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(Bosque, 77) Este trabajo parte de la idea de que no todos los adverbios en –mente
son estrictamente hablando “adverbios de modo”: mientras tranquilamente equivale
a de una manera tranquila, no sucede lo mismo en “Son prá cticamente las dos”, “El
local estaba materialmente lleno”. Confeccionar una lista de adverbios en –mente
que no admitan la pará frasis “de una manera + adjetivo”. Discutir y argumentar la
lista en clase.
.

Desde el punto de vista morfológico los adverbios son palabras invariables, ya que no
reflexionan y por lo tanto no contraen conexiones sintácticas de concordancia o
reacción. Comparten esta característica con otras palabras como las preposiciones y las
conjunciones, todas comprendidas en la denominación tradicional de “partículas”,
definida precisamente por oposición a las palabras que se caracterizan por reflexionar y
contraer conexiones sintácticas en las categorías de género y número, caso, persona,
tiempo, aspecto o modo. Pero adverbios de varias clases pueden exhibir procesos de
derivación, como tomar sufijos diminutivos: cerquita, rapidito, etc. En cuanto a los
adverbios en – mente, el adjetivo sobre el que se forma puede ser un superlativo
(clarísimamente), un derivado no apreciativo (gozosamente) o un parasintético
(endurecidamente).

Bien, vemos que los adverbios en –mente del español se caracterizan por la construcción
latina de valor adverbial formada por mente, ablativo del sustantivo femenino mens-
mentis “mente, animo, intención” y un adjetivo concordado antepuesto. Poseen varias
propiedades en común con los compuestos androcéntricos. Su primer constituyente es
un adjetivo fijado en singular y en la forma femenina si flexiona en género: vagamente.
Estos adverbios tienen un rasgo peculiar: son las únicas que conservan el acento de
intensidad en ambos componentes. Por otra parte cuando los adverbios se coordinan, el
núcleo - mente puede elidirse en todos los miembros de la construcción, excepto en el
ultimo: (trabajar) lenta pero constantemente  (trabajar) *lentamente pero
constante.
Respecto a los adjetivales tienen la forma de un adjetivo en singular con el sufijo
masculino si el adjetivo es de dos terminaciones. En su mayoría alternan con el adverbio
en –mente y contrastan con el adjetivo predicativo, por ejemplo: la chica juega
(limpio/limpiamente) todas las partidas / la chica juega (limpia/ limpiamente) todas las
partidas; en el primer ejemplo ambos adverbios son equivalentes en su significado y se
relacionan con el verbo. En cambio, en el segundo es un adjetivo predicativo
concordado con el sujeto y no tienen equivalencia semántica ni funcional con el
adverbio en -mente.
De este modo, encontramos los adverbios del modus. Estos conforman dos grupos:
1) los relacionados con la modalidad como:
o Actitud del hablante frente al dictum (aseverativa, dubitativa, etc)
o El valor de verdad del dictum
2) Los relacionados con la actitud del emisor frente a la enunciación:
o Su propia disposición como hablante
o Su interpretación del código empleado

Así pues, los adverbios relacionados con la modalidad según La Gramática Descriptiva
de la Lengua Española de Ignacio Bosque y Violeta Delmonte refuerzan la actitud del
hablante. Es decir, son indicadores de actitud adverbios como seguramente,
probablemente, tal vez, posiblemente, porque tienen capacidad de indicar, sin otra
marca, la modalidad dubitativa en una oración. Su omisión acarrea el contraste mínimo
entre esa actitud del hablante y la declarativa, por ejemplo:
a. […] Probablemente llevaba una interesante o amena vida social.
b. Llevaba una interesante o amena vida social
Observamos que en el ejemplo (a) el adverbio puede conmutarse por los demás
indicadores, excepto difícilmente. Desde el punto de vista semántico todos conforman
una escala continua de duda, que se aproxima a la negación hasta la aproximación a la
certeza (seguramente). El grado máximo y los intermedios también admiten gradación
mediante cuantificadores (poco/muy poco probablemente). Los miembros de la escala
se diferencian en la aceptación de los modos verbales: seguramente en el polo positivo,
se construye con indicativo; difícilmente, en el polo negativo rige subjuntivo los tiempos
futuros de indicativo y modo potencial; los demás adverbios admiten indicativo o
subjuntivo, marcando grados dentro del polo positivo. Con indicativo todos pueden
preceder al verbo o seguirlo, salvo difícilmente; que tampoco sigue al modo potencial.
Observamos que los adverbios en –mente se corresponden con predicados modales,
cuyo sujeto es el dictum; por ejemplo: es probable que llevara una interesante o amena
vida social / Es casi seguro que creyó que no había nadie en el jardín. El adverbio
seguramente admite la función del predicado del dictum, este en la forma de
proposición sustantivo con que, por ejemplo: seguramente que [alguien con antecedente
penales] va a tener montones de problemas para poder emplearse / Seguramente que tú
has podido confrontar más de cerca los problemas que has tenido en el trabajo y en tu
casa. Todos los adverbios admiten un dictum afirmativo o negativo, y la afirmación o la
negación se interpretan según su valor literal, excepto en el caso de difícilmente. Con
este índice la interpretación de la polaridad del dictum se invierte y el adverbio se
corresponde con otro de grado alto positivo, por ejemplo:
i. Difícilmente valga la pena intentarlo
ii. Muy probablemente no valga la pena intentarlo
iii. Difícilmente no valga la pena intentarlo
iv. Muy probablemente valga la pena intentarlo

Vemos que difícilmente es un activador o inductor negativo. A este carácter responden


las restricciones de posición, de combinación con los modos verbales ya observadas y
de inversión de la polaridad del dictum y la posibilidad de su construcción con términos
de polaridad negativa sin la presencia de no u otras palabras negativas.

Sin embargo, son adverbios como supuestamente, presuntamente, presumiblemente,


aparentemente, prácticamente restrictivos del valor de verdad de la aserción. Estos con
compatibles con un dictum afirmativo o negativo. Ademas se corresponden con
preciados, pero contrariamente los adverbios de duda en –mente no guardan una
relación uniforme con adjetivos; para conformar paráfrasis correspondiente solo
verosímilmente tiene adjetivo relacionado, mientras que supuestamente, presuntamente,
aparentemente, se relacionan con verbos. Asi, vemos las siguientes paráfrasis:
a. Se presume / presumo que cometió los delitos desde el cargo
b. No contesta; parecen que no está en la casa
a. Wells, verosímilmente, desconocía el texto de Coleridge. [J. L. Borges, Obras
Completas, II, 18]
b. Es verosímil que Wells desconociera el texto de Coleridge.
Así vemos que la alternativa en la paráfrasis en los ejemplos anteriores señala dos
interpretaciones posibles del valor del adverbio: la primera de ellas con la forma pasiva
del impersonal y la segunda de ellas con la tercera personal, asigna de este modo la
responsabilidad al emisor.

El grado de realidad atributo al referente del dictum puede contrastarse en


construcciones correctivas, y se manifiesta con dos grados de fuerza restrictiva en
correspondencia con dos conjuntos de adverbios. La mayor fuerza restrictiva en
adverbios como supuestamente, presuntamente, o aparentemente, puede introducir el
cotejo con la menor y con la rectificación irrestricta. Dentro de estructuras que
contienen elementos de oposición, tales como el periodo concesivo o la inclusión de una
proposición relativa restrictiva. Ambos grupos de adverbios no pueden intercambiarse
libremente; el primer grupo admite las dos formas correctivas, como en: aunque
supuestamente nos decían la verdad, presumiblemente mentían, y el segundo no admite
la rectificación irrestricta como *Aunque presumiblemente nos decían la verdad, en
realidad mentían.

No obstante, también encontramos adverbios como indudablemente, indiscutiblemente,


incuestionablemente, innegablemente, ciertamente, verdaderamente, evidentemente y
obviamente junto a locuciones como sin duda, en verdad, en realidad, que van
acompañados de unidad melódica y pueden ocupar diversas posiciones en oraciones
aseverativas. La aserción que esas efectúan es independiente de la presencia del
adverbio, cuya función es reforzadora, como en los ejemplos siguientes donde el
adverbios puede sustituirse por cualquiera de los demás:
a) Las inversiones indiscutiblemente/ verdaderamente han aumentado  Las
inversiones han aumentado
b) En Tony Buddenbrook aparece el leitmotiv Ojos Soñadores que obviamente
describe su fisonomía  El leitmotiv Ojos Soñadores describe su fisonomía.

Estos adverbios se corresponden con predicados y admiten paráfrasis aseverativa en


presente con <ser + atributo + proposición completiva sujeto en indicativo> proposición
que coincide con la implicación, por ejemplo: es indiscutible que las inversiones han
aumentado. / La verdad es que las inversiones han aumentado. Vemos que las
paráfrasis respectivas de los ejemplos anteriores serian las siguientes: es indiscutible
que las inversiones han aumentado. / La verdad es que las inversiones han aumentado;
Es obvio que el leitmotiv Ojos Soladores describe su fisonomía. Puesto que también
permiten una paráfrasis coordinativa con un demostrativo referido a la actitud implícita,
pero no con un relativo que representa el dictum, por ejemplo: las inversiones han
aumentado y esto (*eso) es indiscutible/ la pura verdad); Las inversiones han
aumentado, *lo cual es indiscutible/ la pura verdad.

El demostrativo no representa el dictum, sino únicamente al modus, como se comprueba


al explicar la referencia del pronombre con las descripciones respectivas de la
modalidad, mientras que no son posibles las descripciones del dictum, por ejemplo: las
inversiones han aumentado y esto (*el aumento de las inversiones / *el que las
inversiones hayan aumentado) es indiscutible; Las inversiones han aumentado y esto –
mi aseveración- es indiscutible. El refuerzo del valor de verdad es compatible con la
aserción indirecta efectuada por la interrogación retorica, y con la aserción condicionada
como en la apódosis de un periodo condicional o en otros contextos hipotéticos;
únicamente en este último caso es posible el subjuntivo, por ejemplo:
incuestionablemente seria magnifico que pudiera hacer el viaje.

Los adverbios realmente, decididamente, definitivamente, se empelan como refuerzos


de la aserción, equivalentes a evidentemente, indudablemente. En esta función
realmente no admite la continuación no en apariencia, por ejemplo: desde chico,
siempre tuve esa vocación de… de la ingeniería química. Ahora pues… aquí, en
México, realmente, pues… se requieren más ingenieros. Por su parte hallamos
adverbios como ciertamente, verdaderamente, realmente que pueden sumar valor
correctivo o confirmativo. En el primer caso aparecen en una comparación explícita o
implícita entre apariencia y realidad como: para tranquilizarlo y tranquilizarme, fingí un
aplomo que ciertamente no sentía. / Para tranquilizarlo y tranquilizarme, fingí un
aplomo que *efectivamente no sentía. Pero en el segundo caso corroboran un segmento
de discurso anterior, como: - Fue en el cincuenta y tres, estuvimos en Europa. – ¡Ah sí!
Ciertamente; ya habíamos ido a Europa. En dicha función también aparece
efectivamente, adverbio exclusivo de esta función, por ejemplo: el barroco atemorizada:
era el reino de la confusión y el mal gusto. […] No dudo de que efectivamente haya sido
el barroco un estilo de rebuscada complejidad.
Por su parte existen, también, adverbios orientados hacia el emisor o el receptor.
Encontramos adverbios como francamente, sinceramente, honradamente,
honestamente, categóricamente, lisa y llanamente. Estos pueden omitirse sin afectar ni
al dictum ni al modus. Suelen ocupar las posiciones, inicial, medial, preverbal,
posverbal y final con unidad melódica propia y quedan fuera del ámbito de la negación,
por ejemplo: yo honestamente, creo que me falta mucho. / Yo no sé cómo soy,
realmente no sé, sinceramente. No admiten la paráfrasis de <ser + atributo>, ni las
oraciones coordinativas con adjetivos cognados (Yo creo que me falta mucho, {*y esto/
lo cual}es honesto). En cambio, admiten paráfrasis especificas que no aceptan los
restantes adverbios periféricos: el adverbio mismo puede modificar como circunstancial
al verbo relativo que describe el “acto de hablar”, o bien los adjetivos se refieren al
sujeto de primera persona como predicativos calificativos del “enunciador o dicente”, es
decir, describen su disposición de ánimo respecto del decir.
Por tanto, son paráfrasis:
- Digo francamente que no estábamos preparados.
- Soy franco al (decir / manifestar) que no estábamos preparados.
De:
- Nuestra situación era única y francamente no estábamos preparados.

Así como:
- Soy honesto: yo creo que me falta mucho.
De:
- Los grandes arquitectos, todos, son personas de cuarenta, cincuenta años […]
honestamente yo creo que me falta mucho.

O expresiones coloquiales frecuentes como:


- (Te/le) voy a ser sincero: realmente no sé cómo soy.
De:
- No sé como soy, […] realmente no sé, sinceramente.

Los adverbios confidencialmente y reservadamente admiten solamente la paráfrasis del


adverbio como circunstancial de un verbo realizativo de “decir”, por ejemplo: ( - ¿Con
cuales directores ha trabajo más a gusto?) –Confidencialmente, ¡con ninguno!. / Digo
confidencialmente que (no he trabajado a gusto) con ningún director. Observamos que
la paráfrasis se explica por el hecho de que confidencialmente o reservadamente se
aplican “a la manera de decir una cosa a alguien”. Una construcción como No he
trabajado a gusto con ningún director, y esto es confidencial es una estructura bien
formada, pero no se corresponde con el valor del adverbio en los ejemplos anteriores, ya
que el adjetivo se aplica al contenido comunicado: al dictum, y no califica al emisor:
*Soy (confidencial/ reservado) al decir… .

Nojgaard (1993: II, 439) considera que confidencialmente efectúa un comentario


metacomunicativo acerca de las condiciones en que se establece la relación emisor-
receptor. Por otra parte, la locución lisa y llanamente no puede parafrasearse con
adjetivos, y ofrece variantes dialectales.
Todos los adverbios orientados hacia el hablante o emisor son compartibles con la
modalidad dubitativa, con la exclamativa y con la interrogación retórica; con la
modalidad exhortativa aparecen aquellos que denotan decisión terminante, mientras que
francamente, sinceramente, honradamente, se construyen con modalidad desiderativa
La orientación hacia el receptor se manifiesta con la interrogación no retórica, caso en
que la paráfrasis con verbos de decir remiten a la segunda persona como “dicente”, es
decir: Sé (franco / honrado) y di se te vas a la Polinesia. / Dime (francamente/
confidencialmente) si te vas a la Polinesia.

Entre los adverbios del “decir” pueden aparecer aisladamente como respuestas los de
decisión terminante, aunque con restricciones: (- ¿Debo salir ya?) – (categóricamente/
decididamente / Lisa y llanamente). En este aspecto, francamente exhibe un uso
peculiar, con relación a expresiones que sugieren un juicio negativo del hablante, el
interlocutor puede manifestar su acuerdo con el adverbio acompañado de entonación
exclamativa: (- Me molesta que Juan proceda de este modo). - ¡Francamente!.

A su vez, observamos adverbios con funciones metalingüísticas: son adverbios de


enunciación orientados hacia el código. De este modo, adverbios como precisamente,
textualmente, resumidamente, incidentalmente, marcan una función metalingüística.
Con ellos se caracterizan aspectos formales del texto: el emisor suministra información
sobre el código empleado y orienta la interpretación del segmento que afectan. Al
referirse a la forma del texto, estos adverbios interpretativos tienen un relacional ys
entre elementos de la oración, ya interoracional, pero se hallan fuera de la jerarquía
funcional del dictum, pues se refieren al modus. Tiene unidad melódica propia, y se
colocan en posición inicial, medial o final del tramo del texto comprendido en su
ámbito. Su situación con respecto a la jerarquía funcional se pone de manifiesto en el
hecho de que no los afecta la negación ni la interrogación: solo se niega o interroga la
expresión metalingüística.
Los adverbios “reformuladores rectificativos” y “aclarativos” entre ellos exactamente,
rigurosamente, concretamente, aproximadamente, escuetamente, idiomáticamente,
mejor y las locuciones más bien y grosso modo, especifican el grado de precisión,
exactitud o adecuación de la expresión empleada por un emisor, respecto de otra
expresión precedente, por ejemplo: María afirma que ella no es una cantante de ópera,
sino más precisamente “una cantante”. Se protege así contra los encasillamientos.
Afectan al segundo constituyente en la coordinación adversativa exclusiva y en la
disyuntiva de equivalencia donde el coordinante o puede conmutarse por la locución
aclaratorio es decir. La relación de equivalencia aparece en construcción apositiva y
también admite el coordinante de equivalencia, es decir, aproximadamente, etc. En
todos los casos son posibles paráfrasis con verba dicendi, como: “digo/ dicho/
expresado mas precisamente / concretamente”, “traduzco aproximadamente”,
“transcribo así / literalmente”. Estas paráfrasis son similares a las que corresponden a
los adverbios hacia el hablante o el oyente; pero si mientras que estos describen una
cualidad del hablante o el oyente como dicentes, o una característica de la comunicación
misma, los adverbios interpretativos describen las selecciones del código lingüístico con
que el emisor construye el mensaje.

Otro grupo de adverbios interpretativos son los “reformuladores de equivalencia” como


literalmente y textualmente, que precisan la fidelidad respecto a la cita de un texto y en
el caso de sic, se da a entender además que la expresión precedente no solo esta
fielmente transcrita, sino que muestra un juicio del emisor y alguna anomalía digna de
destacarse, por ejemplo: la misma estructura se encuentra en ruso en la expresión: “ot
nechego delat”. Seguidamente adverbios como sumariamente, sintéticamente,
resumidamente, en resumen, en suma introducen una expresión metalingüística de modo
semántico, es decir, entre los reformuladores son “recapitulativos” de un texto con
indicación de su menor extensión relativa, por ejemplo: El planteo político es la opción
entre el bienestar inmediato, pero inestable, en el presente y el bienestar mediato, pero
consolidado, en el futuro. Optar, sintéticamente, entre Escila y Caribdis.

Con los llamados interpretativos “incidentales” el emisor introduce una explicación o


comentario marginal respecto del tema central que desarrolla; se trata del adverbio
incidentalmente y locuciones como de paso, entre paréntesis. Por otra parte, como los
adverbios orientados hacia el emisor o el receptor los interpretativos también pueden
estar orientados hacia el receptor y admiten paráfrasis del tipo “dime más exactamente/
sintéticamente…”, por ejemplo: Ya has hablado de todos los centros turísticos
conocidos. Más exactamente, ¿adónde te gustaría ir?. / No he podido asistir a la reunión.
Sintéticamente: ¿qué resolvieron?.

Bosque I. y Delmonte V. (dirs) (1999): Gramática descriptiva de la lengua española,


Madrid, Espasa.

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