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ABORTO ESPONTÁNEO TEMPRANO

Recopilación Prof. M. Sc. LUIS COLOMA SANHUEZA.

Una pérdida temprana, aborto espontáneo o “pérdida prematura del embarazo”, se da


cuando el embarazo termina de forma súbita e involuntaria (aborto natural) antes de
cumplir las 20 semanas de gestación. En la mayoría de los casos suceden por razones
fuera de control, como problemas cromosómicos o de la fecundación.

O sea, el aborto espontáneo o aborto natural es la pérdida de un embrión o feto por


causas no provocadas intencionalmente. Se distingue pues del aborto inducido.

El término sólo se aplica estrictamente cuando dicha pérdida se produce antes de la


semana 20 del embarazo, denominándose a partir de ese momento parto prematuro.
A su vez, el aborto se puede subdividir en temprano (antes de semana 12) y tardío
(después de la semana 12 y hasta las 20 semanas de gestación).
El aborto espontáneo puede ser retenido, cuando no se elimina nada, incompleto,
cuando no se eliminan todos los productos de la gestación, o completo cuando todo es
eliminado.
Un alto porcentaje de óvulos fecundados (más del 50 %) no se desarrolla hasta la
madurez y se aborta de forma espontánea. La mayor parte de los abortos espontáneos
se presenta durante las 3 primeras semanas del embarazo. A causa del pequeño tamaño
del embrión en ese momento, a menudo la madre no reconoce los abortos espontáneos
como tales y puede comparar el aborto y la hemorragia que lo acompaña con un periodo
menstrual un poco retrasado desusadamente intenso.
El examen de embriones precoces obtenidos después de un aborto espontáneo o
del útero extirpado en cirugía durante las primeras semanas del embarazo ha mostrado
que mucho de los embriones abortados tienen severas anomalías. Las aberraciones
cromosómicas representan la categoría más común de las anomalías en los abortos
(cerca del 50 % de los casos). Cuando se analizan conjuntamente con los estados
patológicos malformativos acompañantes, pueden considerarse los abortos espontáneos
como un mecanismo natural para reducir la incidencia de bebes con malformaciones
muy graves.

Otros términos para referirse a una pérdida temprana en el embarazo son:

 Aborto consumado: todos los productos de la concepción salen del cuerpo.


 Aborto incompleto: sólo algunos de los productos de la concepción salen del
cuerpo.
 Aborto inevitable: no se pueden detener los síntomas y se presenta el aborto
espontáneo.
 Aborto infectado (séptico): el revestimiento del útero o el útero y cualquier
producto restante de la concepción resultan infectados.
 Aborto retenido: el embarazo se pierde y los productos de la concepción no
salen del cuerpo.

Causas.

La causa más frecuente es la muerte fetal por anomalías congénitas del feto,
frecuentemente genéticas, en especial las trisomías autosómicas (no sexuales). En
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otros casos se debe a anormalidades del tracto reproductivo, o a enfermedades


sistémicas de la madre (diabetes, nefritis, traumatismos graves), o enfermedades
infecciosas (Mal de Chagas, toxoplasmosis, brucelosis, sífilis, listeriosis, hepatitis B,
sida) así como por sucesos traumáticos.

Algunas causas conocidas de aborto espontáneo son:

 Anomalías cromosómicas. Los estudios demuestran que de un 50% a un 60%


de todos los abortos espontáneos son provocados por anomalías cromosómicas
en el feto. De estos casos, casi la mitad son provocados por la presencia de un
cromosoma extra. Casi todas las variaciones en el número o estructura de
cromosomas llevan a una pérdida. La mayoría de problemas cromosómicos son
el resultado de óvulos o espermatozoides defectuosos, o problemas durante la
división celular.

 Anomalías uterinas. Los defectos estructurales en la cavidad del útero que


interfieren con el riego sanguíneo al útero también pueden ocasionar aborto
espontáneo. Estos abarcan algunos tipos de miomas, tabiques uterinos,
cicatrización y posiblemente pólipos grandes.

 Infecciones y enfermedades. Algunas infecciones bacterianas y virales pueden


contribuir a un aborto espontáneo, particularmente en el segundo trimestre.
Éstas abarcan infecciones virales como el Citomegalovirus, infecciones
bacterianas como Estreptococos o, en raras ocasiones, infecciones parasitarias
como el Toxoplasma. Enfermedades como la diabetes no diagnosticada
también pueden provocar un aborto espontáneo.

 Edad de la madre. La tasa de aborto espontáneo aumenta con la edad de la
madre, más de la tercera parte de los embarazos en mujeres mayores de 40 años
termina en aborto espontáneo. Esto se debe en gran parte a número anormal de
cromosomas y la creciente tasa de anomalías cromosómicas que se observa en
los óvulos de mujeres mayores. El riesgo de pérdida aumenta con la edad: 15%
antes de los 35, 10-35% entre los 35 y 45, y 50% y más para las mujeres de más
de 45 años, según la American Pregnancy Association. Embarazos adolescentes
también tienen mayor incidencia de pérdida.

 Enfermedades autoinmunitarias. Se cree que los problemas de regulación en
el sistema inmunitario contribuyen a los abortos espontáneos, aunque hay poca
evidencia que apoye esta hipótesis. La presencia de ciertos anticuerpos
complejos, como los anticuerpos antifosfolipídicos y los anticuerpos
anticardiolipina, es algunas veces, mayor en mujeres que tienen abortos
espontáneos, aunque esto puede deberse a un efecto sobre la coagulación.
Ningún estudio aleatorizado controlado ha demostrado que los tratamientos
encaminados a modificar el sistema inmunitario para prevenir abortos
espontáneos tenga algún efecto benéfico.
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Nota: Respecto de los mecanismos patogénicos de los Ac antifosfolipídicos,


estos actúan sobre los fosfolípidos de las células endoteliales y plaquetas,
produciendo enfermedades tromboembólicas e hipercoagulación.

 Problemas de coagulación. La trombofilia, o propensión a coagular, es una


causa más común de aborto espontáneo en el segundo trimestre. El uso de
anticoagulantes tales como la heparina de bajo peso molecular y el ácido
acetilsalicílico (aspirina) puede ser benéfico, pero sólo deben emplearse con
precaución o bajo el cuidado de un médico experimentado.

 Niveles bajos de progesterona. La hormona progesterona es necesaria para


mantener un embarazo saludable. Los niveles insuficientes producen abortos
espontáneos. A comienzos del embarazo la progesterona es producida por el
cuerpo lúteo. Después de unas 10 semanas la placenta debería estar produciendo
suficiente progesterona para sostener el embarazo. Se piensa que un nivel bajo
de progesterona, que causa los abortos espontáneos, proviene de un trastorno en
la producción de ésta a cargo del cuerpo lúteo. La medicación con progesterona
es segura y relativamente no muy costosa, pero las investigaciones que prueban
su efectividad no han sido concluyentes.

 Problemas en la fecundación o implantación. Por ejemplo, el embarazo


ectópico, en el que el embrión se implanta en las trompas de Falopio, o
embarazo molar, donde se forma un tejido pero no un embrión viable. Durante
la “ventana de implantación”, ocurre una serie de modificaciones estructurales
y moleculares que hacen al endometrio más susceptible a la implantación del
embrión. Algunos de los genes que intervienen, codifican citoquinas y
moléculas de adhesión y la alteración en la expresión de dichos genes se asocia
con infertilidad y aborto recurrente precoz.

 Salud. Problemas hormonales, infecciones en el sistema reproductivo,


enfermedades crónicas y variaciones en la anatomía reproductiva pueden llevar
a dificultades durante el embarazo. Además, decisiones sobre el estilo de vida,
como el fumar, el consumir drogas ilícitas, el licor en el embarazo y exceso de
cafeína ponen en mayor riesgo de tener una pérdida.

 Pérdidas previas. Según algunos autores, haber tenido una pérdida con
anterioridad aumenta el riesgo de tener una segunda en un 25%.
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 Otras causas posibles. Las enfermedades crónicas, la exposición a toxinas


ambientales (como ciertos metales) y el estrés. Los ejemplos incluyen
problemas de tiroides (ya sea hipertiroidismo o hipotiroidismo), diabetes mal
controlada o adherencias intrauterinas (comúnmente provocadas por
infecciones o procedimientos anteriores como dilatación y legrado). La
radiación y la quimioterapia en altas dosis son toxinas conocidas que pueden
provocar la pérdida del embarazo. Los empleados industriales que trabajan con
sustancias químicas como colorantes, metales o disolventes están en mayor
riesgo. El estrés de la madre y el consumo excesivo de tabaco, alcohol y drogas
también pueden ser factores determinantes.

Frecuencias y porcentajes.

La tasa natural de fracaso de las gestaciones es muy elevada, aunque la mayor parte
ocurre en las primeras semanas y en la mayor parte de los casos la madre no llega a
enterarse. Se estima que 1 de cada 5 embarazos detectados terminan por aborto
espontáneo en las primeras semanas. La cifra aumenta a más del 30% en estudios de
mujeres embarazadas cuyos nivelesde la hormona gonadotropina coriónica humana ha
descendido después de haber confirmado el embarazo. Hay autores que estiman que el
50 % de las concepciones terminan en un aborto espontáneo, y el 50% de estos abortos
presentan anomalías cromosómicas graves. Por lo tanto, aproximadamente el 25 % de
los fetos tienen un defecto cromosómico grave. Las anomalías cromosómicas más
comunes en los abortos son el síndrome de Turner (45,X), la triploidia y la trisomía del
cromosoma 16. Las cromosómicas representan el 10 % de anomalías congénitas graves,
mientras que las mutaciones génicas son responsables de un 8 % adicional.[]

Cuando una mujer presenta abortos repetidos, dos o más, consecutivos o no, se llama
aborto recurrente o de repetición. Las causas pueden ser genéticas en un 50% de los
casos, el síndrome antifosfolípido en el 15% y otros motivos como alteraciones uterinas
y trombofilias. []

Entre los factores de riesgo comprobados están la edad elevada, las enfermedades
sistémicas y la ocurrencia previa repetida de abortos espontáneos.

Síntomas y signos.

Los síntomas — es decir, signos percibidos por la propia paciente — más frecuentes,
son el dolor abdominal de tipo cólico o en la región lumbar; la hemorragia vaginal
acompañada o no de dolores cólicos abdominales o la emisión de materia sólida tisular
o de coágulos por la vagina. Por otra parte, algunos de estos signos son frecuentes
durante los primeros meses de la gestación, sin que tengan que ir necesariamente
seguidos de aborto.
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Existen signos médicos que pueden permitir al especialista detectar una situación de
riesgo de aborto.

Tratamiento

Una vez observados signos de riesgo la recomendación suele ser de restringir ciertas
formas de actividad, o incluso un reposo completo. Igualmente suele recomendarse en
esos casos la abstinencia sexual. Sin embargo, hay estudios que dicen que el reposo
notiene efectos beneficiosos y que debería dejarse a elección de la paciente.[][]

Si el aborto se produce, suelen presentarse signos evidentes, primero en forma de una


reducción de los signos del embarazo, pero también por secreciones vaginales
anormales, las cuales deben ser evaluadas, también para saber si el aborto es completo o
no.

Si el aborto no se completa en un plazo de pocas semanas, se requerirá cirugía para


completarlo artificialmente. La cirugía puede sustituirse por un tratamiento con
medicamentos, pero los efectos secundarios y el riesgo de que la evacuación no se
complete, obligando finalmente a recurrir a la cirugía, hace que esta opción no sea
siempre preferible.

Los efectos de un aborto espontáneo suelen desaparecer, volviendo al ciclo menstrual


normal y a una probabilidad normal de embarazo, aunque suele recomendarse una
moratoria de uno o dos ciclos antes de volver a intentarlo.

Síntomas y diagnóstico

Ante cualquier sospecha de pérdida o sensación que preocupe, se debe consultar al


médico. Estos son los síntomas más comunes de una posible pérdida en el primer
trimestre:

 Desaparecen los síntomas tempranos del embarazo.


 Dolores severos, que pueden ser en la espalda o en el área abdominal.
 Sangrado, que puede ser color rojo vivo o café y acompañado de dolores fuertes.
Nota, eso sí, que en algunos casos un sangrado leve es normal y no implica
riesgo de pérdida
 Contracciones en las primeras etapas del embarazo
 Expulsión de tejido

Para determinar si se ha tenido o está teniendo una pérdida, el médico puede realizar:

 Examen pélvico para verificar que el cuello uterino no tenga dilatación o


borramiento.
 Pruebas de hCG (la hormona del embarazo) para analizar la cantidad de la
hormona con respecto a la edad gestacional.
 Prueba de ultrasonido, que le permite al médico visualizar la formación del bebé
y el latido de su corazón.

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 Pruebas de sangre para determinar condiciones relacionadas, como pérdida de


sangre e infecciones.

Prevención

Las posibilidades de aborto espontáneo pueden limitarse mucho con una atención
especial por parte de la madre y una vigilancia médica acentuada, especialmente si
dependen de limitaciones físicas de la madre. El riesgo asociado a enfermedades
sistémicas se combate tratándolas antes del eventual embarazo y vigilando el estado de
la madre durante éste.

BIBLIOGRAFIA.

Carlson, B.M. 2000. Embriología Humana y Biología del Desarrollo. Harcourt, 20°
edición, p. 56.

Lee, J.; Oh, J.; Choi, E.; Park, I.; Han, C.; Kin do H. 2007. Differentially expressed
genes implicated in unexplained recurrent spontaneous abortion. Int J Biochem Cell
Bio.; 39 (12): 2265-77.

Pacheco, J.; De Michelena, M. I. ; Orihuela, P. 2009. Enfoque actual del aborto


recurrente. An. Fac. med. 70 (2): Lima jun..

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