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Capítulo 2
Capítulo 2
GENERALIDADES DE LA
DEMENCIA
Patricio Fuentes Guglielmetti
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CONCEPTO CLÍNICO DE DEMENCIA
La definición más sencilla y general del concepto de demencia
es que se trata de una pérdida de las funciones mentales, es decir, un
síndrome adquirido de deterioro intelectual y/o comportamiento debido a
disfunción cerebral (4). Debe caracterizarse por una declinación cognitiva
evidente en comparación con su nivel de funcionamiento previo y produ-
cir una repercusión significativa en las actividades sociales o laborales.
Por tratarse de un síndrome adquirido y persistente, se diferencia de la
discapacidad intelectual por retardo mental y del delirium o estado con-
fusional. Las demencias son generalmente irreversibles y son causadas
por una gran variedad de etiologías que producen lesiones estructurales
en el cerebro. Es importante señalar que clásicos criterios diagnósticos o
sistemas de clasificación de enfermedades no coinciden completamente
en los requisitos exigidos para operacionalizar el término, sin embargo,
es de universal aceptación que la demencia no es parte inevitable del
envejecimiento, no siempre implica deterioro global de la función inte-
lectual, ni siempre está deteriorada la memoria.
A continuación, se exponen dos de los criterios para diagnosticar
demencia más utilizados.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales
de la Asociación Americana de Psiquiatría, en su quinta versión (DSM-5),
ha propuesto sustituir el término demencia por el de Trastorno Neurocog-
nitivo Mayor, cuyos criterios diagnósticos se exponen en el cuadro 1 (7).
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En cambio, los criterios de National Institute of Aging y Alzhei-
mer´s Association (NIA/AA) (8) para el diagnóstico de demencia de cual-
quier causa, señalan que se diagnostica demencia cuando hay síntomas
cognitivos o conductuales que presentan las características enunciadas
en el cuadro 2.
TIPOS DE DEMENCIAS
Una vez establecido el diagnóstico de demencia, el segundo
paso consiste en identificar alguna de las múltiples causas probables,
momento en el cual son útiles diferentes clasificaciones que pueden re-
sultar orientadoras acerca del origen.
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A continuación, se mencionan algunos aspectos clínicos genera-
les de las condiciones demenciantes más relevantes, tanto por su preva-
lencia como por su impacto clínico y social.
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Debido al envejecimiento poblacional, su prevalencia se ha incre-
mentado dramáticamente lo que la ha transformado en un problema ma-
yor de salud pública. Aunque la edad es el principal factor de riesgo, esta
no es suficiente por sí misma, de modo que antecedentes familiares de de-
mencia similar, el síndrome metabólico, historia de episodios depresivos,
sordera y traumatismos de cráneo, son también considerados gravitantes.
Desde un punto de vista neuropatológico, se estima que el de-
pósito amiloídeo, característica patológica central para el diagnóstico
confirmatorio junto a la agregación de proteína tau, comenzaría hasta 20
años antes del desarrollo de los síntomas clínicos.
Aunque el deterioro de memoria desde el comienzo es la carac-
terística más prominente de la clásica forma amnésica, existen algunas
variantes infrecuentes tales como la variedad frontal (más comportamen-
tal), la atrofia cortical posterior (más visuoespacial) y la variante logopé-
nica (más afásica) que siempre hay que tener presente en el diagnóstico
diferencial.
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La EA constituye, a lo menos, el 50% de todos los casos de de-
mencia y el criterio diagnóstico más utilizado es el NIA-AA que ha reco-
nocido últimamente el valor de los biomarcadores, aunque también son
muy empleados los criterios del DSM-5.
Para efectos prácticos, hay que recordar que los síntomas prin-
cipales de la EA se pueden resumir como:
DEMENCIA VASCULAR
Se estima que constituye cerca del 25% del total de las demen-
cias. Los criterios diagnósticos para deterioro cognitivo vascular, de cual-
quier origen, están basados en la presencia concomitante de deterioro
cognitivo y enfermedad vascular, más el juicio clínico de que dicha enfer-
medad vascular está provocando directamente el deterioro intelectual y
funcional. El término deterioro cognitivo vascular, implica muchas causas
vasculares y abarca todo el espectro de severidad, desde deterioro cog-
nitivo leve hasta demencia.
La localización, el tamaño, el número y la severidad de las lesio-
nes deben ser tomadas en cuenta cuando se consideran las consecuen-
cias cognitivas de infartos u otras lesiones cerebrovasculares.
Signos y síntomas que pueden acompañar el deterioro cognitivo
vascular incluyen marcha de tipo frontal, parkinsonismo, apatía, depre-
sión, incontinencia urinaria, espasticidad, hiperreflexia y signos de libe-
ración frontal. La angiopatía amiloídea es también una causa de deterioro
cognitivo vascular, con efectos independientes del grado de patología
Alzheimer acompañante.
En términos de tratamiento, los pacientes debieran privilegiar
las medidas de prevención secundaria para ACV, controlando cuidadosa-
mente todos los factores de riesgo.
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En síntesis, las características clínicas más remarcables del de-
terioro cognitivo vascular son:
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En relación con la demencia por cuerpos de Lewy, son atributos
clínicos importantes de recordar:
• Fluctuaciones diarias en el nivel de alerta y signos parkinsonianos
como rigidez, lentitud de movimientos, temblor y pobreza expresiva.
• Alucinaciones visuales e ideas delirantes muy frecuentes.
• Presencia de disfunción autonómica, caídas o lipotímias.
• Atrofia global a la neuroimagen.
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Los rasgos principales de las DFT son:
DEMENCIA MIXTA
En ocasiones, combinaciones clínicas y neuropatológicas de dos
subtipos de demencias pueden ser encontradas en un mismo paciente,
con cierto predominio del fenotipo de uno u otro, haciendo artificiales los
límites rígidos entre estas enfermedades.
Por ejemplo, en la práctica clínica es muy frecuente el hallaz-
go concomitante, en la neuroimagen, de atrofia cerebral propia de un
proceso degenerativo y alteraciones microangiopáticas subcorticales o
infartos lacunares, lo que permite especular un mecanismo mixto como
explicación del deterioro cognitivo en estos casos.
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DEGENERACIÓN CÓRTICO BASAL (DCB)
Desde un punto de vista clínico, la DCB se clasifica como un par-
kinsonismo atípico y desde el punto de vista molecular corresponde a lo
que se denomina una taupatía lo cual quiere decir que dentro de su etio-
patogenia se considera esencial la agregación patológica de la proteína
tau dentro de las neuronas. Es una enfermedad poco frecuente, de curso
lentamente progresivo, que suele comenzar en la quinta o sexta década
de la vida. Su modo de presentación habitual es rigidez o distonía de una
extremidad, asociada a un deterioro cognitivo de tipo frontal, terminando
con severa demencia, parkinsonismo y postración.
SINDROME DE DOWN
Más de la mitad de las personas con síndrome de Down desarro-
llarán demencia de tipo Alzheimer después de los 50 años, posiblemente
debido a que la trisomía del cromosoma 21 conduce a una hiperexpre-
sión del gen que codifica la proteína precursora del amiloide, dando ori-
gen ulterior a las placas neuríticas características de la neuropatología
de Alzheimer. El principal desafío en estos pacientes será determinar el
momento en que comienza el deterioro cognitivo en quien ya presentaba
una discapacidad intelectual. Lo más característico, al inicio, serán los
cambios en la vida diaria y en los hábitos de trabajo.
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deterioro cognitivo e incontinencia urinaria. Su tratamiento considera la
instalación de una derivación ventrículo peritoneal para descomprimir.
El éxito del tratamiento dependerá de cuan temprano sea su abordaje,
pudiendo en algunas ocasiones revertir total o parcialmente la sintoma-
tología, no así en casos de abordaje más tardío. Se ha observado que en
caso de existir remisión parcial de síntomas, esta es mayor en relación a
la incontinencia urinaria, trastorno de la marcha y menos en lo cognitivo.
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En la evaluación y control de personas con demencia es impor-
tante establecer la etapa evolutiva de la enfermedad y para esto se han
empleado diversas escalas de severidad, considerando variables cog-
nitivas y/o funcionales. De hecho, el Mini-Mental State Examination o
MMSE (11) puede ser utilizado como una medida general para ubicar al
paciente en etapa leve, moderada o avanzada. Sin embargo, las 2 esca-
las más utilizadas son la Escala de Deterioro Global de Reisberg (GDS)
(12) y el Clinical Dementia Rating (CDR) (13). En la primera se establecen
estadíos del 1 al 7, es decir, desde cognición normal hasta deterioro muy
severo como se aprecia en el cuadro 3, y en la segunda, las personas se
clasifican del 0 al 3, progresando desde lo cognitivamente sano hasta la
demencia severa (2).
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- Un defecto objetivo de memoria únicamente se observa con una entrevista in-
tensiva.
- Aparece un decremento de los rendimientos en situaciones laborales o sociales
exigentes.
- La negación o desconocimiento de los defectos se hace manifiesta en el paciente.
- Los síntomas se acompañan de ansiedad discreta-moderada.
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GDS-6 Defecto cognitivo grave
Corresponde con una demencia en estadio moderadamente grave:
- Ocasionalmente puede olvidar el nombre del cónyuge, del que, por otra parte,
depende totalmente para sobrevivir.
- Desconoce los acontecimientos y experiencias recientes de su vida.
- Mantiene cierto conocimiento de su vida pasada, pero muy fragmentario.
- Generalmente desconoce su entorno, el año, la estación, etc.
- Puede ser incapaz de contar desde 10 hacia atrás, y a veces hacia adelante.
- Requiere cierta asistencia en las actividades cotidianas.
- Puede tener incontinencia o requerir ayuda para desplazarse, pero puede ir a
lugares familiares.
- El ritmo diurno está frecuentemente alterado.
- Casi siempre recuerda su nombre.
- Frecuentemente sigue siendo capaz de distinguir entre las personas familiares y
no familiares de su entorno.
- Presencia de cambios emocionales y de personalidad bastante variables, como:
a) Conducta delirante: puede acusar de impostora a su esposa(o), o hablar con
personas inexistentes, o con su imagen en el espejo.
b) Síntomas obsesivos, como actividades repetitivas de limpieza.
c) Síntomas de ansiedad, agitación e incluso conducta violenta, previamente
inexistente.
d) Abulia cognitiva, pérdida de deseos, falta de elaboración de un pensamiento
para determinar un curso de acción propositivo.
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