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Currículo constructivista para fomentar el desarrollo del pensamiento

crítico en los estudiantes

Universidad del Atlántico


Diseño curricular
Introducción

La educación por competencias es un modelo que se adapta a las necesidades de la sociedad


actual. El alumno del siglo XXI requiere desarrollar, además de competencias laborales,
aprendizajes que le permitan desempeñarse mejor en su vida social y personal. Desde esta
perspectiva, se busca que la educación sea extensiva y se proyecte mucho más allá de una
transmisión de saberes, favoreciendo a la construcción del conocimiento a través de la
reflexión y pensamiento crítico. Para ello, es necesario el empleo en el aula de técnicas de
aprendizaje apropiadas que favorezcan la construcción de dichos conocimientos.

Asimismo, el pensamiento crítico se concibe como el pensamiento intelectualmente


disciplinado de conceptualizar, aplicar, analizar, sintetizar y evaluar la información recabada
a partir de la observación, experiencia, reflexión, razonamiento o comunicación. Este tipo de
pensamiento es un procedimiento que da valor racional a las creencias y emociones.

Según Piaget (1992), pionero teórico del constructivismo, el desarrollo se produce articulado
según los factores de maduración, experiencia, transmisión y equilibrio , dentro de un proceso
en el que a la maduración biológica, le sigue la experiencia inmediata del individuo que
encontrándose vinculado a un contexto socio-cultural incorpora el nuevo conocimiento en
base a unos supuestos previos (transmisión social), ocurriendo el verdadero aprendizaje
cuando el individuo logra transformar y diversificar los estímulos iniciales, equilibrando así
internamente, con cada alteración cognoscitiva.

La teoría constructivista plantea que el verdadero aprendizaje humano se produce a partir de


las "construcciones" que realiza cada alumno para lograr modificar su estructura y
conocimientos previos, con la finalidad de alcanzar un mayor nivel de complejidad,
diversidad e integración frente al mundo. Este aprendizaje es lo opuesto a la mera
acumulación de conocimientos que postula la educación como sistema transmisor de datos y
experiencias educativas aisladas del contexto. El constructivismo postula como verdadero
aprendizaje aquel que contribuye al desarrollo de la persona, por ello es colateral a un
desarrollo cultural contextualizado.

El constructivismo como rama significativa del aprendizaje y método de enseñanza utilizado


en numerosos sistemas escolares, recibido por todo tipo de niños y con todo tipo de
comentarios. “El conocimiento y el aprendizaje humano, en el constructivismo pedagógico,
son el producto de una construcción mental donde el "fenómeno real" se produce mediante la
interacción sujeto cognoscente-objeto conocido , siendo desde esta perspectiva inapropiado la
separación entre investigador e investigado, ya que tanto los datos como los hechos
científicos surgen de la interacción ininterrumpida del hombre frente a su entorno”. (Flórez
Ochoa, 1994)
De esta forma la realidad que nos rodea se traduce como nuestro mundo humano, según la
filosofía constructivista este mundo es el producto de la interacción humana con los estímulos
naturales y sociales que alcanzamos a procesar con nuestra mente. Para el constructivismo, el
conocimiento humano no se origina en la pasividad de la mente, sino que es construido
activamente por el sujeto que conoce en su adaptación con el medio.

La posición teórica Constructivista, es más bien un marco explicativo de la consideración


social y socializadora de la educación, que una teoría en su sentido más estricto. Su
concepción integra diversas aportaciones, a fin de constituir un conjunto articulado de
principios desde los cuales es posible diagnosticar, establecer juicios y tomar decisiones
fundamentadas en torno al problema de la educación. (César Coll y otros, 1995).

1. Descripción del problema

La educación es la base del desarrollo social y económico de un país. Las grandes potencias
del Primer Mundo fundamentan gran parte de su desarrollo en el aumento creciente de
profesionistas preparados de una manera competente y con interés y capacidad de
involucrarse en las cuestiones políticas y sociales que su país demanda. De aquí que el actual
universitario busca aprender a través de la combinación de trabajo y estudio, es decir,
mediante su experiencia y su conocimiento. Por ello, el estímulo del pensamiento crítico
juega un papel crucial en la formación de todo futuro profesionista. Un individuo que piensa
críticamente tiende a vivir racional, razonable y empáticamente (Willson, 2012: 466).

Las características de la enseñanza constructivista parten del precepto de que el aprendizaje


humano es siempre el producto de una construcción mental interior, ya sea uno el primero o
el último en entender el nuevo conocimiento. Flórez Ochoa (1994) las define en cuatro
acciones fundamentales:

Parte de las ideas y esquemas previos del alumno.


Prevé el cambio conceptual y su repercusión en la estructura mental, a partir de la
construcción activa del nuevo concepto por parte de los alumnos.
Confronta las ideas y preconceptos afines al concepto que se enseña.
Aplica el nuevo concepto a situaciones concretas y lo relaciona con aquellos previos a
fin de ampliar su transferencia.

Cuando los procesos mentales preconscientes tienen una arquitectura compleja apropiada se
pueden hacer decisiones informadas teniendo en cuenta necesidades internas, objetivos y
contingencias externas (Broom, 2011: 2), incluyendo la parte inconsciente y preconsciente, y
la experiencia consciente. Para generar esta estructura sólida y bien cimentada es necesaria la
construcción continua del conocimiento, la cual se genera a través de experiencia,
interacción, fomento de análisis y reflexión, tal cual lo plantea la teoría constructivista.
Para hacer continuo este conocimiento, dentro del área pedagógica se han planteado diversos
métodos de enseñanza para reforzar e invitar a pensar de una forma más activa. Desde edades
preescolares hasta universitarias, se han propuesto estas técnicas y se siguen proponiendo
nuevas formas de enseñanza.

Se recomienda a los profesores:


La posibilidad de dejarse enseñar por los alumnos.
La estimulación de las preguntas, sin aferramientos previos a una respuesta.
No expresar dudas sobre la capacidad de los alumnos para dar con una solución
razonable al problema planteado en la secuencia.
Concentrarse en pocos conceptos a fin de profundizar en ellos.
Permitir que el alumno experimente por sí mismo.
Relacionar continuamente el conocimiento con sus aplicaciones a la cotidianidad del
alumno.
Apoyar la utilización por parte del alumno de sus propias informaciones sobre el
tema.
Repetir la pregunta según avanza la discusión, a fin de precisar su sentido y
verdaderas premisas, supuestos y restricciones.
Que los estudiantes expresen, discutan y confronten lo que saben sobre el tema.
Que los estudiantes retomen la iniciativa y aborden directamente el nuevo aporte
buscando acuerdos en la solución a la pregunta inicial.
Que se busque la aplicabilidad del concepto.

1.1 Diagnóstico de necesidades

Tanto la preparación del estudiante para el desarrollo de habilidades y la del profesor para
generarlas, son necesarias para la creación de un pensamiento más competente y complejo, el
pensamiento crítico. Con ello se refuerza la postura de Prieto (2008: 9), quien señala la
conveniencia de una formación integral y de más amplio alcance para hacer frente a las
necesidades que el país requiere.

El tipo de educación basado en el modelo tradicional se ha vuelto anticuado, complicando


más el desarrollo del pensamiento crítico del estudiante con respecto a su realidad. Se debe
reevaluar la manera en la cual se enseña hoy en día; tanto las ventajas como las falencias que
hay a la hora de impartir conocimiento dentro del aula de clase. A su vez, la falta de
motivación por parte de los estudiantes y de los profesores, quienes no manejan el aspecto de
la socio-afectividad, hace que las clases se vuelvan monótonas y aburridas. Es necesario
implementar estrategias para mejorar el proceso de desarrollo de los estudiantes y una buena
manera es enseñarles temas cotidianos basados en la crítica y reflexión, partiendo desde lo
que pasa en su entorno. Al momento de hacer uso de herramientas de consulta, como el
internet, revistas, periódicos, plantear un enfoque constructivista basado en el juicio de dicho
material. Con esto, se busca que los jóvenes encuentren una motivación fuerte y se apropien y
se auto-planteen acerca de los temas que tratan en el ambiente escolar.

1.1.1 Pregunta problema

En este caso el presente proyecto curricular busca demostrar si el diseño curricular


constructivista puede o no llegar a generar un pensamiento crítico y reflexivo, para lo que se
plantea lo siguiente: ¿El diseño curricular constructivista fomenta el desarrollo del
pensamiento crítico en los alumnos?

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