Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
P.ej.: Una intervención enfermera inocua para frenar el envejecimiento es indicar la administración de
inductores de colágeno.
Cambios anatómicos Cambios funcionales
Disminución del crecimiento celular, Piel más frágil, peor termorregulación
epidermis más delgada mayor tiempo de cicatrización
LA PIEL
Se considera el órgano mas grande del cuerpo humano, ya que se extiende por toda la superficie corporal,
alternándose con las mucosas en los orificios naturales. Es responsable de la cobertura y protección de
otras estructuras, y está continuamente expuesta a factores de agresión internos y externos. Representa
de forma aproximada el 6 % del peso corporal de una persona, y su densidad y estructura topográfica
varían según su localización: se denomina piel gruesa a la ubicada en la palma de las manos y la planta del
pie, con un espesor entre 0,6 y 4 mm; y piel fina al resto de zonas, entre 0,1 y 0,15 mm. Además, su
coloración varía en regiones anatómicas concretas, según la concentración de pigmento, su contenido
vascular y/o la grasa subcutánea. El origen embrionario de la piel es el ectodermo para la epidermis y
anexos (pelo, uñas, glándulas sudoríparas y sebáceas), y el mesodermo en el caso de la dermis y la
hipodermis. Cumple con las siguientes funciones:
Reaccionar ante variaciones en la temperatura y estímulos dolorosos
Regular el flujo y la absorción de algunos fluidos
Desarrollar funciones metabólicas
Actuar como fotoprotector, barrera natural y soporte de otros tejidos
Regular su propio pH en torno a 5,5 como defensa ante las bacterias
CLASIFICACIÓN DE LA PIEL: Tipos de piel
A. Piel sana: Presenta aspecto luminoso y color mate, no se aprecian poros dilatados a simple vista, son
imperceptibles al ojo desnudo, el tejido es continuo y liso, y mantiene un equilibrio hidrolipidico que
da una funcionabilidad adecuada y apariencia saludable (no se evidencia sequedad o piel grasa).
B. Piel seca: De aspecto mate por déficit de componentes lipídicos y falta de disponibilidad de líquidos en
el estrato córneo, presenta cierta tirantez y descamaciones minúsculas pero visibles, al tacto es áspera
y es difícil percibir sus microporos con el ojo desnudo. La piel seca se clasifica en dos subgrupos:
B.I. Piel seca deshidratada: Presenta envejecimiento de progreso rápido y facilidad para generar
nuevos pliegues y líneas de expresión, además de dificultad para mantener agua en su estrato
corneo.
B.II. Piel seca alípica: Fina y frágil, con un aspecto muy tenso y un tacto áspero por la falta de lípidos
que lubriquen sus capas.
C. Piel grasa: De aspecto brillante por la concentración de grasa en el estrato superficial, los poros están
visiblemente dilatados y son muy perceptibles. La piel grasa se clasifica en dos subgrupos:
C.I. Piel grasa asfíctica: Presenta exceso de sebo que provoca abscesos en sus estratos mas
superficiales, tendencia al acné, poros muy visibles, quistes e irritaciones y aspecto graso. A la lupa
se observan acumulaciones de grasa diferenciadas, que simulan el acné.
C.II. Piel grasa deshidratada o seborreica: Presenta una pérdida excesiva de líquidos, lo que altera la
secreción de sebo y le otorga un aspecto graso y brillante a la piel. Puede irritarse con facilidad lo
que la convierte en una piel más delicada que la anterior. Existe picor y es posible distinguir micro
lesiones observándola a través de la lupa, y si se ejerce tensión se ve la aparición de grietas.
D. Piel mixta: Presenta comportamientos diferentes en el tejido de la piel, apreciándose zonas brillantes
en nariz, frente y mentón (en forma de T, normalmente del tipo piel grasa deshidratada), y aspecto
seco y descamación en el área de pómulos y mejillas. Algunos profesionales agregan a esta zona el
área del cuello en sus tratamientos. Los signos de piel grasa serán pocos o ausentes en estas últimas
regiones.
E. Pieles sensibles: Presentan reacciones exacerbadas ante la exposición al medio, la aplicación de
ciertos productos o el rozamiento. Generalmente el paciente reconoce su tipo de piel. Su coloración es
rosada o rojiza y son visibles las venas y los capilares periféricos ante el ojo desprovisto de la lupa o
lámpara. Es frecuente en personas de piel clara, con fototipos I a III. Las variaciones en la temperatura,
exposición al sol o la aplicación de productos también suelen producir eritema en el la zona expuesta.
F. Piel madura: De color amarillento, con arrugas superficiales, estáticas y dinámicas, con aspecto
áspero, variaciones en la pigmentación (manchas seniles) y pérdidas en la calidad del tejido de piel
(turgencia y tonalidad) que provoca fragilidad, cuperosis (aparición de pequeñas rojeces, irritaciones y
capilares dilatados de color rojizo y púrpura en forma de filamentos, en pómulos y aletas nasales) y
cicatrización alterada o enlentecida.
PIEL NORMAL PIEL SECA DESHIDRATADA PIEL SECA ALÍPICA PIEL GRASA ASFÍCTICA