SER

S E R

“Es recordar sin dolor las ofensas hechas y recibidas”

Resalta los conceptos importantes que encuentres
“Si nuestra mente está enfocada en
el pasado, nunca podremos disfrutar
el presente ni el futuro”
El Principio del perdón es probablemente uno de
los que más recompensas trae a nuestra vida y a
su vez tiene un importante efecto en nuestra
salud y bienestar.
Cuán equivocadas pueden ser nuestras decisiones
y nuestro actuar cuando están motivados por
situaciones o cosas no perdonadas del pasado.
No sólo nos hacemos daño a nosotros mismos,
sino a todos los que se nos acercan y nos
convertiremos en un puerco espín. Si decidimos
guardar las ofensas, desarrollaremos una mala y
defensiva actitud hacia las personas y la vida, no
podremos ser objetivos e imparciales en nuestras
decisiones, porque todo lo veremos a través del
lente de las heridas y nos dolerá.
Hay personas con la mente atrapada en el pasado
cuyas actuaciones están regidas en gran manera
por experiencias que marcaron su vida y que no
han podido superar la amargura que padecieron.
El perdón se debe otorgar aun sin que la persona
que nos ofendió lo pida. Por otro lado, también
debemos aprender a pedir y recibir perdón,
dando un giro de 180 grados y caminando en
sentido contrario a lo que es incorrecto, inmoral
e injusto. Si hemos hecho el mal en el pasado,
estamos emocionalmente cargados con la culpa.
Por esta razón necesitamos pedir y recibir perdón,
lo que nos permite sanar las relaciones y empezar
un proceso de restitución y construcción de
confianza nuevamente.
¿Cuántas veces debemos perdonar?
El perdón es para el corazón como el cepillo de
dientes es para la higiene: “De uso constante”,
porque diariamente nos relacionamos con
personas tan imperfectas como nosotros; nos
equivocamos, especialmente con los seres que
más amamos.
Cada vez que terminamos de comer usamos el
cepillo para dejar la boca limpia, cada vez que nos
hieren, o nos equivocamos tenemos que hacer
uso del perdón para limpiar nuestro corazón.
Cuando no lo hacemos entramos en el terreno de
adquirir un mal aliento, caries y por último una
infección que afecta todo nuestro bienestar. En
el corazón sucederá lo mismo, la amargura
empezará a evidenciarse en nuestra actitud,
expresiones y decisiones, hasta el punto de
afectar todas las áreas de nuestra vida.
El perdón nos aporta muchísimas
ventajas, entre otras:
 Caminaremos hacia el futuro con todas
nuestras fuerzas y energía. El perdón nos
hace libres del pasado y del presente para
vivir encaminados hacia el futuro.
 Disfrutaremos de una mejor salud física,
espiritual y emocional. Tendremos una vida
productiva y feliz. Podremos relacionarnos
correctamente con los demás.

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Las investigaciones demuestran que el éxito
de las personas depende tanto de su
capacidad para relacionarse con los demás,
como del conocimiento técnico.
 Estamos en la capacidad de librarnos de la
culpa. Debemos ser capaces de perdonarnos a
nosotros mismos; perdonar a quienes nos han
herido y recibir el perdón que nos sana y nos
lleva a la vida plena.
 Somos libres de sentimientos de odio y de
rencor. Esta es la medida perfecta y completa
del perdón.

El verdadero perdón implica un proceso

que lleva a la restauración:
1. Indagar profundamente en nuestro interior.
2. No racionalizar los motivos que se tienen para
perdonarse o para perdonar a otros. Siempre
habrá justificaciones para no hacerlo.
3. Renunciar a los derechos en los cuales recayó
la ofensa. Más que un acto de sentimiento o
de emoción, se necesita un acto de voluntad,
de verdadera inteligencia.
4. Reconozcamos nuestra imperfección, En
el caso de nuestros desaciertos debemos
confesárselos a Dios y a los demás,
pedir perdón y apartarnos de esos
comportamientos.
La práctica de este principio
traerá sanidad a tu vida física,
emocional y espiritual.
Autoevaluación
¿Puedes recordar sin dolor tus faltas y las
ofensas recibidas?,
¿Es fácil para ti perdonar a quien te ha hecho
daño?
¿Puedes perdonarte a ti mismo por los errores
que has cometido en tu vida?
Vuelve a leer este Principio. Leerlo una
sola vez no garantiza el cambio que
Experimenta
Pide a Dios que te muestre a qué personas tienes que
perdonar. Haz dos listas de la siguiente forma:
1. Ofensas que otros me han hecho y que debo
perdonar y pedirle perdón a Dios y a mí mismo
2. Ofensas que he hecho a otros y por las que debo
pedirle perdón a los demás
3. Haz una lista de las personas que te deben en el
campo moral y perdónalas. Haz lo mismo con las que
has ofendido.
Toma la lista, ve y pide perdón, perdona y perdónate a
ti mismo. Ten en cuenta lo siguiente:
a. Reconoce el daño y el odio. Esto desata tu vida.
b. Decide perdonar. El perdón es una decisión.
c. Habla con Dios y dile en voz alta: Señor, he
decidido perdonar a (nombre la persona) por (lo
que me hizo o dejo de hacer), porque me hace
sentir (nombre los sentimientos dolorosos).
Inclúyete en la lista
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