Está en la página 1de 10

Avance de Ensayo Final

Tema: Corrupción política electoral en tiempo de


pandemia

HUIÑAPE QUISPE, ROSA MARINÉ U19202282

Lima, 03 de julio de 2021


Corrupción política electoral en tiempo de pandemia

1. INTRODUCIÓN

En el presente ensayo se hablará sobre la corrupción política electoral actual que

viene atravesando nuestro país. La ética de nuestras sociedades se ha visto

envuelta por la discriminación, fraude, favoritismo sembrado por muchos medios

de comunicación y políticos. Un problema antiético que no es nuevo en nuestra

sociedad, un problema que preocupa a todo un país y causa temor por las

consecuencias económicas que viene generando como la inflación de los víveres, el

incremento del dólar. Este problema social que hoy estamos viviendo es un claro

ejemplo de contradicción de paradigma ético del bien común puesto que, el Jurado

Naciones de Elecciones aún no da respuesta de quién gobernará nuestro País a

pesar de haber realizado el derecho de voto haciendo uso de la razón, principios y

valores para elegir a su opción que gobernará durante los próximos 5 años. Una

decisión que debe de ser respetadas éticamente a pesar de no ser del agrado de

muchos. Las elecciones debieron traer la unión ciudadana más no el rechazo y

repudio de otros. Existe una enorme responsabilidad en cada funcionario y

organismo Público tanto desde su punto de vista, de su ejemplo como personas,

conductas intachables y accionar ,para que cumplan y respeten los principios

éticos y valores que deben prevalecer en estas elecciones.


INTRODUCCION: La corrupción constituye un fenómeno amplio, variado y global que

comprende actividades públicas como privadas. No se trata solo del tosco saqueo del

patrimonio del estado. La corruptela comprende el ofrecimiento y la recepción de

sobornos la malversación y mala asignación de fondos y gastos públicos; los escándalos

financieros y políticos; el fraude electoral, el tráfico de influencias y otras

transgresiones administrativas como el financiamiento ilegal de partidos políticos en

busca de favores indebidos.

Periodo colonial tardío (1750-1820), la corrupción en el Perú se vuelve tarea de todos

los días a pesar de los intentos por desviar la corrupción los intereses locales pudieron

sobrellevar estas reformas.

El desorden de la Republica temprana (1821-1859), redes de caudillos militares que por

herencia asumieron el patronazgo virreinal pues cometieron transgresiones similares en

materia de finanzas públicas, saqueos y expropiaciones en condiciones de guerra.

Ciclo del guano (1860-1883), con los costos de corrupción más altos del siglo,

específicamente durante el gobierno de José Balta (1868-1872) y la dictadura de

Nicolás de Piérola en la guerra con Chile (1879-1881). En este periodo, la creciente y

mal gestionada deuda pública y los sobornos en los contratos guaneros y de obras

públicas fueron los principales medios de corrupción.

En el Oncenio de Augusto B. Leguía. El lapso más corrupto de esta etapa a causa del

mal manejo de la deuda externa, así como por el soborno en las compras civiles y

militares y en las inmensas obras públicas.

(1931-1962) el ascenso del APRA como actor político relevante y el Ochenio de

Manuel A. Odría. El soborno en la compra de armas se volvió importante en un

momento en que el rol político de los militares adquiría predominancia (mediante los

gobiernos de Luis M. Sánchez Cerro, Óscar R. Benavides y Manuel A. Odría).

Los diversos asaltos al sistema democrático (1963-1989), en este tiempo el costo de la

corrupción aumento de una manera consistente. El régimen militar es el más corrupto

de este periodo, seguido por el gobierno de Alan García.


(1990-2000) los gobiernos peruanos más autoritarios fueron los más corruptos

principalmente durante el gobierno de Alberto Fujimori.

DESARROLLO:

La corrupción en el Perú aparece desde tiempos de la conquista española (1532) en

donde la clase dominante y gobernante es corrupta. Dejándonos caudillistas, jefes,

cúpulas militares, cúpulas religiosas y no Líderes honestos, patriotas, capaces.

El poder reside y emana del pueblo, ante la falta de una adecuada educación cívica

patriótica, filosófica, de ética moral, etc. Renovación de la sociedad apoyada en valores

éticos, en principios como el de la democracia del pueblo, como la defensa de los

derechos humanos como el valor del medio ambiente genera la ausencia de ciudadanos

capaces de sentirse sujeto de derechos y de obligaciones.

De actuar de exigir y cumplir como tal actuando con indiferencia ante el autoritarismo,

ante esto se aprovecha la clase política que ve al estado como fuente de riqueza, clase

política que ante la oportunidad de realizar la Reforma Constitucional, clama por la

Asamblea Constituyente, como si los nuevos congresistas serían los sabios idóneos para

tal finalidad.

Donde es notorio que se apegan a su ley, y no a la Justicia. Su ley de hierro, de la

oligarquía partidaria: quienes están en el poder van a tratarse de mantenerse en él,

arbitrando todo tipo trabas para impedir la renovación. Que no forman dirigentes o

líderes, no forman cuadros, ni organizan al pueblo .No tienen vinculación con el pueblo.

Recordemos el desborde popular en la marcha de los 4 suyos. Con participación del

sector sindical, empresarial y político.

Muchas veces hemos escuchado decir en nuestro país Perú, que el problema de nuestro

país es la corrupción y que ésta ha invadido al Estado. De esta forma, sostienen, se ha

conformado un Estado perverso, manejado por una clase política también perversa cuyo

objetivo es llenarse los bolsillos y estafar a la sociedad. Sostenemos aquí en cambio,

que estas proposiciones nos dejan una imagen distorsionada de la realidad. Una imagen
en la que nuestra sociedad, ingenua y pasiva, se encuentra condenada al fracaso debido

al mal manejo que de ella hacen un grupo "los políticos" y a una institución "el Estado".

Como parásitos que viven y manipulan a nuestra sociedad, esta "clase" política no ha

sabido llevar a la sociedad al puerto que merece.

Es un fenómeno extendido y común en nuestro país debido a la ausencia de

mecanismos de control interno adecuados, por el sometimiento al poder político que

históricamente ha existido en la institución así como por la ausencia de mecanismos de

control ciudadano de los funcionarios judiciales por ello se realizó un análisis

aproximativo de la corrupción en el poder judicial en la perspectiva de los factores antes

señalados.

Principales factores que generan corrupción en la justicia:

Falta de comunicación, coordinación e información entre los distintos organismos del

estado. Delegación indebida o ilegal de funciones en el ámbito interno, tanto en el

organismo judicial como en el ministerio público. Concentración de funciones en la

corte suprema de justicia. Inexistencia de mecanismos transparentes para la selección y

nombramiento de jueces, magistrados, fiscales y policías.

Política salarial deficiente. Falta de criterios, objetivos y claros en la adjudicación de

casos. Excesiva burocracia. Falta de desarrollo de las carreras judicial, política y fiscal.

Deficiente funcionamiento y falta de autonomía de las instancias del control interno.

Educación legal deficiente con mal formación.

Los niveles de pobreza, la bajísima calidad de la educación que se brinda en el país y

los elevados índices de corrupción son reflejo de ese largo camino por recorrer y, a la

vez, constituyen tres elementos indesligables.

La corrupción en el país en la principal causa de la pobreza ya que son muy altos los

índices de estos. Al respecto, Se considera que “con todo lo valiosa que es la

democracia como principal fuente de oportunidades sociales, también es necesario

analizar las formas y los medios para que funcione bien, para realizar su potencial.
El logro de la justicia social depende no solo de las formas institucionales sino también

de que éstas se pongan verdaderamente en práctica”.

En otras palabras, para afirmar que, por ejemplo, en Perú rige una verdadera

democracia, no basta con que se lleven a cabo procesos electorales, sino que también

resulta necesario que el Estado garantice el ejercicio de los derechos de los ciudadanos

de cara a la satisfacción de, al menos, sus necesidades más básicas.

El problema de todo es que teniendo un gobierno hoy en día democrático y eligiendo

nuestros mandatarios caemos en el mismo error de volver a elegir a expresidentes que

tuvieron un gobierno desastroso (Alan García).

Esto sucede por la poca información de los ciudadanos al momento de elegir a los

mandatarios por ello tenemos un gobierno corrupto sin mencionar al congreso que se le

paga mucho y ellos no elaboran bien su trabajo algunos hasta se llegan a dormir en sus

reuniones.

Por otro lado tenemos a los que “compran botos para llegar al poder” o se alianza con

gente de poder llegando a acuerdos o en las campañas presidenciales cuando se ven

campañas extraordinarias de dudosa procedencia con elevadísimos costos.

La corrupción tiene un fuerte impacto negativo sobre el desarrollo. Además de

consideraciones de ética pública, la corrupción desincentiva la iniciativa privada y

reduce los recursos públicos disponibles, lo cual se traduce, por ejemplo, en menos

hospitales o educación de peor calidad. La corrupción también distorsiona el modo en

que los gobiernos usan esos recursos y mina la confianza de la ciudadanía en sus

instituciones.

Sobornos, malversación, nepotismo y tráfico de influencias en los procesos de toma de

decisión son algunas de las manifestaciones típicas de esta somatización del mal

gobierno.

El principal problema al que se enfrenta el Estado y el que más frena su desarrollo.

Según la misma encuesta, más de la mitad de peruanos cree que dentro de cinco años
habrá más corrupción, y el 82% cree que el liderazgo del gobierno en la lucha contra la

corrupción es poco o nada eficiente.

A todo lo anterior hay que sumar que la corrupción es regresiva y golpea más a los que

menos tienen. Según estudios del Banco Mundial, hay evidencias de que los peruanos

con menos recursos destinan un porcentaje mayor de sus ingresos a pagar coimas para

acceder a los servicios básicos que, por derecho, les corresponden (hasta un 14% frente

al 1% de los ciudadanos con más recursos).

Si comparamos la corrupción actual de Perú con las de la antigüedad han bajado pero

sigue en constante crecimiento ya que la corrupción está en todo.

Pasando ya a los años actuales tenemos De la gran cantidad de denuncias que existen,

son especialmente graves las que involucran a Alan García y Alejandro Toledo, por

tratarse de los dos últimos expresidentes.

En relación a García, todavía no está clara su vinculación con el caso de Business

Track, ni la manera en que ha podido adquirir una nueva propiedad y su responsabilidad

frente a la fábrica de indultos, entre otras imputaciones. Si no tiene rabo de paja debería

colaborar de una manera muy esmerada con las investigaciones, tomando en cuenta que

respecto a su primer gobierno se salvó de numerosas investigaciones judiciales, al

acogerse –legal pero indebidamente– a la prescripción.

En el caso de Toledo, él podría haber disipado toda duda si inmediatamente hubiera

salido a los medios a explicar de manera didáctica y con documentos irrefutables cómo

su suegra ha podido gastar unos 5 millones de dólares en propiedades ubicadas en suelo

peruano, donde no vive. El que no lo haya hecho es una mala señal.

Respecto al actual gobierno, no hay casos que se vinculen directamente a la pareja

presidencial, aunque no se puede olvidar que los humalistas blindaron a Omar Chehade

para que no fuera investigado penalmente y que no se tomaron las medidas que

correspondían a la gravedad de lo sucedido con Alexis Humala.

A otro nivel, la Procuraduría Anticorrupción viene haciendo un monitoreo de los casos

que recibe, lo que ha aportado información empírica de algo que se intuía. El mayor
número de denuncias que le llegan se vincula con los municipios distritales y

provinciales, y, en cuarto lugar, con los gobiernos regionales. De ahí la importancia de

cómo terminen las denuncias de Comunicore o las que tiene Burgos, alcalde de San

Juan de Lurigancho.

¿QUÉ HAY QUE HACER? En el Perú y en muchos otros países lo que ha dado muy

buenos resultados es el fortalecimiento de un sistema especializado, con personal

altamente calificado (que existe), con recursos (que hay), con apoyo institucional pero

independiente en los hechos. Y, como parte de un conjunto de medidas preventivas: una

buena Contraloría, el máximo de transparencia y de acceso a información pública y

buenas normas vinculadas a aspectos como lavado de activos o conflictos de intereses.

Por otro lado, “la gobernabilidad genuinamente democrática requiere una participación

amplia y sustantiva, así como la rendición de cuentas por parte de quienes ostentan

poder” La rendición de cuentas es una obligación de las autoridades y, de igual forma,

es un derecho de la ciudadanía. Todos y todas gozamos del derecho de acceder a

información pública como herramienta para controlar la legalidad y licitud de las

acciones y decisiones de nuestras autoridades, en tanto el Estado se encuentra a nuestro

servicio. A pesar de esto, los sectores que viven en marcos de pobreza no solo padecen

por la escasez de recursos económicos, sino también por el desconocimiento de sus

derechos gracias a la baja calidad de la educación provista por el Estado.

Esta situación es un claro ejemplo de ausencia de opciones entre las cuales elegir. Es

decir, de falta de desarrollo como expansión de capacidades. Sin educación que brinde

el conocimiento de nuestros derechos y de las obligaciones del Estado hacia nosotros,

no podremos reclamar cuando desde el Estado se cometa un acto de corrupción que

termine afectando la calidad de los servicios públicos que brinda a la ciudadanía.

Como dejar de alimentar la corrupción: Acciones como pedirle un puntito al profe o no

pagar impuestos son corrupción. Tenemos que dejar de verlo como algo normal.

Algunos autores afirman que la corrupción se puede combatir por el simple hecho de
llevar una buena educación estoy de acuerdo con ello ya que los valores que se forjen

desde el hogar van a ser reflejados en las acciones que realicemos día con día.

El tema de la corrupción en el Perú es un tema tan complejo y delicado que en verdad

urge abordar frontalmente para poder lidiar con ella de manera efectiva y sin

hipocresías por los tres poderes del estado, como el Poder Ejecutivo, Legislativo y

Judicial.

Una sociedad corrupta no puede ser sino una sociedad en estado de descomposición y

por consiguiente tiene necesariamente que ser una sociedad injusta. La corrupción que

nos agobia es desde luego tanto jurídica como política, pero también es médica,

cultural, financiera, moral, familiar, etc., es decir se manifiesta en todas las dimensiones

de la vida contemporánea.

CONCLUCIONES:

Nuestro país atraviesa una crisis moral y ética, se ha perdido los principios y los valores

en la sociedad. Según un estudio de Pro ética los tres principales problemas que afronta

el Perú son: En primer lugar la delincuencia y la falta de seguridad, le sigue la

corrupción y las coimas en el sector público y el desempleo.

Si el Gobierno sabe muy bien cuáles son los puntos frágiles que afronta nuestro país,

debería iniciar a combatir estos males que están en el estado. En el Poder Ejecutivo a

través de sus Ministerios, los gobierno regionales y locales. Todos sabemos los delitos

que cometen los funcionarios públicos y servidores del estado, que son: Concusión,

peculado, malversación, cohecho, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.

Ante esta crisis moral y corrupción lo que propongo es que el Gobierno de turno debe

luchar frontalmente para combatir la corrupción y la delincuencia, dos puntos que hasta

el momento nos está venciendo ante la ineptitud del Poder Ejecutivo, Legislativo y

Judicial. Esto preocupa y debemos actuar en forma rápida.


La única manera de combatir la corrupción en el país valga la redundancia es la total

transparencia y principios de educación.

También interesarse por aspectos de política ya que si no conocemos nuestros derechos

no podremos defenderlos solo así acabaremos con un problema grave en nuestro país

que es la corrupción.

Todo esto nos lleva a reafirmar que la corrupción es un obstáculo en el camino al

desarrollo de un país. Por ende, medir los niveles de corrupción funciona como

herramienta para medir qué tan cerca o lejos estamos del desarrollo. Entonces, ante el

develamiento de un sinnúmero de casos de corrupción en el último año -además de los

casos de corrupción ocurridos en gobiernos anteriores que aún siguen siendo procesados

o se encuentran aún en la impunidad-, la respuesta a la interrogante ¿qué tan cerca está

Perú del desarrollo? parece ser obvia: nuestro país aún está lejos.

Bibliografía:

1. Alfonso W. Quiroz. 2013.Historia de la Corrupción en el Peru. Lima – Peru. El

Comercio

2. http://idehpucp.pucp.edu.pe/comunicaciones/opinion/como-afecta-lacorrupcion/

También podría gustarte