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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN DE AREQUIPA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

“ÉTICA POLÍTICA EN EL PERÚ”

PROGRAMA:
CIENCIAS NATURALES
CURSO:
ÉTICA GENERAL Y PROFESIONAL
PROFESOR:
JORGE LUIS FALCON BELLIDO
ESTUDIANTE:
MAMANI GUTIERREZ JUAN DIEGO

AREQUIPA- PERÚ
2024
La ética política es el estudio de los principios morales que guían la

conducta de los actores políticos, tanto individuales como colectivos. La ética

política se ocupa de cuestiones como la justicia, la democracia, los derechos

humanos, la corrupción, el uso de la fuerza, la responsabilidad y la

representación. Estas cuestiones son especialmente relevantes en el contexto

peruano, donde la crisis política y social ha puesto a prueba la legitimidad y la

eficacia de las instituciones y los líderes políticos.

El Perú ha vivido en los últimos años una serie de escándalos de

corrupción que han afectado a los más altos niveles del poder, incluyendo a

cuatro expresidentes, varios ministros, congresistas, jueces y fiscales. La

corrupción es una grave violación de la ética política, pues implica el abuso de la

confianza pública, el desvío de recursos, el favorecimiento de intereses privados

y el debilitamiento del Estado de derecho. La corrupción también genera

indignación, desconfianza y descontento en la ciudadanía, que exige

transparencia, rendición de cuentas y sanciones a los culpables.

Un ejemplo de la lucha contra la corrupción es el caso Lava Jato, que

involucra a la empresa brasileña Odebrecht y a otras constructoras que

admitieron haber pagado sobornos a cambio de obras públicas en el Perú y otros

países de la región. Este caso ha destapado una red de complicidades y coimas

que salpica a varios partidos y políticos, entre ellos al expresidente Pedro

Castillo, quien fue destituido por el Congreso en diciembre de 2023 por violación

a la Constitución. Castillo fue arrestado ese mismo día en su ruta a la embajada

de México en Lima, en un fallido intento por encontrar refugio y un potencial asilo.

La destitución de Castillo generó una ola de protestas en el país, que

reclamaban la salida de todos los representantes políticos del Congreso y la


convocatoria a elecciones anticipadas. Las manifestaciones fueron reprimidas

violentamente por la Policía, que usó un excesivo uso de la fuerza, dejando más

de 50 muertos y cientos de heridos y detenidos. La violencia policial ha sido

condenada por organismos internacionales de derechos humanos, que han

pedido al gobierno de la presidenta Dina Boluarte, quien asumió por sucesión

constitucional, que garantice el derecho a la protesta pacífica y el diálogo con la

sociedad civil.

El diálogo es una herramienta fundamental de la ética política, pues

permite la deliberación, el consenso y la solución pacífica de los conflictos. Sin

embargo, el diálogo en el Perú se ha visto obstaculizado por la polarización, la

desinformación y la falta de voluntad política. El Congreso no se ha puesto de

acuerdo sobre cuándo celebrar elecciones presidenciales, y el gobierno de

Boluarte ha perdido credibilidad y apoyo por la renuncia de dos ministros y la

crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia de Covid-19. Mientras

tanto, la población sigue movilizándose en las calles, exigiendo cambios

profundos en el sistema político y social.

Lamentablemente en la actualidad la ética se orienta a una mala

conducta de los gobernantes y los ciudadanos en el ejercicio del poder público.

Dejando de lado el bien común, la justicia, la participación, la transparencia y la

rendición de cuentas, tanto así que ha escalo niveles internacionales y mundial.

Para ello es importante hablar de la corrupción, la corrupción es el uso

indebido del poder público para beneficio privado. La corrupción afecta

negativamente el desarrollo económico, social y ambiental de los países, así

como la confianza y la legitimidad de las instituciones democráticas.


El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) es un indicador que mide

los niveles de corrupción percibidos en el sector público de 180 países y

territorios. El IPC se basa en encuestas de opinión y evaluaciones de expertos,

y asigna una puntuación de 0 (muy corrupto) a 100 (muy limpio) a cada país.

Según el IPC de 2021, publicado por Transparencia Internacional, el

Perú obtuvo una puntuación de 38, lo que lo ubica en el puesto 105 de 180

países. Esto significa que el Perú tiene un nivel de corrupción alto, que se ha

mantenido relativamente estable en los últimos años. Algunos de los factores

que explican la corrupción en el Perú son la debilidad institucional, la impunidad,

el clientelismo, el narcotráfico y la influencia de grupos de interés.

Por el contrario, algunos de los países menos corruptos del mundo son

Dinamarca (90), Finlandia (87) y Nueva Zelanda (85), que ocupan los primeros

puestos del IPC. Estos países se caracterizan por tener sistemas políticos y

judiciales sólidos, independientes y eficientes, que garantizan el respeto a la ley,

los derechos humanos y la libertad de expresión. Además, cuentan con una

sociedad civil activa y vigilante, que exige transparencia y rendición de cuentas

a sus gobernantes.

El futuro de la ética política en el Perú es un tema complejo y difícil de

predecir, ya que depende de muchos factores, como la voluntad política, la

participación ciudadana, la reforma institucional, la lucha contra la corrupción, la

educación cívica, el desarrollo económico y social, entre otros. Sin embargo, se

puede decir que el Perú tiene potencial para mejorar su ética política y acercarse

a los estándares internacionales, si se toman en cuenta algunas

recomendaciones que se han planteado desde diferentes ámbitos.


En conclusión, la ética política es un tema de gran relevancia para el

Perú, que atraviesa una de las peores crisis de su historia. La corrupción, la

violencia y la falta de diálogo han erosionado la confianza y la participación

ciudadana, y han puesto en riesgo la democracia y el desarrollo del país. Se

requiere una reflexión crítica y una acción colectiva para recuperar los valores

éticos que deben orientar la vida política, como la honestidad, la justicia, el

respeto, la solidaridad y la responsabilidad. Solo así se podrá construir un Perú

más digno, más libre y más feliz.

Además, para comparar la ética política del Perú con otros países, se

podría analizar cómo se manifiesta la corrupción en cada contexto, qué

consecuencias tiene para el desarrollo y la democracia, y qué medidas se han

tomado o se podrían tomar para prevenirla y combatirla. También se podría

reflexionar sobre los desafíos y las oportunidades que tiene el Perú para mejorar

su ética política y acercarse a los estándares internacionales.

Por último, la decisión está sólo en nosotros, tenemos que escoger a

buenos candidatos políticos y no al que nos guste por que es nuestro conocido,

tenemos que actuar con convicción, hace unos días fueron las elecciones de

decanos en la universidad nacional de San Agustín, en la facultad de educación,

recuerdo que uno de los candidatos no participó en el debate y la otra candidata

si, eso habla mucho de una persona, no conocíamos a los dos candidatos, pero

sin embargo uno de ellos hizo la diferencia, sigamos ese ejemplo, nuestro país

merece tener mejores representantes.


BIBLIOGRAFÍA

Miro Quesada Rada, F. (2013). “Introducción a la ciencia política”

(tercera ed.). Lima: Grijley.

Miguel Villalobos (2017) “Ética y política de la función pública”

Villalobos Caballero, M. A. (2010). “El derecho como reflexión filosófica”.

Lima: El Renacer.

Melo (2024) “Los países más y menos corruptos del mundo”

Banco mundial BIRF (2021) “Repensar el futuro del Perú: Notas de

Política para transformar al Estado en un gestor de bienestar y desarrollo”

https://www.bancomundial.org/es/country/peru/publication/repensar-el-

futuro-del-per-apuntes-de-pol-tica-para-transformar-al-estado-en-un-gestor-del-

bienestar-y-el-desarrollo

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