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17 LA ORACIÓN: CONSTITUYENTES Y

MODALIDADES. LA PROPOSICIÓN
1. INTRODUCCIÓN
2. CONCEPTO DE ORACIÓN
3. CONSTITUYENTES DE LA ORACIÓN
3.1. SUJETO. LA IMPERSONALIDAD: ORACIONES IMPERSONALES
3.2. PREDICADO.
3.3. LOS COMPLEMENTOS PERIFÉRICOS
4. LAS MODALIDADES ORACIONALES
5. LA PROPOSICIÓN: LA RELACIÓN ORACIONAL
6. CONCLUSIÓN
7. BIBLIOGRAFÍA

1. INTRODUCCIÓN
La lengua es un sistema, una estructura (Saussure, Hjelmslev), de tal modo que
el valor de cada elemento (fonemas, monemas, sintagmas, etc.) depende del valor de
los otros: nada existe por sí mismo, sino solo en relación con los demás. Esto supone
que el análisis sintáctico está conectado con el resto de unidades lingüísticas de otras
disciplinas de estudio de la lengua: fonología (fonema), morfología (monema), sintaxis
(sintagma) y lexicología (monema). Este proceso mental de selección y combinación
de las unidades necesarias para comunicarse es intrínsecamente humano. Desde esta
perspectiva de funcionamiento, los signos lingüísticos producen un conjunto de
microestructuras interdependientes entre sí, de jerarquía inferior al texto, con un
núcleo imprescindible. Por ejemplo: la vocal en la sílaba, el lexema en el sintagma y el
resto de monemas en relación con el núcleo lexemático, de tal manera que producirán
enunciados oracionales y no oracionales en el decurso, que serán considerados como
secuencias en el nivel textual, actos de habla en el nivel discursivo y
microproposiciones en el nivel pragmático.

2. CONCEPTO DE ORACIÓN Y PROPOSICIÓN. LA CLASIFICACIÓN ORACIONAL

La definición de esta unidad ha ido desde la consideración de la gramática


tradicional como “expresión de un pensamiento completo” hasta la noción de
Bloomfield como estructura no incrustada en una más amplia. Nosotros abogamos por
la de Rodríguez Puértolas que distingue enunciado, frase, oración y sintagma. Para él
es una unidad superior al sintagma que se forma relacionando por concordancia dos
sintagmas diferentes: SN y SV que realizan, respectivamente, las funciones de sujeto y
predicado. Para que puedan transmitir efectivamente un mensaje, estas unidades
formales tienen que convertirse en unidades comunicativas: debe haber un emisor
(con una intención comunicativa), un receptor, una situación, etc. Estas unidades
comunicativas son los enunciados, que pueden ser de dos tipos según su estructura
formal: enunciados oracionales y frases.

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Un enunciado oracional es una oración o grupo de oraciones dotado de
independencia sintáctica, semántica y de expresión, además de intención
comunicativa. Un enunciado no oracional o frase es una palabra o sintagma no verbal
que en un discurso concreto adquiere independencia sintáctica, semántica y de
expresión y tiene una determinada intención comunicativa, y, por tanto, posee sentido
completo.

Con el término proposición nos referirnos a la estructura de sujeto y predicado


sin autonomía sintáctica y semántica, pues funciona dentro de una unidad mayor.
Nosotros optaremos por el criterio de la RAE, usar de forma general el de oración y
ofrecemos la clasificación que hace de la oración desde la Nueva Gramática de la
Lengua Española:

a) uno o más predicados: simples o compuestas.


b) Relación sintáctica de independencia o depedencia: coordinadas o
subordinadas. Ambas se pueden expresar sin nexos, y aparece la yuxtaposición.
c) Tipo de coordinación: copulativas, disyuntivas (y distributivas) y adversativas.
d) Tipo de subordinación:
1. Sustantivas o completivas.
2. Adjetivas (de relativo, participio).
3. Adverbiales propias (y gerundio).
4. Construcciones cuantitativas: comparativas, superlativas y consecutivas.
5. Construcciones que expresan causa-efecto: causales, finales, ilativas,
condicionales y concesivas.
e) Por la estructura del predicado:
1. Copulativas (atributivas, inversas, identificativas o ecuativas).
2. Semicopulativas.
3. Predicativas (transitivas, transitivas de CR, ditransitivas, intrasitivas).
f) Por la convergencia sujeto / objeto: reflexivas y recíprocas.
g) Por el papel semántico del sujeto: activas, medias, pasivas (perifrásticas y
reflejas).
h) Presencia / ausencia de sujeto: personales e impersonales.

3. CONSTITUYENTES Y ESTRUCTURA DE LA ORACIÓN


3.1. SUJETO. LA IMPERSONALIDAD: ORACIONES IMPERSONALES
Desde el punto semántico es aquello de los que se afirma o niega algo, e. d., el
soporte de la comunicación, el elemento del que se va a hablar. Funcionalmente es
uno de los constituyentes inmediatos de la oración. Formalmente es el núcleo de un
SN-S que exige que otro, el núcleo de un SV-P, concuerde con él en número y persona.
La estructura de ese SN-S es ternaria y solo un elemento, el 2, el núcleo, es
imprescindible. El elemento 1 son determinantes, presentadores o actualizadores; el
3, adyacentes, modificadores o complementos.
A través de la METÁBASIS (cambio o traslación en el plano del discurso de la
categoría gramatical o función sintáctica a través de algún o ningún transpositor) el
pronombre, el adjetivo, el infinitivo, una proposición subordinada o cualquier palabra
usada en función metalingüística puede ser SN-S.

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Entre las categorías y construcciones que pueden ser sujeto no figuran los
GRUPOS PREPOSICIONALES. No constituyen excepción los que son introducidos por
entre, hasta y según. Hasta es un adverbio cuando equivale a incluso (Hasta el
sargento lo reconoció). Entre es una preposición, pero encabeza un CPvo (Entre tú y yo
un diamante es para siempre). Según en oraciones como Según me ha dicho es una
conjunción subordinante o bien adverbio relativo (‘como’, ‘tal como’).
Consideraremos a continuación las oraciones impersonales. Desde el punto de
vista semántico lo son porque no hay sujeto agente, se considera innecesario
mencionarlo o se desea ocultarlo. Cualquier verbo puede en voz activa puede ser
impersonal: Le han pegado una paliza (IMPERSONALES EVENTUALES), tienes que
insistir si quieres que te echen cuenta (2.ª PERS. SING.) o uno debe sabe decir siempre
qué decir (3.ª PERS. SING.). También el INFINITIVO con aspecto imperfectivo —bañarse
después de comer puede producir indigestión— o acompañado de un adverbio
impersonalizan la información. Sin embargo, en estos casos, prefiere hablarse de
INDETERMINACIÓN DE AGENTE, porque el sujeto es recuperable, pero no es
informativamente relevante en la situación comunicativa en que se produce el
enunciado.
En un sentido semántico más extenso, la teoría de los universales lingüísticos
(Gramática de Port Royal, J. Greenberg, N. Chomsky) afirma que no existe la
impersonalidad lingüística, ya que el sujeto existe, pero está implícito.
Pero tradicionalmente es un criterio formal el que prima y se consideran sin
sujeto. Así tenemos:
 De fenómenos naturales: atardece, anochece, graniza…
 Existenciales: SER, HABER y HACER en determinados usos solo en
tercera persona singular:
- SER + atributos de tiempo o meteorología.
- HABER + SN CD. No obstante, esta construcción 1) no admite la
pasiva: hay dulces en el frigorífico > *dulces son habidos en el
frigorífico. 2) El CD de persona no lleva prep. a, como con el resto de
los verbos transitivos.
- HACER + TIEMPO o METEOROLOGÍA: no hace tanto; en la tele
dijeron que haría mucho calor. Sintácticamente, es junto con su CD
el CCT de otro verbo —Salió hace veinte días—, el CN de un nombre
—La catedral es de hace nueve siglos— o el NV de la principal de un
enunciado oracional.
 Reflejas: con transitivo e intransitivo, que supone una objeción a la
postura de Bello sobre considerarlas pasivas, dado que estas
aparecen también a veces en 3.ª sing. y acompañadas de SE: se vive,
se duerme, se pelea. Además llevan CD y no admiten un SPrep
encabezado por la prep. por con valor de agente.
Para E. Alarcos la diferencia estriba en que si el sintagma que
acompaña al verbo no lleva prep. entonces es sujeto y estamos ante
una pasiva (Se alquila piso / se alquilan pisos). Si aparece la prep., se
hablará entonces de un CD o un CR.
En la Nueva gramática básica de la lengua española se afirma que el
participante que corresponde al sujeto queda oculto, pero se refiere
a una persona, que suele ser indeterminada o general.

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Se afirma que son construcciones muy cercanas porque en ambas se
oculta un argumento, que se corresponde con el primitivo sujeto:

Alguien elige a los representantes Se elige a los representantes


[Imp.]
Alguien elige los exámenes Se eligen los exámenes [pas. refl.]

Tanto las PASIVAS como las IMPERSONALES formadas sobre


oraciones transitivas expresan SENTIDO PASIVO: los representantes
son elegidos [imp. refl.] / los exámenes son elegidos [pas. refl].
Con SUJETO DE COSA, es preferible la pasiva refleja, que debe
emplearse con un verbo transitivo. El sujeto, además de un grupo
nominal, puede ser una ORACIÓN SUSTANTIVA. Son posibles las
PERÍFRASIS VERBALES.
Hay factores pragmáticos, razones motivadas por el contexto
extralingüístico que explica el uso tanto de impersonales como de
pasivas:
- Mayor objetividad, refiriéndose solo al emisor —Se ha comentado
en multidud de ocasiones.
- Refiriéndose al receptor —colóquese fuera del alcance de los niños.
- En el uso cortés y distante de la lengua hablada: Se ruega llamen
antes de entrar.
- En críticas y regañinas difuminadas: No se habla en clase.

3.2. PREDICADO
Semánticamente, es lo que se dice del sujeto. Funcionalmente, es el
constituyente inmediato de la oración que no desempeña la función de sujeto y usa la
estructura del SV. Formalmente es el constituyente inmediato de la oración, en el que
el núcleo de un SV mantiene una relación sintagmática de concordancia con el SN-
Sujeto.
El núcleo del SV lo constituye, pues, un verbo. Este es la unión de un lexema
verbal y los morfemas que van variando en su conjugación: modo, tiempo o
perspectiva, aspecto establecen la perspectiva desde la que el hablante considera la
acción y persona y número, las características del sujeto que la realiza. Así los
morfemas verbales hacen posible la PREDICACIÓN al actualizar 1 lo expresado por el
lexema verbal para referirse a la realidad.

3.3. LA ESTRUCTURA
Como hemos dicho, el núcleo verbal marcará las relaciones con el resto de
sintagmas subordinados que aparecen dentro del SV. Esos sintagmas cumplen
diferentes funciones sintácticas jerarquizadas, que denominamos complementos. Así
hay argumentales, aquellos exigidas por el contenido léxico-semántico del verbo, y
adjuntos (o no argumentales), aquellos que no lo son.
Son argumentos del verbo: el CD, el CRÉG, el ATRIB, el PREDICATIVO y ciertos C.
INDIRECTOS (con verbos que implican un destinatario: pegar (a alguien), enviar…).

1Hacer que los elementos lingüísticos abstractos o virtuales se conviertan en concretos e individuales.

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Pueden omitirse con mayor o menor facilidad cuando el contexto permite
sobreentenderlos. No son argumentos: el CI, el CC y el CAG.
Los argumentos del verbo junto al sujeto (para algunos el sujeto es otro
argumento del verbo) constituyen la estructura formal de la oración. El verbo
predicativo asigna además a esos argumentos determinadas funciones o papeles
semánticos. Suelen establecerce: agente o realizador la acción; causa desencadenante
de la acción o proceso; experimentante de una experiencia psicológica, paciente que
sufre los efectos de la acción, tema o entidad afectada o no, o efectuada; instrumento
o medio para la realizacióin de la acción; meta u objetivo de la actividad; beneficiario ,
fuente o lugar donde se origina la actividad o proceso y locación o ubicación donde se
sitúa algo.

La valoración de esos complementos argumentales o no argumentales en la


oración suponen estructurarla informativamente. En ocasiones, el emisor considera
necesario realzar algún argumento o adjunto. Esto lo hace por dos motivos: porque
bien considera necesaria la inserción de un contenido suplementario (el tópico) que
ayude al receptor en la tarea de interpretación, bien porque necesita considera un
elemento de máxima relevancia informativo (el foco). En el primer caso, en la
topicalización, separa el argumento o adjunto mediante una pausa separadora y lo
coloca generalmente en posición inicial, extrayéndo de la estructura de información
básica de tema-rema, es decir, de la oración.

En el segundo, el procedimiento más común consiste, de igual modo, en la


anteposición, pero sin pausa separadora y dentro de la oración. En este caso, el
mecanismo es la focalización y supone varios procedimientos. Desde el enfásis fónico
hasta los adverbios de foco (también, incluso, hasta, solo, particularmente,
prácticamente, al menos, no... sino..., sí), que establecen relaciones entre el foco y el
conjunto de alternativas posibles a las que se contrapone expresa o tácitamente, a las
construcciones copulativas enfáticas.

3.4. COMPLEMENTOS PERIFÉRICOS


Junto a la oración pueden aparecer ciertos elementos que en el discurso oral
pueden ir separados por pausas y en la escritura aparecen siempre aislados por comas.
Son los complementos o modificadores periféricos, que forman un grupo entonativo
diferenciado al ir entre pausas y modifica a la oración completa. Se clasifican en:

a) Tópicos o circunstantes. Precisan en qué contexto o en relación con que tema


es pertinente lo afirmado en el SV: Desde el punto de vista técnico, A propósito de
Carlos, En Sevilla, a las cinco, la temperatura ha sido excelente.

b) Modalizadores de la oración: manifiestan léxicamente la modalidad oracional


o una valoración del hablante de la información de su enunciado: efectivamente, por
suerte, desgraciadamente, etc.

c) Modalizadores de la enunciación (o atributos de verbo): modifican a un verbo


de lengua tácito que expresa la forma en que se comunican esas palabras (decir,
hablar, confesar, etc.), por lo que podría parafrasearse como ‘hablando de manera

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franca,...’ o ‘te digo de manera franca,...’ Así en un enunciado como No me dejas, te
digo la verdad, lo que el hablante califica son sus palabras: resulta más o menos
equivalente a [Te digo] que es verdad que no me dejas.

d) Modalizadores de relación en el discurso: establecen relaciones de signicado


entre enunciados o grupos de enunciados dentro de un texto. Su clasificación es muy
debatida. Suelen ser llamados en la lingüística actual como conectores discursivos.
Nosotros usaremos

1. MODIFICADORES (en la NGLE, “adverbios”) ORACIONALES: inciden sobre un


único enunciado, modificando, valorando o matizando su significado. Aparecen
en incisos (marcados por la coma). Cuando la pausa no está presente vuelven a
ser adverbios internos del grupo verbal o modificadores dentro de un sintagma
(en una obra lamentablemente incoclusa, aquí CAdj).

A. Modificadores temáticos, *tópico, marcos o circunstantes: fijan el marco


del discurso, e. d., precisan en qué sentido, en qué contexto o en relación con
qué tema es pertinente lo expresado en el sujeto y el predicado. Son
mecanismos de cohesión que contribuyen a hacer patente la coherencia
textual. Pueden aportar significados muy variados:
1. Marco de referencia: A propósito de Carlos, me han dicho que está
malo.
2. Marco de perspectiva: Desde el punto de vista técnico, este es el mejor
móvil.
3. Marcos de circunstancias. Podemos incluir aquí las PSA de la
enunciación. Espaciales (En Sevilla, la temperatura ha sido excelente),
temporales (A las cinco, todo estará terminado), causales,
condicionales, etc.

B. Modificadores del enunciado o modalizadores: manifiestan léxicamente la


modalidad oracional (enunciativas, interrogativas, imperativas, desiderativas,
dubitativas y exclamativas) y suponen algún tipo de valoración del hablante
sobre el contenido informativo del mensaje. Se distinguen tres tipos:
1. Cuando presentan el mensaje como probabilidad, posibilidad, una
necesidad, una obligación o una capacidad, hablamos de modalizadores
modales. Se asocian con la verosimilitud, la posibilidad y la
incertidumbre los adverbios y loc. adverbiales quizá(s), tal vez, a lo

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mejor, acaso, igual, capaz (que/de) / posiblemente, probablemente,
seguramente. Presenta el mensaje como una necesidad o una obligación
necesariamente, obligatoriamente, indefectiblemente, con seguridad,
por narices, sin remedio, pese a quien pese, de cajón, de todas todas,
impepinablemente.
2. Los evaluativos son atributos oracionales. Con ellos se suelen ponderar
(resaltar) las consecuencias de alguna situación: afortunadamente,
felizmente, milagrosamente, por fortuna, por suerte,
desafortunadamente, desgraciadamente, tristemente, por desgracia.
Otros evaluativos informan sobre de qué manera se cumplen las
expectativas del hablante sobre cierta situación: asombrosamente,
curiosamente, extrañamente, inconcebiblemente, inexplicablemente,
irónicamente, lógicamente, naturalmente, paradójicamente,
sorprendentemente.
3. Y si intensifican o atenúan la fuerza de lo que se expresa, hablamos de
evidenciales. Así intensifican que lo que se dice es verdad ciertamente,
efectivamente, evidentemente, incuestionablemente, indiscutiblemente,
indudablemente, naturalmente, obviamente, realmente,
verdaderamente, y las locuciones con (toda) seguridad, en verdad,
desde luego, de veras, de verdad, en efecto, por supuesto, sin duda. En
cambio, atenúan o matizan la verdad de lo que se dice aparentemente,
hipotéticamente, presumiblemente, presuntamente, supuestamente,
teóricamente, virtualmente, prácticamente, a lo que parece (por lo que
parece), al parecer, en apariencia y por lo visto. Se puede incluir en este
grupo los adverbios de afirmación.

Hay que tener en cuenta que para la NGLE las modalidades del enunciado son
modalidades de la enunciación.

C. Modificadores de la enunciación. Modifican a un verbo de lengua tácito que


expresa la forma en que se comunican esas palabras (decir, hablar, confesar,
etc.), por lo que podría parafrasearse como ‘hablando de manera franca,...’ o
‘te digo de manera franca,...’ Así en un enunciado como No me dejas, te digo la
verdad, lo que el hablante califica son sus palabras: resulta más o menos
equivalente a [Te digo] que es verdad que no me dejas.
Pueden estar orientados hacia el hablante o hacia el oyente. Los del
primer grupo, como sinceramente, francamente, honestamente,
honradamente, la verdad… suelen emplearse para expresar que lo que se dice
carece de doblez o mala intención. Si se orientan al oyente es a este al que se
pide que sea ‘sincero, franco, etc., en su respuesta. De igual manera, los
adverbios que hacen referencia a la claridad (claramente, sin ambigüedades,
dime la verdad, etc.) o a la brevedad del mensaje (en resumidas cuentas, en
pocas palabras) también están orientados hacia algunos de los interlocutores.

2) CONECTORES DISCURSIVOS: establecen relaciones entre enunciados o


grupos de enunciados (secuencias) dentro de un texto o discurso con la finalidad de

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guiar al interlocutor hacia la interpretación correcta. Ver la clasificación de la NGLE
(598).

* Marcadores de función pragmática


No hay que confundir todos estos complementos oracionales con otros
elementos que, aunque aparecen fuera del sujeto y del predicado --y también son, por
tanto, elementos periféricos de la oración-- tienen un carácter bien diferente. Nos
referimos a ciertas realizaciones lingüísticas de determinadas funciones comunicativas:
expresiva, apelativa, fática, etc., que constituyen referencias a los elementos de la
comunición que están implicados en el texto. Ponen de manifiesto así al destinatario
del discurso, o asegura el canal comunicativo, etc. Así, se refieren al destinatario los
vocativos y las apelaciones o llamadas de atención al oyente (Mira, Luis está llegando
en este momento); al canal se refieren ciertos elementos con función fática o fáticos.
Entre estos elementos habría que incluir también a las interjecciones, como marcas
que son de la función expresiva de los textos, pues ponen de manifiesto la emotividad
del hablante. Todos estos elementos, aunque en apariencia están integrados dentro de
la oración, no complementan a la oración, sino que constituyen en realidad
(enunciados independientes).

4. LAS MODALIDADES DE LA ORACIÓN

En cualquier enunciado hay que distinguir el contenido, lo que dice la oración, de la


actitud del hablante con respecto a lo expresado, esto es, de la manera de decir. Esta
manera de decir, de expresar el contenido oracional se denomina modalidad. Según la
modalidad se puede distinguir las siguientes clases de oraciones:
Con función referencial:
4.1. ENUNCIATIVAS (O DECLARATIVAS)
El hablante manifiesta su seguridad de que la información es cierta. Se
corresponde con la función representativa o referencial, y se caracteriza por el modo
indicativo y el refuerzo de complementos oracionales: Seguramente mañana no
lloverá. Entonación enunciativa (tonema descendente).
Con función apelativa o conativa:
4.2 INTERROGATIVAS
Realizan preguntas. Conectan con la función apelativa, porque se pretende
conseguir una respuesta verbal. Dependiendo de cuál sea la información que el
hablante solicita, distintiguimos dos tipos:
a) Parciales. Con signos de interrogación y un interrogativo (prbre., dtvo., adv.)
se pregunta por algo desconocido de la realidad: ¿Qué libro estás leyendo, Betty? La
respuesta es un sintagma.
b) Totales. Con signos de interrogación y sin interrogativos se pregunta por la
veracidad de la predicación: ¿Han llegado ya tus padres, Juan? La respuesta es sí, no u
otros adverbios de carácter afirmativo, negativo o dubitativo: -En efecto.
Tanto parciales como totales pueden directas, y entonces son enunciados en sí
mismos con signos de interrogación, como Las indirectas, e serán proposiciones
subordinadas sustantivas que dependen de un verbo de entendimiento, lengua o
sentido sin signos de interrogación.
Entonación interrogativa (tonema final ascendente).

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4.3. EXHORTATIVAS
Expresan mandato, una orden. Son muestra también de la función apelativa o
conativa, pero, a difenrencia de las interrogativas, exigen una acción del oyente. La
marca característica es el modo imperativo o para las oraciones exhortativas negativas
el subjuntivo: no vuelvas tarde, chaval. Entonación exclamativa (tonema final
descendente muy pronunciado).
Con función expresiva:
4.4.DESIDERATIVAS u OPTATIVAS
Expresan deseo. Se caracterizan por el modo subjuntivo y adverbios como ojalá
y así como complementos oracionales. Aparece asimismo la conjunción que. Es
frecuente la entonación exclamativa, aunque también se usa la enunciativa.
4.5. DUBITATIVAS
Expresan duda. Como implica no certeza, suelen emplear también el subjuntivo.
Aunque también aparece el indicativo y un adverbio complemento oracional que
marca esta modalidad: posiblemente, quizá, a lo mejor, acaso, tal vez, puede ser, el
futuro de indicativo, el condicional o perífrasis verbales. Entonación enunciativa.

4. 6. EXCLAMATIVAS
Solo se puede hablar de modalidad cuando aparece una unidad ponderativa (si,
qué, un, etc.). En los demás casos, se trata de cualquier modalidad a la que se añade el
rasgo enfático que supone la entonación exclamativa. En cualquier caso, se está
conectando con la función expresiva. Entonación exclamativa (tonema final
descendente muy pronunciado).
4. 7. La NEGACIÓN
Es compatible con cualquier modalidad. Se caracterizan por llevar el adverbio
no, u otros elementos negativos, antepuesto al verbo.

6. CONCLUSIÓN
En conclusión, la tarea de la sintaxis es el estudio de las relaciones existentes
entre los signos lingüísticos y, en conexión con la zona correspondiente de la
semántica, su repercusión en el significado global de las expresiones, sin olvidar que los
vínculos entre lo lingüístico y lo extralingüístico no son biunívocos.
El análisis sintáctico permite observar las interrelaciones que existen entre los
distintos niveles de la lengua y mejora la comprensión del texto, es decir, la capacidad
de desentrañar el significado global. Finalmente, nos gustaría proponer un modelo
basado en la propuesta del profesor L. Gómez Torrego:

7. BIBLIOGRAFÍA
1. L. GÓMEZ TORREGO, Gramática Didáctica del Español.
2. Matte Bon, F., GRAMÁTICA COMUNICATIVA DEL ESPAÑOL.
3. RAE, Nueva gramática básica de la lengua española.

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