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LUIS BENEDICTO HERRERA DÍAZ

Magistrado ponente

STL6609-2023
Radicación n.°102573
Acta 20

Bogotá, D. C., siete (7) de junio de dos mil veintitrés


(2023).

La Sala resuelve la impugnación que LEIDY LUCERO


DÁVILA GÓMEZ presentó contra el fallo proferido el 21 de
abril de 2023 por la Sala Laboral del Tribunal Superior de
Distrito Judicial de Bucaramanga, dentro de la acción de
tutela que promovió contra la COMISIÓN SECCIONAL DE
DISCIPLINA JUDICIAL DE SANTANDER, trámite que se
hizo extensivo a las partes e intervinientes en el proceso
disciplinario con radicado n.°2019-1546.

I. ANTECEDENTES

La accionante promovió acción de tutela con el


propósito de obtener el amparo de sus derechos
fundamentales al «debido proceso, dignidad, intimidad,
derecho al trabajo y propiedad privada», presuntamente
vulnerados por la autoridad judicial accionada.

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Del escrito de tutela y la documental adosada al


plenario se extraen los siguientes hechos relevantes:

Ante la Comisión Seccional de Disciplina Judicial de


Bucaramanga, Eleazar Flórez instauró queja disciplinaria en
contra del abogado Wilson David Otero Uribe por las faltas
contra la debida diligencia profesional y contra la honradez
previstas en la Ley 1123 de 2007, con ocasión de la presunta
negligencia del profesional del derecho al interior del proceso
penal con radicado 2019-00980 y la presunta retención de
dineros entregados en virtud de la gestión encomendada.

El abogado disciplinado pidió como prueba el


testimonio de la aquí accionante, Leidy Lucero Dávila Gómez,
quien, para la época de los hechos denunciados, trabajaba
en la firma “Otero Uribe Abogados”.

El 21 de septiembre de 2021, en desarrollo de la


audiencia de pruebas y calificación provisional, el magistrado
ponente decretó como pruebas, entre otras, el testimonio de
la accionante, dicha audiencia fue reanudada el 18 de febrero
de 2022, allí se escuchó el testimonio de Leidy Lucero Dávila
Gómez, quien fue ampliamente interrogada por el magistrado
instructor. La diligencia fue suspendida y dispuesta su
reanudación para el 11 de julio de 2022, fecha en la que
nuevamente fue escuchado el testimonio de la accionante y,
de nuevo, fue interrogada por el magistrado. La diligencia se
suspendió y se dispuso su continuación para el 22 de agosto
de 2022, llegada la fecha, entre otras cosas, se incorporaron

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los documentos aportados por la testigo Leidy Lucero Dávila


Gómez.

El 12 de septiembre de 2022, reanudada la audiencia


de pruebas y calificación provisional, el magistrado realizó la
calificación jurídica provisional por la presunta falta
disciplinaria contra la debida diligencia profesional, a título
de culpa y; por la comisión de la falta contra la honradez, a
título de dolo. De igual manera, se decretó, una vez más, el
testimonio de la accionante. La audiencia de juzgamiento se
programó para el 1º diciembre de 2022.

Llegada la fecha atrás señalada, el director del proceso


practicó pruebas y programó el 1° de febrero de 2023 para
reanudar la audiencia de juzgamiento, la cual fue
suspendida y reanudada el 14 de marzo de 2023.

En esta última audiencia, en desarrollo del testimonio


de Nixon Richard Poveda Daza, la testigo Leidy Lucero Dávila
Gómez, que se encontraba conectada por la plataforma
Microsoft Teams, manifestó al despacho que deseaba aportar
audios y conversaciones de WhatsApp que sostuvo con
Richard Poveda. En virtud de lo anterior, el magistrado
ponente ordenó que se allegara al despacho judicial el celular
en el que reposaban tales pruebas, por lo que suspendió la
audiencia y dispuso reanudarla ese mismo día en horas de
la tarde.

Reanudada la diligencia, la accionante aportó el celular


con la finalidad de que se extrajera la conversación

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anunciada; luego de varios intentos, el chat fue exportado y


remitido a una cuenta de correo electrónico del despacho
cognoscente, aunado a lo anterior el magistrado procedió a
leer la conversación y reproducir los audios de principio a fin,
sin embargo, resolvió en desarrollo de la audiencia retener el
celular, en los siguientes términos1:

¿Materialmente entonces qué vamos a hacer, dejar este aparato


acá? ¿Doctora usted quítele la SIM?. Efectivamente, si quiere
borrarle cosas de su chat personal, se los puede quitar, pero
usted no necesita este aparato para nada. Es un aparato viejo.
Quítele las fotos si quiere, quítele sus cosas privadas, pero esto
es una evidencia y como usted misma lo dijo, lo dijo el doctor, si
se pierde el teléfono en manos de quién está, entonces, como
ustedes ya me entregaron el teléfono, yo lo dejo como una
evidencia, porque pues no he podido bajarlas, no pude si hubiera
bajado los documentos no tendría que hacer esto, pero
desafortunadamente tengo que bajar esos documentos del
teléfono. Sí como no los puede bajar hoy, porque yo intenté
entonces hay que bajarlos. Después le devuelvo su celular, si
quiere y si quiere borrarle cosas. Bien pueda borrarse las que yo
creo que ustedes son. ¿Entonces, usted bien puede hacerlo? Mire
si quiere.
Necesito que me lo des, me lo des […] O sea, que le quite que me
lo pero que me lo desbloquee definitivamente para que se
entienda. ¿Eso es un equipo que usted tiene hace 2 años y
efectivamente usted bien sabe, doctora, siéntese que la voy a
interrogar? […]

Durante 3 años o más está este proceso activo y hoy por


cuestiones del de de de de, de, digamos, del del destino, si se
quiere, aparece esto. […].Y eso no es normal en un proceso, usted
que lleva tanta experiencia, doctor, sabe que eso es así y no
necesito hacer mayores consideraciones porque efectivamente
no, no debo hacer mayores consideraciones, pero este
documento, que efectivamente es necesario para extraer unos
documentos, por eso yo le digo, doctora, si usted quiere puede
retirar, pero el aparato se queda, el aparato se queda con ese
WhatsApp.

¿Y por qué razón? Tengo razones de peso. Doctora, y usted no


tendría ningún recurso para decirme a mí que yo no tengo esa
prueba. Si usted quiere privacidad, yo le ayudo a ver, y usted me
muestra y lo hacemos. Yo tengo toda la paz. Toda la Espere un
momentito, doctor, tengo toda la paciencia del mundo para que

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Transcripción audiencia 14 de marzo de 2023 (2hr. 17minutos 27 seg.)

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descargues su privacidad a Gmail porque usted está en Gmail YY


eso es lo que yo tengo que hacer, no puedo hacer nada más, yo
no le yo, yo le aseguro, yo yo le aseguro doctor doctora, que usted
que yo voy a guardar esto en cadena de custodia se lo voy a
entregar a un perito técnico del cuerpo técnico de investigaciones
para que él me baje esos documentos.

En síntesis, el director del proceso consideró que la


retención del celular era necesaria, dispuso interrogar
nuevamente a la accionante y ordenó la preservación del
móvil bajo «cadena de custodia» para que la Dirección
Seccional de Fiscalías de Santander designara un perito
informático, con el fin de que obtuviera los audios y videos y
estableciera la autenticidad de los mensajes.

El disciplinado propuso recurso de reposición en contra


de la anterior decisión, la cual fue reafirmada.

La accionante censuró la decisión del magistrado, pues


indicó:

Pese a todo ese enorme desgaste y a estar documentada la


conversación y ordenarse la incorporación del chat exportado (de
las propias manos del señor magistrado), de haberse dado lectura
completa a los archivos multimedia (audios, imágenes y
documentos) de forma que el señor magistrado pudo verificar la
autenticidad, veracidad y procedencia del chat, fechas, todo lo
relacionado con el numero WhatsApp con el que se sostuvo la
conversación, inexplicable e injustificadamente decidió́
unilateralmente quedarse con mi equipo móvil Huawei y enviarlo
en cadena de custodia a la fiscalía para que allí se descarguen
los archivos. Entre tanto, se disponía el aparato en sobre de
manila sellado con cinta.

[…]

Entre tantas alternativas y pese a horas de una larga y


extenuante audiencia donde leyó integralmente el contenido del
chat ¿realmente era necesaria la medida coercitiva de
aprehensión de mi equipo móvil la cual resulta lesiva de mis

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derechos cuando la H. Corte Constitucional ha definido el valor


probatorio otorgado a las capturas como el mismo tratamiento de
los documentos contenidos en papel?

Indicó que en el celular retenido tiene material laboral


y personal como fotografías, conversaciones y videos
indispensables para el desarrollo de sus funciones que
corresponden a operativos de control de obras y actividad
económica, material confidencial de proveedores, imágenes y
documentos confidenciales del establecimiento comercial de
propiedad de su madre, acceso a su información bancaria
(aplicativos Nequi, aplicativos bancarios), certificaciones
laborales y académicas que requería incorporar para
inscribirse al concurso de la Fiscalía, entre otros, los cuales
no podía buscar nuevamente, pues desconocía el paradero
de quienes fueron sus empleadores y sus contactos estaban
en ese equipo. Indicó que, de no lograr inscribirse con los
soportes requeridos, consideraría un daño irreparable por
pérdida de la oportunidad de mejorar su condición laboral y
salarial.

Finalmente, señaló que no existió fundamento jurídico


procesal referente a la aprehensión de bienes y a la cadena
de custodia, en la medida en que estas sean aplicables a los
procesos de la Ley 1123 de 2007, que no se tuvo en cuenta
su voluntad de aportar las pruebas en archivos y no con la
retención total de celular.

Con fundamento en lo anterior, pidió «dejar sin efectos


la decisión de aprehensión de [su] equipo celular por poner en

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riesgo información considerada como datos sensibles


personales, empresariales, laborales entre otros y ordenar la
devolución inmediata del mismo».

II. TRÁMITE Y DECISIÓN DE INSTANCIA

Mediante proveído de 31 de marzo de 2023, la Sala de


primer grado admitió la acción de tutela, ordenó notificar a
la autoridad judicial accionada y vincular a las partes e
intervinientes en el proceso censurado, a fin de que
ejercieran su derecho de defensa y contradicción.

En la oportunidad otorgada, la Comisión accionada


confirmó la existencia del proceso y la calidad de testigo con
la cual fue llamada la accionante a comparecer dentro del
proceso disciplinario 2019-1546.

Hizo un recuento de las actuaciones surtidas y destacó


que al no ser posible descargar los videos y audios del celular
de la testigo, optó por ordenar la incorporación del celular
bajo cadena de custodia con el fin de que un perito experto
accediera a los mismos y verificara la autenticidad de los
mensajes exhibidos.

Indicó que cumplió con el protocolo de custodia,


precisando que se trataba de un celular en desuso, en
regular estado de conservación y que no es el de uso habitual
de la accionante, pues incluso se vio en la necesidad de
cargarlo para poder prenderlo, consideró extraño que ahora
se indique que en el mismo reposa información importante y

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necesaria para postularse a la convocatoria laboral. Adujo


que la experticia ordenada se limitó a acceder únicamente al
chat denominado “grafólogos Bogotá” y así quedó consignado
en el acta y en el oficio remitido a la autoridad
correspondiente, circunstancia que se le explicó a la
accionante.

Finalmente, señaló que no vulneró las garantías


invocadas por la petente, pues la cadena de custodia que se
impuso respecto del celular de la testigo se efectuó en el
ejercicio de sus funciones como director del proceso y fue
remitido a la autoridad competente para la extracción de la
información correspondiente, por lo que sería entregado a su
propietaria una vez se obtenga la información ordenada y sea
devuelto por la autoridad.

Surtido el trámite de rigor, mediante sentencia de 21 de


abril de 2023, la sala de conocimiento de este asunto
constitucional en primer grado negó la protección invocada,
ante la «inexistencia de la vulneración aludida», ya que a su
juicio la orden de cadena de custodia emitida sobre el
teléfono móvil de la accionante encuentra sustento jurídico
en la Ley 1123 de 20072, así como en el Código de
Procedimiento Penal3 y en la jurisprudencia de la Corte
Constitucional4.

2
Artículos 85,86 y 87
3
Artículo 254
4
T 043 de 2020 y T 467 de 2022.

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III. IMPUGNACIÓN

Inconforme con la anterior decisión, la promotora la


impugnó y en sustento de ello indicó que el a quo
constitucional no tuvo en cuenta que verdaderamente existió
una decisión sin motivación y el desconocimiento del
precedente en materia probatoria, señaló que el magistrado
no motivó el sustento normativo de la decisión de decreto de
pruebas y que lo que hizo el a quo constitucional fue tratar
de buscar en el marco legal los posibles argumentos de la
decisión adoptada.

Señaló que no comparte la interpretación del juez


constitucional, pues equiparó la cadena de custodia a la
práctica probatoria, que una cosa es el peritazgo como medio
de prueba que se practica al elaborar el informe por parte del
experto y otra es la cadena de custodia como recaudo de la
misma.

Destacó que se debía tener en cuenta la forma en la que


fue retenido su celular,

esto es, constituyendo una audiencia sin haberse informado,


pues cerca del mediodía del 14 de marzo de 2023, el magistrado
manifestó estar cansado y me requirió para acercarme en horas
de la tarde con fines distintos a una audiencia, se dijo que se
requería mi presencia para que en la secretaría se sacaran los
archivos del equipo NO para realizar la audiencia. Ahora, en
contraposición con el art. 254 del C.P.P. no se dejó constancia
que como consta en la grabación del acta de la audiencia, que el
magistrado estuvo en contacto con el elemento (celular) y se retiró
de la sala de audiencias con mi equipo desbloqueado
(¿contaminación de la prueba?). Todas estas acciones afectan
gravemente la forma como se recaudo (sic) de la prueba y vician

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la misma, constituyendo una evidente vulneración del debido


proceso. Es decir, no solo la cadena de custodia no debe aplicarse
en los procesos disciplinarios que se adelantan por la ley 1123
de 2007 porque no es parte de la práctica probatoria, sino que,
tampoco se realizo (sic) como dispone el citado art. 254 del C.P.P.

Reiteró que el celular lo puso en disposición del


magistrado con fines de extracción de los documentos y de la
conversación, no con el objeto de que se lo retuvieran; que la
prueba la aportó como testigo y su voluntad siempre fue
soportar su testimonio en documentales, sin perjuicio de que
permitió la lectura de toda la conversación y sus archivos.

IV. CONSIDERACIONES

Debe recordarse que la acción de tutela es un


mecanismo de orden constitucional que tiene por objeto la
protección inmediata de los derechos constitucionales
fundamentales de la persona, cuando quiera que estos
resulten vulnerados por acción u omisión de cualquier
autoridad. Y que, en tal sentido, esta Sala de la Corte ha
entendido que dicha protección cabe predicarla respecto de
cualquier persona, natural o jurídica; así como en frente de
providencias judiciales, cuando constituyan verdaderas vías
de hecho, por ser incuestionable que tanto para su forma
como para su contenido el juez debe acatar el orden jurídico
en su conjunto, y servirse, de ser necesario, de los criterios
auxiliares previstos en la normativa constitucional o en cada
una de las particulares disciplinas del derecho.

De esa manera es que, de ser procedente, se conjuran


arbitrariedades, caprichos o mal entendidos arbitrios

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judiciales fundados en conceptos errados de autonomía e


independencia del juzgador, mayormente, cuando quiera que
respecto de una particular decisión o no existen mecanismos
procesales de corrección o estos se hubieren agotado
infructuosamente.

En el presente asunto, encuentra la Sala que la petición


de la accionante se dirige a que se revoque la determinación
adoptada en audiencia del pasado 14 de marzo del año que
avanza por la Comisión Seccional de Disciplina Judicial de
Santander, en la que dispuso retener su celular bajo el
procedimiento de «cadena de custodia» y, en consecuencia, se
ordene la devolución inmediata del celular, pues, en su
sentir, no existió una debida motivación.

En dicha diligencia, en relación con la decisión objeto


de reproche, el director del proceso indicó:

[…] esto es una evidencia y como usted misma lo dijo, lo dijo el


doctor, si se pierde el teléfono en manos de quién está, entonces,
como ustedes ya me entregaron el teléfono, yo lo dejo como una
evidencia, porque pues no he podido bajarlas, no pude si hubiera
bajado los documentos no tendría que hacer esto, pero
desafortunadamente tengo que bajar esos documentos del
teléfono. Sí como no los puede bajar hoy, porque yo intenté
entonces hay que bajarlos. Después le devuelvo su celular, si
quiere […].

Ante tal determinación, el disciplinado manifestó


ampliamente su inconformidad y afirmó que tal
determinación atentaba contra los derechos fundamentales
de la testigo, pues en el transcurso de la audiencia estuvo
presta a colaborar con la extracción de la conversación de

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WhatsApp, el magistrado ponente informó que la decisión de


retener el celular tenía recurso de reposición y precisó:

[…]primero la decisión de decreto de pruebas, la decreto, porque


efectivamente ustedes me la solicitaron y pues si alguien me
solicitó una prueba que no es el momento procesal de decretarla,
porque tuvimos todas las oportunidades procesales para llegar a
este documento, aún en el momento propio del pliego de cargos
y nunca se habló de él, y ahora me ha me lo traen, me lo traen a
colación, entonces efectivamente yo para favorecer los intereses
del abogado. Decreto la prueba de efectivamente de tener este
celular y los archivos de Whatsapp que están en él, porque
efectivamente es conducente y pertinente, se aviene al fondo de
este asunto, que es verificar efectivamente las exculpaciones que
rinde el abogado, en su favor de igual manera, decreto que no lo
puedo entregar por todas las razones, que ya no voy a repetir
porque ya estoy cansado, pero efectivamente las razones son de
peso, no hay un argumento sólido para decir que se le va a violar
a la doctora con que yo me quede con este celular.

La garantía de la de la intimidad, porque yo no voy a manipular


celular y insisto, esta es una autoridad jurisdiccional, antes
tendría que pensar en algo que no tiene sentido, porque no veo
ninguna razón objetiva para yo entregar el celular, entonces no
hay ninguna razón válida para decir que yo violo el derecho
porque […] un celular, no porque yo no voy a revisar los, yo no
voy a revisar el celular […] no señora, porque no puede intervenir
el asunto es entre nosotros.

Acto seguido, el disciplinado formuló recurso de


reposición y el magistrado confirmó la decisión adoptada, con
los siguientes argumentos:

[…] como lo he manifestado, es imperioso que efectivamente se


desarrolle la prueba en todo lo que significa el rigor de una
prueba de esta naturaleza porque no se pueden dejar las cosas a
medias, o sea, si yo pongo a disposición del juez una prueba, yo
no puedo oponerme a que el juez la practique porque no tendría
sentido; yo no puedo oponerme a que el juez preserve la evidencia
porque no tiene sentido; yo no puedo oponerme máxime cuando
está demostrado (no sé si la doctora lo sabe, porque ella como
dice, ha aparecido esporádicamente hasta el día de hoy, insisto,
14 de marzo de 2023, aparece una prueba que nunca, nunca fue
tan siquiera anunciada o solicitada a este funcionario judicial) no
sé el afán que tenga, porque no se […]el afán de que tenga un

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asunto de esta naturaleza, cuando el más afanado soy yo, pero


es que no puedo dejar la verdad a medias, o sea, yo tengo el deber
legal, el deber legal de extraer la prueba como los procedimientos
lo ordenan, no me lo inventé yo, porque para preservar la
autenticidad de los documentos tienen que bajarse del archivo
WhatsApp, ya sea el audio o prueba documental y no se pudieron
bajar, y eso no es tan sencillo, doctora, no es un acto material
que se pueda reemplazar con decirle “Vayan ustedes, llévense el
celular y tráiganme las pruebas nuevamente acá”, porque eso no
es debido.

Lo debido es que yo preserve la cadena de custodia de un


documento que el mismo abogado anunció, ¿Qué tal que se
pierda? ¿Qué tal que se lo roben, doctor? Hagamos esto
inmediatamente y así lo hice, precisamente para preservar el
tema del abogado.

Efectivamente el tema no puedo entrar a hacer análisis, más


análisis porque no tiene sentido yo estar haciendo análisis sobre
los contenidos y otras cosas, es un tema objetivo, objetivo. Yo no
puedo hacer ningún análisis sobre lo que dijo Fulanito, lo que
dijo Perensejo, efectivamente yo lo que quiero decir es que
materialmente hasta hoy, insisto, 14 de marzo del año 2023
apareció una prueba. ¿Como autoridad judicial qué tengo que
hacer? Pues si me la ofrecen, recaudarla.

No existe una razón sólida para que yo entregue ese celular,


porque ya expuse hasta la saciedad que no se viola ningún
derecho, bajo ningún supuesto, porque el celular queda bajo
cadena de custodia […].

En ese contexto, debe decirse que la impugnación


elevada esta llamada a prosperar, pues resulta palmaria la
trasgresión a los derechos fundamentales deprecados por la
accionante. Con el propósito de fundamentar la anterior
determinación, la Sala emprenderá el análisis de las normas
aplicables al asunto sometido a su escrutinio, disposiciones
que serán confrontadas con la decisión adoptada por la
autoridad accionada.

En desarrollo de lo planteado en precedencia, se debe


indicar que,

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La Ley 1123 de 2007 establece un sistema de apreciación


probatoria regido por las reglas de la sana crítica (Art. 96).
Subyace a lo anterior una libertad en el aporte de pruebas que
faculta la admisibilidad de los distintos medios de convicción
legalmente reconocidos (Art. 87). Para su práctica, se remite por
integración normativa al Código de Procedimiento Penal siempre
y cuando resulte compatible con la naturaleza del derecho
disciplinario (Art. 86).5

Precisado lo anterior, esta Sala observa que la conducta


que originó la queja disciplinaria consistió en la presunta
negligencia del disciplinado al interior de un proceso penal
en el que el quejoso fungió como denunciante, con
fundamento en que pese a haberle entregado parte del dinero
($6’000.000 por anticipo y $2.500.000 para cubrir los gastos
de una prueba grafológica) para su representación, el proceso
fue precluido.

En lo que interesa a la presente acción, observa la Sala


que el disciplinado pidió como prueba el testimonio de la
accionante, quien para el momento de los hechos era su
dependiente judicial. Luego de surtidas varias audiencias en
las que la testigo fue interrogada, ésta manifestó la voluntad
de aportar una conversación de WhatsApp con el perito
contratado con la finalidad de corroborar que el pago del
peritaje de grafología fue realizado.

Como fue relacionado en los antecedentes, en el


transcurso de la audiencia de juzgamiento que se desarrolló
el 14 de septiembre de 2022, el magistrado exportó el archivo
contentivo del chat que anunció la testigo, como consta en el

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Sentencia de 9 de diciembre de 2021, Comisión Nacional de Disciplina Judicial rad.
2017-000490-01

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expediente (C001Expediente – 054


ChatWhatsappAportadoTestigoLuceroDavila.pdf).

En relación con las conversaciones de WhatsApp como


medio de prueba, la Comisión Nacional de Disciplina Judicial
en sentencia de 9 de diciembre de 2021, rad. 2017-004900,
consideró:

De acuerdo a la caracterización que se ha podido efectuar desde


la academia nacional, la aplicación de Whatsapp al permitir el
intercambio de mensajes entre dos o más personas, así como
también diferentes tipos de archivo (videos, documentos, fotos,
entre otros) en un entorno electrónico, puede encuadrársele en
la categoría de mensajes de datos. En atención a ello, el artículo
10° de la ley citada remite a las reglas de admisibilidad y fuerza
probatoria establecidas en el Capítulo VIII del Título XIII, Sección
Tercera, Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil.

El tránsito normativo en materia procesal civil encauza el análisis


a la Ley 1564 de 2012, donde se clarifica la valoración que debe
efectuarse del medio de convicción en su artículo 247: “Artículo
247. Valoración de mensajes de datos. Serán valorados como
mensajes de datos los documentos que hayan sido aportados en
el mismo formato en que fueron generados, enviados, o recibidos,
o en algún otro formato que lo reproduzca con exactitud. La
simple impresión en papel de un mensaje de datos será valorada
de conformidad con las reglas generales de los documentos”. Este
último inciso fue analizado por la Corte Constitucional en la
sentencia C-604 de 2016. El pronunciamiento reafirmó que solo
puede considerarse mensaje de datos el documento que es
aportado al proceso judicial en el mismo formato que fue recibido
o generado. Si la información originalmente creada en un medio
electrónico o similar es anejada en documento físico, “el elemento
material probatorio resulta modificado y se convierte en una
mera reproducción de su original”, por lo tanto, deberá someterse
a las reglas de valoración de los documentos. Quiere decir lo
anterior que la fuerza probatoria de los mensajes de datos
cuando son presentados en físico no se invalida, sino que debe
someterse a los parámetros que exija el estatuto procesal para
dilucidar el valor suasorio de las pruebas documentales.

Esta interpretación sistemática se acompasa con lo establecido


en el inciso segundo del artículo 10° de la Ley 527 de 1999, al
referir que “en toda actuación administrativa o judicial, no se
negará eficacia, validez o fuerza obligatoria y probatoria a todo
tipo de información en forma de un mensaje de datos, por el sólo

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hecho que se trate de un mensaje de datos o en razón de no haber


sido presentado en su forma original”.

En efecto, como es advertido por Daniel García Muesca en su


libro sobre este tópico, la misma aplicación de Whatsapp posee
una herramienta que permite enviar los chats o conversaciones
por correo electrónico en formato txt., utilidad que facilita en
mayor medida su presentación al proceso judicial. Esta solución
puede ser aplicada sin descartar que, de acuerdo a la valoración
que de forma libre efectúe el juez, se requiera la práctica de un
dictamen pericial sobre el teléfono celular, como es sugerido
tanto por los doctrinantes nacionales y extranjeros.

Por su parte, el Código General del Proceso en su


artículo 244 prevé:

ARTÍCULO 244. DOCUMENTO AUTÉNTICO. Es auténtico un


documento cuando existe certeza sobre la persona que lo ha
elaborado, manuscrito, firmado, o cuando exista certeza respecto
de la persona a quien se atribuya el documento.

Los documentos públicos y los privados emanados de las partes


o de terceros, en original o en copia, elaborados, firmados o
manuscritos, y los que contengan la reproducción de la voz o de
la imagen, se presumen auténticos, mientras no hayan sido
tachados de falso o desconocidos, según el caso.

[…]

La parte que aporte al proceso un documento, en original o en


copia, reconoce con ello su autenticidad y no podrá impugnarlo,
excepto cuando al presentarlo alegue su falsedad. Los
documentos en forma de mensaje de datos se presumen
auténticos.

Lo dispuesto en este artículo se aplica en todos los procesos y en


todas las jurisdicciones.

Al respecto, la Corte Constitucional en sentencia


T-467/22 concluyó que,

[…]las copias impresas de los mensajes de datos son


medios de convicción que deberán ser valorados según
las reglas generales de los documentos y las reglas de
la sana crítica, y su fuerza probatoria dependerá del grado

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de confiabilidad que le pueda asignar el juez atendiendo a


las particularidades de cada caso. La confiabilidad se
determina por la (i) autenticidad, entendida como la
identificación plena del creador del documento, es decir, la
certeza que debe tener el juzgador respecto de la persona a
quien se le atribuye la autoría del documento; y
por (ii) la veracidad de la prueba, esto es, la
correspondencia con la verdad de la declaración o
representación del hecho allí expresados. En particular, la
valoración de este último atributo de la prueba demanda
del juez la aplicación de las reglas de la sana crítica, la
presunción de buena fe, los principios del debido proceso,
de defensa, de igualdad, y de lealtad procesal. (Resaltado
fuera del texto)

Ahora bien, en relación con el recaudo de la prueba de


marras, se observa que, en efecto, la información que
reposaba en la conversación de WhatsApp no solamente fue
extraída del celular de la testigo y aportada al expediente del
asunto, en formato pdf., sino que, además, fue leída de viva
voz por el magistrado y no fue objeto de tacha de falsedad o
contradicción por ninguno de los asistentes a la audiencia.

No obstante, el director del proceso decidió de oficio


decretar como prueba: «tener este celular y los archivos de
WhatsApp», por considerar que era conducente y pertinente.
Sobre la conducencia conviene precisar que hace referencia
a que la prueba sea de aquellos medios permitidos por el
legislador para probar un hecho y la pertinencia tiene que ver
con que la misma tenga una relación directa con el asunto
objeto de debate y que realmente influya en la decisión a
adoptar.

Para esta Sala es claro que retener el celular de la


testigo implicó, per se, trasladar una carga que imponía al

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magistrado instructor establecer, primeramente, la


pertinencia de ese medio de prueba en el proceso
disciplinario; en segundo lugar, su competencia para proferir
esa decisión y, de encontrar respuesta positiva a los dos
primeros cuestionamientos, en tercer lugar, ponderar los
derechos de la accionante frente al interés de la búsqueda de
la verdad procesal en el asunto y su necesidad y
conducencia, como la utilidad de retener el celular con el fin
de ser remitido a un perito experto para realizar la extracción
del mensaje de datos y verificar su autenticidad, no obstante
que dicha información ya obraba en el expediente, existía
registro de la lectura del chat y la reproducción de notas de
voz en la grabación de la audiencia celebrada el 14 de marzo
de 2023, amén de que dicha prueba --información exportada
del celular-- no había sido tachada de falsa.

La referida metodología probatoria, como instrumento


hermenéutico de definición de la orden de retención del
aparato telefónico, le hubiera permitido al magistrado
instructor establecer si tal medida resultaba idónea,
procedente, adecuada y necesaria para la finalidad
perseguida sin sacrificar valores, principios o derechos de
mayor entidad constitucional que fueron oportunamente
puestos de presente por parte de la testigo, quien fue la
directamente afectada, como por parte del disciplinable que
había requerido la declaración de la testigo, propietaria del
mentado celular.

En ese orden, la decisión adoptada por la magistratura


enjuiciada demandaba una motivación específica y

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particular que atendiera a criterios de razonabilidad y


proporcionalidad, los cuales no se observan en los
argumentos que fueron transcritos en precedencia, pues las
razones que el magistrado expuso para ratificar su decisión
se limitaron a indicar que era necesario extraer los
documentos para establecer su autenticidad, pese a que ese
propósito ya había sido materializado allí mismo y muy a
pesar de que no expuso por qué esos documentos, que ya
obraban en el expediente y que habían sido extraídos por él
mismo, se repite, no eran suficientes en su lectura y
reproducción -- audios de los que existe grabación--, o cuál
era la razón para desmeritar la autenticidad de los referidos
documentos si existía certeza sobre la proveniencia de los
mismos y no fueron probatoriamente desconocidos u
objetados.

Debe decirse que los jueces, en sus decisiones, deben


exponer claramente cuáles son las razones de hecho y de
derecho que están empleando para la toma de una decisión
dentro del proceso, dado que están proscritas las decisiones
basadas en el arbitrio meramente personal; la exposición de
las razones es lo que distingue lo legal de lo arbitrario.

Ello es así tanto que la uniformadora de la


jurisprudencia sobre los derechos fundamentales, la Corte
Constitucional, ha indicado que la ausencia de motivación en
una providencia judicial configura el defecto sustantivo de la
misma y, por tanto, procede la acción de tutela para «proteger
los derechos de los ciudadanos de obtener respuestas
razonadas de la administración de justicia, permitiendo de
esta manera, ejercer efectivamente el derecho de

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contradicción. Por lo tanto, el juez de tutela debe tener en


cuenta, que la falta de motivación de una decisión judicial
supone una clara vulneración al derecho del debido proceso
ya que existe un deber en cabeza de los funcionarios
judiciales, el cual tiene que presentar las razones fácticas y
jurídicas que sustentan» su decisión. (sentencia CC SU
635/2015).

En este caso, la autoridad convocada incurrió en un


defecto sustantivo por ausencia y deficiente motivación, pues
no ofreció una verdadera argumentación sobre la
procedibilidad de la decisión y la pertinencia, conducencia,
necesidad y utilidad de la retención del aparato celular
personal de la testigo para su posterior envío a un perito
experto, dado que escuetamente se limitó a afirmar que lo
hacía porque no podía «dejar la verdad a medias», siendo su
deber legal extraer la información de WhatsApp, situación
que ya había acontecido.

Ello, sin mediar en su razonamiento que la retención,


comiso, decomiso, incautación o medida cautelar decretada
sobre el celular personal, aparato tecnológico que recoge hoy
en día la vida personal, familiar, laboral, económica y de
otras índoles de la persona, sólo procede mediante orden de
autoridad competente, en los procedimientos legales que
permiten tal clase de medida, previa la observación de las
formas propias del respectivo procedimiento y, por sobre
todo, en atención prioritaria de claros derechos
fundamentales como lo son la intimidad personal y familiar
y el buen nombre; y que en la recolección, tratamiento y

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circulación de datos tecnológicos se respetarán la libertad y


demás garantías consagradas en la Constitución, como
paladina y expresamente lo consagra el artículo 15
constitucional.

Corolario de lo anterior, al concluirse que no fueron


expuestas con precisión y claridad por parte del magistrado
de la Comisión Seccional accionada las referidas razones del
medio probatorio decretado y que fue objeto de censura en
esta acción constitucional, resulta evidente la trasgresión del
derecho al debido proceso de la accionante, por lo que
deviene necesario dejar sin valor y efectos la decisión
proferida por la Comisión Seccional de Disciplina Judicial de
Santander el 14 de marzo de 2023, en lo que atañe al decreto
de la prueba pericial respecto del celular de propiedad de la
accionante, dentro del proceso disciplinario con radicado
2019-01546, para disponer la devolución del celular retenido
a su propietaria en el término del (1) día hábil siguiente a la
notificación de esta decisión, por las razones ya expuestas en
la parte motiva de esta providencia.

V. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley,

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RESUELVE:

PRIMERO: REVOCAR la sentencia impugnada, y en su


lugar, AMPARAR el derecho fundamental al debido proceso
de LEIDY LUCERO DÁVILA GÓMEZ.

SEGUNDO: Como consecuencia de lo anterior, DEJAR


SIN VALOR Y EFECTOS la decisión proferida por la
COMISIÓN SECCIONAL DE DISCIPLINA JUDICIAL DE
SANTANDER, el 14 de marzo de 2023, en lo que atañe al
decreto de la prueba pericial respecto del celular de
propiedad de la accionante, dentro del proceso disciplinario
con radicado 2019-01546, para disponer la devolución del
celular retenido a su propietaria en el término del (1) día hábil
siguiente a la notificación de la presente decisión, por las
razones expuestas en la parte motiva de esta providencia.

TERCERO: COMUNICAR esta decisión a los


interesados en la forma prevista en el artículo 30 del Decreto
2591 de 1991.

CUARTO: REMITIR el expediente a la Corte


Constitucional para su eventual revisión.

Notifíquese, publíquese y cúmplase.

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Presidente (e) de la Sala

No firma por ausencia justificada

GERARDO BOTERO ZULUAGA

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SALVO VOTO

No firma por ausencia justificada

MARJORIE ZÚÑIGA ROMERO

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