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MartinezMuñoz, Eva PEC 4
MartinezMuñoz, Eva PEC 4
En la misma línea que Solé (2018), otro de los grandes desafíos con los que batalla la
educación son las tecnologías, presentes y muy latentes en nuestra sociedad actual, por
lo tanto, las aulas no escapan de ellas. Opino que un mal uso de las tecnologías pone en
riesgo a la educación y la expone a convertirse en un programa educativo global que
separa cada vez más a los alumnos/as de los profesores/as-maestros/as. Según Solé
(2018) hay evidencias de que ya se están creando nuevas plataformas por internet que
pretenden una educación controlada por algoritmos y operaciones, también figuras robot
que su papel es ser “maestros/as”, destapándose así un peligro del que también advertía
Arendt (1996) y es que la globalización está trayendo consigo la erradicación del
sentido común en el sistema educativo, porque si ya existen maneras en las que una
persona puede responsabilizarse de su propio aprendizaje (aunque este, esté controlado
por un robot), ¿por qué debería de invertirse dinero en un sistema educativo público con
una red de maestros/as adultos que “interfieren” en el proceso de aprendizaje de los
niños/as-adolescentes?. En un contexto neoliberal la inversión en educación pública no
es beneficiosa, porque ya existen multinacionales tecnológicas que “reproducen
educación”.
De igual forma, en la educación actual hace ya un tiempo que está muy presente la
figura del emprendedor/a y esta, está muy relacionada con la subjetividad en el nuevo
discurso pedagógico actual, ya que en este también existen las competencias, basadas en
unos aprendizajes que van más allá de los contenidos que puede haber marcados en un
currículo de contenidos. Los procesos de aprendizaje de las competencias se orientan a
incrementar habilidades que su finalidad sean los futuros beneficios económicos. Según
Solé (2018), este discurso ha estado muy apoyado por maestros/as, educadores/as
aunque a su vez, advierte que la pedagogía por competencias pueden convertirse en un
instrumento de medida del rendimiento individual, cosa que puede ser un tanto
devastadora porque solo se tienen en cuenta las capacidades que tengan las personas
para un trabajo. Por esta razón, en esta nueva pedagogía se tiene en cuenta la educación
emocional, ya que se evalúa según tus propias capacidades. Solé (2018) manifiesta que
el discurso de la educación emocional también es todo un reto, ya que con ella se está
instaurando un discurso un tanto peligroso en el sistema educativo; el riesgo de este
discurso es la psicologización y medicalización en educación, ya que se evalúa
constantemente los procesos de aprendizaje del niño/a y si este/a no cumple con las
expectativas y las habilidades esperadas para desarrollar las competencias se le
diagnostica o establece una etiqueta, como por ejemplo TDAH.
Por consiguiente Fernández (2018) habla sobre las condiciones sociales, políticas y
económicas que llevan a situaciones de algunos/as adolescentes a ser violentos en las
escuelas y en las aulas, sin duda otro gran reto que afronta la educación en la actualidad,
y es que detrás de cada alumno/a “conflictivo/a” existía y sigue existiendo una situación
social normalmente grave que conduce ciertas conductas que pueden considerarse
inadecuadas en la escuela. Siguiendo a Fernández (2018), la educación también se topa
ante la crisis de la sociedad, y es que no se sabe en qué situación se encuentra cada
niño/a-adolescente que llega a la escuela, y si no se puede acompañar a todas estas
personas se pierde la razón de la educación que es la de acompañar y atender las
necesidades de los niños/as-adolescentes, así como enseñarles a ser conscientes de sus
libertades y limitaciones. La sociedad esta en constante cambio, es desconocida y es un
desafío.
Para seguir con estas reflexiones voy a evidenciarme en una entrevista que le hizo la
revista Público a Fernández en el que habla sobre que le inspiró a escribir su libro “Aula
desierta”. En este articulo publicado por Fernández-Savater (2009), la autora habla
acerca los estereotipos que hay en el aula y la escuela, frenando así el pensamiento
critico y enfundando desconfianza hacia cualquier acción colectiva que se quiera llevar
a cabo para ayudar a los alumnos/as mal etiquetados. Tal y como dice Fernández (2009)
el nuevo lenguaje desarrollado con relación a la educación ha cambiado y su
procedencia es por cómo se está tratando a las instituciones escolares (empresas).
Representa que las escuelas deben reproducir ciertos resultados, y estos dependen de las
competencias adquiridas por los alumnos/as. Pienso que lo que intenta reflejar
Fernández (2009) cuando habla acerca los alumnos/as es que con esta nueva perspectiva
se esta perdiendo la idea de la educación que quiere ayudar a crecer a los individuos, a
pesar de su condición social o procedencia cultural. Esta claro que el sistema neoliberal
se ve reflejado en la labor educativa y se esta enfocando en una tendencia educativa en
la que la confianza y la complicidad entre maestros/as y alumnos/as se ha perdido, y
como dice Fernández (2009) esta separación reproduce miedo. Fernández (2009)
expresa que la pérdida de confianza se transmite con facilidad y una vez transmitida las
relaciones se bloquean y el miedo actúa como agresividad y violencia, desencadenando
muchas de las etiquetas que arrastran los/las jóvenes en la actualidad. Con que como
dice Fernández (2009) debe de existir una nueva tendencia que reubique las relaciones
actuales en el aula, mirarlo con perspectiva y conseguir establecer de nuevo relaciones
entre maestros/as, alumnos/as y padres/madres que le den lugar de nuevo a la confianza
en el sistema educativo, ya que realmente los alumnos/as son los verdaderamente
afectados y su actitud en muchas ocasiones considerada violenta es por el miedo.
Por último, me gustaría razonar acerca lo que expresa Carbonell (2018) y es que la
escuela capitalista reproduce una educación que clasifica, selecciona y a la vez excluye
a las personas que tienen derecho a una educación digna y pública. La lucha ante este
reto es debida a que en algunas instituciones educativas aún se reproduce la educación
tradicional que manifiesta control y unos contenidos simplemente teóricos, propuestos
por instituciones que realmente no tienen ni idea de educación, ni de escuelas, tampoco
de aulas. Carbonell (2018) expresa que este, es un modelo caduco pero que, a pesar de
ello, lleva muchos años instaurado en las escuelas, y aunque se va erradicando sigue
presente en la actualidad promoviendo una educación basada en un aprendizaje que solo
es válido si se han memorizado los contenidos. A pesar del peso de la educación
tradicional considero que hay varios profesionales asociados a la educación que están en
contra de este, ya que este modelo retrata una escuela y educación superficial, que según
Carbonell (2018) carece de valor democrático e igualdad de oportunidades.
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