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Memoria y atención

Angie Pérez Marín-Kelly Restrepo Castañeda-David Durango


Corporación Universitaria Minuto de Dios
Introducción a la Psicología NRC-10-66999
Ricardo Andrés Gutiérrez
06-Marzo-2024
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Introducción
La memoria y la atención son dos procesos cognitivos fundamentales que nos permiten procesar,
almacenar y utilizar la información de manera efectiva en nuestro día a día. La memoria se
refiere a la capacidad de retener y recordar información, mientras que la atención se relaciona
con la capacidad de concentrarnos selectivamente en estímulos específicos mientras ignoramos
otros. Ambos procesos están estrechamente interrelacionados y juegan un papel crucial en
nuestra capacidad para aprender, recordar y tomar decisiones.
La memoria es un proceso complejo que implica la codificación, el almacenamiento y la
recuperación de la información. La codificación se refiere a la transformación de la información
en un formato que pueda ser almacenado en la memoria, mientras que el almacenamiento
implica retener la información a corto o largo plazo. La recuperación, por su parte, es el proceso
de acceder a la información almacenada cuando es necesaria.
Por otro lado, la atención es el proceso mediante el cual dirigimos nuestra mente hacia estímulos
específicos mientras filtramos distracciones. Existen diferentes tipos de atención, como la
atención interna (centrada en pensamientos y emociones internas) y la atención externa (centrada
en estímulos del entorno), así como la atención voluntaria e involuntaria.
La memoria y la atención están estrechamente relacionadas, ya que la capacidad de recordar
información depende en gran medida de nuestra capacidad para prestar atención durante la
codificación. Una atención deficiente puede resultar en una codificación inadecuada y, por lo
tanto, en una recuperación deficiente de la información almacenada.
Para concluir, la memoria y la atención son procesos cognitivos fundamentales que trabajan
juntos para permitirnos procesar, almacenar y utilizar la información de manera efectiva. Al
comprender cómo funcionan estos procesos, podemos mejorar nuestra capacidad para aprender,
recordar y tomar decisiones en nuestra vida diaria.
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Memoria
Concepto de memoria
La memoria es la capacidad del cerebro para almacenar, retener y recordar información. Es un
proceso fundamental para el aprendizaje, la adaptación y la supervivencia de los seres vivos. Las
fallas de la memoria pueden ocurrir en cualquier etapa, lo que puede llevar al olvido o a la
generación de recuerdos falsos. Por tanto, mejorar los procesos de codificación y utilizar técnicas
que garanticen una recuperación efectiva son fundamentales.
Las buenas técnicas de codificación, como relacionar nueva información con conocimientos
previos, formar imágenes mentales y crear asociaciones entre la información a recordar, son
clave. Asimismo, para lograr una buena recuperación, es importante desarrollar señales efectivas
que ayuden a recordar la información codificada. Los sistemas mnemotécnicos clásicos, que han
sido utilizados desde la época de los antiguos griegos y que aún son utilizados por algunos en la
actualidad, pueden mejorar significativamente las habilidades de memoria.

Procesos de memoria
Los procesos de memoria son las etapas fundamentales mediante las cuales la información es
procesada, almacenada y recuperada en nuestra mente. Además, estos procesos desempeñan un
papel crucial para comprender cómo recordamos y utilizamos la información en nuestra vida
diaria.
Los principales procesos de memoria son la codificación, el almacenamiento y la recuperación,
aquí está el concepto de cada uno de ellos:

 La codificación: La codificación es el proceso en el cual la información se transforma


en un formato almacenable en la memoria. Durante este proceso, los estímulos
sensoriales se convierten en representaciones mentales que pueden ser almacenadas.
La calidad de la codificación puede afectar la facilidad con la que se recupera la
información en el futuro. La codificación es selectiva, lo que significa que atendemos
algunos eventos en nuestro entorno e ignoramos otros. También es prolífica, ya que
siempre estamos codificando los eventos de nuestras vidas, tratando de entender el
mundo que nos rodea.
La codificación se refiere a la experiencia inicial de percibir y aprender información.
Los psicólogos estudian el recuerdo haciendo que los participantes estudien listas de
imágenes o palabras. Aunque la codificación en situaciones simples es sencilla, la
codificación en la vida real es más desafiante. Los entornos físicos y mentales son
demasiado ricos para que podamos codificar todos los eventos que nos rodean. Por lo
tanto, la codificación es selectiva y prolífica.
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Los recuerdos vívidos a menudo se forman con un fuerte contenido emocional,


dejando una huella permanente en nosotros. Las tragedias públicas suelen crear
recuerdos vívidos en quienes las presenciaron, e incluso aquellos que no estuvieron
involucrados directamente pueden tener recuerdos vívidos de ellas. Estos recuerdos se
conocen como recuerdos de flashbulb, que se capturan en la mente como una
fotografía flash debido a su distintividad y emocionalidad.
Los detalles no se transfieren perfectamente del mundo a nuestra mente. Durante la
codificación, recodificamos la información para darle sentido. Los psicólogos han
estudiado estrategias de recodificación para mejorar la retención, como pensar en el
significado de los eventos y relacionarlos con información previa. La recodificación
puede introducir errores, como agregar información que no fue parte de la experiencia
real.
La codificación es esencial en el proceso de aprendizaje y memoria, pero solo porque
un evento esté codificado no garantiza que sea recordado más tarde.

 El almacenamiento: Una vez que l a información se codifica, se almacena en la


memoria para su uso posterior, ya sea a corto o largo plazo. La memoria a corto plazo
retiene datos por un tiempo breve, mientras que la memoria a largo plazo los guarda
de forma más permanente.

Cada experiencia modifica nuestro cerebro, dejando huellas de memoria llamadas


engramas. Estos cambios neuronales representan nuestras vivencias, almacenándolas
en el tejido neural. Recordar implica reconstruir eventos pasados con la ayuda de
estos engramas, pero también con nuestra percepción actual de lo ocurrido.

El intervalo de retención, período entre el aprendizaje y la prueba, es crucial para la


consolidación de la memoria, aunque también puede ser susceptible a interferencias.
La interferencia retroactiva, causada por nuevas actividades, puede dificultar la
recuperación de memorias antiguas, mientras que la interferencia proactiva puede
obstaculizar la codificación de nuevas memorias.

La interferencia retroactiva es una causa común de olvido y puede ser provocada por
la desinformación durante el intervalo de retención. Elizabeth Loftus describe cómo
la información errónea suministrada puede distorsionar los recuerdos de testigos
presenciales, ilustrando cómo la memoria puede ser influenciada por eventos
posteriores.

A pesar de la interferencia entre el evento y el intento de recordarlo, su efecto se


manifiesta al recuperar recuerdos, un tema que abordaremos a continuación.
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 La recuperación: La recuperación de la memoria es el proceso mediante el cual se


accede a la información almacenada en la memoria cuando es necesaria, ya sea de
forma espontánea o provocada por un estímulo. La recuperación es fundamental en la
memoria, ya que la información almacenada pero no recuperada sería inútil. La
mayoría de nuestros recuerdos nunca son utilizados conscientemente, lo que sugiere
que solo accedemos a una pequeña parte de lo que hemos almacenado-

Los psicólogos distinguen entre la información disponible en la memoria y la


información accesible. La información disponible es la almacenada en la memoria,
pero no se sabe exactamente cuánta y qué tipos se almacenan. La información
accesible es la que podemos recuperar. El principio de especificidad de codificación
sugiere que las señales de recuperación deben coincidir de manera distintiva con el
rastro de memoria de una experiencia para ser efectivas.

Las señales de recuperación pueden ser pruebas de producción (recordar) o pruebas


de reconocimiento (selección de información correcta de incorrecta). Aunque las
pruebas de reconocimiento suelen considerarse más fáciles, no siempre proporcionan
índices perfectos de lo almacenado en la memoria. A veces, el recordar puede
conducir a un mejor desempeño que el reconocimiento, dependiendo de cómo se haya
codificado la información.

La recuperación de la memoria implica un proceso dinámico en el que cada vez que


recuperamos un recuerdo, este se altera. El acto de recuperación puede fortalecer la
memoria recuperada pero también puede causar olvido inducido por recuperación,
donde recuperar cierta información puede hacer que olvidemos otra información
relacionada.
Estos procesos de memoria interactúan entre sí y son fundamentales para nuestro funcionamiento
cognitivo. La eficacia de cada uno de estos procesos puede variar según diversos factores, como
la atención prestada a la información, la forma en que se codifica y la facilidad con la que se
puede acceder a la información almacenada.

Tipos de memoria
La memoria se divide en varios tipos, entre los que se destacan la memoria sensorial, la memoria
a corto plazo y la memoria a largo plazo. Cada uno de estos tipos de memoria cumple funciones
específicas en el proceso de almacenamiento y recuperación de la información.
1. Memoria Sensorial: La memoria sensorial es el primer punto de contacto entre el entorno
y nuestro sistema cognitivo. Esta memoria retiene la información sensorial de manera
muy breve, típicamente por menos de un segundo después de que un estímulo ha sido
percibido. Se subdivide en diferentes modalidades sensoriales como la memoria icónica
(visual) y la memoria ecoica (auditiva). Estas retienen la información de forma muy
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precisa, aunque por un tiempo muy corto.

Ejemplo: Cuando miras una imagen durante unos instantes y luego cierras los ojos,
puedes seguir viendo una imagen fugaz de lo que acabas de ver. Esa imagen residual es
parte de la memoria sensorial icónica.

2. Memoria a Corto Plazo (MCP): La memoria a corto plazo, también conocida como
memoria de trabajo, es donde retenemos la información por un período breve de tiempo,
generalmente entre 15 y 30 segundos. Esta memoria tiene una capacidad limitada y la
información se almacena de manera temporal. La MCP es crucial para tareas cognitivas
como la resolución de problemas, la comprensión del lenguaje y el aprendizaje activo.

Ejemplo: Intenta recordar una lista de números de teléfono que te han dado
recientemente. Puedes mantener estos números en tu memoria a corto plazo el tiempo
suficiente para marcarlos, pero probablemente los olvidarás poco después.

3. Memoria a Largo Plazo (MLP): La memoria a largo plazo es donde se almacena la


información de forma relativamente permanente. Esta memoria tiene una capacidad
virtualmente ilimitada y puede retener información durante períodos de tiempo muy
largos, desde horas hasta toda la vida. La información almacenada en la MLP puede ser
accesible a través de la recuperación consciente o puede influir en nuestro
comportamiento de manera más sutil a través de la memoria implícita.

Ejemplo: Recordar eventos importantes de tu vida, como tu primer día de escuela o tu


cumpleaños, implica la memoria a largo plazo. También, aprender a montar en bicicleta o
conducir un coche implica la formación de recuerdos a largo plazo que se pueden
recordar y utilizar en el futuro.
Es importante destacar que estos tres tipos de memoria interactúan entre sí en el proceso de
codificación, almacenamiento y recuperación de información. La información pasa de la
memoria sensorial a la memoria a corto plazo, donde se procesa activamente, y luego puede
transferirse a la memoria a largo plazo para un almacenamiento más permanente. Además, la
recuperación de la información almacenada en la MLP puede involucrar tanto la memoria a corto
plazo como la memoria sensorial.

Factores que Influyen en la Memoria:


 Atención: La información debe ser atendida para ser procesada y almacenada en la
memoria.
 Emoción: La información emocional tiende a ser mejor recordada que la información
neutral.
 Contexto: El contexto en el que se adquiere la información puede influir en la
capacidad de recordarla.
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Trastornos de la Memoria:
 Amnesia: Pérdida parcial o total de la memoria.
 Enfermedad de Alzheimer: Trastorno neurodegenerativo caracterizado por el deterioro
cognitivo y la pérdida de memoria.

Atención
Concepto de atención
La atención es un proceso fundamental que nos permite dirigir selectivamente nuestra mente
hacia un estímulo o tarea específica, mientras dejamos de lado las distracciones que puedan
interferir. Este mecanismo es crucial para la percepción, el aprendizaje y la cognición en general.
La capacidad de atención nos permite observar lo que nos interesa y desviar nuestra mirada de lo
que no deseamos ver, lo cual nos ayuda a centrarnos en aspectos relevantes del entorno o en la
ejecución de acciones que consideramos más adecuadas.
Según Ballesteros (2002), la atención se refiere al estado de observación y alerta que nos permite
tomar conciencia de lo que ocurre en nuestro entorno. Por otro lado, Tudela (1992) la define
como un mecanismo central de capacidad limitada cuya función principal es controlar y orientar
la actividad consciente del organismo hacia un objetivo determinado. Es, en esencia, la toma de
posesión por la mente, de manera vívida y clara, de un objeto o cadena de pensamiento entre
varios simultáneamente posibles.
Además, la focalización y concentración de la conciencia son elementos esenciales de la
atención. Implica la retirada del pensamiento de varias cosas para abordar efectivamente otras, lo
que nos permite dirigir nuestros recursos mentales de manera eficiente hacia lo que
consideramos prioritario. Para finalizar, la atención es un proceso dinámico y selectivo que nos
permite manejar nuestras experiencias y acciones de manera óptima en un entorno en constante
cambio.

Tipos de atención
Los diferentes tipos de atención son herramientas fundamentales que nos permiten adaptarnos de
manera efectiva a nuestro entorno, priorizando ciertos estímulos sobre otros según nuestras
necesidades y objetivos. Aquí algunos de ellos:
 Atención Interna vs Externa: La atención interna se enfoca en los pensamientos,
emociones o recuerdos internos de una persona, mientras que la atención externa se
centra en los estímulos del entorno. Por ejemplo, cuando una persona está concentrada en
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sus propios pensamientos (interna) y luego cambia su atención a un sonido externo


(externa).

 Atención Voluntaria vs Involuntaria: La atención voluntaria se elige conscientemente,


como cuando decidimos prestar atención a un libro que estamos leyendo. En cambio, la
atención involuntaria se dirige automáticamente a un estímulo, como cuando algo nos
llama la atención sin que lo hayamos decidido conscientemente, como el sonido de una
alarma.

 Atención Abierta vs Encubierta: La atención abierta implica dirigir la atención a un


estímulo de manera explícita y consciente, como mirar un objeto en una habitación. La
atención encubierta implica dirigir la atención sin que los demás lo perciban, como
cuando alguien observa discretamente a otra persona sin que esta se dé cuenta.

 Atención Dividida vs Selectiva: La atención dividida se refiere a la capacidad de prestar


atención a múltiples estímulos al mismo tiempo, como cuando una persona escucha
música mientras lee un libro. La atención selectiva implica concentrarse en un estímulo
específico mientras se ignoran otros, como cuando alguien escucha a una persona en una
conversación ruidosa.

 Atención Visual/Espacial, Auditiva y Temporal: La atención visual/especial se enfoca en


estímulos visuales o espaciales, como mirar un paisaje. La atención auditiva se centra en
estímulos auditivos, como escuchar música. La atención temporal se refiere a la
percepción del tiempo, como prestar atención a la duración de un evento.

Para contrarrestar, los diferentes tipos de atención nos brindan herramientas para enfrentar las
demandas cambiantes de nuestro entorno, permitiéndonos enfocarnos en lo que consideramos
más relevante en cada momento. Al entender cómo funcionan estos procesos atencionales,
podemos mejorar nuestra capacidad para procesar información, tomar decisiones y lograr
nuestros objetivos de manera más efectiva. Además, es importante reconocer la importancia de la
atención en nuestra vida diaria y cómo su comprensión puede impactar positivamente en nuestra
capacidad para adaptarnos y prosperar en diversos contextos.

Referencias
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 Memoria (codificación, almacenamiento, recuperación). (2022, octubre 31). LibreTexts

Español;Libretexts.https://espanol.libretexts.org/Ciencias_Sociales/Psicologia/Libro

%3A_Psicolog%C3%ADa_(Noba)/Chapter_5%3A_Aprendizaje_y_memoria/

5.3%3A_Memoria_(codificaci%C3%B3n%2C_almacenamiento%2C_recuperaci

%C3%B3n

 Myers, D.G. (2006). Psicología. Madrid: Editorial Medica Panamericana.

 La Atención, T. 2. (s/f). INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA. Rua.ua.es. Recuperado

el 4 de marzo de 2024, de https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/12917/2/Tema

%202.%20Atenci%C3%B3n.pdf

 Tipos de memoria. (2020, Febrero 14). Diferenciador.


https://www.diferenciador.com/tipos-de-memoria/

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