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ASIGNATURA:
HISTORIA CONTEMPORANEA.
TEMA:
REVOLUCION INDUSTRIAL
DOCENTE:
MEDA MARIELA HENRIQUEZ
INTEGRANTES:
NILY PAOLA ESTRADA
CAROLINA OLIVA
CARLOS ENRIQUE VERDE
JUAN CARLOS CARMONA
BANY LOPEZ
EDUARDO ZAMBRANO
SKARLETH NICOL GUILLEN
SECCION UNICA.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
El objetivo de la investigación es recopilar toda la información necesaria,
indagando en las páginas de la historia como y cuando sucedieron los
hechos, así como las personas que participaron.
también se hará una breve exposición del tema para poder compartir de
manera más ilustrativa a nuestros compañeros toda la información
recopilada acerca de la revolución industrial.
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
La Revolución Industrial tuvo su origen en Inglaterra, donde se daban unas
condiciones políticas, socioeconómicas y geográficas adecuadas.
Con el nombre de Revolución Industrial se designa el conjunto de cambios
económicos y tecnológicos que transformó la sociedad agraria y artesanal del
Antiguo Régimen en las modernas sociedades industriales, dotadas de una
dinámica de crecimiento económico sostenido. Aunque el hombre ha
gobernado la naturaleza y fabricado objetos desde la más lejana antigüedad, la
producción industrial propiamente dicha no comenzó hasta mediados del siglo
XVIII en Inglaterra, marco de inicio de la Revolución Industrial.
Algo parecido ocurrió con la Revolución Industrial: a mediados del siglo XVIII, la
economía del Antiguo Régimen seguía siendo fundamentalmente agrícola, y la
producción de bienes de consumo, artesanal. El trabajo artesanal apenas si
había variado desde la Baja Edad Media, mientras que la agricultura, cuyos
rudimentarios métodos no habían evolucionado en los últimos mil quinientos
años, proporcionaba a los campesinos los alimentos justos para la subsistencia
y para pagar tributos a la nobleza, dueña de las tierras. Pero en las décadas
siguientes, la aplicación de una serie de innovaciones técnicas (que
sustituyeron el trabajo manual por la máquina y la energía humana y animal por
la inanimada) aumentó considerablemente la capacidad de obtención y
transformación de materias primas y de fabricación de toda clase de productos
a menor costo, y se implantó un nuevo sistema de producción, la fábrica (frente
al antiguo taller artesanal), responsable de los grandes flujos migratorios del
campo a la ciudad.
Pero donde el último cuarto del siglo XIX se nos aparece más innovador es en
el campo tecnológico. De hecho, la importancia que alcanzó la ciencia en los
avances técnicos figura entre los rasgos más relevantes de la Segunda
Revolución Industrial. El papel de la ciencia en la Primera Revolución industrial
había sido secundario: las invenciones de aquella etapa fueron relativamente
simples y producto más del ingenio de personalidades individuales abocadas a
la experimentación práctica que de elaboraciones teóricas; las fuentes
energéticas más utilizadas (carbón, vapor) no eran nuevas, como tampoco las
materias primas esenciales. A partir de 1870, en cambio, se produjeron
notables avances en la tecnología científica: se introdujeron materias primas
que requerían un proceso previo de transformación para su empleo (petróleo o
caucho), se generalizaron los laboratorios de investigación y surgieron
industrias mucho más tecnificadas. Nuevos materiales, nuevas materias primas
y nuevas fuentes de energía reemplazaron con ventaja a las ya conocidas,
mientras algunos sectores industriales recientes se situaban a la cabeza de la
producción.
Uno de los rasgos más sobresalientes de estas décadas finales del siglo fue la
sustitución progresiva del hierro por el acero, una aleación de hierro y carbono
dotada de mayor dureza y plasticidad. Aunque conocido y producido desde
hacía siglos, el acero sólo pudo ser obtenido a bajo costo a partir de las
sucesivas invenciones y mejoras de Bessemer, Siemens-