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Clinico

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Contenido
Objetivo.............................................................................................................................................2
Introducción......................................................................................................................................3
Aplicaciones...................................................................................................................................22
Limitaciones...................................................................................................................................23
Conclusiones.................................................................................................................................24

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Objetivo.
Al finalizar los participantes serán capaces de comprender y memorizar las etapas
y postulados teóricos de cada una de ellas.

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Introducción.
La Teoría de las Relaciones Objetales y el psicoanálisis clínico, según Otto
Kernberg, representan una síntesis poderosa que profundiza en la comprensión de
la psicodinámica de la mente humana y su manifestación en la vida cotidiana y en
el consultorio terapéutico. Kernberg, un destacado psicoanalista contemporáneo,
ha enriquecido el campo del psicoanálisis con su enfoque único, especialmente en
lo que respecta a la comprensión de los trastornos de la personalidad y las
patologías severas.

En su obra, Kernberg ha integrado las ideas fundamentales de la Teoría de las


Relaciones Objetales con los conceptos psicoanalíticos clásicos, ofreciendo una
visión holística y profunda del funcionamiento psicológico. Su enfoque destaca la
importancia de las primeras relaciones del individuo, especialmente con las figuras
de apego primario, en la formación de la estructura de la personalidad y en el
desarrollo de patologías mentales.

Kernberg ha explorado detalladamente cómo los conflictos intrapsíquicos,


enraizados en experiencias tempranas de relación y en la internalización de
objetos, influyen en la capacidad del individuo para formar y mantener relaciones
interpersonales saludables. Además, su trabajo ha destacado la importancia de
entender las defensas psicológicas como mecanismos adaptativos que surgen en
respuesta a las tensiones emocionales y a las experiencias de relación
traumáticas.

En el ámbito clínico, la aplicación de la Teoría de las Relaciones Objetales y el


psicoanálisis según Kernberg implica un enfoque cuidadoso en la exploración de
las dinámicas interpersonales del paciente, así como en el análisis de los patrones
de conducta repetitivos que reflejan los conflictos subyacentes en sus relaciones
objetales. A través de la relación terapéutica y el análisis profundo de las
fantasías, los sueños y las resistencias del paciente, se busca promover una
mayor comprensión y una integración más saludable de las experiencias
emocionales pasadas y presentes.

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En resumen, la Teoría de las Relaciones Objetales y el psicoanálisis clínico según
Otto Kernberg ofrecen una perspectiva valiosa y compleja para comprender la
naturaleza de la mente humana y abordar los desafíos psicológicos y emocionales
en el contexto de la terapia. Su enfoque integrador y su profundo análisis de las
relaciones objetales han enriquecido significativamente la teoría y la práctica del
psicoanálisis contemporáneo

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Definiciones

• Escisión: la manifestación más clara es la división de los objetos externos


en buenos y malos. Con posibilidad de cambios completos, abruptos,
repentinos.

• Idealización primitiva: crea imágenes no realistas, poderosas, etc.

• Formas tempranas de proyección: el sujeto atribuye a los otros aspectos


propios que ha reprimido.

• Negación: es la negación de dos áreas de conciencia emocionalmente


independientes: refuerza la escisión. El paciente se da cuenta que sus
percepciones, pensamientos y sentimientos sobre sí mismo u otros son
opuestos a lo que había tenido otras veces.

• Omnipotencia y devaluación: las verbalizaciones reflejan un sí mismo


grandioso, muy inflado en relación con una representación de los demás
despreciadas y emocionalmente degradante.

• Acting Out: es un mecanismo de defensa psicológico en el cual una


conducta es llevada a cabo de forma inconsciente

BIOGRAFIA

Psicoanalista austriaco radicado en EEUU que nacio un 10 de septiembre de


1928, se dedicó a estudiar y tratar desórdenes graves de la personalidad,
especialmente los fronterizos, esquizofrénicos y las personalidades narcisistas.

Recibió influencias de la psicología del yo y de H. Klein, entre otros, y sus


elaboraciones se han centrado en la teoría de la internalización de las relaciones
objétales. Es presidente de la IPA desde 1995. Kernberg nace en Viena el 10 de
setiembre de 1928. Estudió medicina en la Universidad de Chile, donde se
especializó en psiquiatría. Comienza formándose en psiquiatría clásica descriptiva,
poniendo énfasis en la fenomenología, el diagnóstico diferencial, los síndromes
orgánicos cerebrales y la esquizofrenia.

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Siempre en Chile, en el Instituto creado por el Dr. Matte-Blanco recibió la
influencia de la psicología del yo, y luego fue cambiando hacia una posición
kleiniana.

Con una beca, viaja a EEUU en 1959 para investigar con psicoterapias, lo que
representó su gran oportunidad para acercarse al psicoanálisis desde otro
enfoque.Trabajando en hospitales, aprendió el manejo de la entrevista personal,
así como técnicas de investigación en psicoterapia y terapia de grupo. Kernberg
había empezado a practicar psicoterapia con pacientes esquizofrénicos, lo que le
resultó fascinante. Pasa de una atmósfera kleiniana a una sullivaniana, y tras
recibir un ofrecimiento de la Fundación Menninger, decide quedarse en los EEUU,
donde encontró mayores posibilidades que en Chile debido al gran desarrollo
profesional, social, cultural y financiero. Su acceso al tratamiento, sesión por
sesión, de personalidades severamente perturbadas, lo llevó a desarrollar sus
propios planteas con pacientes bordeline y narcisistas, encontrando que la teoría
de las relaciones objétales podría articularse con la psicología americana del Yo
(Erikson, Jakobson y Mahier).

Tomó aportes del Middie Group Británico, de Fairbairn y de Klein. Hasta el


momento actual, Kernberg se dedica al estudio y tratamiento de las perturbaciones
de la personalidad, sobre todo de los cuadros fronterizos, y sus elaboraciones
metapsicológicas se centraron en la teoría de la internalización de las relaciones
objétales. Buscó puntos de confluencia de diversas perspectivas teóricas, y ha
incursionado también en la teoría general de los sistemas para analizar la
dinámica institucional. Hoy vive en New York, tiene una esposa y tres hijos.

POSTULADOS TEORICOS

Esta teoría enfatiza la creación de estructuras intrapsíquicas a partir de la


internalización de las relaciones significativas entre el sí mismo y los objetos. En
términos generales sostiene que la evolución del psiquismo humano marcha en el
sentido de un estado de total indiferenciación a estados de mayor diferenciación
con respecto a objetos que emergen (Balint, 1979).

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Este desarrollo ocurre en base a la internalización de los aspectos que se
diferencian o resaltan perceptivamente tanto del organismo y como de su entorno
según la significación (investidura) libidinal o agresiva que tengan. Según esta
teoría, este desarrollo transcurre de tal manera que en las etapas más primitivas
estas relaciones se establecen entre aspectos, tanto del sí mismo como del
entorno, parciales y aislados, para posteriormente devenir, en el caso del
desarrollo normal, hacia una mayor integración de los distintos aspectos
diferenciados tanto del sí mismo como de los objetos.

Otto Kernberg es tal vez el principal exponente actual de esta teoría. Basado en
los desarrollos conceptuales, principalmente, de Melanie Klein, Fairbairn,
Jacobson y Margaret Mahler, concibe a la teoría psicoanalítica de las relaciones
objetales, en un sentido amplio, como "el estudio psicoanalítico de la naturaleza y
el origen de las relaciones interpersonales y de la naturaleza y origen de la
estructura intrapsíquica que derivan de relaciones internalizadas del pasado,
fijándola, modificándola y reactivándola con otras, en el contexto de las relaciones
interpersonales presentes." (1988, p. 47).

Lo que esta teoría trata de explicar, es cómo vamos adquiriendo y desarrollando


representaciones tanto de nosotros mismos como del mundo externo -enfatizando
los objetos humanos significativos- a partir de la internalización de aspectos
relativos a la percepción de tales objetos, percepción que a su vez se ve afectada
o determinada por la representación previa de dichos objetos.

Esta teoría plantea distintas etapas, comunes para todo ser humano, por las
cuales transcurre el desarrollo del mundo representacional, intermediario en
nuestro contacto con lo real (lo que está más allá del sujeto). En general, se
plantea un desarrollo que sigue la línea de la distinción y representación de
aspectos parciales, fragmentarios, evolucionando hacia una paulatina integración
de tales aspectos parciales, conformándose representaciones más íntegras o
"totales" tanto de uno mismo como de los objetos.

Establece la existencia de cinco etapas para el desarrollo del psiquismo, en la


primera denominada "Autismo" normal o período indiferenciado primario, que

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abarca el primer mes de vida, precede a la consolidación de una buena
constelación indiferenciada sí mismo. objeto, que se constituye bajo la influencia
de las experiencias gratificantes del lactante en su interacción con la madre.
Cualquier patología o fijación del desarrollo en este punto se reflejaría en la falta
de desarrollo de la imagen indiferenciada sí mismo. objeto y en la consecuente
incapacidad de establecer una relación "simbiótica" normal con la madre, situación
típica de la psicosis autista (Mahler, 1968).

La segunda etapa es llamada "Simbiosis" normal o periodo de representaciones


primarias indiferenciadas sí mismo. objeto, desde el segundo mes de vida y
termina entre el sexto y el octavo. Es la "buena" constelación sí mismo. objeto que
se convertirá en el núcleo del sistema del sí mismo del yo temprano. Los afectos
van diferenciándose paulatinamente en el contexto del desarrollo de las
representaciones indiferenciadas sí mismo. objeto. Los más tempranos afectos
placenteros indiferenciados evolucionarán hacia un placer más específico, con
saciedad oral, excitación de diversas zonas erógenas, gratificación de la conducta
exploratoria y, sobre todo, con incipientes experiencias interpersonales (y sus
derivados intrapsíquicos). Las experiencias que activan la presentación gratificante
sí mismo. objeto activan la atención y motivan el aprendizaje; tanto la gratificación
como un cierto monto de frustración (que también moviliza la atención y el
aprendizaje) contribuyen a la paulatina diferenciación entre componentes del sí
mismo y del objeto, en la percepción por parte del lactante de la interacción con su
madre. La fijación patológica o la regresión en esta etapa del desarrollo de las
relaciones objetales internalizadas se caracteriza, desde el punto de vista clínico,
por la falta de definición o la pérdida de definición de los límites yoicos, típica de la
psicosis simbiótica infantil (Mahler, 1968), la mayor parte de las esquizofrenias del
adulto (Jacobson, 1954) y las psicosis depresivas (Jacobson, 1966).

La tercera etapa, denominada Diferenciación entre las representaciones del sí


mismo y las representaciones objetales, comienza entre el sexto y el octavo mes
de vida y se completa entre los dieciocho meses y los tres años. Esta etapa
comienza al completarse la diferenciación de la representación del sí mismo

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respecto de la representación objetal a partir del núcleo formado por la
representación conjunta "buena" sí mismo objeto, e incluye la ulterior
diferenciación entre la representación del sí. mismo y la objetal a partir del núcleo
de la representación conjunta "mala" sí mismo. objeto. Termina con la posterior
integración de las representaciones "buenas" y "malas" del sí mismo en un
concepto total del sí mismo, y con la integración de las "buenas" y "malas"
representaciones objetales en representaciones objetales "totales"; es decir, se
alcanza la constancia objetal. La fijación patológica o la regresión a esta etapa del
desarrollo de las relaciones objetales internalizadas determina la organización de
la personalidad de tipo fronterizo (Kernberg, 1967).

El estudio psicoanalítico de pacientes fronterizos reveló que los diversos estados


yoicos que se esmeran en separar, representan la activación de relaciones
pasadas (reales o fantaseadas) con personas significativas o una combinación de
esas relaciones reales o fantaseadas con fantasías tendientes a proteger al
individuo contra los peligros reales o imaginarios inherentes a dichas relaciones.
Estas relaciones objetales internalizadas presentan siempre, por lo menos, tres
componentes: una representación del sí mismo, una representación objetal en
algún tipo de interacción con la representación del sí mismo y un estado afectivo,
por lo general intenso, difuso y abrumador (rabia, miedo, amor idealizado, etc.). El
efecto conjunto de estas características es la aparición del síndrome de difusión
de la identidad.

La cuarta etapa enunciada, integración de las representaciones del sí mismo y las


representaciones objetales y desarrollo de las estructuras intrapsíquicas
superiores derivadas de relaciones objetales, comienza en la última parte del
tercer año de vida y perdura a lo largo de todo el periodo edípico. Se caracteriza
por la integración de las representaciones del sí mismo con la carga libidinal y con
carga agresiva en un sistema definido del sí mismo, y por la integración de las
imágenes objetales con carga libidinal y con carga agresiva en representaciones
objetales "totales".

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Durante esta fase se consolidan el yo, el superyó y el ello como definitivas
estructuras intrapsíquicas generales. La patología típica de la cuarta etapa está
representada por las neurosis, el carácter obsesivo. compulsivo y el depresivo.
masoquista. Es característica la aparición de conflictos patógeno entre el yo y un
superyó relativamente bien integrado pero excesivamente estricto y punitivo. Un
tipo de patología caracterológica, la personalidad narcisista, se caracteriza por una
anormal condensación de las nuevas estructuras intrapsíquicas que aparecen en
esta etapa, junto con una agresión a la organización de la tercera edad (Kernberg,
1970, 1974). La maduración cognitiva es esencial para la integración de las
representaciones del sí mismo y las representaciones objetales que reflejan
percepciones y vivencias opuestas desde el punto de vista afectivo; sin embargo,
la persistencia del predominio patológico de mecanismos de defensa primitivas,
sobre todo la escisión, asociados con graves conflictos pregenitales pueden
interferir con los procesos de integración y por ende en la normal integración de
las relaciones objetales.

La quinta etapa que tiene por nombre Consolidación de la integración del superyó
y el yo, comienza al completarse la integración de todos los niveles del superyó.
Disminuye poco a poco la drástica oposición entre éste y el yo. El superyó ya
integrado favorece también la mayor integración y consolidación de la identidad
del yo, que prosigue su evolución mediante una continuada remodelación de las
experiencias con los objetos externos, que tiene como base la representación de
objetos internos, y una remodelación de estas representaciones guiados por las
experiencias reales con otras personas. En términos más generales, los recursos
internos con que cuenta un individuo para hacer frente a conflictos y fracasos
están en íntima relación con la madurez y la profundidad de su mundo interno de
relaciones objetales.

Por el contrario, el más notable ejemplo de fracaso en el desarrollo normal de las


relaciones objetales internalizadas está representado por las personalidades
narcisistas, que tienen dificultades para evocar no sólo personas reales de su
pasado, sino incluso sus propias experiencias; con esas personas la doble

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ausencia de representaciones objetales integradas con carga libidinal y de un
concepto integrado del si mismo libidinalmente caracterizado determina la vivencia
de vacío tan característica de los pacientes fronterizos y, en especial de las
personalidades narcisistas, correspondan o no a la categoría de fronterizos. Esa
vivencia de vacío hace que estos pacientes necesiten concentrarse
exclusivamente en las experiencias interpersonales. Muchas veces las
personalidades narcisistas son conscientes de su incapacidad para juzgar a los
demás y a sí mismos tal como los perciben los demás, más allá de las pautas que
acerca de su comportamiento les brinda la interacción actual (Kernberg, 1970,
1974).

Finalmente, se señala que los procesos de integración, despersonificación o


generalización adaptativa, con la finalidad de integrarnos con los demás en el
contexto de las relaciones interpersonales, e individualización, representan los
resultados estructurales de la internalización de las relaciones objetales no sólo en
el superyó sino también en el yo.

CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD SEGÚN


KERNBERG

Para comprender mejor la clasificación de los trastornos de personalidad


propuestos por Kernberg se deben considerar lo que él entiende por
Temperamento, Carácter y Personalidad.

Temperamento: Disposición innata a reaccionar de forma particular a los


estímulos ambientales, determinada genéticamente. Específica la intensidad, ritmo
y umbral de las respuestas emocionales. El aspecto temperamental más
importante para la clasificación de los trastornos de Kernberg es la Introversión /
Extroversión

Carácter: Organización dinámica de los patrones conductuales del individuo;


manifestación conductual de la identidad del yo, determinada por la integración del
concepto de si mismo y de los otros significativos

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Personalidad: Integración dinámica de los patrones conductuales derivados del
temperamento, carácter y los sistemas de valores internalizados (súper yo). A la
estructura de personalidad de un individuo subyacen dos precondiciones:
Estructurales y Dinámicas.

Precondiciones estructurales: grado en que se hayan integrado y internalizado,


a través de las relaciones tempranas, el si mismo y las relaciones objetales;
llegando en el caso de la personalidad normal (y neurótica) a la constancia objetal,
objetos internalizados totales

Precondiciones dinámicas: se refiere a la organización de los impulsos (libido y


agresión) que se van activando en las relaciones objetales tempranas. En la
estructura de personalidad normal se da una integración de la agresión y la libido
bajo la dominancia de los impulsos libidinales.

Otro aspecto importante a considerar es que Kernberg propone una clasificación


de los trastornos de personalidad que combina criterios dimensionales de
clasificación (diferencias cuantitativas dentro de dimensiones generales: Identidad
del yo, prueba de realidad, mecanismos defensivos) y categoriales (diferencias
cualitativas entre los tipos de trastorno de personalidad dentro de un grado
dimensional). Esto significa: dentro de las dimensiones se pueden describir
diferentes tipos de personalidad según se alejen o acerquen a los polos de las
dimensiones. Sin embargo también se pueden diferenciar, dentro de una misma
dimensión, un tipo de personalidad de otro por características que lo hacen
claramente diferentes y por qué la cantidad hace también que una entidad
nosográfica se pueda distinguir de otra, configurándose en un tipo de personalidad
distinta (cantidad se transforma en calidad, en un continuo discontinuo)
(Gomberoff, 1999).

CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DE PERSONALIDAD

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De acuerdo a los planteamientos de Kernberg, se distinguirían diferentes
estructuras de personalidad en un continuo de gravedad (Kernberg, 198?, 199?;
Gomberoff, 1999):

Estructura de personalidad normal: donde no se encuentran trastornos de


personalidad

Estructura de personalidad de tipo neurótico: donde se encuentran los


trastornos de personalidad menos graves

Estructura de personalidad de tipo limítrofe: donde se ubican los trastornos de


personalidad más severos; dividida a su vez en limítrofe superior y bajo

Estructura de personalidad de tipo psicótico: que es un criterio de exclusión


para los trastornos de personalidad.

Criterios de clasificación y evaluación clínica:

La clasificación de estructuras de personalidad de Kernberg se basa en tres


criterios básicos (Kernberg, 198?; Gomberoff, 1999):

 Identidad del yo
 Juicio de realidad
 Mecanismos de defensa primitivos vs avanzados
A continuación se explicará cada uno de ellos y se incluirá las preguntas
propuestas por Kernberg en su entrevista estructural para explorarlos, además se
presentarán los indicadores en la respuesta de los pacientes que señalan la
presencia o ausencia de dichos criterios.

Escalas Primarias

1) Identidad del yo:

Incluye dos puntos esenciales (1) concepto integrado (aspectos positivos y


negativos) de sí mismo a través del tiempo y en distintas situaciones, (2) el
concepto integrado de las personas importantes o significativas en la vida del
sujeto. La identidad del yo está presente sólo en las estructuras neuróticas, por lo

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tanto es un criterio diferenciador con las estructuras limítrofes y psicóticas. La
evaluación clínica de este criterio no se debe realizar en personas que presenten
cuadros psicóticos y/u orgánicos (Kernberg, 198?; Gomberoff, 1999).

Para explorar la integración del sí mismo a través del tiempo y en distintas


situaciones las preguntas que se hacen son: "ahora que me ha contado por qué
vino y cuáles son sus problemas, me gustaría que se describiera a sí mismo en
unas pocas palabras ¿cuáles son las cosas que lo diferencian a usted de las
demás personas? ". Se espera que una persona normal o con estructura neurótica
pueda dar una descripción donde se integren aspectos negativos y positivos,
identificar sus características estables sin desconocer que en ciertas
circunstancias puede salirse de esos patrones; además el entrevistador puede
formarse una imagen relativamente clara de la persona a partir del relato del
paciente. Las personas con estructuras limítrofes relatan aspectos contradictorios
de sí mismos pero sin darse cuenta de la contradicción de su relato, el
entrevistador puede tener la sensación de que el paciente está hablando de
distintas personas por lo que no puede percibir en forma clara la descripción del
paciente y tener la sensación de caos. Las personas con estructuras psicóticas no
pueden responder esta pregunta porque es poco estructurada y requiere mantener
empatía con el entrevistador. Las personas con problemas orgánicos (delirio,
demencia, alteraciones del sensorio) tampoco logran estructurar una respuesta
pues implica concentración, introspección y relaciones abstractas (Kernberg,
198?;Gomberoff, 1999).

Para explorar el concepto integrado de las personas importantes o significativas


en la vida del sujeto, primero se debe captar cuales serían esas personas y luego
preguntar "¿por qué no me describe la personalidad de su mamá y de su
hermano? Cuénteme ¿cómo son ellos?”. Los pacientes con estructura limítrofe
dan una descripción superficial que impide conocer los aspectos más profundos
de esas personas, además muchas veces caen en profundas contradicciones
cuando describen características sin que se percaten de ello. En pacientes con
estructura neurótica la descripción incluye aspectos relevantes, integración de

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aspectos negativos y positivos que permiten que el entrevistador se haga una
imagen más o menos clara de esas personas. En el caso de estructuras psicóticas
o con problemas orgánicos no se continua con la exploración de la Identidad del
yo y se pasa a indagar más en la sintomatología específica (Kernberg,
198?;Gomberoff, 1999).

2) Juicio de realidad:

Este segundo criterio de clasificación y valuación clínica, implica la capacidad de:


(1) diferenciar el yo del no-yo (2) diferenciar el origen de los estímulos ya sea
intrapsíquico o extra psíquico (3) mantener criterios de realidad socialmente
aceptados. El juicio de realidad este mantenido en las estructuras neuróticas y
limítrofes, no así en las psicóticas por lo que es un criterio diferenciador entre
estructuras psicóticas y limítrofes.

La evaluación de este criterio se hace en tres etapas (Gomberoff, 1999):

Presencia / ausencia de alucinaciones o ideas delirantes: si en ese momento


las tiene significa que el juicio de realidad está perdido. Si ha tenido estas
manifestaciones se pregunta por el significado de ellas "¿qué le parece lo que le
pasó?" si el paciente responde que no lo entiende y teme estar perdiendo la razón
significa que se recobró el sentido de realidad (lo que puede ocurrir en las
estructuras limítrofes), por el contrario si lo describe como algo natural, el juicio de
realidad aún este perdido.

Mantención de criterios sociales: si el paciente nunca ha tenido alucinaciones ni


ideas delirantes se evalúa, mediante la observación o análisis del discurso, lo más
extraño o absurdo de la conducta del paciente o de los afectos. Después de tener
claro esto se le pregunta "yo quisiera hablar con usted de algo que he observado
en nuestra interacción ¿me permite que le señale algo que me llamó la atención y
que me tiene al o sorprendido, que no entiendo? yo vi que usted estaba haciendo
esto o reacciona de tal forma y esto me pareció raro ¿usted entiende que a mí me
haya parecido extraño o es un problema mío? Un paciente con el juicio de realidad
mantenido entiende que al entrevistador le resulte extraño lo que él le señaló y

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explica la situación mejorando el entendimiento de éste. Por el contrario, el juicio
de realidad se denota perdido si el paciente no puede ver por qué a otra persona
le resulte extraño cierto comportamiento.

Identificar en la interacción mecanismos de defensa primitivos e


interpretarlos: este paso es el más difícil. Se debe tener una visión global del
paciente, tomar en cuenta su comportamiento y como responde a las preguntas
del entrevistador. Las reacciones defensivas primitivas comienzan a aparecer en
las estructuras limítrofes y psicóticas al pedirle al paciente que se describa y
continúan apareciendo en el transcurso de la entrevista estructural Ante las
defensas del paciente, interpretar en el presente y ver la reacción de este. Los
pacientes limítrofes mejoran con esta intervención, los psicóticos empeoran
(Kernberg, 198; Gomberoff, 1999).

3) Predominio de mecanismos de defensa primitivos vs avanzados:

En la práctica clínica se aprecia que los mecanismos de defensa se utilizan en


constelaciones o conjuntos. La constelación neurótica o mecanismos avanzados
se centra en la represión además de ir acompañado de proyección,
intelectualización, racionalización, negación y formación reactiva. La segunda
constelación la constituyen los mecanismos más primitivos los que se centran en
la escisión, junto con esta aparecen la identificación proyectiva, idealización
primitiva, omnipotencia, control omnipotente, devaluación y negación primitiva.
Este criterio sirve para diferenciar las estructuras neuróticas de las limítrofes y
psicóticas ya que los mecanismos primitivos son típicos de estas últimas
organizaciones (Gomberoff, 1999).

Para evaluar las constelaciones hay que poner atención en la interacción con el
paciente. Los mecanismos avanzados usualmente no interfieren la relación
paciente-terapeuta, se ven más indirectamente. En cambio los mecanismos
primitivos pueden observare directamente ya sea en el contenido del discurso del
paciente (contradicciones, adjetivos muy positivos hacia el terapeuta o negativos,

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etc.) como en el comportamiento (reacciones de angustia, muestras de desprecio,
provocación, rechazo en el lenguaje corporal). Junto con el uso de estas defensas
se puede apreciar regresiones transferencias y contratransferenciales desde las
primeras sesiones (Kernberg, 198?; Gomberoff, 1999).

La exploración de estos tres criterios permite diferenciar entre estructuras


psicóticas, neuróticas y limítrofes, sin embargo a menudo la clasificación de las
estructuras limítrofes se hace dificultosa por su carácter intermedio. Para clarificar
el diagnóstico, Kernberg propone otros criterios que caracterizan a las estructuras
limítrofes y las diferencian de las neuróticas. Estas son:

Dificultades graves y crónicas en las relaciones de objetos: los pacientes


limítrofes no logran establecer relaciones verdaderas con otra persona, caen en la
manipulación, control y desvalorización del otro.

Manifestaciones inespecíficas de debilidad yoica: falta de control de impulsos,


incapacidad para tolerar la angustia, insuficiente desarrollo de canales de
sublimación,

Tendencia problemática del súper yo: puede manifestarse como el apego a


normas morales por el "qué dirán" o en conductas antisociales, mentira crónica,
robo, engaño, estafa, agresiones abiertas a otros o explotación parasitaria.

Síntomas neurótico crónicos, polimorfos y difusos: presencia de angustia,


depresión, fobias, síntomas obsesivos, tendencias hipocondríacas.

Escalas Cualitativas

Agresión: Tendencia que se actualiza en conductas reales o fantasmáticas


dirigidas hacia el otro ya sea para destruirlo, dañarlo, contrariarlo o humillarlo, etc.
Adopta modalidades diferentes según la acción sea motriz y violenta o simbólica,
por ejemplo a través de la palabra que puede ir desde el insulto más primitivo a la
ironía más sofisticada. Actúa tempranamente en el desarrollo del sujeto imbricada
con la sexualidad. El estudio de este constructo ha culminado en el intento de
buscar un sustrato pulsional único definido en el concepto de pulsión de muerte.

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Valores Morales: constructo que corresponde al superyó de la teoría
psicoanalítica. Esta escala tiene por objetivo evaluar el grado de integración del
superyó, variable que va desde el extremo de la internalización de figuras
parentales protectoras, hasta el extremo opuesto en el cual el superyó posee
características primitivas, severas y persecutorias.

TRASTORNOS DE PERSONALIDAD EN LAS ESTRUCTURAS DE


PERSONALIDAD.

Uno de los principales aportes de Kernberg a la comprensión de los trastornos de


personalidad es haber explicitado la configuración estructural y dinámica
subyacente que los hace tanto similares como distintos entre sí. Se analizarán los
trastornos de personalidad comenzando desde la menor a mayor severidad:

Trastornos de personalidad en estructura neurótica: Incluye a los trastornos


Depresivo masoquista, obsesivo compulsivo e histérico. Se caracterizan por una
identidad del yo y capacidad de relaciones profundas, control de impulsos y
tolerancia a la ansiedad; creatividad en el trajo por la capacidad de sublimación.
Poseen capacidad para amar sexualmente e intimar, pero esta está afectada por
sentimientos de culpa inconscientes que se reflejan en patrones patológicos de
interacción; de hecho el conflicto dinámico (impulsos) consiste en la patología de
la libido. En el caso del trastorno depresivo masoquista existe un conflicto oral que
se ha llevado (relativamente inmodificado) al plano edípico. En el obsesivo
compulsivo una constelación de conflicto anal es llevada al plano edípico. La
personalidad histérica es un ejemplo de conflicto edípico que se refleja en una
inhibición sexual (Kernberg, 199?)

Trastornos de personalidad en estructura limítrofe superior: Incluye los


trastornos de personalidad ciclotímico, sadomasoquista, infantil o histriónico,
dependiente y narcisismo de buen funcionamiento. Estos trastornos se
caracterizan por presentar el síndrome de difusión de identidad, pero conservan
algunas funciones yoicas con buen funcionamiento, tienen un súper yo integrado,
se adaptan mejor al trabajo, pueden establecer relaciones íntimas benignas,

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integrar impulsos sexuales y de ternura. Se consideran en transición entre los
trastornos de personalidad neuróticos y limítrofes

Trastornos de personalidad en estructura limítrofe inferior: Incluye el trastorno


de personalidad limítrofe (en sentido estricto), esquizoide, esquizotípico,
paranoico, hipomaniaco, hipocondríaco, narcisismo maligno y antisocial. Estos
trastornos se caracterizan por la difusión de identidad, no se ha logrado la
constancia objetal, no se perciben objetos totales sino que idealizados (tanto
buenos como malos); un desarrollo desproporcionado del impulso agresivo ligado
al uso masivo de la escisión como mecanismo defensivo para poder contar con
objetos buenos que protejan de los malos para escapar de la agresión
atemorizante; también se observan problemas en las relaciones íntimas; el súper
yo es arcaico, no integrado. Todo esto se traduce en problemas para establecer
relaciones íntimas duraderas, falta de metas en la vida, incapacidad de sublimar
ligada a poca persistencia y creatividad en el trabajo; patología de la vida sexual
por estar contaminada la libido con la agresión, incluyendo tendencias polimorfas
(Kernberg, 199?)

Psicoterapia de expresión

Otra de sus contribuciones más importantes en términos clínicos ha sido el


desarrollo de la "Psicoterapia expresiva" o "Psicoterapia de expresión".

Ésta forma de terapia, es una modalidad modificada del psicoanálisis clásico,


ajustada a las características estructurales de los pacientes con organización
fronteriza de personalidad.

Kemberg propone en la nueva técnica, la posibilidad de romper la neutralidad del


terapeuta en ocasiones, justificándolo con el fin de estructurar las sesiones y la
vida del paciente para bloquear el "acting-out", haciendo interpretaciones en el
aquí y ahora de la transferencia.

A diferencia del psicoanálisis clásico, la psicoterapia expresiva se realiza cara a


cara, para aprovechar la riqueza informativa de la conducta no verbal del
paciente.

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Para Kernberg, los tres elementos esenciales técnicos de la terapia de expresión
son los siguientes:

Interpretación: es una técnica fundamental con pacientes límite. Se contraindican


la sugestión y la manipulación (excepto cuando el potencial de un grave acting-out
del paciente requiere estructurar su vida externa). Estos pacientes son capaces de
comprender e integrar los comentarios interpretativos del terapeuta,
particularmente si sus distorsiones de los mismos se examinan y se interpretan a
la vez (Frosch, 1970).

Neutralidad técnica: esta técnica no excluye la empatía, aptitud necesaria para la


comprensión de cualquier tipo de patología. Incluye la conciencia emocional de la
experiencia del paciente y la capacidad para empatizar con lo que el mismo no
puede tolerar de él, incluyendo la integración, a nivel cognoscitivo y emocional, de
lo que está escindido. La neutralidad significa conservar una distancia equitativa
de las fuerzas que determinan los conflictos intrapsíquicos del paciente.

Análisis de la transferencia: es necesaria una atención constante a la realidad


inmediata del paciente, así como ayudarle a integrar las relaciones objetales
parciales en relaciones objetales totales. No se analiza la transferencia como en
las patologías neuróticas, en las cuales se interpreta y reconstruye en base a
relaciones genéticas pasadas y totales, sino que se elabora únicamente en el
presente, puesto que hay una deficiente diferenciación del concepto de sí mismo y
una falta de diferenciación e individuación de los objetos, lo que impide que estos
pacientes diferencien las relaciones objetales presentes de las pasadas,
confundiendo transferencia y realidad y no discriminando al analista del objeto
transferencial. Debe interpretarse en forma intemporal de "como si", y, en
patología grave, se interpretan las defensas para mejorar el funcionamiento del yo
y transformar y resolver las transferencias primitivas.

Además, se deben establecer límites para evitar un acting-out en la transferencia,


con una estructuración suficiente de la vida del paciente fuera de sesión para
proteger la neutralidad del terapeuta.

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Es indispensable además que las interpretaciones se basen en un marco de
realidad compartido por paciente y terapeuta, es decir, dentro de un buen clima
(basado en el encuadre que se haya realizado) el primero tiene que estar de
acuerdo con las interpretaciones del terapeuta, y formar parte de su propia
realidad.

De cara al pronóstico, la presencia de rasgos antisociales en el paciente y la


calidad de las relaciones objetales son importantes (relaciones interpersonales), y
las reacciones terapéuticas negativas tienen implicaciones negativas significativas.
Estas reacciones pueden venir por una interpretación inadecuada o temprana, o
por una transferencia hacia el terapeuta negativa y no trabajada.

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Aplicaciones.

La teoría de las relaciones objetales y el psicoanálisis clínico de Otto Kernberg


tienen diversas aplicaciones en la práctica clínica y en el campo de la psicología
en general. Algunas de estas aplicaciones incluyen:

Psicoterapia psicoanalítica: Kernberg desarrolló un enfoque de psicoterapia


basado en su comprensión de las relaciones objetales y la estructura de la
personalidad. Este enfoque se utiliza para tratar trastornos de la personalidad,
trastornos del estado de ánimo y otros problemas psicológicos.

Evaluación psicológica: La teoría de las relaciones objetales proporciona un marco


para entender las dinámicas subyacentes en las relaciones interpersonales y la
estructura de la personalidad. Esto puede informar la evaluación psicológica y
ayudar a los clínicos a comprender mejor las preocupaciones y los conflictos de
sus pacientes.

Trastornos de la personalidad: Kernberg ha aplicado su enfoque clínico en el


tratamiento de trastornos de la personalidad, como el trastorno límite de la
personalidad. Su trabajo ha contribuido a comprender mejor la etiología y el
tratamiento de estos trastornos.

Terapia de grupo: Los principios de la teoría de las relaciones objetales también se


pueden aplicar en contextos de terapia de grupo, donde se exploran las dinámicas
interpersonales dentro del grupo y cómo estas influencian el comportamiento
individual.

Investigación psicológica: La teoría de las relaciones objetales ha sido objeto de


investigación en psicología clínica y otros campos relacionados. Investigadores
utilizan este marco teórico para estudiar diversos aspectos del desarrollo de la
personalidad y las relaciones interpersonales.

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Limitaciones.

La teoría de las relaciones objetales y el psicoanálisis clínico de Otto Kernberg han


sido influyentes en psicología, pero también tienen limitaciones. Algunas de ellas
incluyen:

Enfoque centrado en el pasado: Kernberg y la teoría de las relaciones objetales a


menudo se centran en las experiencias pasadas y las relaciones tempranas con
los cuidadores, lo que puede descuidar los aspectos actuales del funcionamiento
psicológico del individuo.

Énfasis en la patología: Kernberg se enfoca principalmente en el desarrollo de la


patología psicológica, como los trastornos de la personalidad, lo que puede limitar
su aplicabilidad a personas que no están experimentando problemas psicológicos
graves.

Generalización limitada: Algunas críticas argumentan que las teorías de Kernberg


pueden no ser aplicables universalmente y pueden no captar la diversidad de la
experiencia humana.

Énfasis en la estructura psicológica: Kernberg tiende a enfocarse en la estructura


psicológica del individuo, lo que puede pasar por alto la influencia de factores
sociales, culturales y contextuales en el comportamiento humano.

Complejidad conceptual: Algunos críticos encuentran que las ideas de Kernberg


son difíciles de entender y aplicar en la práctica clínica, lo que limita su utilidad
para los terapeutas menos experimentados.

A pesar de estas limitaciones, la teoría de las relaciones objetales y el enfoque


clínico de Kernberg han contribuido significativamente al campo de la psicología,
especialmente en el entendimiento de los trastornos de la personalidad y las
dinámicas relacionales.

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Conclusiones.
Según la teoría de Otto que pudimos observar un poco más a detalle destacamos
algunas conclusiones importantes como:

La diferenciación entre los trastornos de personalidad límite y narcisista: Kernberg


proporciona una distinción clara entre estos dos trastornos de personalidad,
destacando las diferencias en la organización psíquica, el funcionamiento del yo y
las relaciones objetales subyacentes.

La importancia del trabajo terapéutico: Su enfoque clínico resalta la importancia


del trabajo terapéutico en la exploración y resolución de conflictos relacionales,
promoviendo la integración de los aspectos disociados de la personalidad y
fomentando una mayor cohesión del yo.

La relación entre el pasado y el presente: Kernberg sostiene que los conflictos y


las relaciones objetales del pasado continúan influyendo en la vida presente de un
individuo, y que el trabajo terapéutico puede ayudar a identificar y procesar estas
influencias para promover un mayor bienestar psicológico.

En conjunto, la teoría de las relaciones objetales y el enfoque clínico de Otto


Kernberg proporcionan una comprensión integral de la naturaleza y el tratamiento
de los trastornos psicológicos, así como una base sólida para la práctica clínica y
la investigación en psicología y psiquiatría.

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REFERENCIAS

Belinchón, C. F., & Moya, L. R. (2013). Tratamiento psicoanalítico de los trastornos


de personalidad [Psychoanalytic treatment of personality disorders]. Acción
Psicológica, 10(1). https://doi.org/10.5944/ap.10.1.7033

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personalidad de los adolescentes que cursaron primer semestre en un programa
de psicología de la ciudad de Barranquilla. Psychologia. Avances de la Disciplina,
2(2), 65-91.
https://biblat.unam.mx/hevila/PsychologiaAvancesdeladisciplina/2008/vol2/
no2/3.pdf

Ramírez, N. (2010). Las relaciones objetales y el desarrollo del psiquismo: una


concepción psicoanalítica. Revista de Investigación En Psicología, 13(2), 221.
https://doi.org/10.15381/rinvp.v13i2.3729

CLASIFICACION DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD SEGUN


KERNBERG. (s. f.). https://robertexto.com/archivo19/clasif_trast_perso.htm

Universidad Santo Tomás. (2020.). TEORIA DE LAS RELACIONES OBJETALES


DE OTTO KERNBERG. Enfoques Psicológicos.
https://tuvntana.files.wordpress.com/2015/06/apunte-t-r-o-de-kernberg-jaime-
yasky.pdf

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