Six Sigma es un conjunto de técnicas y herramientas para la mejora de procesos. Fue
desarrollado por Motorola a mediados de la década de 1980 y desde entonces ha sido ampliamente adoptado por muchas organizaciones en diversas industrias. El objetivo principal de Six Sigma es mejorar la calidad de los resultados del proceso mediante la identificación y eliminación de las causas de defectos y variabilidad. Aquí hay algunos principios y conceptos clave asociados con Six Sigma: 1. Definir: Definir claramente el problema, el objetivo y los requisitos del cliente. Esto implica comprender el proceso y sus partes interesadas. 2. Medir: Medir el rendimiento actual del proceso para identificar la magnitud del problema. Esta fase implica recopilar datos relevantes y establecer métricas de rendimiento de referencia. 3. Analizar: Analizar los datos para identificar las causas raíz de los defectos o variaciones en el proceso. Durante esta fase, se utilizan diversas herramientas y técnicas estadísticas para señalar factores críticos que afectan el rendimiento. 4. Mejorar: Implementar cambios en el proceso para abordar las causas raíz identificadas. El objetivo es optimizar el proceso y reducir la variabilidad, lo que lleva a una mayor calidad y rendimiento. 5. Controlar: Establecer controles para asegurar que las mejoras realizadas en la fase de "Mejora" se mantengan con el tiempo. Esto implica monitorear el proceso e implementar medidas para evitar un retorno al estado anterior de bajo rendimiento. En resumen, Six Sigma es un enfoque sistemático y basado en datos para la mejora de procesos, con el objetivo final de mejorar la satisfacción del cliente, reducir defectos y aumentar la eficiencia general.