Berg, la era de las manufacturas 1700-1820

El termino revolución industrial comporta una imagen de tecnología e industria renovadas. Pero los historiadores de la
economía han llevado bastante lejos las definiciones de sus revoluciones industriales, apartándolas cada vez mas de la
tecnología y la industria y enfatizando el fenómeno del crecimiento económico, concentrando su atención en los
aspectos macroeconómicos como la formación del capital, la demanda, distribucion de las rentas y fluctuaciones
económicas. Sus centro de interés han sido los de los economistas que escribieron en los 60 sobre el desarrollo.
Recientemente han ido a planteamientos mas cuantitativos. En los 80 se han enfocado hacia la estructura de la recesión
mundial, las causas y características del desempleo. Para el autor el quid de la revolución industrial esta en las nuevas
tecnologías, las nuevas industrias o en los sistemas fabril y domestico. Pero esto desde una perspectiva social,
preguntándose sobre las implicaciones sociales del cambio tecnológico del presente y el pasado. El planteamiento de las
cuestiones de la actualidad hizo necesaria una aproximación microeconómica a la revolución industrial: las formas de
organización industrial no solamente en el sistema fabril, sino tambien en el sistema de putting-out, el artesanado, la
subcontratación y organización minera. Las características de la fuerza de trabajo, formas de reclutamiento y
aprendizaje industrial, y los tipos de tecnología, las diversas experiencias industriales y regionales. Se debe estudiar las
controversias y conflictos que apuntalaron el cambio, no solo sus resultados en los índices de crecimiento económico y
se debe estudiar tanto los fracasos como los éxitos, ya que tambien esto forma parte de la industrialización. El desarrollo
de manufacturas en todo el mundo reaviva la pregunta sobre el significado de la industrialización y la forma que ha
tomado. Se observa a la industrialización como un proceso cíclico mas que unidireccional, un proceso a largo plazo mas
que como un acontecimiento espectacular a corto plazo, como de carácter multidimensional ma que como modelo
único. La vasta y diversa experiencia de cambio organizativo y tecnológico se remonta a principios del siglo XVIII y abarca
hasta mas alla de los primeros años del siglo XIX. Toma aportes de historiadores de principios del siglo XX, una historia
que fue en su momento terreno de controversia para socialistas y sus críticos: para los primeros que estaban
profundamente interesados en las formas de organización no capitalistas y en los orígenes del capitalismo y el trabajo
asalariado. Estos ahondaron en la historia industrial, practicas de trabajo y tecnologías de la manufactura preindustrial y
de la manufactura preindustrial y de la incipiente Revolucion industrial. A partir de sus estudios el autor afirma que la
presencia generalizada y el éxito relativo de la manufactura domestica y de los talleres manufactureros en el siglo XVIII,
asi como su continuidad junto al sistema fabril hasta bien entrado el siglo XIX, fueron fruto de la explotación intensiva
del trabajo, especialmente el de mujeres y niños, explotacion por lo menos similar a la impuesta por el sistema fabril.
Este libro es un reto al apego que siente los historiadores económicos por los años posteriores a 1780, la fabrica y la
industria del algodón.

Capitulo 6: La manufactura domestica y el trabajo de las mujeres.

Durante la mayor parte del siglo XVIII, la industria estuvo dispersa, tanto en la ciudad como en el ámbito rural, en
unidades domesticas de producción y talleres. Pero el sistema domestico se ha asociado a las tecnologías estáticas, a
una organización industrial primitiva y a valores sociales preindustriales, ocupando lugares marginales en el debate
histórico.

SISTEMA DOMESTICO Y ECONOMIA FAMILIAR

La dinámica especifica del sistema domestico se genero, según se afirma, a raíz de la yuxtaposición de la economía
campesina tradicional y el mundo del mercado. Hans Medick ha relacionado el auge de la industria rural del cottage,
basada en los mercados extranjeros y coloniales desde el siglo XVI al XVIII, con: la concurrencia del crecimiento
demográfico y la consecuente polarización socioeconómica de la población, la emergencia de un mercado mundial y
especialmente de un mercado colonial, y una estructura organizativa basada en la económica familiar tradicional
orientada hacia la subsistencia autosuficiente. David Levine ha descrito el sistema como el de un incipiente capitalismo
que socavaba los cimientos del control social tradicional, que había mantenido un equilibrio demográfico en las
sociedades campesinas. La economía campesina siempre se había enfrentado a dos estrategias familiares alternativas: la
restricción de la herencia expulsando al resto de los hijos y la subdivisión. Conformaba un equilibrio gracias a una
relación estable tierra-mano de obra. La economía de subsistencia regulaba la producción, el beneficio y el consumo. A
mas población mas necesidad de trabajo, a menos población menor esfuerzo y mas consumo. Se afirma que fue el
aumento de industria domestica con sus nuevos mercados mundiales, el factor que elimino las restricciones sobre la
demanda de mano de obra y que por tanto acabaría con las antiguas limitaciones de la edad para el matrimonio y del
tamaño de la tenencia. Como consecuencia aumento demográfico y fragmentación de la tierra. Asi los campesinos no
podían subsistir con su producción agrícola y necesitaban la producción de artículos industriales para mantenerse,
convirtiéndose en obreros industriales rurales que si bien permanecían ligados a la comunidad, estaban desarraigados
ya que sus condiciones de vida estaban determinadas por la economía internacional, no la local. Asi el retroceso de los
mercados internacionales posibilitaba un descenso del salario por parte de los mercaderes a estos obreros. Las
respuestas iban desde organizarse y resistir hasya incrementar la producción para mantener el nivel de vida alcanzado.
Este ultimo fue el que predomino ya que el incremento de la presión competitiva condujo a un aumento de la inversión
del trabajo familiar incluso ante la amenaza de la caída de los precios o salarios. Asi, la fuerza del trabajo industrial en el
ámbito rural resultaba mas barata que la urbana. Esto es porque el sistema dependía de la autoexplotacion familiar de
subsistencia. La identificación de esta industria con las ganancias suplementarias de las esposas e hijos imposibilitaba el
reconocimiento consuetudinario de la industria rural como fuente primaria de ingresos. Asi en su carácter subsidiario los
salarios eran bajísimos, por lo tanto, el sistema de protoindustrializacion prospero gracias a una fuente de mano de obra
barata e inagotable. No se invertia mucho porque los salarios bajos significaban que las técnicas primitivas eran las mas
rentables.

Pero este análisis esta centrado en el estudio de Chayanov sobre el campesinado ruso en 1910. Este considero a la
granja campesina como unidad económica básica basada en la familia. Las desigualdades de los ingresos familiares y del
tamaño de la explotación se atribuían al tamaño y ciclo vital de la unidad familiar. Ademas se establecia un equilibrio
entre trabajo y consumo, que variaba según el tamaño y ciclo vital de la familia. Pero es difícil demostrar que el
campesinado fuera homogéneo y tambien que el mercado rural de mano de obra careciera de importancia. Ademas el
equilibrio trabajo consumo implicaba que la sociedad rural operaba de acuerdo a una ley de subsistencia, pero en
realidad las presiones e imperativos capitalistas hacían que el campesino se enfrentara a precios y costes fijados por
otros. En la Inglaterra del siglo XVII los granjeros no estuvieron dominados ni por la tierra ni por la familia, sino por un
hombre que la dominaba. No existía necesariamente una relación entre el tamaño de la tenencia y el del grupo
domestico. La ausencia de vínculos entre los hijos y las tenencias de sus padres, la movilidad geográfica, el ahorro y la
frugalidad, edad avanzada del matrimonio y emigración de las muchachas fuera de la región, contrastaban con el
campesinado clásico. En tanto la idea del carácter subsidiario de la industria domestica respecto a la agricultura, muchos
obreros eran trabajadores sin tierras. Un modelo familiar y de subsistencia resulta inadecuado para analizar el sistema
domestico. Porque en realidad en este sistema se entemezclaban el individuo y el grupo domestico, el trabajo asalariado
y la mano de obra familiar, el mercado y la costumbre.

LAS MUJERES Y LA FUERZA DE TRABAJO

Hay que tener en cuenta los bajos salarios o productividad del trabajo, y flexibilidad y capacidad para incrementar la
intensidad del trabajo. Con frecuencia los historiadores han afirmado que se produjo una temprana división del trabajo
en el seno de la familia, monopolizando los hombres la mayor parte del trabajo agrícola, suponiendo que la mayor mano
de obra para la industria rural eran las mujeres y niños. Pero se ignora la importancia de la contribución económica de
mujeres y niños. Algunos historiadores de la protoindustrializacion han lanzado la provocativa hipótesis de que las
mujeres adquirieron una importancia especifica dentro de la fuerza de trabajo protoindustrial, independiente de su
importancia demográfica. Medick afirmaba que sin el salario de mujeres y niños no se hubiese llegado a la subsistencia.
Pero esto no se trasladaba a los salarios, beneficiando a los mercaderes. Levine señala la división del trabajo que supuso
la proletarización del campesinado. Pero ambos argumentos suponen que la mujer desempeñaba un papel menor en la
agricultura y en los oficios urbanos. Pero la mujer desempelo un rol importante en la agricultura y en oficios urbanos
preindustriales.

Sin duda, las mujeres y niños se convirtieron en una atractiva reserva de mano de obra barata a los ojos de los
mercaderes manufactureros. El hilado era el oficio domestico arquetípico. La segunda industria femenina en importancia
era la de los encajes. La calcetería manual, guantes, botones y trenzados de paja, seda y metalurgia. Las ganancias no
eran siempre insignificantes, como las cerámicas de Staffordshire. La importante posición que podía ostenta la mujer en
el plano económico en el grupo domestico agro industrial queda claramente evidenciada en la manufactura del lino. A lo
largo del siglo XVIII, fue realmente mucho mas crucial la importancia de las mujeres que la de los hombres para el
mantenimiento de la dedicación a la manufactura del lino de un grupo domestico, pues los hilados de lino tenían salida
tanto en la propia industria del lino, como en la algodonera. Por tanto, el grupo domestico podía estar compuesto
enteramente por mujeres, y a medida que la extensión de la industria condujo a la especialización geografía, los grupos
domesticos dedicados a la hilatura tendieron cada vez mas a penetrar en una vinculación monetaria independiente de
las relaciones familiares con el tejedor.

TECNOLOGIAS FEMENINAS Y ESPECIALIZACION DE LAS MUJERES

Las limitaciones impuestas por los suministros de hilo a la expansión de la industria textil es la explicación mas común
dada a la búsqueda de nueva maquinaria para el hilado y al éxito de las primeras fabricas de hilaturas. Pero la
importancia y escases de mano de obra dedicada a la hilatura que presuponen dichas explicaciones no se reflejo en los
salarios: la hilatura siguió siendo un oficio femenino hasta las jennies y las mujeres siguieron estando entre los obreros
peor remunerados. Los bajos costes de esta mano de obra femenina tambien hicieron posible la utilización de la vieja
rueca mucho después de que aparecieran las ruecas de rueda y la jennies, mecanismos aplicables a mujeres mayores
débiles, niños e inactivas. La rueca mantenía ocupadas manos que no lo estarían de otra manera, o dejaba libres otras
partes del cuerpo femenino para realizar mas trabajos aun.

La maquinaria y el trabajo de las mujeres

La mecanización que supuso la industrialización se veía como una amenaza contra los tan requeridos oficios femeninos
de base familiar, encabezando protestas y quemas. La introducción de la nueva tecnología incremento el desempleo
estructural de las mujeres. Pero como dijo Hobsbawn la forma mas evidente de expansión industrial en el siglo XVII no
fue la construcción de fabricas, sino la extensión del llamado sistema domestico.

Las mujeres y las tecnologías de trabajo intensivo

La barata mano de obra femenina, que se vio reducida a raíz del proceso de mecanización a niveles salariales aun
inferiores, no se quedo desempleada sin mas. Se convirtió en una nueva fuente de mano de obra barata a finales del
siglo XVIII y principios del XX, aprovechada por nuevas industrias rurales de encajes trensado de paja, guantes y botones
de camisa, y por los nuevos oficios urbanos desde 1830. El uso adaptativo de la estructura de empleo para superar
problemas de especialización o de técnica era una forma de evitar la necesidad de introducir cambios tecnológicos
globales. Por ejemplo la industria de estampados de indiana, desarrollo tecnologías de trabajo intensivo con una división
avanzada de la mano de obra, para aprovechar la fuerza femenina. Afloraron las reformas técnicas, para evitar
tecnologías que requirieran especialización y mejor remuneración. Por otra parte en la seda, la introducción de
maquinaria para torcerla simplemente reprodujo los procedimientos manuales a gran escala.

Las tecnologías y la división sexual del trabajo

La división sexual del trabajo entre oficios o ramas de estos complementaba la división secual del trabajo especifica del
proceso del trabajo y las tecnologías. Las mujeres eran relegadas a técnicas de trabajo mas intensivo y de menor
eficacia. La mule por ejemplo con sus exigencias abogaba por la masculinidad de dicha tarea por fuerza, destresa,
mantenimiento o cantidad de capital. El resultado era un incremento de la productividad de la mano de obra masculina,
mientras la femenina se estancaba.

Definicion de la especialización

En el seno de esto se encuentra la definición de mano de obra cualificada y no cualificada. Los empresarios siempre
buscanam a las mujeres por sus agiles dedos y capacidad de concentración en la realización de tareas monótonas y
complicadas, asi como su docilidad y costo. Pero estas “características femeninas” nunca se consideraron como
cualificaciones de pleno derecho. Y esto es porque la cualificación se ha asociado tradicionalmente a las virtudes
masculinas. La lucha de los hombres por conservar su prioridad de mano de obra cualificada frente a la maquinaria y a la
intrusión de mujeres no cualificadas, era un esfuerzo por mantener su estatus social en el seno de la comunidad y de sus
propias familias. La división sexual del trabajo era una manifestación de la jerarquización social a que estaban sometidas
las actividades, y no su causa.

FAMILIA, ESTATUS Y APRENDIZAJE

Es difícil sostener que el advenimiento de la protoindustrializacion transformara la división del trabajo del grupo
domestico. Los grupos domesticos eran diversos, aunque predominara la familia nuclear podía haber quienes requerían
de mano de obra adicional. Habia grupos domesticos femeninos. Cada vez mas se excluyo a las mujeres del aprendizaje
directa o indirectamente por la imposibilidad al tener que realizar trabajos domesticos, lo que llevo a un salario cada vez
menor. Si bien se veía peor ir de sirvienta a otra casa, las que se integraban en la producción familiar estaban sometidas
a la autoridad patriarcal. Su rol era importante en la enseñanza de actividades industriales a sus hijos. El cuidado de
estos formaba parte de la actividad productiva de las mujeres, pero esto no se valoraba. El bajo estatus y escasa
valoración de este trabajo femenino, a pesar del reconocimiento de su necesidad e importancia para los ingresos del
grupo domestico, queda explicado por su ininterrumpida subordinación social en el seno de la familia. Lo que parece
que sucedió fue que con el auge de la industria domestica, las actividades femeninas mal remuneradas pero aportadoras
de dinero se asociaron cada vez mas a las tareas domesticas. A diferencia de las viejas familias campesinas y artesanas,
donde prevalecía el matrimonio tardío tras una etapa de servicio o aprendizaje fuera del hogar, ahora las muchachas
trabajaban en la casa de sus padres nasta que se casaban a edad temprana. No existía división alguna entre sus
actividades remuneradas y las tareas domesticas.