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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD

PRIMERA SALA ESPECIALIZADA LABORAL


EXPEDIENTE Nº : 00021-2016-0-1618-JM-LA-01
DEMANDANTE : ROODE AHOLIBAMA ALFARO CERNA DE AGUILAR
DEMANDADA : MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE LA ESPERANZA
MATERIA : PAGO DE BENEFICIOS SOCIALES Y OTROS

RESOLUCIÓN NÚMERO ONCE.-


Trujillo, tres de mayo de dos mil diecinueve.-

VISTOS; en Audiencia Pública, la Primera Sala Especializada Laboral de esta Corte


Superior de Justicia de La Libertad, con el legajo de anexos que corre acompañado, expide la
siguiente Sentencia de Vista:

I. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA:

1. Es materia de apelación la Sentencia (Resolución número OCHO), de fecha 27 de


diciembre de 2017, obrante a folios 154-180, que declara FUNDADA la demanda
interpuesta por ROODE AHOLIBAMA ALFARO CERNA DE AGUILAR contra la
MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE LA ESPERANZA; sobre pago de beneficios sociales,
en consecuencia ORDENA que la demandada RECONOZCA a la demandante como
trabajadora a plazo indeterminado, desde el 05 de febrero del 2005 hasta la actualidad,
debiendo inscribirla en planilla única de pago de trabajadores obreros permanentes; en
consecuencia se declaró INVÁLIDOS Y NULOS los Contratos Administrativos de
Servicio desde el 01 de julio de 2008 a la fecha. ORDENÓ que la demandada pague a
favor de la demandante la suma de S/. 48,656.45 por concepto de pago de reintegro de
remuneraciones, pago de asignación familiar, pago de feriados laborados, pago de
gratificaciones, pago de vacaciones no gozadas e indemnización por vacaciones no
gozadas, más intereses legales. CUMPLA con depositar la demandada la suma de S/.
8,608.63 por concepto de CTS. FIJÓ la suma de S/. 6,000.00 por honorarios profesionales
La sentencia es apelada por la parte demandada.
2. La demandada fundamenta su recurso de apelación mediante escrito de folios 185-195 ,
solicita la revocatoria de la recurrida alegando lo siguiente:
a) Sobre la fecha de inicio

 El A quo yerra al determinar la fecha de inicio de la relación contractual, dado que


el acta de asamblea extraordinaria del 26 de mayo del 2007 no es un medio
probatorio idóneo, pertinente ni convincente. Tampoco ha tenido en cuenta que el
nexo existente con la demandante antes de su ingreso era que ésta se desempeñaba
como presidenta del Club de madres Primavera.

 El A quo no valoró medios probatorios aportados al proceso como la Resolución


de Alcaldía N°1267-2005-MDE, Resolución de Alcaldía N° 494-2006-MDE y
diversas copias de pedido-comprobante de salida (PECOSA), que demuestran que
la demandante se desempeñaba como presidenta del Club de madres y cuya dicha
labor es ad honoren de acuerdo a la Ley N°27731.

b) Sobre la desnaturalización de los contratos

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 El A quo no ha tenido en cuenta que la etapa contratada mediante contratos de
servicios no personales, es un periodo independiente a la contratación CAS y que
este último es un régimen totalmente válido, tal como lo ha señalado el Tribunal
Constitucional. Asimismo, también yerra al señalar que los obreros en virtud de
la Ley Orgánica de Municipalidades pertenecen al régimen de la actividad
privada, ya que ésta no prohíbe contratar mediante CAS.

c) Sobre el reintegro de las remuneraciones:

 El A quo no ha fundamentado en base a qué medios probatorios, la demandada


ha percibido remuneraciones diminutas; solo señaló que no se presentó las
exhibiciones y que su defensa solo negó la existencia de vínculo laboral por el
periodo 2005-2007, sin embargo, en la contestación se le hizo saber al A quo que
no existe medio probatorio porque durante ese periodo no existió vínculo
contractual.
d) Sobre la asignación familiar

 Las actas de nacimientos valoradas en el proceso son de personas que no guardan


relación familiar o de parentesco con la demandante, ya que sus apellidos no
concuerdan.
 En el caso que le correspondiera este derecho, el A quo ha liquidado el adeudo
erróneamente, ya que ha considerado periodos anteriores y posteriores a los
debatidos en el proceso.
e) Sobre el pago de feriados

 No puede otorgarse este concepto por el solo hecho de no haber emitido


pronunciamiento para desvirtuar la alegación, asimismo, tampoco se puede fijar
una liquidación basándose en una presunción sin demostrar si la demandante
realizó labores.
f) Sobre las Gratificaciones, vacaciones no gozadas, CTS y pago de intereses

 Deben revocarse porque se ha dejado establecido la validez del régimen laboral


CAS, además que el A quo ha liquidado periodos en la que la demandante no ha
tenido relación contractual con la demandada.

II. CONSIDERANDOS:

EN CUANTO A LA FECHA DE INICIO DE LOS SERVICIOS

1. El juez de primer grado ha decidido en forma correcta la determinación de este hecho, en


principio, porque existen indicios razonables de que la demandante prestaba servicios
personales y subordinados para la demandada, con independencia de su condición de
presidenta del Club de Madres Primavera, condición esta ultima que ciertamente se
encuentra acreditada con la Resolución de Alcaldía N°1267-2005-MDE y Resolución de
Alcaldía N° 494-2006-MDE; sin embargo, obra en el proceso el Contrato de Suministro
con la empresa SEDALIB S.A., de fojas 56, en el que la demandante interviene en su
calidad de representante de la “Guardería Infantil Primavera”, ubicada en Mz. 20-Lt.05
del Asentamiento Humano “Ramiro Prialé”; contrastando este dato con la demanda,
debemos recordar que a fojas 71 del escrito de la demanda, la actora expresamente
postula haberse desempeñado en dicha guardería, ubicada en esa dirección domiciliaria,
2
realizando labores de vigilancia, limpieza de los ambientes y mantenimiento de las
plantas del local; funciones de tipo laboral que encuentran un primer indicio en el
referido contrato de suministro, pues no se explica cómo es que habiendo sido firmado
dicho contrato, el 7 de noviembre del año 2006, la demandante suscribía por la guardería
infantil, entidad gestionada y promovida por la demandada, para contratar el servicio de
agua potable, cuando la demandada recién reconoce la relación laboral desde el año 2007.

2. También abona a favor de esta tesis, la solicitud de fojas 55, por la cual, en enero de 2007,
la demandante ingresa una comunicación a la demandada, solicitando que dicha
emplazada la siga contratando como guardiana de la referida guardería; en dicha
comunicación, que como ya mencionamos, consta con el sello de recepción de la
demandada en un documento preconstituido al proceso, en el cual se describe que desde
el año 2005, la actora viene desempeñando el cargo con mucha responsabilidad, honradez
y eficiencia, tal como ya lo venía haciendo en calidad de “guardiana” de los turnos de 6:00
am a 2:00 pm; este documento cobra valor indiciario, pese a que se trata de un documento
de parte, suscrito por la propia accionante, por constituir un documento de fecha cierta, por
el sello de recepción que contiene y por ser preconstituido al proceso, como iteramos; y es
que, debe tenerse en cuenta que fue elaborado con mucha anticipación al inicio de la
presente controversia judicial, dado que está fechado el 30 de enero de 2007, en esa fecha
es irrazonable admitir que la demandante lo haya presentado para “generar” una prueba
de la relación laboral, pues la demanda de autos recién data del año 2016; además, se
cuenta con las Hojas de Reporte de fojas 138-140, introducidas durante la audiencia de
juzgamiento, diligencia a la que la demandada no concurrió, conducta procesal que
también es valorada al formar convicción sobre este hecho, como un acto de
obstaculización u obstrucción probatoria, pues, con su inconcurrencia a la audiencia,
dificultó el esclarecimiento de los hechos, conducta procesal cuyo reproche está regulado
por el artículo 29 de la Ley 29497 -Nueva Ley Procesal del Trabajo, en adelante NLPT-, y
que constituye un elemento de juicio adicional al momento de valorar los hechos y
apreciar los indicios que están siendo objeto de justificación.

3. En ese mismo sentido evaluamos las hojas de reporte citadas, documentos que con la
inconcurrencia de la demandada a la audiencia, cobran significación probatoria, pues
implican el reconocimiento de la veracidad de su contenido (artículo 29 de la NLPT), pues
en dichas hojas, se reporta a la demandante como la persona que apoyaría en las actividades de la
guardería, mencionando como fecha el 25 de febrero de 2005, mes que se condice con el
que ha sido esgrimido en la demanda, como el que corresponde al inicio de la relación
laboral; asimismo, teniendo en cuenta también, el Acta de Asamblea Extraordinaria de
fojas 141 en la que la demandante expresa su renuncia a su condición de presidenta del Club
de madres Primavera, dada su condición de trabajadora municipal; al igual que los otros casos,
este documento tiene significación porque está fechado en mayo del 2007, oportunidad en
la que la demandante ya se considera trabajadora de la emplazada.

4. Ahora bien, de acuerdo a las explicaciones dadas durante la audiencia de juzgamiento, en


puridad, las funciones relativas al vaso de leche no eran incompatibles a las funciones
correspondientes al contrato de trabajo bajo análisis, pues estas se desplegaban entre 4:30
y 5:30 de la mañana, consistentes en supervisión de las demás madres de familia, que se
encargaban de la preparación del desayuno (minuto 29:47 en adelante, de la audiencia de
juzgamiento de fecha 09 de octubre de 2017); en este momento de la audiencia de
3
juzgamiento, también la demandante explica que sus funciones laborales desplegadas en
la guardería, se cumplían en el mismo lugar donde se desarrollaba la preparación del
vaso de leche, esto es en: Mz. 20-Lt.05 del Asentamiento Humano “Ramiro Prialé”; de ello
también dan cuenta, las Resoluciones de Alcaldía de fojas 142 y 143, que identifican al
domicilio de la junta directiva del club de madres también en Mz. 20-Lt.05 del
Asentamiento Humano “Ramiro Prialé” ; asimismo, se toma en cuenta las declaraciones de
las testigos, actuadas en los minutos 24 a 29 de la audiencia de juzgamiento antes
mencionada, cuando señalan que la demandante labora en el jardín como vigilante y limpieza y
que la vieron laborando aproximadamente desde los año 2004 y 2005; todo lo cual en
apreciación conjunta, según el artículo 197 del Código Procesal Civil- en adelante CPC-,
permite considerar el contrato de trabajo desde el año 2005 según lo alegado por la
demandante y lo determinado en la recurrida.

5. Por lo tanto, la demandante gozaba de un contrato laboral bajo la Ley de Productividad y


Competitividad Laboral -Decreto Supremo 003-97-TR, en adelante LPCL- desde el inicio
de sus labores en el año 2005, pues la naturaleza de sus actividades, vigilancia y limpieza,
se catalogan como labores manuales típicas de un obrero, condición laboral a la que
corresponde aplicar el régimen laboral de la actividad privada, en virtud del artículo 37
de la Ley número 27972, Ley Orgánica de Municipalidades que prescribe: “Los obreros que
prestan sus servicios a las municipalidades son servidores públicos sujetos al régimen laboral de la
actividad privada, reconociéndoles los derechos y beneficios inherentes a dicho régimen”.

6. Esto torna inoponible el Contrato Administrativo de Servicios- en adelante CAS, al que la


demandante fue indebidamente sometida posteriormente, pues no se puede oponer un
contrato de menor entidad tuitiva a una relación laboral surgida y mantenida bajo el
amparo del artículo 4 de la LPCL, que prescribe: “en toda prestación personal de servicios
remunerados y subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo
indeterminado. El contrato individual de trabajo puede celebrarse libremente por tiempo
indeterminado o sujeto a modalidad. El primero podrá celebrarse en forma verbal o escrita y el
segundo en los casos y con los requisitos que la presente Ley establece (…)” (lo resaltado
en negritas es nuestro)”.

7. Y es que así lo ha dejado establecido la uniforme jurisprudencia laboral, citando por todas
la Casación Laboral 007-20012 La Libertad1, cuya demandada fue la Municipalidad
Distrital de Casa Grande y cuya razón suficiente fue la siguiente: “Sin poner en discusión la
constitucionalidad de la contratación administrativa de servicios, esta no puede reemplazar o
sustituir, cuando no media interrupción de los servicios personales, a un contrato de trabajo a
plazo indeterminado preexistente, establecido jurisdiccionalmente por desnaturalización de una
contratación civil de locación de servicios o modal, ello porque no obstante el carácter laboral del
contrato administrativo de servicios (y su indiscutible adecuación a la Constitución, como lo ha
dejado sentado el Tribunal Constitucional), dicho contrato posee una menor entidad protectora, es
decir otorga menores derechos y beneficios laborales que el contrato de trabajo tipo o a plazo
indeterminado, por lo tanto, no es posible jurídicamente admitir la desmejora o la modificación in
peius del estatus jurídico que el trabajador ya ha incorporado a su patrimonio de derechos, merced
al contrato realidad que ha iniciado con la demandada y que ha mantenido sin interrupción alguna;
este razonamiento está respaldado por el derecho constitucional al trabajo consagrado por el
1
Casación N° 007-2012, su fecha 11 de mayo de 2012, caso seguido por Alfredo Cueva Vásquez contra
Municipalidad Distrital de Casa Grande.
4
artículo 22° de la Constitución del Estado”; por lo tanto, debe desestimarse la apelación en
tanto se sustenta en la eficacia de la contratación CAS, pues, no está en discusión la
constitucionalidad de dicha forma de contratación, ratificada por la sentencia del Tribunal
Constitucional, Expediente número 002-2010-PI/TC, sino la oponibilidad de dicho
contrato CAS, que es posterior a la incorporación al patrimonio subjetivo de derechos del
demandante, del estatuto contractual regulado por el artículo 4 de la LPCL.

SOBRE REINTEGRO DE REMUNERACIONES DIMINUTAS

8. Este extremo de la sentencia también debe confirmarse porque el razonamiento del juez
es correcto en la medida que acoge como cierta la tesis del demandante sobre el pago
diminuto de las remuneraciones en el periodo 2005-2007; ello en la medida que la
demandada no ha demostrado haber registrado a la actora desde su fecha de inicio en la
planilla de remuneraciones, y otorgado boletas de pago, obligaciones básicas establecidas
por el artículo 4 del Decreto Supremo número 001-98-TR, que prescribe: “Los empleadores
deberán registrar a sus trabajadores en las planillas, dentro de las setentidós (72) horas de
ingresados a prestar sus servicios, independientemente de que se trate de un contrato por tiempo
indeterminado sujeto a modalidad o a tiempo parcial”, en el mismo sentido tenemos el artículo
18 del decreto en mención, el cual hace alusión a la obligación por parte del emperador a
otorgar las boletas de pago, prescribiendo: "El pago de la remuneración podrá ser efectuado
directamente por el empleador o por intermedio de terceros, siempre que en este caso permita al
trabajador disponer de aquella en la oportunidad establecida, en su integridad y sin costo alguno.
El pago se acreditará con la boleta firmada por el trabajador o con la constancia respectiva , cuando
aquél se haga a través de terceros, sin perjuicio de la entrega de la boleta correspondiente dentro del
plazo establecido en el artículo siguiente. La boleta de pago, contendrá los mismos datos que
figuran en planillas y deberá ser sellada y firmada por el empleador o su representante legal”; las
mismas que han sido ostensiblemente incumplidas, al mantener la demandada una
relación laboral precaria con la actora, infringiendo el orden público laboral, razón por la
cual es correcta la decisión de dar por cierto el adeudo.

9. Además, la demandada no ha satisfecho su carga probatoria de acreditar el pago (del


monto de las remuneraciones en el periodo en el que se pretende el reintegro), carga que
le viene impuesta por el artículo 23.4, inciso a de la NLPT; esta norma dispone que es la
demandada la llamada a probar los hechos en controversia, relacionados a apago en
general, muy en especial si se trata de las remuneraciones, que constituyen las
prestaciones por antonomasia del contrato de trabajo, por lo que en puridad, lo que el
juez ha hecho es aplicar la regla de juicio contemplada en el artículo 200 del CPC, que
impone al juez el deber de resolver en contra de los intereses de la parte que no prueba
aquello a lo que está llamada por mandato de la ley. Recordemos que el proceso laboral
contiene cargas probatorias dinámicas, expresamente alteradas, merced a su carácter social,
en función a la consideración de qué parte es la que dispone la información en su poder,
siendo que, señaladamente, es el demandado al que se atribuye la condición de
empleador, quien está llamado a presentar la información del pago. De ahí que es legal y
justa la decisión del juez de considerar improbado el cumplimiento de la obligación
básica de acreditar la remuneración y su quantum, lo cual explica su decisión estimatoria
del reintegro remunerativo mencionado.

SOBRE LA ASIGNACIÓN FAMILIAR.


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10. Más allá del error o lapsus calami contenido en la sentencia apelada, en la que se alude a
personas ajenas a la relación de consanguinidad con la demandante, lo cierto es que obra
a fojas 65 la partida de nacimiento de la menor Aguilar Alfaro Karina Noemi, cuya madre
es la demandante y que nació el 17 de enero del 2002, razón por la que habiéndose
iniciado la relación laboral en el año 2005, dicha partida de nacimiento prueba la carga de
familia, que constituye el presupuesto factico del derecho consagrado en el artículo 1 de la
Ley 25129, que prescribe: “A partir de la vigencia de la presente ley, los trabajadores de la
actividad privada cuyas remuneraciones no se regulan por negociación colectiva, percibirán el
equivalente al 10% del ingreso mínimo legal por todo concepto de asignación familiar”; razón por
la cual debe confirmarse este extremo de la sentencia.

SOBRE FERIADOS LABORADOS

11. El extremo de feriados también debe ser confirmado porque la demandada no ha


desplegado una contradicción consistente sobre esta pretensión y tampoco ha presentado
la información que debe obrar en su poder sobre registro de la jornada de trabajo, como lo
impone el artículo 1 del Decreto Supremo 04-2006-TR que prescribe: “Todo empleador sujeto
al régimen laboral de la actividad privada debe tener un registro permanente de control de
asistencia, en el que los trabajadores consignarán de manera personal el tiempo de labores ( …)”;
siendo así debemos enfatizar que el artículo 23.4 inciso a) de la NLPT ya citado, impone a
la demandada la carga de demostrar el cumplimiento de las normas legales; una de ellas
sin duda es la relativa a la obligación de registro de jornada de trabajo; por lo que
nuevamente reproducimos lo ya fundamentado supra respecto a la aplicación de las
reglas de juicio por insatisfacción de las cargas probatorias; ahora bien, de acuerdo a lo
que se acaba de fundamentar, resulta claro que el juez sí está obligado a presumir cierta la
existencia de un adeudo laboral cuando la parte llamada a acreditar el hecho base sometido
a probanza, no lo logra demostrar en el proceso.

12. Sin duda cuando la demandada se queja de la aplicación indebida de una presunción
judicial, más propiamente en el presente caso, una carga probatoria, tal argumento obliga
a poner de relieve la importancia de la prueba indirecta en el proceso, como medios
sucedáneos de obtención de certeza judicial, pues sus diferentes categorías facilitan al juez
observar la prohibición del non liquet, según la cual, el juez está prohibido de resolver por
falta pruebas; esto activa diversas técnicas como las presunciones simples y legales, las
cargas probatorias y los indicios, los hechos reconocidos por el demandado,
principalmente, como medios alternos de obtención de certeza judicial. En el presente
caso, las funciones de guardianía que cumplía la demandante, además, tornan verosímil
su tesis de haber laborado en días festivos, por lo que se observa además una decisión
razonable y ponderada del juez cuando ha dado por cierto las labores en feriados pero
solamente en un número de 6 al año.

SOBRE LOS BENEFICIOS SOCIALES.

13. En cuanto al cuestionamiento de la decisión de pago de los beneficios sociales


reclamados, también debe confirmarse porque ya ha quedado definido en esta sentencia
que la relación laboral sí existió desde el año 2005 en adelante; ahora bien, si esta es la
principal razón de la queja, ya ha quedado respondida con la fundamentación que
precede. Es evidente pues, que no hay razones en la apelación que permitan modificar lo
resuelto por el juez de primer grado, correspondiendo confirmar la sentencia en todos sus
extremos.
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14. Debe prevenirse a la demandada su obligación no solo de cumplir estrictamente lo
resuelto en esta sentencia, sino de formalizar los derechos adeudados según la
fundamentación que precede en la planilla de remuneraciones y en los demás
documentos de pago de naturaleza laboral, dado que la demandante tiene un vínculo
laboral vigente; por lo que si persistiera el incumplimiento de la demandada a las
obligaciones reconocidas en esta sentencia, y eso originara u obligara a la trabajadora a
hacer un nuevo uso de la jurisdicción para reclamar los mismos derechos a pesar de que
estos ya fueron reconocidos por el poder Judicial, tal conducta del empleador podrá ser
considera como un incumplimiento grave de las obligaciones laborales y podrá derivar
eventualmente en consecuencias negativas a la parte renuente a cumplir los mandatos
judiciales; lo que la demandada debe asimilar con esta sentencia es que ya quedó zanjada
la controversia, por lo que debe formalizar y pagar totalmente los derechos de la actora,
bajo apercibimiento de la aplicación de fuertes sanciones, más aun si tratándose del
Estado, esta persona jurídica debe ser la primera llamada a cumplir el ordenamiento
laboral.

15. Se hace notar que los aspectos no impugnados del fallo apelado son confirmados en esta
instancia, en aplicación del artículo 370 del CPC, que limita la apelación a los alcances
materiales de la apelación.

SOBRE LA PRETENSIÓN DECLARATIVA DE DESNATURALIZACIÓN:

16. Este Colegiado tiene a bien señalar finalmente que La pretensión declarativa de
reconocimiento de la contratación de la actora como una a plazo indeterminado, y la invalidez de
la contratación CAS (o la desnaturalización de la contratación); deben ser declaradas
IMPROCEDENTES; ello porque en puridad, la desnaturalización es un hecho y no una
pretensión, como lo ha zanjado la casación 7358-2013 Cusco, con calidad de doctrina
jurisprudencial, conforme al artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial; de tal
manera que, siendo un hecho, integra la causa de pedir de cualquier pretensión laboral; y
no puede ejercitarse como pretensión, porque toda pretensión exige un petitorio
jurídicamente posible y conexión suficiente entre los hechos y el petitorio, requisitos que
no reúne la pretensión de autos, porque el petitorio es jurídicamente imposible, en la
medida que para que un petitorio sea posible debe aludir a un DERECHO y no a un
hecho (la desnaturalización es un hecho según nuestra Corte Suprema en la precitada
casación); además, no existe conexión entre los hechos y el petitorio, porque si bien la
desnaturalización sí puede integrar la causa de pedir o servir de fundamento de hecho de
la demanda; sin embargo, al volverse a esgrimir la desnaturalización como petitorio, se
vicia la estructura de la pretensión procesal, la cual, así construida, contiene el mismo
dato como petitorio y como causa de pedir (la desnaturalización esgrimida).

17. Sin perjuicio de lo expuesto en el considerando precedente, la improcedencia del extremo


declarativo de la sentencia apelada no obsta para analizar la desnaturalización como
hecho y condición necesaria para discutir los derechos reclamados en el presente caso, en
la medida que tal condición no es otra que identificar la existencia de la relación
obligatoria esgrimida en la demanda: la existencia de un contrato de trabajo entre las
partes, hecho gobernado en el derecho laboral por el Principio de Primacía de la Realidad
que, lejos de privilegiar las formas, indica al Juez la necesidad de preterirlas frente a la
determinación de lo que verdaderamente ocurrió en el terreno fáctico. En este sentido, en
efecto, se ha probado la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado
7
desde el 05 de febrero de 2005 hasta la actualidad, según lo establecido en la sentencia
apelada en los considerandos referidos a determinar la naturaleza de la contratación
laboral en el caso de autos. En conclusión, se declara NULO el extremo del fallo que
declara el reconocimiento de contrato a plazo indeterminado por obedecer a una
pretensión jurídicamente imposible.

18. Que, debe aclararse y precisarse que el extremo anulatorio de esta sentencia respecto a la
pretensión declarativa de desnaturalización de los servicios, en modo alguno debe
interpretarse que se está desautorizando, revocando o dejando sin sustento la cuestión de
hecho contenida en la sentencia apelada, en la que se ha dejado claramente establecido la
existencia de una relación laboral a plazo indeterminado. Esto ha ocurrido en los
considerandos segundo al décimo- séptimo de la sentencia de primera instancia, a partir
de folios 157; estas conclusiones son totalmente válidas y no están siendo anuladas ni
modificadas por este Tribunal Revisor, en tanto y en cuanto, dan por probados los hechos
que configuran el contrato de trabajo. Por el contrario, la decisión anulatoria, solamente
alude a una cuestión eminentemente técnica, en la medida que el Juez, haciéndose eco de
la demanda de autos, indebidamente declara el reconocimiento de una contratación
laboral a plazo indeterminado, cuando, en rigor, esta situación fluye de la
desnaturalización en la contratación del actor, la cual se configura como un hecho y no un
derecho, tal como lo ha establecido la corte casatoria en la casación antes citada. Así, si
bien es cierto las pretensiones declarativas son procedentes, sin embargo, lo son solo si es
que declaran un derecho, como ocurriría en materia civil con una pretensión de mejor
derecho de propiedad; sin embargo la pretensión declarativa en el caso de autos no
procura la declaración de un derecho sino la declaración de un hecho; tal como lo ha
establecido la Corte Suprema al señalar que “… la existencia de un contrato de trabajo de
duración indeterminada, cuya verificación es establecida por el Juez, ya sea por la
desnaturalización de un contrato sujeto a modalidad, como ocurre en el presente caso, o por
aplicación del principio de primacía de la realidad, en otros supuestos, como presupuesto previo al
pronunciamiento respecto a la pretensión de reposición, no constituye una pretensión autónoma e
independiente de la pretensión de reposición, sino que forma parte de la causa petendi de esta
última…” (casación 7358-2013 Cusco, punto 2 del fundamento noveno). Lo que dice la
Corte Suprema en la glosa precedente, si bien en el caso en concreto se refiere a la
pretensión de reposición, es extensible a toda pretensión que tenga como fundamento
fáctico algún hecho acecido en torno a un contrato de trabajo, en efecto, no solo para
definir un caso de reposición sino cualquier otra pretensión laboral, es necesario,
previamente, establecer si existe o no el hecho sustancial sobre el que descansa el conflicto
de trabajo puesto en conocimiento jurisdiccional. Ese hecho crucial es el contrato de
trabajo. Este puede estar definido y aceptado por las partes, pero muchas veces, su propia
existencia forma parte del conflicto, tal como ocurre en aquellos procesos en los que,
como en el presente, se discute la forma contractual utilizada por las partes. En tal caso,
no resulta necesario incorporar como pretensión autónoma la declaración de la naturaleza
del contrato; de allí que la Corte Suprema señale que tal pretensión declarativa no
constituye un pretensión autónoma e independiente sino que forma parte de la causa de
pedir, vale decir, que integra de manera esencial la fundamentación fáctica de la
demanda. Allí radica el error de técnica en que ha incurrido el demandante y también el
Juez, pues han calificado como procedente una pretensión que procura la declaración de
un hecho, tornándola inviable como se ha fundamentado supra. Son estas razones técnicas
y solo estas las que explican la decisión anulatoria de oficio del extremo de la sentencia
8
referido a la declaración formal del reconocimiento de una contratación laboral a plazo
indeterminado entre las partes; pero ello en nada cambia la conclusión central, tanto de
esta sentencia como la de primera instancia, en el sentido que se ha establecido de manera
categórica un contrato indeterminado, hecho o situación fáctica que, como venimos
insistiendo, no necesita pronunciamiento declarativo sino su sola incorporación como
hecho probado en las cuestiones de hecho de la sentencia. Recordemos, que los hechos
probados en una sentencia constituyen cosa juzgada, sin necesidad de que los hechos
requieran de un pronunciamiento declarativo expreso en el fallo; así se desprende del
artículo 46° inciso 1 de la NLPT, que establece que no necesitan de actuación probatoria
los hechos recogidos en una resolución con la calidad de cosa juzgada; esto significa que
cuando en una sentencia el Juez considera probado un hecho, como es el caso del contrato
de trabajo a plazo indeterminado, para que este hecho surta efectos judiciales, no necesita
de un pronunciamiento declarativo en el fallo, sino simplemente debe constar en las
cuestiones de hecho de la sentencia, tal como ocurre en la sentencia apelada y en esta, en
que se ha dejado incontrovertiblemente establecido la existencia de una contratación de
naturaleza laboral y con carácter indefinido.

POR ESTOS FUNDAMENTOS:

CONFIRMARON la Sentencia (Resolución número OCHO), de fecha 27 de diciembre


de 2017, obrante a folios 154-180, que declara FUNDADA la demanda interpuesta por
ROODE AHOLIBAMA ALFARO CERNA DE AGUILAR contra la MUNICIPALIDAD
DISTRITAL DE LA ESPERANZA, y dispone el pago de S/.48,656.45 (CUARENTA Y
OCHO MIL SEISCIENTOS CINCUENTA Y SEIS Y 45/100 SOLES). DELARARON
NULO el extremo del fallo que declara fundada la pretensión declarativa del
reconocimiento de una contratación laboral a plazo indeterminado entre las partes, y la
invalidez de los contratos CAS suscritos; NULO lo actuado respecto de estos extremos e
IMPROCEDENTE la pretensión declarativa de desnaturalización de la contratación. La
confirmaron en lo demás que contiene y los devolvieron al Primer Juzgado Laboral
Transitorio de Trujillo.

S.S.
RODRÍGUEZ CHÁVEZ
CASTILLO LEÓN
DE LA ROSA GONZALEZ OTOYA

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