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Objetivos de Lengua y Literatura - Criterios de evaluación – Reflexión sobre los errores

Prof. Lic. Susana Ruiz

La asignatura implica los siguientes objetivos de aprendizaje:

- Que el estudiante se exprese con claridad tanto de forma escrita como oral; que se vuelva un usuario
reflexivo de su lengua y de la diversidad que la compone, que elabore distintas producciones para dar
cuenta de su aprendizaje.

- Que el estudiante conozca los textos literarios y los conceptos teóricos del programa de la asignatura.

- Que el estudiante desarrolle la capacidad interpretativa y relacione conceptos teóricos, contextos


históricos y textos literarios en la elaboración de textos expositivos, argumentativos y literarios.

- Que el estudiante adquiere autonomía en el cumplimiento de las tareas de lectura, actividad domiciliaria
principal que se indicará para cada clase.

La aprobación de la materia incluye instancias de examen escritas, orales* y entregas de distintos


productos; presenciales y domiciliarias; individuales y grupales -bajo consideración docente-. La asignatura
comprende evaluaciones que podrán integrar contenidos de distintos períodos, incluso de otras materias.
Los exámenes recuperatorios se toman solo con certificado médico la clase siguiente a la fecha pautada.

Los siguientes criterios serán tenidos en cuenta para la valoración de los logros del estudiante:

- Pertinencia de la resolución de la consigna: deben incluirse los conceptos trabajados en clase y leídos en
los textos literarios y teóricos, así como también deben citarse textualmente las fuentes estudiadas.
Asimismo, deben reconocerse las distintas operaciones discursivas que piden las consignas: explicar,
analizar, comparar, ejemplificar, interpretar, elaborar.

- La escritura** debe ser -coherente y prolija- (no se admiten cuadros, ni listas de ítems) y debe cumplirse
con puntualidad la entrega de evaluaciones domiciliarias.

- Para el trabajo en clase se tendrá en cuenta la carpeta del alumno, que esté presente el material
obligatorio de la asignatura, que se realicen las actividades propuestas y que sean pertinentes las
intervenciones orales. La ausencia a clase no significa la exención de las tareas asignadas. Para los exámenes
deben tenerse los textos literarios en formato papel: ediciones nuevas, usadas, o fotocopiadas.

- Se espera que el estudiante sea respetuoso para con sus compañeros y su docente, que levante la mano
para participar en la clase y que tenga una postura adecuada para con las actividades de la misma. Esta
actitud del alumno se considerará para el redondeo del promedio trimestral.

- Las expresiones escritas que se consideren plagiadas, tomadas de sitios web o que no puedan
justificarse, llevarán la nota mínima 1 (uno) puesto que no permiten comprobar el aprendizaje del
estudiante.

*Pautas para la Exposición Oral:


- Actitud corporal: estar de pie frente al curso; evitar apoyarse en paredes/pizarrón y evitar poner las
manos en los bolsillos. La voz debe adoptar el volumen necesario.
- Expresión oral: tener una dicción clara, evitar muletillas, usar registro de lengua adecuado a la
institución escolar y vocabulario propio de la asignatura en cuestión.
- Utilización de dispositivos auxiliares: se pueden utilizar láminas o presentaciones digitales (evitar
información escrita; incluir imágenes, cuadros) y ayuda-memorias personales para los expositores.
- Sobre la búsqueda de información: aclarar las fuentes utilizadas.
- Lograr un resultado de equipo: que todos los integrantes del grupo participen por igual y conozcan
el trabajo realizado.
- Cumplir en tiempo y forma con las fechas pautadas.

**Recomendaciones para la escritura académica y posibles errores que deben evitarse:

La escritura es un proceso de tres momentos: planificación, redacción y revisión. En primer lugar,


es fundamental reconocer la consigna, sus partes y sus objetivos para pensar la redacción. En general, se
pide que relacionen conceptos teóricos con textos literarios. En esta instancia puede elaborarse un
borrador, mapa conceptual o simplemente una lista de los puntos que se desarrollarán luego. Esto sirve
para que no se dejen conceptos implícitos, incompletos o ausentes. Las resoluciones de las consignas deben
entenderse sin necesidad de leer la actividad pedida, las respuestas deben ser autónomas; se sugiere no
dejar sobreentendidos ni utilizar sujetos tácitos que causen confusión.

Las ideas de la escritura deben partir de sus lecturas, es decir, de las interpretaciones de los textos,
las palabras subrayadas, las notas marginales. También deben considerar los apuntes de clase y utilizar
vocabulario formal -propio de la escritura académica- y vocabulario específico de la asignatura.

A partir del reconocimiento del contenido de la consigna, en la escritura debe organizarse


coherentemente la división temática en párrafos y en oraciones, dentro de estas últimas deben dividirse
sus partes con signos de puntuación (coma, dos puntos, punto y coma, guiones y paréntesis) para
considerar aclaraciones, reformulaciones y la inclusión de citas textuales que son obligatorias. Los textos
no literarios deben comenzar con una introducción que presente su tema, finalidad y objeto de análisis. Al
terminar el escrito debe haber una conclusión que retome las ideas principales del texto.

Los textos deben ordenarse a través de conectores: copulativos, adversativos, consecutivos,


concesivos y de orden. Debe cuidarse la dimensión temporal a través del uso correcto de los tiempos
verbales (principalmente en las narraciones), así como también debe conservarse la perspectiva de
enunciación académica: la primera persona plural o la voz impersonal (se). El tiempo verbal utilizado en los
textos expositivos es el presente.

Las afirmaciones deben justificarse, explicarse, con los conceptos aprendidos en clase y con citas
textuales -fragmentos que se eligen- de los textos trabajados. Estas deben estar entre comillas y ser
introducidas a través de verbos de decir (afirmar, sostener, plantear, etcétera). Asimismo, los títulos de
cuentos, novelas, obras de teatro, poemas y otros textos se escriben entre comillas y con mayúsculas.
También debe aclararse de quién se toma la cita: narrador, yo poético, personaje, autor.

El texto debe ajustarse a las normas de cohesión. Para esto, debe existir concordancia entre los
sujetos y los núcleos verbales de cada oración, así como también entre los sustantivos y sus modificadores.
Por otro lado, deben evitarse las repeticiones por medio del uso de sinónimos, pronombres, paráfrasis o
elipsis; tampoco se explican las citas con las palabras que contienen. Es imprescindible la práctica de una
letra clara, legible, de tamaño adecuado ya sea cursiva o imprenta, y el cuidado de la ortografía. Aquello
que no se entienda no podrá calificarse.

Para reconocer si un texto está terminado preguntar ¿cómo? y ¿por qué? a las afirmaciones; y
luego profundizar estas cuestiones para completarlo. Los títulos que pongan a sus textos deben ser
representativos de su contenido. Finalmente, lo escrito debe leerse, revisarse y corregirse para su
presentación. La extensión máxima de las evaluaciones presenciales es de tres carillas de hoja número tres.

Pautas formales para los trabajos hechos en procesador de textos: Sin carátula, hojas numeradas debajo a la
derecha, curso-apellido-nombre del alumno en el encabezado a la derecha. Letra Arial 11 o Times New
Roman 12; interlineado 1,5; márgenes 2,5 cm.; alineación justificado; extensión aclarada en la consigna.
El aprendizaje a partir del error
A person who never made a mistake never tried anything new.
Albert Einstein

Desde la perspectiva didáctica actual, consideramos los errores como oportunidades para aprender.
Muchas veces vemos errores que se reiteran, otras veces nos encontramos con errores nuevos; pero en
cualquier caso indagar al respecto nos permite reflexionar sobre cómo aprendemos (metacognición).

Entendiendo la lectura y la escritura -la comprensión y la expresión- como prácticas que se


desarrollan y optimizan en la materia Lengua y Literatura, creemos que el ejercicio consciente de estas
permite la mejora de las capacidades de los estudiantes. Es por eso que la reescritura -volver a escribir,
rehacer- es significativa. Esta práctica además de ser guiada por el docente promueve en los estudiantes la
reflexión sobre su aprendizaje a través del análisis de los errores.

A continuación se presenta un ejercicio posible para adquirir el saber sobre los errores y luego
utilizarlo en favor de la mejora de las habilidades de los estudiantes; luego de la devolución docente:

- Los estudiantes deben leer con detenimiento las correcciones y comentarios que el docente ha hecho en
su examen. Deben asegurarse de entender qué se ha corregido, si esto no es claro debe consultarse.

- Elaborar una lista de los errores.

- En función de la cantidad y los distintos errores agruparlos según su tipo: de comprensión de consigna; de
coherencia; conceptuales; de comprensión de texto; de redacción (ortografía y cohesión). Esto permitirá
identificar qué área ha resultado más difícil para el estudiante y luego reflexionar al respecto.

- Elaborar un cuadro de tres columnas como el siguiente:

Errores Causas Probables Alternativas para evitarlos a futuro

Error 1

Error 2

Error 3

- Causas Probables. A través de mirada individual e introspectiva, indagar qué provocó este error. Un mismo
error puede tener distintas causas dependiendo del estudiante. Puede ser del momento del examen o
previo a esta instancia. No incluimos aquí las causales emocionales porque estas no se abordan desde las
técnicas de estudio o reflexiones propias de la asignatura; sí podemos pensarlas desde Tutoría, por ejemplo.

- Alternativas para evitarlos a futuro. Focalizar en uno o más aspectos a cambiar con el objetivo de evitar
ese error a futuro. Es importante tener en cuenta que dependerán de la causa que se le haya asignado.

- Los estudiantes pueden compartir los cuadros que han armado con el objetivo principal de poner en
común las alternativas y colaborar con el aprendizaje de sus compañeros.

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