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Psicologización de la vida cotidiana

Ignasi Pons i Antón*


“La sociedad << liberal>> sitúa la psi- do saber científico se nutre de definiciones, desig-
cologízación en un lugar directivo de una naciones del saber social común, si bien en este
estrategia política, en el sentido en que caso suele presentarlas con términos más acordes
un sociólogo americano (Peter L. Berger) formalmente con el lenguaje académico. De
pudo decir que si Freud no hubiera exis- hecho podría decirse que en origen es la sociedad
tido, habría sido necesario que una socie- quien designa al “loco” y el psiquiatra quien lo
dad como aquella lo inventara” describe y lo rebautiza (Bastide 1998).
F. Castel, R. Castel, A. Lovell Relativamente relacionado y/o como conse-
cuencia de dicho nivel discursivo, la psicologiza-
ción consiste también en la proliferación de in-
Las dimensiones del concepto tervenciones técnicas psicológicas en la orienta-
de psicologización ción, realización y, en su caso, corrección de los
quehaceres cotidianos. Alcanzando dicha prolife-
En el nivel discursivo se entiende por psicologi- ración técnica los diversos lugares y dimensiones
zación la inadecuada atribución y/o sobreinterpre- vivenciales: lo personal íntimo, lo convivencial, lo
tación psicológica en la explicación de los hechos relacional, lo laboral, los estilos de vida, las for-
humanos individuales o sociales, ya sea referente mas de consumo, el ejercicio del poder político.
a su caracterización o a su etiología como a su Este fenómeno se inscribe en una amplia ten-
proceso de construcción y desarrollo. Si bien la dencia generalizada a la tecnificación de la vida
extensión de los discursos psicológicos tienen su cotidiana. Ello supone que paralelamente al de-
* Doctor en Sociología, Pro- origen en el desarrollo de la disciplina psicológica1 sarrollo del conocimiento “experto” disminuye el
fesor Titular de la Universi-
dad de Barcelona de las asig- y la consecuente aparición como identidad profe- conocimiento y las habilidades tradicionales del
naturas “Problemas Sociales” sional, el fenómeno no ha quedado relegado a la individuo y la casa familiar respecto a pequeños
“Microsociología” y “Socio-
logía de la Salud Mental”. academia y a la práctica profesional. Posiblemen- problemas y recursos de la cotidianidad. Así no
te en el ámbito de la psicología, juntamente con sólo el conocimiento cotidiano queda en manos
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Al referirnos aquí a la “dis-
ciplina” psicológica desde el de la medicina, sea donde más opere el fenó- de expertos y especialistas técnicos, sino que
la caracterización como fe- meno denominado por Giddens, como de la además “cualquiera que viva en condiciones de
nómeno social entendemos
que es irrelevante la discu- “doble hermenéutica”, es decir la circulación recí- modernidad se verá afectado por una multitud
sión sobre cuál es la orienta- proca de los términos y conceptos entre el saber de sistemas abstractos y sólo podrá obtener, en
ción científica y cuál no.
Desde este punto de vista científico y el saber común (Giddens, 1994). Con el mejor de los casos, un conocimiento superfi-
incluiríamos en el concepto mayor o menor rigor en la utilización de los con- cial de sus tecnicismos” (Giddens, 1994: 36).
todo aquello que social-
mente opera, que la pobla- ceptos, la población lega utiliza el lenguaje técni-
ción utiliza, sea considerado co psicológico, especialmente en lo relacionado
como correcto o incorrecto,
como discurso o interven- con la psicopatología (“depresión”, “neurosis”, Funciones ideológicas perversas
ción en el ámbito de lo psi- “esquizofrenia”...) y también términos tales como de la psicologización
cológico. Así incluiríamos
teorías y/o prácticas tales “autoestima”, “crecimiento personal” etc. En este
como el curanderismo, el ir y venir de los términos y las definiciones, espe- La psicologización está ya presente desde Pla-
esoterismo, misticismos va-
rios, etc. cialmente en el campo de la psicología, el llama- tón y Aristóteles y se refuerza con el cristianismo,

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que en el marco de unos inicios de carácter comu- mente correcto4 que desculpabilice al mismo
nitarista coexiste con el discurso de la “responsabi- tiempo a los fundamentos constitutivos del siste-
lidad individual”, la “salvación personal”, la “resig- ma económico-político-social y a los sujetos que
nación” y el “sometimiento al poder”. El cal- sufren sus consecuencias. Aquellos que están en
vinismo, una de las ideologías funcionales al de- situación de desventaja social ya no serán como
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No “postmodernidad”, tér-
sarrollo del capitalismo, incidirá también, mediante antaño actores culpables de su propia molicie, mino para consumo erudito
el concepto de predestinación, a situar el éxito o el falta de ambición o perversidad sino víctimas de filósofo o sociólogo eru-
dito pero que no está justifi-
fracaso en las condiciones y acciones individuales. inocentes de alguna disfuncionalidad, carencia, cado como supuesto cambio
Los “ilustrados” pre y post Revolución Francesa se malformación psicológica o de un aprendizaje o de era, ya que en la actuali-
dad lo que se está produ-
esfuerzan por desbancar las explicaciones mágicas socialización deficiente. ciendo son las consecuen-
religiosas con nuevas “magias”: la idea del contra- cias de la modernidad inau-
gurada con la Ilustración y la
to social como fundacional del todo social, supues- Revolución Industrial. En to-
tamente pactado por los ciudadanos mediante la Moral, buenas costumbres do caso, más que los cam-
bios preconizados por Lipo-
“indiscutible” racionalidad que milagrosamente ar- y normalidad vetski y otros, es la vertigino-
monizaría los intereses de los individuos y del todo sa evolución de las tecnolo-
gías de la comunicación.
social. El economista Adam Smith aportaría la no Existe la tendencia a atribuir alguna forma 3
La dificultad por aceptar las
menos mágica mano invisible que prometía el de- más o menos leve de patología a aquello que no deficiencias de la estructura
o el sistema social, no es pa-
sarrollo, la estabilidad y el bienestar de los ciudada- comprendemos, que no aceptamos y/o difiere trimonio exclusivo del siste-
nos. En aras de esta supuesta racionalidad, curiosa- de nuestras costumbres y valores. Este hecho ma liberal-capitalista, sino
propio de toda sociedad que
mente fundamentada en la fe en magias y milagros afecta no sólo a la población lega sino a los ex- se crea en el fin de la historia.
del funcionamiento del sistema social, pensadores pertos y podemos además detectarlo en sus tex- Prueba de ello era la seme-
janza básica entre el marco
liberales tales como Locke se opondrán a cualquier tos de referencia. En muchos casos los déficits de conceptual de la sociología
intento de intervención estatal ya que así podría al- comprensión son debidos al hecho de que no- norteamericana y la sociolo-
gía oficial de la Unión sovié-
terarse el sistema de orden natural. sotros mismos somos el principal, más completo tica y otros países del Este.
En definitiva de forma paradójica, el supuesto e intenso conocimiento de ciertas interioridades En consecuencia, podríamos
caracterizar la sociología de
individualismo radical se basa en la creencia en humanas (sentires, emociones, deseos, cataliza- estos países del Este como
un sistema colectivo mágico. En este contexto en ciones, supuestos instintos, etc.) y en consecuen- sociología estructural-funcio-
nalista con jerga marxista pe-
el cual se inscribe nuestra sociedad actual, la de cia tendemos a considerarnos, de forma cons- ro radicalmente opuesta a la
los últimos desarrollos de la modernidad2, la psi- ciente o inconsciente, explícita o implícitamente, sociología crítica marxista.
En este contexto no sorpren-
cologización sirve de coartada para la negación “la medida de todas las cosas”. En ello también de que a la disidencia se le
de los problemas sociales. En este discurso se interviene la interiorización del sistema de nor- atribuyeran problemas o dis-
funciones psicológicas y se
encuentran los liberales, gran parte de la sociolo- mas y valores de nuestros ámbitos de desarrollo les aplicara correctivos de
gía contemporánea, parte importante del cristia- y convivencia, que forman parte de aquella en- este orden.
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Pocas cosas hay cognitiva-
nismo y las orientaciones dominantes de la psi- crucijada en la que se encuentran y, a menudo se mente más incorrectas que
cología. El sistema liberal-capitalista en tanto se confunden, los diversos conceptos de normali- los discursos “políticamente
correctos” entendiendo que
autoproclama como modelo final único posible, dad: el estadístico, el histórico-tradicional, el cul- la emisión del discurso polí-
como máximo acepta su perfectibilidad pero no turalmente positivado y el técnicamente definido ticamente correcto adquiere
sentido como modificación
su cambio esencial. En este contexto discursivo por las disciplinas psi. de la descripción de la reali-
no acepta sus condiciones estructurales como Este bagaje puede llevarnos a pervertir los pro- dad para hacerla más sopor-
table de acuerdo con valo-
posible causante de los desajustes, las marginali- cesos de “empatía” como método de compren- res sociales ideales.
dades y los padeceres personales3. Una de las sión. En una correcta empatía no es suficiente con Personalmente incluyo las
disciplinas psi en las ciencias-
funciones principales de la psicologización con- ponerse en el lugar del otro. Uno debe ponerse, sociales y no veo razón para
siste en permitir elaborar un discurso política- no como uno mismo sino como el otro, imaginan- que sea de otra manera.

Átopos 49
do su bagaje experiencial, mental, emocional, poder en su sistema normativo-moral el cual
valorativo, etc. Quienes trabajan en los ámbitos de refuerza con la promesa de premios y castigos en
teorización, investigación y/o intervención en el el más aquí y/o en el más allá.
ámbito de las ciencias sociales no están por enci- A medida que avanza el conocimiento cientí-
ma del bien y del mal como para librarse del ries- fico la religión va perdiendo ámbito de inter-
go de proyectar en su trabajo, de forma conscien- vención a favor de las ciencias e influencia
te o no, su sistema de valores, su estilo de vida, sus general. De esta manera según el resultado de
concepciones de normalidad. Esta situación pue- la tensión ciencia / religión en cada sociedad,
de agravarse cuando el objeto de trabajo corres- las ciencias adquieren mayor o menor carácter
ponde a otra cultura por procedencia de clase de sustitutorias o complementarias en la fun-
social, de lugar geográfico, de religión, etc. Como ción de control social de la población. Las cien-
forma de paliar los riesgos de esta proyección, cias sociales y en especial las disciplinas psi
Alvin Gouldner aconseja someterse a un ejercicio adquieren un papel privilegiado en la función
previo de hacer de “abogado del diablo” de uno de control social. Se puede observar como un
mismo, poniendo en cuestión, sus valores, sus cre- ejemplo de este proceso de sustitución formal
encias, sus referentes culturales. Incluso poniendo en lo referente a la identificación y descripción
especial atención en lo no-problematizado, lugar de ciertas conductas consideradas como social-
por el que suele entrar de puntillas lo más enraiza- mente desviada en los aspectos referidos a la
do ideológicamente. sexualidad. Se puede hacer un ejercicio prácti-
co tal como establecer dos columnas en un
papel y disponer en una de ellas la lista de
Herencia funcional ciencias pecados referidos a la sexualidad extraídos de
sociales/religión algún manual de moral católica de los años 30
a 80. En la otra columna se pueden poner las
Las religiones desde su origen y durante su consideradas conductas sexuales patológicas
desarrollo han hallado gran parte de su razón y extraídas de un manual de psiquiatría, por
posibilidad de ser por el hecho de responder a ejemplo el Tratado de Psiquiatría de Henri Ey,
las cuestiones que los humanos necesitaban que se utilizaba en diversas facultades de medi-
conocer para poder controlar al máximo posible cina de la época (también puede hacerse con
su supervivencia. Consecuentemente abunda- los DSM o CIE). De dicho ejercicio resulta un
ban en las religiones primitivas divinidades que paralelismo de correspondencia casi total en lo
eran o representaban los fenómenos atmosféri- que lo que cambia es la denominación de apa-
cos que condicionaban su alimento y cobijo. El riencia y sonoridad formalmente “más científi-
constantinismo, que se describe como la alianza ca” en la columna psiquiátrica.
de reciproca conveniencia entre el poder y la reli-
gión, adquiere relevancia histórica con el imperio La psicología como bien de consumo
de Bizancio. Sin embargo no nace con él sino y/o distinción
que se halla ya en las culturas primitivas, ya sea
con la alianza entre jefe y chamán o sacerdote, ya En la moderna sociedad de consumo, la psico-
sea con la coincidencia de ambas funciones en la logización se extiende también mediante la adqui-
misma persona. De esta manera la religión a par- sición por parte de la psicología del carácter de
te de legitimar el poder cumple la función de producto o servicio comercializable. Al crecimiento
control social con la inclusión de los intereses del de la cultura de necesidad de conocimiento, mejo-

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ra y cura de los procesos psicológicos no es ajena en lo referente a la pobreza y las situaciones 5
Si bien es cierto que duran-
la producción de licenciados en busca de mercado derivadas de esta. En los años 30 Faris y Dun- te un tiempo ciertos secto-
res teóricos adoptaron la ac-
por parte de las universidades (en España el fenó- ham sociólogos de la Escuela de Chicago, reali- titud tan poco marxista de
guiarse por una fascinación
meno crece a mitad de los años 60 con la creación zaron un estudio, que puede ser considerado devota y doctrinal del mar-
de la carrera y las facultades independizadas de los como una de las investigaciones fundacionales xismo y, en consecuencia
aplicar de forma acrítica la
estudios de filosofía) La demanda no sólo depende de la epidemiología, en el que mostraban la etiología económica más
estrictamente de las necesidades sino que también relación entre incidencia de la esquizofrenia y allá de donde era pertinen-
te. En la actualidad como si
puede ser desvelada o provocada por la oferta. situación de precariedad económica. En un país a partir de la caída del muro
por decreto se hubiera inva-
Además la oferta puede crear nuevas necesidades en el que uno de los principios ideológicos fun- lidado todo contenido de
o la atención a aquellas que se solucionaban al damentales consiste en la afirmación de que su dicha teoría y en virtud del
desarrollo de dicho decreto
margen del mercado. Los productos psicológicos sistema económico ofrece oportunidades de hubiera desaparecido de la
realidad hechos tales como
(revistas de divulgación que se venden en kioskos bienestar y mejora económica a todo aquel que las clases sociales y la plus-
callejeros, remedios tradicionales, objetos, talisma- es capaz y se esfuerza, el estudio de Faris y Dun- valía. Incluso algún partido
político en magna asamblea
nes, etc.) y los servicios (consultas psicológicas y ham suponía una carga de profundidad a la realizó un ritual público de
esotéricas) cada vez más se ofrecen en el mercado ideología idealizada acerca del sistema econó- exorcismo para expulsar de
sus idearios al innombrable.
como los bienes y servicios tradicionalmente consi- mico y consecuentemente se intentó girar el A ello, en ocasiones, se su-
ma el hecho que existe un
derados de consumo, ya sea mediante una publici- argumento en el sentido de afirmar que no se aspecto frívolo en las cien-
dad directa en los medios (diarios y revistas) o la era esquizofrénico por ser pobre, sino que se era cias sociales que las hace
funcionar en forma de mo-
indirecta tal como la de los consejos dados en pro- pobre por ser esquizofrénico. A ello se añadía das, lo cual permite la invali-
dación de una teoría o parte
gramas de radio y/o televisión, caso casi único en que algunos conservadores veían en las conclu- de ella simplemente y sin
el que aconseja. En algunos caso cobra de la inter- siones del estudio citado la sombra del fantasma mayor discusión, por el he-
cho de ser “antigua” es de-
vención en el medio que al mismo tiempo le pro- de Marx, ante el cual en aquel país se blanden cir pasada de moda. Ahora
cura clientela para su consulta. cruces y ajos simbólicos5. lo fashion es la postmoder-
nidad, hasta que desaparez-
Capítulo aparte merece mercado ya antiguo en Quizás porque otrora se abusó de la causa- ca o se diluya en una nueva
tendencia. Al respecto La-
algunas sociedades como en los USA, en el que la ción económica o para ofrecer mayor campo a mo de Espinosa propone
relación comercial continuada con el psicólogo tesis más psicologizantes, actualmente se tiende otra actitud intelectual ante
la caída del muro, afirman-
(especialmente con el psicoanalista), adquiere el a negar de forma precipitada la relación entre do que precisamente gra-
cias a la caída podíamos
carácter de signo de distinción social. En muchos clase social y situación de padecimiento o des- abandonar las actitudes reli-
casos la distinción exige tener todo un equipo de viación. Ciertamente existen problemas que giosas a favor o en contra
de Marx y estudiarlo de la
servicios especializados (psicoanalista, masajista, podríamos calificar como “transclasistas”. Sin misma manera que se estu-
coach personal, estilista, etc.) El consumo de psi- embargo no es suficiente para defender la irrele- dia a Comte o Max Weber.
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Una forma popular de des-
coanalista como elemento de distinción está vancia del factor clase social con mostrar la exis- localizar las causas atribui-
das a un fenómeno consiste
entrando también entre ciertos sectores de la bur- tencia de casos en clases de diversa posición en en la aplicación de la tan
guesía de las grandes ciudades españolas. la estructura social. Se debe tener en cuenta la manida frase “en todos la-
dos se cuecen habas”. Frase
diferencia de cantidad de casos en cada seg- irrelevante y tramposa si se
olvida de añadir la segunda
mento de la estructura social6. parte también popular. “pe-
Psicopatologización de los problemas Ante la resistencia a poner en cuestión ciertos ro en algunos sitios a calde-
radas”. Por ejemplo cuando
sociales valores culturales o ante la dificultad de modifi- se habla de violencia ma-
chista, no sólo personas le-
car el conjunto de factores que producen algu- gas sino también algunos
El no reconocimiento del sistema social como nos problemas sociales, dichos problemas no se supuestos expertos mencio-
nan el hecho de que tam-
posible causante de situaciones de desventaja definen como tales y se establecen políticas que biénse producen agresiones
y/o padecimiento para algunos sectores de la en términos macrosociales no enfrentan ni solu- de mujeres a hombres sin
tener en cuenta la propor-
población, adquiere especial atención y tensión cionan el problema, sino que sirven para estable- ción de uno y otro caso.

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cer rituales de actuación aunque dicha actuación da que ante la indefinición y/o sobredefinición
fuera en términos sociales inútil aunque visible, del concepto de familia desestructurada en el
contabilizable, exhibible. Un ejemplo de fue el proceso de indagación se encuentra la “familia
discurso inicial respecto a la violencia de género, desestructurada”. Ya decía Goethe que normal-
del cual aún quedan restos discursivos, en el que mente vemos lo que ya tenemos en el alma. An-
se afirmaba que el maltratador debía tener algún te un procedimiento tan viciado uno no sabe qué
problema psicológico como si nada tuviera que se afirma: que la persona tiene un comporta-
ver con la cultura y las exigencias de la identidad miento desviado porque tiene una familia deses-
masculina predicada y reforzada intensamente tructurada o como tiene un comportamiento
desde el nacimiento, con la colaboración de casi desviado ha de tener una familia desestructura-
todas las instituciones sociales y controlada y da. Hace unos años un diario de Barcelona publi-
sancionada en los ámbitos de interacción de los có los datos sobre delincuencia juvenil del Cen-
varones. tro de Estudios Jurídicos de la Generalitat, el ti-
tular de la noticia era “El 45% de los delincuen-
tes juveniles proceden de familias desestructura-
Jugando con comodines das”. La noticia era muy preocupante pues se
podía pensar que el 55% de los delincuentes ju-
La investigación epidemiológica y los acuer- veniles procedían de “Familias estructuradas”.
dos respecto al diagnóstico, han resultado de No me consta que ante ello la Generalitat envia-
gran ayuda en la identificación de problemas y ra ejércitos de psicólogos y trabajadores sociales
de sus causas. Sin embargo al mismo tiempo ha a desestructurar familias como medida preventi-
producido ciertos efectos perversos cuando va a la delincuencia juvenil.
aquello que debía servir para establecer proto- La ideología familiarista dominante referida a
colos con los cuales dar pistas, plantear hipóte- un modelo determinado de organización de la
sis, encontrar líneas de profundización en la inda- afectividad, la sexualidad, la procreación y la asis-
gación, en algunos casos se utiliza como dicta- tencia mutua en ocasiones produce una literatura
men definitivo. No sé si por pereza, por falta de técnica en la que no es fácil saber si se pretende
recursos temporales y/o de otro tipo, o porqué abordar la salud mental o defender un determina-
otra razón. Cada vez más se utilizan comodines do modelo familiar. Para ello en ocasiones se utili-
que del nivel asistencial, pasan al de trabajo so- za la media verdad, que quizás es la peor de las
cial, al de investigación, al de las políticas. A par- mentiras. En general la psicología investiga las
tir de certezas epidemiológicas, en ocasiones, desviaciones, disfunciones y “fracasos” (cosa que
sin más se dan como definitivos dos comodines en el tema familia también hace la sociología, en
“tabaco” y “sobrepeso”, en el campo de las con- la que sabemos más de divorcio que de familia).
ductas consideradas como socialmente desvia- Así cierta psicología afirma que quienes no se
das con excesiva frecuencia se utiliza el comodín emparejan posiblemente tienen un problema de
estrella: “familia desestructurada”. (Delincuencia “inmadurez afectiva”, quizás sea cierto pero des-
juvenil = familia desestructurada, prostitución conozco estudios que se pregunten si algunos tie-
=familia desestructurada, sintecho= familia des- nen la necesidad de emparejarse debido a algún
estructurada, consumo de estupefacientes=fami- tipo de inmadurez afectiva y/o alguna otra caren-
lia desestructurada ....) ¿Hay algún acuerdo serio cia. En este contexto tiene socialmente mala pren-
sobre lo qué es una familia desestructurada? sa quienes viven solos. No faltan estudios psicoló-
¿Respecto a qué modelo de familia? No hay du- gicos que desvelan los problemas y molestias

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psicológicas de quienes viven solos. No tenemos No siempre puede ser así ya que los medios de
por qué dudar de la seriedad de dichos estudios comunicación pertenecen a empresas en el seno
pero no encontramos fácilmente el pormenoriza- de una economía de mercado y como tales su
do inventario de problemas y molestias psicológi- objetivo es vender de forma que obtenga bene-
cas de quienes viven emparejados y/o en familia. ficios económicos. Es decir las informaciones son
Se olvidan de que cuando se investiga una situa- mercancías en busca de comprador. Sin embar-
ción, la investigación no está completa hasta que go más preciso sería decir que los medios no
se investiga la situación opuesta y/o las situacio- comercian mercancías sino que comercian con
nes diferentes. emociones que es en último término lo que se
compra. El papel de la psicología en la estrategia
de los medios consiste en conocer qué variables
La psicología como arma de persuasión movilizan las diversas emociones7. En política
masiva cada vez más las estrategias de “simpatía” de los
personajes ganan terreno a la seriedad y factibi-
Quizás grandes avances de la psicología son lidad de los programas, es decir los factores psi-
atribuibles al desarrollo de la publicidad. De cológicos adquieren tanta o más relevancia que
hecho las técnicas psicológicas publicitarias han los estrictamente operativos políticamente.
sido asumidas por la política, las estrategias de
los medios de comunicación, la animación cultu-
ral, etc. La importancia de la psicología como Bibliografía
medio de persuasión es debido a la gran capaci-
dad movilizadora que tiene la actuación sobre las – Bastide, R. (1998) Sociología de las enfermeda-
emociones. Aunque en la mayor parte de los des mentales. Ed. Siglo XXI, México D.F.
procesos de persuasión masiva, las emociones – Castel, F. Castel, R. Y A. Lovell (1980) La sociedad
suelen actuar clandestinamente, como si no psiquiátrica avanzada. Anagrama, Barcelona.
estuvieran en el mensaje que suele presentarse – Giddens. A. (1994) Modernidad e identidad del
como dirigido a la racionalidad en un marco de yo. El yo y la sociedad en la época contemporánea.
supuesta objetividad. Península, Barcelona.
Según el discurso ideal explícito de los – Gouldner, A. (1973) La crisis de la sociología occi-
medios de comunicación su tarea consiste en ser dental. Amorrortu, Buenos Aires.
“notarios de la realidad” en simplemente repro- – Ey, H. (1971) Tratado de Psiquiatría. Masson, Bar-
ducir y transmitir lo que sucede y como sucede. celona.

7
Lo que el consumidor com-
pra son emociones no nece-
sariamente “positivas” sino
“goce” en lo “positivo” o
“negativo”. Compra placi-
dez, pero también risa, lloro,
miedo, drama, sangre, etc.

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