Módulo 2

CASTELLI THIAGO
Actividad N° 6:

1 - ¿Por qué la primera Revolución Industrial se produjo en Inglaterra y por qué a fines del

siglo XVIII?

La revolución industrial echó sus bases en Inglaterra debido a que estaba preparada

para una industrialización:

● formaba parte de una economía más amplia, es decir, de una “economía europea” o

“economía mundial de los estados marítimos europeos”.

● se encontraba integrada a relaciones económicas que incluía:

❖ zonas potenciales de industrialización o en camino a serlo: ejemplo: Europa

Oriental.

❖ áreas de “economía dependiente”: consisten en colonias formales (ejemplo:

América) o puntos de comercio y dominio (ejemplo: Oriente).

❖ “economías extranjeras marginales”: no relacionadas a Europa

El mundo “avanzado” estaba relacionado a la actividad económica: zonas urbanizadas, otras

producían y exportaban producción agrícola. De aquí surge el sistema de intercambios que

pueden ser de comercio, de pagos internacionales, de transferencias de capitales, de

migraciones, entre otros.

La economía europea había experimentado claros avances y progresos, pero también

paralelamente sufría retrocesos o desvíos económicos. Pero también, tendía a escindirse en

unidades político-económicas.

Hacia el siglo XVI era claro que la Revolución industrial debía producirse en algún lugar que

formará parte de la economía europea. Sin embargo, no era evidente cuál de las unidades

concurrentes había de ser la primera en industrializarse.

Explicar la Revolución industrial en términos de clima, geografía, cambio biológico en la

población u otros factores exógenos. Un período de buenas cosechas que tuvo lugar a
principios del siglo XVIII, entonces tendríamos que explicar por qué otros periodos similares

anteriores a esta fecha, no tuvieron consecuencias semejantes. Los factores climáticos, la

geografía, la distribución de los recursos naturales se relacionan dentro de una determinada

estructura económica, social e institucional. Por ejemplo, se ve reflejado en un fácil acceso

al mar o a ríos navegables (forma de transporte más barata y más práctica en comparación

con la era preindustrial). El problema de la población es que sus movimientos pueden

explicarse por factores exógenos, los cambios que experimenta la sociedad humana.

Para concluir, las principales condiciones previas para la industrialización ya estaban

presentes en la Inglaterra del XVIII o bien podían lograrse con facilidad, lo que contribuyó a

que se generara la Revolución Industrial.

2 - ¿Por qué la industria del algodón supuso "una nueva relación económica entre las gentes,
un nuevo sistema de producción, un nuevo ritmo de vida, una nueva sociedad, una nueva era
histórica"?

A mediados del siglo 18 la población se ganaba la vida trabajando las tierras, pero Inglaterra

iba a traer un gran cambio, una revolución donde el trabajador saldría del campo para ir a la

ciudad pasando así de una economía rural a una urbana. Esto fue gracias a la creación de la

rueda hidráulica inventada por Richard Arkwright, quien transformaría la manufactura de la

industria campesina tradicional que se había mantenido intacta durante generaciones, esto

era el hilado de algodón. Para producir hilo de algodón a mediados del siglo 18, se hilaba en

la rueda tradicional; pero con la nueva máquina de agua, el algodón pasa a hacerse todo al

mismo tiempo, utilizando más hilado y así generando más, en poco tiempo y a mayor

velocidad y con mejor calidad. No se hacía más a mano sino con la rueda hidráulica.

Esto inició un nuevo rubro de trabajo en la nueva fábrica de Arkwright y en consecuencia, se

empezó con la búsqueda de más mano de obra para todos los nuevos puestos de trabajo. Se

puso anuncios por todos lados para atraer a personas de las afueras de la ciudad; Arkwright

en 1770 construyó una iglesia, un bar, un mercado y una escuela y además de ello ofrecía

viviendas en buen estado para que estas personas allegadas de muy lejos tuvieran una

cómoda y agradable vida para ellos y su familia. Era un incentivo para los trabajadores. Pero

no todo era color de rosa… Había castigos y multas por no cumplir las reglas estipuladas,

trabajaban niños también como los adultos las 13 horas, en los 6 días a la semana; esto era
la forma de compensar la vivienda prestada además de obtener el salario mínimo para vivir.

Arkwright ganaba fortunas y patentó su invento, 18 años después ya había 140 molinos por

todo el país, pero a la fábrica le faltaba su pleno potencial y eso se generó luego gracias al

vapor. El motor a vapor creado por James Watt fue la primera máquina de vapor práctica,

convirtiéndose en una de las fuerzas impulsoras de la Revolución Industrial.

El algodón estimuló la industrialización y la revolución tecnológica en general. Pero la

industria algodonera careció de la capacidad directa de estimular las industrias pesadas de

base como carbón, hierro y acero, a las que no proporcionó un mercado excepcionalmente

grande. Esta industrialización limitada, y basada esencialmente en un sector de la industria

textil, no era ni estable ni segura. La prueba más clara de la crisis de 1830 fue el descontento

social que se abatió sobre Gran Bretaña, esto era entre los luditas y radicales, sindicalistas y

socialistas utópicos, demócratas y cartistas. Las masas recurrieron a disturbios y los hombres

de negocios al poder del boicot económico. Después de 1832, una vez que los radicales de la

clase media hubieron conseguido algunas de sus demandas, el movimiento obrero luchó y

fracasó.

A partir de la crisis de 1837, la agitación de la clase media renació bajo la bandera de la liga

contra la ley de cereales y la de las masas trabajadoras estalló en el gigantesco movimiento

por la Carta del Pueblo, aunque ahora ambas corrientes actuaban con independencia y en

oposición. En ningún otro período el pueblo experimentó una insatisfacción tan duradera,

profunda y desesperada; este descontento se daba por la desesperanza y el hambre. Al

llenarse las calles de trabajadores hambrientos, obligaría al gobierno a pronunciarse. Las

tensiones del período comprendido entre 1829 y 1846 se debieron en gran parte a esta

combinación de clases obreras desesperadas porque no tenían lo suficiente para comer y

fabricantes desesperados porque creían sinceramente que las medidas políticas y fiscales del

país estaban asfixiando poco a poco la economía.

Algunos historiadores explicaban este descontento a través de las condiciones de vida de los

obreros, que mejoraban menos de prisa de lo que esperaban gracias a las perspectivas de la

industrialización. Otros historiadores han sostenido que el descontento procede tan sólo de

las dificultades de adaptación a un nuevo tipo de sociedad. Pero incluso para esto se

requiere una excepcional situación de penuria económica.

La pobreza de los ingleses fue en sí misma un factor importante en las dificultades

económicas del capitalismo, ya que fijó límites reducidos en el tamaño y expansión del

mercado interior para los productos británicos. Ni la teoría económica, ni la práctica

económica de la primera fase de la Revolución industrial se cimentaban en el poder

adquisitivo de la población obrera, cuyos salarios no estaban muy alejados del nivel de

subsistencia. Si por algún azar, un sector de los obreros ganaba lo suficiente para gastar su

dinero en el mismo tipo de productos que sus “mejores”, la opinión de la clase media se

encargaba de deplorar o ridiculizar aquella presuntuosa falta de sobriedad.

Tanto la teoría como la práctica económica hicieron hincapié en la crucial importancia de la

acumulación de capital por los capitalistas, es decir del máximo porcentaje de beneficios y la

máxima transferencia de ingresos de los obreros (que no acumulaban) a los patronos. Los

beneficios, que hacían funcionar la economía, permitían su expansión al ser reinvertidos:

por lo tanto, debían incrementarse a toda costa. Esta opinión descansaba en dos supuestos:

a) que el progreso industrial requería grandes inversiones y b) que sólo se obtendrían

ahorros insuficientes si no se mantenían bajos los ingresos de las masas no capitalistas