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Los adjetivos

son las palabras que complementan al sustantivo, lo acompañan y


proporcionan información de éste, como sus propiedades y características.
Cualquier particularidad que podamos decir sobre un sustantivo, será un
adjetivo.

Ejemplo

"El coche rojo vuela."

Coche es el sujeto (sustantivo) y rojo es el adjetivo que modifica al sustantivo


y nos da información sobre él. ¿De qué color es el coche? Rojo.

¿Qué es un adverbio?

Se llama adverbio (del latín ad- + verbum, es decir, “junto al verbo”) a un tipo
de palabra cuya función sintáctica (o sea, dentro de la oración) es la de
modificar o complementar a un verbo, un adjetivo, a otro adverbio o incluso,
en determinadas ocasiones, a una oración entera. Su funcionamiento es
semejante al del adjetivo, que modifica exclusivamente a los sustantivos.

Tipos de adverbios y ejemplos

Adverbios circunstanciales. Aquellos que expresan una circunstancia


específica en la que aconteció la acción del verbo de la oración. Pueden ser:

Adverbios de lugar. Plantean una relación espacial con lo sucedido. Por


ejemplo: allí, acá, arriba, abajo, cerca, lejos, junto, detrás, delante, alrededor.

Adverbios de tiempo. Plantean una proporción temporal respecto a lo


sucedido. Por ejemplo: antes, después, pronto, luego, tarde, temprano,
mañana, siempre, nunca, prontamente.
Adverbios de modo. Indican la manera específica en que se ha hecho algo.
Por ejemplo: mal, regular, bien, despacio, rápido, lentamente, mejor, peor,
estupendamente, fielmente, tremendamente.

Adverbios comparativos. Indican la proporción o cantidad de algo. Por


ejemplo: más, menos, muy, poco, mucho, bastante, solo, casi, tan, tanto, nada,
aproximadamente.

Adverbios epistémicos. Aquellos que apelan al receptor o imprimen un cierto


sentido a lo dicho, más vinculado con el emisor que con las circunstancias de
lo acontecido. Pueden ser:

Adverbios afirmativos. Expresan una afirmación o conformidad. Por


ejemplo: sí, seguramente, también, cierto, claro, efectivamente.

Adverbios negativos. Por el contrario, expresan negación o inconformidad.


Por ejemplo: no, nunca, jamás, tampoco.

Adverbios de orden. Aquellos que expresan una secuencia o relación de


orden. Por ejemplo: primero, primeramente, últimamente, posteriormente.

Adverbios dubitativos. Expresan duda o reserva frente a lo dicho. Por


ejemplo: quizá, acaso, probablemente, tal vez, puede ser, a lo mejor.

Adverbios exclamativos. Se usan para interrogar o exclamar en una oración y


suelen acentuarse vayan o no acompañados de signos de exclamación (¡!, ¿?).
Por ejemplo: cuándo, cómo, por qué, dónde.

Ejemplo de oraciones con adverbios

o Mañana te llevaremos al médico (adverbio de tiempo)


o Las lombrices crecen lentamente (adverbio de modo)
o ¿Cuándo te piensas mudar? (adverbio exclamativo)
o Espero que tu abuelo sane pronto (adverbio de tiempo)
o Las langostas se desplazan rápidamente si están bajo el agua (adverbios
de modo y de lugar)
o Me dijiste que sí vendrías (adverbio afirmativo)
o Nunca me prepararon para sufrir tanto (adverbios negativo y
comparativo)
o Solamente quiero saber de ti (adverbio comparativo)
o Estás siempre en casa últimamente (adverbios de tiempo y de orden)
o Quizá nos quedemos por allá (adverbios dubitativo y de lugar)
o Probablemente no tenga nada grave (adverbios dubitativo y de cantidad)
o No sé qué piensas hacer al respecto (adverbio exclamativo)
o Allá no somos muy bienvenidos (adverbios de lugar y comparativo)
o María es una mujer súper sensual (adverbio comparativo)
o Pedro corre tanto como Juan (adverbios comparativos)
o No deberías vivir tan intensamente (adverbio de modo)

Los complementos

son determinadas palabras que en una oración pueden acompañar tanto sujeto
como al predicado, o incluso a ambos al mismo tiempo.

Se los llama complementos ya que se encargan de completar o ampliar el


significado de la palabra a la cual acompañan. De ahi su denominación de
complementos, justamente porque, su función es completar el significado del
termino.

Ejemplo

Una oración sin ningún tipo de complemento, podría ser la siguiente:

Augusto llegó.

En dicha oración, solo tenemos a un sujeto (Augusto) y a un verbo (corrió).


No existe alguna otra palabra que agregue una información adicional al sujeto
o al predicado.

En cambio, si transformamos la misma oración agregándole complementos,


podría quedar redactada así:

Augusto llegó hoy a la casa de su abuelo.


En este caso todo lo que está en negrita constituye una información
complementaria, porque se agrega otros datos adicionales al enunciado
original.

La función del complemento.

Al estudiar los elementos básicos de la oración se había visto que la misma


precisa se tres componentes esenciales: sujeto, verbo y predicado.

Es decir, los complementos, al no ser una parte indispensable en la estructura


de una oración, pasan a ser un elemento opcional. Si bien tienen como función
la de ampliar o complementar el contenido del enunciado, su uso no es
obligatorio para que este posee un sentido completo.

Los complementos, por tanto, tiene como función principal enriquecer el


contenido o el significado de las expresiones a las cuales acompañan.

Tipos de complementos

Complementos del verbo:

Complemento directo: Es aquel que señala sobre quién o que recae en forma
directa la acción expresada por el verbo. Se lo conoce también como objeto
directo.

Ejemplos de los complementos directos.

Antonio enseña en el colegio

Roberto lee a Cervantes

Complemento indirecto: Señala quien o que recibe en forma secundaria la


acción expresada por el verbo. Este complemente también se denomina como
objeto indirecto.

Ejemplo:

Antonio enseña en el colegio a los alumnos.


Complementos del sujeto: Como su nombre lo indica, son aquellos tipos de
complementos que amplían la información referida al sujeto de la oración.
Ejemplos de complementos del sujeto: Aquel estudiante.

Aquel estudiante es joven.

Aquel estudiante es joven y responsable.

Aquel es un pronombre demostrativo que particulariza al sujeto. Luego el


adjetivo joven añade otra información adicional, al igual que responsable.

El sujeto de estos enunciados esta formado por todos los complementos que
acompañan al sujeto.

Complemento agente: Este complemento tiene por función designar a quien


lleva a cabo la acción expresada por un verbo pasivo. Suele ir precedido de la
preposición “por” o “de”

Ejemplos de complemento agente:

El libro fue leído por Juan.

Antonio fue castigado por sus padres.

Complemento circunstancial: Los complementos circunstancia tienen por


misión especificar la situación o característica particular en que se realiza la
acción del verbo.

Ejemplos: aquí, allá, cuando, desde cuándo, para qué, etc.<

¿Desde cuando eres gerente?

¿Qué son los pronombres?

Un pronombre, del latín pronōmen” que significa “en lugar del nombre”. Son
palabras que se emplean para referirse a las personas, los animales o las cosas
sin nombrarlas (yo, tú, él, nosotros, eso, aquel), siendo de esta manera posible;
sustituir al sustantivo, definir o variar el número, género y hasta persona en
una oración.

Por ejemplo;
Fernando estudia publicidad. – Él estudia publicidad.

En el ejemplo anterior; «Fernando» se puede sustituir por el pronombre «Él» y


la oración no pierde sentido ya que el pronombre no cambia el género
(masculino) ni el número (singular).

Si bien una oración simple se compone de; sujeto + verbo + predicado, en


algunos casos, es posible emplear pronombres para evitar repetir el sujeto y
dar un mejor sentido o énfasis a lo que se quiere expresar en situaciones más
contextuales ¡Cuanto cuesta¡, ¿Quién es él?.

Sin embargo es importante destacar que sólo deben emplearse los pronombres
cuando se conozca la referencia, por ejemplo apuntar cuando decimos «eso»,
o tomar en cuenta el contexto del diálogo o texto, ya que de lo contrario el
receptor del mensaje puede confundirse.

Tipos de pronombres:

Los pronombres cambian de acuerdo a su empleo, por lo que se dividen en


clases; personales, posesivos, demostrativos, indefinidos, relativos,
interrogativos y exclamativos.

1.- Pronombre personales

Los pronombres personales son aquellos que suelen referirse a personas sin
nombrarlas por su nombre.

Yo, tu, el, ella, nosotros, ustedes y ellos son pronombres personales.

2.- Pronombres posesivos

Los pronombres posesivos indican la pertenencia de un animal o cosa. Pueden


ser singulares o plurales agregando una «s» al final.

Mio, tuyo, suyo, nuestro son pronombres posesivos.

3.- Pronombres demostrativos

Los pronombres demostrativos indican dónde se encuentra algo o alguien en


relación a quien habla. Se pueden utilizar en singular o plural agregando una
«s» al final.
Esté, está, ése, ésa, aquél, aquélla son pronombres posesivos.

4.- Pronombres indefinidos

Los pronombres indefinidos hacen una mención que deja sin identificar a los
entes a los que se refiere, o bien los identifica de manera vaga.

Nadie, alguien, nada, algo son pronombres indefinidos.

5.- Pronombres relativos

Los pronombres relativos son aquellos que unen dos cláusulas, la segunda
calificando al sujeto de la primera.

Que, el que, los que, la que, lo que, quien, quienes, el cual, los cuales, la cual,
lo cual, cuyo, cuyas, donde son pronombres relativos.

6.- Pronombres interrogativos

Sirven para preguntar sobre algo de lo que se esta hablando.

¿Quién…?, ¿Quienes…?, ¿Qué…?, ¿Cuál…?, ¿Cuáles…?, ¿Cuánto…?,


¿Cuántos…?, ¿Cuántas…?,

son pronombres interrogativos.

7.- Pronombres exclamativos

Los pronombres exclamativos son aquellos cuya función es expresar


emociones, sentimientos o reacciones.

¡Qué!, ¡Quién!, ¡Quienes!, ¡Cuánto!, ¡Cuantas!, son pronombres exclamativos.


¿Qué es la concordancia?

La concordancia es la regla gramatical por la que una palabra más importante


que otras impone sus rasgos morfológicos sobre estas. Por tanto, las palabras
menos importantes copian las características morfológicas de la más
importante. Lo entenderemos mejor a lo largo de la lección.

Como vamos a explicar, existen dos tipos fundamentales de concordancia:

la del sujeto con el verbo, en persona (1.a, 2.a o 3.a) y número (singular o
plural)

la del sustantivo (o pronombre) con sus modificadores (artículos,


determinantes, adjetivos y participios…), en género (masculino o femenino) y
número (singular o plural)

Veremos que la concordancia básica es muy… básica; pero, aun así, en


ocasiones podemos mezclar algunas estructuras que no hay que mezclar, a
veces por influencia de nuestra propia lengua.

Concordancia del sujeto con el verbo

En toda oración hay un verbo. Por decirlo de otra forma: 1 oración = 1 verbo.
Y todo verbo tiene un sujeto (salvo casos excepcionales): 1 verbo = 1 sujeto.

Como bien sabes, cuando el sujeto es «yo», decimos «canto»; cuando el sujeto
es «tú», decimos «cantas»; cuando el sujeto es «ellos» o «ellas» o «mis
padres» o «las alumnas», decimos «cantan». Esto es la concordancia del sujeto
con el verbo. Veámoslo.

Rasgos de «yo»:

1.a persona

singular

Rasgos de «canto»:
1.a persona

Singular

Rasgos de «tú»:

2.a persona

singular

Rasgos de «cantas»:

2.a persona

singular

Rasgos de «ellos» y «las alumnas»:

3.a persona

plural

Rasgos de «cantan»:

3.a persona

plural

Esto es la concordancia entre sujeto y verbo, que se da en la persona (1.a, 2.a o


3.a) y en el número (singular o plural).

los verbos irregulares

son aquellos que al conjugarse alteran su lexema, el gramema, o ambas partes


a la vez, omitiendo la modificación natural que les correspondería según el
modo y el tiempo. Es decir, no se conjugan siguiendo las reglas. Es muy
común escuchar a niños pequeños conjugar mal. Por ejemplo: Si el verbo
pensar fuera regular, diríamos "Yo penso", pero decimos "Yo pienso". Lo cual
no sucede con los verbos regulares como amar, decimos "Yo amo" y no "Yo
amio".
Si el verbo andar fuera regular, se tendría que decir:

and-arand-é, pero se dice anduve

En el caso del verbo hacer, se diría:

hac-er

hac-í, pero la forma correcta es hice

Para poder comprender mejor el tema y conocer más sobre los numerosos
verbos irreguares que existen en el idioma español, vamos a mencionar los
grupos más comunes en los cuales se agrupan los verbos irregulares
dependiendo de su parecido irregular:

Grupo 1: Aquí encontramos los verbos que contienen la letra "E" en la raíz de
la palabra o como penúltima sílaba y al conjugar el verbo cambian la letra "E"
por "IE".

Por ejemplo:

Pensar - Pienso

Perder - Pierdo

Calentar - Caliento

Comenzar - Comienzo

Sentir - Siento

Grupo 2: Aquí podemos encontrar a aquellos verbos que tienen una "O" en la
penúltima sílaba, la cual es suplantada por "UE" a la hora de conjugar en
algunos tiempos.

Por ejemplo:

Soñar - Sueño

Acostar - Acuesto

Probar - Pruebo
Mover - Muevo

Encontrar - Encuentro

Grupo 3: Aquí se encuentran los verbos que con terminación


"ACER","UCIR", "ECER" y "OCER" en lo cuales se coloca una "Z" antes de
la letra "C".

Por ejemplo:

Complacer - Complazco

Carecer - Carezco

Engrandecer - Engrandezco

Apetecer - Apetezco

Enriquecer - Enriquezco

Grupo 4: En éste grupo podemos encontrar los verbos que terminan en


"DUCIR" y en los cuales se cambia la "C" por "J" al conjugarlos en algunos
tiempos.

Por ejemplo:

Conducir - Conduje

Seducir - Seduje

Introducir - Introduje

Deducir - Deduje

Reducir - Reduje

Grupo 5: Aquí podemos encontrar a los verbos ocn terminación "UIR" y a los
cuales se les agrega una "Y" al conjugarlos en algunos tiempos.

Por ejemplo:

Incluir - Incluyo

Distribuir - Distribuyo
Destruir - Destruyo

Atribuir - Atribuyo

Excluir - Excluyo

Grupo 6: En éste grupo se encuentran los verbos con terminaciones "ETIR",


"ESTIR", "ENDIR", "EMIR", "EGIR", "EGUIR", "EDIR" y "EBIR", en los
cuales se sutituye la "E" por "I".

Por ejemplo:

Competir - Compito

Pedir - Pido

Medir - Mido

Servir - Sirvo

Seguir - Sigo

Vestir - Visto

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