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INSTITUTO NACIONAL DE SALUD MENTAL HONORIO DELGADO-HIDEYO NOGUCHI

DEIDAE de Adicciones

Área de Psicología

TALLER Nº54

MÓDULO DEL PERDON

Dirigido a : Familias Iniciales.

Fecha : Viernes, 06 de Agosto del 2010.

Responsable : Lic. Yolanda Sanéz Briceño.

Internas de Psicología : Paredes Torres, Melissa.

Poma Barrueta, Ivonne Beritt.

“EL PERDÓN FAMILIAR”

I. OBJETIVOS:

 Reconocer el valor de la Responsabilidad.


 Aprender la importancia y posibles repercusiones en la familia.
 Practicar la Responsabilidad para con la sociedad, familia y uno mismo.

II. MATERIALES:

 Papelógrafos.
 Hojas bond.
 Limpia tipo.

III. DESARROLLO DEL TALLER:

A. Presentación general:
La facilitadora, dará la bienvenida a cada uno de los participantes, luego brindará una
pequeña introducción del Taller.

B. Dinámica de Animación:
Se trabajará la dinámica: “En el Mercado”

La facilitadora indicara a los participantes la actividad a realizar, la cual consiste en correr e


interacción continua entre ellos, para esto la misma entonara una canción, indicando que
cuando pare la misma se formaran en grupos de un número mencionado por la misma
facilitadora. Teniendo la finalidad de entretener e integrar al grupo de Familia Armónica.
(Tiempo: 15 min.)

C. Desarrollo Conceptual del Tema:


Se presentará como Anexo.
(Tiempo: 10 min.)
D. Dinámica de Cierre:
Se trabajará la dinámica: “Mi tipo de Perdón”

Se formarán 4 grupos, cada uno de ellos, tendrá un tipo de perdón “familiar, personal, social y
espiritual”, comentarán sus casos y finalmente harán una reflexión acerca del perdón y de su
importancia en lo personal y familiar.

EL PERDÓN EN LA FAMILIA

DEFINICIÓN

EL PERDÓN es reconocer nuestros errores y reconocer el daño que los pacientes adictos han ocasionado a sus
familias, por el consumo de drogas y/o ludopatía, que es el flagelo que la está destruyendo, el perdón para que
tenga buenos resultados debemos hacerlo con una actitud de arrepentimiento se debe buscar restaurar este
daño, acercándonos a las personas perjudicadas para pedirles perdón, con el deseo de no volver a cometer más
este error. Este es un valor indispensable que debe existir en todo hogar, para restaurar nuestra vida Moral, y
así borrar todos los rencores y heridas que pudiera haber ocasionado nuestro error cometido en la familia. Esto
significa que el perdón es la puerta de entrada a la ArmoníaFamiliar.

Debemos perdonar y saber pedir perdón por el bien de nuestra salud mental, física y espiritual, pero cuando
absurdamente guardamos rencor, remordimiento o resentimiento con nuestra familia, esto dañara totalmente a
nuestra vida, perjudicando más a nuestros hijos, quienes sufren por la indiferencia y la falta de cariño que
existe en sus padres. Por eso es muy importante evitar que el problema empeore más, tomando valientemente la
decisión de perdonar y saber pedir perdón, ambos son necesarios para que vuelva la tranquilidad y la paz a
nuestro hogar.

PASOS PARA LLEGAR AL PERDÓN

Primero, tenemos que reconocer que somos responsables ante Dios y la sociedad de mantener nuestra familia
unida.

Segundo, debemos tener un sincero arrepentimiento de nuestras malas acciones.

Tercero, tomar la decisión de subsanar los errores y cambiar las circunstancias para vivir en paz, en unidad y
en Armonía Familiar.

Cuarto, actuar valientemente para acercarnos a pedir Perdón personalmente, que es lo ideal o también hacerlo
por medio de una carta.

Quinto, no volverlo hacer más, ni cometer más errores en contra de la familia.

DE DONDE VIENE EL PERDÓN

El perdón es un deseo natural porque viene de lo más profundo de nuestro ser. Todos deseamos vivir con amor,
en armonía, en bondad y en pureza; porque nuestra alma y nuestra conciencia originalmente son pura y llenas
de bondad. Por eso, cuando nos encontramos en problemas, viviendo en violencia, conflictos, caos y confusión,
instantáneamente nuestra conciencia nos remuerde y nos impulsa a solucionar nuestros problemas. Esto sucede
porque en nuestra naturaleza interna surge el deseo de manifestar paz, tranquilidad, amor, y pureza. Este deseo
natural debemos usarlo para recuperar la ARMONÍA FAMILIAR en nuestro hogar.

EL PERDONARNOS ASÍ MISMO

El perdón no solamente se da con otras personas sino también con nosotros mismos, porque a veces estamos
dolidos y resentidos con nosotros mismos por un acto que pudiéndolo controlar no lo hicimos. Y este error es
la que nos ata a una vida miserable y nos hace sentir despreciable frente a los demás. Por eso es indispensable
perdonarnos a nosotros mismos, y esto se hace poniendo como testigo a Dios. Debemos perdonarnos por actos
que hemos cometido conciente o inconscientemente porque una vez realizado este perdón quedamos liberados
de todo pensamiento malo, que nos traía dolor y sufrimiento, y que nos estaba arrastrando a una vida de
miseria. En realidad nuestras desgracias son consecuencias de nuestros errores que no hemos sabido
perdonarnos con anticipación.

EL PERDÓN A NUESTROS PADRES

Pedir perdón a nuestros padres por nuestra desobediencia es la llave del éxito para nuestras vidas. Sino lo
hacemos jamás seremos felices ni aún teniendo las mejores cosas materiales, porque nuestros padres es sagrado
para la bendición de nuestra vida futura, sin ella estamos perdidos. ¡Esta es una Verdad incuestionable! Desde
el momento en que pedimos perdón a nuestros padres quedamos libres de todo resentimiento y herida que haya
ocurrido en el seno de la familia y abrimos un camino hacia una nueva vida llena de bendiciones. Esto es
fundamental para nuestras vidas porque solo con el perdón de nuestros padres en el futuro tendremos una
familia feliz.

EL PERDÓN ENTRE ESPOSOS

El perdón en el hogar es la esencia divina que da vida y alegría a la familia, es el bálsamo del amor entre los
esposos. Cuando los esposos conocen la VERDAD como esencia misma de sus vidas, no hay nada que
perdonar. Pero cuando aun queda en nuestros pensamientos resentimientos, rencor, venganza y amargura,
inmediatamente debemos identificar este error y buscar darle una solución, pero este problema sólo se puede
resolver pidiendo perdón a nuestra pareja, prometiéndole que nunca más se va volver a repetir. Luego también
debemos pedir perdón a Dios, porque Él es el único que nos limpia de todo mal y nos da la fuerza moral para
tener una vida feliz.

EL PERDÓN ENTRE PADRES E HIJOS

Por lo general cuando los padres asisten a un Retiro Conyugal o alguna Jornada Familiar, cambian su Vida
Matrimonial, porque se dan cuenta que todos los errores cometidos contra su familia no valía la pena, ya que,
los estaba llevando a la destrucción de la vida de sus hijos. Por esta razón se debe estar dispuesto a pedir
perdón a nuestros hijos con mucho Amor y Convicción y prometerles que en adelante no se volverá a repetir
este error. Los padres por lo general después de haber pedido perdón a sus hijos, deben buscar vivir en
ARMONÍA FAMILIAR, porque esto es vital para la vida de sus hijos.

EL PERDÓN TRAE GRANDES BENEFICIOS A NUESTRAS VIDAS, las cuales citaremos en forma
ordenada:

a) Nuestros problemas traumáticos desaparecen, y se convierte en felicidad y unidad familiar.

b) Todo vuelven a su cause normal, y se supera cualquier incidente.

c) Restauramos los errores y aprendemos a vivir mejor.

d) Despertamos de nuestra pesadilla del odio, la indiferencia y el abandono, y volvemos a ver la luz del amor,
la alegría y la Paz, con ojos lleno del amor de Dios.

e) Se produce una autentica transformación en nuestra vida interna.

f) Se comienza una nueva vida dejando todas las cosas malas atrás.

g) Abrimos el canal por donde fluirán las Bendiciones de Dios.

NO BASTAN LAS PALABRAS

Tiene que haber algo más detrás de las palabras. Para que una disculpa sea eficaz, hay que reconocer el error y
arrepentirse. Hemos hecho algo mal y no queremos repetirlo. La otra persona se dará cuenta de si hablamos
solo por hablar o lo decimos en serio. Si la disculpa es en un tono sarcástico o agresivo resulta poco creíble. Al
admitir uno mismo un error ante el otro, le facilitamos el camino para hacer lo mismo, dice la psicóloga. Es
predicar con el ejemplo.

CÓMO NOS DISCULPAMOS


Pedir disculpas después de una discusión de pareja no es un remedio universal que disuelve cualquier
resquemor. Pero pedir perdón sinceramente ante el otro es más útil que cualquier justificación o excusa que
uno suelta sin pensarlo demasiado. El ser humano se comunica por la palabra, y una palabra de disculpa tiene
un sentido para el que la oye, pero también para el que la dice, porque se está escuchando y asume que tiene
que cambiar.

Una disculpa es una señal de respeto hacia el punto de vista del otro. Las palabras «lo siento» no tienen en sí
mismas ningún poder mágico, lo que sí lo tiene es la disposición de ver una cosa desde el punto de vista del
otro.

Además, cuando pedir perdón se convierte en algo repetitivo y vacío de contenido ya no resulta efectiva.
Cuando un comportamiento se ha vuelto algo habitual, hay que pensar que el otro no quiere o no puede
cambiar. En ese caso habría que plantearse el problema en sí.

Y CUÁNDO TOCA PERDONAR

Hay un culpable y una víctima. El culpable tiene el poder, ya que a la víctima, de momento, solo le queda
someterse. Si el culpable pide disculpas, entonces se mueve de la postura más poderosa a la más débil. Debe
esperar a que le perdonen. Los papeles han cambiado: la víctima tiene ahora el poder de perdonar o no
perdonar al otro.

Para perdonar, como para disculparse, hay que ser capaz de meterse en la piel del otro y entender
por qué interpreta la misma situación de una manera completamente diferente a como lo hacemos
nosotros. Hay que entender por qué le cuesta pedir perdón, y no seguir recriminándole.

QUÉ NO SE DEBE HACER

Pedir perdón riéndonos, con ironía o como si estuviéramos insultando al otro.

Decir lo siento y después ponernos groseros diciendo farses del tipo: "Ya te he dicho que lo siento, ¿qué
quieres, que me arrodille?".

Repetir los mismos errores y limitarnos a pedir disculpas por ellos una y otra vez.

Disculparnos solamente para intentar calmar al otro, sin analizar sus razones ni plantearnos cambiar de actitud.

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