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FACULTAD DE CIENCIAS
ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES
ADMINISTRACION Y SISTEMAS
2023
¿Situación política actual del Perú?
El Perú no cuenta con partidos políticos que agreguen intereses y que tengan un diagnóstico
de los problemas del país, así como tampoco una propuesta de políticas para atenderlos. Los
partidos no suelen ser escuelas de formación de cuadros, no hay élites políticas. Ello se agravó
por la prohibición de reelección parlamentaria inmediata.
Con partidos poco representativos1y una creciente desconfianza hacia los políticos, la
reelección parlamentaria fue de una de las menores en la región. Entre 2001 y 2016 (antes de
la prohibición de reelección), el porcentaje de parlamentarios reelectos fue de 22% en
promedio, a pesar de que más del 70% postularon. Sin embargo, al prohibir la reelección, se
eliminó el principal incentivo para una buena gestión que sería premiada por los electores.
Junto con ello, se reducen las posibilidades de enrolar personas con vocación de ser políticos
profesionales pues el proyecto personal se convierte en una aventura de cinco años. La falta
de experiencia y de acumulación de conocimiento del oficio estimula proyectos de corto plazo
y reduce conductas colaborativas.
¿Qué hacer?
Algunos empresarios saben que ante un gobierno débil pueden imponer sus agendas y la
desregulación fáctica a favor de sus beneficios particulares contra los consumidores y
ciudadanos. Hasta algunos medios de comunicación masivos pueden vender más en el
desorden. La economía informal, no la de subsistencia, prolifera al margen de la Ley.
Todo ello supone un compromiso con la democracia y los valores que ella encarna, como la
defensa de derechos, tolerancia y dialogo político, evitando los rótulos para descalificar al que
piensa diferente.
¿Cómo superar la crisis política y social actual: Perú
2023?
Desafortunadamente, la posibilidad de llegar a acuerdos entre las diferentes fuerzas sociales y
económicas internas se ve aún difícil, pero hay que hacer todo nuestro esfuerzo por
alcanzarlos. Sin embargo, a propósito de los mensajes desde el exterior se abren espacios de
oportunidad. Están los comentarios y requerimientos de información de la oficina del Alto
Comisionado de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, la investigación sobre excesos de
la Policía y del Ejercito contra los manifestantes reportado por el New York Times y esta
semana del señalamiento en el Reporte Anual sobre Derechos Humanos del Departamento de
Estado de EE.UU. donde se mencionan las palabras abusos e impunidad.
Conclusión
La reciente crisis presidencial peruana marca un nuevo paso en el desgaste del sistema
institucional peruano establecido después de la renuncia de Alberto Fujimori al Poder en el
año 2000. Ese proceso ha visto al Gobierno y Congreso capturado en forma sucesiva por
distintos liderazgos que, además de corrosivos por mérito propio en varias de las situaciones,
han sido en forma regular receptores de acusaciones de corrupción. La posición de presidente
en el Perú ha evolucionado desde un cargo de liderazgo a un blanco permanente de
acusaciones de todo tipo que buscan su Poder.
Pero, el proceso no acaba ahí, el sistema institucional peruano ha recibido una erosión
sostenida de parte de un Congreso que progresivamente ha sido colonizado por grupos
circunstanciales, partidos de muy corta vida o derechamente especuladores del poder, que
han ido demoliendo a una plataforma de partidos que nunca ha sido especialmente sólida y
consolidada.