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DEFINICION
Consiste en una disminución progresiva de la masa ósea y la consiguiente debilidad de los huesos. Es
más frecuente en mujeres, sobre todo después de la menopausia cuando se produce una disminución
de los estrógenos. Al principio no produce síntomas, pero a medida que avanza hay mayor probabilidad
de padecer fracturas óseas, que pueden darse por un simple golpe o caída.
Esta debilidad ósea se debe a una mayor porosidad en los huesos, causada a su vez por una carencia de
vitamina D. La bajada de estrógenos después de la menopausia produce una dificultad en la asimilación
de esta sustancia vitamínica. Por eso es tan fácil que se produzca en esta etapa de la vida. No obstante,
también una insuficiente exposición solar o carencias nutricionales pueden causarla.
Para las mujeres, resulta de gran ayuda anticiparse a la posibilidad de padecer osteoporosis. ¿Cómo?
Pues es muy recomendable consumir alimentos ricos en calcio a lo largo de su vida (es muy importante
hacerlo desde la juventud, cuando se desarrollan los huesos). También tomar suplementos de vitamina
D o bien tomar suficiente sol (sin excederse). Igualmente alimentos con esta vitamina cuando se acerca
la menopausia. Practicar habitualmente ejercicio también puede evitar que aparezca la osteoporosis.
ETIOPATOGENIA
La osteoporosis resulta de una alteración del remodelado óseo con predominio de la resorción, la
mayoría de los casos ligadaba la deficiencia de estrógenos y al envejecimiento.
INCIDENCIA
La incidencia de la osteoporosis es mayor en las mujeres que en los varones, debido a que en los
varones la masa ósea es mayor, a la ausencia de un equivalente de la menopausia, a una menor
tendencia a caerse y a una esperanza de vida más corta. En consonancia con este hecho, la incidencia
global de fracturas osteoporóticas es mucho mayor en las mujeres que en los varones, y esta diferencia
se hace especialmente llamativa en el caso de las fracturas de hueso trabecular. La mujer presenta
fracturas de hueso trabecular en una proporción 8/1 respecto al varón, frente a las fracturas de hueso
cortical donde la proporción se reduce 2/1 también a favor de la mujer. En los primeros 4-8 años tras la
menopausia se producen con más frecuencia las fracturas vertebrales y de radio (Colles).
Posteriormente, hacia los 70-75 años aparecen las fracturas de cadera que se relacionan más con la
pérdida de hueso cortical y con otros factores que predisponen a las caídas.
Debido fundamentalmente a que la DMO disminuye con la edad, la incidencia de fracturas aumenta
exponencialmente y llega a ser un problema alarmante en la población senil, un sector demográfico con
clara tendencia ascendente.
CLÍNICA
La osteoporosis, como tal enfermedad, es asintomática, y es un error muy frecuente incluir el dolor
como un síntoma osteoporótico, especialmente cuando es difuso10,19, lo que lleva a que muchos
pacientes sean remitidos para valoración de osteoporosis por dolores osteoarticulares erráticos. La
clínica de las fracturas periféricas es la misma que las fracturas de la misma localización no
osteoporóticas4,5; lo que las distingue, fundamentalmente, es el hecho de que la fractura osteoporótica
se produce ante un traumatismo menor (típicamente, caída simple, desde la posición de bipedestación).
Por lo demás, el enfermo presenta igualmente dolor, impotencia funcional y deformidad.
Las fracturas relacionadas característicamente con la osteoporosis son las de la extremidad proximal del
fémur, las vertebrales y las de antebrazo distal (fractura de Colles). Sin embargo, como la disminución de
masa ósea es un proceso generalizado del esqueleto, casi todas las fracturas que se producen en
ancianos son debidas a osteoporosis. Esto incluye fracturas distales del fémur, tibia, costillas, pelvis y
húmero, entre otras
DX
TX
PUNTOS CLAVE
Medidas generales. Todo tratamiento de la osteoporosis debe incluir el realizar ejercicio con
regularidad, evitar el tabaco, moderar el alcohol y seguir una dieta equilibrada.
Tratamiento farmacológico. Hoy en día disponemos de una amplia variedad de fármacos para el
tratamiento, cuya indicación debe realizarse teniendo en cuenta las peculiaridades del paciente y cuál es
el tipo de fractura con mayor riesgo. Los bifosfonatos, el raloxifeno y el ranelato de estroncio son
fármacos de primera línea, mientras que la calcitonina y la parathormona deben reservarse como
segunda elección. El tratamiento hormonal sustitutivo no es de primera elección si se administra
exclusivamente para el tratamiento de la osteoporosis.
Duración del tratamiento farmacológico. Todos estos tratamientos deberían ser continuos en el
tiempo, durante varios años, con la única excepción de la parathormona. Suplementos. A menos que
exista una toma de calcio y una exposición solar adecuadas, es aconsejable administrar siempre un
suplemento de calcio y vitamina D.