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¿Qué se entiende por delito?

El delito, se considera una acción grave contra la ley. Cualquier delito es


una conducta típica, antijurídica y culpable por la que el ordenamiento del
código penal, aplicará medidas de seguridad, sanciones o penas,
dependiendo de su gravedad.

¿Cuáles son los elementos del


delito?
Los elementos del delito son el conjunto de características que componen el
delito, es decir, aquellas que tiene cualquier hecho delictivo para ser
considerado como tal. Dichos elementos, se estudian según la teoría
general del delito dentro del derecho penal.
Antes de explicar cuáles son, es conveniente saber que el Código Penal es el
ordenamiento jurídico que define los delitos las faltas y penas, según la Ley
Orgánica

Conducta
La conducta, es el elemento principal del delito. Cómo se puede percibir por
su nombre, esta es la que define el comportamiento humano, ya sea, positivo o
negativo por el que se produce un resultado delictivo.

Tipicidad
Una vez identificada la conducta, se determina en el plano real recogido en
la legislación. Esta es un elemento para configurar el delito. Si no hay
tipicidad, el delito no puede existir. En ese sentido, el acto delictivo debe
considerarse como tal dentro del código penal.

Antijuridicidad
Este elemento aparece como consecuencia de la tipicidad. En derecho
penal, es un elemento del delito que hace referencia a los actos que
incumplen alguna norma explícita del ordenamiento jurídico. Es decir,
cuando la conducta realizada es contraria al derecho y permite determinar
que el hecho cometido es una infracción, por lo tanto, se aplicará la pena en
consecuencia.

Culpabilidad
Ante una acción antijurídica, el juicio que se aplica al sujeto es la
culpabilidad. Así pues, la culpabilidad es la posición en la que se sitúa una
persona imputada y responsable del incumplimiento de la ley, que
pudiendo haber optado por una conducta adecuada no lo hizo y, en
consecuencia, el juez le declara merecedor de una pena

Los hechos punibles de conformidad con el Código Penal Venezolano se clasifican


en: delitos y faltas, dejándolo así establecido en el primer párrafo del artículo 1. En
este sentido, como todo hecho punible debe cumplir con tres requerimientos
mínimos para ser tenido un acto o conducta como punible, es decir, el hecho debe
ser típico (estar previsto en la norma penal), antijurídico (que atente contra alguno
de los bienes protegidos por las normas) y culpable (el sujeto que se le imputa el
hecho debe haberlo cometido con dolo o con culpa, en otras palabras debe ser
responsable la comisión del hecho punible).

En este orden, el término “faltas” desde el punto de vista general procede del latín fallita,
una falta es la carencia o privación de algo. Por ejemplo: “La falta de lluvias ha perjudicado la
cosecha”, “La falta de nutrientes hace que los niños no puedan desarrollarse con normalidad”.
No obstante, siendo tomado el vocablo con su acepción jurídica la falta es una infracción, ya
sea voluntaria o culposa, de una norma. Esta infracción puede ser castigada de diversas
maneras, tanto por la vía penal como administrativa.

En otras palabras las faltas son una contravención a la ley, son todas aquellas
conductas y actos típicos, antijurídicos y culpables que atentan contra los bienes
jurídicos tutelados por la ley, pero que no son tan graves para constituirse en delitos,
son infracciones que sanciona la ley.

CLASES DE FALTAS Y FUNDAMENTO LEGAL

Las faltas pueden clasificarse de acuerdo a dos parámetros o criterios, el primero


conforme a la gravedad y el segundo según el bien jurídico tutelado, nuestra norma
sustantiva penal acoge el último criterio señalado, sin embargo, tácitamente prevé las
faltas según su gravedad, en graves, menos graves y leves.
En cuanto al bien jurídico tutelado las clasifica en cuatro tipos:

 FALTAS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO: entre estas, la desobediencia a la


autoridad; la omisión de dar referencias; faltas concernientes a las monedas; faltas
relativas el ejercicio del arte topográfico, difusión de impresos y avisos; las relativas a
los espectáculos, establecimientos y ejercicios públicos; de los alistamientos practicados
sin autorización; de la mendicidad; perturbación causada en la tranquilidad pública y
privada y; el abuso a la credulidad de otro. Contemplados en los artículos 483 al 508,
del Libro Tercero: De las faltas, Titulo I, Capítulos del I al IX del Código Penal
Venezolano.

 FALTAS RELATIVAS A LA SEGURIDAD PÚBLICA: integran esta, las faltas


relativas a armas o materias explosivas (permiso de fabricación e introducción de armas
y explosivos verbigracia)); la caída y falta de reparación de edificios; faltas relativas a
los signos y aparatos que interesan al público; de los objetos tirados o colocados de
manera peligrosa; de las faltas que se refieren a la vigilancia de los enajenados; de la
falta de vigilancia y dirección de vehículos y animales; de las faltas referentes a los
peligros comunes. Todo esto previsto en el Libro Tercero: de las Faltas en General,
Titulo II, Capítulos I al VII del Código Penal Venezolano, artículos del 509 al 529.

 FALTAS CONCERNIENTES A LA MORALIDAD PÚBLICA: conformadas por


faltas relativa a los juegos de azar; la embriaguez; actos contrarios a la decencia pública
y; del mal tratamiento de los animales. Previsto este tipo de faltas en el Libro Tercero:
de las Faltas en General, Titulo III, Capítulos del I al IV del Código Penal en los
articulo del 530 al 537.

 FALTAS RELATIVAS A LA PROTECCIÓN PÚBLICA DE LA


PROPIEDAD: involucran estas faltas las relacionadas a la posesión injustificada de
objetos y valores; las de precaución en las operaciones de comercio o de prendas; de la
venta ilícita de llaves, ganzuas y abertura ilícita de cerraduras; de la tenencia ilícitas de
pesas y medidas; sancionadas conforme a las disposiciones de los artículos 538 al 544,
contenidos en el Libro Tercero: de las Faltas en General, Titulo IV, Capitulos del I al IV
del Código Penal Venezolano.

El Iter Criminis (camino del delito), también conocido como grados de desarrollo del
delito, lo que significa que, cuando inicia y cuando termina el delito, es decir, es un proceso
de realización del delito, tanto interna como externa propia del comportamiento humano. La
misma que presenta una consecuencia jurídico-penal por lesionar o poner en peligro bienes
jurídicos tutelados.

Asimismo, en el Derecho Penal existen dos figuras a saber: a) el derecho penal de autor, y
b) el derecho penal de acto; por el primero, se entiende que los pensamientos, ideas, etc., no
son punibles; por el segundo, las conducta exteriorizada o comportamiento humano sí son
punibles, lo que significa que al Derecho Penal le interesa el derecho penal de acto y, mas
no, el derecho penal de autor.
Entonces, el iter criminis, está compuesto por dos fases principales: a) la fase interna
(ideación – deliberación – resolución o decisión) y b) la fase externa (actos preparatorios –
actos de ejecución (tentativa) – consumación – agotamiento). En ese orden de ideas se
tocará algunos lineamientos básicos al respecto.

2. Concepto
En palabras de PAVÓN VASCONCELOS, el iter criminis, que no es otra cosa que las fases
a través de las que se desarrolla el fenómeno jurídico al que llámanos delito, éste como
producto del hombre tiene un proceso que transita por etapas a las que en conjunto llámanos
el iter criminis, que va desde a ideación hasta el agotamiento. Para Carlos PARMA, el iter
criminis es el derrotero que recorre el delito desde la idea del autor, hasta que culmine
plenamente objetivado en el mundo exterior.

En el mimo sentido alude ZAFFARONI, el iter criminis recorre desde la decisión que el
autor toma, en su esfera interior, hasta el agotamiento de la ejecución del delito. En este
camino se dan sucesivos momentos cronológicos, como la concepción, decisión,
preparación, comienzo de ejecución, culminación de la acción típica, acontecer del
resultado típico y agotamiento del hecho.

En efecto, el iter criminis, es el camino del delito, es decir, es la génesis en que aparece en
la psique del agente la idea o pensamiento hasta el momento en que se lleva a exteriorizar o
concretar el hecho punible.

3. Fases
El delito tiene un proceso dentro del Derecho penal denominado iter criminis. El delito
comienza en la esfera interna del sujeto, como la ideación – deliberación – resolución o
decisión. Aquí, termina la fase interna y da comienzo a la fase externa con los actos
preparatorios – actos de ejecución (tentativa) – consumación – agotamiento. Como bien
señala la doctrina penal, el “agotamiento” no es relevante para el Derecho penal, dado que
el delito ya está consumado, desde luego, no se descarta una posición minoritaria que señala
al “agotamiento” como parte de la fase de ejecución.

El estudio del iter criminis consistirá, por lo tanto, en establecer cuáles son estas fases del
delito, así como en determinar qué importancia tiene cada una de ellas desde el punto de
vista del derecho penal, es decir, constatar si el derecho penal va a intervenir o no en todos
y cada uno de estos momentos imponiendo sanciones, y, en su caso, cual es el fundamento
de dicha intervención[3]. En ese sentido tenemos:

3.1. Fase interna

a) Ideación.- Consiste en la imaginación, pensamiento o idea del delito, es decir, es la


génesis de la idea delictiva que realizara el agente o sujeto activo; por ejemplo: “A” quiere
robar a “B”.

La primera fase comprende, en esencia, actos mentales de voluntad interna, que pertenecen
a la psique del autor, por lo que sólo pueden tener significación moral. Estos actos
representan la ideación del delito, y son absolutamente irrelevantes a efectos penales:
de internis non curat preator, se decía en el Derecho romano, y también: cogitaciones
poenam nemo patitur, esto es: de lo interno no se puede ocupar el Derecho penal, es decir,
el pensamiento no delinque.

b) Deliberación.- Consiste en la elaboración y desarrollo del plan delictivo, es decir, es el


planeamiento del delito a cometer, la forma o circunstancia a darse; por ejemplo: “A” quiere
robar a “B”, para ello, se vale del uso de un arma de fuego, la misma que lo realizara
durante la noche y en lugar poco transitado por personas.

En esta etapa hay una lucha interna entre la idea y la repulsa moral al delito, puede el
hombre por su inclinación al bien –según nuestra particular apreciación de la conducta
humana– rechazar la reflexión criminal, como puede acontecer que los mecanismos de
inhibición no sean suficientes y el hombre resuelva en su intimidad (subjetividad)
delinquir[5].

c) Resolución o decisión.- Consiste poner en práctica o exteriorizar el plan delictivo; por


ejemplo: “A” decide robar a “B” mediante una pistola y durante la noche.

Entonces, en los tres momentos de la fase interna del delito son irrelevantes para el Derecho
penal, no son punibles; es decir, el pensamiento no delinque, la misma que se traduce en el
aforismo “cogitaciones poenam nemo patitur”.

3.2. Fase externa

a) Actos preparatorios.- Los actos preparatorios del delito son actos exteriores que
no consisten en la ejecución sino en la preparación de un hecho delictivo. Se encuentran,
pues, en su estadio conceptualmente anterior a la ejecución: en el estadio de preparación
que precede a la realización ejecutiva. Estos actos son, por regla general, impunes.
Únicamente, en algunos delitos especialmente relevantes, el legislador decide sancionar (no
solo su ejecución, sino también) su preparación. El citado autor nos da a entender que en
ciertos delitos son punibles, ello se traduce a partir de las razones político-criminales, entre
ellas tenemos: la conspiración, proposición o provocación respectivamente.

Los actos preparatorios carecen de relevancia para el Derecho penal, son impunes, en otras
palabras, presentan un insuficiente contenido delictivo. En palabras de MAURACH, en
ciertos casos, no alcanzan siquiera la zona de lo típico, y en otros no llenan el cuadro
rigurosamente circunscrito de la figura legal. Y puesto que la conminación penal decide no
solo como, sino también si debe castigarse una conducta, estas acciones en principio serán
irrelevantes para el derecho penal.

b) Actos de ejecución (tentativa).- Los actos ejecutivos comprenden aquellas secuencias


del iter criminis que representan la realización ejecutiva, y no meramente preparatoria, del
delito. Los actos ejecutivos aparecen con la exteriorización del pensamiento humano
mediante conductas que tienen una determinada finalidad

Los actos de ejecución, que representa el límite superior en la fase externa del iter criminis,
si carece de relevancia penal, es decir, son punibles las conductas concretas o exteriorizadas
como tal.
c) Consumación.- Según FIANDACA y MUSCO, el concepto de consumación expresa
técnicamente la completa realización de todos los elementos constitutivos de una variedad
delictiva, esto es, cuando el hecho completo corresponde enteramente al modo legal
delineado en la norma penal en cuestión. En el mismo sentido ALCÓCER, la consumación
surge cuando se cumple totalmente los requisitos exigidos por el tipo. No obstante, este
momento no solo debe comprenderse desde una visión estrictamente formal, sino también
material.

En efecto, la consumación es relevante para el Derecho penal y, por consiguiente, son


punibles, al respecto BRAMONT-ARIAS, distingue dos tipos de consumación:

1. Consumación Formal: Según el tipo de delito se determina cuando un delito


esta formalmente consumado. El delito se consuma con el total cumplimiento
del tipo. Generalmente, la ley indica la consumación en relación con el resultado
lesivo producido pero, sin embargo, ella admite que la consumación surja en un
momento anterior, esto se da en los delitos de resultado cortado, en los delitos de
peligro, etc.
2. Consumación Material. Surge luego de la consumación formal, cuando el
sujeto logra el fin último por el que cometió el delito (agotamiento del delito).
Esta consumación es irrelevante para el derecho penal, si el sujeto obtuvo o
logro la finalidad que motivo su conducta.
d) Agotamiento.- La etapa de agotamiento surge cuando el agente consigue satisfacer la
intención que perseguía al idear, ejecutar y consumar el hecho criminal. Con relación al
delito cometido, tal hecho resulta irrelevante[10]. Es decir, en esta fase el delito ya se ha
realizado, es una consecuencia directa de la consumación.

4. Conclusión
En líneas generales, el iter criminis o camino del delito, es una serie de etapas o fases por
las que atraviesa en la psique del agente desde la génesis (ideación) hasta la exteriorización
de la conducta (consumación). Así, por ejemplo: en la esfera interna del iter criminis, se da
la ideación – deliberación – resolución o decisión. La misma que aquí termina la fase
interna; y da comienzo a la fase externa con los actos preparatorios – actos de ejecución
(tentativa) – consumación – agotamiento. Este último es irrelevante para el Derecho penal,
dado que el fin de la conducta se ha concretado como tal.

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