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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIAPAS

FACULTAD DE DERECHO CAMPUS III

SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS

ALUMNO: JORGE ARMANDO VELAZQUEZ ESTEBAN

CATEDRATICO: JAVIER DE JESUS ZEPEDA CONSTANTINO

MATERIA: DERECHO INDIGENA

GRADO Y GRUPO: CUARTO SEMESTRE GRUPO F

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EL DERECHO INDIGENA Y SU IMPORTANCIA

INTRODUCCION
La finalidad de este trabajo es el de detectar y explicar el marco normativo de
derechos humanos de dichos pueblos para entender las imposibilidades del
cumplimiento de sus derechos, a la luz de los derechos humanos de primera
y segunda generación. Las reformas desarrolladas a la Constitución Gral.
Mexicana del 2001, que pretendían zanjar dichos incumplimientos, han
venido a ofrecer adelantos en unas zonas de dichos derechos para pueblos
nativos, aunque en otras dejaron en una ambigüedad derechos de
importante trascendencia.
En el planeta hay DIVERSIDAD, más de 5.000 pueblos nativos diferentes que
hablan bastante más de 4.000 lenguas. Poseen diferentes prácticas y
civilizaciones, sin embargo comparten varias desagradables realidades: la
expulsión de sus tierras, la negación de su cultura, las agresiones físicas y
ser tratados como habitantes de segunda clase. Los pueblos nativos
acostumbran ser marginados y padecer discriminación en los sistemas
legales de las naciones. Esto provoca que corran además el peligro de
padecer la violencia y abusos. Quienes defienden sus derechos humanos y
denuncian sus violaciones padecen intimidación y maltrato, constantemente
con la ayuda del Estado. Amnistía Universal labora con los pueblos nativos
para llevar a cabo leyes que realizan falta con urgencia para defender sus
tierras, su cultura y sus medios de vida.

DESARROLLO

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Los gobiernos tienen que llevar a cabo leyes y políticas que hagan realidad
el testimonio de la ONU sobre los derechos de los pueblos nativos, más que
nada alrededor de los próximos puntos:

 Asegurar que los pueblos nativos poseen voz en las elecciones que
les están afectando.

 Mantener sus identidades culturales propias.

 Vivir sin discriminación ni la amenaza del exterminio.

 Tener ingreso seguro a las tierras y a unos recursos fundamentales


para su paz y estilos de vida.

Lejos de unos recursos y unas tradiciones vitales para su paz y su


supervivencia, varios nativos no tienen la posibilidad de gozar plenamente
de sus derechos humanos. Por otro lado, padecen marginación, pobreza,
patologías y maltrato; y, en algunas ocasiones, la extinción como poblado. A
lo largo de varios años, el asunto de los derechos para los pueblos nativos
había quedado en un claro desamparo por parte del Estado. A partir de la
construcción de la Constitución de 1917 no se especificó ningún apartado a
este respecto. El asunto indígena se regresó fundamental para la obra del
Estado Nacional posrevolucionario, debido a que el asunto se ligaba al del
problema agrario y a la cuestión nacional. La cuestión étnico-nacional ha
sido abordada a partir de diversos flancos: por los nacionalistas
integracionistas, comunistas, lombardistas, y los indigenistas. Aunque con
diversos enfoques y con propuestas de solución diversas, todos compartían
en el fondo la iniciativa de “insertar” al indígena al Estado Nacional
(Sánchez, 2004, p. 28). Tales ideas emanaban de la burguesía en ascenso y la
intelectualidad mexicanas de la era. Dichos conjuntos consideraron a los
pueblos nativos como un inconveniente para la ejecución de su plan
modernizador. El motivo del discurso integracionista se sustentaba en el
enfoque evolucionista que definió a las civilizaciones nativos como

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tradicionalistas, opuestas al incremento y la cultura. Por esto los
nacionalistas-integracionistas concluyeron que la unidad nacional
únicamente se habría de edificar con una sociedad étnicamente homogénea,
lo cual se entendía como la “mexicanización del indígena” o, en específico,
la incorporación de este en la sociedad mestiza. Como hemos observado, los
derechos de los pueblos nativos son un asunto todavía en debate que sigue
esperando su consecución para lograr operar. Esto implica la necesidad de
contar no solo con un marco jurídico que atienda a los compromisos de todo
el mundo y la que corresponde responsabilidad ética del Estado, sino, más
que nada, que responda a las reales solicitudes y necesidades de los
pueblos nativos. La cuestión no resulta simple, por otro lado, el debate ha
llegado a un punto bastante interesante: ¿Cómo debe ser la interacción entre
nativos y no nativos a partir del ejercicio del poder político? Esto involucra
replantearse los esquemas de relación entre unos y otros y necesita, sin
duda, de solucionar antinomias, anacronismos e identidades; resulta
interesante mirar, entonces, cómo se darán aquellas reconciliaciones y
deudas históricas que se mantienen con los pueblos nativos.
El País tiene una estructura pluricultural sustentada originalmente en sus
pueblos nativos que son esos que descienden de poblaciones que habitaban
en el territorio de hoy de la nación al iniciarse la colonización y que
conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y
políticas, o parte de ellas. La conciencia de su identidad indígena tendrá que
ser criterio necesario para decidir a quiénes se usan las posiciones sobre
pueblos nativos. Son sociedades miembros de un poblado indígena, esas
que formen una unidad social, económica y cultural, asentada en un
territorio y que reconocen autoridades propias según con sus usos y
prácticas. El derecho de los pueblos nativos a la independiente decisión se
ejercerá en un marco constitucional de soberanía que asegure la unidad
nacional. El reconocimiento de los pueblos y sociedades nativos se va a
hacer en las constituciones y leyes de las entidades federativas, las que
deberán tomar en consideración, además de los principios en general

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establecidos en los párrafos anteriores de este artículo, criterios
etnolingüísticas y de asentamiento físico. La situación de los derechos
humanos de las poblaciones nativos en América Latina. Es extensamente
conocido, y está profusamente documentado en la literatura, el hecho de que
la población indígena del conjunto de naciones ocupa, por lo general, las
posiciones más bajas en la escala de los índices socioeconómicos y en la
estratificación social de nuestros propios territorios. Los programas de
régimen, conocidos genéricamente bajo el nombre de indigenismo, se han
preocupado básicamente por alzar los niveles de vida de las poblaciones
nativos, por medio de proyectos de desarrollo de la sociedad, planes
educativos, programas médico-sanitarios, etcétera. Un problema complejo es
el de la tierra de las sociedades nativos, vinculado como está a la
problemática general de la composición agraria y a los múltiples procesos de
reforma y contrarreforma agraria que tuvieron sitio en diversos territorios del
conjunto de naciones. No obstante, la problemática de las poblaciones
nativos no se disminuye a carencias de orden material ni al reto del
desarrollo económico y social. Se trata de algo muchísimo más profundo y
complejo: la probabilidad de sobrevivencia de bastante más de cuatrocientos
conjuntos étnicos nativos del conjunto de naciones, que suman cerca de
treinta millones de pobladores, como colectividades con identidad étnica y
cultura propias, dentro de las comunidades nacionales. La violación de los
derechos humanos de los equipos nativos no se afirma sólo por las
carencias de orden material y los procesos de despojo y explotación de los
que son víctimas, que fueron ampliamente documentados en los últimos
años, sino además porque se les ha negado sistemáticamente la
probabilidad de poder mantener y desarrollar sus propias civilizaciones
(incluyendo lenguas, prácticas, modos de convivencia y maneras de
organización social).

CONCLUSION

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Concluyo, no sin antes fijar mi postura en la que de manera sumamente
personal involucro a la explotación de clase y la discriminación étnica, que
han llegado a configurar un cuadro en el que se muestran algunas veces
violaciones masivas de los derechos humanos de los pueblos nativos:
homicidios y masacre que fueron inclusive calificados de exterminio,
despojo de tierras, Derecho Indígena y Derechos Humanos en Latinoamérica
privaciones injustas de la independencia, no aplicación de las garantías
particulares constitucionales, discriminación en la aplicación de leyes y
métodos judiciales, traslados forzosos de población, obstáculos a la
colaboración, etcétera. En años actuales estas violaciones a los derechos
humanos de los pueblos nativos fueron denunciadas por las propias
empresas indias, por equipos y comités de protección de los derechos
humanos, partidos políticos, agrupamientos religiosos y asociaciones de
universitarios e estudiosos.

REFERENCIAS

Bibliografía
Stavenhagen, R. (2010). DERECHO INDIGENA. DF.

Bibliografía
CNDH. (2015). derechos-de-los-pueblos-y-comunidades-indigenas. CNDH,
https://www.cndh.org.mx/derechos-humanos/derechos-de-los-pueblos-y-
comunidades-indigenas.

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