0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
5 vistas1 página
Carolina es una mujer de 25 años que acude a terapia psicológica por segunda vez. Mantiene una actitud rígida y distante, especialmente con su familia a quienes considera inferiores. Se describe a sí misma como una persona autodidacta con grandes ambiciones de éxito económico y que aspira a ser como Donald Trump. En la sesión insiste en recibir devoluciones sobre sus proyectos y establece un plazo de solo 4 meses para la terapia, mostrando poca empatía y consideración por la ps
Carolina es una mujer de 25 años que acude a terapia psicológica por segunda vez. Mantiene una actitud rígida y distante, especialmente con su familia a quienes considera inferiores. Se describe a sí misma como una persona autodidacta con grandes ambiciones de éxito económico y que aspira a ser como Donald Trump. En la sesión insiste en recibir devoluciones sobre sus proyectos y establece un plazo de solo 4 meses para la terapia, mostrando poca empatía y consideración por la ps
Carolina es una mujer de 25 años que acude a terapia psicológica por segunda vez. Mantiene una actitud rígida y distante, especialmente con su familia a quienes considera inferiores. Se describe a sí misma como una persona autodidacta con grandes ambiciones de éxito económico y que aspira a ser como Donald Trump. En la sesión insiste en recibir devoluciones sobre sus proyectos y establece un plazo de solo 4 meses para la terapia, mostrando poca empatía y consideración por la ps
Carolina es una mujer de 25 años, soltera, con nivel de educación superior incompleto, pues sólo estudió un semestre en la universidad, y actualmente trabaja en una tienda de ropa. Vive con sus papás y con sus dos hermanos varones, ella es la menor. La relación con su familia es distante, especialmente con sus padres, ya que refiere no compartir temas intelectuales con ellos, pues menciona despectivamente que “ellos son de provincia y no saben nada de esas cosas”. Menciona que esta es la segunda vez que acude a un psicólogo, la primera vez fue con una compañera de universidad de su hermano mayor, pues él estudió psicología, y sólo tuvo una sesión con esta psicóloga ya que, según menciona, “no se sintió satisfecha ni cómoda porque sólo le hacía preguntas y era evidente que no tenía experiencia en su carrera”. En todo momento mantiene una postura rígida, con las piernas cruzadas, y no contacta con alguna emoción en ningún momento. Menciona que tiene diferentes metas a futuro (como fondos de inversión, tomar asesorías sobre cómo invertir, ingresar a la bolsa, etc), lo que busca es lograr independencia económica al 100%, ser multimillonaria y, según sus propias palabras, aspira a ser “una especie de Donald Trump peruana”. Además, desea realizar un examen de inglés y japonés para acreditarlos y ganar un concurso de redacción. En relación con esto, se considera una persona autodidacta y comenta que en empleos anteriores no le satisfacían en esa área, además de que “no es una persona sociable y no se lleva bien con sus compañeros, pues no compartían las mismas metas, ellos hablan de cosas que no son de su interés, ella busca temas más trascendentes y sustanciales”. Cuando era más joven tuvo problemas con sus maestros, pues ella los desafíaba ya que no le veía sentido a las tareas y trabajos que le dejaban, incluso piensa que la preparación de los maestros no era buena. Surge la idea de estudiar Sociología, sin embargo, estando ahí, se dio cuenta que prefería “una carrera más fría como las ciencias exactas”, piensa que las personas que estudian esto necesita un intelecto superior, que deben de aportar algo a la ciencia, de lo contrario, sería una profesional medriocre. Menciona que lleva 3 años soltera desde su última relación; sus relaciones duran 3 o 4 meses porque ella busca “un hombre íntegro e interesante en cuanto a sus planes futuros”, a sus exparejas las describe como “errores que no tenían nada que ofrecer”. En una ocasión, le preguntó a la psicóloga cuál era su experiencia profesional en ese tipo de casos (planes de vida) e insistió en una devolución para que ella pueda llegar a una conclusión y seguir trabajando en sus proyectos, incluso mencionó la posibilidad de cambiar de terapeuta una vez que ella sienta que no cumple sus expectativas, además de que estableció un plazo de 4 meses para trabajar en sus proyectos. Cada vez que la psicóloga le hacía una pregunta con respecto a una duda, Carolina levantaba la ceja, abría los ojos, acomodaba su postura, inclinaba levemente la cabeza (lo que denotaba superioridad) y mencionaba que ella le podía explicar cualquier cosa que no hubiera quedado clara.