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Juan David Villamil, Alejandro Cuellar, Christopher Rincón y Felipe Murillo.

Diferencias entre el procedimiento interno administrativo y el procedimiento ante la


jurisdicción contencioso-administrativa de la acción de repetición

Antes de empezar a diferenciar los dos procesos, no sobra establecer brevemente qué es la
acción de repetición. Es una acción civil de carácter patrimonial que se interpone ante un
funcionario público (o exfuncionario) o particular que cumple funciones públicas cuando la
conducta dolosa o culposa de éste lleva a un daño antijurídico imputable al Estado,
causando que este último deba indemnizar el daño (sea por condena, conciliación o alguna
otra solución a la situación problemática). El Estado tiene la obligación de repetir contra
este funcionario para que éste pueda resarcir lo que el Estado tuvo que indemnizar, la corte
constitucional en sentencia C-338 de 2006 establece que esto es con el fin de reintegrar a
las arcas públicas el valor de la condena por haber actuado dolosa o culposamente. Así
mismo, es posible recurrir a la figura procesal del llamamiento en garantía del funcionario
dentro de un proceso de responsabilidad contra el Estado ya que se persigue el mismo fin,
que es trasferir de un patrimonio a otro el pago de la condena, del patrimonio del Estado al
del funcionario.

Esta acción encuentra sustento en el artículo 90 de la constitución política y es


reglamentada por la ley 678 de 2001.

Teniendo esto claro, y leído el material proporcionado, ahora procederemos a establecer las
diferencias entre el procedimiento interno administrativo y el procedimiento ante la
jurisdicción contencioso-administrativa.

La diferencia esencial es que en el procedimiento interno administrativo se busca


determinar si la acción de repetición procede o no en contra del funcionario estatal. Si se
establece que la acción no procede simplemente hay que informar al ministerio público
(con los respectivos soportes necesarios). En sentido contrario, si el procedimiento interno
administrativo afirma que procede la acción, se le asigna el proceso a un abogado para que
interponga la demanda en contra del funcionario, con esto se da la introducción al
procedimiento ante la jurisdicción contencioso-administrativa. Dicho más brevemente, el
primer momento tiene como fin determinar la mera procedencia de la acción de repetición,
mientras que en el segundo momento se evalúa ante la jurisdicción contencioso
administrativa la demanda que tiene como pretensión la acción.

Además, cabe resaltar que el procedimiento interno administrativo se da dentro de la


entidad pública legitimada y que es una instancia de naturaleza administrativa. Mientras
tanto, en el segundo momento ya se pone a funcionar el aparato jurisdiccional.

Diferenciadas los dos momentos, explicaremos el procedimiento en cada uno.

Procedimiento interno administrativo:

En principio, la entidad pública condenada al pago es quien debe interponer la acción


obligatoriamente a través de sus comités de conciliación. Si la entidad no cumple su
obligación dentro de los 6 meses siguientes al pago total de la condena, pierde su
competencia y la acción puede ser iniciada por el ministerio público y el ministerio de
justicia y derecho a través de la agencia nacional de defensa jurídica del Estado. Además,
cualquier ciudadano le puede solicitar a las entidades que inicien la acción.

Nos detendremos en el comité de conciliación, ya que ahí es donde evalúa si la acción de


repetición procede o no. Este comité es una instancia administrativa donde se estudian los
intereses de la entidad y los daños antijurídicos que haya causado. Deben evaluar los
procesos que fallen en contra de la entidad para determinar la procedencia de la acción.

Quien ordenó el pago remite el acto administrativo y sus antecedentes al comité de


conciliación. Posteriormente, se elige a un jurista para que presente ante el comité y elabore
una ficha técnica (que tiene una plantilla) del caso y que el comité decida. Para que proceda
la acción es importante determinar la existencia de la condena judicial o acuerdo
conciliatorio, el pago de la indemnización por parte de la entidad, la calidad del agente
como funcionario, exfuncionario estatal o particular que cumple función pública,
calificación de su conducta como dolosa o culposa, y el nexo causal entre la conducta y el
daño. Es además importante revisar además los términos de caducidad (6 meses o 5 años
dependiendo de quien esté competencia de iniciar la acción).

Si el comité determina que la acción no procede se informa al ministerio público anexando


la ficha técnica, referencia del caso estudiado, copia de la providencia, fundamentos de la
decisión y copia del pago. Si sí procede, pasa al segundo momento.

Procedimiento ante la jurisdicción contencioso-administrativa

Si la acción de repetición se interpone contra el Presidente o el Vicepresidente de la


República o quien haga sus veces, Senadores y Representantes, Ministros del despacho,
directores de departamentos administrativos, Procurador General de la Nación, Contralor
General de la República, Fiscal General de la Nación, Defensor del Pueblo, Magistrados de
la Corte Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo Superior de la
Judicatura, de los Tribunales Superiores del Distrito Judicial, de los Tribunales
Administrativos y del Tribunal Penal Militar, conocerá privativamente y en única instancia
la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado. A los magistrados del
Consejo de Estado la corte suprema de justicia en sala plena. Contra los demás funcionarios
los tribunales administrativos (la cuantía además debe ser inferior a 500 SMLMV).

Declarada la procedencia de la acción de repetición por parte del comité de conciliación, el


profesional del derecho debe interponer la demanda ante la jurisdicción administrativa. La
demanda debe satisfacer los requisitos (conducta calificada como dolosa o culposa,
fundamentos de las pretensiones, etc) pedidos. La acción puede ser remitida a quien sea
competente, rechazada (por caducidad, asunto no susceptible de control judicial),
inadmitida (por no presentarse subsanación) o admitida.

El demandado debe responder de forma escrita la demanda, pronunciándose sobre las


pretensiones y así mismo interponiendo excepciones.
Se da una audiencia inicial, una audiencia de pruebas y los alegatos de conclusión (etapa
fundamental). Se establecen los problemas jurídicos, se hace reconstrucción fáctica de los
hechos y luego se hace el análisis jurídico.

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