Está en la página 1de 12

"Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra

Independencia, y de la conmemoración de las heroicas


batallas de Junín y Ayacucho”.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA AMAZONIA DEL PERÚ
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y DE NEGOCIOS

TRABAJO MONOGRAFICO:

“Los pueblos indignes y su contribución de la Amazonia”

ASIGNATURA:

Realidad Nacional y Desarrollo Regional Amazónico

DOCENTE:

Dávila Munarriz Ernesto

INTEGRANTES:

-Pinedo Iglesias Melvin Chayanne


-Cárdenas Nolorbe Jorge
-Laulate Rubio Elías Lorenzo
-Ruiz Sangama Jaime
-Ibarra Albornoz Gabriel Enrique
Introducción

Uno de los temas más discutidos en Perú se centra en la identidad. De hecho, identificar
a la población indígena ha sido un desafío durante décadas. Según la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe, durante la década de 2000, mientras que
otros países latinoamericanos incluyeron el criterio de autoidentificación. En
consecuencia, la inclusión de este criterio en el censo nacional de 2017 generó muchas
expectativas, ya que facilitó la identificación de la población indígena. Los resultados de
este censo ofrecen información sobre la composición étnica de la población peruana de
12 años y más. El cuestionario incorporó dos preguntas: una referida al idioma o lengua
materna aprendida en la infancia y otra a través de la autoidentificación o
autopercepción de la etnia.

Es importante aclarar que la identificación de la población indígena a través de censos


responde a una evaluación individual de pertenencia a uno de los grupos étnicos. Este
artículo explicará los criterios legales utilizados para identificar una comunidad o grupo
como un "pueblo indígena", y, principalmente, cuál es la función del criterio de
autoidentificación. La primera parte presentará las normas internacionales de derechos
humanos sobre la identificación de los pueblos indígenas. La segunda parte demuestra
que, en el Perú, las constituciones y la legislación han utilizado varios términos para
referirse a ellas. La tercera parte tiene como objetivo explicar cómo la Ley de Consulta
Previa unifica la identificación de los pueblos indígenas, y debilita la aplicación del
criterio de autoidentificación. Y en la parte final, considerando el creciente interés en la
explotación de los recursos naturales en los territorios indígenas, se expondrán algunos
actos del sector minero para demostrar que la legislación también se puede utilizar para
obstaculizar los derechos indígenas.

Los pueblos indígenas en el mundo


En todo el mundo hay unos 370 millones de indígenas que ocupan el 20 % del territorio.
Se calcula que son unas 5 000 culturas diferentes, por lo que representan la mayor parte
de la diversidad cultural del mundo. Los pueblos indígenas comparten una relación
espiritual, cultural, política, social y económica con sus tierras y su derecho
consuetudinario, y desarrollan una alta responsabilidad por la preservación de los
recursos para su uso por las futuras generaciones (ONU 2009). Los pueblos indígenas
hablan la mayoría de los 7 000 idiomas que existen en el mundo. Sin embargo,
enfrentan la amenaza de la discriminación y la mercantilización. Pese a los avances en
el reconocimiento de sus derechos siguen siendo objeto de discriminación y se los suele
“considerar inferiores a las comunidades no indígenas y su cultura es vista como un
obstáculo para su desarrollo” (ONU 2009b). Constituyen, al mismo tiempo, una tercera
parte de los 900 millones de personas extremadamente pobres de las zonas rurales, las
que suelen soportar problemas de violencia, políticas de asimilación continua,
expropiación de tierras, traslados o desplazamientos forzados

Los pueblos indígenas en el Perú


El Perú alberga una sociedad con gran diversidad cultural. En nuestro territorio
conviven culturas diferentes con sus respectivas lenguas, tradiciones, cosmovisiones y
costumbres. No obstante, a lo largo de nuestra historia republicana, estas diversas
poblaciones culturales y lingüísticas han sido subvaloradas debido a la forma en que ha
estado organizada nuestra sociedad, que ha reproducido formas jerárquicas,
discriminatorias y excluyentes de relaciones.
Sin embargo, aunque esta diversidad cultural es celebrada y promovida, el
reconocimiento de la identidad de estos pueblos como indígenas es un tema complejo,
debido al estatuto que adquieren como sujetos de derechos colectivos, amparados por
las normas nacionales e internacionales. Hay tres temas que debemos señalar sobre este
tema:
Los procesos históricos de formación de las identidades de estos pueblos son complejos
y merecen ser tomados en cuenta para no apresurarnos a otorgar definiciones cerradas y
ayudarnos a decidir en cada momento los mejores caminos que garanticen derechos y
tomen en cuenta el cambio cultural y el peso del contexto institucional y político.

Existen criterios que emanan del convenio 169 de la OIT y de la Declaración sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas para identificar a los pueblos indígenas. Estas
herramientas sirven para garantizar derechos.

En tanto se trata de Derechos Humanos, el horizonte debe estar orientado hacia una
mayor protección. Por lo tanto, aunque los temas sean complejos y los criterios sean una
guía fundamental, estos deben tomarse como un estándar mínimo a partir de los cuales
debemos pensar cómo gestionar la diversidad del modo más garantista.

Los pueblos indígenas y comunidades en el Perú


En el Perú vivimos un proceso de fortalecimiento de la protección y la garantía de
derechos de los pueblos indígenas. Sin embargo, existen desafíos importantes que
debemos señalar y que están relacionados con nuestra sociedad poscolonial y el modo
cómo las diferentes culturas y el poder estatal se fueron articulando en la etapa
republicana. En resumen: lo indígena es una identidad móvil, compleja y en constante
re-definición. Por ello, plantea retos para la gestión pública. Hay dos vertientes posibles
para hablar de los PPII en el Perú: la que se deriva de las instituciones de la
administración colonial (comúnmente llamadas “comunidades de los Andes o la sierra”)
y las que se mantuvieron en su mayor parte fuera de este orden administrativo (las
llamadas “comunidades nativas” o de la selva).

Durante el periodo colonial, a los pueblos que habitaban el territorio de frontera oriental
—o la selva—, que no fueron conquistados ni por los incas ni por los españoles, los
denominaban “salvajes”. Esa es la división en la Colonia: existían los indios y los
salvajes.
La relación con el resto de la administración colonial se estableció sobre todo por medio
de las misiones que se mandaban para “civilizarlos”. Era una frontera y con frecuencia
se produjeron conflictos. Estos pueblos “no conquistados” conservaron su nombre, su
lengua, sus costumbres.
Es por este tipo de relación que hoy tenemos en el Perú decenas de familias lingüísticas:
los pueblos conservaron su lengua. No se llaman indios; se llaman asháninka, awajún,
shipibo-konibo, etc.
Aun estando en la frontera, el contacto con otros actores existía, “no es que no haya
contacto; lo que no hay es sumisión a un Estado” (Remy 2012).
El peor momento de la historia para estos pueblos fue el siglo xix, cuando se formaron
los Estados nacionales. Estos pueblos terminaron circunscritos al territorio nacional de
un Estado al que eran extraños.
En el Perú, la selva se mantuvo como una frontera, en la que entraban, de vez en
cuando, algunos hacendados que producían café y misioneros que iban a “civilizar
salvajes”.
Muchos indígenas de la Amazonía no tuvieron contacto con el Estado peruano hasta los
años cuarenta del siglo xx; otros, un poco antes. Es el periodo de su relación con los
caucheros que los explotan brutalmente. En este periodo, se redujo la población
indígena de la Amazonía drásticamente. “Los pueblos son «deslocalizados», huyen a la
selva más espesa, desaparecen, etc.” (Remy 2012).
Luego del periodo del caucho, otro momento de relación conflictiva para estos pueblos
fue el de los colonos, que se fueron introduciendo y apropiando de tierras que concebían
como un territorio vacío. 16 DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS EN EL
PERÚ Materiales de Capacitación / Dirección General de Ciudadanía Intercultural
Comenzaron luego, de modo más sostenido, una historia de relación con el Estado. La
presencia de soldados, del ejército también fue conflictiva y tensa y llena de
desencuentros.
El gobierno de Velasco, respecto a estas poblaciones, hizo algo similar a lo que realizó
el presidente Leguía en los años 20 para los indígenas de la sierra: abrió un padrón de
registro de comunidades nativas.
Empezó, entonces, el mismo camino que habían recorrido los andinos: buscar al Estado
mediante personeros, un recorrido para lograr reconocimiento.

Historia y evolución de los Pueblos Indígenas en la región.

En nuestro país se hablan 47 idiomas distintos y se reúnen alrededor de 55 pueblos


indígenas [1]. Según resultados del último Censo Nacional de Población del año 2017,
alrededor de 4’300,000 de personas indicaron que hablaban otro idioma indígena
(quechua, aymara o idioma amazónico) diferente del castellano como lengua materna.
Mientras que, a la pregunta por la autoidentificación étnica, cerca de 6 millones de
personas respondieron que se autoidentificaban como quechuas, aimaras o miembros
del algún grupo indígena amazónico. Esto quiere decir que la población indígena en el
Perú podría significar entre un 12 a 18% del total nacional.

24 años después de la ratificación del Convenio 169[2], y 12 años después de la firma


de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, el Perú continúa avanzando hacia la promoción y protección de los derechos
de los Pueblos Indígenas.

Entre los avances encontramos esfuerzos importantes por incluir a los Pueblos
Indígenas en diversos procesos fundamentales, como las estrategias interculturales de
atención en salud, de justicia bilingûe y peritajes antropológicos en procesos judiciales,
la implementación del derecho a la consulta previa, el respeto al derecho a la
participación en espacios de toma de decisiones. Asimismo, la revalorización a nivel
nacional de las lenguas indígenas, la promoción de su uso en medios de comunicación y
en la educación intercultural bilingüe y la facilitación de acceso a la justicia en sus
propias lenguas con los Jueces de Paz.

Dentro de los desarrollos más recientes en este camino, está la promulgación


del Decreto Supremo N°009-2019-MC que aprueba los lineamientos para incorporar
el enfoque intercultural en la prevención, atención y protección frente a la violencia
sexual contra niñas, niños, adolescentes y mujeres indígenas u originarias,
reconociendo la importancia de la interculturalidad en el camino hacia la
construcción de soluciones a este problema.
Sin embargo, si bien el Gobierno peruano ha asumido el reto, aún hay desafíos a los
cuáles nos enfrentamos como país. Hay camino importante que recorrer hacia el
reconocimiento de la diversidad cultural como un hecho de valor, esto implica
reconocer también los conocimientos y prácticas ancestrales de los pueblos indígenas y
el aporte que estas pueden significar para enfrentar desafíos complejos del desarrollo
como el cambio climático y sus efectos, y garantizar la participación indígena en
espacios de toma de decisiones y de gobernanza territorial. Así, podemos empezar a
crear soluciones conjuntas a otros problemas que amenazan su calidad de vida, como el
reconocimiento de sus territorios y la afectación por actividades extractivas.

Hay que hacer especial énfasis en promover y respetar los derechos de mujeres y niñas
indígenas, que se encuentran en una situación de vulnerabilidad particular por su
condición de género. Así, se debe asegurar su participación equitativa en espacios de
toma de decisión, su acceso a la educación, y su inclusión en actividades económicas
sostenibles. Además de encontrar soluciones a las amenazas específicas que las aquejan
a ellas en mayor proporción como el tráfico y explotación sexual y la violencia.

Algo de esto ya se ha ido concretando, en el marco de los programas de gobernabilidad


democrática, reducción de la pobreza y sostenibilidad ambiental del PNUD
principalmente:

- Acompañando procesos de fortalecimiento de capacidades de gobierno nacional,


regionales y comunidades para la implementación del derecho al territorio, así como
para la planificación territorial comunal y, finalmente, de los recursos necesarios para la
implementación de sus visiones de desarrollo.

- Generando mejores condiciones para asegurar la participación activa, informada y


equilibrada de hombres y mujeres indígenas en todo espacio destinado a la formulación
de políticas públicas, en los que sus prioridades sean escuchadas y efectivamente
incorporadas.

Descripción de la Amazonía como ecosistema y su importancia global


El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo
adscrito al Ministerio del Ambiente, suscribió seis acuerdos de conservación con
comunidades nativas y una asociación de artesanas de la Reserva Comunal Purús
(Ucayali), que beneficiarán a más de 130 familias de las comunidades Miguel Grau,
Conta, Nuevo San Martín, San Bernardo, San Marcos y la Asociación de Artesanas
Mabu Hiwe.
Mediante los acuerdos se impulsará el aprovechamiento de productos del bosque,
conservando el medio ambiente y comercializando a mejores precios a nivel local,
nacional e internacional a través de la marca “Aliados por la Conservación”.
En ese sentido, se busca mejorar prácticas para la producción de aceite de copaiba,
elaboración de artesanías, acciones de fortalecimiento de capacidades en temas de
vigilancia y control, y revaloración de la cultura ancestral, que contribuirán a conservar
más de 68,129 hectáreas de bosques de las comunidades y 18,323 hectáreas dentro de la
Reserva Comunal Purús.
José Carlos Nieto, director de gestión de Áreas Naturales Protegidas del Sernanp,
destacó la importancia de trabajar por la conservación a través de la cogestión, buscando
mejorar la calidad de vida de las poblaciones que las habitan. “Queremos buscar
alianzas que nos permitan no solo cuidar, sino aprovechar los recursos que el área
protegida nos brinda. Nosotros, como Sernanp, no solo nos preocupamos por la
conservación, sino que buscamos el bienestar de las familias de las comunidades de
Purús”, mencionó.
Por su parte, Rafael Pino, jefe de la Reserva Comunal Purús, destacó el valor de los
bosques para cubrir las necesidades de las comunidades. “Con estos acuerdos queremos
generar oportunidades para que más hombres y mujeres del Purús puedan tener acceso a
mejores ingresos mediante el uso sostenible de los recursos que brinda la Reserva, y eso
solo se logra mediante el compromiso de todos”, señaló.
La Reserva, junto con el Parque Nacional Alto Purús, conserva aproximadamente 4.5
millones de hectáreas de bosque tropical donde existe una alta diversidad natural, así
como una alta diversidad cultural pueblos indígenas, además de Pueblos en Aislamiento
y Contacto Inicial (PIACI).
“El trabajo de la cogestión es importante considerando, además, que debemos cumplir y
vigilar las actividades que acordamos como aliados para el bien de nuestras
comunidades”, mencionó Enrique Nonato, jefe del Ejecutor del Contrato de
Administración de la Reserva Comunal Purús (Ecopurús), que agrupa a 26 comunidades
de ocho pueblos indígenas. Asimismo, señaló que los acuerdos son el resultado del
trabajo de aliados como el Estado a través del Sernanp y las comunidades del Purús,
representadas por Ecopurús.
Mejorar la calidad de la producción de aceite de copaiba con el fin de obtener mejores
precios es el resultado que esperan alcanzar las comunidades de la Reserva a través de
los acuerdos. Así lo señala Roy Nacimiento Aladino, jefe de la comunidad Nuevo San
Martín del pueblo Huni Kuin, y presidente de la Asociación Indígena Dayanika Purus
(ASINDAYPURUS). “Gracias al bosque y su diversidad, aprovechamos aceite de
copaiba para el beneficio de nuestras familias”, señaló.
Asimismo, uno de los acuerdos beneficia a la Asociación de Artesanos Mabu Hiwe
(Casa donde trabajan las mujeres, en idioma Huni Kuin), una asociación que agrupa a
ochenta y ocho artesanas indígenas de los pueblos Huni Kuin, Madijá y Sharanahua que
realizan trabajos de bisutería, textilería, cestería y tallado de madera.
La asociación viene trabajando en alianza con la Reserva Comunal Purús en temas
relacionados al fortalecimiento organizacional comunal.
La firma de estos acuerdos de conservación se realiza en el marco del proyecto
Amazonía Resiliente, una iniciativa implementada en las áreas protegidas, otras áreas de
conservación y zonas productivas de nuestro país, como resultado de la articulación del
Sernanp y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el
financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en
inglés)
Los acuerdos de conservación son un mecanismo voluntario orientado a fortalecer la
gestión de las ANP. Se basan en una alianza entre el Sernanp y grupos con intereses
comunes que establecen compromisos para lograr beneficios asegurando el bienestar de
las familias locales, y el mantenimiento de la biodiversidad y los servicios
ecosistémicos que brindan las ANP y sus paisajes asociados.

La importancia de los pueblos indígenas.

Muchos de los pueblos indígenas de la Amazonía peruana que viven en tierras


comunales todavía llevan a cabo actividades según criterios tradicionales. Ellas incluyen
áreas que son consideradas sagradas, o están destinadas a la producción, o a la
recreación o a la conservación, y zonas que son dedicadas al cultivo de plantas
medicinales. Sin embargo, los proyectos considerados “de interés nacional”, como los
de infraestructura o de energía hidroeléctrica, o los que están vinculados con la
extracción no sustentable de recursos naturales, como la madera, los minerales o los
hidrocarburos, ejercen una presión creciente sobre esas tierras. Otra fuente de tensión es
la expansión agropecuaria que exigen los mercados crecientes, como los del café, el
cacao, el aceite de palma y el mercado ilegal de la coca

La conservación de la Amazonía
En nuestro país, según el Ministerio de Cultura, existen 55 pueblos indígenas, de los
cuales 51 habitan en la Amazonía y 4 en los Andes. La importancia de estos pueblos
radica en que habitaban en nuestro territorio mucho antes de la llegada de los españoles
y hasta hoy mantienen sus costumbres, ponen en práctica y comparten sus
conocimientos ancestrales (medicina, modo de cultivo, conocimiento del clima), y
enriquecen nuestra cultura.
En el caso de los pueblos indígenas de la Amazonía, no solo resaltan por mantener viva
su cultura en el 60.3% del territorio nacional, sino también porque su existencia asegura
la protección de la naturaleza y los recursos naturales que aprovechan, como el agua, la
flora y fauna.
En ese sentido, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) presenta el
documento Contribución de los pueblos indígenas a la conservación de la Amazonía
peruana, una publicación que resalta cómo estos pueblos, a través de su modo de vida,
han logrado preservar la biodiversidad alrededor de los territorios que habitan.
Según el Convenio sobre la Biodiversidad Biológica, el 80% de la biodiversidad
existente en el ámbito terrestre se encuentra concentrada en territorios indígenas. Esto se
debería a que, a través de los siglos, estos pueblos han aprendido a aprovechar los
recursos de manera sostenible, y defienden estos territorios de la depredación que se
realiza a través de actividades como la minería ilegal o la deforestación.
Según estimados de la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológico, el 80% ,
el 80% de la biodiversidad existente en el ámbito terrestre se encuentra concentrada en
territorios indígenas, que, curiosamente solo cubren el 22% de la superficie terrestre
(Kothari et al. 2012, Sobrevila 2008). No es casualidad que la mayoría de lugares con
más alta concentración de biodiversidad se encuentren en el ámbito de territorios
indígenas. Todo parece indicar que ello se debe a una serie de factores, de una u otra
forma interconectados, a los que se hará referencia a continuación:
a) Los pueblos indígenas han ocupado o utilizado de alguna manera territorios
determinados durante períodos prolongados de tiempo. Ello ha traído como
consecuencia que hayan desarrollado un conocimiento profundo sobre su
entorno natural, y en especial, sobre la dinámica de los ecosistemas. Este
conocimiento13, que en muchos casos ha demostrado ser más completo y
preciso que el conocimiento científico occidental, les ha permitido aprovechar
los recursos naturales de forma sostenible, lo cual ha traído una repercusión
positiva sobre la conservación de la biodiversidad, y en algunos casos, incluso
les ha permitido hasta incrementar la biodiversidad existente en el ámbito de sus
territorios (RFN y GRID-Arendal 2014, Damman y Hofsvang 2012, Sobrevila
2008, Oviedo et al. 2000).

b) Considerando que “la biodiversidad constituye un capital natural cuyo valor


económico se incrementa en forma proporcional al conocimiento que se tiene de
ella” (Pastor y Sigüeñas 2008: 15), una consecuencia lógica del profundo
conocimiento que tienen los pueblos indígenas sobre su entorno natural es que
estos últimos le otorguen un mayor valor –por encima del estándar– a la
biodiversidad que existe en sus territorios. A su vez, la consecuencia lógica de
esto es la implementación de estrategias orientadas a la conservación de dicha
biodiversidad, pues recordemos que lo que se valora más, se protege más.

c) Los pueblos indígenas dependen directamente de su entorno natural para


subsistir, tanto desde un punto de vista físico –alimentación, medicinas, vivienda
y vestido– como espiritual. Al ser directamente dependientes de su entorno
natural, los pueblos indígenas son mucho más conscientes de la necesidad de
evitar la sobre explotación de los recursos naturales y vivir dentro de los límites
impuestos por la disponibilidad de estos últimos, a través de un
aprovechamiento sostenible de los recursos naturales –lo que incide
directamente sobre la conservación de la biodiversidad–, así como de la
necesidad de conservar los lugares que inciden directamente sobre su bienestar
espiritual, tales como aquellos considerados sagrados (RFN y GRID-Arendal
2014, Leira y RFN 2014, Damman y Hofsvang 2012, Oviedo et al. 2000).

d) Los pueblos indígenas tienen fuertes lazos culturales con el entorno natural que
rodea sus territorios. En este sentido, la conservación de su entorno natural, y
por ende de la biodiversidad, resulta esencial para el mantenimiento de su
cultura e identidad (RFN y GRID-Arendal 2014, Leira y RFN 2014, Damman y
Hofsvang 2012).

Esta relación armoniosa entre los pueblos indígenas y su entorno natural ha sobrevivido
a los diferentes ciclos sociales y económicos a los que dichos pueblos se han tenido que
enfrentar en los últimos siglos, dentro de los cuales encontramos al periodo misional
(1780-1860), al auge del caucho (1860-1915), al período de intensa extracción de
madera (1920-1960) y al boom petrolero (1960-a la actualidad). A pesar de que es
imposible negar que estos nuevos sistemas socioeconómicos han terminado por
influenciar a las sociedades indígenas, la relación esencial entre estos pueblos y su
entorno natural no ha variado (Mayor y Bodmer 2009).
La persistencia de una relación armoniosa entre los pueblos indígenas de la Amazonía
peruana y su entorno natural se debe principalmente a dos motivos. El primero de ellos,
es que desde hace miles de años, estos pueblos han venido conviviendo y manteniendo
una íntima relación con su entorno natural, lo cual ha desarrollado en ellos importantes
conocimientos en torno al mismo (Mayor y Bodmer 2009). Estos conocimientos les han
permitido acoplar sus prácticas para el manejo de recursos naturales a las leyes naturales
que operan en los ecosistemas en los que estos se encuentran inmersos, y hacen de sus
integrantes actores clave en la conservación de la biodiversidad en esta parte del mundo
(Pattiselanno y Arobaya 2013, Jonas et al. 2012, WWF Internacional 2008).
Por otro lado, otro aspecto que también ha motivado la persistencia de una relación
armoniosa entre estos pueblos y su entorno natural, es su manera de ver e interpretar el
mundo. Si bien los pueblos indígenas que habitan en esta parte de la Amazonía
comprenden una diversidad cultural
Las estadísticas sobre la naturaleza en Perú son impresionantes. Es uno de los 10 países
megadiversos del planeta y 10% de las especies de plantas del mundo se dan en sus
tierras. El tamaño de su territorio es más o menos el doble que el de Texas y es el
segundo con mayor superficie de selva amazónica, después de Brasil.

La Amazonía cubre dos terceras partes del territorio peruano y allí se encuentran:

 84 de los 104 puntos críticos para la biodiversidad en el


globo

 más de 1,000 ríos y 12,000 lagos

 8% de las especies de anfibios


 casi 20% de las especies de aves

 10% de las especies de mamíferos

 21% de las especies de mariposas

 11% de las especies de peces

Conclusión
El Ministerio del Ambiente en Perú estima que el portafolios actual de inversiones
públicas, privadas y mixtas en distintos sectores de la Amazonía peruana alcanza los 50
u 80 mil millones de dólares, especialmente en actividades de transporte, agricultura y
silvicultura, en minería y en infraestructura social y económica en general.

TNC sigue las siguientes estrategias para trabajar con pueblos indígenas en el Perú:

 Generación de conocimiento entre los actores involucrados sobre el consentimiento


informado en la toma de decisiones, especialmente entre las Iglesias Nativas
Americanas y sus organizaciones. Esto incluye el fortalecimiento del conocimiento
ancestral a través de la tecnología y nuevos descubrimientos.

 El fortalecimiento de las instituciones locales y regionales, a través de la provisión


de herramientas de trabajo en distintos campos, como la gestión organizacional,
territorial y ambiental, y los servicios interculturales. Adicionalmente, se trabaja con
comunidades nativas, organizaciones indígenas y dependencias públicas, regionales
y nacionales.

 La promoción de la participación de los pueblos indígenas en procesos que animen


el empoderamiento en el ejercicio de los derechos y el respeto de su diversidad
cultural, de género y generacional.

 La promoción de alianzas interinstitucionales en torno a la conservación, la


protección de territorios y el desarrollo sustentable. Estas alianzas o sociedades
pueden incluir tanto a organizaciones indígenas como a dependencias y proyectos
públicas, además de organizaciones de la sociedad civil.

 La promoción de actividades productivas sustentables que ayuden a hacer realidad


los objetivos de conservación, en armonía con la calidad de vida y la cultura de las
poblaciones con las que trabajamos.

También podría gustarte