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le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue
sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó
en él el pecado de todos nosotros.
haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y
la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Verá el fruto de la aflicción
de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a
muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto, yo le daré parte con los
grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la
muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de
muchos, y orado por los transgresores.
1 Timoteo 3:16
Solo se habla que fue presentado en el templo, según los días para la purificación y
cuando tuvo 12 años.
Me imagino que siendo niño Él jugaba de aquí para allá, comía y dormía como un
niño normal.
Figúrese que pensaba María y José acerca de este niño, pensar que ese niño era
Dios manifestado en carne.
Jesús también fue hermano mayor, seguramente cuidó también de sus hermanos,
jugó con ellos. En fin…
Es acá que quiero enlazar el tema que la juventud hemos tratado este mes: Sin
batalla no hay victoria.
Seguramente Jesús se entristecía cuando sus hermanos en la sangre se burlaban de
él Mateo 12:22 habla que cuando lo oyeron los suyos vinieron para prenderle;
porque decían: está fuera de sí.
Juan 7: 3-4 “sus hermanos le dijeron: - debes ir a Judea, para que tus seguidores
puedan ver las grandes cosas que haces. Cuando uno quiere que todos lo
conozcan, no hace nada en secreto. ¡deja que todo el mundo sepa lo que haces!
Dijeron eso porque ni siquiera ellos le creían”
Esto pareciera datos irrelevantes, pero que siente uno cuando los seres queridos
dan la espalda. Leíamos que fue varón de dolores, experimentando en quebrantos.
Y pasa que muchas veces en nuestras vidas batallamos con tantas cosas. Con
frustraciones, dolores y heridas, pero es bueno traer a la memoria que en Cristo
somos más que vencedores.
Pero a pesar de todo ello el Señor Jesús nunca declinó, siguió adelante con el
propósito de salvarte a ti y a mí.
En 1 de Juan la palabra declara que “En esto consiste el amor: no en que nosotros
hayamos amado a DIOS, sino que Él nos amó a nosotros, y envío a su hijo en
propiciación por nuestros pecados”
Es por eso que Cuando uno escucha hablar de Jesús es inevitable prestar atención.
Pero retomando el tema de que sin batalla no hay victoria nosotros somos testigos
de la obra de Dios en nuestras vidas hemos visto como metió su mano cuando
nadie daba un peso por nosotros, ni uno mismo. Pero el vio algo en nosotros ¿Qué
vio? No lo sé.
Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus
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discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. 37 Y tomando a Pedro, y a
los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran
manera. 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte;
quedaos aquí, y velad conmigo. 39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su
rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no
sea como yo quiero, sino como tú.
Jesús a lo largo de su vida en la tierra tuvo que pelear diferentes batallas para
obtener la victoria. Me figuro esos momentos de angustia en el Getsemaní, en su
humanidad él quiso pasar de largo esa situación pero el miro al futuro, quizá el te
vió que el día de hoy alguien tomaría la decisión de seguirlo a él. Y por eso vera el
fruto de su afli En la cruz del calvario se libró la batalla más importante que ha
tenido la humanidad. Y por esa victoria que él obtuvo en la cruz del calvario
tenemos la plena seguridad que nuestra victoria es más que segura.
No sé porque situación o que batalla estás librando, hoy el señor nos recuerda que
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.