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Introducción:
En la Biblia Hebrea se coloca en el tercer lugar entre los profetas menores, aunque
es el primero de los profetas escritores.
No se sabe en que año nació y en que año murió.
Es originario de Técona (Kirbet Taqu’a actual) una ciudad pequeña a 17 km al sur
de Jerusalén colindando con el desierto (reino del sur). Centro importante militar y
agrícola.
De profesión era pastor, propietario de ganado mayor y cultivador de sicomoros
(Am 7, 14). La compraventa de animales (en los santuarios) y el cultivo de
sicomoros (que no se daba en Técona sino en el mar muerto y en Sefela) lo
obligaron a frecuentes viajes. En su profecía se evidencia que tiene conocimiento
sobre ciertos acontecimientos de países vecinos ya que conoce la situación política,
social y religiosa de Israel.
Su lenguaje es duro, enérgico y conciso.
Contexto histórico:
Problemas sociales
A pesar del bienestar se oculta una descomposición social. Se da una injusticia
social (los ricos y comerciantes cobraban altas fianzas, falseaban los pesos y las
medidas, recurrían a trampas legales y sobornaban a los jueces); un contraste entre
ricos y pobres (Am 3, 9-12.15; 5, 11; 6, 4-6); los agricultores se hallaban a merced
de los prestamistas y de las calamidades propias de las sequías, las plagas, los fallos
en las cosechas, etc… que los exponía a la hipoteca y a vivir como esclavos.
Hay tres sectores que realizaban injusticias sociales: los jueces que actuaban
indebidamente contra el justo (Am 5, 7.12); mercaderes ricos que abusaban del
pobre (Am 8, 4-6); ricos que oprimían a los débiles (Am 2, 6-8). Leer con ayuda de
los alumnos.
Problemas religiosos
A nivel religioso los grandes santuarios tenían una gran actividad y se rendía culto a
Yahvé, pero se daba una función negativa pretendiendo apaciguar a la divinidad con
ritos y sacrificios que garantizaban la tranquilidad de conciencia y el bienestar del
país.
Dios, en boca del profeta, indica que aborrece el culto que se está realizando en
Israel (Am 5, 21-24 leer).
Estructura:
Vocación y mensaje:
«Ruge el Señor desde Sion, desde Jerusalén alza su voz: “¡Los pastizales están de duelo y
se seca la cumbre del Carmelo!”… Ruge el león ¿quién no temerá? Habla el Señor Dios,
¿quién no profetizará?» (Am 1, 2; 3, 8).
Dios lo envía a profetizar a Israel, aunque no tenía ninguna relación con la profecía
o con los grupos proféticos (Am 7, 14-15 leer). Amós presta su voz porque Dios le
ha hablado.
Su nombre significa: Yahvé lleva. Es Dios quien lo conduce al norte, fuera de sus
tierras, para hacer escuchar su voz.
Dios va a rugir a través de la voz del profeta. Es decir, este es el núcleo de la
predicación de Amós: la inminente venida de Yahvé que procede de su Templo de
Jerusalén (culto no sincretista), para traer un juicio de castigo a Israel.
Imagen del león y rugido: los israelitas basaban su opinión sobre el león en sus
encuentros con él como pastores (Amós pastor). El león evoca ferocidad, poder
destrucción y fuerza irresistible. Su rugido, audible desde varios kilómetros,
propagaba terror. Se creía que Dios empleaba a los leones como agentes de castigo
(1Re 13, 26). Se compara a Dios mismo con su ira destructora como la de un león.
Para comprender como se concreta este “rugido” de Yahvé se analizará el capítulo 5
de Amós que contiene tanto oráculos de condena como anuncio de salvación.
Introducción:
Israel es comparada, por primera vez por los profetas, como una mujer: La Virgen
de Israel.
Oráculos de condena
Amós anuncia el “día del Señor”. En términos generales, el día del Señor es el
acontecimiento decisivo de la historia, cuando Dios establecerá su reino de justicia
y de paz en el mundo renovado.
Para los israelitas de esa época el día del Señor era una expresión entendida de
manera positiva. Como una intervención divina y prodigiosa de carácter tanto
material como política que se consideraba que traería bienestar y exaltación a Israel
entre las naciones. Se consideraba un juicio contra las naciones.
En cambio, Amós anuncia el día del Señor como un día de juicio también para
Israel. Por lo tanto, un día de amargura y de castigo. Cambia su sentido
considerándolo como un día de tinieblas y de luto; de juicio y de castigo. Este
anuncio urge a un cambio de mentalidad en el que se observen los preceptos de la
ley en lo que se refiere a Dios y al prójimo. Anuncia que, si no se lleva a cabo la
conversión, el reino será devastado y los habitantes llevados al cautiverio.
El pueblo de Dios puede evitar el juicio si se vuelve al Señor; si “busca al Señor”.
Oráculos de salvación
Plenitud en Cristo:
Video: https://www.youtube.com/watch?
v=_6VyB2nOH8w&list=PLuPPHFMyRGuJAEf8OWQHklU-I5q5-SLjq&index=24
Conclusión:
Qué pensaba antes y qué pienso ahora.
Si tuvieras que ponerle un título a la profecía ¿cuál elegirías?
Iconografía:
Bibliografía: