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I. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA:
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El A quo no ha tenido en cuenta que la etapa contratada mediante contratos de
servicios no personales, es un periodo independiente a la contratación CAS y que
este último es un régimen totalmente válido, tal como lo ha señalado el Tribunal
Constitucional. Asimismo, también yerra al señalar que los obreros en virtud de
la Ley Orgánica de Municipalidades pertenecen al régimen de la actividad
privada, ya que ésta no prohíbe contratar mediante CAS.
II. CONSIDERANDOS:
2. También abona a favor de esta tesis, la solicitud de fojas 55, por la cual, en enero de 2007,
la demandante ingresa una comunicación a la demandada, solicitando que dicha
emplazada la siga contratando como guardiana de la referida guardería; en dicha
comunicación, que como ya mencionamos, consta con el sello de recepción de la
demandada en un documento preconstituido al proceso, en el cual se describe que desde
el año 2005, la actora viene desempeñando el cargo con mucha responsabilidad, honradez
y eficiencia, tal como ya lo venía haciendo en calidad de “guardiana” de los turnos de 6:00
am a 2:00 pm; este documento cobra valor indiciario, pese a que se trata de un documento
de parte, suscrito por la propia accionante, por constituir un documento de fecha cierta, por
el sello de recepción que contiene y por ser preconstituido al proceso, como iteramos; y es
que, debe tenerse en cuenta que fue elaborado con mucha anticipación al inicio de la
presente controversia judicial, dado que está fechado el 30 de enero de 2007, en esa fecha
es irrazonable admitir que la demandante lo haya presentado para “generar” una prueba
de la relación laboral, pues la demanda de autos recién data del año 2016; además, se
cuenta con las Hojas de Reporte de fojas 138-140, introducidas durante la audiencia de
juzgamiento, diligencia a la que la demandada no concurrió, conducta procesal que
también es valorada al formar convicción sobre este hecho, como un acto de
obstaculización u obstrucción probatoria, pues, con su inconcurrencia a la audiencia,
dificultó el esclarecimiento de los hechos, conducta procesal cuyo reproche está regulado
por el artículo 29 de la Ley 29497 -Nueva Ley Procesal del Trabajo, en adelante NLPT-, y
que constituye un elemento de juicio adicional al momento de valorar los hechos y
apreciar los indicios que están siendo objeto de justificación.
3. En ese mismo sentido evaluamos las hojas de reporte citadas, documentos que con la
inconcurrencia de la demandada a la audiencia, cobran significación probatoria, pues
implican el reconocimiento de la veracidad de su contenido (artículo 29 de la NLPT), pues
en dichas hojas, se reporta a la demandante como la persona que apoyaría en las actividades de la
guardería, mencionando como fecha el 25 de febrero de 2005, mes que se condice con el
que ha sido esgrimido en la demanda, como el que corresponde al inicio de la relación
laboral; asimismo, teniendo en cuenta también, el Acta de Asamblea Extraordinaria de
fojas 141 en la que la demandante expresa su renuncia a su condición de presidenta del Club
de madres Primavera, dada su condición de trabajadora municipal; al igual que los otros casos,
este documento tiene significación porque está fechado en mayo del 2007, oportunidad en
la que la demandante ya se considera trabajadora de la emplazada.
7. Y es que así lo ha dejado establecido la uniforme jurisprudencia laboral, citando por todas
la Casación Laboral 007-20012 La Libertad1, cuya demandada fue la Municipalidad
Distrital de Casa Grande y cuya razón suficiente fue la siguiente: “Sin poner en discusión la
constitucionalidad de la contratación administrativa de servicios, esta no puede reemplazar o
sustituir, cuando no media interrupción de los servicios personales, a un contrato de trabajo a
plazo indeterminado preexistente, establecido jurisdiccionalmente por desnaturalización de una
contratación civil de locación de servicios o modal, ello porque no obstante el carácter laboral del
contrato administrativo de servicios (y su indiscutible adecuación a la Constitución, como lo ha
dejado sentado el Tribunal Constitucional), dicho contrato posee una menor entidad protectora, es
decir otorga menores derechos y beneficios laborales que el contrato de trabajo tipo o a plazo
indeterminado, por lo tanto, no es posible jurídicamente admitir la desmejora o la modificación in
peius del estatus jurídico que el trabajador ya ha incorporado a su patrimonio de derechos, merced
al contrato realidad que ha iniciado con la demandada y que ha mantenido sin interrupción alguna;
este razonamiento está respaldado por el derecho constitucional al trabajo consagrado por el
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Casación N° 007-2012, su fecha 11 de mayo de 2012, caso seguido por Alfredo Cueva Vásquez contra
Municipalidad Distrital de Casa Grande.
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artículo 22° de la Constitución del Estado”; por lo tanto, debe desestimarse la apelación en
tanto se sustenta en la eficacia de la contratación CAS, pues, no está en discusión la
constitucionalidad de dicha forma de contratación, ratificada por la sentencia del Tribunal
Constitucional, Expediente número 002-2010-PI/TC, sino la oponibilidad de dicho
contrato CAS, que es posterior a la incorporación al patrimonio subjetivo de derechos del
demandante, del estatuto contractual regulado por el artículo 4 de la LPCL.
8. Este extremo de la sentencia también debe confirmarse porque el razonamiento del juez
es correcto en la medida que acoge como cierta la tesis del demandante sobre el pago
diminuto de las remuneraciones en el periodo 2005-2007; ello en la medida que la
demandada no ha demostrado haber registrado a la actora desde su fecha de inicio en la
planilla de remuneraciones, y otorgado boletas de pago, obligaciones básicas establecidas
por el artículo 4 del Decreto Supremo número 001-98-TR, que prescribe: “Los empleadores
deberán registrar a sus trabajadores en las planillas, dentro de las setentidós (72) horas de
ingresados a prestar sus servicios, independientemente de que se trate de un contrato por tiempo
indeterminado sujeto a modalidad o a tiempo parcial”, en el mismo sentido tenemos el artículo
18 del decreto en mención, el cual hace alusión a la obligación por parte del emperador a
otorgar las boletas de pago, prescribiendo: "El pago de la remuneración podrá ser efectuado
directamente por el empleador o por intermedio de terceros, siempre que en este caso permita al
trabajador disponer de aquella en la oportunidad establecida, en su integridad y sin costo alguno.
El pago se acreditará con la boleta firmada por el trabajador o con la constancia respectiva , cuando
aquél se haga a través de terceros, sin perjuicio de la entrega de la boleta correspondiente dentro del
plazo establecido en el artículo siguiente. La boleta de pago, contendrá los mismos datos que
figuran en planillas y deberá ser sellada y firmada por el empleador o su representante legal”; las
mismas que han sido ostensiblemente incumplidas, al mantener la demandada una
relación laboral precaria con la actora, infringiendo el orden público laboral, razón por la
cual es correcta la decisión de dar por cierto el adeudo.
12. Sin duda cuando la demandada se queja de la aplicación indebida de una presunción
judicial, más propiamente en el presente caso, una carga probatoria, tal argumento obliga
a poner de relieve la importancia de la prueba indirecta en el proceso, como medios
sucedáneos de obtención de certeza judicial, pues sus diferentes categorías facilitan al juez
observar la prohibición del non liquet, según la cual, el juez está prohibido de resolver por
falta pruebas; esto activa diversas técnicas como las presunciones simples y legales, las
cargas probatorias y los indicios, los hechos reconocidos por el demandado,
principalmente, como medios alternos de obtención de certeza judicial. En el presente
caso, las funciones de guardianía que cumplía la demandante, además, tornan verosímil
su tesis de haber laborado en días festivos, por lo que se observa además una decisión
razonable y ponderada del juez cuando ha dado por cierto las labores en feriados pero
solamente en un número de 6 al año.
15. Se hace notar que los aspectos no impugnados del fallo apelado son confirmados en esta
instancia, en aplicación del artículo 370 del CPC, que limita la apelación a los alcances
materiales de la apelación.
16. Este Colegiado tiene a bien señalar finalmente que La pretensión declarativa de
reconocimiento de la contratación de la actora como una a plazo indeterminado, y la invalidez de
la contratación CAS (o la desnaturalización de la contratación); deben ser declaradas
IMPROCEDENTES; ello porque en puridad, la desnaturalización es un hecho y no una
pretensión, como lo ha zanjado la casación 7358-2013 Cusco, con calidad de doctrina
jurisprudencial, conforme al artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial; de tal
manera que, siendo un hecho, integra la causa de pedir de cualquier pretensión laboral; y
no puede ejercitarse como pretensión, porque toda pretensión exige un petitorio
jurídicamente posible y conexión suficiente entre los hechos y el petitorio, requisitos que
no reúne la pretensión de autos, porque el petitorio es jurídicamente imposible, en la
medida que para que un petitorio sea posible debe aludir a un DERECHO y no a un
hecho (la desnaturalización es un hecho según nuestra Corte Suprema en la precitada
casación); además, no existe conexión entre los hechos y el petitorio, porque si bien la
desnaturalización sí puede integrar la causa de pedir o servir de fundamento de hecho de
la demanda; sin embargo, al volverse a esgrimir la desnaturalización como petitorio, se
vicia la estructura de la pretensión procesal, la cual, así construida, contiene el mismo
dato como petitorio y como causa de pedir (la desnaturalización esgrimida).
18. Que, debe aclararse y precisarse que el extremo anulatorio de esta sentencia respecto a la
pretensión declarativa de desnaturalización de los servicios, en modo alguno debe
interpretarse que se está desautorizando, revocando o dejando sin sustento la cuestión de
hecho contenida en la sentencia apelada, en la que se ha dejado claramente establecido la
existencia de una relación laboral a plazo indeterminado. Esto ha ocurrido en los
considerandos segundo al décimo- séptimo de la sentencia de primera instancia, a partir
de folios 157; estas conclusiones son totalmente válidas y no están siendo anuladas ni
modificadas por este Tribunal Revisor, en tanto y en cuanto, dan por probados los hechos
que configuran el contrato de trabajo. Por el contrario, la decisión anulatoria, solamente
alude a una cuestión eminentemente técnica, en la medida que el Juez, haciéndose eco de
la demanda de autos, indebidamente declara el reconocimiento de una contratación
laboral a plazo indeterminado, cuando, en rigor, esta situación fluye de la
desnaturalización en la contratación del actor, la cual se configura como un hecho y no un
derecho, tal como lo ha establecido la corte casatoria en la casación antes citada. Así, si
bien es cierto las pretensiones declarativas son procedentes, sin embargo, lo son solo si es
que declaran un derecho, como ocurriría en materia civil con una pretensión de mejor
derecho de propiedad; sin embargo la pretensión declarativa en el caso de autos no
procura la declaración de un derecho sino la declaración de un hecho; tal como lo ha
establecido la Corte Suprema al señalar que “… la existencia de un contrato de trabajo de
duración indeterminada, cuya verificación es establecida por el Juez, ya sea por la
desnaturalización de un contrato sujeto a modalidad, como ocurre en el presente caso, o por
aplicación del principio de primacía de la realidad, en otros supuestos, como presupuesto previo al
pronunciamiento respecto a la pretensión de reposición, no constituye una pretensión autónoma e
independiente de la pretensión de reposición, sino que forma parte de la causa petendi de esta
última…” (casación 7358-2013 Cusco, punto 2 del fundamento noveno). Lo que dice la
Corte Suprema en la glosa precedente, si bien en el caso en concreto se refiere a la
pretensión de reposición, es extensible a toda pretensión que tenga como fundamento
fáctico algún hecho acecido en torno a un contrato de trabajo, en efecto, no solo para
definir un caso de reposición sino cualquier otra pretensión laboral, es necesario,
previamente, establecer si existe o no el hecho sustancial sobre el que descansa el conflicto
de trabajo puesto en conocimiento jurisdiccional. Ese hecho crucial es el contrato de
trabajo. Este puede estar definido y aceptado por las partes, pero muchas veces, su propia
existencia forma parte del conflicto, tal como ocurre en aquellos procesos en los que,
como en el presente, se discute la forma contractual utilizada por las partes. En tal caso,
no resulta necesario incorporar como pretensión autónoma la declaración de la naturaleza
del contrato; de allí que la Corte Suprema señale que tal pretensión declarativa no
constituye un pretensión autónoma e independiente sino que forma parte de la causa de
pedir, vale decir, que integra de manera esencial la fundamentación fáctica de la
demanda. Allí radica el error de técnica en que ha incurrido el demandante y también el
Juez, pues han calificado como procedente una pretensión que procura la declaración de
un hecho, tornándola inviable como se ha fundamentado supra. Son estas razones técnicas
y solo estas las que explican la decisión anulatoria de oficio del extremo de la sentencia
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referido a la declaración formal del reconocimiento de una contratación laboral a plazo
indeterminado entre las partes; pero ello en nada cambia la conclusión central, tanto de
esta sentencia como la de primera instancia, en el sentido que se ha establecido de manera
categórica un contrato indeterminado, hecho o situación fáctica que, como venimos
insistiendo, no necesita pronunciamiento declarativo sino su sola incorporación como
hecho probado en las cuestiones de hecho de la sentencia. Recordemos, que los hechos
probados en una sentencia constituyen cosa juzgada, sin necesidad de que los hechos
requieran de un pronunciamiento declarativo expreso en el fallo; así se desprende del
artículo 46° inciso 1 de la NLPT, que establece que no necesitan de actuación probatoria
los hechos recogidos en una resolución con la calidad de cosa juzgada; esto significa que
cuando en una sentencia el Juez considera probado un hecho, como es el caso del contrato
de trabajo a plazo indeterminado, para que este hecho surta efectos judiciales, no necesita
de un pronunciamiento declarativo en el fallo, sino simplemente debe constar en las
cuestiones de hecho de la sentencia, tal como ocurre en la sentencia apelada y en esta, en
que se ha dejado incontrovertiblemente establecido la existencia de una contratación de
naturaleza laboral y con carácter indefinido.
S.S.
RODRÍGUEZ CHÁVEZ
CASTILLO LEÓN
DE LA ROSA GONZALEZ OTOYA