Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mauricio Orrego A.
El peso corporal total se puede dividir en una fracción que es el agua corporal
total (ACT) y otra constituida por los sólidos (proteínas, minerales y grasa).
Aproximadamente el 50% de la masa corporal total del ser humano está
constituida por agua, el cual es el solvente ideal. El entendimiento de la
distribución del agua corporal total en los diferentes compartimientos del
organismo es fundamental para entender las estrategias de hidratación
parenteral.
El ACT y el volumen de líquido extracelular (LEC) disminuyen con la edad. El
LEC del recién nacido es 40-50% de su peso corporal; este disminuye
rápidamente en las primeras seis a ocho semanas de vida, proceso que continua
de manera lenta permitiendo lograr la madurez a los tres años de edad, cuando
el LEC es 20% y el liquido intracelular (LIC) 40% del peso corporal total.
El LIC se puede considerar constante en los diferentes grupos de edad. Este
cambio en la composición del agua se debe al aumento de los sólidos
corporales, los cuales al depositarse producen una disminución en la cantidad
de agua total por unidad de peso corporal. Antes de la pubertad no existen
diferencias en el contenido del agua en relación al sexo, pero a partir de esta
edad existe mayor contenido de agua en el varón (véase tabla 1).
Hormona antidiurética
La hormona antidiurética (ADH) es la sustancia retenedora de agua por
excelencia. Se produce en el hipotálamo y es almacenada y liberada por la
hipófisis. Su función es restaurar el volumen sanguíneo, disminuyendo la
diuresis y aumentando la retención hídrica. Se libera en respuesta al estrés, las
catecolaminas, algunos fármacos como morfina y barbitúricos, al aumento de las
concentraciones séricas de sodio y a la hipotensión.
Los osmoreceptores situados en el hipotálamo modulan la liberación de ADH.
A medida que aumenta la osmolaridad sérica los osmoreceptores del hipotálamo
reciben estímulos para la liberación de ADH; cuando esta disminuye, los
osmoreceptores reciben estímulos negativos que impiden su liberación.
Los receptores de volumen situados en la aurícula derecha desencadenan la
liberación de ADH cuando el volumen de sangre disminuye 10% o más.
Un aumento de la ADH incrementa la reabsorción de agua en los túbulos
dístales renales y en los conductos colectores, haciendo que la orina se torne
más concentrada. La disminución de la osmolaridad sérica o el aumento del
volumen sanguíneo inhiben la producción de ADH, tornando la orina mas diluida.
El ciclo de la ADH se comporta como una represa: el cuerpo retiene líquidos
cuando el nivel cae y los elimina cuando el nivel aumenta.
Movimiento de electrolitos
Balance de líquidos
En 1957 Malcolm Holliday y William Segar propusieron una fórmula para suplir
las necesidades de mantenimiento en pediatría, basado en el análisis de peso,
talla y gasto calórico de cada grupo etareo, que se ha mantenido en el tiempo y
ha sido universalmente aceptada como la mejor estrategia para reponer las
perdidas insensibles en pediatría (véase tabla 3). Tener en cuenta que estos
líquidos se pasan en dextrosa al 5%, después del mes de vida hasta los 10 años
por los requerimientos mínimos de glucosa (2-4 mg/kg/min) a esta edad.
Electrolitos de mantenimiento/día:
- Sodio: 3-5 mEq/100 mL (3-5 mEq/kg)
- Potasio: 2-4 mEq/100 mL (2-4 mEq/kg)
- Cloro: 2-3 mEq/100 mL (2-3 mEq/kg)
La aproximación habitual para los líquidos basales según la regla del 100-50-20,
para los paciente relativamente estables pero que necesitan líquidos
intravenosos, continua siendo muy útil y de fácil aplicación. Es prudente
aumentar los líquidos en niños con fiebre, sudoración excesiva, estados
hipercatabolicos como quemaduras y si están recibiendo fototerapia.
Se deben considerar otros egresos que se encuentran en muchos estados
patológicos y son las perdidas anormales. Pueden ser perdidas que suceden
por vías normales en cantidades anormales, la diarrea y la poliuria; y perdidas a
través de vías anormales, drenaje alto del tracto gastrointestinal, fístulas y
vomito, entre otras.
Goteo: los líquidos deben ser formulados en mL o cc por hora. Por tanto la
cantidad calculada para el día, se divide entre 24 y así se obtiene el goteo.
Existe una formula sencilla para calcular el goteo por hora para los líquidos
basales (tabla 3.1). Se denomina la regla del 4-2-1 y se relaciona con la regla del
100-50-20.
Tabla 3.1. Cálculo del goteo de líquidos basales según la regla de 4-2-1
Peso Cálculo de goteo en cc o mL
Menor de 10 kg Peso x 4
Ejemplo 8 kg x 4 = 32 mL por hora
De 10 a 20 kg Por los primeros 10 kg son 40 mL/h y por cada kg
adicional 2 mL.
Ejemplo 13 kg: 40 mL/h + 3 x 2(6) = 46 mL por hora
Mayor de 20 kg 60 ml/h más 1 ml por cada kg adicional.
Ejemplo 25 kg: 60 mL + 5 x 1(5) = 65 mL por hora
Cristaloides
Son soluciones con pequeñas moléculas que fluyen fácilmente desde el torrente
sanguíneo a los tejidos. Los cristaloides isotónicos contienen la misma cantidad
de partículas osmóticamente activas que el líquido extracelular, de tal manera
que estos líquidos permanecen dentro del espacio extracelular. Ejemplos de
soluciones isotónicas son la solución salina normal (SSN) y el lactato de Ringer
(LR). Se reparten en el espacio extracelular en las siguientes proporciones: ¾ en
el intersticial y ¼ en el intravascular.
Los cristaloides hipotónicos están menos concentrados que el líquido
extracelular de tal manera que pasan al espacio intracelular causando edema
celular. Los líquidos hipotónicos son aquellos que tienen una osmolaridad menor
de 275 mOsm/L:
Solución salina (SS) 0,45% (solución salina al medio)
Solución salina 0,33% (solución salina al tercio)
Dextrosa 2,5% en agua destilada (DAD 2,5%)
Agua destilada
Coloides
Constituidos por partículas de alto peso molecular (en promedio 60.000 daltons),
que como no atraviesan las membranas celulares con facilidad se distribuyen en
el espacio intravascular y tienden a permanecer en este por periodos largos de
tiempo. Ejemplos:
Albúmina (disponible al 5%, que es osmóticamente igual al plasma, y
soluciones al 20%, que son hiperoncoticos)
Plasma
Dextranes
Poligelatina (Gelafusin)
Hetartarch
Deshidratación
La AAP clasifica la DHT en: DHT grado I, grado II o grado III si hay una perdida
aproximada de 5, 10, o 15% para pacientes menores de 10 kg o 3, 6, o 9% para
niños mayores de 10 kg por su menor cantidad proporcional de agua corporal
total (véase tabla 6).
Fisiopatología
Dado que el tratamiento de más del 90% de los casos de deshidratación puede
realizarse por vía oral, la mayoría de las veces, no es necesario calcular con
precisión la magnitud del déficit existente, ya que los riesgos de sobrehidratación
grave, por esta vía, son pocos. Cuando se requiere la hidratación parenteral es
necesario calcular de acuerdo con los signos de deshidratación, la magnitud de
las pérdidas a reponer.
La OMS recomienda utilizar, para corregir la deshidratación severa, la solución
de lactato de Ringer (Hartman), que tiene una composición electrolítica muy
parecida a la del líquido extracelular.
La cantidad recomendada según la edad se muestra en la tabla 8:
Tabla 8: Guía de tratamiento IV para niños con DHT severa recomendado por la OMS
Edad Bolo inicial: 30 ml/kg Luego: 70 ml/kg
Fase inicial
En los pacientes con choque hipovolemico, se inicia con la administración rápida
por vía intravenosa de Hartman o solución salina normal, a razón de 100 cc/kg
en tres horas, con el 50% en la primera hora y cargas subsecuentes de 25
cc/kg/hora de acuerdo a la evolución clínica del paciente.
Una vez hidratado el paciente por vía oral o parenteral es fundamental iniciar la
alimentación y continuar la reposición de las pérdidas concomitantes para evitar
la aparición de un nuevo estado de deshidratación.
Esta reposición de la pérdida, la mayoría de las veces puede realizarse por vía
oral con 10 a 20 cc/kg de SRO después de cada deposición.
Sin embargo, en los casos en que fue necesario emplear la hidratación
intravenosa, puede no ser prudente suspender los líquidos parenterales tan
pronto se ha corregido la hidratación y, por el contrario, puede resultar
conveniente mantener la vía intravenosa mientras se comprueba la tolerancia a
la alimentación.
Si un paciente necesita hidratación parenteral, generalmente ésta estuvo
indicada porque la diarrea era muy abundante, así que una vez hidratado,
pueden proyectarse las pérdidas concomitantes en 50 cc/kg/día, además de los
requerimientos que se van a suministrar en la alimentación o en su defecto por
vía parenteral según el esquema de mantenimiento de Holliday y Segar. Se hace
balance hídrico cada 6 horas, ajustando la determinación inicial según la
evolución. En algunos casos de diarrea coleritica es frecuente observar perdidas
en valores de 100 a 200 cc/kg/día.
Esta reposición de las pérdidas proyectadas y el mantenimiento puede
realizarse con una mezcla de dextrosa al 5%, a la que se agregan 60 mEq/L de
sodio y 30 mEq/L de potasio. Esta mezcla podemos llamarla solución 60/30.
Nótese que la concentración de Na es menor de la utilizada en la mezcla
hidratante sencillamente porque ya se cubrió el déficit preexistente, pero es
mayor que los requerimientos normales de este ion, porque las pérdidas están
aumentadas por la diarrea. La concentración de potasio, por el contrario, es
mayor que la empleada para la hidratación rápida, porque esta mezcla de
reposición de pérdidas se pasa más lentamente y pretende no solo compensar
las pérdidas concomitantes sino contribuir a ir llenando el déficit de potasio
intracelular, que como se sabe, solo se va recuperando lentamente. Así mismo,
en esta mezcla no existe inconveniente para emplear la dextrosa al 5%, debido a
que como la perfusión se practica más lentamente no se presenta el riesgo de
producir hiperglicemia.
Una forma sencilla de preparar la solución 60/30, es mezclar 500 cc de
dextrosa al 5% con 15 cc de natrol y 7.5 cc de katrol.
Las ventajas asociadas al uso de la hidratación endovenosa rápida son: lograr
una hidratación adecuada en corto tiempo permitiendo una rápida recuperación
del paciente, favoreciendo el inicio de la alimentación en forma precoz,
disminuyendo de esta manera los costos de hospitalización, al acortar el tiempo
de utilización de la vía endovenosa se disminuyen los riesgos de infección y
sobrehidratación, además el uso de soluciones estándares minimiza los errores
de administración.
Las contraindicaciones de la hidratación parenteral rápida son: recién nacidos,
natremias mayores de 160 mEq/L o clínica sugestiva (irritabilidad, sed intensa y
piel pastosa), pacientes con nefropatías, cardiopatías o síndrome ascítico
edematoso.
Fase 1
Fase 2
Fase 3
En esta fase final lo que se busca es reponer las pérdidas que no se habían
tenido en cuenta en el cálculo inicial para que no se profundice aun más la
deshidratación y que la reposición no sea insuficiente.
Es una forma dinámica que se realiza de manera simultánea a la fase 2. Se
alcanza realizando balance de líquidos cada 4 - 6 u 8 horas de acuerdo a las
necesidades de cada niño y a la severidad de la DHT, reponiendo las perdidas
por tracto digestivo superior e inferior adicionales. En caso de que sea por
vomito o perdidas por jugo gástrico se sugiere reponer en “y” con SSN y cuando
la perdida sea por diarrea con Hartman.
Sin embargo, otra forma aceptada de reponer estas pérdidas y bastante
filológica es suministrando sales de rehidratación oral. Esta se ofrece al paciente
según las perdidas, tratando que sean volumen a volumen en un tiempo
prudencial y con todas las consideraciones necesarias para que sean bien
toleradas. Además de reponer el volumen perdido, se valora la aceptación y se
podrá reiniciar la alimentación lo más pronto posible.
BIBLIOGRAFÍA