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EVOLUCIÓN DE LA UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL EN LOS

ORDENAMIENTOS JURÍDICOS DE PORTUGAL Y BRASIL

EVOLUCIÓN DE LA UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL EN LOS ORDENAMIENTOS


JURÍDICOS DE PORTUGAL Y BRASIL
Revista dos Tribunais | vol. 913/2011 | p. 195 - 232 | Nov / 2011
DTR\2011\4776

María Nieves Martínez Francisco


Profesora Doctora del Instituto de Estudios Bursátiles de Madrid - Universidad Complutense de Madrid. Abogada.

Área do Direito: Internacional; Processual


Resumo: El presente artículo se ocupa de la evolución de la unificación jurisprudencial en Brasil y Portugal, como dos
ordenamientos jurídicos con la misma raíz romano-germánica han originado respuestas diferentes ante los mismos
problemas.

Palavras-chave: Fuentes del derecho - Modelo continental - Precedente - Jurisprudencia - Modelos de Unificación
Jurisprudencial
Abstract: This article is a study about the jurisprudence evolution in Brazil and Portugal, the same juridic root has
been produce different answers.

Keywords: Law sources - Continental law - Case law - Jurisprudence Models


Sumário:

1. INTRODUCCIÓN - 2. EL ORIGEN COMÚN DE PORTUGAL Y BRASIL - 3. PORTUGAL - 4. BRASIL

1. INTRODUCCIÓN
La búsqueda para encontrar una vía de unificación de la doctrina jurisprudencial en los ordenamientos jurídicos de los
Estados que pertenecen al modelo continental genera una serie de controversias y vicisitudes (recordemos que en
este modelo jurídico no existe la figura del “precedente vinculante” propio de los modelos anglosajones) que cada
Estado trata de resolver de acuerdo a las características y peculiaridades de su ordenamiento jurídico.
Al analizar las diferentes vías seguidas para conseguir la anhelada unificación doctrinal, encontramos que existen
grandes diferencias entre los distintos Estados. La idiosincrasia de cada Estado juega un papel primordial a la hora de
desarrollar, en un modelo jurídico hostil a aceptar figuras jurídicas con fuerza de ley, una vía enfocada a conseguir la
unificación jurisprudencial.
En el caso de Portugal y Brasil podremos comprobar como dentro de un mismo modelo jurídico (continental), existen
diferentes vías para tratar de lograr la ansiada unificación jurisprudencial.
La rigidez del modelo romano-germánico donde rige la primacía de la ley provoca que jueces y magistrados no
encuentren una herramienta jurídica específica a la que puedan recurrir cuando sientan la necesidad de unificar
criterios para evitar controversias interpretativas que puedan dar lugar a la temida inseguridad jurídica; o cuando se
enfrentan a una figura delictiva nueva que les obliga a concertar pautas interpretativas etc. Esta carencia de una figura
jurídica que promueva la unificación jurisprudencial en el modelo continental, explica que el Poder Judicial de cada
Estado utilice las herramientas que crea conveniente para lograr este fin.
No es pues tarea fácil adentrarse dentro de los distintos ordenamientos jurídicos en busca de las vías utilizadas para
conseguir la unificación jurisprudencial.
Comenzaremos analizando el derecho portugués que a su vez dio origen al nacimiento del derecho brasileño,
pudiendo constatar como de una misma raíz jurídica han surgido modelos y vías diferentes para afrontar el problema
interpretativo, con resultados divergentes.
2. EL ORIGEN COMÚN DE PORTUGAL Y BRASIL
El interés de lograr una homogeneización en la aplicación e interpretación de las leyes ha sido una aspiración
constante a lo largo de la historia del derecho luso y ha tenido la singularidad, a consecuencia del desembarco de los
portugueses en Brasil en el siglo XVI, de haber transferido su Cuerpo Legal y organizativo al nuevo Estado, sirviendo
de punto de partida para la formación de nuevas figuras jurídicas, debiendo el derecho brasileño el origen de la
súmula vinculante (denominación de la figura jurídica de unificación jurisprudencial) al derecho lusitano.
Resulta formativo comprobar partiendo de las raíces históricas de ambos países cómo ha ido evolucionando la
unificación jurisprudencial de manera tan divergente, factores tanto ideológicos como humanos o geográficos han
influido en el desarrollo de las diferencias de ambos ordenamientos jurídicos.
3. PORTUGAL
El derecho portugués de inspiración romano-germánica, otorga primacía a ley como principal fuente de derecho,
siendo la Constitución la que ostenta el máximo rango dentro de la jerarquía legal. 1
Las fuentes del derecho luso se recogen en su Código Civil (LGL\2002\400), Capítulo I, art. 1.°, reconociendo como
fuentes directas, la ley y las normas corporativas, cuya validez depende de su conformidad con la Constitución, según
el art. 3.° de la CRP. 2 Los usos y costumbres, no son fuente directa de derecho, mas, cuando no sean contrarios a los
principios de la buena fe y cuando la ley lo determine pueden tener relevancia normativa (CCP art. 3.°). 3 La
jurisprudencia hasta el año 1995 operaba excepcionalmente como fuente de derecho, cuando el STJ, dictase un
assento de fixação de jursiprudência, para revolver un conflicto de interpretación jurídica. Debido a la gran
controversia que originaba esta figura jurídica, el Tribunal Constitucional estimó esta práctica inconstitucional. Por
último el art. 4.° del CCP reconoce como fuente de derecho indirecta, la equidad, estableciendo que los Tribunales
pueden resolver de acuerdo al principio de equidad cuando haya alguna disposición legal que lo permita; también,
cuando haya acuerdo entre las partes y sea posible por el contenido de la relación jurídica, y, finalmente cuando las
partes hayan pactado el recurso de equidad previamente. 4
En la actualidad está vigente la Constitução da República Portuguesa de 1976, de 02 de abril, promulgada después de
la llamada “Revolución de los Claveles de 25.04.1975”, que dio fin a cuarenta y un años de dictadura Salazarista; 5 un
largo periodo durante el cual las libertades individuales y derechos fundamentales, habían sido duramente reprimidos,
lo cual determinó que en la elaboración constitucional se mantuviera latente el espíritu revolucionario, dedicando una
importante parte de la Carta Magna (LGL\1988\3), a establecer controles al Poder del Estado, con el fin de evitar
futuras revisiones o modificaciones que pudieran reducir los derechos fundamentales del individuo.
La historia del constitucionalismo portugués, se ha caracterizado por haber estado dominada de rupturas o
discontinuidades formales de sus Constituciones; pudiendo aplicarse el código binario continuidad discontinuidad al
derecho constitucional: estaremos ante una discontinuidad formal cuando la nueva Constitución rompa con el orden
constitucional anterior, cuando siga las líneas de su precedente existirá continuidad constitucional. 6
La variabilidad del contenido constitucional material ha sido una constante a lo largo de la historia lusa. Dicha
mutabilidad junto a cuarenta y un años de un régimen totalitario con los derechos fundamentales cercenados, dio lugar
a que se generara un acontecimiento revolucionario como el de 1974, que provocó cambios drásticos en el plano
político y social, incluyendo un cambio integral del gobierno; se produjo una transformación radical de las líneas
ideológicas constitucionales, que imbuiría en el nuevo texto parte del espíritu revolucionario, asegurando la
instauración de los principios democráticos: proclamando la independencia nacional, la libertad y fraternidad del
pueblo portugués, nació la nueva Carta Magna (LGL\1988\3) con vocación de mantener una continuidad uniforme, no
lograda anteriormente, intentando conseguir una unidad legislativa y reforzar la seguridad jurídica de sus principios
fundamentales. 7
La función del Poder Judicial manifestada en la CRP art. 202, consiste principalmente en interpretar y aplicar la ley de
8
acuerdo a derecho. El principio de independencia de los Tribunales está reconocido en el art. 203 de la CRP,
estableciéndose en el art. 216 una enumeración minuciosa de sus garantías e incompatibilidades. 9 Una de las
peculiaridades del sistema constitucional portugués es la de otorgar competencia para resolver la constitucionalidad
de las leyes a todos los Tribunales; que tanto por impugnación de las partes, ex officio por el juez o por el Ministerio
Público, resolverán la cuestión de inconstitucionalidad de las normas aplicables al caso concreto sometido a la
decisión judicial; la mayoría de la doctrina portuguesa considera que en la actualidad para el sistema jurídico
portugués, todos los Tribunales, sin excepción, son “órganos de justicia constitucional”. 10
La independencia personal de los jueces viene reconocida en el Capítulo III de la CRP, denominado “del Estatuto de
los jueces”, arts. 215 a 218, en los cuales se propugna la magistratura de los Tribunales judiciales, las garantías e
incompatibilidades de los jueces, la nominación, colocación, transferencia y promoción de los mismos y se define el
Consejo Superior de Magistratura; el art. 216 de la CRP, regulando las garantías e incompatibilidades de los jueces
reviste a los mismos de independencia personal garantizando su inamovilidad. 11 El Estatuto de los Magistrados
Judiciales es desarrollado por la Ley 21/1985, de 30 de julio, la cual en su art. 4.° declara la independencia de los
magistrados, los cuales deben juzgar de acuerdo a la Constitución y a la ley, sin estar sujetos a ordenes o
instrucciones, salvo las decisiones proferidas en vía de recurso por los Tribunales superiores. 12
El Tribunal Constitucional, es el tribunal al cual compete específicamente administrar justicia en materias de
naturaleza jurídico-constitucional (CRP art. 221); la CRP dedica su Título VI “ Tribunal Constitucional”, de la Parte II a
formular su definición, composición, estatuto de los magistrados, competencia, organización y funcionamiento,
encomendando mediante Ley Orgánica la misión de desarrollar el contenido de la organización, funcionamiento y
proceso del Tribunal. La Lei sobre organização, funcionamento e processo do Tribunal Constitucional 28/1982, de 15
de noviembre, desarrolla los preceptos constitucionales. 13
El STJ, es el órgano superior dentro de la jerarquía de los Tribunales judiciales (CRP art. 209), con competencia en
todo el territorio nacional y cuyas decisiones no se pueden recurrir por un Tribunal jerárquicamente superior, sin
perjuicio de la competencia propia del Tribunal Constitucional (CRP art. 210); su funcionamiento está desarrollado por
la Lei de Organização e Funcionamento dos Tribunais judicial, la cual dedica su Capítulo III al STJP, 14 el STJP
comprende tres Secciones: civil, penal y social y además una Sección para juzgar los recursos de las deliberaciones
del Consejo Superior de la Magistratura (LOFTJ art. 27); la composición de la Sala, regulada en el art 28 de la Ley,
puede ser formada por el Pleno del Tribunal, por Secciones especializadas y por Secciones; el Pleno del Tribunal se
constituye con todos los jueces que componen sus Secciones y puede funcionar al menos con las tres cuartas partes
de los jueces en ejercicio; entre las competencias del Pleno, figuran las de juzgar los recursos de las decisiones
proferidas por el Pleno de las Secciones Penales, así como la habilitación para dictar una decisión de unificación de
jurisprudencia, cuando ante dos decisiones del STJP, en procesos distintos, sean contradictorias en el modo de
interpretar las leyes aplicables, regulándose el proceso dentro de los términos de la Ley Procesal. 15
En el ámbito del derecho penal, el Código de Processo Penal (LGL\1941\8), en su art. 11, al enumerar las
competencias del STJP le atribuye la de unificar jurisprudencia; dentro del Título II “ Dos Recursos Extraordinários”,
Capítulo I “ Da Fixação de Jurisprudência”, (arts. 437 a 448), regulando un recurso extraordinario para la unificación
jurisprudencial, cuando se dé el caso dentro de una misma legislación, de que el STJP dicte dos acórdãos (reciben
esta denominación los actos judiciales decisorios cuando son dictados por un Tribunal Colegiado) contradictorios
sobre la misma cuestión de derecho; en ese caso la ley contempla un recurso contra el Pleno das Secções Criminais,
del acórdão dictaminado en último lugar; también es admisible recurso, con algunas limitaciones, cuando un Tribunal
de Relação, dicte un acórdão que sea contradictorio con otro dictado por la misma o diferente relação o por parte del
STJP. 16 El recurso puede ser interpuesto por los asistentes o por la parte civil y es obligatorio para el Ministerio
Público (art. 437.5 del CPPP). El recurso de Fixação de Jurisprudência no tiene efecto suspensivo (art. 438.3) y
cuando lo recibe el STJP, es enviado primero al Ministerio Público, y posteriormente remitido al juiz relator (juez a
quien el proceso le fue atribuido y tiene la labor de hacer su seguimiento durante todo el proceso) para su examen;
una vez concluido se remite con vista al Presidente del STJP, para que siga el procedimiento (art. 440 del CPPP). El
recurso es visto por el Pleno das Secções Criminais, presidido por el Presidente del STJP, quien dirige los trabajos, su
voto desempata en los casos de no conseguirse mayoría (art. 443 del CPPP).
Una vez dictado el acórdão, éste es publicado inmediatamente en el Diário da República y enviado a los Tribunales de
Relação, para su inscripción en el libro de registro correspondiente. 17
La decisión del STJP para resolver el conflicto no constituye jurisprudencia obligatoria para todos los Tribunales
judiciales, pero éstos cuando difieran del STJP, deben fundamentar sus divergencias relativas a la jurisprudencia fijada
en el acórdão. La decisión tomada por el STJP, sólo tiene eficacia en el proceso en el cual el recurso fue interpuesto y
en los procesos cuya tramitación esté suspendida por haberse interpuesto previamente recurso con idéntica cuestión
(art. 445 del CPPP). La ley contempla también para el caso de desacuerdo con el contenido del acórdão, un recurso
extraordinario de decisión proferida contra la jurisprudencia fijada por el STJP, en el art. 446 del CPPP, el cual estipula
el plazo para interponer el recurso, quién puede promoverlo y advierte que el STJP puede limitarse a aplicar la
jurisprudencia fijada, debiendo proceder al examen de la misma sólo si entiende que el caso concreto aporta
elementos nuevos.
Finalmente, el art. 447 del CPPP, regula los recursos de interés para la unidad de derecho, los cuales pueden ser
interpuestos por el Procurador General del Estado; siempre que tenga razones para creer que una jurisprudencia ha
sido sobrepasada, puede interponer recurso para su revisión, teniendo que alegar las razones y el sentido en que la
jurisprudencia acordada debería ser modificada. 18
A pesar de ser uno de los primeros estados que aplicó la figura jurídica de unificación jurisprudencial en su seno, el
ordenamiento jurídico portugués en la actualidad no contiene una figura jurídica que pueda semejarse a los Acuerdos
del Pleno de la Sala 2.ª del Tribunal Supremo Español; la unificación jurisprudencial en el derecho luso ha ido pasando
por diversas fases y filtros; actualmente cuando surgen diferencias a la hora de aplicar derecho ante un conflicto de
opiniones divergentes, se sirve el derecho luso del sistema de recursos extraordinarios para la unificación de doctrina,
que acabamos de ver, sin vinculación para los Tribunales y resolviendo caso a caso.
A continuación se hará un análisis de la evolución de esta figura.
3.1 Unificación de jurisprudencia en el derecho portugués. Evolución
Como anteriormente se ha mencionado, el interés de lograr una homogeneización en la aplicación e interpretación de
las leyes, ha sido una aspiración constante a lo largo de la historia del derecho luso.
El Reino de Portugal se constituye en el siglo XII, después de haber estado sometido a la ocupación musulmana
seguida por la ocupación española. Una vez alcanzada la independencia, el nuevo Estado siguió luchando para
expulsar a los musulmanes de los territorios que todavía ocupaban, mas para asegurar la continuidad de la tierra
reconquistada se alejaron del sistema de organización feudal, viéndose en la necesidad de crear instituciones
municipales, jerárquicamente organizadas, donde la soberanía correspondía exclusivamente al Rey, que era a su vez
considerado el juez supremo; las leyes eran las mismas para todo el reino. 19
La preocupación de aplicar un cuerpo jurídico único en todas las provincias del nuevo estado, rigiendo las mismas
leyes, usos, costumbres, y procedimientos legales, caracteriza ya desde un primer momento el ordenamiento jurídico
portugués que desde su nacimiento está imbuido de un espíritu de unidad jurídica, a la vez centralizada y controlada
por el Rey; a diferencia de lo que en esos momentos ocurría en España donde dicha unidad jurídica era inexistente,
ya que las distintas provincias que componían el Reino de España se regían por leyes, usos y costumbres diferentes.
El Estado portugués desde sus comienzos se caracteriza por tener un cuerpo jurídico único, fundamentado en el
mantenimiento de la unidad territorial y el bien común, tratando de evitar discrepancias que puedan dar lugar a
escisiones territoriales; en ese contexto la interpretación uniforme de las leyes tiene una importancia fundamental, con
el fin de evitar diferencias significativas en las resoluciones jurídicas que podrían producir resultados desiguales e
injustos entre los ciudadanos, dañando la paz social. 20
Las primeras manifestaciones escritas de esa voluntad unificadora datan del siglo XV, inspiradas en un sentimiento
nacional eminentemente portugués y queriendo diferenciar su legislación de la española; se recogen en una de las
primeras recopilaciones de las leyes del reino, llamadas Ordenações Afonsinas,21 en ellas se planteó por primera vez
la necesidad de lograr una aplicación e interpretación uniforme de la ley con el fin de garantizar la hegemonía de la
misma. 22 Don João I en su Carta Regia de 18.04.1426, en forma de lo que hoy se denominaría una exposición de
motivos, explica las medidas tomadas para lograr la unificación de criterios jurisprudenciales, con el objetivo de
conseguir una “jurisprudencia unívoca”; son pues las inquietudes del Rey Don João I las que inducen al nacimiento de
las primeras manifestaciones de la unidad interpretativa de la Ley. 23
Una revisión de las Ordenações Afonsinas mandada por el Rey Don Manuel, dio lugar a las llamadas Ordenações
Manuelinas, en la que además de nuevas incorporaciones de leyes decretales, se estableció la aplicación de penas a
los jueces que no aplicaran las Ordenações, propugnándose que las dudas en la interpretación de la ley, debían ser
llevadas al tribunal más alto de la jerarquía judicial llamado “ Casa da Suplicação”, para así fijar la interpretación de la
ley; de esta manera se trasfiere al Tribunal la labor que venía ejerciendo el Rey. 24
La primera manifestación en la práctica de esta tendencia unificadora surge pues, en la “ Casa da Suplicação”,
especie de Alto Tribunal donde se acudía en última instancia para la resolución de conflictos que no habían podido ser
resueltos siguiendo el sistema instituido de fuentes de derecho. El Tribunal establecía una interpretación “auténtica” de
las leyes que hubiesen suscitado incertidumbres. Sus decisiones esclarecedoras eran denominadas “ Assentos da
Casa da Suplicação” cuyo contenido tenía fuerza de ley y carácter vinculante para futuros casos análogos. De esta
forma los assentos se convierten en jurisprudencia obligatoria. 25 La tendencia a una interpretación uniforme de las
leyes no se orientaba tanto a proteger los derechos individuales de las partes del proceso, sino al beneficio común, a
través de la “inteligencia general y perpetua de la ley”. 26
En el siglo XVIII bajo el reinado de el Rey Don José I, el Marquês de Pombal, publica la “ Lei da Bõa Razão
(18.08.1769)” la cual confiere a los assentos la autoridad máxima en la interpretación del derecho y eleva esta figura a
la categoría de ley, obligando a su vez a los jueces a recurrir a los assentos para dirimir sus conflictos. 27
3.2 Consagración y extinción de los “assentos”
El Código Civil (LGL\2002\400) portugués de 1967 en su art. 2.° atribuyó a los assentos fuerza obligatoria general, lo
cual suscitó una importante polémica doctrinal en torno a su constitucionalidad, al considerarse que la fuerza de ley
que investían los assentos suponía una invasión de las competencias del Poder Legislativo. 28 En el año 1994 el
Tribunal Constitucional portugués declaró la inconstitucionalidad del art. 2.ª del CCP, mas sólo en parte, dejando
vigente el mantenimiento de la doctrina contenida en los assentos, con fuerza vinculativa restringida. La reforma
procesal del año 1995 extinguió definitivamente la institución jurídica de los assentos, siendo sustituidos por la figura
de los acórdãos para uniformização de jurisprudência, regulados en el artículo 732-A del Código Procesal Civil
portugués, denominando así a los dictámenes proferidos por el STJ reunidos en Pleno de todas las secciones civiles,
cuando fuere conveniente asegurar una jurisprudencia uniforme; de esta manera, algunos de los efectos beneficiosos
que producían los assentos, como la uniformidad jurisprudencial y la certeza del derecho aplicado, son obtenidos
actualmente a través de los recursos de “revisión ampliada” regulados en el Código Procesal Civil y en el Código
Procesal Penal. 29
El Tribunal Constitucional también se pronunció sobre la inconstitucionalidad de los assentos en el Acórdão 743/1996
– Processo 240/1994, de 18.09.1996, declarando la inconstitucionalidad, con fuerza obligatoria general, de la norma
del art. 2.° del Código Civil (LGL\2002\400), en la parte que atribuye a los Tribunales competencia para fijar doctrina
con fuerza obligatoria general, por violación del art. 115, n. 5 de la Constitución que propugna: “ninguna Ley puede
crear otras categorías de actos legislativos o conferir a actos de otra naturaleza el poder de, con eficacia externa,
interpretar, integrar, modificar, suspender o revocar cualquiera de sus preceptos”. 30
El Tribunal Constitucional portugués efectuó un análisis de la controversia doctrinal en torno al instituto de los
assentos, destacando que “la fijación de doctrina, con fuerza obligatoria general, operada a través de los assentos,
trasluce la existencia de una norma jurídica con eficacia erga omnes”; también ponía el Alto Tribunal de manifiesto que
por vía del assento interpretativo la norma aprobada sufre una “profunda recomposición: es una norma nueva, que
pasa a existir en el derecho positivo”. Fundamentando la razón de inconstitucionalidad de la institución de los
assentos, esclarece que la Constitución no prohíbe establecer institutos adecuados a la uniformización de
jurisprudencia (siendo esa la primera esencia vocacional de los assentos) mas veda la creación de instrumentos no
previstos en la Constitución que con eficacia externa (y fuerza obligatoria general) interpreten, integren, modifiquen,
suspendan o revoquen normas legales. Consideraba que la norma creada por los assentos se arrogaba el derecho de
interpretación, o integración autentica de la ley, con fuerza obligatoria general, asumiendo naturaleza de actos no
legislativos de interpretación o integración de las leyes lo cual era claramente inconstitucional dado que convertía la
institución de los assentos en verdaderas fuentes del derecho.
La Ley 59/1998, de 25.08.1998 reformó el Código Procesal Penal portugués, precisando que las decisiones del STJ,
al resolver conflictos de jurisprudencia, no constituyen jurisprudencia obligatoria para el resto de Tribunales, si bien
éstos deberán fundamentar las divergencias relativas a la jurisprudencia adoptada en dichas decisiones. 31
En el ámbito penal, después de las reformas procesal y civil del año 1995 y la sentencia del Tribunal Constitucional del
año 1996, la figura de los assentos se extinguió; reforzando su desaparición la reforma procesal penal del año 1998.
El derecho luso de carácter romano-germánico fundamentado en la separación de poderes y altamente garantista,
finalmente se inclinó por la no vinculación de las decisiones jurisprudenciales.
El Código Procesal Penal portugués, contempla un recurso extraordinario de fijación de jurisprudencia, que procede
cuando el STJ, declare dos soluciones opuestas para una misma cuestión de derecho; en tal caso, cabe recurso ante
el Pleno de las Secções Criminais, contra el acórdão que se haya dictado posteriormente; también se admite el
recurso cuando un Tribunal de Relação (Audiencia Territorial) pronuncie un acórdão que esté en contradicción con otro
emitido por distinto Tribunal de Relação o por el STJ, en determinadas circunstancias. 32 La Ley 59/1998 modificando
el CPPP proveyó de un recurso contra las decisiones proferidas contra la jurisprudencia del STJ, siendo competente el
Ministerio Público y el recurso siempre admisible; de manera que en la actualidad cuando en el seno del STJP surjan
ante una misma cuestión dos decisiones contradictorias, se podrá someter al Pleno la materia, el cual emitirá un
acórdão de unificador da jurisprudência, sin fuerza vinculativa general. 33
Junto a lo anteriormente expuesto, cabe destacar que los Tribunales son independientes y están solamente sometidos
al imperio de la ley, garantizando su autonomía el hecho de que no deban recibir órdenes de nadie. El juez en la
aplicación de derecho al caso concreto, está participando en el proceso constitutivo de la jurisprudencia vigente, y sus
decisiones tienen que ser objetivas, racionales y adecuadas práctico-normativamente, no debiendo ejercer su función
mecánicamente o por razón de indicadores externos que perturben su formación de criterio. 34 En la experiencia
jurídico-legislativa la constitución del derecho es anterior y autónoma al problema de su aplicación, lo cual implica que
existen una serie de factores determinantes que tienen que converger para poder determinar una aplicación correcta
del derecho. 35 Frente al carácter inarticulado y espontáneo del proceso en el horizonte de la experiencia jurídica
consuetudinaria, nos encontramos con una forma organizada deliberadamente para constituir una normatividad
jurídica, con las siguientes características. En primer lugar, el derecho se convierte en normas o reglas que definen
criterios abstractos susceptibles de regularlos racionalmente. En segundo lugar, esas normas presuponen una
decisión y la racionalidad que las instruye las inserta en un cuadro sistemático concreto. Además, en tercer lugar, esas
normas tratan de innovar, transformar, alterar o modificar la normatividad jurídica anterior. En cuarto lugar, el
enunciado de las normas tiene una dimensión auténticamente constitutiva y al mismo tiempo, garantiza la racionalidad
perseguida y determinante del carácter hermenéutico-cognitivo del pensamiento jurídico, en que fue creada. Por
último, en quinto lugar, como característica identificativa de la experiencia jurídico legislativa, las normas o reglas
tienen tras ellas un poder que asume cierta estrategia que concurre para la politización del derecho. De lo
anteriormente expuesto se puede inferir que cuando se producen controversias jurídicamente relevantes, es la
resolución jurídico-decisoria la que está constituyendo el derecho. 36
Dentro de la teoría de la constitución del derecho, la jurisprudencia concurrió para dar lugar a una situación paradójica:
uno de los principios estructurales del positivismo era el deber de obediencia a la ley por parte de los Tribunales, mas
la lógico-deductiva aplicación de la ley, no era suficiente para garantizar la deseable unificación jurisprudencial, debido
a que en virtud del carácter abstracto y general de la norma aplicada, ésta debía ser interpretada, generando
considerables discrepancias, lo cual podía ocasionar resultados inaceptables, dándose en dos casos normativamente
semejantes soluciones opuestas. El positivismo, no se conformó con estas disparidades jurisprudenciales y procuró
asegurar institucionalmente la unidad jurisprudencial para, de esa manera, combatir el “veneno” de la disparidad
jurisprudencial. 37 En el derecho portugués la fórmula escogida fueron los assentos de fixação de jurisprudência,
teniendo sus raíces en el derecho preconstitucional como hemos visto anteriormente.
Los assentos suscitaron una serie de problemas durante dicha etapa. La actual doctrina portuguesa, al analizar la
derogada figura jurídica, la define de la siguiente manera: “los assentos eran legalmente y doctrinalmente la
prescripción que el STJ, funcionando en Pleno, competía emitir para resolver un conflicto de jurisprudencia,
prescripción que se venía a traducir, en la conservación de la doctrina o posición jurídica, por la que el Tribunal se
decidiese en la solución de ese conflicto, con un enunciado normativo con “fuerza obligatoria general”, constituyendo
por tanto, un “precepto general y abstracto” y en este sentido, la “doctrina” en que el STJ fundaba la decisión que
profería. El assento era un criterio jurídico universalmente vinculante, prescrito por un “órgano judicial” con forma de
ley, en el sentido estricto de norma general o de precepto general y abstracto, que desde su origen tenía propósito de
continuidad y aplicación futura y potencialmente aplicable en el futuro, como cualquier ley, interpretándose en los
términos tradicionales; e incluso cabía la probabilidad de ser objeto de una “aplicación analógica”. 38
Durante la vigencia de los assentos, se atribuía a un órgano judicial, un poder “anómalo”, para aparte de resolver el
caso concreto, prescribir una norma general y abstracta, vinculativa para todas las controversias que en el futuro
pudieran presentarse, con problemas idénticos o análogos.
En nombre de una inadecuadamente entendida “unificación jurisprudencial”, no se vaciló en confiar poderes
legislativos al STJ.39 Para paliar el funcionamiento anómalo de creación legislativa pero conservar una figura jurídica
que resolviese las controversias interpretativas, en el año 1997 el Código de Proceso Penal sustituyó los assentos por
el recurso extraordinario de “ Fixação de jurisprudência”, que como hemos visto anteriormente, sirve para esclarecer
los conflictos de aplicación jurisprudencial, sin producir una norma general y abstracta, carente de fuerza vinculante
para el resto de Tribunales.
3.3 Conclusión
Podríamos concluir diciendo que en el derecho portugués la tradición de unificación jurisprudencial de los assentos ha
pasado de ser una institución de rancio abolengo, a desaparecer.
Mantener la unidad jurídica en todo el Estado fue el objetivo de la casa da suplicação en sus orígenes; después iría
evolucionando paulatinamente adaptándose a los cambios sociales de las diferentes épocas. Durante su larga
existencia el respeto hacia el contenido de los assentos era unánime por parte de todos los Tribunales y operadores
jurídicos.
A pesar de ser el derecho portugués de inspiración romano-germánica, durante siglos nadie cuestionó el papel de los
assentos dentro del ordenamiento jurídico, su fuerza de ley era admitida por todos y no se suscitaba la cuestión de si
eran o no fuentes del derecho. La tradición de la figura jurídica se imponía de forma natural en la práctica jurídica.
La historia jurídica portuguesa influyó profundamente en la historia del derecho brasileño. La institución de los
assentos fue introducida en Brasil en 1500 por Portugal, que instauró la totalidad de su bloque jurídico, con su
organización judicial, principios, garantías etc. Los assentos fueron implantados como una continuación de la práctica
del derecho portugués en ultramar; una vez independiente Brasil, siguió de forma natural evolucionando la institución
jurídica de los assentos, eso sí, por diferentes derroteros.
En Portugal, sólo después de 1974 (revolución de los claveles), comenzó a asomar la inquietud de la validez jurídica
de los assentos, cuestionando si cumplían las garantías constitucionales, las formalidades requeridas, los principios
constitucionales etc., siendo después de un periodo de discusiones y recortes paulatinos en sus efectos, declarados
inconstitucionales en 1996.
En el ámbito penal los assentos de fixação de jurisprudência han pasado a engrosar la lista de de antiguas figuras
jurídicas en la historia del derecho portugués; fueron usados durante décadas para dirimir conflictos interpretativos,
convirtiéndose en fuente de derecho debido a la fuerza de ley y vinculación obligatoria que ostentaban frente a todos
los restantes operadores jurídicos.
El legislador portugués ha sacrificado la agilidad y economía procesal a la seguridad jurídica y los principios
garantistas del Estado de Derecho; con la creación de recursos extraordinarios para solucionar los conflictos
interpretativos que puedan afectar a la unificación jurisprudencial, caso a caso, sin otorgar jamás sus dictámenes
carácter obligatorio y vinculativo para el resto de los Tribunales.
Considero que la vía utilizada por el legislador portugués para conseguir la unificación jurisprudencial ha sido el
respeto a la independencia judicial, al principio de legalidad y al principio de Separación de Poderes, anteponiendo la
seguridad jurídica a cualquier otra fórmula que otorgue capacidad normativa a los Tribunales.
4. BRASIL
Brasil se sitúa dentro del grupo de países cuyo derecho se somete al modelo sistema romano-germánico, debido en
parte a la transmisión integra que efectuó Portugal de su ordenamiento jurídico y su organización judicial, cuando
desembarcó en tierras brasileñas en el año 1500. La historia de dos pueblos se une y la historia jurídica se vuelve
común. 40
Cuando los portugueses desembarcaron en las novas terras, las encontraron desestructuradas y habitadas por
indígenas de diferentes etnias y lenguas, asentados en tribus independientes. No existía un Jefe Supremo o Rey, ni
había ningún tipo de gobierno, carecían de leyes que rigieran la convivencia social (no existía la lectura); no tenían fe,
“sin fe, sin ley, sin rey”; la desobediencia era aceptada en el seno de la comunidad, hasta el extremo de que los hijos
sólo obedecían a los padres si les parecía conveniente; la voluntad individual era totalmente respetada; carecían de
cualquier noción de disciplina y su forma de actuar era imprevisible y anárquica. 41
Una de las características de esas comunidades era la inexistencia del concepto de propiedad privada unido al
desarrollo de un gran sentimiento de comunidad; la solución de conflictos y las reglas de comportamiento se guiaban
por los usos y costumbres de cada tribu o grupo, no existiendo ningún tipo de derecho institucionalizado, ni existía una
organización jurídicosocial. Los antiguos moradores se regían por reglas verbales, diferentes entre las tribus, aunque
podían coincidir en algunos criterios comunes. 42
La solución de conflictos se basaba esencialmente en la venganza privada, orientada al resarcimiento de la víctima,
con criterios variables y sin tendencia de permanencia; también se respetaban las reglas consuetudinarias de origen
místico llamadas “tabúes” que se transmitían verbalmente.
Al encontrar Portugal en su desembarco unas tierras socialmente desestructuradas y carentes de cualquier tipo de
organización judicial, tuvieron que trasladar a las nuevas tierras la organización judicial portuguesa y transmitieron
íntegramente su sistema judicial.
En el momento del desembarco en Brasil reinaba en Portugal Don Manuel I, cuyos intereses de ultramar se fundaban
principalmente en expandir su impero y conseguir las riquezas de las colonias; anteriormente su predecesor el Rey
Don João II, dominado por pensamientos expansionistas de ultramar, convirtió las exploraciones marítimas en una de
las más importantes prioridades de su reinado; con el fin de alcanzar su propósito sostuvo intensas negociaciones con
Castilla y Aragón para conseguir vías exclusivas de navegación en el Atlántico y así poder ampliar sus dominios. El
07.06.1494 firmó junto a los Reyes Isabel y Fernando de Castilla y Aragón, el Tratado de Tordesillas, el cual establecía
un reparto de vías marítimas y futuras tierras por descubrir. 43
En los primeros tiempos de la colonización de Brasil, la metrópoli, Portugal, estaba más interesada en la explotación
de las Indias Orientales, debido al escaso desarrollo encontrado en esta nueva colonia, y a la dificultad de
socialización de la población indígena. Estos factores dificultaron la activación comercial entre la colonia y Portugal;
para el Rey Don Manuel I durante los primeros momentos no fue un objetivo ni una necesidad el instaurar un modelo
social y jurídico concordante con el continental. Sólo cuando llegó el límite de la expansión lusa y otros estados
europeos amenazaron su hegemonía con pretensiones de apoderamiento de las tierras de ultramar, se vio Portugal en
la necesidad de enviar pobladores para que comenzaran a instaurar un modelo social para poder tomar control de los
habitantes y las tierras de la nueva colonia de Brasil. En 1530 es enviada a Brasil una expedición cuya misión era la
colonización, al mando de Martim Alonso Souza, investido de grandes poderes políticos para llevar a buen fin su
propósito. Para lograr la anhelada colonización Portugal va a estimular y liberalizar la iniciativa privada, creando
deliberadamente un feudalismo colonial. 44
La concesión de poderes casi ilimitados que otorgaba Portugal a los nuevos colonizadores tenía como única condición
no poder transferir sus propiedades. Esto promovió que llegase a Brasil un importante flujo de pobladores
portugueses. El sistema utilizado por Portugal fue la entrega de feudos, con diferentes extensiones de terrenos,
siempre respetando los limites acordados en el Tratado de Tordesillas; en total fueron concedidos quince feudos,
entregados a doce capitanes donatarios, los cuales recibieron una carta de donação, que los convertía en poseedores
hereditarios, a cambio de colonizarlo y explotarlo; también recibían los forais que indicaban sus derechos y sus
deberes, entre los cuales comprendía la facultad de ejercer justicia, mas no de manera arbitraria, estaban obligados a
seguir las leyes del reino y las Cartas Forais que delimitaban sus funciones. 45
Debido al declive económico producido en tierras lusas, en 1549 la monarquía portuguesa creyó conveniente
recuperar parte de los privilegios que había concedido a los feudos, nombrando a Tome de Souza 46 como
representante del Rey en Brasil, cuya misión era hacer cumplir las instrucciones que recibía del monarca. Este
nombramiento es el punto de partida de la instauración de una administración dirigida por el gobernador. Se ubica en
la ciudad de San Salvador de Bahía (que se había fundado recientemente); el gobernador era asistido por un ouvidor,
que representaba a la justicia y, a medida de que los asuntos iban aumentando, se creó en 1587 un Tribunal de
relação (Tribunal Supremo) en Bahía; posteriormente se creo otra relação para la zona sur. Los jueces de las
relações, recorrían las capitanías para controlar el ejercicio de la justicia local y examinar las causas de apelación.
En el trato dado a los indios, el Gobernador tenía órdenes de establecer alianzas con los indios, para que colaboraran
a su conversión católica, evitando así su esclavitud, donándoles tierras con vistas a integrar este sector de la
población dentro del sistema productivo. La no esclavización de los indios ha sido en algunos sectores considerada
como una operación de marketing de los jesuitas (la orden jesuita tuvo una gran influencia en el gobierno portugués
hasta la era pombalina), los cuales consideraban que no se debía esclavizar a los indios para así tenerlos libres y
poder captarlos para su catequesis; aprovechar al indígena en la obra de la colonización fue un objetivo primordial del
gobierno portugués. La polémica creada en torno al trato dado a los indígenas americanos, ha dado lugar a distintas
posturas y ha generado muchos ríos de tinta. 47
A pesar de las limitaciones para evitar abusos impuestas por el Rey portugués, debido a la orografía del territorio y la
dificultad de acceso a las zonas del interior brasileño, los ricos propietarios agrarios que habitaban en el interior,“los
poderosos do sertâo”, controlaban a su conveniencia a la administración y a la justicia. 48
La organización judicial transferida de la Corte portuguesa a Brasil, no difería de la que existía en Portugal: la Casa da
Suplicação, el Desembargo do Paço etc.; en Brasil surgió la figura del Ouvidor Geral que ejercía funciones judiciales;
en agosto de 1833 el Desembargo do Paço fue extinguido pasando sus atribuciones a la Secretaría del de Estado de
Rio y de los Negócios Eclesiásticos e da Justiça. En ese periodo ya empezaban a ser frecuentes las quejas contra la
lentitud del funcionamiento de la justicia, su exceso de burocracia y su corrupción. 49
Durante el periodo colonial que abarca de 1500 a 1822, estuvieron vigentes las Ordenações Manuelinas (1520-1603)
y las Ordenações Filipinas (1603-1822) complementadas posteriormente por leis extravagantes, y todas ellas
adaptadas a las características de la colonia.
Durante el imperio portugués, la unificación jurisprudencial en Brasil, se regia por los assentos de origen portugués,
regulados por diversas leyes, siendo la más importante la Lei 2.284, de 23.10.1875, en la cual se reconocía la validez
de los assentos da Casa da Suplicação. Después de la instauración de la Casa da Suplicação de Rio de Janeiro a la
que le fue atribuida la potestad de pronunciar assentos y hasta la época de la independencia, el Dec. 6.142, de
10.03.1876 , estableció que, para que fueran reconocidos, era indispensable que las sentencias causantes de la
divergencia ya hubiesen sido proferidos en procesos concluidos y que la divergencia se tratara o bien del objeto de
derecho en tesis o en una disposición de ley, no siendo admisible la aplicación del assento a hechos distintos; esta ley
en su art. 3.° advertía que los assentos no podían perjudicar a los casos ya juzgados contra o conforme a la doctrina
que establecieran. 50
En septiembre de 1822, se produce la independencia de Brasil y a partir de ese momento la historia jurídica se
escinde de la de Portugal y comienza un camino separado. Brasil, debido a su enclave geográfico permaneció alejado
de las influencias europeas del momento, no sufriendo los cambios político-jurídicos que azotaban a Europa y que
originaron grandes cambios en el seno de las instituciones jurídicas portuguesas; Brasil conservó un sistema jurídico
próximo al de la vieja tradición portuguesa, las Ordenações Filipinas continuaron en vigor, por fuerza de Ley de
20.10.1823 manteniendo su vigencia hasta el 01.01.1917, fecha de entrada en vigor del Código Civil (LGL\2002\400)
brasileño promulgado en 1916. 51
La necesidad de institucionalizar la unificación de criterios jurisprudenciales no surge hasta la década de los 60 y es
en ese momento cuando aparecen las primeras manifestaciones de crear una figura jurídica autónoma que sirviese
para concentrar las decisiones jurisprudenciales uniformes. La creación de la figura jurídica “ súmula” cuyo fin era
unificar las decisiones judiciales diseminadas sobre asuntos reincidentes, con una uniformidad en la interpretación, y
dar a conocer la línea o inclinación jurisprudencial del Tribunal, fue promovida por la Comissão de Jurisprudência del
STF, en 1963. 52
Partiendo Portugal y Brasil de un mismo cuerpo jurídico de unificación de criterios jurisprudenciales ( assentos da
Casa da Suplicação), ha seguido una evolución y desarrollo diferente en cada país, siendo en la actualidad en Brasil
la súmula una importante figura jurídica, de amplia aplicación mientras que en Portugal los assentos han pasado a la
historia.
Es pues la súmula, la figura jurídica encargada de plasmar en su contenido las decisiones judiciales uniformes sobre
una determinada materia, con el fin de dar a conocer a los demás Tribunales, órganos y operadores jurídicos, la línea
jurisprudencial seguida sobre una determinada materia.
4.1 Unificación de jurisprudencia en el derecho brasileño: súmula vinculante
Se puede definir la súmula vinculante como la síntesis o enunciado de un entendimiento jurisprudencial extraído de
reiteradas decisiones en el mismo sentido. 53 Estrictamente las súmulas editadas por el STF pueden ser vinculantes o
no vinculantes, dependiendo si han guardado estrictamente el procedimiento para su creación que impone la Ley
11.417/2006, de 19.12.2006, la cual regula el art. 103-A de la CF/1988 (LGL\1988\3) de Brasil; consecuentemente
todas las súmulas anteriores a la Ley del 2006 no son vinculantes.
Existen en el derecho brasileño dos tipos de súmulas llamadas súmula vinculante y súmula impeditiva de recurso,
diferenciándose, en que la vinculante es aquélla que sólo puede ser emitida por el STF y la impeditiva de recurso la
54
que puede ser creada tanto por el STF como por el STJ; siendo reconocida esta figura jurídica, en el Código
Procesal Civil, art. 518.1, estipulando:
“El juez no admitirá el recurso de apelación cuando la sentencia estuviere en conformidad con súmula del Superior
Tribunal de Justicia o del Supremo Tribunal Federal.”
Otra diferencia importante entre ambas, estriba en que la súmula vinculante vincula al juez que está obligado a
respetarla, y la súmula impeditiva de recurso no limita la actividad jurisdiccional, pudiendo el juez decidir contra la
súmula, decidiendo de acuerdo a su libertad de criterio, en cuyo caso no se admite recurso de apelación.
A causa de la positivación de está figura jurídica, para conocer su funcionamiento y requisitos, hay que acudir a la Ley
11.417/2006, que la regula.
El objeto del contenido de la súmula vinculante, viene establecido en el art. 2.°. 1.°, conviniendo:
“El enunciado de la súmula tendrá por objeto la validez, la interpretación y la eficacia de las normas determinadas,
sobre las que haya, entre Órganos Judiciales o entre esos y la Administración Pública, controversia actual que acarree
una grave inseguridad jurídica y relevante multiplicación de procesos sobre idéntica cuestión.”
Como se puede apreciar en el contenido del art. 2.°, se presta igual relevancia a la inseguridad jurídica, producida por
jurisprudencia contradictoria que al número de procesos que puedan producirse debido a las controversias
jurisprudenciales.
También exige el art. 2.° un mencionado quórum para la aprobación o revisión de la súmula:
“Art. 2.° El Supremo Tribunal Federal podrá, de oficio o a instancia de parte, después de reiteradas decisiones sobre
materia constitucional, publicar enunciado de súmula, que, a partir de su publicación en imprenta oficial, tendrá efecto
vinculante en relación con los demás órganos del Poder Judicial y de la Administración Pública directa e indirecta, en
las esferas federales, estatales y municipales, bien como proceder a su revisión o cancelación, en la forma prevista en
esta Ley.”
Art. 2.°, 3.° “La emisión, revisión o cancelación de enunciado de súmula con efecto vinculante dependerá de la
decisión tomada por 2/3 (dos tercios) de los miembros del Supremo Tribunal Federal, en Sesión Plenaria.”
Art. 2.°, 4.° “En el plazo de diez días después de la Sesión que lo emita, revise o cancele el enunciado de súmula con
efecto vinculante, el Supremo Tribunal Federal hará publicar, en sección especial del Diário da Justiça e do Diário
Oficial da União, el enunciado respectivo.”
El proceso de creación y publicación de la súmula vinculante está dotado de un procedimiento formal y con garantías
cuantitativas en la aprobación de la súmula, dos tercios, para garantizar la mayoría del Tribunal ante la cuestión
controvertida, así como su obligada publicación en los Diarios Oficiales, un procedimiento rígido, donde no se deja
posibilidad a la improvisación. Con este artículo parece que se ha querido dotar a la súmula vinculante de los
principios y garantías que ostenta la ley.
Para conocer quienes están legitimados para incoar el proceso de la súmula vinculante, hay que acudir al art. 3.° de la
Ley 11.417/2006. 55
Los efectos producidos por la súmula vinculante vienen determinados en el art. 4.° de la Ley 11.417/2006, en virtud del
cual la súmula vinculante tiene efecto inmediato, pudiendo restringir sus efectos, por razones de seguridad jurídica o
de especial interés público, siempre que se consiga un especial quórum dentro del STF. 56
El art. 5.° de la mencionada Ley regula su propia modificación o derogación. En el mismo se contempla que cuando
surja una modificación o una derogación de la Ley 45/2004, en la que se estableció la creación de la Ley 11.417/2006
el propio STF, de oficio o por petición, procederá a su modificación o cancelación; considerando que una vez
extinguida la causa, se extinguen sus efectos.
Cabe destacar la prohibición contemplada en el art. 6.° de la Ley 11.417/2006, de suspender el proceso de concreción
de súmula vinculante una vez empezado, en caso de que surja una propuesta de edición, revisión o derogación del
enunciado de la súmula vinculante, simultáneamente, dando de esta manera un plus de seguridad y prioridad a las
expectativas de la interpretación uniforme.

Siguiendo la sistemática seguida por la Ley 11.417/2006, el art. 7.° 57 aborda la posibilidad de reclamación. Cuando
una decisión judicial o un acto administrativo sean contrarios al contenido de una súmula, se les niegue vigencia o
sean aplicados indebidamente, cabrá reclamación al STF, el cual podrá decidir que sea aplicada o no según el caso
que interese.
Para poder crear una súmula vinculante, es necesario que la controversia que haya generado la interpretación de la
norma tenga carácter actual e interés vigente, siendo necesario que en el momento de publicar la súmula, sea
relevante su aplicación: es la denominada “controversia actual”. Esta exigencia de actualidad en el contenido de las
súmulas, no pretende sino evitar, la pérdida de tiempo y esfuerzos en regular cuestiones jurídicas sin interés práctico.
También pueden surgir controversias entre órganos judiciales o entre éstos y la Administración Pública. Se requiere
que la controversia sea contemplada por órganos judiciales diferentes, o un órgano judicial y una Administración
Pública, teniendo que especificar que no están permitidas las divergencias suscitadas entre Administraciones
Públicas. Otra vez el carácter práctico del derecho brasileño se inclina por la optimización de los recursos, evitando
con la prohibición de elevar a petición de creación de una súmula, la controversia nacida dentro del seno de las
Administraciones Públicas, pérdidas de esfuerzo, tiempo y medios, debiendo éstas resolver en su seno las
divergencias ocasionadas por su labor interpretativa, lo que puede fundamentarse en la unidad de régimen interno al
que están sometidas.
Como justificación de la existencia de la súmula, Luiz Flávio Gomes considera que la controversia generada por la
interpretación de una norma acarrea inseguridad jurídica, lo cual causa infinidad de perjuicios junto a una relevante
multiplicación de procesos sobre idéntica cuestión; 58 y precisa la extensión de la vinculación producida por la súmula,
la cual considera que no se constriñe solo al sentido de la súmula (a su tenor interpretativo-descriptivo e imperativo),
sino también a los fundamentos invocados para su aprobación. Los fundamentos emitidos en las decisiones que
autorizan la creación de la súmula también son vinculantes, añadiendo que no se puede confundir eficacia erga
omnes con efecto vinculante. La eficacia erga omnes es aquella de la decisión frente a todos (no se refiere a los
fundamentos de la decisión) y efecto vinculante es la eficacia de la decisión y la de sus fundamentos, que en el caso
de las súmulas vinculantes es la eficacia del sentido interpretativo e imperativo junto a la vinculación de los
fundamentos que originaron la súmula, lo que provoca que nadie puede cuestionar (en casos concretos), ni el sentido
interpretativo e imperativo de la súmula ni los fundamentos invocados para crearla. Cabe preguntarnos ¿puede
vincular la súmula a los órganos del Poder Judicial? La respuesta debe ser afirmativa, su eficacia vinculativa abarca a
todos los jueces, Tribunales y a las diferentes Secciones del STF, también a las Administraciones Públicas, abarcando
la esfera federal, estatal y municipal. Mas el Poder Legislativo queda fuera de la esfera vinculativa de la súmula, ya
que puede por Ley o por enmienda constitucional, aprobar un nuevo texto contra el sentido de la súmula. Ahora bien,
cabría preguntarse que ocurriría si la enmienda constitucional fuese inconstitucional. Flávio Gomes, responde a esta
cuestión diciendo que en ese caso sería posible presentar una acción directa de inconstitucionalidad siendo el STF el
que vería el asunto; lo que implica que la súmula seguiría vigente hasta un dictamen del STF; por último añadir que el
Poder Legislativo cuando cumpla funciones como Administración, estará vinculado a la súmula vinculante.
Para que ostente su eficacia la súmula deberá ser impresa en el Diario Oficial y una vez publicada su vigencia será
inmediata.
De acuerdo a la esencia y al contenido de la Ley 11.417/2006, se puede precisar que las características de la súmula
vinculante son dos: por un lado, su carácter imperativo (imposición de un determinado sentido normativo, que debe
ser acogido de forma obligatoria); por otro, su coercibilidad (si no se observa su interpretación cabe reclamación ante
el STF). No importa quien no observe la interpretación, tanto el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo o el Poder
Legislativo (en los casos que cumpla funciones de la Administración), cabe reclamación en todas las hipótesis; si se
considera procedente la reclamación el STF determinará el efectivo cumplimiento de la súmula.
Ante la cuestión de si el juez que alude a una súmula vinculante en su sentencia, debe fundamentar su decisión,
responde Flávio Gomes, que efectivamente debe demostrar que sus fundamentos del caso concreto coinciden con los
fundamentos de las decisiones que autorizaron la creación de la súmula vinculante; el juez no podrá en ningún caso
decidir en sentido contrario a la súmula vinculante, ya que si lo hiciera, cabría reclamación al Tribunal Supremo, el cual
anularía la decisión del juez. Todo lo que contradiga el contenido de la súmula vinculante, no tendrá valor.
En el derecho brasileño la institución de las súmulas vinculantes, ha provocado tradicionalmente una importante
polémica dentro de la doctrina, existiendo dos corrientes con fundamentos divergentes. J. A. Delgado, hace un
interesante análisis de las distintas posturas existentes, considerando que estamos viviendo en un mundo de
transformaciones y que la creación del derecho solucionando conflictos ha de hacerse de manera estable; considera
que el derecho sumular concretiza el derecho de situaciones reales; unifica el entendimiento de la voluntad de las
leyes; aumenta la confianza en las decisiones judiciales; acelera la solución de los conflictos; disminuye la burocracia
procesal; disminuye el trabajo de los Tribunales. El autor concluye afirmando que la idea de que sólo la ley deber ser
vinculante no debe ser considerada de modo absoluto y que las decisiones judiciales que se repiten, formando
jurisprudencia acatada por los miembros del Poder Judicial, después de un largo proceso de investigación
perfeccionado con los debates, debe ser seguida por los que son responsables de la aplicación de la norma legislada.
59

Una parte de la doctrina disiente de la figura jurídica de la súmula; afirma que la aprobación de las súmulas implica:
primero: una violación del principio de separación de poderes, al otorgar función legislativa al Poder Judicial; segundo:
otorgar naturaleza autoritaria a la institución de la súmula, apartando a los jueces de ejercer libremente sus
atribuciones constitucionales de interpretar y aplicar la ley al hecho concreto; tercero: concentrar en los Tribunales, el
derecho de decidir sobre la voluntad contenida en la norma legislada; cuarto: convertirse en impedimento creativo de
los jueces de Tribunales inferiores, dificultando de esta manera la evolución de la jurisprudencia. La otra corriente
apoya su existencia, su validez, eficacia y efectividad, arguyendo: primero: la figura jurídica de la súmula vinculante
tiene como finalidad la de proporcionar estabilidad y previsibilidad en las decisiones del Poder Judicial, imponiendo
seguridad jurídica tanto a las personas físicas como jurídicas cuando se vean inmersas en un conflicto; segundo: la
súmula garantiza la agilidad en la prestación jurisdiccional y produce una disminución del número de procesos en los
Juzgados de 1.ª Instancia y en el resto de Tribunales; tercero: La finalidad de la súmula, debe alcanzar también a la
60
Administración, revelando su vocación de valorar la dignidad humana y la ciudadanía. Dentro de esta corriente se
61
destaca la opinión de Rangel Dinamarco, quien considera de gran utilidad la figura jurídica de la súmula para paliar
los problemas ocasionados por la “angustiosa realidad” producida por la acumulación de procesos pendientes de
resolver en todas las jurisdicciones, poniendo de ejemplo que en ese momento había en Brasil más de dos millones y
medio de procesos pendientes, con una plantilla total de jueces en todas las jurisdicciones de no más de seis mil,
siendo la relación juez-ciudadano en Brasil de uno por más de veinticinco mil, mientras que en países como por
ejemplo Alemania la relación es de uno por aproximadamente cuatro mil (los datos estadísticos utilizados son del año
1986). En la actualidad en Brasil la situación ha empeorado significativamente. Rangel Dinamarco considera que los
beneficios ocasionados por la utilización de la súmula vinculante compensan con creces los problemas de seguridad
jurídica que pudieran ocasionarse, y que hasta la aparición de esta figura jurídica, no había existido ninguna propuesta
viable para reducir significativamente la proporción de casos pendientes.
Han sido numerosos los autores que han evaluado favorablemente la súmula vinculante, efectuando rigurosos análisis
y manifestaciones doctrinales para rebatir las posturas disidentes; entre estos se encuentra Daniel Amorim
Assumpção Neves, 62 el cual ante la afirmación de que la súmula vinculante provoca una invasión del Poder Judicial
en el Poder Legislativo violando la Constitución, rebate esta postura afirmando que tanto él como el resto de la
doctrina defensista de la súmula vinculante, consideran que la tradicional separación de poderes debe ser entendida
de una manera menos rígida que la adoptada por Montesquieu; esa rigidez de la división de poderes no sería
compatible con los tiempos actuales y menos aún con el ordenamiento brasileño; continua afirmando el autor que aún
siendo innegable que los Poderes deben mantener su independencia en relación de unos a otros, deben
interconectarse, so pena de correr el riesgo de que el Estado no consiga gobernar en su plenitud debido a los
perjuicios de los Poderes considerados aisladamente; el ejercicio de algunas funciones características de otros
poderes sería, además de permitido, necesario para el buen funcionamiento de los Tres Poderes y el Estado como un
todo; como colofón del criterio mantenido por este autor opina que: “hoy, en tanto que la división rígida de estas
funciones ha sido superada, debido a que en el Estado contemporáneo, cada uno de estos órganos está obligado a
realizar actividades que típicamente no serían suyas”.

Contrario a la adopción de la súmula vinculante, Castilho Chirini Junior, 63 considera que esta figura puede ser usada
por el Gobierno Federal para imponer a toda la sociedad, vía Poder Judicial, un determinado entendimiento
jurisprudencial, que transmitan pretensiones meramente políticas, sin olvidar que la independencia y la libertad de la
magistratura está anclada de manera indeleble en el espíritu del Estado Democrático de Derecho, no siendo posible
que los jueces de primera Instancia se conviertan en esclavos de los Tribunales superiores sin, como mínimo
transformar este Estado en uno autoritario; prosigue afirmando, que la adopción del efecto “vinculante” de la
jurisprudencia convertiría en letra muerta el principio de due process of law, proclamado en la Constitución Federal,
una vez que el efecto vinculativo obligatorio negaría la defensa a quienes no participaran en el proceso, que no
producirían pruebas; que no serían llamados a defenderse, a través de la negativa de su acceso a la justicia,
apartando sus derechos de la apreciación jurisdiccional; o en escasos casos, donde la parte insistiera en pedir tutela
judicial, el proceso finalizaría con una sentencia apenas fundamentada formalmente, lo cual también contradice a la
Constitución Federal, haciendo inviable la doble instancia judicial, una vez que el resultado del recurso sería
previamente conocido; añadiéndose a esto la generación de una supervalorización del Poder Judicial, lo cual no
concuerda con la armonización de los Tres Poderes. 64 Resalta el autor el peligro que podría originar el efecto
vinculante, posibilitando la producción de un “Crimen de la Hermenéutica”, ya que el juez podría ser condenado por
disentir del contenido sumular. En su crítica el mencionado autor considera que la adopción del efecto “vinculante” es
una manera de recortar el avance de los derechos fundamentales, convirtiendo el Poder Judicial en una “brazo” del
poder Ejecutivo; afirma que tratar de solucionar problemas de retrasos en la aplicación de justicia, recortando
derechos fundamentales de los ciudadanos, no soluciona un problema, que estriba principalmente en la insuficiencia
tanto de magistrados como de funcionarios públicos en general; no obstante no niega el carácter útil de la súmula
vinculante, aplicada a materias administrativas, tributarias y prevencionistas; concluyendo, que aún en los casos
donde pudiera admitirse el efecto vinculante, debería, existir un mecanismo que permitiese una revisión “real” de la
súmula, debido al carácter dinámico y evolutivo del derecho.
Ramos Tavares, plantea la cuestión de cual es la función y por tanto los límites del Poder Judicial en relación a la
aplicación de la súmula vinculante. Considera que el tema reabre la discusión sobre la legitimidad y separación de
poderes, y que muchos autores creen en la existencia de un cercenamiento de la independencia del juez; a lo que
responde el autor que: el respeto a la libertad de convicción de la magistratura, en referencia al acatamiento del
contenido de la súmula vinculante, debería ponderarse que el juez siempre tendrá que aplicar o no una determinada
súmula a un caso concreto (operación de verificación), lo cual es ampliamente reconocido en los precedents del
derecho norte-americano; también la propia súmula puede ser interpretada, porque su forma es escrita, como las
leyes en general; lo cual llevaría a la inexistencia del cercenamiento de la libertad del juez. 65 Considera el autor, que
hay riesgos, pero que no hay que dejar de asumirlos en la búsqueda de un sistema que se base menos en la suerte
(lotería de pensamientos jurídicojudiciales divergentes en relación con temas ampliamente debatidos) y más en la
previsibilidad, propia de la finalidad que atribuye y justifica el derecho. Encuentra el mayor problema de la súmula
vinculante, en lo que denomina “mecanismo de auto-imposición dependiente”, porque el incumplimiento de la súmula
impone una actuación sucesiva y costosa al STF, transformándose en una especie de oficial de ejecución de sus
propias decisiones.
Otros autores, consideran la súmula vinculante positiva para el funcionamiento del aparato judicial brasileño y
destacan como puntos beneficiosos que las decisiones judiciales una vez que se unifican en su interpretación y
forman jurisprudencia ésta debe ser estable, con el fin de que la sociedad sepa las pautas a seguir y conozca la
posición de los Tribunales ante una determinada regla genérica; consideran que la adopción de un mecanismo de
precedentes vinculantes, nominado súmula vinculante, traerá a la sociedad brasileña mayor estabilidad
jurisprudencial, seguridad jurídica, previsibilidad con respecto a las decisiones judiciales. Ante la cuestión de qué debe
hacer el juez que sea disconforme con el contenido de una súmula, si debería abstenerse o mostrar su
disconformidad, concluyen que deberá resolver su punto de vista en cuestión separada, pero ante el caso en cuestión
debe mantener el criterio adoptado por la Corte y aplicar la posición mantenida por la súmula vinculante.66
Por otro lado, algunos autores consideran que la súmula vinculante, está dotada de una naturaleza jurídica “híbrida”,
interpuesta entre lo abstracto de los actos legislativos y lo concreto de los actos jurisdiccionales, en la medida en que
posibilita la producción de normas jurídicas abstractas y generales, si bien necesita para su promoción de los casos
juzgados anteriormente. 67
4.2 Conclusión
Para concluir podríamos decir que la gran controversia que provoca la figura de la súmula vinculante dentro de la
doctrina brasileña, con puntos de vista totalmente antagónicos y la gran cantidad de autores que se manifiestan sobre
la misma, no hace más que demostrar la importancia de este mecanismo unificador en el seno del derecho brasileño.
De un lado la súmula vinculante facilita la agilidad de los Tribunales y la disminución de casos que tienen que recurrir
a una segunda instancia al conocer de antemano la posición por parte de la jurisprudencia sobre un determinado
asunto, lo cual hace bastante atractiva esta figura jurídica. No hay que olvidar que en la actualidad en Brasil hay un
grandísimo número de asuntos pendientes en los Tribunales que tardarán años en poder ser vistos, lo que provoca un
rechazo por parte de la sociedad a la maquinaria judicial brasileña. También existe el convencimiento de muchos del
difícil acceso a la justicia por parte de los ciudadanos que sienten se está cercenando parte de sus derechos
fundamentales; y es dentro de esta línea de opinión donde entraría la posición de la doctrina favorable a la súmula
vinculante, puesto que si los Tribunales fueran más ágiles por la disminución de casos, (solución que pretende la
mencionada figura), los ciudadanos perjudicados podrían ser atendidos y oídos, las interminables listas de espera a
ser juzgados disminuirían significativamente, lo que produciría un efecto de mayor salvaguarda de los derechos de los
ciudadanos.
Por otra parte, la utilización de la súmula vinculante, produce una merma de derechos en el ámbito del poder de
decisión de jueces y Tribunales, debido a que el ordenamiento jurídico brasileño es de inspiración romanogermánico,
modelo en el cual el imperio es la ley. Jueces y Tribunales deben estar sometidos a ella, ostentando total
independencia en el desempeño de su labor, sin injerencias externas ni internas, teniendo que respetar la clásica
separación de poderes. Dentro de la línea defensora del modelo continental, estricta sin lugar para la existencia de
figuras jurídicas con fuerza de ley, se situaría la parte de la doctrina contraria a la súmula vinculante.
En la actualidad, el uso de la súmula vinculante dentro del ordenamiento jurídico brasileño, imponiendo su contenido a
Tribunales y demás órganos así como a operadores jurídicos, produce un cambio convulsivo dentro del sistema
judicial brasileño y más específicamente en el modelo de fuentes del derecho, al elevar la jurisprudencia a fuente del
derecho, pasando de mera orientadora de las líneas interpretativas en la aplicación del derecho a ser productora real
del mismo, lo que provoca que el juez se convierta en legislador y la producción de leyes pierda su formalismo, para
convertirse en una figura flexible, sin los controles constitucionales existentes y necesarios para otorgarle legalidad.
La utilización de la súmula vinculante está aproximándose a la figura del precedent de los sistemas anglosajones, con
el inconveniente de que en el sistema anglosajón el juez puede apartarse del precedent, cuando concurran
determinadas circunstancias (invocando las distinctions), y en la aplicación de la súmula vinculante el juez que
disienta del contenido de la misma deberá aplicarla “obligatoriamente” y después podrá presentar una instancia con su
discrepancia al Tribunal superior. 68
Sin lugar a dudas la súmula vinculante es un instrumento eficaz para resolver determinados asuntos puntuales
interpretativos, pero a mi juicio, es una figura jurídica muy rígida, que no guarda los formalismos propios del modelo
continental, no preserva el principio de legalidad ni la independencia judicial e impide el desarrollo natural del derecho.
Los distintos modelos analizados ponen de manifiesto la idiosincrasia de cada Estado.
Portugal, el primer Estado en recoger dentro de su ordenamiento jurídico una figura de unificación jurisprudencial (
assentos) con eficacia erga omnes, a pesar de haber aplicado los criterios jurisprudenciales de los assentos a lo largo
de un importante periodo de tiempo y haber servido como punto de partida en Brasil para la formación de la súmula
vinculante, no ha tenido inconveniente en considerar inconstitucionales a los assentos por que quebrantaban el
principio de separación de poderes, anteponiendo el Estado portugués el principio de legalidad a la tradición jurídica.
Brasil, a pesar de haber partido de la figura de los assentos para construir la súmula vinculante, su evolución y
resultados han sido completamente opuestos a su homónimo portugués. La súmula vinculante es en la actualidad una
figura jurídica al uso, con un acogimiento favorable por gran parte de la doctrina, que considera la utilización de las
súmulas vinculantes una herramienta eficaz para el buen desarrollo de la justicia brasileña, considerando su mayor
ventaja la agilización de los Tribunales. Los sacrificios de “seguridad jurídica” que producen las súmulas vinculantes, al
otorgar a jueces y Tribunales poderes cuasi legislativos, son asumidos por gran parte de la doctrina como un mal
menor en comparación con el gran beneficio que se obtiene de su uso. Un sector de la doctrina es contrario al uso de
las súmulas vinculantes, al menos con el efecto vinculativo erga omnes que tienen, pero la realidad es que
actualmente esta figura jurídica está completamente integrada dentro del ordenamiento jurídico brasileño.
A mi juicio, Brasil se está alejando del modelo continental al no respetar el principio de separación de poderes. La
independencia judicial esta aniquilándose, de una manera aún más severa que en el modelo anglosajón, donde el juez
puede abstenerse de aplicar el “precedente” si tiene buenas razones para ello. Tal vez, esté naciendo un nuevo
modelo jurídico a causa de la incompatibilidad de la aplicación del modelo continental en el seno de un Estado con
una problemática de acumulación masiva de casos que hace previsible que muchos de ellos no lleguen nunca a los
Tribunales, creando indefensión y una clara inseguridad jurídica para el ciudadano. La necesidad de una justicia
rápida y eficaz se vuelve un objetivo primordial en el Estado brasileño, pero en mi opinión, las modificiones del sistema
jurídico deben hacerse respetando los principios constitucionales, ya que de otra manera, los resultados que en un
primer momento pueden ser eficaces y rápidos, pueden convertirse en un arma peligrosa; por que, por ejemplo, podría
ser declarada inconstitucional la figura de la súmula vinculante generando un caos jurídico en aquellos supuestos que
hubiese habido un perjuicio al reo. En mi opinión, creo que Brasil debería realizar modificaciones legislativas para que
la súmula vinculante pueda operar con todas las garantías necesarias dentro del Estado de Derecho.

1 Constitução da República Portuguesa de 1976, art. 3.° (Soberanía y legalidad): “1. La Soberanía, una e indivisible,
reside en el pueblo, que la ejerce según las formas previstas en la constitución. 2. El Estado está subordinado a la
Constitución y se fundamenta en la legalidad democrática. 3. La validez de las leyes y de los demás actos del Estado,
de las regiones autónomas, del poder local y de cualquier otra entidad pública depende de su conformidad con la
Constitución”. Cfr. Canotilho, José Joaquim Gomes; MOREIRA, V. Constituição da República (LGL\1988\3)
Portuguesa. Lei do Tribunal Constitucional. 8. ed. Coimbra: Coimbra Ed., 2005. p. 10.

2 El art. 1.° del Código Civil (LGL\2002\400) portugués dispone: “1. Son fuentes directas de derecho las leyes y las
normas corporativas. 2. Se consideran leyes todas las disposiciones genéricas emanadas de los órganos estatutarios
competentes; son normas corporativas las reglas dictadas por los organismos representativos de las diferentes
categorías morales, culturales, económicas o profesionales, en el dominio de sus atribuciones, bien como los
respectivos estatutos y reglas internas. 3. Las normas corporativas no pueden contrarias las disposiciones legales de
carácter imperativo”; La Constituição da República (LGL\1988\3) Portuguesa, manifiesta en su art. 3.°, 3: “La validez
de las leyes y de los demás actos del Estado, las regiones autónomas, del poder local e de cualquier otra entidad
pública depende de su conformidad con la Constitución”.

3 El CCP en su art. 3.ª (valor jurídico de los usos), dice: “1. Los usos que no sean contrarios a los principios de la buen
fe son jurisdiccionalmente atendibles cuando la ley lo determine. 2. Las normas corporativas prevalecen sobre los
usos”.

4 Vid. Prata, A., Dicionátio jurídico: direito civil, directo processual civil e organização judiciária. 5. ed. Coimbra:
Almedina, 2008. vol. I, p. 681.

5 Se denomina la Revolución de los claveles, al golpe de Estado que dieron los militares portugueses el día
25.04.1974 con la finalidad de devolver al pueblo su libertad y las riendas del Estado; Antonio Oliveira Salazar,
instauró en Portugal de 1933 a 1974 un régimen nacionalista y autoritario, dotando un gran poder al Estado y
disminuyendo los derechos individuales, pudiendo clasificarse de fascismo moderado. Durante el periodo dictatorial
estuvo vigente la Constituição Política da República Portuguesa de 1933, creadora del denominado Estado Novo, que
proclamaba el Estado portugués como una república corporativa bajo una idea de Estado fuerte. Oliveira Salazar se
retiró del poder en 1968, debido a problemas de salud y los últimos años de dictadura fueron presididos por Marcello
Caetano, el cual después de la Revolución de 1974 fue destituido de sus cargos y se exiló en Brasil. Sobre el tema:
CANOTILHO, José Joaquim Gomes. Direito constitucional e teoria da Constituição. 7. ed. Coimbra: Almedina, 2003. p.
178 y ss. y 195 y ss.

6 La discontinuidad material constitucional tiene especial relevancia en la Constitución portuguesa vigente; debido en
parte a que históricamente el ciclo constitucional carecía de una evolución material homogénea, las diferentes
constituciones iban rompiendo generalmente las líneas fundamentales de sus predecesoras, convirtiéndose el
constitucionalismo portugués en un sistema mixto, dentro del cual el trato y reconocimiento que se ha dado a la
independencia del Poder Judicial junto con los derechos y libertades no han seguido una recorrido uniforme, pasando
de periodos de carácter democrático a periodos de poder constituyente monárquico, o de poder autoritario –
plebiscitario. Las Constituciones portuguesas a lo largo de su historia han ido rompiendo material y formalmente con
sus antecesoras. La primera Constitución portuguesa data de 1822, instauró una Monarquía constitucional, en la cual
se reconoció los derechos y libertades individuales, la Separación de Poderes y la supremacía del poder legislativo de
las Cortes, la independencia del Poder Judicial es reconocida pero de manera matizada, puesto que la Carta Magna
(LGL\1988\3) nada decía de la inamovilidad e irresponsabilidad de los jueces. La Carta Constitucional de 1826,
atribuyó al Rey el poder soberano del Estado y por primera vez consagró al Poder Judicial su independencia como
derecho fundamental; la tercera Constitución portuguesa fue la promulgada el año 1838 en ella se volvió a la clásica
separación de poderes, se veto al Rey y se restableció el sufragio universal, el Poder Judicial volvió a tener el mismo
tratamiento que en la Constitución de 1822. En 1911 se proclamó la cuarta Constitución, se caracterizó por consagrar
los principios del nuevo régimen, la República, se destaca en ella el reconocimiento de los derechos individuales y la
soberanía de los poderes del Estado, nuevamente emerge el principio de independencia judicial, pero sin estar
plasmado específicamente en el texto constitucional; en el año 1933 se proclamó la Constitución de 11 de abril, en
está ocasión tampoco se consagra el principio de independencia del Poder Judicial, el texto legal marcaría el
nacimiento del denominado Estado Novo, estando vigente hasta la Revolución de abril de 1974. La independencia del
Poder Judicial se consagra como derecho fundamental por primera vez, en la Carta Constitucional de 29.04.1826,
mas a partir de la Constitución de 1838 deja de tener tal consagración hasta el año 1976, en el cual se reinstauró el
principio de independencia del Poder Judicial, en la Constitución vigente; sobre el tema ver CANOTILHO, José
Joaquim Gomes. Direito constitucional… cit., p. 193 y ss.; también: VIEGAS MARTINS AFONSO, O. Poder judicial
independência in dependência. Coimbra: Almedina, 2004. p. 89 y ss.

7 Vid. Canotilho, José Joaquim Gomes; MOREIRA, V. Constituição da República (LGL\1988\3) Portuguesa. Lei do
Tribunal Constitucional. 8. ed. Coimbra: Coimbra Ed., 2005, p. 9.

8 La CRP en su art. 202 (función jurisdiccional), dispone: “1. Los Tribunales son órganos de soberanía con
competencia para administrar justicia en nombre del pueblo. 2. En la administración de justicia incumbe a los
tribunales asegurar la defensa de los derechos e intereses legalmente protegidos de los ciudadanos, reprimir la
violación de la legalidad democrática y dirimir los conflictos de intereses públicos y privados. 3. En el ejercicio de sus
funciones los tribunales tienen derecho a la colaboración de otras autoridades. 4. La ley podrá institucionalizar
instrumentos y formas de composición no jurisdiccional de conflictos”. Vid. Viegas Martins Afonso. Op. cit., p. 25 y ss.

9 Según el art. 203 de la CRP, “los tribunales son independientes y sólo están sujetos a la Ley”.

10 El art. 204 de la CRP refiriéndose a la apreciación de inconstitucionalidad, afirma: “En los hechos sometidos a juicio
no pueden los tribunales aplicar normas que infrinjan lo dispuesto en la Constitución o los principios en ella
consignados”; Vid. Verde, R. El poder judicial en las Constituciones de Portugal y España. Anuario de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Extremadura, n. 21, p. 620 y ss. Espanha: Servicio de Publicaciones de la Universidad
de Extremadura, 2003; Cfr. Vid. Canotilho, José Joaquim Gomes. Direito constitucional… cit., p. 917.

11 Vid. Canotilho, José Joaquim Gomes. Direito constitucional… cit., p. 663.

12 La Ley 21/1985, de 30 de julio, del “Estatuto de los Magistrados judiciales”, dispone en su art. 3.°: “1. Los
magistrados judiciales juzgan sólo según la Constitución y la ley y no están sujetos a órdenes o instrucciones, salvo el
deber de acatamiento de los tribunales inferiores de las decisiones proferidas, en vía de recurso, por los tribunales
superiores. 2. El deber de obediencia a la ley comprende el de respetar los juicios de valor legal, mismo cuando se
trate de resolver hipótesis que no estén especialmente previstas”.

13 Vid. Costa, S. da; Costa e Cunha, R. da. Organização judiciária e estatutos profissionais forenses. 5. ed. Coimbra:
Almedina, 2007. p. 90 y ss.

14 Idem, p. 20 y ss.

15 Vid. Cavaleiro de Ferreira, M. Noções gerais de direito. Localización: [www. geocities.ws/mcavaleirof/ngd.html].

16 El art. 97 del Código de Processo Penal (LGL\1941\8), refiriéndose a los Actos Decisorios del STJP, manifiesta:
“Los Actos Decisorios previsto en el número anterior toman la forma de acordãos cuando hayan sido proferidos por un
Tribunal Colegiado”. Vid. ANTUNES, M. J. Código de Processo Penal (LGL\1941\8). 14. ed. Coimbra: Coimbra Ed.,
2008. p. 54 y 185 y ss.; Los tribunales de relação del sistema judicial portugués son los equivalentes a las audiencias
provinciales españolas.

17 El Código de Proceso Penal dispone en su art. 444: “1. El acordão es inmediatamente publicado en la 1.ª edición
del Diario da República y enviado, por certificado, a los Tribunales de Relação para el registro en sus libros. 2. El
Presidente del Supremo Tribunal de Justiça remite al Ministerio de Justicia copia del acordão acompañada de las
alegaciones del Ministerio Público”. Vid. ANTUNES, M. J. Op. cit., p. 187.

18 Vid. Antunes, M. J. Op. cit., p. 188.

19 Vid. Espinosa Gomes da Silva, N. J. Historia do direito português. Fontes de direito. 4. ed. Lisboa: Fundação
Calouste Guibenkian, 2006. p. 145 y ss.; vid. LAGES DE CASTRO, F. História do direito geral e Brasil. 6. ed. Rio de
Janeiro: Lumen Juris, 2008. p. 270 y 271.

20 Vid. Albuquerque, R. de. História do direito português. Lisboa: Faculdade de Direito, 1983. vol. I, t. II, p. 5 y ss.; Vid.
ESPINOSA GOMES DA SILVA, N. J. Op. cit., p. 274 y ss.

21 Las Ordenações Afonsinas (1446-1447), fueron la primera recopilación de las leyes lusas, durante el reinado de
Don João I comenzó su elaboración, pero tardarían casi cincuenta años en ser finalizadas; en ellas aparece por
primera vez la clasificación de las fuentes del derecho y su jerarquía, que debían seguir el siguiente orden en la
aplicación de la Ley: 1.° Derecho Romano. Aplicado a las “asuntos temporales”, con excepción si incurrían en pecado
que en ese caso deberían ser juzgadas por el derecho canónico. 2.° Derecho canónico. Aplicado a materia espiritual o
temporal (sí en derecho romano incurrían en pecado). 3.° Glosa de Acúrsio, en el caso de no encontrar respuestas
tanto en el derecho romano como en el canónico, se tendría que recurrir a esta Glosa. 4.° Opinión de Bártolo de
Sassoferrato (1313-1357). La auctoritas de este jurista en Portugal tuvo gran influencia y sus opiniones fueron
ampliamente consideradas a la hora de buscar respuesta a los problemas de interpretación legal. El éxito de su
acogida en el seno del derecho portugués, era debido a su sistema metodológico flexible y racional para interpretar los
textos legales y lograr determinar la ratio legis de la norma, alejándose de ese modo del inmovilismo y rigidez de los
glosadores que se mantenían fieles a la literalidad de la ley. 5.° Dictamen del Rey. Por último cuando las discrepancias
entre doctrinas hacían imposible encontrar una solución al conflicto, se acudía al Rey, el cual emitía un dictamen que
tenía fuerza de ley y a partir de ese momento debía ser observado, por todos los operadores jurídicos; sobre el tema
ver LAGES DE CASTRO, F. Op. cit., p. 270 y ss.

22 Vid. Albuquerque, R. De. Op. cit., p. 34 y ss.; vid. Espinosa Gomes da Silva, N. J. Op. cit., p. 307 y ss.; también
sobre el tema; LAGES DE CASTRO, F. Op. cit., p. 272 y ss.
23 Don João I, (Lisboa 1357-1433), hijo ilegítimo del Rey Don Pedro I, accede al la Corona de Portugal a causa de
una crisis dinástica causa por la falta de legítima sucesión; durante su reinado se redefinen las fuentes del derecho,
incorporando las opiniones de Bártolo de Sassoferrato a las fuentes del derecho portugués, justificando su
incorporación a la clasificación en la presunción de racionalidad que tenían sus opiniones; Vid. ESPINOSA GOMES
DA SILVA, N. J. Op. cit., p. 311 y ss.; Vid. Albuquerque, R. de. Op. cit., p. 40 y ss.

24 Don Manuel (1469/1521), llamado el Afortunado, su apoyo fue esencial para la exploración portuguesa de ultramar,
durante su reinado sucedieron importantes acontecimientos, como el descubrimiento de la ruta marítima hacia la India
o el descubrimiento de Brasil en el año 1500; Las Ordenações Manuelinas (1512), creadas para sustituir a las
Ordenações Afonsinas, mantuvieron la misma estructura, en ellas se incluía la corrección y actualización de las leyes,
las cuales fueron reformuladas manteniendo su contenido, adaptando un estilo más conciso y decretatorio, para evitar
confusiones se ordenó que a los tres meses de su publicación se destruyera todos los ejemplares existentes de las
derogadas Ordenações Afonsinas; La “Casa da Suplicação” era el máximo Tribunal del Reino, que en un primer
periodo acompañó a la Corte, afincándose posteriormente en Lisboa. Era el Tribunal que resolvía los problemas
interpretativos de las leyes de todo el Reino, sus dictámenes se denominaban “assentos da casa da Suplicação”,
dictámenes con fuerza de ley que eran registrados en el “Livro dos Assentos”, el cual debía ser respetado y aplicado
por todos los tribunales y demás operadores jurídicos; Vid. Espinosa Gomes da Silva, N. J. Op. cit., p. 330 y ss.; vid.
Albuquerque, R. de. Op. cit., p. 55 y ss.; vid. Lages de Castro, F. Op. cit., p. 277 y ss.

25 Vid. Espinosa Gomes da Silva, N. J. Op. cit., p. 375.

26 Almeida Melo, J. T. de. Súmula vinculante: aspectos polêmicos, riscos e viabilidade. Revista electrónica Idisa –
Instituto de Direito Sanitário Aplicado. Disponible en: [www.idisa.org.br]. p. 2 y ss.

27 Don José I, (1714-1777), durante su reinado invistió de poder al Marques de Pombal, logrando que Portugal se
codeara con las potencias europeas del momento; Lei da Bõa Razão (18.08.1769), también llamada ley pombalina
plasmaba las ideas racionalistas y humanistas del Marques de Pombal (1669-1782) importante estadista, su poder
político otorgado por el Rey Don José I, fue casi absoluto y durante el tiempo que duro su servicio al Rey, fue el
precursor de grandes reformas estatales, tanto jurídicos, como sociales, mercantiles etc., en el campo jurídico sus
ideas racionalistas se plasmaron en la Lei da Boa Razão (18.08.1769) elaborando también un nuevo Código Penal
(LGL\1940\2); Vid. Espinosa Gomes da Silva, N. J. Op. cit., p. 464 y ss.; Vid. Albuquerque, R. de. Op. cit., p. 78 y ss.;
vid. Lages de Castro, F. Op. cit., p. 292 y ss.

28 El art. 2.ª del Código Civil (LGL\2002\400) portugués de 1967 disponía: “En los casos dispuestos por la ley, pueden
los tribunales fijar, por medio de assentos, doctrina con fuerza obligatoria general”.

29 El Dec.-ley 329-A de 12.12.1995, revocó tanto el art. 2.° del Código Civil (LGL\2002\400) portugués, como los
artículos del Código Procesal Civil portugués que regulaban la materia (art. 763 a 770); Según estipula el art. 732-A
(Uniformização de Jurisprudencia) del CPCP: “1. El presidente del Tribunal Supremo de Justicia determina, hasta la
prelación del acórdão, que el recurso se realice con intervención del Pleno de las Secciones Civiles, cuando se revele
necesario o conveniente para asegurar la uniformidad de la Jurisprudencia. 2. El juicio alargado, previsto en el número
anterior, puede ser requerido por cualquiera de las partes o por el Ministerio Público e debe ser sugerido por el relator,
por cualquiera de los adjuntos, o por los presidentes de las Secciones Civiles, designadamente cuando verifiquen la
posibilidad de vencimiento de solución jurídica que este en oposición con jurisprudencia anteriormente firmada, en el
dominio de la misma legislación y sobre la misma cuestión fundamental de derecho”; Vid. Canotilho, José Joaquim
Gomes. Direito constitucional… cit., p. 938 y 939.

30 Acórdão 743/1996 del Tribunal Constitucional, públicado en: Diário da República, n. 165/1996, série I-A del
18.07.1996; por su parte el art. 115 de la CPP (LGL\1941\8) después de la cuarta revisión constitucional de 1997, fue
modificado y renumerado, correspondiendo en la actualidad al art. 112; El Tribunal constitucional en el Acórdão 743/
1996 sintetizó la evolución del instituto de los assentos, recalcando los aspectos más relevantes de los mismos,
destacando que, (a) Los assentos da Casa da Suplicação constituían interpretación autentica de las leyes y tenían
fuerza legislativa; (b) Desde su institución en 1832, hasta la entrada en vigor del Dec. 12.353, de 22.09.1926, el STJ
no disponía de competencia para dictar assentos, solamente podían uniformar jurisprudencia, a través de la
interpretación y aplicación de la Ley en los casos concretos; (c) Se instituyó un recurso innominado de uniformización
jurisprudencial para el Pleno del STJ; (d) La jurisprudencia establecida por esos Acórdãos era obligatoria para los
tribunales inferiores y para el STJ, en cuanto no fuese modificado por otro Acórdão del mismo rango; (e) A pesar del
Dec. 12.353/1926 no se atribuyó, explícita o implícitamente, a estos Acórdãos la designación de assentos, el STJ,
pasó a llamarlos así a partir de diciembre de 1927; (f) El Código do Processo Civil de 1939 consagró la denominación
de assentos para los Acórdãos dictados por el STJ. (g) El Código do Processo Civil de 1961 eliminó la facultad de
modificación de los assentos por el propio STJ. (h) El art. 2.° del Código Civil (LGL\2002\400) de 1967 vino a atribuir a
la doctrina consolidada por los assentos “fuerza obligatoria general”; (i) el Dec.-Ley 47.690, de 11.05.1967, en la
redacción dada al art. 769, n. 2, del Código do Processo Civil eliminó la referencia que se hacia al respecto de la
eficacia de los assentos.
31 La Ley 59/1998, de 25.08.1998 del CPPP, estipuló en su art. 445.3 “La decisión que resuelva el conflicto no
constituirá jurisprudencia obligatoria para los Tribunales judiciales, mas estos deben fundamentar las divergencias
relativas a la jurisprudencia fijada en aquella decisión”.

32 CPPP – Título II – De los Recursos Extraordinarios. Capítulo I – De la Fijación de Jurisprudencia. Art. 437
(fundamento del recurso): “1.– Cuando, en el dominio de la misma legislación, el STJP profiera dos acórdãos que,
refiriendose a una misma cuestión de derecho, asienten soluciones opuestas, cabe recurso, para el Pleno de las
Secções Criminais, del acórdão proferido en último lugar”; dispone el art. 437.2 del CPPP: “Es también admisible
recurso, en los términos del número anterior, cuanto un tribunal de Relação profiera un acórdão que este en oposición
con otro de la misma o diferente Relação, o del STJP, y no fuese admisible recurso ordinario, salvo si la orientación en
aquel acórdão estuviese de acuerdo con la jurisprudencia ya anteriormente fijada por el STJP”.

33 El art. 446 del CPPP afirma: “Recurso de decisión proferida contra la jurisprudencia fijadas por el STJP. 1. Es
admisible recurso directo para el STJP de cualquier decisión proferida contra la jurisprudencia por el dictada. 2. El
recurso puede ser interpuesto por el imputado, por el asistente o por las partes civiles y es obligatorio para el
Ministerio Público. 3. El STJP puede limitarse a aplicar su jurisprudencia, no debiendo proceder a su revisión si
entiende que está ultrapasada”.

34 Vid. Bronze, F. J. Licões de introdução ao direito. 2. ed. Coimbra: Coimbra Ed., 2006. p. 353 y ss.

35 Idem, p. 695.

36 Idem, p. 696 y ss.; ver también: Castanheira Neves, A. As fontes do direito e o problema da positividade jurídica.
Boletim da Faculdade de Direito de Coimbra LI/115 y ss. Coimbra: FDUC, 1976.

37 Vid. Bronze, F. J. Op. cit., p. 702.

38 Vid. Castanheira Neves, A. O instituto dos assentos e a função jurídica dos Supremos Tribunais. Coimbra: Coimbra
Ed., 1983. p. 640 y ss.; Bronze, F. J. Op. cit., p. 704 y ss.

39 Vid. Bronze, F. J. Op. cit., p. 706.

40 Vid. Lages de Castro, F. Op. cit., p. 297 y ss.; vid. JUSTO, A. dos S. O direito brasileiro: raízes históricas. Revista
Brasileira de Direito Comparado 20/4. Rio de Janeiro: Instituto de Direito Comparado Luso-Brasileiro, 2002.

41 Vid. Macedo, J. M. de. Lições de historia do Brasil. Rio de Janeiro: B.-L. Garnier, Livreiro-Editor, 1877. p. 38 y ss.;
también ver: Pessoa Cardoso, A. Desembargo do Paço. Jus Navigandi. n. 1.761. ano 13. Teresina, 27.04. 2008.
Localización: [www.jus.com.br/revista/texto/11195/desembargo-do-paco].

42 Vid. LAGES DE CASTRO, F. Op. cit., p. 297-300.

43 “Don Manuel I (1469-1521), durante su reinado, se vivió la mayor expansión de ultramar de Portugal;
Don João II (1455-1495), Rey con grandes sueños expansionistas, ante el conocimiento de los éxitos obtenidos por
España en el descubrimiento del ‘nuevo mundo’ por Colón, y la bula que el Papa Alejandro VI, (que en esa época era
el arbitro de los reyes cristianos) había concedido al Rey Fernando de España, concediéndole el dominio de todas las
tierras descubiertas y por descubrir, que estuvieran en la parte occidental de una línea imaginaria que cortase el
mundo en dos partes iguales, y que pasaba a cien leguas de las Islas Azores y Cabo Verde, el Rey Don João II
consideró que la bula papal era perjudicial para Portugal, preparando sus tropas para entrar en batalla con España.
Mas las cortes rivales mantuvieron la paz, alcanzando después de intensas negociaciones, el acuerdo plasmado en el
Tratado de Tordecillas el 07.06.1947; El Tratado de Tordecillas firmado el 07.06.1947, por João II y los Reyes Isabel y
Fernando de Castilla y Aragón, plasmó el compromiso de los soberanos de establecer un reparto de las zonas de
conquista y anexión del nuevo mundo, utilizado una línea divisoria del Océano Atlántico y los territorios adyacentes y
en virtud del cual se estableció que Portugal se quedaría con la parte este del mundo y Castilla y Aragón con la parte
oeste”; Cfr. Macedo, J. M. de. Op. cit., p. 4 y ss.

44 Martim Alonso Souza, enviado por el Rey de Portugal don João III, capitaneó 5 barcos con los primeros colonos de
Portugal, fundó la primera colonia São Vicente en 1534.

45 “ Forais: nombre dado en Portugal a los documentos a través de los cuales la monarquía concedía a una persona,
una determina tierra y contenía las normas que regirían las relaciones entre quien recibía y quien donaba: entre los
preceptos estipulados en los Forais, se encuentran los siguientes: libertad y garantía de las personas y los bienes de
la tierra; impuestos; sanciones para delitos y contravenciones; inmunidades; formas de detenciones. Vid. Azevedo, A.
C. do A. Dicionário de nomes, termos e conceitos históricos. Rio de Janeiro: Nova Fronteira, 1990. p. 190; Cartas
Forais: documento que establecia los derechos y deberes de los donatarios, relativos a la exploración de las tierras. El
gobierno portugués no tenía recursos financieros propio para invertir en el proceso de colonización brasileña, por eso,
resolvió implanta un sistema en que esa tares fuese transferida a manos de particulares”; Vid. Bennassar, B. La
América española y la América portuguesa. Siglos XVI-XVIII. 4. ed. Trad. Carmen Artal. Madrid: Ediciones Akal, 2001.
p. 104 y ss.; Vid. Lages de Castro, F. Op. cit., p. 303.

46 Tome de Souza (1503-1579), militar y político portugués, fue nombrado primer gobernador de Brasil.

47 Vid. Lages de Castro, F. Op. cit., p. 306 y 307; Vid. BENNASSAR, B. Op. cit., p. 201 y ss.; vid. CASAS, B. de las.
Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Madrid: Historia Alianza Editorial, 2005. p. 65 y ss.

48 Vid. Bennassar, B. Op. cit., p. 104 a 108; Vid. Pessoa Cardoso, A. Casa da suplicação. Revista Academia Brasileira
de Direito. São Paulo: ABDIR, 30.04. 2008. En: [www.abdir.com.br/doutrina/ver.asp?art_id=1539&orderby=data_
Down&page=2&SearchFor=PESSOA CARDOSO&SearchWhere=autor].

49 “ Desembargo do Paço: era el tribunal Supremo, de gran relevancia en la monarquía portuguesa y fue el antecesor
histórico del STF, fue presidido por el monarca hasta el reinado de D. Sebastião, momento en que sufrió una
transformación y ampliación de funciones. Se considera que fue un órgano más administrativo que judicial, pero nadie
niega que este Tribunal revisaba procesos originarios de la Câmara Civil o de la Casa da Suplicação y que gozaba de
poderes superiores al resto de Tribunales, ya que solucionaba en última instancia, complejas discordias entre gobierno
y justicia; Ouvidor Geral: su función era de representar la administración de justicia real portuguesa, actuando como
juez en nombre del Rey”; Vid. Pessoa Cardoso, A. Desembargo do Paço cit., p. 1 y ss.

50 Vid. Justo, A. dos S. Op. cit., p. 1-5; Cfr. Streck, L. L. Súmulas no direito brasileiro: eficácia, poder e funçao: a
ilegitimidade constitucional do efeito vinculante. 2. ed. rev. Porto Alegre: Livraria do Advogado, 1998. p. 94; Cfr.
Tarcízio de Almeida Melo, J. Súmula vinculante: aspectos polêmicos, riscos e viabilidade. Minas Gerais: Escola
Judicial Desembargador Edésio Fernandes, TJMG p. 2 y 3. Disponible en: [www.idisa.org.br/img/File/
sumulavinculanteTJMG.pdf]; Leis Extravagantes: conjunto de leyes que han pertenecido a una compilación anterior, y
de esta forma continúan en vigor con carácter supletorio, en Portugal aparecen después de las Ordenações Afonsinas,
las Ordenações Manuelinas y las Ordenações Filipinas; Assentos: figura jurídica de origen portugúes, unificadora de
criterios jurisprudenciales.

51 Vid. Justo, A. dos S. Op. cit., p. 9.

52 Vid. Delgado, J. A. Direito sumular. Espécies de súmulas. Súmula de jurisprudência. Súmula impeditiva de recurso.
Súmula vinculante, p. 3. Disponible: [www.stj.gov.br/internet_docs/ministros/Discursos/0001105/DIREITO%20
SUMULAR.S%C3%9AMULA%20DE%20JURISPRUD%C3%8ANCIA.%20
S%C3%9AMULA%20IMPEDITIVA%20DE%20RECURSO%20 E%20S%C3%9AMULA%20VINCULANTE%20-
%20ARTIGO%2-0MAR%C3%87O%202007.doc].

53 Vid. Flávio Gomes, L; Vigo, R. L. Do Estado de Direito Constitucional e Transnacional: riscos e precauções
(navegando pelas ondas evolutivas do Estado, do Direito e da Justiça). São Paulo: Premier Máxima, 2008. p. 75 y ss.

54 Súmula impeditiva de recurso, es aquella que reconoce la Ley 11.276, de 07.02.2006, que modificó el art. 518 del
Código Procesal Civil.

55 El art. 3.° de la Ley 11.417/2006 dispone: “Están legitimados para proponer la emisión, revisión y cancelación de
enunciado de súmula vinculante: I. El Presidente de la República. II. La Mesa del Senado Federal. III. La Mesa de la
Cámara de Diputados. IV. El Procurador General de la República. V. El Consejo General de la Orden de los Abogados
de Brasil. VI. El Defensor Público-General de la Unión. VII. Partido Político con representación en el Congreso
Nacional. VIII. Confederación Sindical o entidad de clase de ámbito nacional. IX. La Mesa de la Asamblea Legislativa o
de la Cámara Legislativa del Distrito Federal. X. El Gobernador del Estado o del Distrito Federal. XI. Los Tribunales
Superiores, o Tribunales de Justicia de los Estados o del Distrito Federal y Territorios, los Tribunales Regionales
Federales, los Tribunales Regionales de Trabajo, los Tribunales Regionales Electorales y los Tribunales Militares”.

56 Art. 4.° de la Ley 11.417/2006, según el cual se estipula: “La súmula con efecto vinculante tiene eficacia inmediata,
mas el Supremo Tribunal de Federal, por decisión de 2/3 (dos tercios) de sus miembros, podrá restringir los efectos
vinculantes o decidir que solo tenga eficacia a partir de otro momento, teniendo en cuenta razones de seguridad
jurídica o de especial interés público”.

57 Según el art. 7.° de la Ley 11.417/2006: “La decisión judicial o el acto administrativo que contraríe el enunciado de
la súmula vinculante, le niegue vigencia o le aplique indebidamente, cabrá reclamación al Supremo Tribunal Federal,
sin perjuicio de los recursos u otros medios admisibles de impugnación. 1.° Contra la omisión o acto de la
Administración pública, la reclamación sólo será admitida después de agotar las vías administrativas. 2.° Al juzgar
procedente la reclamación, el Supremo Tribunal Federal anulará el acto administrativo o casará la decisión judicial
impugnada, determinando que otra sea dictada con o sin la aplicación de la súmula, conforme al caso”.
58 Vid. Gomes, L. Flávio; VIGO, R. L. Op. cit., p. 77.

59 Vid. Delgado, J. A. Op. cit., p. 1 y ss.

60 Idem, p. 5 y 6.

61 Pronunciamiento de Cândido Rangel Dinamarco dentro de “Fundamentos do processo civil moderno”, en:
DELGADO, J. A. Op. cit., p. 6 y 7.

62 Vid. Amorim Assumpção Neves, D. En: Krebs, F. A. (org.). Reforma do Poder Judiciário. Paraná: Juruá, 2000. p.
207 y ss.; Vid. DELGADO, J. A. Op. cit., p. 7.

63 Vid. Chirini Jr., Enéas Castilho. A incosntitucionalidade da súmula de efeito vinculante no direito brasileiro.
Disponible en: [http://jus.com.br/revista/texto/4248/a-inconstitucionalidade-da-sumula-de-efeito-vinculante-no-direito-
brasileiro]. En fecha: 07.03.2008.

64 En Brasil los Magistrados del Tribunal Supremo son elegidos principalmente por factores políticos.

65 Vid. Ramos Tavares, A. Nova Lei da Súmula Vinculante. Estudos e comentários à Lei 11.417, de 19.12.2006. 2. ed.
rev., actual. e ampl. São Paulo: Método, 2007. p. 113 y ss.; Ramos Tavares, A. Perplexidades do novo instituto da
súmula vinculante no direito brasileiro. Rede – Revista Eletrônica de Direito do Estado, n. 11, p. 11 y ss. Salvador:
IBDP, 2007.

66 Vid. Nascimento Gomes Tostes, N. Judiciário e segurança jurídica. A questão da súmula vinculante. Rio de Janeiro:
América Jurídica, 2004. p. 105 y ss.; Cfr. Mancuso, Rodolfo de Carmargo, R. Divergência jurisprudencial e súmula
vinculante. 3. ed. rev., atual. e ampl. São Paulo: Ed. RT, 2007. p. 74 y ss.

67 Vid. Peña de Moraes, G. Súmula vinculante no direito brasileiro. Revista Diálogo Jurídico 17/10. Salvador: CAJ,
2008.

68 Marín CastáN, M. L. Consideraciones sobre el Derecho inglés como prototipo de sistema de Common Law y sus
diferencias respecto de los sistemas romano-germánicos. Revista de Legislación y Jurisprudencia. p. 174 y 175.
Madrid: Reus, feb. 1984.

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