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¿QUE ES Y COMO PODEMOS PREVENIR EL

ACCIDENTE CEREBRO VALCULAR?

INTEGRANTES:
 ALEYDA ALISSON VENTURA VARGAS
 ROXANA MARISOL RIOS CRUZ
 SEBASTIAN RIVERA
 ALEJANDRO GALVAN
 ALEX MIRANDA VARGAS

SEMESTRE: NOVENO
Introducción

El accidente cerebrovascular (ACV) es la tercera causa de muerte en países industrializados (luego


de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer). Esta enfermedad aumenta su incidencia después
de los 60 años. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el año 2050, el 46
% de la población será mayor de 65 años. Ello supone un importante problema de salud pública
pues la edad es el principal marcador de riesgo, por tanto, el aumento de la edad media de la
población condiciona el incremento del porcentaje de ACV.

El accidente cerebrovascular está vinculada a hábitos, estilo de vida y factores de riesgo


susceptibles de ser identificados tempranamente, para intervenir en su prevención y control. La
ACV representa por tanto un problema cotidiano, médico, social y económico, más allá de ser una
enorme carga tanto para el paciente, la familia, como para la sociedad. El conocimiento y
modificación de los principales factores de riesgo: hipertensión arterial (HTA), hábito de fumar y
diabetes mellitus son importantes para prevenir el ACV.

Los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares suelen ser procesos agudos cuya causa
principal suele ser obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro.

Las causas más importantes de cardiopatía y accidentes cerebrovasculares son ausencia de dieta
sana, sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de alcohol en exceso.

El síntoma más común del accidente cerebrovascular es la pérdida súbita, generalmente unilateral,
de fuerza muscular en los brazos, piernas o cara. Otros síntomas son: De entumecimiento en la cara,
piernas o brazos; confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se dice; problemas visuales
en uno o ambos ojos; dificultad para ca- minar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación; dolor
de cabeza intenso de causa desconocida; y debilidad o pérdida de conciencia
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿Qué es y cómo podemos prevenir el accidente cerebro vascular?

De esta pregunta surge la importancia de conocer qué es y cuáles son los signos del ACV. El ACV,
o accidente cerebrovascular, es una condición médica grave que ocurre cuando el suministro de
sangre al cerebro se interrumpe o se reduce significativamente, por lo cual es de suma importancia,
conocer qué es y cuáles son los signos del ACV.

OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Informar a la población sobre que es el ACV y como poder evitarlo
OBJETIVOS ESPECIFICOS
 Definir que es el ACV y los tipos que presentan

 Conocer los factores de riesgo que aumenta la incidencia de ACV en la población

 Revisar las maneras de prevención que hay para la prevención del ACV

MARCO TEORICO

¿QUÉ ES EL ICTUS?

El ictus es una enfermedad cerebrovascular y se debe a la disminución u obstrucción del flujo


sanguíneo. La cantidad de sangre que llega al cerebro no es suficiente y, como consecuencia, las
células nerviosas no reciben oxígeno, dejando de funcionar. Al ictus también se le conoce como
Accidente Cerebro Vascular (ACV), embolia o trombosis.

Esta enfermedad es más frecuente a partir de los 55 años y su riesgo aumenta proporcionalmente
con la edad, El ictus constituye el paradigma de enfermedad prevalente, potencialmente grave, de
consecuencias evitables y cuyo pronóstico depende de la rapidez y efectividad en las actuaciones.

Según la naturaleza de la lesión cerebral distinguimos dos grandes tipos de ictus:

1. El ictus isquémico o infarto cerebral que está causado por una obstrucción de una arteria que
irriga una parte de nuestro cerebro.
2. El ictus hemorrágico o hemorragia cerebral producido cuando una arteria de nuestro cerebro
se rompe, lo que hace que la sangre salga fuera del vaso y se localice en el interior del
cerebro, dañándolo.
TIPOS DE ICTUS

Ictus isquémico

El momento en que se desarrolla el ictus isquémico el flujo sanguíneo deja de portar oxígeno y
glucosa a la neurona, motivo por el cual la célula sufre un proceso de apoptosis.

Es el más frecuente, representando el 85%, donde hablaríamos de accidente transitorio cuando dure
menos de 24 horas los síntomas o de infarto cerebral si dura más de 24 horas. Los mecanismos de
producción de un accidente cerebrovascular isquémico son dos: Por un trombo (al estrecharse los
vasos sanguíneos, principalmente por placas de ateroma, se forma un trombo que obstruye dicho
vaso, habitualmente arteria cerebral) o por una embolia (producido por un trombo que viene del
corazón, denominado entonces émbolo).

Ictus hemorrágico

Se divide en dos tipos, dependiendo la zona donde se produce la rotura del vaso a la que se debe la
hemorragia:

1. Hemorragia intracerebral: Se produce por la rotura de un vaso a nivel intracerebral debido


a un traumatismo o a una anomalía de los vasos sanguíneos, ocupando así la sangre al
parénquima encefálico

2. Hemorragia subaracnoidea: El mecanismo de producción de hemorragia subaracnoidea


más frecuente suele ser el traumatismo produciéndose la- ceraciones o contusiones tanto
corticales, de arterias o venas donde se produce una extravasación hacia el espacio
subaracnoideo. La causa más frecuente no traumática es el aneurisma intracraneal.
BENEFICIOS DE UN PROTOCOLO ICTUS

Un protocolo de atención al ictus es fundamental para brindar una atención médica rápida y
efectiva a las personas que experimentan un accidente cerebrovascular (ictus o ACV). Los
beneficios de contar con un protocolo bien establecido incluyen:

1. Rápida atención médica: Los protocolos de ictus están diseñados para garantizar una
respuesta médica inmediata en casos de sospecha de ictus. Esto es esencial porque el tiempo
es crítico para minimizar el daño cerebral.

2. Identificación precisa del tipo de ictus: Los protocolos permiten a los profesionales de la
salud determinar si el ictus es isquémico o hemorrágico. Esto es crucial, ya que el enfoque
de tratamiento puede variar según el tipo de ictus.

3. Tratamiento oportuno: Un protocolo bien establecido asegura que se administren


tratamientos específicos, como el uso de trombolíticos en casos de ictus isquémico, dentro de
la ventana de tiempo adecuada.

4. Reducción del daño cerebral: Al proporcionar una atención médica rápida y adecuada, los
protocolos de ictus ayudan a minimizar el daño cerebral y mejoran las posibilidades de
recuperación.

5. Rehabilitación temprana: Los protocolos pueden facilitar la derivación de los pacientes a


programas de rehabilitación temprana, lo que puede ayudar en la recuperación a largo plazo.

6. Educación y concienciación: Los protocolos de ictus también pueden incluir medidas de


educación y concienciación pública sobre los síntomas del ictus y la importancia de actuar
rápidamente.
7. Mejora en la calidad de vida: Al recibir atención médica adecuada y oportuna, las
personas que han sufrido un ictus tienen mejores perspectivas de recuperación y calidad de
vida a largo plazo.

8. Disminución de la discapacidad: Una atención rápida y efectiva puede ayudar a reducir la


discapacidad resultante de un ictus, permitiendo que las personas recuperen habilidades y
funcionalidades.

En resumen, un protocolo de atención al ictus es esencial para garantizar una respuesta


médica rápida y efectiva que puede salvar vidas y reducir el impacto a largo plazo de un
accidente cerebrovascular. Estos protocolos son una parte crucial de la atención de
emergencia y la atención médica en general.
EPIDEMIOLOGIA

En Bolivia el 88% de los casos ocurren en personas mayores de 65 años. Hay una mayor incidencia
en población masculina. El 85% de los ACV son de origen isquémico y el 15% hemorrágico. La
incidencia es mayor entre los 65 y 74 años.
Factores de riesgo

No modificables:

 Edad avanzada: se duplica cada 10 años después de los 55 años.

 Sexo: son algo más frecuentes en los varones.

 Raza/etnia: más frecuente en los afroamericanos y los habitantes del este europeo.

 Herencia: CADASIL, gen PDE4D, factor V de Leiden y otras trombofilias genéticas,


antecedentes de enfermedad vascular en familiares jóvenes.

Modificables:

 HTA: el riesgo aumenta cinco veces. Reducciones moderadas de la presión sistólica o


diastólica dan por resultado una disminución pronunciada de la incidencia de ACV, incluso
en los ancianos.
 Tabaquismo: el riesgo aumenta cuatro veces.

 Diabetes (DBT): el riesgo aumenta dos a tres veces.

 Dislipidemia: el impacto de este factor en la enfermedad CV probablemente es menor del


que se observa en la enfermedad coronaria.
 Alcoholismo: el consumo excesivo de alcohol se asocia con HTA y aumenta el riesgo de
enfermedad CV hemorrágica. El consumo moderado parece disminuir la frecuencia de
enfermedad CV isquémica.
 Enfermedad cardíaca potencialmente embolígena: cardiopatía isquémica, enfermedad
valvular, fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca, entre otros trastornos.
 Enfermedad vascular (coronaria, aorta o vasculopatía periférica) previa: aumenta el riesgo
de ACV.
 Hormonoterapia: estrógenos y progestágenos.

 Consumo de estimulantes: cocaína, anfetamina, marihuana.

 Síndrome metabólico

 Síndrome de apneas obstructivas del sueño.

 Otros factores: hemorreológicos (hematocrito y fibrinógeno elevados), estados


protrombóticos, foramen oval permeable, hiperhomocisteinemia, infecciones (C.
pneumoniae, H. pylori, etc.), enfermedad de Fabry, etc.
¿Cuáles son los signos del accidente cerebrovascular en hombres y mujeres?

 Adormecimiento repentino o debilidad de la cara, brazos o piernas, especialmente de un


lado del cuerpo.
 Confusión repentina, dificultad para hablar o para entender la comunicación oral.

 Problemas repentinos para ver en uno o ambos ojos.

 Problemas repentinos para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación.

 Dolor de cabeza intenso repentino sin causa conocida.

Ante la sospecha de que alguien puede estar sufriendo un accidente cerebrovascular, se debe
de actuar según las recomendaciones F.A.S.T. (RÁPIDO) y realizar la siguiente prueba:

 F-Face (cara): Pedir a la persona que sonría. ¿Un lado de la cara está caído?

 A-Arms (brazos): Pedir a la persona que levante ambos brazos. ¿Un brazo se desvía hacia
abajo?
 S-Speech (habla): Pedir a la persona que repita una frase sencilla. ¿El habla suena arrastrada o
dice cosas extrañas?
 T-Time (tiempo): Si observa alguno de estos signos, llamar a emergencias de inmediato.

Se debe de indicar cuándo aparecieron los primeros síntomas. Esa información ayuda a los
proveedores de atención médica a determinar cuál es el mejor tratamiento para cada persona
Prevención del ACV isquémico y hemorrágico.

La prevención del accidente cerebrovascular (ACV) isquémico y hemorrágico implica una serie de
medidas y factores de riesgo que se deben tener en cuenta. El control del peso y los niveles de
triglicéridos son dos de estos factores. Aquí te proporciono algunas pautas generales para prevenir
el ACV:

1. Control del peso:

- Mantener un peso saludable es fundamental para reducir el riesgo de ACV. El exceso de peso
puede aumentar la presión arterial, el colesterol y la resistencia a la insulina, lo que puede contribuir
a la formación de placas en las arterias y aumentar el riesgo de ACV.

2. Dieta saludable:

- Consumir una dieta equilibrada y baja en grasas saturadas y trans puede ayudar a mantener los
niveles de colesterol y triglicéridos en rango. Esto implica aumentar la ingesta de frutas, verduras,
granos enteros y proteínas magras, mientras se reduce la cantidad de alimentos procesados y ricos
en grasas saturadas.
3. Ejercicio regular:

- La actividad física regular ayuda a mantener el peso bajo control, mejora la salud del corazón y
contribuye a la regulación de los niveles de triglicéridos. Se recomienda realizar al menos 150
minutos de actividad física moderada a la semana.

4. Control de la presión arterial:

- La hipertensión es un factor de riesgo importante para el ACV. Es fundamental controlar y tratar


la presión arterial alta si es necesario, siguiendo las recomendaciones de un profesional de la salud.

5. Dejar de fumar:

- Fumar aumenta el riesgo de ACV. Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que puedes
tomar para reducir este riesgo.

6. Consumo moderado de alcohol:

- Si consumes alcohol, hazlo de manera moderada. El consumo excesivo de alcohol puede


aumentar la presión arterial y los niveles de triglicéridos.

7. Control de los niveles de triglicéridos:

- Si tienes niveles altos de triglicéridos en sangre, trabaja con tu médico para controlarlos. Esto
puede implicar cambios en la dieta, aumento de la actividad física y, en algunos casos,
medicamentos recetados.

8. Tratamiento de enfermedades subyacentes:

- Controlar y tratar enfermedades crónicas como la diabetes y la fibrilación auricular puede


reducir el riesgo de ACV.

9. Consultas médicas regulares:

- Es importante realizar chequeos médicos periódicos para evaluar tu salud y recibir orientación
sobre cómo mantener un estilo de vida saludable y controlar los factores de riesgo.
Recuerda que la prevención del ACV es una cuestión de estilo de vida y manejo de factores de
riesgo. Trabajar en conjunto con un profesional de la salud te ayudará a diseñar un plan de
prevención personalizado y efectivo.

Prevención y reducción de riesgos

Conocer los factores de riesgo y los signos del ACV puede ayudar a prevenir su aparición o reducir
el riesgo de sufrir uno. Al comprender los factores de riesgo, como la hipertensión arterial, la
diabetes, el colesterol alto y el tabaquismo, se pueden tomar medidas para controlarlos y reducir la
probabilidad de un ACV.

Los accidentes cerebrovasculares (ACV) isquémicos y hemorrágicos pueden presentar síntomas similares,
ya que ambos afectan al suministro de sangre al cerebro. Es importante reconocer los signos de alarma de
un ACV y actuar rápidamente, ya que el tiempo es esencial para minimizar el daño cerebral. A
continuación, te presento los síntomas comunes de un ACV isquémico y hemorrágico:

Síntomas de Alarma un ACV (isquémico o hemorrágico):

 Entumecimiento o debilidad repentina: Puede afectar la cara, el brazo o la pierna, especialmente en


un lado del cuerpo. Puedes notar que una parte del cuerpo se vuelve repentinamente inútil o débil.

 Confusión súbita: La persona afectada puede experimentar dificultades para hablar, entender el
lenguaje o formar frases coherentes.

 Problemas de visión: Los síntomas pueden incluir visión borrosa, pérdida repentina de la visión en
uno o ambos ojos o visión doble.

 Dolor de cabeza súbito y severo: Un dolor de cabeza intenso y repentino, a menudo llamado "el
peor dolor de cabeza de mi vida", puede ser un signo de un ACV hemorrágico.

 Problemas de equilibrio y coordinación: La persona puede experimentar dificultades para caminar,


mareos, pérdida de equilibrio o coordinación.

 Dificultad para tragar: Puede haber dificultades para tragar alimentos o líquidos, lo que puede llevar
a la tos o asfixia.
 Confusión, cambios en la personalidad o la conciencia: La persona puede parecer desorientada,
desorientada o experimentar cambios bruscos en el estado de ánimo y la conciencia.

 Pérdida de conocimiento: En algunos casos graves, la persona puede perder el conocimiento.

Educación y conciencia

La educación y la conciencia sobre el ACV son fundamentales para informar a la población sobre
esta enfermedad y sus consecuencias. Al conocer los signos del ACV, las personas pueden estar
mejor preparadas para actuar rápidamente en caso de presenciar o experimentar un ACV. Además,
la conciencia pública puede ayudar a promover la prevención y la adopción de estilos de vida
saludable

Apoyo y cuidado de los afectados

Conocer qué es el ACV y sus signos también es importante para brindar apoyo y cuidado a las
personas que han sufrido un ACV. Al comprender los síntomas y las secuelas del ACV, se puede
proporcionar un apoyo adecuado y adaptar las intervenciones de rehabilitación para ayudar en la
recuperación y mejorar la calidad de vida de los afectados.
CONCLUSIONES

La enfermedad cerebrovascular predominó por encima de los 70 años y del sexo masculino. Los
ictus isquémicos son más frecuentes que los hemorrágicos. La hipertensión arterial y la diabetes
mellitus fueron los factores de riesgo más frecuentes, tanto en los ictus isquémicos como
hemorrágicos.

Conocer qué es el ACV y cuáles son sus signos es fundamental para la detección temprana, el
tratamiento rápido, la prevención, la conciencia pública y el cuidado de las personas afectadas.

El reconocimiento temprano de los signos del ACV es crucial para un tratamiento rápido y efectivo.
Cuanto antes se detecte y se trate un ACV, mayores serán las posibilidades de minimizar el daño
cerebral y mejorar el pronóstico. Conocer los signos del ACV puede ayudar a identificar
rápidamente una emergencia médica y buscar atención médica de inmediato.

Es importante difundir esta información y promover la educación sobre el ACV para reducir su
impacto y mejorar los resultados de salud.

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