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Matricula: 201907571
Fecha: 16/02/2021
Introducción
Los padres no tienen facultad para demandar la reparación de los daños sufridos
por sus hijos. La Jurisprudencia dominicana se ha pronunciado al respecto, y ha
dicho que cuando una persona muere sin que su padre lo haya reconocido, el
padre puede declararlo post mortem, y solicitar una indemnización
Por los daños materiales y morales recibidos como consecuencia de la muerte de
su hijo.
Esto se fundamenta en que la declaración de un hijo tiene un carácter declaratorio.
Incluso se ha sostenido que la simple declaración de fallecimiento, que hace el
padre, por ante el Oficial del Estado Civil, de que su hijo ha fallecido, es suficiente
para que pueda demandar en daños y perjuicio
Distinguido participante en este espacio subirán el resumen de unidad 3 del
programa de la asignatura.
Nuestra Constitución afirma que cuando una persona recibe un daño se convierte
en acreedor del autor del daño, y éste en deudor de la víctima. Si esta obligación
no es satisfecha de manera voluntaria, es necesario que la víctima encamine su
acción ante los tribunales para que pueda reclamar los daños que alega sufrió.
Esta acción podría iniciarse ante los tribunales civiles o penales, según que se
trate de un asunto civil o penal o ambos a la vez.
Aquí habría que tomar en consideración la regla electa una vía conforme a la cual,
si la víctima apodera al tribunal civil y el asunto es de naturaleza penal, no puede
abandonarla para iniciar su acción ante el tribunal represivo, pero si inició la acción
ante el tribunal penal, puede abandonarlo para escoger el tribunal civil. En todo
caso debe atenerse al principio de que lo penal mantiene lo civil en estado.
El tribunal civil no podría continuar la acción hasta tanto el tribunal penal no haya
decido sobre la responsabilidad penal. Con ello se persigue evitar contradicción de
sentencia. Esta sentencia penal se le impone al juez de lo civil. Esto significa que
este tribunal no podría tomar otra decisión que no sea condenar en daños y
perjuicios al autor del daño.
Bibliografía Básica Unidad VIII