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Filósofos sobrehumanos
Edición de
Enrico Colli
Traducción del italiano de
Miguel Morey
Papel
apel 100% procedent
procedentee de bo
bossqu
ques
es bien
bien gest
gestiionado
onadoss
Indice
Nota del editor
Enririco
En co Colli 9
Nota del traductor
Migue
guell Mor
oreey 19
Filósofos sobrehumanos
Los presocráticos 29
I Int
ntrroducc
oducciión 31
II Ana
naxi
xim
manandr
droo 44
III Her
erácl
ácliito 48
IV Parm
Parménéniides 74
V Empédocles 101
Prosi
rosiggue aquí la pub
publlicaci
cación
ón ddee lo
loss escri
escrittosjuve!
nilles de inédito
ni
trabajo, Gi
Gior
orgi
gioohasta
C
Coll
olliiahora,
(1
(19917-19
-1cuyo
979) ctítulo
on est
esoriginal
te segundo
egundo
era
Filosof
sofi sovr
ovrum ani.. Escr
umani scriito en la prpriimave
averra de 1939,
constituía la primera parte de la tes tesiidi laureadeColli,
defendi
defe ndida
da eenn T
Tur
uríín con GiGioel
elee SSoolari el 11 dejuli
ulio
de 1939. La segunda parte de la tesis era el texto escri!
to do
doss años ant
antes
es,, en 1937, ypub
publlica
cado
do en la «Nuova
risvi
riv vista
svilluppo st
sto
orica»
rica»,
, en lo s volúmenes
volúmenes
atone- quedhe
III
ppo delpensisieeropolíticodi Platone- y IV e 1vuelto
939-Loa
publicar en 2007, como siempre en Adelphi, con el
título sintético de Platonepolítico'. Com Compl plet
etaba
aba la
la tesis
una tercera ppartarte,e, IIIIproblemadellacronologíaplatónica,
incluida también en el original mecanografiado de
Filosof ovrumani como apéndice. La presente edi-
sofi sovrum
* Platónpolítico, trad. dejordi Raventós, Siruela, Madrid 20
Citamos según esta versión.
DI1Manuscrito
.1
.1:: U
Unn grup de F i
grupoo de 25folilosofi
sofi sovr
vrum
um
olios dobl anv.
dobleses plegad
plegadosos,, ms. a
lápiiz po
láp porr lalas do
dos cacaras:
ras: 1fo follio co
conn la por
porttada ggee!
neral Filosof sofi ssovrum
ovrumani ani,, fechado el 8-10 de marzo-
24de m mayo
ayo de 1939 + 1foli olio con lala po
porrtada de lala
primera parte: Místicaypolíticaen lospresocráticosy
9folios ccon on páginas
páginas numernumerad adasas de 1a 3333+7folios
con pág
segundapágiinas
partenum
numer
+ 3eradaadass de
folios con1páginas
a 28 quenumeradas
for
formman la
de 1a 1a 12
12que fo forrman el apéndice:
apéndice: IIIIproblemadella
cronnologíaplat
cro platóni ca+4foli
ónica olios con llas
as notas
notas..
1.2: 1fol
foliio peque
pequeño, ño, ms. a lápi ápiz por llaas ddos
os caras
con pasos de la Cart arta VIIde Plat atón
ón..
DII Copias mecanografiadas:
II. 1: Copopiia al ca
carrbón m
mecanogr
ecanografafiiada del
del ssiigui
guien!
te DII.2, por una cara, con encuadernación ori!
ginal al:: 1por
portada +140fol foliios num
numererad
ados
os +índ ndiice,
sisinn fe
fecha.
cha. Con el gri
griego
ego aut
autógra
ógraffo a pl
plum
umaa y co!
ralrecci
ecc
120,iones a lápi
el textoápcompleto
iz. Los 14de
0folio
foli
Filoosso
sofccont
fionti
iene
enen:
sovrumn:i'del
an
ani , del2
121 a 11440, el texextto del apé
pénd
ndiice IIII problema della
cronnologíapl
cro plat
atón
óniica.
II..2: Texto original mecanografiado de D II.2,
II
con encuadernación original, idéntico al prece!
dente, excepto por el índice, que falta. Con el
!
fiado,
griegoen autógrafo
la parteaque
pluma.
se refiere
Este texto
al Fedón,
mecanogra
eell Fedro
y el Simposio, de la pági
página
na 77
77 a la 110, cont
contiiene
muchos añadidos, correcciones, amplias adicio!
nes ytacacha
hadur
duras
as,, todas fec
fechabl
hableses en 1946-1-19947, y
constituye una especie de borrador de la parte
correspondiente de PHK. Los pocos pasos ori!
ginal
gi nales
es de 1939 que se mant nteend
ndrrán en PHK
PHKhan
sido señalados en las notas.
E Tesi di laurea:
rea:
I: Cop
Copiia al car
carbón
bón mecanogr
mecanografafiiada por una
una cara,
encuadernado con posterioridad. Tres portadas
+307fol
oliios nnum
umeerado
doss del
del 1al 307+2fol
oliios ccon
on
el índice. Contiene Filosofsofi sovr
sovrum
umani,
ani, Losvil
sviluppo
ppo
delpensi eropolítico di Platone, con las correcciones
ensiero
hechas sobre la copia C II.1 e IIIIproblema della. cro!
nolo
ologíaplatón
atóniica.
grieg
egoo so
sonn origina
nalles ele Colllli.i. He puest
puestoo al dí
díaa las
referencias bibliográficas y añadido al volumen un
aparttadode sisiglasyabre
apar abreviatur
iaturas asyun índi
ndicede nonom m!
bres y fuentes.
Enrico Colli
calle
lle. ¡Qué eess ahor
ahoraa parparaa m
míí la
la “apar
“apariienc
enciia”! Cierta
erta!
mente
ente no la laan
anttítesi
esiss de al
algún
gúnSer, ¡qu
¡quéé séyoenunci
enunciarar
acerca de Ser alguno como no sean las propiedades
de su aparienc
apari enciia! ¡C iert
ertament
am ente
e no una
un a m
máscar
ta que se puede poner, y también se podrá quitar, a áscara a m uer!
una x! La aparapariienci
enciaa es para
para mí
mí lovivientente yefi efici
ciente
ente
mismo que en su burla de sí va al extremo de darme
a entender que no hay más que apariencia y fuego fa!
tuo y danza de fantasmas; que entre tantos soñadores
también yo, el “conocedor”, ejecuto mi danza; que el
conocedor es un medio de prolongar el baile
y, por ende, figura entre los organizadores de la fiesta terreno
de la ex
exiiststen
enci
cia;
a; y que la la subl
sublime consecuenci
consecuenciaa y tra!
bazó
ba zónn ddee todos
odos lolos conoci
conocim mient
entos
os tal ve
vez ees,s, yserá, el
medio supremo de mantener la práctica general del
sueño, asegurar el entendimiento de todos los soña!
dores y, así, la duración del sueño».
Siguiendo
Nietzsche no laresulta
ruta de los fragmentos
difícil postumospro
ver la construcción de!
gresiva de esta noción, que se consolidará en el mo
mento
ento dede su madurez
adurez,, con Diefrohliche Wissenschaft
yAAllso sprach Zarathustra ((en en «De la cast
castidad», «De
los co
commpa
pasisivvos»,
os», «De lloos ssabi
abios
os fam
famosos»,
osos», por ej
ejem
em!
plo), marcando de un modo cada cada vez
vez más decis
ecisiivo
su alejamiento de las reivindicaciones estéticas de
que la di
que distanci
stanciaa ent
ntrre llaas ver
versision
ones
es (y más cuando
se pres
present
entan
anjunto
nto al original
original gri grieg
egoo) abre
abre si
siem
emppre
buenas preguntas, y da que pensar*.
Con ocasión de la publicación castellana de Pla!
tón político manifesté mi sorpresa ante
que, conforme iban leyéndose sus páginas, uno se el hecho de
olvidaba pronto de que quien las escribió era apenas
un muchacho, que la cosa perdía importancia ante
4Hemos
4Hem os segui
seguidodo a A. Ber
erna
nabé,
bé, Parméni
arménides,
des, Poema.
oema. Frag
Fragm ment
entos
os
y tradición textual (I
(Ist
stm
mo, MMadr
adrid
id 220007) tant
antoo por lo que rresespec
pectta
a Parménides como también para las versiones de otros sabios
arcaicos, que hemos citado según sus Fra Fragm
gment
entos
ospreso
presocrá coss. De
cráttico
TalesaDem ócritto (Alianza, Madrid 2008), siempre que ello ha sido
emócri
posible. Cuando no ha sido este el caso, porque el fragmento
en cues
cuesttión no apar
aparececía
ía en su eedi
dición
ción (en el caso de H Heeráclit
áclitoo,
por ej
ejem
emplplo)
o) hem
emosos acud
cudiido a las ddee A. Gar
arccía Calv
alvoo (H
Heeráclitot
Raazón común, Lucina, Zamora 1985). Para Platón hemos segui!
R
dGual
o la
lass(Phaed.),
ver
ersisiones
onesEmilio
(en GLledó
redo
edos,s, (Phaedr.
Madr
adrid
id),1M.
986 Martínez
y sisiggs.s.)) deHernández
C
C.. Gar
arccía
(Sympos.), M.a Isabel Santa Cruz (Parm.), yjuan Zaragoza (E (Epp. va).
Evidentemente, de la versión utilizada en cada caso se ha dejado
la debida constancia en la nota al pie. En el caso de alguna que
otra cita puntual hemos consignado la referencia editorial com!
pleta al pie.
la convicción de estar siguiendo las huellas de un
gigante.
Esto
stoes in
incl
cluso
uso más
más verdad ahor
ahoraa que ent
entoonces.
L'Kscala,
scala, ver
verano
Miano
gueltlM
e220
or0ey
10
orey
Filósofos sobrehumanos
éwO
éwOoi
oixnc
xncííCwt'Se XéXrjOe oíií; t t oX
t oíi Xoú
oúc
c
«pe
perrolamayo
ayoríano
noseddaacuent
cuentaadequeestán
estánposeí
poseído
doss
porr undio
po dios»
Platón, Fedro, d*
249
24 9
Los presocráticos
Introducción
Cuando en un estudio sobre los griegos se pre!
tende hablar de política, es preciso ante todo aclarar
qué se quiere decir con esta expresión2. Para el grie!
go, la actividad política no es simplemente ocuparse
de modo directo de los asuntos del Estado, sino que
significa en un sentido muy amplio cualquier forma
de expresión, cualquier exteriorización de la pro!
pia personalidad en la ppoolis. Político no es sólo el
hombre que participa en la administración pública,
sino cualquier ciudadano libre que de un modo u
otro tiene una función propia en la vida de la ppoo!
lis, y más que cualquier otro aquel que actúa como
educador de losjóvenes en la ciudad, como el poeta
o el filósofo, quienes, más que nadie, influyen pro!
fundamente en la formación de la espiritualidad de
la ppoolis. Políticas son por tanto todas las actividades
espirituales del hombre: arte, religión y filosofía;
complej
compl ejiidad y en su máxi
máxim ma ext
extensi
ensión,ón, enca
encarra aasísí
desde un punto de vista idéntico la filosofía, el arte
y la religión griegas, buscando primeramente los
elementos esenciales que forman esta complejidad,
yvitalmente
estudiandoenluego cómo espiritual
un campo estos elementos actúan
determinado,
la filosofía, aportando resultados más concretos y
más vivivoos desde
desde el pu
punt
ntoo de vi vista hhiistóri
stórico.
co. Po
Podrí
dríaa
decirse que tampoco este método consigue aferrar
en su completa vitalidad la concreción espiritual
de los fifillósofos
ósofos gri
griego
egos,s, tal com
comoo nac
naciió en su aallma;
pero esta es unaytarea
que ignoramos nuncaimposible,
podremosenconocer
la medida
en en
su
inmediatez el modo en que evolucionó su espíritu.
Evidentemente, ni los presocráticos ni Platón tenían
una conciencia clara de esta antítesis que se daba en
ellos entre un aspecto político y un aspecto místico,
dado que la vida espiritual es algo unitario y conti!
nuo,un
con quecarácter
no admite
tan absoluto.
en su seno
Pero
ninguna
no podemos
separación
par!
tir de su vida interior y tan sólo podemos juzgarlos
a partir de lo genérico que sus obras nos ofrecen;
debemos encaminarnos hacia lo concreto con di!
visiones y limitaciones, pero una cierta abstracción
que está implícita en toda investigación científica es
inevitable. Yes este un método científico puramente
griego, es en el fondo la diaíresis, es decir, la división
del Platón dialéctico; con él no se logra captar la
individualidad en su inmediatez, pero se alcanza un
estadio que, aun siendo todavía genérico, sin em!
bargo permite
individualidades. ver el lado esencial común a varias
Comenzamos pues estableciendo del modo más
claro estos dos aspectos fundamentales del espíritu
filosófico griego. El misticismo de los presocráticos
nace directamente del movimiento religioso dioni!
siaco, movimiento que, surgido en la vida griega del
siglo VI como un factor absolutamente nuevo, adopta
inmediatamente manifestaciones colectivas, es decir,
políticas en el fondo. Una religiosidad tan violenta
nace en Grecia en cuanto sus condiciones de vida se
vuel
vu elve
venn más ymás compl
complejejas,
as, desde
desde Or
Oriientntee com
comiien!
za a difundirse el lujo, las luchas políticas se vuelven
atroces, en definitiva el dolor de la humanidad se
sisiente
ente más
mismo mgriego,
ás cruel
cruelmmente.
ente. Dedionisiaco
pesimismo este
este m
modo
odoporque
surgeaspira
el pesia!
escapar de las pasiones humanas, de las luchas egoís!
tas, de la la agi
agitaci
ación
ón vana y coconv
nvuls
ulsaa ddee est
estee m
mund
undo.
o.
Incluso frente a este nuevo fenómeno el carácter
político del griego no queda desmentido: inmedia!
tamente vemos formarse comunidades, las de los
misterios órficos y dionisiacos, que en tanto que aso!
ciacioones di
ciaci diririggidas
das por un propó
propósi
sitto mo
moral
al,, todavía
tenían para la mentalidad griega un significado po!
lítico. Pero mientras el aspecto político del espíritu
griego
de queestiende
un movimiento
a expresar alcentrífugo,
individuo en el mundo
sentido
siempre de un modo más amplio, lo dionisiaco es en
cam
ca mbio una fuerza
fuerza centr
centrípet
petaa que em
empuja
puja al hom
hombre
bre
a ent
ntrrar cada vez más en sí m miismo
smo. Ciert
ertam
ament
entee el
movimiento se inicia colectivamente, en la orgía dio!
nisiaca y en el coro trágico, y es este el aspecto de lo
!
dionisiaco
che en EEll nque
acimpreferentemente
iento de la tragedha
ia, estudiado
pero los grandes
Nietzs
espíritus del siglo no tardan en sentir la insuficiencia
de esta tentativa de superar el dolor del mundo en la
nueva religión. Los hombres que se reunían en los
misterios tenían todavía una conciencia filosófica
muy imperfecta; habían intuido que la concepción
de la vida política y apolínea que había dominado
hasta entonces en Grecia implicaba una cantidad de
dolor enorme, basada como estaba en el agonismo
y en la voluntad de todo individuo de expresarse él
mismo en la ppoolis contra todos, y también habían en!
trevisto un estado de vida mejor, que para los órficos
ramente ainterior
impulso actuardomina de modo
prácticamente casiloscompleto
sobre otros homel!
bres. En cambio los griegos sienten como irrenuncia-
ble la necesidad de expresar su experiencia íntima7
de un modo tan claro y definitivo que los hombres
estén obligados a aceptarla y por tanto a comportar!
se políticamente en la vida de acuerdo con este nue!
vo conocimiento.
unos sentimientos supremos
En la soledad
desnudos
lograron
de imágenes
alcanzar
y de racionalidad, y hasta tal punto lejanos de los
sentimientos y las ideas comunes de la humanidad
que ni siquiera ellos sabrían traducirlos en palabras,
y aunque lo consiguieran, nunca lograrían hacerlos
acce
accesibles
sibles para
para la
la int
intel
eliigenc
genciia humana.
humana. Pero una
una vveez
!
ben
alcanzada
propagar
estalanueva
interioridad
fase endella que
mundo,
sienten
queque
debende
crear, encuentran su vía de expresión remitiéndose
al universo y diciendo su verdad, sin tratar de con!
tar de modo inmediato sus intuiciones, sino por
medio de símbolos cósmicos que todos tienen de!
lante de los ojos, y dando origen a la ciencia de la
natural
naturaleza
eza y a la raci
racion
onal
aliidad
dad.. Su impu
pullso po
pollítico,
co,
reprimido en su juventud, al no poder limitarse a
tener una magistratura en su ciudad ni rebajarse in!
tentando la tiranía, se cumple ahora en las doctrinas
Anaximandro
«Un fululgor
gor seco (es de
deci
cir,r, el fuego) es el al
almma
mejor ymás sabi sabia»*
a»*.
Otra enseñanza básica del misticismo es la igual!
dad con dios que el hombre superior puede alcan!
zar, y Heráclito, aunque no lo declare de un modo
tan explícito como Empédocles, lo deja entender
de un modo bastante claro en sus fragmentos. En
el fr.
de frlas
. 1cosas:
declara
declara que
que puede decir cuál
cuál es
es la real
realiidad
«... yo explico cada cosa analizándola según su
naturaleza y diciendo su verdadera esencia»b
yen el fr. 41 afi
afirma que llaa sabi
abidur
duríía co
consi
nsiststee en un
unaa
sol
sola clas
todas osa
sa,cosas:
, conocer la razón (gnóme) que que gobi
gobier
erna
na
do,, desco
do descom
mponien
poniendo
do cada uuno
no seg
según
ún su nat
natur
uralez
alezaa yexplicando
plicando
cómo se halla», Bernabé, 2001].
«Una sol
sola cosa
cosa es
es la
la sabidur
sabiduríía: conocer
conocer la razón
que gobierna todas las cosas por medio de todas las
cosas»3.
Con lo que claramente se atribuye la sabiduría, y
cuando dice en el fr. 78:
«La individualidad humana no posee razón (gnó-
mé), pe
perro la divi
divina
na la posee
posee»h
»h,
se asume con ello, sin más, una individualidad divi!
na. Heráclito establece una distinción fundamental
entre los hombres mediocres y los hombres que se
transforman en dioses por el conocimiento. No es
que establezca dos clases separadas que no permiten
el paso entre sí; fiel a su concepción de la continui-
a 22B41 D DKK = SSGG m 14[14[AA73]: 'év t ó cto<to<(>
(>óóv, émaTaa0cu
YVtiiiiTii/, ÓTÉr| ÉKufiÉpvr|CTe TrávTCi Sia irái'TWV [«Pues es prueba
de sensatez conocer lo único sabio y lo que era gobernar todas
las cosas por medio de todas», Bernabé, 2001].
b 22B78 DK = SSG G III 14
14[[A40
40]:]: r¡0
¡0ooc yáp ávQpii'meiov |iev
o ú k éxeL yvú^ ú^ac,
ac, GeTov 5é ex"í [“E “Ell m
modo
odo de se ser humano
humano
no comporta capacidad de juicio; el divino sí la comporta»,
Bernabé, 2001],
«Atodos
sí mismos los hombres
y pensar les es posible conocerse a
la verdad»b.
En cualquier caso, observa, sin embargo, que en
la naturaleza existe realmente una separación lim!
pia entre los hombres, basada en el conocimiento'.
¿ cttl tó
a22
22B
[«Común B113
11es3 D
aK=
ttodos
odosSSG
Gelnpensa
i 14[
14[A
pensar Ar14]:
», Gar£wó
£wóv
cíavCal
arcía Calvvo, 1iráai
985], c]>povéeiv
b22B
22B116
116 DDK=
K= SGm 14[A 14[A50] 50]:: di'0pÚTTOLaL Traca pÉTecm y i v r
waKELf éuuToi
éuuToiiic icai aüj aüj(j(j>
>povelv [«A los homb ombrres tod odos
os les es
dado
da do lleg
llegar
ar a co conoce
nocerrse a sí mism mismoos y mant ntener
enerse
se cue
cuerrdo
dos»
s»,,
Garcí
cíaa Cal
Calvo
vo,, 1985].
cVéase
cV éase ttam
ambi bién
én HHererácl
ácliito frfr.. 79: cwí|p vrímoe TÍKOiicre TTpóc
Saípovoc, OKüJCTirep u a lc TTpóc ávS pó c. Diels toma viym.oc como
una aposición, y traduce kindisch: la construcción me parece más
Si ssee con
conffront
ontaa con el fr. 78 ant
antes
es ci
cittadoa
adoa,, donde
se contrapone a un éthos humano un ethos cognos!
citivo divino, se comprende fácilmente que aquí se
alude a este segundo tipo de individualidad y que es
gracias al conocimiento que el hombre se convierte
en igual a un dios. Repite lo mismo también en el
fr. 62:
«Los mortales son inmortales, los inmortales son
mortales, los unos viviendo la muerte de los otros,
los ot
otrros muri
uriend
ndoo par
para la
la vida
vida de los pr
priimer
eros
os»1
»11.
Podría concluirse de aquí que los hombres sólo
con la muerte se convierten en dioses, pero hay que
tener presente que thánatos no significa para Herá!
clito muerte en el sentido corriente de la palabra,
modo de de se
serr del hom
hombr
bree es su geni
genioo di
divvino
ino», Ber
ernab
nabé,
é, 2001].
“«La individualidad humana no posee razón, pero la divina
la posee».
b 22B62 D DK
K = SSG
G III 14[A43]: dedraTot 0vt]tol, 01'iyroi
á0ávaToi, ¿covTec TÓr' ékelwjjv Oávajov, t ó v Sé é k eí vuw (3lov
TeSvetoTec. [«Inmortales, los mortales; mortales, los inmortales;
viviendo unos la muerte de aquellos, muriendo los otros la vida
de aquellos», Bernabé, 2001],
aEl fr. 11
1177 (22B
(22B117 DK
DK=
= SGIII 14[A
[A551]) dice qu
quee el hom
hombr
bree
cuando
b22
22Bestá ebrio
B67DK= SSG tiene el
Gm 14[ alma
14[A
A91] húmeda.
91]:: ó 0e
0eóe
óe f|[J
f|[J..épr| eú<t>póvr],
0époc, TTÓXepoc: eipf|vr|, KÓpoc A.ipóc, áXXoioÜTcu Sé OKaicrtrep
TTÜp [«Dios: día-noche, invierno-verano, guerra-paz, hartura-
hambre. Pero se toma otro cada vez, igual que el fuego», Ber!
nabé, 2001].
Hay que destacar, sin embargo, que Heráclito
rar
aram
ament
entee habla exp
expres
resamament
entee ddel
el dios
dios (theós), sea
porque esta parte es la más secreta de su doctrina,
sea porque de los dos términos místicos, dios y mun!
do, es casi exclusivamente el segundo el que le inte!
resa al filósofo griego.
Debe señalarse al respecto la distancia entre su
posición y la del misticismo del Renacimiento, que
toma como punto de partida la idea cristiana de
dios yla hhace
ace coi
coinci
ncidi
dirr lueg
uegoo con el mun undo
do ycon eell
alma. El proceso de Heráclito es diferente: él parte
de su alma, allí encuentra el mundo, y anega su pro!
pia personalidad en el xxuunón, en lo que es común a
todas las cosas, en lo continuo, en la realidad univer!
sal. Alcanzada esta despersonalización, que es una
superación filosófica del primitivo individualismo
político helénico, los demás filósofos se detienen y
se giran hacia los hombres para darles una nueva po!
lítica filosófica, basada en el xxuunón. Por el contrario,
en Heráclito el individualismo del que había parti!
do y que había superado con el misticismo
ahora transformado en super-individualismo, en un regresa
ver el mundo
mundo como
como lala plena
plena per
personal
sonaliidad. Po
Porr ello
recurre al theós. La ecuación dios-mundo no es otra
cosa que un tinte de personalización que se le da
super-
en
super-i
el fr
fr.
ind
ndi
. 1i0vidualidad
viduali
8 indica
ndica
dad.sint
si. ntét
Eéti
l ffr.
ir.cam
cament
10ente
8 ees part
par
el m
mun
tiundo
cul
cular
do
arm
mco
com
ente
ent
moe
interesante porque nos muestra el punto extremo
alcanzado por el individualismo heraclíteo:
«De cuantos discursos he oído, ninguno ha al!
canzado a conocer que lo que es sabio está separado
de todo»a.
Con ello dice que la suma personalidad tiende a
alejarse de todo, a huir de cualquier forma de comu!
nidad, que en su caso particular en tanto que hom-
bre-Heráclito, que üende a adecuarse todo cuanto
puede a la divinidad y a transformarse en fuego
siempre más puro, significa la necesidad suprema
de abandonar cualquier contacto
y renunciar a toda politicidad. con los hombres
En la historia del pensamiento encontramos un
solo paralelo con esta posición de Heráclito: la de
"22B
22B108DK=SGm14[
14[A
A17]
17]:: ókó
ókóct
ctui
ui'' Xóyo
óyoue
ue fÍfÍK
KOuaa,
uaa, oúSel
oúSelcc
á^iicyelTai ’ec toüto, ¿iaTe yiy
iyccócrKeiv ot l aoe|)óv é c m Tráv
ávT
Twv
KCXoipL
ipLapé'Kjy [[«N
«Niingu
gunno ddee cua
cuantos hhee oí
oíddo ra
razones llega has
hastta
el extremo de reconocer que lo sabio está separado de todas las
cosa
cosas»,
s», Ber
Berna
nabé,
bé, 2001].
nada, si
nada, sinno a la verdad
verdadera
era realida
realidadd. Para los
los hi
hind
ndúes
úes
la redención no es causada por el conocimiento y
!
no remite amismoa:
nocimiento un más allá,nossino
hemosqueencontrado
consiste encon
el co
lo
mismo en Heráclito, para quien es posible conver!
tirse en un sabi
sabioyun dios durant
durantee lavida. Encont
ncontra!
mos también pasos hindúes que recuerdan de cerca
fragment
agmentosos her
heracl
aclííteos; com
compár
páres
esee el fr. 75:
«Los durmientes son artífices y colaboradores de
lo que ocurre en el mundo»b.
con un tramo de las Upanishad según el cual cuan!
do se duer
duerme se tomaoma el m
matater
eriial del mun
undo
do y se
construye con el propio esplendor; el paso hindú
continú
conti núa:
a: «c
«cuan
uando
do duer
duerm
me de este m modo
odo,, entonces
entonces
este espíritu se transforma como en una luz para sí
mismo»
smo»cc,loque
,loque remiemiteal inici
niciodel
odel fr. 26:
mismo
smo c, lo
lo que remi
emite al inici
nicioo del fr. 26:
aCf. Deu
eusssen A AGGPH, 2, 311.
b22B75 DK-SGIII 14[A98]:t o í j c KaGeúSoi'Tac ¿p^áTcic elvai
Kal auv
auveepy
pyooiiiicc tüi' él' t ü Koapiu
apiu yiv ivoopéi'i'üüji' [«Qu
[«Quee también los
durmientes son operarios y colaboradores de las cosas que en el
mundo se prproduoducen»,
cen», García
arcía C
Cal
alvvo, 1985].
c Upahi
ahishad
shad,, BriBrihadd
haddranyak
ranyaka,
a, 44,, 3, 9-14
9-14..
Unamífras
ra de frase
noeexiste
hi
hind
ndúúningún
com
comoo est
esta:
a: «yen
otro osoy
solayeternidad
el sabi
abiooyfdel
ue!
tiempo»,bpodría cambiarse por un fragmento del fi!
lósoofo jóni
lós ónico.
co. Finalmente,
nalmente, tambi
ambién én la concep
concepcición
ón
heraclítea que reduce el mundo a una super-indi-
vidualidad encuentra su correspondencia en lo que
las Upanishadllllam
aman
an a vec
veces
es ppuurusha, hombre, espí!
ririttu;esdi
ojo dicen,
cen,
el por ejem
átman,ejesemplo:
plo: «el hom
inmortal, hombr
breeno
el que quetiene
sevetemor
en el
el
es el brahman»c, o bien: bien: «el hom
hombrbree que no es co
com
mo
un hombre hace que el alma se una con el brah-
man»dl9.
Queda por examinar la politicidad de Herácli!
to. Antes he dicho que en él la interioridad mística
tiende a eliminar el aspecto político; sin embargo, la
1122
22B26
B26 DK = SGSG III 14
14[[A57]
57]: cívSpwTrot; é v fú(|>pói'i'rr] <|<|)áo
)áocc
airT
irTeraL éc
écar
arrrü [áir
[áirooBavo
avojv]..
].... [«U
[«Unn hombr
hombree en la noche
oche prend prendee
paraa sí uuna
par na lluz»
uz»,, Ber
erna
nabé,
bé, 2001].
bUpanianishad,
shad, Kaiaivalya, 2211.
valya,
c Upa
pannishad, Chándog ya, 44,, 1155, 1; cf. también 8, 7, 44..
ándogya,
Upanis
panishad, Chándog
ándogya,
ya,
d 44,,15, 5y5, 10, 2.
vierEl
te dios
viert en lleequiere libremente,
y de necesi
nece sidad paryasu
dad para el voluntad
mundo. Sseincon
mundo. em-!
"22B
22B33 DK=SG III 14[A85]: i'ó|ioc Kai PouXfi TreíSeaBai évóc
[«Ley es también obedecer a la voluntad de uno solo», Bernabé,
2001] ,
bargo, esta construcción política, y conviene desta!
carlo, está muy alejada de la tiranía, que siempre
horrorizó a los filósofos griegos, como la máxima
manif
anifest
estaci
ación
ón de llaa iignora
gnoranci
nciaa y la violen
encia.
cia. Basta
con enf
enfren
enttar el fr. 33 con el 43:
«Es más necesario apagar la hybris (arrogancia
del ttiirano
rano)) que un incendi
ncendio»
o»33
y quedará claro que con la voluntad de uno solo
Heráclito se refiere a la voluntad del que es sabio.
El jefe político debe ser aquel que conoce la verdad,
con ello anticipa la R
Reepública; una única individuali!
dad puede ser verdaderamente sabia, con ello anti!
cipa el Político.
La actuación aquí abajo en la tierra de la ley que!
rida por el dios es la Díke, lajusti
usticia.
cia. El fr.
fr. 23 dice:
ce:
«Si la realidad terrena no existiera, no se conoce!
ría el nombr
nombree dejust
ustiici
cia»b
a»b.
a22B43 DK= SGSGIII 14[
14[All]: fippiv
fippiv xP"n ofiewvvai [iaXXov f]
iruppKaLTÍv
iru Ív[«
[«L
La sober
soberbi
biaa hay
hay que
que iirr a aapagar
pagarlla mejor
mejor que a fuego
fuego
de iinncen
cendio», Garcícíaa Cal
Calvvo, 1985
985]. Y 22B2 DK= SG SG III 14[A13].
b22B23 DK= SG III 14[A [A665]: Alktktiic óvo[i
óvo[iaa o ú k áv ríSecrav,
b22B94DK=SGIII 14[A81].
' 22B28D
DK
K=SGI I I 14[A80]
80]..
IV
Parménides
Con Parménides nos encontramos ante el típico
pensador20griego, cuyas doctrinas son abiertamente
una obra política. En Heráclito el misticismo se tras!
luce y es relativamente fácil de mostrar, en Parmé!
nides está escondido de modo perfecto. De ahí, la
naturaleza enigmática de su personalidad, semejan!
de
te asulaobra,
de Platón.
que noElpuede
se oculta
ser sino
perfectamente
clara y objetiva,
dentroy
en cuanto tal apolínea y política, porque es lo único
que puede ser comunicado a los hombres. Para él,
el problema político no es la creación de un Estado
perfecto, porque el Estado dórico le parece suficien!
te, es en cambio la educación en la verdad de una
!
aristocracia
to. Por ello que
es elguíe
fundador
a la ppoolde
is según
la lógica,
el conocimien
para tratar
de poner al alcance de una clase de personas una
verdad que no habría podido comunicar a través de
!
ció, lo que es totalmente
cia suficiencia, inadecuado,
convencidos y a otros de las
de la sublimidad unaenseñanzas
vana y ne
recibidas», Zaragoza, 1992].
a 28B1, 29DK: TÍ(J."V’AXr|0eÍT|C ei
eikuK
kuKXsoí
soí;; dT
dTpe^
pe^iiée ff||T°P [<<e'
corazón imperturbable de la verdad bien redonda», Bernabé,
2007].
¿Cómo puede tener un «corazón» un principio
lógico y abstracto? El ser de Parménides es inter!
pretado habitualmente como una forma vacía;
pero en cambio él lo llama aquí «corazón», como
si fuera algo esencialmente vivo, como el principio
mismo de vida -igual como el corazón es el prin!
cipio de la vida del hombre-. Usar una aposición
comoo «corazón
com corazón»» pa parra el ser rrem
emiite a ese especi especialal
paralelismo entre el hombre y la naturaleza que es
propio de la mística. En general todos los místicos
dicen que la verdad está en el corazón, que es el
coraz
cor azón
ón mmiism
smo:o: así la
las Upanishad, Giordano Bruno,
Bóhme, y el propio Goethe3; añádase a lo anterior
que llamar A Alletheía, «laverdad»
verdad»,, al sser
er sisiggnififica
ca en eell
fondo la identificación del conocimiento verdadero
con el objeto del conocimiento mismo, lo que es
una enseñanza mística. Ytambién son sintomáticos
los adjetivos que utiliza aquí: eukykléos, «bien redon!
da», que
que rem
remiite a una visvisuualid
alidad plás
plásttica al alejejad
adaa ddee
aEs este un pensamiento común del misticismo: véanse por
ejemplo las Upanishad (B Brrihadarányaka, 4,
4, 4, 22; Chándogya, 3, 12,
7-9), los E
ErroiciJurón de Gior
Giordano
dano B
Brruno (i, 44,, Bruno ed. Gent
entilile,
e,
354) A
Auuroray VomDreifacheLeben desMenschen de Bóhme, Goethe
dice: «Die K Keern der Nat
atur
ur wohnt Mens enschen
chen iim m Her
erzen»
zen»..
sitino;
existe
paraundisiparlas
paralelismo
citaré
perfecto
un pasocon
delelParménides
paso de Plo-de
Platón, donde Zenón invita a hablar al maestro reti!
cente, diciéndole que no debe tener temor, siendo
pocas
ocas la
lass pper
ersonas
sonas que lele escuchan
escuchan:: «la mul
ulttitud de
de
hecho ignora que sin haber pasado y haber errado
a través
ravés de tod
todas
as las co
cosas (alusi
alusión
ón a la inv
nvest
estiigac
gaciión
racional), le es imposible poseer intelecto a quien
ha encontrado la verdad»3. Del modo como se in!
troducen aquí las palabras de Zenón y de las pági!
nas precedentes del diálogo resulta evidente que
en este punto Platón trasmite y hace suyo un pensa!
mient
ento rrea
eallmen
entte eleá
eleáttico32. En el fr. 5Par
Parmméni
énides
des
habla de un conocimiento inicial fundamental que
se abandona y al que se regresa, pero no dice cuál
es la naturaleza del momento en el que se está dis!
tante de él; en el paso de Platón en cambio se alude
a ese estadio de alejamiento de la soledad, estado
racional y político, donde se erra a través de todas
las cosas, di
diáápánton
pánton diéx
éxoodos te kai pláne, y adoptará
pláne,
para expresar esta actividad espiritual las palabras
aPlatón, Parménides, 11336d-
d-ee [[««La gent
gentee ignor
gnora, en efect
efecto,
o, qu
quee
sin recorrer y explorar todos los caminos es imposible dar con la
verdad y adquirir inteligencia de ella», Santa Cruz, 1988].
sabiduríadivinaesmóvilísimayalavezestabilísima*.
Para completar la prueba del misticismo de Par!
ménides examinaremos
nóos, phronein, etc.,
phronein, ahora
etc., yveremos
verem os quelospar
términos
para
a él, com noein,
como o en
general para los presocráticos, no tienen todavía el
sentido específico de pensamiento racional que ad!
quirirán en el estadio posterior de la filosofía griega,
ysign
gniifican en ccam
ambibioo con
conoc
ociimient
ento iint
ntui
uittivo35. Re!
cordemos que Heráclito, cuya naturaleza de místico
perfectocon
medio hemos
el quedemostrado
se alcanza elantes,
conocimiento,
para indicar
usa el
la
palabra nóosysobre todo pphhronein', lo mismo ocurre
con Parménides, que usa preferentemente los tér!
minos nonoein, nóos\ o mantiene un significado inde!
ein,
terminado para nóos, entre opinión, pensamiento
racional (que es el sentido predominante), senti!
miento, como en el fr. 6:
«la irreflexión empuja
en sus pechos su pensamiento errante»b,
“Bruno ed. Gentile, 379.
b28
28B
B6, 5-6DK: ápT
ápTiixav
avL
Lri ya
yapp év m
mirirar
ar / ar
arrriB
iBeean
an11 lSú
lSúvel
ttXcíktóv vóov [«pues la incapacidad que hay en sus pechos
endereza un pensamiento descarnado», Bernabé, 2007],
TToX
TToXinr
inrXXáyK
áyKTuy
Tuy,, / t u c v ó o c ávSp
ávSpaaWr
Wroim
oim uapL
uapLC
CTTaTcuu [«Ysegún
TTaTc
sea en cada caso la mezcla de los miembros errabundos, será el
entendimiento de que a los hombres se dotó», Bernabé, 2007],
bCf.f. B
bC Bur
urnet
net GPH (tr
(trad. frfran
ancesa)
cesa),, 210. W
Wiindelb
ndelban
andd GPH
GPH,, 46.
" Upanish
panishad,
ad, Chándo gya, 3, 12, 7-9,
hándogya,
hPlotino, III, 8, 5.
c28B3 DK: ...t ó y á p curró voeiv Te K a i e l y a i [«Pues
éo TÍ v
yen el fr. 8:
«pero lo mismo es pensar y el objeto del
pensar»3.
Con esta afirmación, importantísima para Parmé!
ndiferentes,
ides, tanto
antoviene
que la
laavenunciar
emos repe
repeteltida en do
doss f
fragm
ragmentos
entos
principio capital del
conocimiento místico, la coincidencia del sujeto que
intuye con el objeto de su intuición38. Los intérpretes
de Parménides como lógico, para quienes el pensa!
miento es el proceso que abstrae el ser como forma
contiinua ddee ttod
cont odos
os los ««ees» conteni
contenidosdos en las af
afiirm
rmaa!
ciones empíricas,
causarles superan
este fragmento el embarazo
viendo que debería
en él simplemente la
indistinción originaria entre el ser lógico-lingüístico
y el ser real: les parece inadmisible el misticismo que
disuelve el pensar en el ser mediante una especula!
ción que nunca ha dividido los dos términos. Estos
intérpretes no tienen en cuenta que Parménides en
los dos fragmentos examinados da a noemel sentido
ctttl voelv T" kql oüve
a28B8, 3344 DK: TcnjTÓv 8’ ¿ct üveKev éctt
écttl
yór)p.a
)p.a [«A
[«Asíque
que eslo mi
mism
smoopens
pensaar yel pens
ensaamient
entoo de que
que al
alggo
es», Bernabé, 2007].
místico,
que en loyobjetivo40.
por tanto seEnapoya
todo elenresto
la interioridad
del poema donmás!
de noein tiene un significado racional, nos encon!
tramos
amos sim
simplem
plement
entee la
la rel
elaci
ación
ón inversa
ersa:: el ser es lo
presupuesto, y el noein el medio de demostración de
que el ser es. Basta leer el inicio del fr. 8:
«... queda
que to
todpara
el ser es; aví
avíademostrarlo
una vía, hay muchos
signos:
que el ser no tiene principio ni fin,
es un todo, único, impasible e infinito»3.
El hecho de que el ser tenga estos determina!
dos atributosdesirve
afirmación quepara
el serdemostrar la41verdad
existe. Por tanto losdeatrila!
butos no se deducen de esta afirmación, más bien
a 28B8,
28B 8, 1-4 DK: \íóvoq 8’ étl |íC0oc Ó80T0 / XeítreTai toe
e a T i v T a ú r r ] 8’ eui ( 7r | | i 0T ’
la o i / troXXa ||ii/íA’, úúcc áyé
áyévvv]Tov
]Tov
éóv Kai áávvúXeOpó póvv éatlv, / ecm yáp yáp oúk>
oúk>(i(ieX
eXéc Te Kai
8
áTpe^éc f| ’ aT6Áe(7T0i' [«Y
[«Yseñal
ya sólo
la de que ees.s. Yen ell
ellaa hay esla
señales len
a menci
mención
ón de un
unaque
aabundancia:
bundancia: a vía
qu veíaello
ellqueda:
queo,da:
en
tanto que es, es ingénito e imperecedero, entero, homogéneo,
imperturbable y sin fin», Bernabé, 2007].
troLiíiínnaCTL, «T
«Teofr
eofraaststoo dice des
desppués qu
quee Empédocl
Empédocles es ffuue rren
endi
dido
do
admirador de Parménides e imitador suyo en la poesía». Para los
contactos entre sus doctrinas véase el fr. 12 de Empédocles, que
resume la demostración de la eternidad del ser de Parménides.
Empédocles presupone aquí las doctrinas del maestro, y usa el
mismo término que él (eón) par para indic
indicar
ar la su
sust
stanc
anciaia me
metafísic
afísica.
a.
Reinhardt Parmenid.es 15-16 observa una estrecha afinidad entre
la segunda parte del poema de Parménides y la construcción del
cosmos en Empédocles. El fr. 129 de Empédocles, que habla de
un hombre extraordinario, con dones sobrenaturales, sin de!
cir sin embargo el nombre, es recogido por Diógenes (viii, 54),
quien añade que según Timeo se refiere a Pitágoras y según otros
a Parm
Parmén énides.
ides. A
Ant
ntee ttoodo hhayay que tene
enerr pr
prese
esent
ntee que Timeo
Timeo es
un historiador que se ocupa de modo especial de los pitagóricos
y es por tanto natural que trate de vincularlos con Empédocles.
Si se prosigue la lectura de Diógenes, se ve que continúa usando
fuentes pitagóricas, citando la noticia de Neantes sobre el hurto
por parte de Empédocles de las doctrinas pitagóricas, después de
inmediato,
una porquePorentonces
democracia. la ppoolreinar,
ello rechaza is no hubiera
cuandosido
los
agrigentinos se lo piden3: en el vestir, en el andar, en
la actitud se comporta como un rey, pero en la prác!
tica no quiere serlo. Está ante su ciudad como un
dios protector que la guía desde fuera por el camino
de la felicidad: para él, su función política termi!
na en este
modelo presentarse
ideal antey los
de hombre ciudadanos
no consiste como el
en ocuparse
materialmente de los asuntos políticos de la ciudad,
tarea
area no didigna
gna de
de un dios. Según
egún Empéd
pédocles
ocles,, el
hombre superior no se interesa directamente por la
política: en cambio Platón hace que el filósofo dirija
su Estado, y de este modo levanta una estructura
aristocrática.
Después Empédocles va separándose lentamente
de lo
los hom
hombrbres
es y llega
ega aall verdader
verdaderoo conoci
conocim
miento
ento
místico sólo ahora, en su madurez: el poema Sobre
la naturaleza es su último acercamiento, es la rea!
lización política de su misticismo, es la legislación
cósmica que le da a la humanidad antes de poner
fin El
a sufinviddea. Empédocles es bien conocido: se mata
aCf. Diógenes, viii, 63=31Al DK.
En sí mi
mism
smoo este
este vverso
erso,, aun
aun sisinn nega
negarr exp
exprresa!
mente que el nóema sea el pensamiento racional,
dice sin embargo cuál es la naturaleza y la causa
de e
est
ste
e «pensam
«p ensami iento»
ent o».
. A hor
horaa b
bi
i en, ¿po
¿por
pédocles habla de la sangre que está en torno delr qué E
Em
m !
corazón para explicar lo que es el pensamiento?
Evidentemente porque cuando él «piensa», siente
de un modo especial esta sangre precordial. El pen!
samiento racional es un hecho puramente cerebral,
no da ninguna sensación en el pecho: lo que da esta
sensación es, además de pensamiento, sentimiento
intuición. Sin embargo, aquí se habla todavía de un e
«pensar» genérico, común a todos los hombres; más
específico al señalar el verdadero conocimiento, y
más expl
explíícit
cito, es el com
comiienzo del fr. 110:
«Pues si caes sobre la verdad con tu corazón
inquebrantable
y lleno de bondad la contemplas con un ansia
pura»1.
[«porque el entendimiento es en los hombres la sangre de en
torno al corazón», Bernabé, 2001],
a31B110, 1-2 DK:el yáp ct4>’ áSLffiCTLF úitó TrpamSeaaiv
k ív
é p e ía a c / eviíevébic
í a ac K a 0a pf¡a iv ¿T
¿TTO
TOTr
Trreú
reúat]C
at]C (i£
(i£X
X.É
.ÉTi
Ti]ai
]ai.y
.y [«Pues
si las fij
fijas
as bbaj
ajoo ttuus densos pens
pensam
amiient
entoos y benévo
benévollamente
ente las
observas con solicitud inmaculada», Bernabé, 2001],
a31
31B
B129,
129, 4DK: ÓTrnÓTe y a p uáCT^aLv ópéfjaiTO Trpam8eaaiv
[«pues cuando desplegaba sus pensamientos todos», Bernabé,
2001 ] ,
Emergen
ergen yyaa de un
un sol
soloo verso
erso tant
tantas
as imágenes e
intuiciones, contenidas todas en su única intuición;
ve una ninfa cerca de una fuente, ve las lágrimas
caer en otra agua, siente el dolor que es la causa de
* 31B6, 3 DK: Nt|cttlí; 0’, f| SdKpúoLC TÉyyet Kpowtú(i
PpÓTeiof [«y Nestis, que con sus lágrimas empapa el mortal
hontanar», Bernabé, 2001],
esas fuente
una lágrimas,
queimagina
mana,lapiensa
vida deque
losson
hombres como
una misma
cosa el agua dolorosa de las lágrimas y el agua alegre
del manantial, y piensa en infinitas otras cosas en un
único sentimiento infinito. Plutarco nos cuenta que
parra E
pa Em
mpédocl
pédocles
es el agua
agua es
es el elem
elemenentto del amor1
or1:
está claro que con ello no quiere identificar el agua
con
que elfueran
amor,dos
porque en esedel
principios casomundo
no habría hecho
diferentes,
busca simplemente hacer entender en parte a los
hombres que él, cuando habla de agua, expresa un
sentimiento suyo. La concordancia plena con un
verso de Novalis muestra hasta qué punto es natural
este senti
sentimiento
ento esp
especi
ecial
al en un poeta
poeta míst
stiico:
co: «el
agua..
agua.
la .. se mani
mezcolanza, anififiest
estaa com
dominando como el elem
ement
ento
sobre laotierra»b.
del amor
amor y de
Veamos ahora otro de los «motivos»: Philótes o
Apphrodita, el Amor. Est
A stee ttér
érm
mino no sign
signiificael am
amor
or
que tienen todos los hombres, sino que expresa su
* Cf. Plutarc
rcoo, Deprimofrigore, 16, 952B, que nos trasmite
<I>LXÓTT]Ta,
f(d
raigmen
(di gm
choentto agua)
del 31
31B19»D[«T
agua)» K: enaz
axe
xe8i
[«Tenaz8iw
w
corncor
|v rdi
conco diaa», Ber
Bernab«El
é, Amor
nabé, 2001]. que une
bNovalis, D Diie Lehrlinge zu Sais, en AAuusgewahlte Werke, Leipzig
1903, vol
vol.. I, pág. 160.
1
p.61 oí >8
>8’’ aí r i c X
Xáá cr Lov | _ievoc oúSé Sá XXaa a CCTTc r / o ü t wc ' Ap i i o v í r | C
riyÉL yyaaíbiv [«
[«A
Allllíí ni del ssool se discier
disciernen
nen lloos rápi
rápido
doss miem
miembr
broos,
ni el vig
vigoor vellu
elludodo de la ttie ierrra, nnii la m
mar
ar,, tan fijo
fijo queda en la
oculta espesura de Harmonía, un redondo esfero, ufano por la
inmovilidad que lo circunda», Bernabé, 2001],
Aqu
quíí, tod
odas
as la
las palabr
palabras
as de los dodoss úl
últtimos verso
ersoss
son la expresión de una fortísima experiencia espiri!
tual vivida. El adjetivo py
pyk inós, «den
enso»
so»,,
tamente incomprensible si no tuviera un sentido! ser
seríía a
ab
bsol
solu u
afín con el «pplléon», «lleno
eno», de Parm
Parméniénides
des,, yno ssiig!
nificara la desbordante riqueza del último conoci!
miento; kryphos, «secreto»
secreto»,, alude
alude sin duda a la inac!
cesibilidad y lejanía de este estado de beatitud
respecto de los hombres, escondido para todos ex!
cepto
nía espara aquel
la paz que aspira
suprema, al conocimiento;
la belleza, Harmlao!
la perfección,
inmovilidad, y ya Heráclito la usaba en este sentido;
estériktai, «estáinmóvil», tiene unun sisign
gniificad
cadoo com
compl
plee!
jjoo, significa algo que se detiene después de un moli!
miento, como una respiración suspendida, indica el
alma que, al final de su aspiración heroica, alcanza
una inmóenvilella
cuentra visió
siuna
ón defelicidad
llaa verdad
verdad
talycomo
de la bbel
ellleza,
para yen!
quedar
resarcida de todo el dolor soportado para alcanzarla.
Este estado beato es inmóvil, plástico, no existen en
él ni el devenir ni el tiempo y se puede llamar igual!
mente instante o eternidad: pero el Odio vuelve a
rom
omper
per est
estaa pper
erffección
ección y de nuevuevo co
commienza eell su!
yfrpuede
pue
imient
ento.
deo.deci
deT
cirs
odo
od
rseeoque
est
estooEm
Empéd
se dej
deja
pédocl
aocles
ent
entr
esreve
ever
llog
ogrrreen
ancom
comuni
el verso
unicar
car2299su
,47
a trtrav
avéés de los eellement
ementoos, a travé
avés de los ci
ciuda
udadan
danoos
de la ppoolis-, es como un fluido, un vínculo, su volun!
tad común de vivir apolíneamente una existencia
polílíttica ppeerfe
po feccta.
Siá t ’ EÚpupiSovToe / aLSépoe riveKeojc TéTcmzi 8iá t ’ á-
t t í Vé t o u
«la ley universal se expande de modo continuo
aÚYf|C,
a través de
dell éter del ampli
amplioo reino
eino,, y el fulgo
fulgorr infini
infinitto» [«
[«PPero
la ley se exüende para todos sin fisuras por el éter de dominios
anchurooso
anchur soss y el iinfi
nfini
nitto rres
espl
pland
andoor del sol»
sol»,, Ber
ernabé,
nabé, 2001].
La formación juvenil de Platón
Pasando a hablar
planteamiento generalahora de Platón, que
del problema siguiendo
he estael!
blecido antes, vemos que la formación de su pensa!
miento tiene sus raíces en el misticismo presocráti-
co, y que su sistema filosófico es un gran triunfo de
la politicidad griega, en tanto que expresión política
de esta interioridad mística53. Naturalmente un es!
jtudio
juunto sobre
de prolablformación
emas filológdeicoPlatón
s, en eimplica
special sun
obrcon
e la!
cronología de los diálogos; para no interrumpir el
desarrollo de mi exposición con un detallado aná!
lisis filológico, llevaré a cabo dicho análisis en un
último capítulo, remitiéndome tácitamente a este
apéndice filológico siempre que en el curso de la ex!
!
posición
bre la vidasurja
o la ubicación
una afirmación
de los escritos
inclusodeimplícita
Platónx54.
so
Sócrates
superior
modelo griego
que elhomérico.
hombre noEndebe
el Critón
intentar
la lley
ey
cambiar,
es al
algo
go
algo que impone un límite y un deber sagrado a sus
acciones, y es este para Sócrates un sentimiento apo!
líneo y santo como el que anima a Antígona, según
Sófocles. La AAppología concl
concluy
uyee con una
una sum
sumiisión
sión a
la divi
divini
nidad1
dad11, sum
sumiisión que es lo úni
únicco que pu pueede
es
darl
arle
para
e la Sócrates
ver
verdadera
daderaloser
sereni
queenidad
impone
dad alal justo:
ust
la limitación
o: la di
divinmás
idad
esencial al hombre, lo que es necesario para que los
hombres no aspiren a algo demasiado alto. También
el más
más allallá eess visto
sto por Sócr
ócrat
ates,
es, com
comoo se ddiice en
las últimas páginas de la A Appología, del mismo m modo
odo
que un griego homérico. Después de la muerte en!
contrará un sueño eterno, que le deparará una sola
noche sin sueños, muy semejante a la concepción
homérica del más allá, o bien irá a un lugar feliz
donde estarán reunidos todos los héroes y todos los
sabios, a una especie de isla de los bienaventurados
de la tradición griega, a una ppoolis perfecta en la que
todo
odoss losjus
usttos conv
conviiven sseerena
namment ntee11.
Además de lo dicho, queda todavía otra cosa
aPlatón, A
Appología, 42
42aa.
bPlatón, A
Appología, 40c-
40c-4141c.c.
no tiene ya ni ningún
ngún lílím
mite, es pura iinfi
nfinidad
nidad -l-los
os
místicos, cuando quieren expresar su conocimien!
to, si tratan de hacerlo filosóficamente, no pueden
usar imágenes o pensamientos, que son siempre
algo limitado, o si los usan desde un punto de vista
poético los consideran meramente como símbolos;
por ello siempre dicen que sus intuiciones son inex!
presables-, Platón usa el término más abstracto
más inmediato, sin extenderse más, consciente de la y
inutilidad de cualquier explicación, aut autoo kkaath’hautó;
del mismo modo los hindúes llamaron átman a la
verdad mística descubierta por el sujeto en sí mis!
mo, y este término tiene el mismo significado que
el griego autos, qqueue si
signi
gnifica «mismsmoo». Cuando
uando eell
yalma está en este
separación de loestado de absoluta
humano, conoce,independencia
además de a
sí mism
sma,
a, tam
ambi
bién
én lala esenci
esenciaa de ttod
odas
as llaas otr
otras
as co!
sas2, en tanto que desde esa posición privilegiada está
en condiciones de indagar dionisiacamente en su
realidad más íntima, despojándola de todas las de!
terminaciones y captándola en su verdad universal:
aObsérvese el corto tramo entre 64e-65c, donde se habla del
alm
alma por
por sí m
mism
isma,
a, y 65d-
d-666a, donde
onde se hhabl
ablaa ddee las iideas
deas por sí
mismas.
puede
nésa llaahacer
de lastaliidea
cosa
s y porque
deas «d misu
«dee llaa m ismnaturaleza
a es
estirpe»1es
pe»1 sugge-
1.Pl
Plat
atón
ón
es extraordinariamente griego en su construcción
metafísica: su teoría de las ideas nace ahora como
traducción metafísica de la experiencia moral dio!
nisiaca que le ha llevado a la soledad63. Este es un
proceso que ya he investigado en los presocráticos,
!
yfíapienso
griega:que
todos
es el
estos
punto
pensadores
esencial realizaron
de toda lalofiloso
que
sintieron místicamente de una forma plástica y po!
lítica, no se detuvieron en el puro aspecto místico,
sino que tendieron a objetivarse. Platón expresó su
camino dionisiaco de aislamiento diciendo que el
alma se convierte de este modo en autékath’hautén,
y esta conducta vital suya es para él lo que es más
genuinamente moral, y en general lo que es verda!
dero y real; por consiguiente también todo lo que
no es su esencia individual y subjetiva, también la
realidad que le rodea debe comportarse del mismo
modo, debe estar constituida por las esencias autá
hautá, es decir, individualidades perfectamente
kathh’haut
kat
independientes, carentes de cualquier limitación
a Plató
tónn, Fedón, 79
79d [«co
«com
mo si fuer
fueraa de
de su m
miism
smaa es
especi
pecie»
e»,,
Gar
arcía
cía G
Gua
uall, 1986].
phrónesisa. L
ph Laa pphhrónesis es por tanto un movimiento
afectivo del alma, una pasión transhumana67.
Otro paso del Fedónqqui uizá
zá expli
explique el más verda!
dero, el más íntimo68origen de este particular impul!
so cognoscitivo, diciendo que cualquier cosa de este
mundo que el filósofo vea, manifiesta una tenden!
cia a la perfección, sin poder alcanzarla nunca. Esta
constatación, que también es utilizada como funda!
mento69de la teoría de la reminiscencia, impulsa a
todo espíritu idealista a tratar de elevarse por enci!
ma de esta esfera contingente de vida, donde nada
de eterno se alcanza. Tras haber vivido mucho en el
mundo, tras haber visto que todo es insuficiente, que
nada se realiza, que nada es absolutamente verda!
dero, nace en él el impulso de la liberación. Platón
insiste aquí en que el conocedor debe partir de las
sensaciones, debe tener mucha experiencia, y esta
es una exigencia mística: el místico, antes de decidir
apartarse del mundo, busca de todas las formas
lo como es, encontrarlo bueno, realizarse de algún! amar
modo en él, política y artísticamente, y sólo después
de haberse convencido de que nada de eso puede al!
canzarse, tiende a un grado superior de perfección,
rico de tod
odas
as llaas sensacion
sensaciones
es yvivenencias
cias art
artííststiicas que
que
podrán servirle a continuación como símbolos de la
verdad inex
nexpresabl
presable. e. «Par
«Parttiend
endoo ddee lloos senti
sentido doss ssee
debe pensar que toda cosa sensible desea lo que es
que
igualno(está
estáhabl
hablando
en condiciones
ando ddee la de
ideaalcanzarlo»3.
de igual
gualdad
dad)Natorp,
), pero
que interpreta a Platón desde un punto de vista es!
trictamente teórico, se encuentra en este punto no
poco incómodo, en tanto que en un mismo paso se
habla de anámnesis, «remi
reminiscenci
scencia»a»,, que es par
paraa ééll
el descubrimiento del apririoori,
ri, y luego se hace esta
!
tafirmación
ido
dos1
s11.Par
Paraade
m
mííque
en cambi
cam
el conocimiento
bio,
o, que en
enttieparte
ndo ladetteor
eorí
losíasen
de
las ideas como surgida de una actitud moral, no re!
presenta ninguna contradicción el que Platón exija
una completa superación moral de la sensibilidad y
no refute luego la aportación de los sentidos desde
el punto de vista del método cognoscitivo.
aPlatón, Fedón, 75a-b. La frfras asee I ye tü
k tüp cáaBáaBiíae
iíaeM
MV Sel
évvofjaca puede hacer pensar que se trata de una reelaboración
post
po ster
erio
iorr a Plat
Platóón [«[«aa pa
parrtir de llas
as peperrce
cepcione
pcioness sensible
sensibless hhay
ay
que pensar que todos los datos en nuestros sentidos apuntan a
lo que es lo igual, yququee son iinfer
nferiiores a ell
ello»
o»,, Gar
arccía Gual, 1986].
bNatorp Platatos
osIIddee
eenlehre,, 137-
nlehre 137-140
140..
Hasta aquí hemos examinado este conocimien!
to en su aspecto subjetivo, veamos ahora brevemen!
te su objeto, las ideas. El alma, cuando logra ser
auté kath’hautén y se iintntuye
uye a sí misma com comoo esen
esen!
cia, tiende a expandirse en el universal, porque
la esencia que ha descubierto en sí misma
que no tiene límites, es infinita, es en el fondo lo es algo
mismo
smo que el se serr de Par
Parmméni
énides
des,, es decir
decir,, «conti
«conti!
nua». Todo lo que hasta entonces ha visto como
objeto, como externo, se convierte en una única
ousía, una única esencia, la misma que está en noso!
tros:
tros: «la esencia uuninivers
versal
al.... que es
es nues
nuesttra»2, el ser
ser
objetivo,
uno con elel ser
brahman se revela
subjetivo, ahoraycomo
el átman siendo
se encuentra
en este último. Un poco más adelante insiste en
esta co
coiinci
ncidenci
dencia:
a: «n«nue
uest
stra
ra alma
alma antes de nuestr
nuestro
nacimiento y la esencia son iguales».*5Cuando lue-
“ Platón, Fedón, 76d-e
d-e:: oúc
oúcrría ... r||iCTípo v oSaa
aavv [«(
[«(Si
Si ex
exiiststen
en
lasrco
ceoal
la re sas
idadde
alida d de queeesa
sasi
siem
empr
cclapre
see(,habl
lase hablam
y aamo
eellllaaos,rrefe
lorbel
eferbell
imoloos ytoldo
im o bu
dosbueno
enodat
s los y)otsoda
dato ddee
nuest
nue strros se sent
ntidos
idos,, y hal halla
lam
mos que que)) es una reali alidad
dad nu
nueest
strra
subsisiststent
sub entee de ant
antes»es»,, Garc
arcía G
Gual,
ual, 1986].
bPlatón, Fedón, 7777a: Ó|í o l ü k e l mi jjrr\v Te ijjux'n15í|(iüv ... Kal
Tr)v oÚCTÍa Íavv [«(
«(el
el razona zonammiento
ento llega a buen pu puerertto en
en cuant
cuantoo a
go, después de varías páginas, se recuerda este pun!
to de la discusión, se repite la misma afirmación:
«también nuestra alma antes de su llegada al cuer!
po es lo mismo que su esencia universal»3. Natorp
se sirve de alguno de estos pasos para defender su
interpretación de Platón en el sentido del idealis!
mo kantiano, como la afirmación de que el ser de
las ideas se encuentra en la conciencia del sujetob.
Pero con esta interpretación resulta incomprensi!
ble el núcleo verdadero del Fedón, la superación
moral de lo sensible y de lo humano, la aspiración
al alejamiento y la separación que permea todo el
diálogo: en cambio, si se sigue en la investigación
lo de) ex
exisdr
isdr de ig
igual
ual momododo nuest
nuestrra alm
almaa ante
antes de que nazcam nazcamoos
yla rreali
ealidad
dad (de la que ttúú habl
hablas)
as)»», Gararccía Gual 1986]. Tam Tambi
bién
én
Stenzel Metaphisik, 113, da a eest staa frase
frase una iint nter
erpr
pretetaación co com
mo
la mía.
aPlatón, Fedón, 9922d: o Í it ü k dvca í| i^X1! KaL TTPL1''
etcc aaü[
et ü[iia á<|)iKéa0ca, ¿x¿xyyuep ccuurrf|C écmécmvv f| oúaíoúaíaa [«nuest
[«nuestra
alma existe incluso antes de llegar al cuerpo, a la manera como
existe la realidad que tiene el apelativo de “lo que es”», García
Gual, 1986], Tam
Tambibién
én Nat atoorp aace
cept
ptaa la llec
ecttura
ura a Ú T Í j c , Hermann
en cambio lee í/ím’],
bNatorp Plat atos
osIIddee
eenl
nleh re, 138.
ehre,
una
siones
elaboración
socráticas71.
posterior
Esta actitud
de ladetendencia
Platón noalesplura
sino!
lismo, nacida con Empédocles y que he analizado
al hablar de él, tendencia debida a una afirmación
de los motivos artísticos y políticos en un aspecto
puramente dionisiaco. También en el Fedón, Platón
es reacio a hablar de su misticismo, que tampoco
aquí salta a la vista de entrada y es preciso buscarlo
entre líneas, y se afana por poner en primer plano
la objetivación, la realización de este misticismo, co!
locándonos frente a un mundo de las ideas como
construcción política. El intento no puede decir!
se que tuviera éxito en el Fedón, ya que esta época,
como ya he dicho, es la única en la vida de Platón
abiertamente dionisiaca; hay muy poca politicidad
en el Fedón, en la medida en que en este mundo
de las ideas falta tanto una idea suprema que ac!
túe como arché, com
como un pri princi
ncipio
pio de jer
erar
arquí
quíaa y
de subordinación entre las ideas mismas. Aquí las
ideas son individualidades anti-políticas, que viven
en una soledad y una independencia perfectas, son
autdd kath
aut kath’haut
hautá.
á.
Esta tendencia, artística y política, a la plurali
dad le lleva en el Fedón a apartarse de una visión!
estrechamente mística que le hubiera hecho con!
III
Fedro
mente
ente do
dolloroso
roso,, es una luch
luchaa inter
nteriior cont
contiinua pa
para
ra
liberarse de lo que es humano, lucha que no tiene
final ya que hasta la muerte perdura siempre algún
residuo ineliminable de humanidad, es un proceso
ininterrumpido que no conoce paz ya que tiende a
superar cualquier límite propuesto por la sensibili!
dad en una abstracción absoluta de todo objeto, en
una indagación en profundidad del alma, lo único
que puede mantenerse perennemente infinito. En
el Fedro, Platón encuentra en el amor un alivio para
esta tortura. No es más que un límite puesto a esta
aspiración infinita, un objeto, una imagen
cierto reposo al dionisiaco inagotable, es tomar un que da
último residuo de cosa sensible a cambio de todo el
resto que se ha desechado, pero tomándolo como
pura forma, llena de toda la interioridad vivida en
la anterior superación heroica. El objeto amado es
causa de una detención para el conocedor dioni!
siaco,
la visióes algo que se
siónn le da aallegrí
egría, detiene
a, yes precia contemplar,
precisam
sament
entee estaque
esta det en
deten
en!
ción lo que le atrae del amor. Todo místico tiende a
una perfección que es en el fondo estaticidad, y en
el amor esta estaticidad se le aparece de improviso
ante los ojos. La imagen que ama es en cierto modo
una expresión, una realización de la verdad supre!
ma74, un símbol
boloo real
real de lo
lo pe
perrfec
ectto, y a trav
través
és de
ella el conocedor intuye que también la aspiración
dionisiaca puede tener un final, puede alcanzar el
contenido de la verdad y aplacarse en una paz inte!
rior definitiva,
un objeto en la forma
visible medidadeenesta
queverdad
por medio
se le de
ha
revelado de golpe, de modo inmediato.
Hemos encontrado algo semejante a este proce!
so en la creación filosófica de Empédocles, quien
para encontrar un reposo a su aspiración mística
trata de concretarla por medio de la apariencia, por
!
medio
go su vida
de objetos
dionisiaca
visibles.
en este
Sigue
intento
siempre
de realizarse,
sin embary
crea entonces símbolos cósmicos y universales, dan!
do lugar a su filosofía de la naturaleza. En el amor,
Platón es más abiertamente poético, en tanto que el
objeto amado no se descubre por medio de ningún
proceso filosófico, sino que viene dado inmediata!
lo
ment
ente
queede
pormás
la real
reali
concreto
idad
dad,, eys una
un
limitado
a pe
perrsona
puede
bell
bella
haber
ayviv
iva
en
a, lo
es
visible. Tiene el don, propio del artista, de vincular
el universal con la cosa singular, y hemos visto ya
que es también esta característica suya lo que le ha
llevado a la teoría de las ideas. Los objetos sensibles,
aunque haya renegado a menudo de ellos, tienen en
el fondo para Platón una importancia esencial como
medios impulsores del conocimiento: lo dice explí!
citamente también el Fedro, que es preciso partir de
las sensa
sensaci
ciones
ones par
para al
alca
canza
nzarr la ver
verda
dad3
d375. E
Eststee pas
pasoo
le ha dado quehacer a Stenzelb, en tanto que se
dicedebe
se poco
a ladespués que esteconsiderada
reminiscencia, camino gnoseológico
en cambio
por los estudiosos como conocimiento apriorísti-
co: por el contrario, esta contradicción no existe
para una interpretación mística, en tanto que para
un místico realidad sensible y metafísica, aun cuan!
do estén separadas, tienen una unión y una vincu!
lación
todo elesencial.
impulsoEndionisiaco
el objetodel
del conocedor;
amor se concentra
lo que
estaba dolorosamente en el fondo de su alma, lo
que se había dispersado o se había vuelto abstrac!
to en el tormento de la indagación interior queda
unido ahora y puesto como contenido de la belleza
que contempla. La separación del mundo sensible
!
ya
canzado
no se una
sienteunificación
como dolorosa,
en unaen
esfera
tantosuperior,
que ha alsu
aPlatón, Fedro, 22449b. Hem
Hemosos encont
encontrrado yyaa la mism
smaa di
difificul
cul!
tad en el Fedón.
bCf. Stenzel Studien, 106-107.
106-107.
ideal ha tenido un principio de realización porque
posee ahora un punto fijo y concreto de referencia,
está mucho más entusiasmado y feliz, está lleno de
vida compr
compriimida y conc
concenenttrada7
ada76. T
Toda
oda la infini
nfinitta
pasión dionisiaca se dirige hacia el objeto amado:
el conocedor que ha superado todo lo humano es
ahora menos filósofo que nunca, y enloquece por
una única imagen que el azar le ha hecho encontrar.
Yexalta esa locura como lo que de más divino hay
en el hombre: el principio del discurso central del
Fedroes una alabanza de la locura dionisiaca, en sus
diferentes aspectos3.
Esta es la afirmación anti-socrática más audaz de
Platón: la manía, la «locura», es reconocida explíci!
tamente como superior a la sophrosyne, a la «mode!
ración», virtud característica de Sócrates -el punto
de partida de todo el diálogo es una polémica con!
tra Lisias, que proclamaba la necesidad de un amor
moderado-77. De este modo Platón se coloca en una
posición netamente anti-política, en el sentido de la
vtraremos
isió
sióngreco-apol
greco-apolí ínea de la vida: es ci
cier
ert
to que e
encon
ncon
en el Fedrouna mayor politicidad que en el!
Fedón, pero será esta una forma de politicidad como
dmanía
ad.
ad. Jun
untto a la nuev
nueva
a m
maní
anía
a am
amorosa,
orosa, per
perm
m anece
de purificación, que había sido introducida la
en el Fedón, y además se proclama por primera vez
comoo di
com divina la locura
ocura poét
poétiica. Con eell amo
amor, Platón
atón
se acerca de nuevo a la realidad visible, aunque sea
considerándola como símbolo, y vuelve a aparecer
ahora el impulso poético que está siempre en el fon
do de su alma,
expresarse no yayenque tiene ahora
la forma la posibilidad
pasional y humana dede
la tragedia que en la juventud había acabado por
decepcionarlo, sino a través de un arte divino que
habla con imágenes de la verdad. Por ello el Fedro
se nos presenta desbordante de imágenes, lleno de
amor por la naturaleza y de arrebatos líricos, mien!
tras queen
presaba la un
exaltación
lenguajeyretenido
lo trágico del Fedón se ex!
y voluntariamente
frío79. Las verdades místicas son inexpresables y po!
der acudir a imágenes poéticas, como símbolos, es
un alivio
alivio par
paraa la necesi
necesidad
dad ddee expresi
expresión
ón:: así
así PPllató
atón,
que sigue también en este género poético el ejem!
plo de Empédocles, describe la llegada del alma a
la llanura
ofrece de lapasto
el único verdad,
quedonde está la pradera que
le conviene”.
en el ZZaaratustra: «E«El am
amor
or es el pel
peligrgroo del más so
solli!
tario, el amor a todo lo que vive»a. Interesarse por
lo inanimado, por lo ápsychon es en cambio estric!
tamente presocrático: sólo de ese modo se alcanza
amundo
recogerentero.
lo universal en uno mismo y señorear
Esta es una forma superior de politi- el
cidad: el alma perfecta, en el Fedro ro,, dioikeííe1m
dioike 1mund
undoo
entero, es decir lo «toma a su cuidado» en sentido
político, lo «administra», y de este modo actúa la
individualidad de Heráclito que oiakízei, «señorea»
todas las cos
cosas
as115, y tambié
bién la de Empé
Empédo doccles que
«se precipita a través de todo el mundo»c.
este punto de vista la posición dionisiaca del Fedón Desde
es aquí todavía más extrema: alcanza en el Fedro
el límite último al que habían llegado Heráclito y
aNietzsche, A
Assí habló Zaratustra, III, «El vvia
iajjer
eroo»: «Die Lieb
Liebee
ist die Gefahr des Einsamsten, die Liebe zu allem, wenn es nur
lebt!» (en N
Ni iet
etzsc
zsche
he Opere, XII, 180) [«[«E
El a
am
m or es el pel
peli
igr
groo del
más sosollitar
ariio, el aammor a ttoodas las ccoosas, ¡co
¡conn tal de qu
quee vivan!»
ivan!»,,
Sánchez
ánchez PPascual
ascual,, AAllianza,
anza, Madr
adridid 1972].
hHeráácl
hHer cliito, 22B64DK=SGIII 14[A82].
c Emp
Empéd édoclocles
es,, 31B134 DK: kóctuoi; aTravTO KciTaíaaouaa
[«recorre el universo todo con pensamientos raudos», Bernabé,
2001] .
sde
e ev
evi
mucho
iden
encia
ciamás
la fifinali
analidad
la sensibilidad3.
dad pol
política de
EnPlat
Plató
estaóaceptación
n: dej
ejaa de
ser por tanto puramente dionisiaco.
a Compárese Platón, Fedro, 25
254e,
4e, con 255c, 256e
6e..
IV
Simposio
!
za suConrealización
el Simposiopolítica
el misticismo
por medio
de Platón
de uncomien
sistema
filosófico85.
En el Fedóny en el Fedroel miststiicism
cismoo eerra absor
absor!
bente, en ellos se contaban las experiencias espiri!
tuales del autor que todavía no habían encontrado
una expresión suficientemente objetiva para poder
actuar educativamente sobre los hombres, por ello
los dos diálogos fueron publicados probablemente
más tarde en una segunda redacción, como vere!
mos en la parte filológica86. Un espíritu griego que
hubiera escogido la soledad y alcanzado un cono!
cimiento inexpresable consideraba inútil cualquier
comunicación con los hombres: el Simposio señala
en cambio un acercamiento político, es la forma!
ción de un sistema educativo y por tanto, para Pla
tón, la primera obra verdaderamente útil y digna de !
KaXoí)í),de
mar , «loat
atrbello»,
raves
avesan
ando
do el gr
MartínezgraaHernández,
n mar de lo1986].
bell
bello» [«vuel
[«vueltto ha
haci
ciaa ese
bPllatón
bP ón,, S¿?wp s¿ , 211b: airró K a 0 ’ airró p.
0 0 p.e0
e0’’ aÚTOü p.ovo
p.ovoetetSSéc
aei óv [« [«eses si
siem
empr
pree consi
consigo
go mismasma esp específ
ecífiicamente
camente única»
única»,,
Martínez Hernández, 1986].
carác
aráctter súbit
súbitoo de
dell cono
conocimient
cimiento, o, cf. ppoor ejemejempl
ploo Bruno (B (Brrun
unoo
ed. Gentile, 469).
' Platón, Simposio, 22111a: o ú 8 é t i q Xóy XóyoQ
oQ, o ú 8 é t i c ém(JTTÍ(i.T]
[«ni como un razonamiento ni como una ciencia», Martínez
Hernández,
d Pla
lató
1986],
tónn, Simposio, 211d: QeaaB
eaaBcu \\iióvov icat avvéivai
[«únicamente a contemplarlo y estar en su compañía», Martínez
Hernández, 1986],
culminante
so lírico, y endelsudiálogo,
conjuntotransportado pormsu
el Simposioes uc impul
ucho
ho me!
nos dionisiaco que los diálogos precedentes. Esto se
desprende ya de la misma definición de Éros, que
no es un dios, sino algo intermedio entre lo divino y
lo humano, un demon;3y debe constatarse también
que ya no se habla de la identidad de naturaleza
entrre elen
ent
diálogo al
alm
msua yconjunto,
la esenci
esenciaa un
universal
puede ersal.
. Considera
decirse onsi
que derado
en eldoSim
eell!
ppoosio el centro de gravedad se desplaza de lo dioni!
siaco a lo apolíneo. No puede entenderse sino por la
preponderancia del intento educativo el hecho de
que el proceso cognoscitivo se explique como una
ascensión
ascensi ón al mmiiststiicism
cismoo po
porr medi
edioo del am
amor
or ylavida
política,
concretacuando
de Platón hemos
siguióvisto
el camino
que la vida
opuesto.
espiritual
Para
construir un sistema educativo válido para todos,
Platón no expone su propio proceso interior, sino
que funda uno objetivo, basado no en el impulso
ind
ndiividual sisino
no en la rac
raciional
onaliidad1".
“Platón, Simposio, 20
202d-
2d-e.e.
bLa misma abstracción racional en el método educativo se
encuentra en Simposio, 210a-b, donde se exhorta a amar primero
un cuerpo, luego más cuerpos y a continuación las almas.
Triunfo de la politicidad
idea m
muy
uy pr
próxi
óxim
ma ya al
al co
conc
ncep
eptto3. Per
Peroo tampoco
ampoco
aquí sabe renunciar al misticismo: la idea es siempre
una entidad sustancial que no se comprende con
el entendimiento,
modo sino que
que Parménides «se veventaja
obtiene con elcon
alma»b, de!
la obje
ción del «tercer hombre». Sócrates se defiende con
la hipótesis de que la idea es un pensamiento, un
nóemac. Pero tampoco ahora se trata de un concep!
to: obsérvese ante todo el vocablo nóema, caracterís!
tico de Parménides, en quien, como hemos visto,
tenía
«nacerunysignificado
existir en elmístico,
alma»d, y luego
idéntica
la aexpresión:
la usada
aPlatón, Patménides, 11332a: oúx' l ’év t l ^ ¿ 7 0 t ^a v e í r a L
av L,, t u
Taí
aíiTa
iTa uáuávT
vTaa ái'
ái'dy
dyK
Kri p.e
p.eyáXa ffyyaíveoQaí (« («¿no
¿no te parec
parecee que
exist
ex istee un gr
grande
ande úni
único
co,, qu
quee hace nec
necesar
esario
io que todas est stas
as ccoosas
sean
se an ggrrande
andes?»
s?»)) [«c
[«cua
uando
ndo m muchas
uchas ccoosas ttee pa
parrecen
ecen grandes,
grandes, te
parece tal vez, al mirarlas todas que hay un cierto carácter que es
uno y el m miism
smoo en todadas»,
s», Sant
Santaa CCrruz, 1988].
hPlatón, Parménides, 11332a: Tfl ipuxtí l [«sisi con tu alm
[«
S t ic alma
las mir
miras
as todas ddel
el mism
smoo modo»,
modo», Sant anta Cr
Cruzuz,, 1988],
1Platón, Parménides, 13 132b-
2b-c.c.
dPlatón, Parménides, 11332b: ÉyyíyveaSaL ... éi< 4™XaLC [“Si
cada una de las Formas es un pensamiento, y no puede darse en
otrro sisittio más qu
ot quee las al
alm
mas», SSant
antaa C
Crruz
uz,, 1988].
seríaaelPlatón, Parménides
latón
capaz , 13
135a-bque
de comprender [«H
[«Hom
ombr
hay bre
unegénero
plena
enamdeen
entcada
te do
dotcosa
tado
ado
y un se
serr en sí ypor sí, per
peroo aún más admir
admirable
able ser
sería aaquel
quel que,
que,
habiendo descubierto y examinado suficientemente y con cuida!
do todas estas cosas, fuera capaz de instruir a otro», Santa Cruz,
1988].
esta últ
esta última fa
fase
se pl
platón
atóniica, que ya no afecta
afecta a m
mii pro
pro!
blema, remito a los trabajos exhaustivos de Natorp y
StenzeP. Parece así que la trascendencia ha quedado
definitivamente atrás, y que ha sido sustituida por un
completo sistema inmanentista; se vuelca en la lógi
ca, en la ciencia de la naturaleza, se acerca a Demó-
criitoh,ysobre todo se ded
cr dediica a los
los est
estud
udiios po
pollíticos.
cos.
Ahora que ha perdido la esperanza de elevar a los
hombres
hom bres a la verdad
verdad medi
mediant
antee llaa pol
política, tam
ambién
bién
ellaa se
ell sevuelve ter
terrren
enaa ypi
pier
erde
de paso a paso ttodaoda idea
idea!
lidad: las LLeeyesconstituyen una simple legislación, un
poco mejor que las otras, sobre bases enteramente
empíricas.
Pero la antigua escisión de la realidad, la fe en
un mundo ideal no se ha apagado, permanece
sólo inconfesada ahora, encerrada en su intimidad. tan
De ahí la amargura de la vejez de Platón, la discor!
dia que roe su alma: el hombre tiene momentos de
alegría en su juventud cuando descubre la verdad,
y está luego condenado durante toda la vida a sufrir
por el intento de comunicarla y la desilusión que
"Natorp Plat
atos
os IIddee
eenl
nlehe re; Stenzel Studien; Robin Platón, etc.
ehere
bStenzel Studien, 112-1 -1119, ded
dediica un capí
capíttul
uloo a las
las rela
relaciones
ciones
entre Platón y Demócrito.
* Platón, C art
rta
a ni
ni,
, 34
344c-d; vé
véa
a se tambi
bién
én 3
3443 a [«cual
[«cua
sona seria se guardará muy mucho de confiar por escrito cuestio! lqu
qui ier per
nes se
serias, ex
exponi
poniénd
éndoolas a la mal
malev
evoolencia y a la ig
igno
norrancia de
la gent
gente.
e. De ell
elloo hay que ssac
acar
ar una si
sim
mple co
conclusión:
nclusión: qu que..
e.... el
autor no ha considerado estas cuestiones como muy serias, ni él
mismo es efectivamente serio, sino que permanecen encerradas
en la part
parte m
más
ás pr
prec
eciosa
iosa de su ser. Mient
ientras que
que si él hhubi
ubier
eraa co
conn!
fiado a caracteres
importancia, escritos
“entonces estas reflexiones
seguramente es que,como
no losalgo de gran
dioses, sino
los hom
hombr
bres,
es, le hhan
an hech
hechoo per
perder
der la rrazó
azón”
n”»», Zar
Zarag
agooza, 1992].
La R
Reepública fue escrita antes del Parménides,
cuando Platón tenía todavía la esperanza de llevar
la comunidad al mundo ideal. La verdad mística,
en la objetivación que le da Platón aquí para po!
nerla en contacto con la esfera humana, queda
expresada como principio político, como Bien. El
Bien, en su función de suprema arché, de suprema
razón política del universo, está muy próximo, por
un lado, a la Justicia cósmica de los presocráticos, y
por otro, a lo Bello del Simposio. La diferencia con
este último es que lo Bello es el principio político
que reina en una comunidad que comprende a to!
dos los amantes, los entusiastas y los místicos, y el
Bien es la arché que domina en una ppoolis limitada
y griega, en la que más que impulso lo que hay es
razón y ciencia: entre las dos concepciones median
diez años de creciente racionalismo. En
biente más frío se da una reticencia mucho mayor este am !
a hablar de la intuición más alta que en el Simposio.
Del conocimiento del Bien no se dice nada: se alu!
de solamente de modo muy claro, pero bastante
prosaico, a su naturaleza mística y supra-racional
diciendo que lo que es el «descendiente» del Bien
(telecto
ékgonosy, los
y por tant
antoo inf
infer
inteligibles, eri
seior a él) respecto
corresponde del
delque
con lo iinn!
cPlatón, Carta
bPlatón, Cartaa w
art w/
vviil,/, 342
341ac-
342ac-d.
d. 4b.
-34
344b.
43 Véase tamambién
bién al rrespe
espect
ctoo PHK78
PHK78-7
-799 [7
[777-78
-78de la tr
trad. ccast
ast
ySGI I TH de [PH
[PHD
D8] yla no
notta co
corrrespond
espondiiente.
ente.
14Cf. para
para est
estaa ppaarte in inttrodu
oduct ctor
oriia PH
PHK K 213-2
-2117 [1
[1993-1
-1994 de
la trtrad. cast.]
cast.] y la no notta, tambiambiénén la notnotaa ddee la pág.
pág. 225 [2 [2002 de
la trad. cast.], y E Emmp. 77-9 -900. En los aaños ños en llos
os que trabajaba
abajaba en en
Filósof
sofoos sobrehum anos, Colli escribió también una tragedia sobre
sobrehumanos,
Empédocles, por ahora inédita, en la que la muerte del filósofo
es la parte destacada.
15Par
5Paraa un anánállisisiss más
más pprrofofuundo véas éasee PHK
PHK225 nota ota [20
[202 de
la trad. cast.], E mp. 110nota.
Em nota. Al m maargegenn del
del ej
ejem
empl
plaar de DKen
DKen la
Biblioteca Colli se lee un apunte muy posterior (de alrededor de
los años sesenta), correspondiente a 31B129; respecto a ppaarapídes'.
«sede del deseo»; respecto a oréxaito(ereído): «asaltar, aferrar, tirar
hacia fuera, anhelar, desear».
46Añadido autógrafo al margen del texto mecanografiado
II.
II . 1:
D «Tal vez no sea casual
Beethoven, haya escrito sobre Empédocles». que Rolland, gran estudioso de
47La comparación siguiente con Goethe me hace pensar en
el v. 2299 de 3311B17 DK «po porr tur
urnos
nos m maand
ndaan, en el cícl
cícliico desar
desarrro!
llo del tiem empo»
po» («c
(«con
on el m movoviimiententoo cícli
cíclico de su impul pulso
so»», en
Goetthe), par
Goe paraa lo cual
cual vvéase
éase tambi bién
én PHPHKK 234 [2[2112 de la tr trad.
ad.
cast.]; o bien el fr. 29, que habla del Sphaíros.
48E
8Ell pa
paso
so de Go
Goet ethhe ssee cita
cita ttaambibién
én en PHK
PHK277nota ota [25
[250de
la
entrad. cast.],
el Fedro plapero
tón
óniico. enVrelación
éase tamcon
éase biénlaDconcepción de-544laymirada
N 68, 124 [53
[53-5 11
111-1
-1112
de la trad. cast.].
49En el text
extoo m meca
ecanogr
nograafifiaado y en el ms: «vererso
so 30»; pero
pero el
el
ver
erso
so B17, 30 ((el
el frfr.. 17es el úúnnico qque
ue llllega a 30
30verso
ersos)
s) no se adadee!
cúa en absoluto a la observación que sigue, mientras que sí se ade-
cua B2
B27, 4, y B27 es el fra
fragm
gment
entoo qu quee ssee ex
exaaminana.. Se ttrrata
ata tal vez
de un error matateerial debid
debidoo a la ccititaa ant
anteerior del vveerso 2299del
del fr. 17.
30Cf. Emp
mpéédococlles 31B6 DK.
51En el ms. al margen: «v. PPllot otiino III, 88-9
-9»».
52Par
araa los dioses «de larg
larga vida» ida», de lloos que
que se hahabl blaa en la
notaa a pi
not piee de página
página,, cf, DN99 [[773 de la trad
ad.. cast
cast..].
53En el ms. y en la tesis sigue una breve frase de enlace con
la segunda
antes, en 1937, parte,y que he sinpublicado
embargo ya había
consido escrita
el título dos años
de Platón po!
lítico'. «En una seg segunda
unda parpartte de nuestnuestrro ttrrababajo
ajo estudia
studiarremo
emos,
restringiendo nuestro campo de investigación, el desarrollo de
las ideas políticas concretas de Platón».
54No he creído oportuno publicar en este volumen el apéndi!
ce E Ellproblemadela cronologíaplatónica porque expone, aunque de
una forma más escolar, los resultados que luego se consignarán
en el cap. VIII de PH PHK: «Sobr bree la com
compposiosicición
ón de
de lo
los escr
escritos pla!
tónicos», al que nos remitimos.
55Cf. NF 55 [4 [488 de llaa trad. cascastt.].
56Cf. tambi bién
én FF.. N
Niietzsch
etzsche, e, E
Ell nacimiento de la tragedia, par par. 14
(en Nietzsche Opere, II, 97-98).
57En el ttextextoo meca ecannog
ogrrafifiaado DII.2II.2,, not
notaa al mmar
arggen: «Dolor
del arte».
59Sobre el Gorgias pla platóni
ónico co vvéase
éase tambi bién
én Ppol 43-4 -477 [5
[577-64
-64
de la trad. cast.].
trad 5 9El
E
ad.. casl a lm
astt. ]. a... p ólis\ pri
pr im er
era a r
red
eda acci
cción
ón de
d e PHK
PH K 262 [2
[2338 de la
60Cf. Her
Heráácl cliito 2222B101 DK=
DK= SSG GIII 14[A37],
01EEsste aislamiento... soledad] pr priimereraa rreda
edacción
cción dede PHPHK K 262
[238 de la trad. cast.].
77la manía.
manía.... modera erado] pri
primer eraa rredaedacci
cción
ón de
de PHK
PHK 274 [2 [2448
de la trad. cast.]. Sobre la manta véase ttaamb mbiién NF 1199-21-21 [16
[16-17
-17de
la trad
ad.. cast
cast..]. SGI 25-2 -266 [2
[277-2
-288 de la trad ad.. cast
cast..], 2[
2[A All; 12] y
3[Al1].
78Pero Plat atón starlo] pri
ón.... estarlo primer eraa redacci
edacción ón de PHPHK K 274-2 -2775
notaa 7 [2
not [2448-2
-2449de la ttrrad. cacastst.., nnot
otaa 181].
79JJuunto a... frío] primer eraa rred
edaacccciión de de PHK
PHK274-2 -2775 [2
[2448-24
-249
de la trad. cast.].
80se sisiente
ente impul
pulsado
sado a amar.
amar.... terre no]] prim
rreno primeera rredac
edaccción de
PHK27
HK278-2 -2779 [2
[2552-2
-2553de llaa tr
trad. ca castst..].
81Solamente... irresoluble] pr priimer eraa reda
redaccicción
ón de
de PHK
PHK279 [2 [2552
de la trad. cast.].
82cuand
uandoo hab ablla.
a.... déla
déla ese
esenc
nciaia]] pri
primer eraa rreda
edacción
cción de de PPHHK279
[253 de la trad. cast.].
83C
3Cf.f. PHK27
PHK276,
6, 283not
otaa, 285 [[2250, 256, 25
258de la
la ttrrad. cast
cast..]; FE
157 [189 de la trad. cast.], donde se ofrece la traducción «pero la
mayoría no se da cuenta de que están poseídos por un dios», que
recojo
ecojo en el lem
emaa; SGI 33[[A14
14]] yRE [40[400; 46
460],
0],
84Endeleellamado».
de edad m
man
anuscr
uscrititoo si
siggue, tachado lueg luegoo: «coconn el aaum
ument
entoo
80ppoolítica... filosófico] en el m ms.s. sust
sustitituy
uyee a «fil
filosófi
sófica
ca por me!
dio de un sistema político».
86El apéndice aFilósof brehumanos, que como ya he dicho,
sofoosssoobrehumanos
no se publica e n esta edición y para el que remito al cap. VIII de
PHK «S«Sobrebre la com
composi
posici ción
ón dede los eesc
scrrititoos pla
plattóni
nico
cos»
s»..
87E
Ell Simposio... vviida] pr priimereraa red
edaacción
cción de PHK PHK290 [262 de
la trad.
88encast.].
elFedón llas
aspa
pallab
abras.
ras. . ppol
oliiticidad]] primera redacción de
cidad
PHK29
HK290-2 -2991 [2
[2662 de la ttrrad. cast
cast..].
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Roma-Nápoles-CittádiCastello 1939). Trad. dejordi
Raventós, Siruela, Madrid 2008.
RE
G. Colli, LLaa ragione errabonda. Quademi postumi,