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EDUARDO GUTIÉRREZ
BENITO.
La revolución industrial. Contenido (Eduardo Gutiérrez Benito)
1) La revolución Industrial en la Historiografía.
- El concepto de revolución industrial y su historia.
- La revolución industrial frente al concepto de industrialización.
- El caso británico, propósito de la revolución industrial.
2) Las raíces de la revolución industrial.
- La economía preindustrial.
- El crecimiento demográfico y movilidad. Las diferencias frente al pasado
- La importancia del mercado interior integrado.
- Ciencia y tecnología en la revolución industrial.
3) Los motores de la revolución.
- Los motores por excelencia: sectores de evolución rápida.
- Otros sectores no tan dinámicos.
4) El proceso de industrialización en el continente europeo.
- La industria textil continental.
- La industria siderurgia.
5) Lo social y lo político durante la revolución industrial.
- Clase obrera y revolución industrial.
- El emerger político de la burguesía.
1. La revolución industrial en la Historiografía.
a) El concepto de revolución industrial y su historia.
Revolución industrial se refiere al conjunto de transformaciones económicas comenzaron teniendo lugar
en Inglaterra desde 1760 y se extendieron como pólvora al resto del continente, dando lugar a que en
tan solo siglo y medio, las transformaciones sociales y económicas modificasen la vida del hombre sobre
el continente europeo como no lo habían hecho los dieciocho siglos anteriores.
Estas transformaciones serian profundas y darían paso al mundo capitalista actual, de forma continua y
sin retorno.
EL PROGRESO TÉCNICO DE LA AGRICULTURA.
A principios del siglo XVIII las naciones europeas sin excepción eran exclusivamente agrarias.
La calidad técnica del trabajo agrícola medieval no permitía la obtención de productividades suficientes
como para paliar las malas cosechas o los desastres naturales. De esta forma una pequeña cosecha de
cereales significaba una escasez generalizada de alimentos, fuertes subidas de precios, hambres, y a
consecuencia de ello, epidemias y altas cifras de mortalidad.
El progreso que se produjo en los próximos periodos provocó importantes mejoras en la alimentación en
base a la existencia de producciones agrícolas lo suficientemente amplias como para proveer alimento a
las poblaciones y además generar un excedente capaz de cubrir las cosechas malas o insuficientes.
Como parece comprobado que la extensión cultivada en los siglos XVII y XVIII no creció muy por encima
de las que se cultivaban ya en los siglos anteriores, XV o XVI, se afirma que el incremento de la
producción agropecuaria se debió fundamentalmente a un incremento de la productividad de la tierra
cultivada.
Este incremento de productividad se debió a un cambio tecnológico en la explotación del campo.
Los cambios que permitieron tan vertiginoso crecimiento agrícola consistieron fundamentalmente:
- Sustitución del barbecho por cultivos rotativos: esto es suprimir la práctica de hacer descansar la tierra,
no trabajándola en uno o dos años, por cultivos rotativos y complementarios que no agotan la riqueza
mineral del suelo.
- Utilización de abonos naturales de origen animal que reconstruían la riqueza nutritiva del suelo.
- Un cuidado más racional de la ganadería y de los animales de carga.
- La incorporación de nuevas plantas: Batata, maíz y tabaco.
El siglo XVIII fue totalmente diferente en la evolución de los precios agrícolas en su primera y segunda
mitad. En el periodo 1715-1750, la serie de buenas cosechas continentales hacen caer los precios de los
cereales.
MIGRACIONES INTERCONTINENTALES
En el siglo XVIII se produce un movimiento hacia el continente americano de 1,5 millones de Ingleses,
en su mayoria británicos, ya para el siglo XIX se produce un nuevo movimiento a Estados Unidos en su
mayoria de irlandeses.
Una gran emigración lleva necesariamente implícita alguna forma de infortunio en país desertado. Pues
pocas personas habrá que abandonen sus familias, sus relaciones, sus amigos y su tierra natal para
instalarse en un país desconocido y de clima extraño, sin que lo justifique una situación de profundo
malestar en el lugar en que se encuentran o la esperanza de hallar considerables ventajas en el lugar de
destino.
El aumento de la población en 1740 permitió un suministro de mano de obra suficiente para alimentar el
crecimiento de la producción.
La población sostenidamente creciente se convirtió, en el siglo XVIII y XIX, en un incentivo para la
producción.
- La maquina de vapor:
A lo largo de todo el siglo XVI, la idea de elevar el agua por medio del fuego fascino a todos los
inventores.
En torno a 1760 James Watt combinando los avances del estudio de calor y vapor del profesor Black,
obtiene una notable mejoría en el rendimiento de una maquina diseñada en sus inicios con un pistón por
Newcomen. En 1755 Boulton, con la colaboración de Wilkinson consiguen poner en funcionamiento la
primera maquina de vapor.
Watt había conseguido liberar a la sociedad de una de sus grandes limitaciones: La energía disponible.
Si hubiera que señalar cual fue el invento que hizo posible la continuidad irreversible de la revolución
industrial, éste seria la maquina de vapor.
George Stephenson en 1829 materializo el triunfo de su locomotora en las pruebas del nuevo ferrocarril
Liverpool a Manchester.
Se abría paso al transporte del carbón, hierro y toda clase de materias primas a cualquier lugar del
territorio.
LA INDUSTRIA DE LA SIDERURGIA.
Junto a la industria textil algodonera, la industria de obtención de hierro y acero tiene una importancia
decisiva en el surgimiento y continuidad de la revolución industrial.
Podemos considerar que la revolución industrial significó para la industria siderúrgica un cambio
fundamentalmente tecnológico, y que no vio modificada su estructura, y organización empresarial.
Los cambios tecnológicos son igualmente de un carácter y sentido distinto al de los acometidos en la
industria textil. En el caso de esta industria, el primer salto tecnológico realizado en 1709 por el noble
terrateniente Abraham Darby, que en Coalbrookdal consiguió la fundición de hierro con carbón de coque,
es decir, escoria mineral de hulla. La trascendencia productiva y económica para la Inglaterra del siglo
XVIII de ese cambio tecnológico se comprende fácilmente, puesto que hasta entonces toda la industria
dependía del carbón vegetal como materia prima para generar la energía de alimentación en los hornos
de fundición.
Era un gran paso para romper la limitación que representaba la escasez de madera de la nación inglesa
e iniciar la utilización de un recurso nacional abundante, como era la hulla.
En tan solo 60 años, el panorama cambió radicalmente, y ello fue posible gracias a dos decisivos
avances tecnológicos, la maquina a vapor y el sistema forjado, laminación y pudelaje de Henry Cort.
Hasta 1760 no se produce una extensión amplia de los hornos que utilizaban carbón de coque. En esas
fechas, se instalan fuelles de vapor para facilitar la combustión del carbón de coque, pero estos son
movidos por energía hidráulica o animal, y no es hasta 1775 cuando el llamado en su época ‘rey del
hierro’, John Willkinson, utiliza una maquina de vapor Watt para inyectar aire en el alto horno.
Pero todavía en 1829 se habría de producir una innovación importantísima. Neilsen inyecto a través de la
bomba de vapor aire previamente calentado, y comprobó en incremento de la combustión y el ahorro de
combustible. La implantación de esta innovación coincide con el comienzo de la construcción de los
ferrocarriles en Inglaterra, y represento para el reino de Escocia la posibilidad de utilizar sus reservas de
carbón de baja calidad, empezando a producir hierro colado al precio mas bajo de Gran Bretaña e
incluso del mundo.
LA MINERÍA DEL CARBÓN.
El carbón era, ya ante de la segunda mitad del siglo XVIII la materia energética de uso domestico mas
extendida. El crecimiento urbano había generado una demanda de carbón que representaba en muchos
momentos del siglo XVIII en consumo más importante de este material, muy por encima de la industria
siderúrgica.
Existe desde sus comienzos una estrecha relación entre la industria siderúrgica y de la extracción de
carbón. Dejando aparte que ambas son industrias con características capitalistas en su organización
desde sus inicios: En ambos casos se trata de industrias que desempeñaron un papel decisivo en la
continuidad de los impulsos iniciales de la industrialización. En el caso del hierro, al suministrar un
material susceptible de trabajar con mayor precisión y resistencia en la fabricación de maquinaria. Su
dureza y resistencia representaba frente a la madera un cambio imprescindible para la construcción de
maquinas de vapor, que trabajaban continuamente y con grandes desgastes.
En el caso del carbón, significaba la sustitución de fuentes de energía de origen animal o hidrográfico,
limitadas y de insuficiente concentración de potencia como para generar grandes trabajos. Además, la
maquina no se cansa y fatiga, y no necesita descansos diarios.
Cuando a demanda de maquinas de vapor se extiende y comienza a demandarse mas hierro colado para
que su fabricación es cuando la producción de la siderurgia se acelera.
LA INDUSTRIA QUÍMICA
La industria textil arrastra rápidamente a la industria química relacionada con ella a través del acabado,
tintado, estampado o blanqueado, exigiéndole ella volúmenes ingentes de productos como detergentes,
lejías y ácido.
‘no había prados baratos ni leche agria suficiente en todas las islas británicas para blanquear la tela de
Lancashire’ una vez que los telares hidráulicos y los husos mecánicos sustituyeron al torno manual de
hilar.
En la industria química las transformaciones no tuvieron carácter revolucionario.
Con el vertiginoso crecimiento de la manifactura textil se generó una necesidad hasta entonces
desconocidas de productos blanqueadores. El avance mas importante para poder atender a esa
necesidad fue e descubrimiento del polvo blanqueador inventado por Charles Tennant, mezclando cloro
con cal viva, en 1797. Su utilización se disparó vertiginosamente, asi como la producción.
Dentro de la industria química, se desarrollo sobre manera toda la producción de alcalinos sódica que se
utilizaban para la industria textil, asi como la industria del vidrio, y la fabricación de otros productos,
como la pólvora.
EL FERROCARRIL
La construcción de las líneas férreas se había limitado durante las primeras dos décadas del siglo XIX a
la construcción de pequeñas líneas muy locales destinada a transporte de productos. Eran movidos
generalmente por el tiro de animal.
La línea mas larga era la que unía a Stockton con Darlington y se creo para instalar una locomotora a
vapor y mover pasajeros.
Los principales centros urbanos, comenzando por la primera línea Liverpool-Manchester, se vieron unidos
por el ferrocarril.
La construcción del ferrocarril originó una demanda de hierro sin precedentes, e igualmente de madera,
vidrio, ladrillos y otros productos utilizados en la fabricación de vagones e infraestructura.
b) La industria siderúrgica.
En la metalurgia general, los recursos materiales eran de vital importancia. La existencia de abundantes
yacimientos de fácil acceso de mineral y de carbón son mucho más decisivos que toda la ‘pericia
tecnológica del mundo’.
Globalmente, la siderurgia continental tardo mucho tiempo en incorporar a sus altos hornos el carbón
mineral de coque, la abundancia de la madera retraso este proceso.
Solamente en el caso de la siderurgia belga se adopto rápidamente el carbón mineral.
Alemania fue el país más lento en desarrollo de su industria metalúrgica en general, y siderurgia en
particular, prácticamente se dedico en el periodo de 1800-1840 a la importación de hierro y a desarrollar
una industria de acabado y transformación que décadas después la pondrían a la cabeza de la tecnología
metalúrgica y del acero.
La minería y la metalúrgica después los ferrocarriles fueron los mercados más importantes de la
maquinaria. Pero solo después de la mitad del siglo XIX tendría lugar el ‘boom’ del ferrocarril.
Al contrario de lo que cabria de esperar, Alemania no poseía en 1850 una industria química desarrollada
que permitiese intuir lo que llegaría en el último cuarto de siglo: la más importante del mundo.