocupacional monitorea continuamente el progreso del paciente y ajusta
el plan de tratamiento según sea necesario. La rehabilitación después de un ACV es un
proceso continuo, y el terapeuta juega un papel fundamental en la adaptación de las
intervenciones a medida que evolucionan las necesidades del paciente.
Conclusiones:
Mantener una buena salud cardiovascular, controlar los factores de riesgo y adoptar un
estilo de vida saludable son esenciales para prevenir los diferentes tipos de ACV. La
comprensión de estas causas permite a las personas tomar medidas preventivas y
reducir la probabilidad de sufrir un evento cerebrovascular. La consulta regular con
profesionales de la salud para monitorear la presión arterial, el colesterol y otros factores
de riesgo es crucial para mantener la salud cerebral a lo largo del tiempo.

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