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Acantosis nigricans
S. De Schepper, J.-M. Naeyaert

La acantosis nigricans se caracteriza por lesiones papilomatosas verrugosas de color pardo


y aspecto aterciopelado localizadas en los pliegues. En la mayoría de los casos, se localiza
en los pliegues axilares, las ingles y las partes laterales del cuello, aunque puede extenderse
a otras partes de la superficie corporal y las mucosas. En un primer momento se describió
como síndrome paraneoplásico marcador de tumor maligno, especialmente de
adenocarcinoma gástrico. En 1976, Kahn et al describieron, en un artículo innovador, una
forma de acantosis nigricans asociada a una insulinorresistencia. Desde entonces, la
noción de acantosis nigricans benigna ha sido ampliamente reconocida. Es un
considerable factor de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica. El mecanismo
patogénico de esta forma de acantosis nigricans consiste en la activación del receptor del
factor de crecimiento insuliniforme de tipo 1 por un exceso de insulina en sangre. Más
recientemente se han descrito mutaciones que activan el receptor del factor de crecimiento
de los fibroblastos en los queratinocitos. En algunos casos de acantosis nigricans maligna
asociados a adenocarcinomas, carcinomas epidermoides, linfomas u otros diversos
tumores malignos, se tiende a pensar que concentraciones altas de factor de crecimiento
transformador a desempeñan un papel etiopatogénico significativo. Excepto en algunos
casos que cursan con prurito ocasional, la acantosis nigricans constituye principalmente
un problema estético, pues las molestias que provoca son escasas o nulas. Su importancia
reside, pues, en su función de marcador de tumor maligno o de insulinorresistencia. El
tratamiento está orientado hacia el trastorno subyacente y consiste en una pérdida de
peso a través de una dieta alimentaria controlada, el tratamiento del tumor maligno o, en
su caso, la interrupción de los fármacos responsables. Otras medidas terapéuticas posibles
consisten en la administración de retinoides tópicos o sistémicos, agentes queratolíticos o
metformina, o un tratamiento con láser alejandrita de pulsación larga.
© 2006 Elsevier SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Acantosis nigricans; Hiperpigmentación; Insulinorresistencia;


Síndrome paraneoplásico; Sobrecarga ponderal

Plan ¶ Tratamiento 5
¶ Conclusión 6
¶ Introducción 1
¶ Reseña histórica 1
¶ Epidemiología 2 ■ Introducción
¶ Manifestaciones clínicas 2 La acantosis nigricans se caracteriza desde el punto
de vista clínico por una zona cutánea hiperpigmen-
¶ Diagnóstico diferencial 3
tada de aspecto aterciopelado, localizada casi siempre
¶ Histopatología 3 en los pliegues. Es un marcador significativo de
¶ Fisiopatología 3 hiperinsulinemia debida a insulinorresistencia. Por
otra parte, se han descrito varias formas de acantosis
¶ Tipos de acantosis nigricans 3
nigricans asociadas a un tumor maligno, a síndromes
Síndromes genéticos asociados a la acantosis nigricans 4
genéticos y a diversos fármacos.
Síndromes de insulinorresistencia adquirida 4
Acantosis nigricans asociada a un tumor maligno
Acantosis nigricans de origen medicamentoso
5
■ Reseña histórica
o por factores exógenos 5 El término «acantosis nigricans» proviene del griego
«akantha», que significa «espina», y del latín «nigricans»,

Dermatología 1
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que significa «que ennegrece». La acantosis nigricans fue


descrita por primera vez en 1890 por Unna y Pollitzer [1]
en un paciente con sospecha de tumor maligno. En la
misma época, Janovsky describió un caso similar [2]. En
los años siguientes se describieron varios casos de
acantosis nigricans paraneoplásica, asociada esencial-
mente a cánceres abdominales de gran malignidad, así
como una forma benigna no asociada a cáncer. Sin
embargo, estas primeras observaciones se centraron
sobre todo en las formas asociadas a tumores malignos.
Más tarde, Curth et al [3] identificaron formas transmi-
tidas de manera autosómica dominante, formas asocia-
das a síndromes genéticos y una seudoacantosis
nigricans en personas con sobrecarga ponderal. Sólo en
1976 se reconoció la importancia de los estados de
insulinorresistencia en la acantosis nigricans. Kahn et
al [4] describieron los síndromes de insulinorresistencia
de tipo A y B. El síndrome de tipo A, también denomi-
nado HAIR-AN, incluye una hiperandrogenemia (HA),
una insulinorresistencia (IR) por ausencia o disfunción Figura 1. Acantosis nigricans localizada en el pliegue axilar en
del receptor de la insulina, y una acantosis nigricans una niña.
(AN). La insulinorresistencia de tipo B está provocada
por anticuerpos circulantes dirigidos contra el receptor
de la insulina y a menudo se asocia a otras manifesta-
ciones de enfermedad autoinmunitaria [5]. Más reciente-
mente se ha descrito un síndrome de insulinor-
resistencia de tipo C, provocado por una alteración de
la transducción de la señal de la insulina más allá
del receptor [6].
En los últimos años han suscitado gran interés las
formas genéticas de acantosis nigricans y se han identi-
ficado muchas mutaciones en los genes implicados en
ellas [7].

■ Epidemiología Figura 2. Acantosis nigricans localizada en la espalda.

La incidencia y la prevalencia de acantosis nigricans


en la población general no se han descrito. Los únicos
datos epidemiológicos conocidos proceden de Estados
Unidos. Según estos datos, la acantosis nigricans está
presente en un 7,1% de los alumnos estadounidenses,
sin diferencias de sexo [8]. Varios estudios ponen de
relieve diferencias considerables en la prevalencia de la
acantosis nigricans entre los principales grupos étnicos
de Estados Unidos. Esta afección es 25 veces superior
entre los adolescentes afroamericanos que en los adoles-
centes blancos (sin diferencias de prevalencia entre los
adolescentes obesos y no obesos). La prevalencia entre
los adolescentes hispanos y amerindios es respectiva-
mente 12 y 80 veces superior a la de los adolescentes
blancos (pero con una prevalencia más alta en los
adolescentes obesos) [9]. En un subgrupo de jóvenes
indios cherokee, la prevalencia de acantosis nigricans
fue del 34,2% [10]. En estos grupos de alto riesgo, la
detección de la acantosis nigricans puede servir de
método no invasivo de identificación de los pacientes Figura 3. Acantosis nigricans acompañada de múltiples acro-
con riesgo de diabetes de tipo 2 [11]. cordones en el pliegue axilar.

■ Manifestaciones clínicas mucha frecuencia a los labios y a la lengua [13, 14]


La acantosis nigricans se caracteriza por un engrosa- (Fig. 4). Al contrario que las lesiones cutáneas, las
miento cutáneo de aspecto aterciopelado e hiperpig- lesiones mucosas pocas veces son pigmentadas y pueden
mentado, localizado sobre todo en los pliegues (Fig. 1). provocar síntomas como dolor bucal y disfagia. La
En algunos casos puede generalizarse a todo el cuerpo, lengua también puede presentar una superficie papilo-
afectando también a las palmas, las plantas y las muco- matosa acompañada de fisura profunda, y los labios
sas. La lesión inicial es una coloración negruzca con pueden estar recubiertos por proliferaciones papiloma-
aspecto de piel sucia (Fig. 2). Poco a poco, esta lesión tosas, sobre todo a nivel de las comisuras. La mucosa
evoluciona hacia la hiperqueratosis, con engrosamiento bucal y el paladar suelen presentar una afectación
epidérmico y la posibilidad de aparición de múltiples menos grave, que puede consistir en una simple colora-
acrocordones [12] (Fig. 3). Las placas pueden adoptar una ción irregular difusa o blanca y de aspecto aterciopela-
coloración amarillenta grisácea, y los bordes oscuros do [15]. La oclusión de los canales lagrimales por
pueden aclararse. La acantosis nigricans de las mucosas proliferaciones papilomatosas periorbitarias puede
puede afectar a la boca, la conjuntiva, el ano, la vagina, ocasionar una epífora.
el esófago, la faringe y el intestino. Las lesiones de la La paquidermatoglifia cursa con un engrosamiento
boca (acompañadas o no de lesiones cutáneas) se obser- epidérmico amarillento de las palmas, acompañado de
van en más de un tercio de los casos y afectan con una acentuación de los pliegues palmares. Clarke la

2 Dermatología
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Figura 4. Lesiones papilomatosas en la comisura bucal y en las


encías, que adquieren un aspecto casi granulomatoso.

describió por primera vez en 1977 [16] como afección


asociada a un tumor maligno. Muchos investigadores
clasifican la paquidermatoglifia como una subcategoría
de acantosis nigricans, debido a sus características Figura 5. Histopatología de la acantosis nigricans: hiperquera-
histológicas similares [12]. Otros, en cambio, la conside- tosis, papilomatosis y acantosis en grados variables.
ran una entidad distinta asociada a la acantosis nigri-
cans en aproximadamente el 70% de los casos [14]. El
signo de Leser-Trélat, caracterizado por la erupción de la causa principal de la coloración parda característica
múltiples queratosis seborreicas, es otra dermatosis de las lesiones de acantosis nigricans es la hiperquera-
paraneoplásica asociada con frecuencia a la acantosis tosis [23] . La capa córnea es hiperqueratósica, pero
nigricans. En aproximadamente un 20% de los pacientes conserva una estructura normal. En la capa superior de
que presentan el signo de Leser-Trélat puede observarse la dermis puede observarse un infiltrado linfohistiocítico
al mismo tiempo una acantosis nigricans [17]. Algunos perivascular, y la formación de seudoquistes de aspecto
autores consideraron incluso que el signo de Leser- espinoso es infrecuente. El diagnóstico diferencial
Trélat representaba un estadio precoz de acantosis histológico puede ser difícil de establecer en presencia
nigricans [17]. Dado que las queratosis seborreicas son de lesiones como nevos epidérmicos o una queratosis
comunes en la población general, más que el número seborreica, pero sobre todo de una papilomatosis con-
absoluto de las mismas, es su aparición rápida, y sobre fluente y reticulada de Gougerot-Carteaud.
todo su asociación con otras afecciones paraneoplásicas, Las lesiones orales de acantosis nigricans son diferen-
lo que justifica la búsqueda intensiva de un tumor tes de las lesiones cutáneas y en ellas se observa una
maligno subyacente. La papilomatosis cutánea florida acantosis verdadera y una hiperplasia papilar
consiste en la aparición de múltiples pápulas queratósi- epitelial [15].
cas de aspecto verrugoso y constituye un tercer marca-
dor de tumor maligno interno que coexiste a menudo
con una acantosis nigricans maligna [12] . En niños ■ Fisiopatología
pequeños se han descrito varios casos de acantosis
nigricans generalizada que no parece asociada a ninguna Se ha demostrado el papel de tres receptores con
disfunción interna subyacente [18-20]. actividad tirosincinasa en la hiperproliferación epidér-
Recientemente se ha elaborado una escala cuantita- mica observada en la acantosis nigricans: el receptor del
tiva para la valoración clínica de la acantosis nigri- factor de crecimiento epidérmico (EGFR) en las formas
cans [21]. En esta escala se distinguen cinco zonas, tres malignas de acantosis nigricans, el receptor del factor de
de las cuales (falanges, rodillas y codos) sólo pueden crecimiento tipo insulina (IGFR) en los síndromes de
valorarse como «presente» o «ausente». Las otras dos resistencia a la insulina y el receptor del factor de
zonas (cuello y pliegues axilares) se evalúan atribuyén- crecimiento de los fibroblastos (FGFR) en varios trastor-
doles una nota cuantitativa de una escala comprendida nos genéticos asociados a la acantosis nigricans. Estas
entre 0 (ausente) y 4 (grave). También se evalúa la vías producen una estimulación de los queratinocitos y,
textura cutánea entre 0 (suave) y 3 (muy rugosa). como consecuencia, un engrosamiento de la epidermis.
En los casos de resistencia tisular a la insulina, una
sobrecarga de insulina circulante se unirá no sólo a los
■ Diagnóstico diferencial receptores clásicos de la insulina, sino también a los
receptores del IGF, favoreciendo así la proliferación
La acantosis nigricans puede tener un aspecto seme-
celular. La insulina circulante también puede estimular
jante al de los nevos epidérmicos, un nevo de Becker,
las células del estroma y la granulosa del ovario, condu-
los nevos melanocíticos, un síndrome de Gougerot-
ciéndolos a la producción de andrógenos, lo cual
Carteaud, una enfermedad de Dowling-Degos, una
conlleva las manifestaciones de hiperandrogenismo
enfermedad de Darier y enfermedades sistémicas como
observadas en el síndrome de tipo A. Se ha demostrado
una hemocromatosis o la enfermedad de Addison [22].
que los tumores malignos producen factor de crecimiento
El diagnóstico diferencial clínico de las lesiones orales
transformante (TGF-␣), que tiene afinidad por el receptor
de acantosis nigricans debe establecerse con el síndrome
del factor de crecimiento endotelial (EGF) [24].
de Goltz-Gorlin, la enfermedad de Cowden, la pioesto-
matitis vegetante, la proteinosis lipoide, la granuloma- Todavía no se conocen los mecanismos responsables
tosis de Wegener y la reticulohistiocitosis de la hiperpigmentación asociada y la localización
multicéntrica [15]. característica de la acantosis nigricans en los pliegues.

■ Histopatología ■ Tipos de acantosis nigricans


El examen microscópico muestra una hiperqueratosis, En el Cuadro I se presenta una lista de los síndromes
una papilomatosis con finas papilas dérmicas que se asociados a la acantosis nigricans. En la Figura 6 se
proyectan verticalmente y una acantosis irregular presenta un árbol para la toma de decisiones, en el que
variable (Fig. 5). La lámina basal presenta a veces una constan los síndromes genéticos y adquiridos asociados
ligera hiperpigmentación. No obstante, se considera que a la acantosis nigricans.

Dermatología 3
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Cuadro I. duende, con diabetes mellitus insulinorresistente que se


Síndromes asociados a la acantosis nigricans. acompaña de hiperinsulinemia extrema. El síndrome de
Rabson-Mendenhall comprende otro síndrome autosó-
Síndromes asociados a una insulinorresistencia
mico recesivo asociado a una diabetes mellitus insulino-
Síndrome de Alström rresistente y una dismorfia facial. Estas mutaciones del
Leprechaunismo gen del receptor de la insulina pueden provocar la
Síndrome de Edwards expresión de una proteína anormal o la síntesis de un
Síndrome de Rabson-Mendenhall ácido ribonucleico mensajero (ARNm) truncado (sín-
drome HAIR-AN), la no expresión de una proteína
Insulinorresistencia de tipo A (síndrome HAIR-AN)
(leprechaunismo) o un defecto del tratamiento o del
Insulinorresistencia de tipo B transporte postraducción del receptor hacia la mem-
Insulinorresistencia de tipo C brana plasmática (síndrome de Rabson-Mendenhall).
Lipodistrofia congénita (síndrome de Lawrence-Seip) Más recientemente se han descrito mutaciones a nivel
Síndromes asociados al receptor del factor de crecimiento del receptor-c de los peroxisomas en proliferación
de los fibroblastos (PPAR-c), diana de los agentes antidiabéticos tipo
tiazolinedindiona, en un síndrome de insulinorresisten-
Síndrome del cutis gyrata cia asociado a una hipertensión arterial. Se ha demos-
Síndrome de Crouzon trado que mutaciones de la 1-acilglicerol-3-fosfato-O-
Displasia tanatofórica aciltransferasa-2 (AGPAT2), de la seipina (BSCL2) y de la
Síndrome SADDAN lámina A/C (LMNA) causaban síndromes de lipodistrofia
generalizada o parcial [25] , y estudios recientes han
Enfermedades autoinmunitarias
permitido identificar un gen mutado en el síndrome de
Dermatomiositis Alström (ALMS1). Las consecuencias de estas mutaciones
Tiroiditis de Hashimoto génicas y su relación con la insulinorresistencia todavía
Lupus eritematoso no están totalmente aclaradas [7].
Como ya se ha mencionado, la acantosis nigricans
Esclerodermia
asociada a una insulinorresistencia es el resultado de la
Otros unión de la insulina en exceso en sangre a los recepto-
Acromegalia res del factor de crecimiento tipo insulina (IGFR)
Enfermedad de Addison localizados en la superficie de los queratinocitos, lo cual
desencadena la proliferación de las células epidérmicas.
Ataxia telangiectasia
También pueden ser significativos efectos indirectos,
Síndrome de Barter como un aumento de la producción de IGF-1 por el
Síndrome de Beare-Stevenson hígado, una disminución de la velocidad de la síntesis
Encefalopatía benigna de las proteínas de unión al IGF y un desplazamiento
Síndrome de Bloom del IGF-1 de sus proteínas de unión.
Síndrome de Capozucca
Síndromes asociados al receptor del factor
Condrodistrofia acompañada de enanismo
de crecimiento de los fibroblastos
Síndrome de Costello
Las mutaciones de los receptores 2 y 3 del factor de
Síndrome de Cushing
crecimiento de los fibroblastos (FGFR 2 y 3) causan
Diabetes insípida varios síndromes autosómicos dominantes asociados a la
Gigantismo acantosis nigricans, como el síndrome del cutis gyrata,
Cirrosis hepática el síndrome de Crouzon, la displasia tanatofórica y el
Síndrome de Hirschowitz síndrome SADDAN [26].
Hipotiroidismo
La fisiopatología de estos síndromes de acantosis
nigricans asociados al gen que codifica el receptor del
Síndrome de MORFAN (retraso mental, crecimiento excesivo,
factor de crecimiento de los fibroblastos no está total-
facies característica, acantosis nigricans)
mente aclarada. Hallazgos recientes indican que una
Fenilcetonuria función de la cascada de señalización inducida por el
Hipogonadismo hipofisario FGFR 2 consistiría en favorecer el crecimiento de los
Tumores hipofisarios queratinocitos y se ha demostrado que las mutaciones
Síndrome de Prader-Willi del FGFR activan la señalización mediada por la
Degeneración de la vía piramidal tirosincinasa [7].
Banda fibrosa Otras formas de acantosis nigricans
Síndrome de Werner de origen genético
Enfermedad de Wilson
Al margen de los casos sindrómicos, la acantosis
nigricans aislada, no asociada a trastornos de origen
endocrino, puede transmitirse de manera autosómica
Síndromes genéticos asociados dominante [7].
a la acantosis nigricans
Síndromes de insulinorresistencia Síndromes de insulinorresistencia
Pequeñas mutaciones en el gen que codifica el recep- adquirida
tor de la insulina pueden provocar, entre otros, un El síndrome de insulinorresistencia de tipo B aparece
síndrome de insulinorresistencia de tipo A (síndrome con frecuencia de manera más tardía que el de tipo A.
HAIR-AN), un leprechaunismo o un síndrome de Su gravedad es más variable, y las lesiones cutáneas
Rabson-Mendenhall. La insulinorresistencia de tipo A siguen una evolución paralela a la de la enfermedad
afecta principalmente a mujeres jóvenes de raza negra y inmunitaria subyacente. En este síndrome, los autoanti-
puede asociarse a hirsutismo, hipertrofia del clítoris, cuerpos dirigidos contra el receptor de la insulina
virilización y, con frecuencia, un síndrome de ovarios compiten con la insulina en su unión al receptor. Puede
poliquísticos [5]. El leprechaunismo es una forma auto- presentarse asociado a enfermedades autoinmunitarias
sómica recesiva de retraso del crecimiento intrauterino como el lupus eritematoso sistémico, la esclerodermia, la
acompañado de facies dismórfica que recuerda la de un dermatomiositis y o la tiroiditis de Hashimoto [5, 27]. El

4 Dermatología
Acantosis nigricans ¶ E – 98-670-A-10

Acantosis nigricans

Adquirida Genética

Insulinor- Fármacos Tumor Insulinorresistencia Síndromes asociados AN aislada


resistencia o factores exógenos maligno genética al receptor del factor autosómica
de crecimiento de los dominante
fibroblastos

Tipo B Tipo C (más allá Obesidad


(autoinmunitaria) del receptor) asociada

Síndrome
Tipo A de Rabson- Síndrome
(HAIR-AN) Leprechaunismo Mendenhall de Alström etc.

Figura 6. Árbol de decisiones.

síndrome de tipo C se asocia a un trastorno de la cáncer del abdomen, siendo el más común el adenocar-
transducción de la señal de la insulina más allá del cinoma gástrico. Sin embargo, se han señalado al menos
receptor [6]. 26 tumores diferentes (de pulmón, vejiga, endometrio,
En la franja de edad de 12-30 años, la obesidad (que glándulas suprarrenales, colédoco, riñón, tiroides,
conduce a una insulinorresistencia por disminución de mama, laringe, útero, próstata, testículos, ovarios,
la afinidad de los receptores de la insulina clásicos y/o hipófisis, tumores linfáticos, hepatocelulares, etc.) que
defectos más allá del receptor) es la causa más frecuente pueden asociarse a la acantosis nigricans [37, 38] (Cuadro
de acantosis nigricans. Esta forma se denominaba II). Por regla general, la evolución clínica de la acantosis
seudoacantosis nigricans, término hoy en día obsole- nigricans correlaciona con la evolución del tumor
to [28]. Recientemente, en varios estudios se ha demos- maligno subyacente y a menudo las lesiones de acanto-
trado que la acantosis nigricans puede considerarse un sis nigricans desaparecen con el tratamiento anticance-
marcador cutáneo independiente de insulinorresistencia roso de primera intención y reaparecen al mismo
en los niños obesos [29, 30]. Como estos pacientes obesos tiempo que la recidiva del tumor maligno [39] . La
presentan acantosis nigricans e hiperinsulinemia, tam- acantosis nigricans maligna puede considerarse un
bién presentan un riesgo aumentado de enfermedad marcador de mal pronóstico. En varios estudios se ha
cardiovascular aterosclerótica [31, 32]. observado que la duración media de supervivencia era
Hace poco tiempo, en un estudio retrospectivo con de 8,7-11,9 meses [40]. Las lesiones de acantosis nigricans
más de 1.000 pacientes, se describió la asociación de la pueden aparecer de forma simultánea con el inicio del
acantosis nigricans con más de la mitad de los casos de cáncer (61,3%) o pueden precederlo (17,6%) o sucederlo
síndrome de Down estudiados. Esta asociación parecía (21,1%) [14].
ligada a la obesidad en todos los pacientes que se
estudiaron. No obstante, en tres pacientes con síndrome Acantosis nigricans de origen
de Down no se observó ninguna alteración de las cifras
de IGF-1, glucosa e insulina [33]. Los otros 48 casos de
medicamentoso o por factores
síndrome de Down no fueron examinados, lo cual no exógenos
significa que la resistencia a la insulina no intervenga Existen varias comunicaciones de casos de aparición
en la acantosis nigricans asociada al síndrome de Down. de acantosis nigricans asociada a diversos fármacos. Esta
En el mismo artículo se ha descrito una asociación de la forma puede estar inducida, entre otros, por corticoides,
acantosis nigricans con la dermatitis atópica, pero esta ácido nicotínico, dietilestilbestrol, metiltestosterona,
asociación es controvertida a causa de la semejanza somatotropina [41], anticonceptivos orales, inyección
entre la acantosis nigricans y la liquenificación, así local de insulina o aplicación tópica de ácido fusídi-
como de la ausencia de confirmación histológica del co [22, 42]. Las lesiones de acantosis nigricans suelen ser
diagnóstico de acantosis nigricans. reversibles al suspender el fármaco responsable. La
patogénesis de la inducción de la hiperplasia epidérmica
Acantosis nigricans asociada no ha sido aclarada.
a un tumor maligno .

Se ha formulado una hipótesis según la cual la acan-


tosis nigricans maligna podría ser el resultado de la
■ Tratamiento
secreción de productos tumorales que tienen una acti- La obesidad es una causa considerable de insulinorre-
vidad parecida a la de la insulina o que son capaces de sistencia, por lo que el control del peso y la modifica-
activar el receptor del factor de crecimiento epidérmi- ción del modo de vida constituyen las primeras etapas
co [34]. En ratones transgénicos, se ha observado que la del tratamiento de la acantosis nigricans. Entre las
sobreexpresión del TGF-a provoca una proliferación opciones terapéuticas específicas que permiten reducir la
epidérmica y una papilomatosis [7]. Además, factores hiperinsulinemia, se distinguen la octreotida (análogo
líticos procedentes de células tumorales pueden debilitar sintético de la somatostatina) y la metformina (bigua-
la matriz extracelular de la piel, ocasionando así lesiones nida empleada en el tratamiento de la diabetes tipo 2).
debidas a una acantosis nigricans [35]. Recientemente se ha observado que la asociación
Curth et al (1943) [36] demostraron que el tumor isotretinoína-metformina mejoraba las lesiones de
maligno subyacente consiste principalmente en un acantosis nigricans [43].

Dermatología 5
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Cuadro II.
Tumores malignos que se han observado asociados a la acantosis
nigricans. “ Puntos esenciales
Tumores malignos gastrointestinales
Adenocarcinoma gástrico La acantosis nigricans:
Adenocarcinoma de colon • es un marcador importante de trastorno
Adenocarcinoma esofágico
metabólico o maligno subyacente;
Adenocarcinoma rectal
• en general no produce molestias, sólo a veces
prurito leve;
Otro (páncreas, hígado, colédoco, vesícula biliar, etc.)
• siempre que se presenta asociada a edad
Tumores malignos ginecológicos
avanzada o a otros signos, como
Adenocarcinoma de mama paquidermatoglifia o signo de Leser-Trélat, obliga
Adenocarcinoma de endometrio a emprender una búsqueda exhaustiva de
Carcinoma de útero neoplasia subyacente;
Carcinoma de ovario • en su forma maligna se asocia a menudo a
Tumores malignos renales y urológicos adenocarcinomas gastrointestinales. No obstante,
Carcinoma de vejiga se ha establecido una lista muy completa de los
Tumor de Wilms demás tumores malignos asociados;
Carcinoma renal • como tratamiento requiere, en un primer
Carcinoma de próstata momento, el tratamiento de la insulinorresistencia
o del tumor maligno subyacente;
Tumores malignos endocrinológicos
• comprende formas genéticas y adquiridas.
Carcinoide
Avances recientes han permitido dilucidar las
Feocromocitoma mutaciones responsables en las formas genéticas.
Pinealoma
Testiculares
Tiroideos .

Melanoma ■ Bibliografìa
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habituales es la estimulación de varios receptores de Health 2001;28:372-6.
factores de crecimiento, como el receptor del factor de [12] Matsuoka LY, Wortsman J, Goldman J. Acanthosis nigricans.
crecimiento epidérmico (EGFR), el receptor del factor de Clin Dermatol 1993;11:21-5.
crecimiento tipo insulina (IGFR) y el receptor del factor [13] Scully C, Barrett WA, Gilkes J, Rees M, Sarner M,
de crecimiento fibroblástico (FGFR), que provoca una Southcott RJ. Oral acanthosis nigricans, the sign of Leser-
hiperproliferación epidérmica. Las asociaciones mórbidas Trélat and cholangiocarcinoma. Br J Dermatol 2001;145:
de la acantosis nigricans justifican la búsqueda exhaustiva 506-7.
de un trastorno asociado. Cuando afecta a personas de [14] Pentenero M, Carrozzo M, Pagano M, Gandolfo S. Oral
edad avanzada o cuando se acompaña además de una acanthosis nigricans, tripe palms and sign of Leser-Trélat in a
dermatosis paraneoplásica, debe excluirse, en la medida patient with gastric adenocarcinoma. Int J Dermatol 2004;43:
de lo posible, un tumor maligno. 530-2.

6 Dermatología
Acantosis nigricans ¶ E – 98-670-A-10

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S. De Schepper.
J.-M. Naeyaert (jeanmarie.naeyaert@ugent.be).
Service de dermatologie, CHU, De Pintelaan 185, 9000 Gand, Belgique.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: De Schepper S., Naeyaert J.-M. Acanthosis nigricans. EMC
(Elsevier SAS, Paris), Dermatologie, 98-670-A-10, 2006.

Disponible en www.emc-consulte.com (sitio en francés)


Título del artículo: Acanthosis nigricans
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