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CONSTRUCCIÓN Y
EVOLUCIÓN DEL ESTADO LIBERAL
INTRODUCCIÓN
Entre 1833 y 1868 se produjo en España un proceso de cambio que afectó a todos los órdenes de la vida con la definitiva
liquidación del Antiguo Régimen y la construcción de un estado liberal. Este proceso se llevó a cabo en el contexto europeo
de revoluciones políticas (liberalismo y nacionalismo) y económicas (industrial, agraria, transportes…).
No obstante, los resultados de estos cambios en nuestro país fueron modestos: la industrialización no alcanzó un gran
desarrollo, España siguió siendo un país agrario y el régimen parlamentario no alcanzó estabilidad. El proceso de construcción
del estado liberal fue largo y difícil. Durante el reinado de Isabel II (1833-1868) se caracterizó por sucesivas promulgaciones y
anulaciones de textos constitucionales, conspiraciones, pronunciamientos militares, los enfrentamientos entre partidarios de
distintas ideas y por la marginación política de la mayor parte de la población, pues el control político lo ejercía una nueva clase
social dirigente formada por la burguesía de negocios y la antigua nobleza.
DESARROLLO
Regencia de Mª Cristina 1833-1840.
Según la Ley Sálica, traída a España por los Borbones en 1713, las mujeres no podían acceder al trono habiendo sucesores
varones. Sin embargo, Fernando VII cambió esta ley poco antes de morir, mandando publicar la Pragmática Sanción, por la
que se nombraba heredera a su hija Isabel. A la muerte del rey en 1833, su viuda se encargó de la regencia hasta que Isabel II
alcanzase la mayoría de edad. Los liberales le ayudaron a defenderse del pretendiente Carlos María Isidro, apoyado por los
sectores absolutistas. Estos últimos, no aceptando el testamento del rey, se alzaron en armas contra Isabel.
La ideología carlista se fundamentaba en el absolutismo monárquico, la intransigencia religiosa (Inquisición) y la defensa de los
fueros y del régimen tradicional de propiedad de la tierra. Contó con el apoyo de aquellos sectores que se oponían a la política
liberal: el clero ultra-conservador y una parte de la pequeña nobleza y la clase campesina de la zona vasco-navarra, norte de
Castilla, Valencia, Cataluña y bajo Aragón.
Entre 1833 y 1876 el conflicto se manifestó a través de tres guerras civiles. La primera (1833-39) tuvo su principal escenario
en el País Vasco y Navarra. La toma de las capitales del País Vasco era el objetivo de los líderes carlistas, de ahí el sitio de
Bilbao. El asedio de la villa, realizado en contra de la opinión de Zumalacárregui (el general carlista más destacado), terminó en
un fracaso y se cobró la vida del legendario militar. En diciembre de 1836, después de la batalla de Luchana, el general Espartero,
líder liberal, levantó el sitio de Bilbao. A continuación, se produjo una crisis interna del carlismo que facilitó el camino hacia el final
de la guerra. Las conversaciones secretas de Maroto (carlista) con Espartero (liberal) culminaron en el Convenio de Vergara
(1839), que puso fin a la contienda.
CONCLUSIÓN
En el período que transcurrió entre 1833 y 1868 se produjo la implantación del liberalismo en España. Al igual que en gran parte
de Europa occidental, se destruyeron definitivamente las estructuras del Antiguo Régimen.
Se modificó la estructura del Estado, lo que dio paso a una monarquía constitucional y parlamentaria; se transformó la
propiedad feudal en propiedad privada capitalista y se asentó la libertad de contratación, de industria y de comercio. Una
nueva clase dirigente surgida de la alianza entre la vieja nobleza terrateniente y la burguesía controló, mediante el sufragio
restringido, el sistema político y estableció un nuevo orden jurídico y económico.
Fue una época de enfrentamientos entre las diferentes fuerzas políticas presentes en la sociedad española, en los que intervino
la Corona de forma partidista, optando mayoritariamente por los moderados. El Ejército también tuvo un importante
protagonismo, derivado del apoyo a la opción isabelina durante la guerra carlista y protagonizando los diferentes
pronunciamientos. Los grupos políticos, pugnaron entre sí, a veces de forma violenta, por imponer sus criterios y con ello
favorecieron la aparición de graves tensiones sociales que acabaron por convertir el reinado de Isabel II en uno de los períodos
más inestables de la historia contemporánea española.
BIBLIOGRAFÍA
VALDEÓN, PÉREZ Y SANTOS JULIÁ (2008). Historia de España. Ed. Austral.
GARCÍA DE CORTÁZAR. (2006). Breve Historia de España. Alianza Editorial.
FONTANA,J. (2007): La época del liberalismo, volumen 6 de la Historia de España de la Editorial Crítica.